Partida Rol por web

Jhonny se quedo de brazos cruzados escuchando tus razones por las cuales estabas considerando participar en el trato que Rick les consiguió. El si estaba dudando mas que tu en cuanto a esto, lo cual puede resultar curioso considerando que Jhonny era, de ustedes tres, el que tenia menos que perder en caso de que algo saliese mal. Tu tenias a tu madre, y Rick tenia a su esposa con un hijo en camino, pero Jhonny no tiene familia. Según lo que te ha dicho, el nunca conoció a su padre y su madre murió en un tiroteo cuando el apenas era un adolescente. Creció en las calles y sobrevivió gracias a que fue ayudado por una organización religiosa hasta que cumplió la edad para entrar en la policía y pudo ganarse la vida por su cuenta. A pesar de haber sido criado por sacerdotes y monjas, Jhonny no era un santo por ningún lado, y tu sabias eso muy bien después de haber trabajado con el durante todo este tiempo, pero a su vez, entre ustedes tres, el era el que tenia mas cuidado de preservar su vida cuando salían por allí a hacer de las suyas.

- Pues creo que tienes razón en eso... -Dijo al cabo de un rato en silencio- Pero el problema es que no estamos hablando de “Un poco de riesgo”. Si esto sale mal y nos descubren definitivamente iremos a la cárcel, o aun peor, puede que no nos descubran y los mismos “Amigos” de Rick nos traicionen, así que es un “o morimos en la calle o en la prisión”… Aun así esa recompensa es… -Se detuvo un segundo para suspirar- Hay mucho en la linea por ambas partes. Yo creo que si voy a esperar el final de la ronda de hoy para decidir.

No paso mucho tiempo mas hasta que Rick saliese de la oficina del capitán mientras se disculpaba una ultima vez desde la puerta. Antes de que tu compañero cerrase la puerta pudiste ver al viejo por un breve instante. Era cierto que normalmente el tipo tenia un rostro poco amigable, pero no siempre se le veía con una expresión tan hostil como esa. Quien sabe que le habrá dicho Rick allí dentro, pero la verdad, poco te debería importar siempre y cuando ya no tengan mas problemas con el por un rato.

- Ese viejo es un demonio. -Dijo Rick después de cerrar la puerta de la oficina- Me va a quitar parte de mi paga de esta semana solo por llegar tarde una vez. ¿Como sea, estamos listos para partir?

Afirmo a Johnny pues su pensamiento es el mismo que el mío. Estamos hablando de un riesgo demasiado considerable como para jugarnosla sin meditarlo bien. Así que es mejor esperar hasta el final de la ronda para tomar una decisión.

En cualquier caso alargo la mano para tomar la suya. Pero lo que decidamos que sea entre los tres. No quiero que nos separemos por nada, así que si lo hacemos será porque los tres estemos seguros. Pero si tú no participas yo tampoco lo haré, e intentaré convencer a Rick de que no lo haga.

Finalmente nuestro compañero sale de la oficina del capitán, y suspiro sabiendo que puede haberme metido en un lío. No en vano yo le planté cara delante de todos para proteger a Rick, así que según lo que le haya dicho puede haberme metido en un lío o no.

Pero finalmente afirmo a los dos. Yo por mi parte estoy lista. Si vosotros también lo estáis, deberíamos ponernos en marcha ya. A menos que a alguno le falte algo, iremos a nuestra patrulla para empezar el recorrido de hoy.

Jhonny seguía estando un tanto dudoso, era fácil notarlo solo con verle la cara. Pero cuando tomaste su mano y le hablaste directamente pudiste notar como si un poco de presión se desapareció de su expresión. Para Jhonny, saber que lo apoyarías sin importar su decisión era algo importante. En un mundo como este, en donde el engaño, la mentira y la traición es algo cotidiano, saber que se tiene alguien en quien confiar es de vital importancia.

Después de que Rick saliese, Jhonny también contesto al comentario de Rick con una ligera sonrisa mientras se daba la vuelta y comenzaba a caminar en dirección a la salida.

- Estamos listos entonces. -Dijo un poco reconfortado después de hablar contigo.

El próximo paso no era mas que salir de la estación, montarse en el auto y comenzar a patrullar por las calles. Esta era su vida todos los días. Manejar por varias horas seguidas esperando ver alguna situación que requiriese de su intervención, y a veces tener la mala suerte de ser contactados por la central y recibir ordenes directas de dirigirse a lidiar con una situación en especifico. A veces las rondas se tornaban dolorosamente monótonas.0 Conducir por las calles eternamente oscuras mientras veían el constante flujo de gente era curiosamente agotador a pesar de que no hacían mas que mirar por allí desde las ventanas del auto. Por suerte, tarde o temprano siempre ocurría algo que los sacaba momentáneamente de sus penurias. Una agresión a mitad de la calle, un robo, disparos y hasta algún muerto siempre ocurría cerca, si no justo enfrente de ustedes, ademas, ustedes también tenían otras actividades en sus itinerarios que servían para distraerse de sus actividades policíacas por un tiempo, como por ejemplo, pasar por el restaurant del Coreano a exigirle el pago de esta semana, cosa que no podían posponer hoy si querían mantener su imagen de policías que se respetan en las calles.

- ¿Cuanto es que nos debe ese amarillo? -Preguntaba Rick desde su asiento trasero cuando estaban llegando frente al restaurant de su objetivo.

- Como 1000 créditos. -Contestó Jhonny desde el asiento del copiloto.

- Valla mierda... ¿Porque cobramos tan poco?

- Porque si cobramos mas podría pagarle a alguien esos 1000 para que lo protejan a el de nosotros.

- Aja, ¿y porque no dejemos que lo haga y luego le partimos la cara a quien le pague y a el también para enseñarle una lección? Así creo que pagaría mas que 1000 sin quejarse.

- ¿Y si resulta que contrata a gente buena y terminan pertiendonos la cara a nosotros?

- Por favor, nadie bueno cobra unos estúpidos 1000 créditos excepto nosotros.

- Eso mismo dijiste con el italiano y si mal no recuerdo terminaste con un brazo roto esa vez.

- Bueno eso… Ese tipo de cosas no pasan todos los días.

Cuando Jhonny y Rick terminaron su pequeña discusión sobre si deberían o no tratar de monetizar aun mas la protección que le daban al Coreano, tu terminaste de estacionar el auto frente al restaurant. Era hora de ponerse manos a la obra con este Asiático lo cual sonaba un poco redundante considerando que ya estaban “Manos a la obra” con su ronda policial.

Finalmente salimos de la estación de policía para montarnos en el coche a experimentar la misma mierda de todos los días. De todos los policías que estamos en la comisaría el que menos hace es fumar, pero se de muchos que beben hasta la saciedad, toman drogas, se van de putas o putos, o varias de esas cosas a la vez. Cualquier cosa que te saque un poco de esta mierda de vida y de esta mierda de zona en la que vivimos.

Cada día tenemos algún encuentro con algún crimen, en los que puede que ayudemos a la víctima o al criminal o a ninguno, depende de quien sea. Pero ahora toca las otras actividades, esas que nos proporcionan un ingreso más constante que el de policía. Ya lo hemos visto con Rick, encima de cobrar una basura por llegar tarde un día y solamente unas horas le van a descontar una parte de su sueldo. Al menos aquí tenemos seguro unos ingresos que nos permiten tener un poco de vida, ser como esos zurullos que flotan sobre la mierda. Pero sabiendo que nunca podrás dejar de ser lo que eres.

Finalmente llegamos frente al restaurante y mientras estoy aparcando escucho la conversación de mis compañeros. Al terminar de aparcar me giro hacia ellos. Ahora mismo tenemos seguro un sobresueldo todos los días, en base a nuestras protecciones. Pero si intentamos pasarnos podemos perder parte de esos ingresos, como nos ocurrió con el italiano. Piensa esto, si yo soy un coreano y uno de mis compatriotas me pide protección puede que le rebaje lo que cobro normalmente solo por ser compatriota mío. Ahora tenemos 1000 créditos seguros, prefiero quedarme con ello que perderlo por apretar demasiado. Ahora a ver qué sucede con el asiático. Ojalá nos lo dé sin problemas.

Mientras hablabas todos abrieron las puertas del auto y salieron del vehículo. Normalmente, la teoría diría que ustedes deberían evitar ser vistos entrando a el lugar, pero hoy en día nadie pone denuncias a policías en la calle, ya han habido suficientes casos de gente apuñalándose a si misma por la espalda después de denunciar a un oficial de la ley como para que a nadie mas le quedasen ganas de intentarlo.

Mientras salían del auto, Rick se puso a pensar un poco en lo que le dijiste.

- Bueno, puede que tengas razón… Es que solamente estoy un poco frustrado, ¿sabes? Con todo el royo de la niña, Helen y yo hemos tenido problemas con el dinero. Por mas que sea sobresueldo, esto no alcanza Rose.

- ¿Es por eso que aceptaste el primer trabajo que te pusieron en la cara en un bar? -Le replico Jhonny.

- Oye, solo quiero que mi hija no crezca en las calles como yo.

Jhonny no pudo contestar a ese ultimo argumento. Todos aquí tenían razones para hacer lo que hacen, incluso un desgraciado como Rick podía tener una razón razonable para hacer este tipo de cosas aunque al verlo lo ultimo que parece ser es un padre de familia. Esa es la maldición de este lugar, nadie que solo tenga buenas intenciones lograra hacer nada, solo hay una forma de ganar aunque sea la mas mínima de las victorias, a punta de plomo y sangre, esa era la verdad que ustedes tres entendían, y también era el porque, aunque puede que en el fondo no sean la peor escoria de la sociedad, tenían que actuar como tal.

Al entrar al restaurant no fueron recibidos por nadie como era costumbre. Solo debían haber un total de 7 personas a esta hora. Las típicas tres figuras sospechosas en una esquina que siempre estaban allí, y otros cuatro clientes aleatorios, incluso un par de ellos parecían ser personas decentes. Al verlos entrar, uno de los empleados del lugar se dirigió hacia la cocina sin decir nada y el dueño del establecimiento, Ban-Doheun, salió desde el área restringida solo para el personal del restaurant con una expresión un tanto mas irritada que la que tiene normalmente cuando que vienen y rápidamente se paro frente a ustedes.

- ¿Que se les ofrece oficiales? -Dijo mirándote directamente a ti, la líder del grupo.

Afirmo ante las palabras de Johnny. Eso es una esperanza que todos tenemos pero qué es muy difícil que se cumpla, por no decir imposible. Si tenemos hijos, que yo me estoy planteando no tenerlos, seguramente terminen igual que terminan todos en estas calles. Pero en fin, ojalá Johnny consiga lo que quiere.

Entramos en el restaurante y miro a mi alrededor, centrando un poco mi atención en el grupo de tres tipos con aspecto sospechoso. Sin embargo cuando el empleado se mueve hacia la cocina me concentro en ello. Me sorprende un poco la actitud con la que sale el dueño y así lo demuestro frunciendo un poco el ceño. Pero luego busco intentar relajarme un poco para no demostrar que me haya molestado su actitud.

Nos han informado de ciertas regularidades en su local que necesitan ser investigadas. Seguramente tengamos que avisar a Sanidad informando de lo que encontremos y cerrarán este sitio. A menos, claro, que tenga algo que nos haga pensar en si este sitio es seguro o no. ¿Y bien, hay alguna documentación que quiera entregarnos antes de que procedamos a revisar el local?

Esa es más o menos a la expresión que tiendo a utilizar siempre, así que Ban ya debe conocerla. Por documentación evidentemente me refiero a un sobre con nuestro dinero, y por revisar el local me estoy refiriendo a destrozar unas cuantas cosas y, sí sigue empeñado en no pagarnos, entonces quizá realmente avisemos a Sanidad para que lo clausuren.

Esta rutina ya la conocían todos. Jhonny se quedaba en la puerta para vigilar que nadie sospechoso entre, Rick se quedaba un poco detrás tuyo vigilando a la gente dentro del bar, y tu te encargabas del dueño. Esta era la rutina que repetían casi todos los días de la semana en una variedad de establecimientos. Restaurants, peluquerías, talleres, hasta incluso simples bodegas. Siempre es lo mismo, una y otra, y otra, y otra vez. Siempre acababa todo igual, aunque habia un par de ocasiones en la que no, de vez en cuando algo cambiaba en la ecuación. A veces era bueno el cambio, pero otras veces no. Tal vez fue algo que viste en los ojos falsos de Ban, o tal vez era simplemente algo que supiste desde el momento en que entraste pero decidiste ignorar lo que te dijo que, esta vez, la ecuación cambiaría para peor.

- Lo lamento oficial pero… Esta vez no tengo ningún documento para usted.

A la vez que Ban hablaba escuchaste como varias sillas se movían a la distancia. No tenias ni que voltear a ver para saber que se trataban de los tipos sospechosos de la esquina. Rick se acerco a ti y te dio tres golpes suaves en la espalda con su codo con un ritmo especifico para indicarte que eran tres enemigos los que se estaban alzando contra ustedes. Ban no dejo de mirarte ni por un segundo esperando a que contestases o que hicieses algo con una cara que claramente dejaba claro que quería deshacerse de ti y tus compañeros.

- Disculpe oficial. -Sonó una voz masculina a un lado- El jefe aquí dice que no tiene nada para usted así que porque no se va y lo deja tranquilo.

Con solo escuchar la voz de quien sea que sea ese tipo podías imaginarte a que clase de persona pertenecía. Algún matón muerto de hambre que encontró un pequeño trabajo como protector de esta podrida esquina del mundo.

Así como te habia indicado Rick, eran tres. El hombre en el centro fue el que habló, y los otros dos a su lado simplemente se quedaron mirándote a ti y a Rick en silencio poniendo cara de rudos.

¿De verdad, Ban? Ni siquiera me giro hacia los tipos que han hablado, tan solo mantengo la mirada fija en el dueño del restaurante. Cuando confirmo que esa es su intención, saco la pistola y apunto directamente al que ha hablado. Muy bien, quedan todos detenidos en nombre de la ley. Levanten las manos y pongan las sobre la cabeza, tienen hasta que cuente tres.

Normalmente con la actitud con la que lo digo los mantoncillos de tres al cuarto como estos suelen acojonarse y no generar problemas, y más cuando se han juntado los tres haciendo que no sea muy fácil liarnos a ti los con ellos antes de qué puedan reaccionar. Eso ha sido un auténtico error, deberían haber permanecido separados si querían enfrentarse a unos policías.

Y además, siempre podemos pedir refuerzos y que sea la palabra de Ban contra la nuestra en caso de que nos acuse de haberle estado chantajeando.

Normalmente una amenaza como esa no seria suficiente como para parar a unos matones. Sobre todo porque mencionaste "En nombre de la ley" Nadie se toma ese tipo de cosas enserio hoy en día. La ley simplemente no significa nada, pero lo que si significa algo, incluso para maleantes de poca monta como estos, era la pistola que les estabas apuntando a la cara y tu expresión que dejaba claro que no dudarías en disparar si te provocaban

Ban directamente dio torpemente varios pasos hacia atrás y termino tropesando y cayendo al suelo. El jefe del grupo de matones se detuvo en seco al ver el arma e incluso alzo un poco las manos para evitar que le disparases. El chico encapuchado directamente dio un par de pasos hacia atrás con una cara que no escondía lo asustado que estaba. Por su parte, el hombre de la gabardina negra, fue el único que reacciono.

- ¡Perra de mierda! -Grito cuando te vio sacar la pistola.

A la vez que gritaba, el tipo de la gabardina rápidamente saco una pistola propia que tenia escondida dentro de su chaqueta, pero antes de que pudiese siquiera apuntarte, un disparo sonó desde tus espaldas y un chorro de sangre salió volando desde el hombro del tipo de la gabardina y calló al suelo gritando y sangrando. Rick era lo suficientemente bueno con las armas como para que seas capaz de confiar plenamente en el en situaciones como esta. Justo después de dispararle al tipo de la gabardina, Rick apunto al chico encapuchado solo para asegurar que no intentase nada. Al ver a su compañero caer al suelo y a RIck apuntando al chico, el jefe del grupo reacciono.

- ¡Oye oye oye! ¡Ya entendimos! -Gritó casi en pánico- Nos iremos a la mierda.

Al decir eso, el jefe camino hacia atrás sin bajar las manos del aire ni dejar de mirarte, hasta que llego junto a su compañero caído. Entonces, se agacho y rápidamente lo ayudó a levantarse. El herido se quejó mientras su compañero lo ayudaba a reincorporarse, pero no intentó hacer nada y el chico encapuchado simplemente se quedo paralizado hasta que su jefe le paso por un lado y lo empujo para que se moviese.

Jhonny abrió la puerta del lugar antes de que el grupo llegase a la puerta para que saliesen lo mas rápido posible. Ban se quedo tirado en el suelo en silencio mientras veía como toda la situación se desarrollaba frente a el.

A pesar de que habían demás personas en el local, nadie en el local dijo nada. Todos sabían que lo que mas les convenía era mantenerse alejados de todo esto y que lo mejor que podían hacer era esperar a que ustedes terminasen con lo que vinieron a hacer.

Hago un gesto afirmativo aunque sin apartar la atención del jefe de los matones cuando escucho el disparo. Es lo bueno de tener tan buena relación con mis compañeros, sé que puedo dejar mi vida en sus manos y que no me fallarán igual que ellos pueden hacer lo mismo.

Los mantengo apuntados pero, cuando parece que quieren retirarse, les miro enfadada. ¡Ni hablar! Ponedles las esposas y al coche. Ni de coña se van a ir con solamente una amenaza. No voy a permitir que unos matoncillos de tres al cuarto vengan a intentar quitarnos nuestro sustento. Mínimo se van a llevar una paliza, eso seguro. Y como me toquen mucho las narices igual un poco de hierro en la cabeza.

Mientras confío en que Rick y Johnny se ocupen de apresarlos, me encaro ahora con Ban. Así que piensas que puedes librarte de nosotros de esa forma. ¿Acaso te hemos tratado mal? ¿No hemos evitado que te roben en el local durante este tiempo? ¿O que venga gente que podría arruinar la apariencia de este sitio? Me llevo la mano al puente de la nariz y lo froto un poco para calmarme. Por tu gracieta esta vez será el doble. Hazlo más veces y te cerramos el local. ¿Está claro?

Jhonny y Rick estaban dispuestos a dejar ir a los matones, pero solo fue necesaria una palabra tuya para que cambiasen de opinión. Al escuchar tus palabras, Jhonny cerró la puerta de golpe y se paró frente a los matones mientras Rick se acercaba por sus espaldas. El jefe comenzó a sudar inmediatamente mirando a Jhonny asustado y el chico miro hacia atrás con su cara llena de miedo estando claramente en pánico.

- Ya oyeron. -Dijo Jhonny mientras caminaba hacia ellos- Si se quedan calmados no les haremos nada aquí.

Estos tipos sabían lo que se les venia encima. Habían cometido un error y era hora de pagar, pero el precio no era uno que ellos quisiesen pagar.

Jhonny sacó las esposas de su chaleco y cuando estaba a punto de tomar al jefe por la mano para esposarlo, el herido le escupió a tu compañero a la cara haciendo que tu compañero apartase la cabeza a la vez que el jefe soltaba a su compañero y le lanzaba un golpe recto a Jhonny dirigido a su cara. El herido calló al suelo y dejo salir un grito a la vez que el golpe conectaba de llenó en la cara de tu compañero, pero al recibir el golpe, Jhonny ni siquiera dio un paso hacia atrás. Para tirar al suelo a un hombre de metro ochenta y con un cuerpo que parece estar hecho de metal como Jhonny, un golpe tan patético como ese no es ni siquiera la mitad de suficiente.

El jefe se quedo parado en shock donde estaba mientras Jhonny simplemente volteaba a verlo con un hilillo de sangre saliendo de su nariz antes de descargar un poderoso golpe en su cara que fue suficiente como para arrancarle un par de dientes. Por desgracia para el, el tipo no quedo inconsciente, así que Jhonny no tenia razón para detener los golpes.

Por su parte, el chico encapuchado volteó a ver a Rick sin saber que hacer, pero al ver que su jefe atacar al policía, el creyó que seria una buena idea hacer lo mismo. Aun asustado y temblando de miedo, el chico saco un cuchillo de dentro de su chaqueta y se paró frente a Rick intentando amenazarlo.

- ¡N-no te muevas! -Dijo gritando- ¡T-te matare!

- Solo lo estas haciendo peor para ti niño. -Le contesto Rick sin detenerse.

Al escuchar la respuesta de Rick, el chico le lanzo una estocada a Rick tan lenta y descuidada, que tu compañero atrapo la muñeca de mano con el cuchillo en el aire y rápidamente desvió el ataque y golpeo al chico en la cara con su otra mano sin soltar la muñeca de la mano con el cuchillo para luego torcerle el brazo para llevar al chico al suelo para desarmarlo y esposarlo con calma.

Ni siquiera tuviste la necesidad de voltear a ver la situación para saber como iba a terminar. Conoces bien las habilidades de tus compañeros, sabes que unos perdedores como esos no serán capaces de hacerles nada. Mientras todo eso pasaba, Ban te miraba desde el suelo, asustado y temblando. Sabia que acababa de cagarla a lo grande.

- ¡Ya estoy cansado de ustedes cerdos! -Dijo gritando- ¡Y-yo no tengo porque seguir pagandoles! ¡Ni porque me maten les daré mas!

Ban seguía negándose a pagar, tal vez habría que demostrarle que debía cumplir con sus responsabilidades si no quería pagar un precio que era mas alto del que el se imaginaba.

Miro un poco de reojo la reacción de los mantoncillos, pero al ver la forma de atacar que tienen simplemente niego un poco con la cabeza y centro mi atención en el coreano. Me está empezando a tocar mucho las narices, pero mucho mucho.

Ya veo le digo mirándole fijamente. Luego miro a los demás, los clientes y los trabajadores. Fuera todos de aquí, este local queda clausurado hasta nuevo aviso. Si veo que se mueven para salir, no hago nada, pero si veo que se ponen remolones daré un par de tiros al aire y gritaré ¿acaso no me han oído? ¿Alguno más quiere venir esposado?

Si finalmente todos los clientes y trabajadores se marchan, lo siguiente que haré será esposar a Ban. Veo que lo quieres hacer por las malas. Está bien, te vendrás con nosotros a dar un paseo y veremos si cumples lo que has dicho. Que ni muerto nos volverías a pagar.

Hasta ahora los clientes se habían quedado tranquilos en donde estaban. Sabían que lo mejor para ellos era no intervenir y quedarse callados hasta que tu hicieses lo que sea que viniste a hacer y salieses, pero, cuando ordenaste que todo el mundo abandonara el local, la cosa cambió un poco. Aunque la mayoría si siguió tus instrucciones y se fue, hubieron unos cuantos que desobedecieron y se quedaron en donde estaban. De seguro eran algunos idiotas de esos rebeldes que simplemente desobedecen ordenes por que si y ya.

Uno de esos que se quedaron incluso tuvo la audacia de voltear a verte poniendo cara de duro como si estuviese retándote a sacarlo de allí. De todas formas, solo fue cuestión de darle un par de tiros al techo y gritar un poco para hacer que los insurrectos entendiesen la situación y saliesen casi que corriendo del local.

- Perra loca... -Dijo uno de los últimos que salieron cuando pasó junto a ti.

Esa era la clase de personas que labran y no muerden. Podía decir lo que quiera, pero es difícil tomarlo en cuanta cuando el es quien estaba saliendo asustado del local. A punta de pistola los cobardes revelan sus verdaderos colores.

Ahora era cuestión de encargarse de Ban y sus matonsítos. Esta parte del trabajo a veces su ponía desagradable, pero al mismo tiempo, era la parte mas importante. Puede que nadie vea directamente lo que le van a hacer a estos tipos, pero la gente verá como quedarán sus caras, y sabrán que fueron ustedes.

Rick alzo al chico esposado a la fuerza. Al niño se le podía ver el horror en la cara. Intentaba forcejear desesperadamente con Rick para zafarse de alguna forma, pero ya estando en la posición que estaba, escapar no posible. Ahora tendría que recibir un castigo mucho mas grande de lo que el estaba preparado para recibir.

- Calmate, solo vamos a dar una vuelta niño. -Le dijo Rick al chico con una sonrisa cuestionable pintada en su cara.

El jefe del grupo estaba tirado en el suelo boca abajo a los pies de Jhonny. Habia una pequeña piscina de sangre rodeando su cabeza y varios dientes se podían ver esparcidos por el suelo. Cualquiera pensaría con esa clase de golpiza que recibió ya seria suficiente, pero si algo has aprendido en todo este tiempo, es que no hay paliza que sea suficiente.

Jhonny alzo al jefe inconsciente y se lo montó al hombro sin mucho esfuerzo. Después de eso, se dirigió hacia el tipo herido en el suelo, y le agarró justamente el brazo en el que recibió el disparo y comenzó a arrastrarlo por el suelo.

- ¡Ahhhhhhhhhhh! ¡Maldito! ¡Suéltame! -Gritaba mientras Jhonny lo arrastraba hacia la salida.

Rick se le adelantó a Jhonny mientras el arrastraba al herido y abrió la puerta del local de una patada. Jhonny salió tras el cargando a los dos desafortunados pandilleros.

- Rose, -Dijo Jhonny parado en la puerta- cierra la puerta cuando salgas con Ban. Te esperamos en el auto.

El coreano seguía tirado en el suelo, sudando y tablando del miedo. Sabia que se habia metido en un problema gordo, y ahora era momento de confrontar las consecuencias.

Tu tenias que encargarte de sacar a Ban. Tampoco es como si eso fuese tarea difícil.

Por un momento, apenas un instante, apunto directamente al que me llamó perra loca. Ya me estoy cansando de que la gente piense que me puede tratar o hablar de cualquier forma. Pero tampoco es como si un tipo de estos fuera realmente un problema que mereciera la pena gastar siquiera una bala en él. A lo mejor una buena paliza sí, pero dada la velocidad a la que corre ni siquiera eso merece la pena.

Afirmo a las palabras de Johnny y me agacho junto a Ban. El hecho de que ni siquiera esté sobre él demuestra lo poco que me preocupa lo que pueda querer hacerme. Espero que no quieras empeorar aún más tu situación, si es que eso es posible. Por ahora te voy a esposar, a coger la llave para cerrar la puerta y que al menos tu familia tenga algo con lo que mantenerse y luego nos vamos a dar una vuelta. Y entonces veremos si cumples lo que dijiste.

Mientras hablo saco las esposas dándole la vuelta para ponérselas. Lo más probable es que no cumpla la amenaza que acabo de hacer, seguramente solo le dé una paliza y ya. Pero tiene que quedar claro que estoy dispuesta a acabar con cualquiera que me intente plantar cara.

Ban no intento atacarte ni nada por el estilo, estaba muy asustado como hacer algo, y también sabia que contra ti no tendría oportunidad. De seguro dentro de su cabeza el habia pensado que los matones que contrato se encargarían de ti y tu equipo, y que los asustarían de forma tal, que lo dejarían tranquilo por el resto de su vida. Ahora que le habia salido todo mal, no sabia que hacer. El tipo era un ingenuo. Ya era hora de que alguien le enseñase como es que el mundo funciona.

Cuando acercaste tu mano a el para esposarlo, el tipo dejo salir un chillido de miedo e intento levantarse para escapar de ti, pero estaba tan asustado que cuando intentó levantarse rápidamente, se tropezó con algo y calló al suelo de forma tan patética, que incluso se golpeó la cabeza.

- ¡Ahhh! -Gritó desde el suelo cuando se golpeó.

Después de eso fue fácil esposarlo y sacarlo del local. Mientras lo forzabas a caminar podías sentir como temblaba. Después de eso seria fácil decir que el tipo era un cobarde, pero seguía fijado en la idea de no darles dinero. O es que bien era así de valiente, o es que era tan estúpido como para no darse cuenta de que si se callaba y les daba el dinero que pedían podría evitar todo este problema.

Al salir viste a Jhonny y a Rick junto al auto esperando por ti. Los tres matones ya debían estar dentro del auto, así que solo faltaba Ban. Dentro del auto podían entrar todos. La cabina delantera estaba diseñada para llevar hasta tres personas, y en la trasera podrían entrar los cuatro si los ajustaban bien. Los de atrás irían incómodos por supuesto, pero eso no era un problema para ustedes.

- Bueno jefa. -Dijo Rick al verte salir- ¿A donde los llevamos?

En el momento que voy a esposar a Ban este me pilla por sorpresa intentando escapar. Sin embargo, cuando pienso que me va a tocar correr detrás de él, el tropezón hace que caiga al suelo de forma ridícula, haciendo que me ría mientras le esposo. Ni siquiera miro si se ha hecho daño en la cabeza, más daño le voy a hacer.

Le saco del local y, tras quitarle las llaves para cerrar la puerta, le empujo directamente al coche. Le meto dentro antes de responder a Rick. Creo que lo mejor es llevarlos a la comistraría. Ese es una clave que tenemos por si alguien está escuchando. Comistraría es como llamamos a una vieja fábrica abandonada.

En esta pocilga siempre hay sitios así, fábricas y almacenes que se abandonan por un tiempo. Ocasionalmente alguien los compra, lo rehabilita y abre alguna empresa en ellos. Pero pronto vuelven a quedar abandonados. Así que siempre tenemos un flujo constante de sitios a los que llevar a tipejos como estos.

El tema es que ahora podría ponerme al volante del auto, pero eso hará que Rick y Johnny estén realmente pegados. Por un momento me dan ganas de hacer una maldad y dejarles pegados para luego, mientras conduzco, hacer sonar el claxon y luego esconderme para que parezca que están como pareja. Pero finalmente descarto la idea.

Johnny, por esta vez conduce tú le digo preparándome para montarme yo en medio de los dos.

Rick dejo salir una ligera sonrisa cuando le mencionaste lo de llevarlos a la comisaria. Tu compañero era un tipo con algunas aficiones cuestionables y conductas poco positivas, entre ellas, amarrar personas a una silla y lastimárlas era una de sus favoritas. Tampoco es como que si Rick fuese un fenómeno o algo por el estilo, mas bien, en este mundo no hay nadie que conozcas que no tenga uno o dos gustos cuestionables.

Por su parte, Jhonny seguía con su misma actitud seria de siempre. A diferencia de Rick, el no disfrutaba esta parte de su trabajo, pero sabia que hacia falta hacerlo si querían mantenerse vivos en estas calles, así que por mas que dejaba claro que no le gustaba, no se negaba tampoco y ponía su parte del trabajo como debía.

- Vale. A la estación entonces -Dijo Jhonny mientras entraba al auto.

Acomodándose como mejor pudieron dentro del auto, comenzaron el viaje. Tu quedaste un poco aplastada entre tus compañeros, mas que todo, porque el diseño de estos autos no toma en consideración que puedas tener un compañero del tamaño de Jhonny, el solo agarra el espacio de persona y media. De todas formas, dejando de lado el tamaño de el actual piloto, ustedes tres entraron con bastante facilidad.

Tenían varios lugares a los cuales podrían llevar a los pasajeros. Había una vieja tienda de esquina que fue confiscada hace un par de meses por la policía disponible en la cercanía. El lugar era un tanto pequeño, pero estaba lo suficientemente bien cerrado y abandonado como para ser un lugar útil para lo que querían hacer. También estaba una clásica fabrica de Hawk c.o. disponible. Estaba un poco mas lejos que la tienda confiscada, pero seria igual si no hasta mas útil que el otro espacio en cuestión. De todas formas era decisión de Jhonny a cual ir. Por ahora no tenias nada de que preocuparte mas allá de que el cabrón al que Jhonny le partió la cara podía manchar los asientos de sangre si se quedaba allí por mucho tiempo.

Hablando de sus pasajeros, ellos no estaban tan cómodos como ustedes. Ban estaba prácticamente sobre el tipo al que Rick le disparó quien estaba quejándose del dolor. El jefe estaba inconsciente y el chico estaba demasiado asustado como para siquiera reaccionar. Ellos si la estaban pasando mal, y ninguno de ellos parecía querer hablar, pero cuando el auto comenzó a moverse, el chico fue el que alzó la voz temblorosa y lleno de miedo.

- ¿A-adonde nos llevan? -Articulo de alguna forma.

Por fin todos generauto empezamos el viaje. Es cierto que nosotros alante estamos incómodos, especialmente por el tamaño de Johnny. Pero claro, al mismo tiempo a alguien de su tamaño es demasiado útil en numerosas ocasiones como para sentir molestia por complicaciones como esta.

Mientras tanto desde detrás llegan los gemidos ahogados del que está herido mientras el crío hace una pregunta estúpida. Giro la cabeza para contestarle mostrando una cara bastante enfadada. Cállate la puta boca o puede que no vayas a ningún sitio. Si no tocas más los huevos igual no sales tan mal parado por haber intentado jodernos. Y más os vale que tu amigo no manche los asientos de sangre, porque entonces sí que nos vamos a cabrear de verdad.

Luego me giro hacia delante mientras espero a ver dónde nos lleva Johnny. Quizás sería mejor la fábrica, pero que decida él que para algo está conduciendo.

El chico no se orino encima cuando volteaste a confrontarlo de esa forma meramente porque le dejaste claro que no le iría nada bien si ensuciaban el auto. Después de eso, no volvió a abrir la boca durante todo el camino y también intento limpiar toda la sangre de su jefe inconsciente que pudo, aunque con las manos esposadas lo único que podía hacer era restregarse contra su jefe tratando de absorber la sangre con su propia ropa, lo cual simplemente incomodo aun mas a todos los que estaban sentados atrás por la forma en que el chico se movía contra el otro tipo.

El viaje hacia “La estación” duró unos 10 minutos mas. Al final, Jhonny habia elegido la fabrica abandonada, así que cuando se detuvieron, lo hicieron frente al oscuro esqueleto del antiguo edificio que en algún momento brillaba como una antorcha en la noche. Tu compañero estacionó el auto en un espació sin luz y donde era seguro que no habia nadie a su alrededor para verlos con ojos curiosos.

Era el momento de ponerse manos a la obra.

Jhonny y Rick abrieron sus puertas y se bajaron del auto, pero no fueron a sacar a los tipos de una sola vez, aun tenían un par de cosas que discutir entre todos antes pasar a la parte divertida del trabajo. Primero tenian que repartirse a sus presas y luego dos de ustedes tenian que ir a arreglar todo dentro de la fabrica. Osea, buscar las sillas y un lugar adecuado para manchar de sangre.

- Bueno -Comenzó Rick- Ellos son cuatro, y nosotros tres. O bien uno de nosotros elige dos y nos repartimos uno entre todos. Eso si, yo me pido al chico.

Jhonny negó un poco con la cabeza al escuchar la elección de Rick. De todas formas no le replico nada.

- Me imagino que tu quieres a Ban. -Te dijo a ti- En ese caso yo me encargare del tipo con el tipo del balazo. El jefe lo podemos dejar para el final, hay que darle tiempo para que se despierte.

- Vale, me parece justo. -Contesto Rick- Entonces Rose, ¿vamos por las sillas tu y yo?

No puedo evitar una sonrisa que podría parecer maligna cuando siento movimientos en la parte de atrás y comprendo que es el chico intentando limpiar lo que su jefe mancha. Por Dios, ¿a quién se le ocurre meterse en estas mierdas con su edad? Claro, que tampoco es que tenga mucho más futuro en esta pocilga. Pero me temo que ha escogido el bando perdedor.

El viaje continúa ahora con tranquilidad, tan solo interrumpido por los gemidos del que tiene el disparo y algún ruido de molestia cuando el joven se mueve, hasta que llegamos a la fábrica. No puedo evitar una sonrisa porque en este sitio realmente no corremos ningún riesgo de que nadie se alerte por los gritos. Que aunque son pocos todavía algún gilipollas queda que avisa a la policía en esos casos, y vete a saber si en el edificio de la tienda no habría alguno de esos.

Nos bajamos del coche y escucho lo que dicen mis compañeros, afirmando levemente. No creo que lo de Ban me lleve mucho. O paga o plomo, quizás su esposa o sus hijos que hereden el restaurante entren en razón. No nos podemos permitir algo como lo de la pizzería. Sin embargo me parece un buen plan, así que vamos por las sillas le digo a Rick. Johnny, vigilalos pero no intentes traerlos tú solo, lo que menos necesitamos es que alguno se escape.