Partida Rol por web

11 de Helada, media mañana

- No dudo de la probable calidad de tu trabajo. Pero sesenta monedas de oro para unos remaches me parece un precio algo exagerado.-dijo, cruzándose de brazos- Tengo intención de pasar aquí un tiempo, pero también saldré de Helgen más de una vez. Un precio más asequible significaría plantearme hacer encargos menores que requieran menos tiempo antes de partir, sin acudir al herrero que se encuentre en el lugar al que deba ir. Así que supongo que a la larga, las dos saldríamos ganando.-se encogió de hombros, de igual manera. 

11 de Helada, media mañana

Sesenta monedas de oro no son unos remaches. repuso con cierta arrogancia. He de desmontar la pieza, trabajar el cuero para que se adapte al metal y añadir nuevas tiras si fuera falta. enumeró cruzándose de brazos.

No creo que tus encargos menores superen a la demanda que voy a tener. se encogió de hombros, te midió con la mirada. Te lo puedo rebajar diez monedas más, pero si no te gusta, puedes ir a Falkreath o a mi padre en Cauce Boscoso a por un mejor precio.

11 de Helada, media mañana

- Sea, ni para ti ni para mi...-dijo, con una media sonrisa, tras verla enumerar los pormenores del trabajo -53 monedas, ¿trato?

8 de Helada, Tarde, Fortaleza de Helgen

Sigo a Hadvar mientras le escucho en silencio. Sé que sus palabras son ciertas, sobre todo la de haber desafiado a Cotta, pero a veces no soy capaz de controlar mi impulsividad. Le respondo con la cabeza gacha:

 - "No me gusta Cotta. Solo veo su arrogancia, no su justicia. Siento que desprecia a todos los nórdicos solo por serlo y que está aquí para mantenernos controlados más que para ayudarnos. No confío en él."

Sé que mis palabras son peligrosas, pero confío en Hadvar ciegamente y sé que él entiende que no lo digo con más ánimo que hacerle ver los motivos de mi reticencia hacia el hombre. Es nuestro superior, pero eso no implica que me agrade. Por otro lado...

 - "Pero me descolocó mucho que nos mandara a arrestar como a sucios criminales. Si nos hubiese ordenado deponer nuestras armas y someternos al escrutinio, lo hubiésemos hecho sin dudarlo, como legionarios leales, pero nos desconoció como tales y nos dio el más sucio de los tratos. Eso no se hace con tus soldados, no es de un buen líder."

Bueno, yo lo hubiese hecho pero no sé si el falso Titus hubiese hecho lo mismo. La verdad es que ya no sé qué pensar y eso que me dice acerca de magias que son capaces de extraer los recuerdos más profundos, me hace pensar en la posibilidad que se me ocurrió mientras hablaba con el hechicero:

 - "Creo que Titus puede haber sido suplantado pero eso significa que el verdadero Titus puede quizás estar aún con vida, prisionero. Debo buscarlo y rescatarlo."

La idea de que mi amigo muriese solo, como un prisionero o ejecutado por esos asaltantes es algo que me atormenta y no me ha dejado dormir bien desde entonces. He bebido intentando calmarme, pero no lo he conseguido y solo puedo pensar en que debo tomar mis cosas y salir en su búsqueda. Pero sé que solo no llegaría muy lejos.

2 de Helada, Tarde, Capilla de Kynareth

Aster asintió ante las palabras de Britte, al agacharse junto a Danna.

Helgen aun se estaba recuperando y había que priorizar los recursos, por su puesto un invernadero no era una prioridad. Aunque tal vez no fuera necesario, si encontraba un lugar indicado en las cercanías donde se dieran las condiciones necesarias para que la belladona creciera salvaje. Debería meditar sobre el asunto.

El orgullo y la felicidad podía verse reflejado en el rostro del hombre, aunque no en su melancólica mirada que expresaba en silencio la preocupación por la pequeña.

Heredada sin duda de su madre – sonrío con calidez a la pequeña acariciando su mejilla, para luego dirigirse a la sacerdotisa – y gracias a tus cuidados, sin duda tengo mucho que agradeceros a ti y a Kynareth, Eisya – pronuncio su nombre con delicadeza e inclinando la cabeza en gesto de respeto

Habían pasado varias semanas desde que habían rescatado a Danna de las garras de la bruja cuervo y sus palabras le habían perseguido impidiéndole conciliar el sueño más de una noche. Quizá era hora de compartir con alguien sus preocupaciones y la sacerdotisa de Kyne parecía calmar el espíritu de la pequeña, hasta el punto que en ocasiones parecía que volvía a ser la misma de antes.

Es hora de retirarnos princesa, recoge tus cosas mientras yo tengo unas palabras con Eisya ¿si? – la pequeña tan solo asintió a la petición de su padre sin pronunciar la más mínima palabra; Aster se puso en pie tendiéndole la mano a la sacerdotisa – necesito consultarte algo

Se apartaron unos pasos de donde se encontraba Danna, con el ceño fruncido posando su mirada de hito en hito sobre la pequeña.

Desde nuestra llegada a Helgen has sido la persona que más tiempo a pasado con Danna – su voz sonaba calmada pero su rostro mostraba la inquietud de su mente - ¿has notado algo extraño en ella?

8 de Helada, Mañana, Entrada de Helgen

Su sonrisa se ensanchaba con el parloteo del joven recién llegado, le resultaba gratamente divertido.

- Si bueno, tendrá mucha historia, pero muy poca diversión. O al menos lo que ella consideraba diversión, que por lo general era meterse en alguna clase de cueva y arrasar con lo que pillase. Pero de aquello había bien poco por allí. Ooooh si, se quién es, lo más seguro es que puedas encontrarle en la Fortaleza, Asintió mirándole sin perder la sonrisa, Te indicaré donde esta después de llevarte a la posada. Seguro que prefieres descargar tu equipaje antes para descansar un poco de su peso. Comento mientras caminaba unos pocos pasos antes de que una voz los interrumpiese.

Se giró para ver a Aster acompañado de su hija. Era bastante frustrante que la niña no hablara nada, pero no podía culparla, probablemente el trauma era demasiado fuerte como para que siguiera con su vida como si nada. Aun así, no dejo de dedicarle una pequeña sonrisa bastante afectuosa.

Se llevó una mano a la boca para tapar una leve carcajada al ver oír de nuevo como el chico se embalaba, sin darle tiempo a ella de poder saludar y presentarles.

- Hola Aster, hola Danna saludo al fin cuando Trik se agacho para saludar a la niña. ¿Cuándo no estoy yo haciendo amigos? Respondió burlona ante su comentario. Trikhik, ellos son Aster y su hija Danna. No te preocupes por nada, poco a poco iras conociendo a todo el mundo, no es que este sitio sea muy grande, así que te será fácil conocer a todos. Claro que depende del tiempo que vayas a quedarte aquí.

11 de Helada, media mañana

Dorthe no te miró demasiado rato antes de empezar a asentir satisfecha.

Hay trato, cincuenta y tres monedas. anunció mientras daba un toque suave al peto de cuero. Me pondré de inmediato, cinco días a lo sumo. apuntó sin pensarlo demasiado, controlando los tiempos en apariencia. ¿Algún detalle que quieres que tenga? ¿Grabados? No te subirá el precio, lo incluyo.

8 de Helada, Tarde, Fortaleza de Helgen

Entonces es que tienes que aprender mucho, hijo. repuso severo el thane. Y quien tiene prejuicios que ha de superar eres tú. Cotta es arrogante. impuso un silencio breve. Pero su trabajo no es caer bien, su trabajo es comandar la IV Legión y los Penitus Oculatus de Skyrim. Si de verdad fuera como crees que es, ¿te hubiera dado la oportunidad de reengancharte cuando el asunto de Titus se solucione? Créeme, he visto ejecuciones por menos de lo que hiciste. suspiró, negó con la cabeza, pero te miró sin atenuar esa severidad que destilaba su tono de voz.

Yo hubiera hecho lo mismo. dijo sin tapujos. Se te entrena para obedecer, no para poner en duda a tus superiores. Pero no vamos a ganar nada intercambiando impresiones, ni tampoco vamos a resolver el asunto verdaderamente importante. se mesó la barba cuando el tema de conversación derivó en Titus, tomó aire y lo fue expulsando lentamente.

Pueden ser muchas cosas, pero hasta que no sepamos a qué nos enfrentamos y qué enemigo es, vamos en desventaja. admitió Hadvar. Espero que el interrogatorio nos dé nueva información.. hizo una pausa mirándote mientras apretaba los labios. ..en cuanto a Titus.. rezo a los Nueve que sea una posibilidad. Pero ahora mismo no tenemos nada.

2 de Helada, Tarde, Capilla de Kynareth

Obediente, pero de morros, Danna te obedece ante la cándida sonrisa y mirada de Eisya. Cuando le preguntaste aquello, la sacerdotisa dudó unos instantes, pensativa.

¿Extraño? se preguntó. Se nota que ha sufrido mucho. Tardará en superarlo, ¿qué temes? te preguntó intrigada, quizá buscando indicios de qué buscar.

11 de Helada, Mañana, Fortaleza de Helgen

Le había costado, pero al final lo consiguió, por fin podría hablar con el hechicero de Helgen. Estos guardias eran un poco más duros de roer que los de casa, pero estaba segura de que con el tiempo aprenderían que no era alguien que se daba por vencida fácilmente.

Ahora se encontraba frente al anciano con el que quería hablar, que para su infortunio estaba roncando en la silla donde estaba sentado. Suspiró suavemente y negó con la cabeza. Iba a despertarle pero aquella era una oportunidad de husmear sin problemas, así que prefirió usar ese tiempo para observar la estancia y ver qué clase de cosas tenía. Sobre todo se  fijó en las estanterías con libros que era a lo que había venido en realidad.

Se movió con cuidado de no hacer demasiado ruido, rodeando la mesa y dirigiéndose a las estanterías para echar un vistazo a los lomos de los volúmenes que allí se encontraban.

11 de Helada, Mañana, Fortaleza de Helgen

Aparentemente pudiste colarte en la sala del hechicero sin hacer ruido, empezaste a examinar los libros que se apiñaban en las estanterías que improvisaban una pequeña biblioteca, no más de dos baldas llenas de libros, una colección profusa en pergaminos enrollados y legajos de aspecto mohoso.

Un examen preliminar de lo que veías era un grupo de libros y tratados históricos, centrados en acontecimientos de la Tercera Era y principios de la Cuarta. Había un grueso volumen de consulta en cuyo lomo figuraba el título "Aedra y Daedra" que presidía por encima de los demás. La mayoría de los volúmenes eran tratados de magia, escritos demasiado técnicos para los no iniciados.

En la mesa, el hechicero seguía dormitando, soltando ronquidos ocasionales. No parecía reaccionar a tu paseo a su alrededor. Tampoco había movimiento por el pasillo, ningún guardia cercano.

2 de Helada, Tarde, Capilla de Kynareth

Ante la reacción de Danna, no puede evitar ver reflejado en su rostro las pequeñas expresiones de su madre. Sin duda Eisya esta siendo una gran ayuda con la pequeña, su aura calmada y su trato gentil sin duda deben recordar a su difunta madre. Atento a las palabras de la sacerdotisa regreso su mirada, fijándola en la suya llena de intriga ante su pregunta. Se aseguro que Danna no pudiera escucharlos y tras exhalar largamente explico sus temores. 

Ha sufrido mucho, no solo por su cautiverio bajo el control de las brujas también la perdida de su madre a manos de....- se interrumpió apretando los puños con fuerza y apartando la imagen de su esposa, centrándose de nuevo en lo que quería preguntar a la sacerdotisa - durante el incidente en Roca Huerfana, cuando la Bruja Cuervo huyo de nosotros dijo algo que me sigue persiguiendo y que me impide conciliar el sueño - miró consternado a la pequeña - "Ella siempre sera nuestra..." esas fueron las palabras que la Bruja Cuervo y temo que en el futuro regrese a por ella o...o algo peor. De ahí mi pregunta...¿tendrás un ojo en ella por lo que pueda pasar?

8 de Helada, Mañana, Entrada de Helgen

¡Bienvenido a Helgen Tikhik! – saludo estrechando la mano del joven hechicero con buen ánimo – como bien dice esta pequeña salvaje – dice en tono burlón poniéndole la mano en la cabeza a Eldrid y alborotándole el cabello brevemente – este es un lugar muy pequeño y te ubicaras enseguida – rió a carcajada ante la verborrea acelerada del muchacho poniendo una mano sobre su hombro y palmeándolo– creo que un buen descanso te vendrá bien sin duda alguna

Cuando Trik se inclino para dirigirse a Danna no pudo evitar tensarse un poco, no es que se hubiera convertido en un paranoico pero nunca se sabía cómo iba a reaccionar la pequeña. Recuperando su postura relajada y despreocupada, se dirigió al joven mientras miraba a su hija con ternura sin perder la sonrisa del rostro. Esa fachada que trataba de mantener ante todo el mundo, ocultando sus preocupaciones y pesares.

Esta jovencita se llama Danna – la pequeña se había agarrado al cuerpo de Aster y observaba a Trik con una mezcla de curiosidad y desconfianza en la mirada – vamos no seas tímida este joven es amigo de Eldrid – acaricio la espalda de la pequeña tratando de relajarla – me temo Trik, que no es muy habladora…pero eso lo compensara seguramente Eldrid jeje ¿dime que te trae a Helgen muchacho?

8 de Helada, Tarde, Fortaleza de Helgen

Escucho en silencio las palabras de Hadvar, mirando al suelo, con la cabeza gacha de quien sabe que merece ser reprendido. Pero mis pensamientos no se limitan a entender cuan alejado estuvo mi comportamiento del que debería haber sido, ni que tan equivocado está mi creer:

"Quizás la legión no es para mí."

Finalmente levanto la cabeza y le hablo:

 - "He oído que los atacantes están asaltando gente cerca de Paraje de Ivar. Quiero ir a ver si puedo detenerlos y, si consigo aprender algo de ellos que me acerque a la pista de lo que sucede acá, no descansaré hasta saber qué sucedió con mi amigo."

Si puedo capturar a alguno para interrogarlo o quizás seguirlos hasta su base, cualquier cosa, será una ayuda para saber qué es lo que sucede y que le hicieron a Titus. La esperanza de encontrarlo con vida no se ha perdido del todo.

2 de Helada, Tarde, Capilla de Kynareth

La sacerdotisa te escuchó con atención, la viste fruncir el ceño al oír aquello. Su mirada se desvió hacia Danna, luego a ti.

Las amenazas de las brujas-cuervo pueden ser vanas, buscando el terror de sus víctimas, pero.. rara vez lo son. admitió la joven nórdica. Bendeciré a tu hija, pediré a Kyne que la proteja de cualquier depredación de esas abominaciones. dijo con convicción. Si temes por ella.. mientras no sepamos qué sucede, puede dormir aquí, al cobijo de este lugar sagrado.

8 de Helada, Tarde, Fortaleza de Helgen

Hadvar te escuchó con el gesto grave, inflexible, pero comprensivo en cierto modo.

¿Paraje de Ivar? preguntó haciendo memoria. La jarl Maven Espino Negro solicitó ayuda a la Legión Imperial, pero no tenemos efectivos suficientes, pero supongo que una recompensa sustanciosa atraerá aventureros.. y a ti. se encogió de hombros. Ahora mismo no estás bajo el mando de la Legión, pero te daré un salvoconducto para que puedas salir de Helgen sin problemas. suspiró mirándote con detenimiento. Si descubres cualquier cosa.. házmelo saber, ¿de acuerdo?

11 de Helada, media mañana

Entrecerró ligeramente los ojos, con una sonrisa, al ver la expresión satisfecha de la herrera- ¿Un grabado?- dijo, ahora pensativa- Quizá... Un cuervo, con las alas desplegadas, justo bajo el pecho. -señaló, ahí donde la curva destinada a resguardar su seno en el peto de cuero acababa.

8 de Helada, Mañana, Entrada de Helgen

Miré hacia Aster, y luego de nuevo a la pequeña, pobrecita, parecía algo asustada y yo no quería incomodarla más.
Agaché un poco la cabeza como en una leve reverencia hacia la niña, sonriendo.
-Encantado entonces, Danna, quizás algún día quieras oír un cuento de este mago tonto- le guiñé un ojo.

Me erguí de nuevo para seguir hablando con mis dos nuevos conocidos.
-Oh, asuntos del colegio. O sea, del de Hibernalia, yo estudio en el colegio de magos, bueno, estudiaba, ahora ya soy un iniciado, ¿sabes?. Y me encargan... err... cosas - no quería dar demasiados datos, no era demasiado prudente- Si, eso, cosas de magos, ya sabes... mmm.. y estoy buscando al hechicero Silgurf. - 

Cambié el peso a mi otra pierna mientras me recolocaba la mochila y miré hacia Eldrid, animado- Eldrid me iba a acompañar, ella le conoce, al parecer. ¿verdad?. Después de ir a la posada, claro. Tengo que dejar mis cosas en algún sitio, y asearme un poco, no es plan de ir con estas trazas por ahí. Y la verdad es que tengo algo de hambre ¿qué tal es la comida aquí? En Hibernalia tenemos un cocinero estupendo, pero claro, nunca te puedes fiar de que ingredientes le echa a la comida- reí. 

2 de Helada, Tarde, Capilla de Kynareth

Agradezco tus bendiciones Eisya – sonrío con sincera gratitud a la bella mujer y luego miro a su hija sopesando la oferta de la sacerdotisa – no estoy seguro de querer apartarme de ella, ambos estaremos bien en la posada por ahora

La preocupación por la pequeña no cesaría hasta que diera caza a la maldita bruja que le había hecho eso a su pequeña. La carne de las manos del bretón se volvió blanca antes la fuerza con la que este apretó sus puños, al pensar en las torturas a las que habrían sometido a su hija. ¿cuál sería la intención de estas al secuestrar a la niña?

Aunque seguiré agradeciendo tus cuidados cuando salga del Helgen – volvió a dirigirse a la joven, relajando poco a poco su rostro y la tensión de su cuerpo – y si observara algún cambió en su comportamiento que indique que ocurre algo malo con ella...no dudaría en aceptar su invitación…¿crees que el hechicero de Helgen…ese Silgurf podría hacer algo? Danna parece estar bien, pero tras todos los acontecimientos tras el fallecimiento de su madre...- cerró los ojos e inspiro profundamente al recordar la escena de su hogar destrozado tras regresar – nadie con su edad debería sufrir de esa manera

11 de Helada, Mañana, Fortaleza de Helgen

Tenía las manos a la espalda mientras observaba las estanterías llenas de libros, además estaba ligeramente inclinada hacia delante para ver mejor algunos de los títulos en los lomos de los libros. No encontraba nada demasiado interesante, mayoritariamente libros de magia que no entendía, algunos de historia antigua que no llamaban nada su atención, pero se quedó parada mirando el lomo con las palabras “Aedra y Daedra”. Se le vino a la mente las palabras de la bruja sobre que todos olían a daedra. Acercó un dedo a los labios y se dio unos golpecitos, pensando en si cogerlo o dejarlo ahí.

Recuperó la posición vertical y se giró levemente para mirar a su espalda, el anciano seguía roncando a pierna suelta en la silla. Después miró hacia la puerta, no parecía que hubiera nadie por allí vigilando y luego se extrañarían de que hubiera podido entrar tan panchamente….

Al final decidió que porque no echarle un vistazo al libro en cuestión, y ya si eso podría despertar al hechicero si tenía alguna duda, además de preguntarle por más cosas. Alzo el brazo derecho y con cuidado acerco la mano hacia el libro, tirando de el por la parte superior con un dedo y luego cogiéndolo con toda la mano abriéndolo para poder empezar a leer.