Partida Rol por web

-¡Es como cortar el humo!- Gruñó batiendo su lanza a derecha e izquierda.

Los espectros se estaban cebando con su compañero. El callejón no les serviría de nada y sus pesadas armadura tampoco supondrían ninguna protección contra las garras brumosas que los acosaban, pero el caballero no pensaba moverse un ápice mientras su compañero estuviera en apuros.

-Toma un trago de mi poción, no seas cabezón- Alcanzó a decir mientras Leina trataba de cocear a otra de aquellas cosas fantasmales.

-Toma un trago de mi poción, no seas cabezón

Aún, no- dijo el clérigo mientras retrocedia. Intenta curarme de algun modo, mientras yo les mantengo a raya, hermano.

Viendo que la lluvia de golpes arreciaba, contraatacó intentando eliminar alguno de los oponentes., Solo necesitamos aguantar hasta estar dentro del callejón y podré enmarañarles!

La lluvia de garras era como una tempestad negra de uñas, no obstante los dos eran expertos exterminadores de todo lo no muerto he hicieron pleno , pues el uno como un brazo izquierdo dando un puñetazo tumbo a uno de los zombies testosteronicos y el otro como un brazo derecho que remata el golpe se cargo a otro 

Ya solo quedaban 4 en pie , que se desplazaron para tener mejor vision sobre su victima, otra vez el sacerdote, que repartia ostias benditas como panes jajaja Pero el linchamiento empezaba a mellar las fuerzas del divino y otras 3 señales de garras se marcaban con sangre en su cuerpo

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Brom logró alcanzar a uno de los espectros con su lanza, pero la silueta incorpórea se desdibujó cuando el arma lo atravesó. Leina trató de alcanzar al no-muerto, pero el resultado fue el mismo. La montura giró sobre si misma lanzando una coz con ambas patas traseras. Esta vez el golpe pareció afectar a uno de los fantasmas aunque sin apenas consecuencias. Brom, preocupado por su compañero, atacó frenéticamente con su arma pero el destino parecía estar en su contra.

-¿El combate está a tu altura?- Resopló al hermano Nalfeim, que se mantenía firme pese al castigo recibido.

-¿El combate está a tu altura?

El clérigo estaba recibiendo un duro castigo, pero su orgullo y su estoica educación le impedían mostrar signos de debilidad

-La verdad, hermano, es que nos las hemos visto peores. Resopló. En ese momento la lluvia de garras arreció, haciéndole retroceder un paso más para evitar caer. Aunque ahora mismo no consigo recordar cuando. terminó con una sonrisa.

Aprovechando el paso atrás dado para evitar el ímpetu de los monstruos se cobija en el callejón con Brom cubriéndole y recita una oración al dios ancestral y sin nombre al que sirve. Afortunadamente, este todavía responde a sus plegarias, aunque débilmente y una nueva fuerza revitaliza al malherido clérigo.

Los heroes soportaron los golpes y ademas se metian en un callejon donde era mas facil luchar con inferioridad numerica y aunque ahora eran solo 3 los que atacaban a Nalf uno de ellos acaricio su cuello con una garra (tirada de ataque 20 natural+ confirmacion de critico)

Este se llevo una mano a su gaznate y trago el mal rato cosa que le fue harto dificil con la herida , pero no se iba a dar por vencido tan facilmente

Leina bajó el cuerno y rozó suavemente el hombro del clérigo. Transfiriéndole parte de su magia curativa.

Brom aprovechó la estabilidad de su montura para atacar con todas sus fuerzas al enemigo que tenía al frente.

-¡El ancestral te conmina!¡Regresa al abismo!- Ordenó el paladín.

Al menos uno de los ataques consiguió alcanzar al espectro incorporal y la lanza hizo estallar en su interior una tormenta de rayos sagrados.

A continuación, al ver como el callejón les estaba ayudando, volvió a retroceder para reducir aun más la presión sobre su compañero.

-Gracias Leina!, dijo el clérigo mientras el poder curativo del unicornio le devolvía parte de sus fuerzas.

-¡El ancestral te conmina!¡Regresa al abismo!

Aprovechando el poder divino que emanaba de la conminación de su amigo, Nalfeim agarró su viejo y maltrecho símbolo sagrado, y mostrándolo a los monstruos gritó

-Regresad a la muerte de la que no debisteis volver!

Un remolino de fuerza dada por sus dioses envuleve a un Nalf sangrante y parece que su sacrificio a contentado a los dioses y le dan la fuerza necesaria para hacer huir a aquellos seres de ultratumba, eso y que los que quedaban estaban muy heridos hacen que todos huyan . 

Fin del combate

Parece que han salvado el pueblo pues La maga llega hasta ddonde estan ellos con un elegante aterrizaje gracias a su hechizo de volar y mas tarde el chaman que se habia perdido toda la diversion. LOs aldeanos empiezan a salir de sus escondrijos , aunque alguno no lo ha conseguido, si no hubieran estado los heroes hubiera sido una masacre

Sheena asintió ante el trabajo de los dos amigos y el unicornio en el callejón tan pronto hubo aterrizado.

- Vaya, veo que os habéis divertido. Bueno, eso está bien. Un poco de ejercicio siempre viene bien para evitar que se oxiden las articulaciones - bromeó a los veteranos amigos, mientras examinó de arriba a abajo que no estuvieran gravemente heridos -. Parece que tenéis todo lo importante en su sitio - añadió complacida, con picardía, dejando a cada cual que interpretara como deseara sus palabras. Giró el rostro al ver entrar por la calle a un jadeante Draakh. Le saludó alzando la mano.

- Lástima que llegaras un poco tarde. Nuestros compañeros estaban dando una lección magistral de como bailar con estos seres. Tienen mucho estilo - comentó mordazmente mientras se acuclilló para observar el cadáver inanimado de uno de esos seres.

- ¿Que son exactamente? - preguntó, admitiendo con ello que su conocimiento sobre muertos vivientes era muy pobre.

Cuando por fin llego sofocado no puedo evitar echar un mirada cargada de cierto resquemor a los compañeros mientras intento recuperar el aliento  .Meeee... haaa....beis dej....ado atrasssss.He corrido como nunca en toda mi vida pero no me habéis dejado ni un solo enemigo para descargar toda la mala leche que he ido acumulando mientras esquivaba arbustos y echaba las tripas por la boca .Pego una patada a una piedra cercana  .Joder , al menos uno hombre

-¿Cómo estás Nalfeim?¿Alguna herida grave?-

-Yo te los habría dejado todos Draakh. Estoy mayor para estas aventuras- Respondió al chamán resoplando como si hubiera corrido la misma distancia.

-Pero aun puedo bailar un lento con la joven para celebrar la victoria- Añadió irguiéndose sobre su montura y sonriendo a Sheena.

-Es una manera de posponer nuestra partida hasta el próximo amanecer- Confesó.

Los poderes del grupo se había visto considerablemente mermados y el paladín, siempre prudente, prefirió no embarcarse en mas enfrentamientos hasta no haberse recuperado.

Sheena sonrió a las palabras del chamán y el humor del paladín. Y aun más cuando habló de posponer la marcha. En efecto, la joven se había quedado casi "seca" de conjuros. Un descanso para recuperarlos sería perfecto.

- Apoyo la moción, señor caballero. Del baile y el descanso - asintió con una sonrisa - Aunque antes deberíamos destruir estos restos y encargarnos de algunas víctimas que ha habido en el pueblo - propuso -. Yo no entiendo mucho, pero no me gustaría que los lugareños recién muertos se volvieran a levantar como estos monstruos - comentó por si había algún peligro que los vecinos caídos, al ser muertos por estas criaturas, sufrirían sus misma suerte.