Partida Rol por web

no me gustaría que los lugareños recién muertos se volvieran a levantar como estos monstruos

-Iremos a verlos- Asintió el caballero. Miró sus manos y dudó. -Si el ancestral está con nosotros y sus almas no han partido, aun podríamos salvarlos. - Explicó mirando a Nalfeim, Que tenía un vinculo aun más directo con la deidad.

No hay mejor método  que hacer una pira con los cadáveres  e incinerarlos ..si no confiáis en el fuego tengo alguna otra opción igual de efectiva ..Digo metiendo baza porque entre que no he podido participar en el combate y que me han dejado atrás como se deja atrás un mal recuerdo o un mal olor  no  me siento ahora mismo  de gran ayuda .Es mas si queréis descansar y que me ocupe yo mientras tanto .

-Está bien, me ocuparé de los vivos y tu de los muertos- Respondió a Draackh.

-Permitirme indicaros quien es quien para evitar una tragedia- Explicó desmontando y dejando su casco en las alforjas de la montura.

El caballero recorrió el pueblo sondeando la presencia de auras de muertos vivientes gracias a su don divino, sanando a los que mostraban signos de vida y dejando el resto al chamán.

Leina lo siguió en todo momento. Si hubiera sido por ella, el unicornio se habría metido hasta en las casas.

Tras la dura jornada, se refugiaron en la Taberna, donde las puertas y ventanas seguían reforzadas, preparadas para protegerlos durante la noche.

-No os perdonaré ese baile señorita Sheena- Dijo tras la cena -Y menos después de vuestra magnífica actuación. Siento debilidad por las leyendas de héroes y no me cabe duda de que forjaréis una reputación en estas tierras-

Con la exploracion casa por casa y la incineracion de los cuerpos dejaron el pueblo limpio de maldad, pero seguia oliendo a carne putrefacta muerta en el ambiente

Afortunadamente la mañana el sol resplandecia y estaban con esta purga mas contentos auqnue el mal todavia no se hubiera erradicado del todo, para ello debian viajar al origen y el destino era el cementerio que habia en la cima .

Esta vez dejaron el pueblo con mas entusiasmo por parte de los aldeanos , que les dieron carne y fruta fresca para el camino, ya que veian la labor de los heroes por salvar aquel pueblo perdido y a la sombra de las garras de los mortifagos

La lucha había sido dura. Mucho. Todavía había rastros de sangre en su armadura. El problema es que era toda suya. Y eso que se había pasado buena parte del día limpiándola. Un guerrero vale tanto como… bueno ya no me acuerdo que era, pero la armadura debe estar limpia. Que si no Brom me hará una bromita o dos. Murmuró mientras miraba al Paladín.

El resto del día se lo paso cuidando, primero de sus compañeros, y luego de los aldeanos.

Y bien. ¿Alguna idea sobre como asaltar el cementerio? Todos los conjuros que aumenten la potencia son bienvenidos, dijo mientras sonreía a Sheena. Y esta vez, será mejor esperar a Draakh, o se enfadará por quedarse sin diversión.

La pulla de Nalfeim no termina de hacerme mucha gracia porque me recuerda que en el combate del día anterior no fui de ayuda pero aun así me fuerzo a sonreír .Eso espero porque no me he vestido así y venido hasta aquí para nada Señalo con el dedo a la muchacha y al clérigo .Eso tu y ella , yo de magia poca .Pero si podre curaros allí dentro y alguna otra ayuda podre prestaros ayuda

- Bailaré con vos, Sir Bromm. Aunque me temo que la pista de baile no será muy agradable - comentó con media sonrisa, teniendo en mente donde debían de internarse.

Descansando, la joven sonrió quedamente a los halagos y rió bromas, pullas y réplicas entre los hombres. Se encogió de hombros sobre como abordar la entrada al cementerio.

- Lo lamento, Nalf - se permitió llamarlo con complicidad -. Creí que los entendidos sobre el oficio de enterrador erais vosotros - comentó con tono y sonrisa sardónicas. Tras su comentario sobre Draakh, la hechicera lo miró con una amplia sonrisa -. Por mi no hay problema. Draakh, puedes tomar y quedarte con toda mi ración de muertos vivientes - rió entre dientes.

Pronto partirían y posiblemente estos momentos distendidos y amenos no serían posibles allí arriba. O abajo, según se mire.

LLegais a la Colina del Vigilante

La cresta de la Colina de Vigilante barrida por el viento se cierne como un gigante arrodillado sobre la ciudad. Su parte superior redondeada descansa por lo menos cien pies sobre el suelo del valle. Los lados de la colina son escarpados y rocosos Los restos de la antigua torre de vigilancia se desmoronan en mudo testimonio de la marcha del tiempo, no guardando nada ahora excepto la colección antigua de piedras de granito detrás de ella. La carretera estrecha serpentea hacia arriba de la colina, cambiando de nuevo a recorrer la pendiente pronunciada

-La verdad es que yo creo que debería llevarse también la mía, je je. Río la gracia de Sheena..

-Bueno supongo que lo primero será buscar una entrada, dijo mientras echaba una ojeada a la cumbre. Una vez encontrada, yo me ofrezco a ir en primer lugar, quizás Sheena o Draakh, después y Brom cerrando la marcha.

Dicho lo cual se puso a buscar la entrada que necesitaban para asaltar los tuéneles de los muertos

tampoco quiero un empacho me basta con que no me dejéis en ayunas como la última vez replico mientras observo el lugar.No parece gran cosa ..pero claro lo mismo por dentro es bastante mas grande.Bueno , ya sabéis esto suele extenderse hacia abajo Miro a la muchacha y al caballero .. Si , supongo que ella ira mejor en el medio por si tiene que usar su magia sin que la interrumpa un espadazo.

7. Atalaya en ruinas

Todo lo que queda de la torre de vigilancia son tres paredes de piedra que alcanzan los treinta pies de altura. La estructura interior y el edificio lateral se han derrumbado en escombros, a excepción de cinco pies. Una sección ancha del tercer piso se puede alcanzar con una tirada de escalada exitosa (CD 20).

8. Cementerio

Una cerca oxidada de hierro forjado rodea el cementerio. Poca vegetación crece en este brezo pedregoso, arrastrado por el viento. Unos pocos mechones de hierba escarpada, musgo y liquen son las únicas cosas que viven aquí. Las lápidas son sombrías, grises, recuerdos de la muerte antigua, sus bordes castigados por el viento y la lluvia. Antiguos mausoleos se agazapan entre las lápidas que sobresalen, con sus puertas de hierro hundidas en bisagras antiguas. La gente del pueblo dejó de usar el cementerio hace unos cien años, cuando se quedaron sin espacio para las tumbas

¿Queréis que suba hasta allí para ver que hay ?Digo señalando el tercer piso de la atalaya .Por algún sitio habrá que empezar y si tenéis una cuerda una vez que este arriba la atare para que subáis mas fácilmente .Mientras espero a ver que deciden observo el lugar porque si yo tuviese que colocar un vigía lo pondría en ese sitio .

La mujer se encogió de hombros ante el ofrecimiento de Draakh y terminó por asistir. Recordó el primer día que lo vio que aquel hombre era capaz de trepar por las paredes. Una visión panorámica del lugar vendría bien al grupo.

- Está bien, pero ten cuidado - dijo Sheena.

¿Queréis que suba hasta allí para ver que hay ?

 A mí me parece una idea excelente...menos la parte de subir nosotros. Dijo el clérigo mientras miraba la atalaya...Echa un vistazo, y nos cuentas. Después podríamos ojear el cementerio. Parece el lugar más obvio.

Hecho , vigilad aquí abajo mientras subo y si veis que alguna cara mas fea que la mía se asoma desde allí arriba freídla Me pongo la cadena al cuello para poder acceder a ella rápidamente cuando este la pared, historia de no ir desarmado .Antes de subir examino la atalaya de cerca, comprobando el estado y sobre todo para hacer tiempo mientras escucho a ver si oigo algo que me indique la presencia de enemigos en lo alto .Al cabo de un rato comienzo a subir fácilmente por el muro y me asomo con cautela al tercer piso.

Pese a la buena voluntad y a mucha fe que vuestro compañero tenga , le es imposible escalar por la pared, afortunadamente para el , y aunque hace varios intentos cae a pocos pies de izarse evitando un daño significativo en la caida

Ante su propia imposibilidad os mira con cara de circunstancia y os dice

-Maldita pared, no se deja trepar la jodia