Partida Rol por web

The House of YES: Amenazas

5.1 Un nuevo hogar

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12/05/2021, 01:54
Director

Salieron de las ruinas de Ciudad Olvidada sin mayores complicaciones, y mientras se alejaban pudieron escuchar las sirenas de los camiones de bomberos, las ambulancias y la policía, y ver sus luces iluminando los edificios al cruzar las calles a toda velocidad. Vieron incluso como un barco equipado con una manguera se acercaba desde el río, y empezaba a bombear el agua de este para ayudar a los equipos de tierra a acabar con aquel infierno.

Casi parecía una coincidencia que hubieran llegado en aquel momento, justo cuando ellos habían escapado. Si los despertados creyeran en las coincidencias…

El edificio al que llegaron se parecía a la Ciudad Olvidada, igual que esta era un vestigio del pasado industrial de Brooklyn, un antiguo almacén con sus muros de ladrillo y sus amplios ventanales formados por mosaicos de pequeños cristales cuadrados. Sobresaliendo de la azotea se podía ver el típico depósito de agua, pero a diferencia del que había en la Cuidad Olvidada este estaba restaurado y decorado con bellas obras de arte callejero. El beat de la música que salía del interior y un neón con la palabra YES en grandes letras mayúsculas les indicó que habían llegado a su destino.

Siendo sábado por la noche el local estaba arrebatado, pero toda la gente había salido a la calle o subido a la azotea para observar el incendio, que podía verse incluso desde Manhattan. El cielo estaba teñido de naranja y una inmensa columna de humo se retorcía en el cielo, descargando una ligera lluvia de ceniza. Ese ambiente, junto a la gente que abarrotaba el exterior del local, le daba a la escena un tinte irreal; todo el mundo estaba disfrazado, siguiendo la temática de la fiesta de esa noche - Dioses y Monstruos -.

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12/05/2021, 01:54
Diabolique

Diabolique les estaba esperando y les recibió corriendo hacia ellos mientras chillaba como una loca (había decidido no acompañarlos, pues ir a visitar una fábrica en ruinas le pareció de lo más “unglamorous”).

Saltó sobre Eve y Vesper para darles un efusivo abrazo – Nenas…, ¡estan horriiiiibles! – les dijo mirándolas de arriba abajo ­ – a parte de eso, ¿están bien? Las jefas querían ir a buscarlos cuando vimos que se desataba el incendio, pero Beat nos dijo que volverían, y que no lo harían solos...–  siguió como una metralleta mientras observaba al resto – ­y a todo esto, ¿donde demonios está su amorcito? – preguntó a Vesper.

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12/05/2021, 13:57
Eve

- Horrible tú - respondió con toda la sinceridad del mundo. También lo hizo con una risa muy bonita que hizo que aquello se quedara en un insulto amistoso. Al soltarse del abrazo aprovechó para peinarse un poco... También se miró la ropa. Le gustaban mucho aquellos pantalones de estampado militar morado y cómo quedaban con la sudadera. Era una lástima. Lo bueno era que ya tenía excusa para ir a comprarse unas cuantas cosas nuevas.

¿están bien? Las jefas querían ir a buscarlos cuando vimos que se desataba el incendio, pero Beat nos dijo que volverían, y que no lo harían solos...

- Estamos bien Diabla*- Distrajo su mirada por la gente que invadía la calle y la terraza. Menudo ambientazo. Se volvió a relamer pensando en la de chuches que habría dentro- Resulta que las jefas tenían razón con su guerra, pero ahora hay que celebrar que... dimos sepultura al primer monstruo de la noche- Soltó la última frase como si hiciera una imitación. Luego miró a Blue. Mientras ella respondía Eve se puso a pensar si la vidente tendría algún laurel en su invernadero para hacerse una corona. Eso y una sábana bien puesta y ya era la diosa que aquella noche necesitaba. 

Notas de juego

Diabla lo dice en español.

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12/05/2021, 16:31
James Bonnie

Ya fuera porque había olvidado totalmente que era sábado o que la House of Yes tenía algo de sala de fiestas, que James se sorprendió al encontrar tantísima gente. Los vio apostados en la calle contemplando cómo ardía su hogar como si fuera un espectáculo, y por mucho que fuera una reacción normal ante un desastre, habría tenido ganas de hacerlos desaparecer a todos, como si fueran los mirones de un accidente de tráfico observando como alguien deja de respirar. De aquel reproche mental, fruto de su cansancio y su rabia, lo sacaron unos gritos y la figura que se echó de pronto en brazos de Eve y Vesper. Hablaba de "jefas" o de lo que había pasado y nombraba a aquel "Beat" al que Eve había dicho que quería someter a un juicio. Observó a la rubia, pero no le dio la sensación de que aquella fuera una prioridad ya, y después de esperar un momento imaginando que tal vez Vesper los presentaría, se quedó mirando a Margotte que si tiritaba antes con la cercanía del fuego, ahora debía estar directamente helada. No había sido su mejor noche —aunque conociéndola probablemente tampoco la peor—, y no pudo evitar sonreír un tanto al mirarla. Estaba viva y aquello le parecía un milagro.

No sé quién va a ser el alma de la fiesta aquí, si tú o yo —la verdad que no se la imaginaba rodeada de los vivos ni celebrando algo que no fuera un rito. Y estaba casi seguro que algo parecido debía pensar ella de él.

Respiró hondo y miró a Shoshana cuyo completo equipaje eran aquellos dos muñecos, una piedra y lo que llevaba puesto, y a pesar de su estado de ánimo no pudo evitar una sonrisa. Parecía un gatito abandonado con la cara llena de hollín, el pelo cubierto de cenizas y toda la ropa manchada. Y sin embargo estaba ilesa y expectante, quién sabe si en cierta manera ilusionada. No tenía claro si la chica sabía o no lo grande que era su fortaleza y se la imaginaba en realidad sobreviviendo a cualquier cosa. Respecto a él, estar acostumbrado a partir de cero sería una manera de decirlo, pero mucho más aproximado sería decir que en realidad era una especie de habitante del cero mismo.

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13/05/2021, 09:22
Shoshana Lipkin

Plantada junto a James se miró los zapatones, que ya no eran verde oscuro sino color pizarra con salpicones blancos. Las chispas habían abierto agujeros muy grandes en sus mayas y ahora le parecían más modernas, y un poco provocativas. Lo que peor había salido parado era el suéter largo de cuello de pico y rombos verdes y blancos. Estaba sucio y lleno de puntos sacados y apestaba a neumático quemado.

Sonrió a la señora Diabla, que parecía la madre de algún artista. Miró hacia la gente y suspiró acordándose de los fuegos artificiales que tiraban en su barrio el día de fin de año. La voz de James hablándole a Margotte le hizo mirar hacia arriba y su dulce sonrisa le sacó una risotada que salió como movida por un resorte, sin ninguna mediación por su parte.

—Jejejeje.

Échale huevos Shosh.

Se las apañó para sostener en el mismo brazo a la piedra de la Ciudad Olvidada, o mejor, Perdida — sobre la palma de su mano— a Cupido, el ciervo de ganchillo —medio chafado bajo la axila— y a Leonora, que descansaba en su antebrazo, con los pies sobre la piedra y la cara puesta hacia la multitud, para que pudiera disfrutar el ambientazo.

La otra mano la usó para tomar la de James. Le apretó un poco y luego la mantuvo, sin soltarle.

¡Toma ya!

El corazón le dio un vuelco. No podía hablarle. Sólo miró a la piedra mientras la mecía en su otra mano y luego volvió a mirar al músico callejero para sonreírle de nuevo y guiñarle un ojo.

Aquello podría ser como el huevo de un animal extinto o poco menos que un pisapapeles o una de esas cosas horribles que se ponen para que las puertas no se cierren con el viento. Casi que le daba igual. En aquel momento solo le importaba la sonrisa de James y que Margotte estuviera bien. Bueno, bien bien tampoco. En su línea, vamos.

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13/05/2021, 14:12
Vesper Blue Proctor

El camino hacia el club Vesper lo anduvo en completo silencio, ahora que Red ya había partido con Oz y Penélope podía sumirse en sus pensamientos en toda extensión y profundidad, palpando la incertidumbre que se experimenta cuando alguien que nos importa se aleja sin rumbo cierto. Casi le dijo al chico que lo cuidara, pero no creyó necesario aquello: pasaría lo que tenía que pasar, Red era un hombre y elegía sus batallas de igual manera que Blue hacía lo mismo. Solo esperaba que todo fuera bien, la verdad era esa.

Salir con un mago o con una maga para Vesper, que era una muchachita sin experiencia en relaciones de ese tipo, estaba representada en su cabeza como el matrimonio alquímico en el que los poderes de los integrantes se combinaban buscando el mejor camino común y en que funcionaban como uno ante el peligro sin perder la individualidad ni la libertad, un arte difícil pero no imposible. Claro que eso sucedía si los dos -o todos los que formaran la relación- tenían la madurez humana y mágica suficiente. Pero si se es una aprendiz, poco más que une iniciade, quizás el resultado podía distar mucho de aquello y terminar siendo como dos niños que juegan en paralelo sin invitarse a jugar juntos... Como fuera, era demasiado pronto para sacar conclusiones de ningún tipo y si algo había aprendido a lo largo de su corta pero intensa vida era que nada solía ser como aparentaba.

El abrazo de la Reina de la Entropía la sacó de sus pensamientos, se rió con una carcajada sincera y nerviosa que condensaba el resto de sus sentimientos en uno, Solve et Coagula. Escuchó a Eve y sus palabras le chirriaron como siempre que su intuición le marcaba una discordancia entre el decir y hacer en alguien -Buaaaa, qué es lo horrible, ¿no? -soltó al aire filosofando y ajena a todo por un instante.

-¿Mi amorcito? -dio un respingo y sostuvo una sonrisa tensa -Se fue por un portal con unos compañeros de los chicos -señaló al grupo que había llegado con ellas -A buscar lo que tiene perdido. Espero que lo encuentre y no se entretenga con los molinos de viento -alzó las cejas y entornó los ojos.

Se hizo a un lado e hizo un gesto hacia sus nuevos compañeros -Diabolique, estos son parte de Los invisibles, el grupo que habitaba la Ciudad Olvidada, me temo que necesitarán quedarse un tiempo con nosotros... Ellos son James, Shoshana y Margotte. Ella es Diabolique la Reina de la Entropía, ama y señora del bar móvil más chulo que verán en su vida -quiso levantarles el espíritu, aunque entendía si no estaban de humor.

-Como dijo Eve las jefas tenían razón y hemos dado sepultura a un monstrete mecanicista, pero mejor vamos con ellas y con Beat y lo contamos todo con lujo de detalles.

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15/05/2021, 08:48
Margotte “Psychopompe” Moreau

Es difícil soltar un suspiro de alivio cuando tienes los pulmones cargados de humo, así que diré que suelto una retahíla de toses de alivio cuando al fin nos aproximamos a la civilización. La gente en el local parece tan concentrada en lo que está sucediendo en el incendio, que no se percatan de que tienen a un grupo de supervivientes junto a ellos. Porque, ya sabes, a veces los árboles no te dejan ver el bosque; o en este caso, las llamas no te dejan ver el incendio. O yo qué sé.

El lugar parece animado, de todos modos, y el hecho de que todo el mundo vaya disfrazado de monstruo me resulta una bienvenida casi irónica. Un personaje de lo más peculiar nos sale al paso, y yo aprovecho para descansar sobre el hombro de James, quien me dirije una frase de las suyas, que pretende ser simpática pero está cargada de tristeza.

James: No sé quién va a ser el alma de la fiesta aquí, si tú o yo 

-Y yo con estos pelos -Murmuro, dibujando una sonrisa cansada.

Pero Shoshanna se aproxima antes de que el muchacho pueda responderme, y toma posesión de una de sus manos, así que aprovecho el momento para intentar convertirme de nuevo en un ser humano autónomo, y me aproximo, algo renqueante, hacia el ¿transexual? ¿Travesti? Que nos ha dado la bienvenida a su estrafalaria manera.

-Necesitamos un lugar para descansar. Y una ducha. Como mínimo. 

No quiero ser grosera, pero haber recibido quemaduras de tercer grado en el 70% de mi cuerpo y haberme recuperado de ellas en el espacio de veinte minutos, me empuja a abandonar mis laxos modales.

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15/05/2021, 13:35
Eve

Eve estaba a punto de comentarle a Blue que antes de ver a las jefas ella quería una ducha. Y llegó la simpática. La rubia apretó los labios para no dejar que escapara una bordería. No se le había olvidado que al sentarse en la Ciudad Olvidada la francesa se levantó justo para decirles que "no, no se podían sentar". Tampoco ignoraba el hecho de haberla estado ayudando al escapar de las llamas. Ni de que su inutilidad casi la mata en varias ocasiones e hizo que todo tuviera que orbitar en torno a ella. 

A ver si se descoyunta en la ducha. 

Le vino bien desearle la muerte para no exteriorizar su mosqueo. Corto, intenso y galopante. 

- Ve con Blue entonces. Ella te curará del todo y encantada. Que se lo digan a Diabolique - Le hizo un gesto cariñoso en el brazo tanto a Vesper como a la Drag Queen. Era un poco una manera de crear una sinergia entre ellas, que dejaba totalmente fuera a la maleducada francesa. Se giró hacia los otros dos huérfanos de la Ciudad.

- Vosotros... - se quedó pensando - Podéis venir a mi cuarto. Te puedo dejar algo de ropa - dijo mirando a Shosh - Y para ti a lo mejor hay algo de Álix - dijo luego a James - También podríais dormir en su cuarto. No sé. Vamos viendo. 

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15/05/2021, 17:41
Vesper Blue Proctor

Vesper había notado la tensión sexual entre esos tres, aunque no estaba segura de que fuera tensión sexual, era más bien… energía que se atraía, no tenía que ser sexual necesariamente. Eran como tres estrellas rotándose y entrecruzándose en una danza que acabaría con dos de ellas colapsando en una sola, ¿Sería por un choque o por una unión? No lo sabía y en cierta forma quería presenciar el evento astronómico, así que decidió mantenerse cerca.

Notó la movida de Eve y por primera vez estuvo de acuerdo. -No tendría el menor problema de que vengas conmigo, Margotte -sostuvo -Te puedo prestar ropa y necesitas una curación más porque tu piel todavía está con escozor -explicó como una médica que reprende a un paciente que quiere irse a casa, le tomó la mano sin pedir permiso y le examinó la piel, luego le dio unas palmaditas suaves y la dejó ir -A menos que quieras exponerte una infección cutánea -sonrió con algo de maldad. Nadie en sus cinco querría eso pero estábamos hablando de magis.

-Pero ustedes dirán... -los miró dejándoles la divertida tarea de ver quién se quedaba fuera, quién renunciaba y quién era magnánimo.

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15/05/2021, 21:12
James Bonnie

Sintió el apretón de Shoshana y se lo devolvió, respondiendo con una sonrisa al guiño que le dedicaba. Pensó que, como siempre, se esforzaba en animarlo, así que tomó aire, aclaró su garganta saturada del horrible sabor del humo y ofreció la mano libre a Diabolique cuando Vesper los presentó. El título de "reina de la entropía" lo dejó pensando si sería porque dejaba alguna clase de reguero de destrucción a su paso, quién sabía de qué tipo, pero le resultó intrigante. Aunque tal vez fuera otro nom de guerre como drag queen, seguramente iba mucho más allá.

A la petición de ayuda de Margotte las dos chicas se ofrecieron amables. Esperaba que ella hubiera tenido suficiente ración de dolor por mucho tiempo y aceptara el ofrecimiento de la muchacha de las manos milagrosas. Por su parte, James asintió a la rubia cuando se dirigió a Shoshana y a él. Cualquier cosa que les pudieran ofrecer era más que bienvenida.

Muchas gracias —le respondió. Después de mirar también a sus otras dos anfitrionas para extender su agradecimiento, volvió a dirigirse a ella—. Cualquier rincón en que nos podamos acomodar servirá, ¿verdad Shosh? —apeló a la opinión de la chica apretando de nuevo su mano, aunque estaba seguro de que estaría encantada. O al menos lo parecía si tenía que decirlo por sus risas o el brillo en su mirada. Parecía una niña de campamento con sus amigos.

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15/05/2021, 23:15
Shoshana Lipkin

—Jejejejejje.

Afirmó a la propuesta de James.

Cualquier rincón

Una ducha

Notó la manaza del músico apretar la suya.

Afirmó con la cabeza.

—Sí, sí, eso… Sí.

Empezó a trazar un plan y a ponerse nerviosa, más que nada porque el instinto y la experiencia le decían que jamás en la vida le saldría un plan según lo tramado, porque era incapaz de seguir incluso sus propias instrucciones. Pero de todas formas la mente fantaseó con uno, bien sencillo: primero ducharse y luego, acurrucarse con él. Sólo dos pasos ¿Podría hacerlo?

—Jejejejje ¡Guay! ¡Qué ambientazo! ¿Eh?

Y carraspeó, logrando detener un discurso que seguro acabaría delatándola o algo peor.

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20/05/2021, 00:27
Diabolique

-Encantada de conoceros- dijo Diabolique cuando Vesper les presentó. Después, tras la petición de Margotte de una ducha y un lugar para descansar, se limitó a escuchar la conversación en silencio, asintendo. Observo con atención a unos y a otros según iban hablando, intentando ver más allá de sus breves palabras. Estaba deseosa por conocerlos, y que les contaran todo lo que había pasado, pero tenían razón, era el momento de que descansaran

- Vamos pues, ya tendremos tiempo de hablar con los demás y que nos cuenten sus aventuras.-

Les acompañó al interior del club, a la zona donde estaban las estancias privadas del grupo.  Fueron por la parte de atrás, lejos de miradas curiosas…

-Veper y Eve les cuidaran bien, pero si necesitan algo no duden en pedírmelo… que descansen-

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21/05/2021, 08:29
Margotte “Psychopompe” Moreau

Eve: Ve con Blue entonces. Ella te curará del todo y encantada. Que se lo digan a Diabolique

Esos humos, princesa. Suspiro. No tengo tiempo para gente sin el menor atisbo de empatía. 

 Blue: No tendría el menor problema de que vengas conmigo, Margotte

-Ni yo tendría ningún problema en que vuelvas a tocarme con esas manitas mágicas -replico, con un tono de voz jocoso pero ninguna expresión en el rostro. Estoy demasiado cansada-.

Aprovechando que el resto termina de decidirse, tomo del brazo a la preciosa morena y prácticamente me cuelgo de él, como si fuésemos dos ancianitas paseando por la calle. 

-Cuando quieras.

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21/05/2021, 12:30
Eve

Eve avanzó al lado de Diabolique. Le fue relatando la batalla y otros devenires, como el color de ojos de Red. Cuando llegaron a la zona de las estancias Eve se quitó el deshecho de sudadera mientras se reía por alguno de los comentarios de la travesti. Dejó la prenda tal cual tirada en el suelo. Debajo llevaba un top rosa claro en el que se leía MIAMI en mayúsculas, con un tono más oscuro del mismo color. 

- Eeem mi cuarto es este - les dijo entonces a James y Shos en un tono más alto para que la atendieran, mientras avanzaba hacia su estancia - Luego te damos algo de Álix oooo de Redmond - Dijo a James. Empezaba a quitarse las zapatillas en su avance - De hecho ese es su cuarto - señaló una puerta no muy lejana - Podéis ducharos allí, yo... - Se quitó los pantalones en el momento justo en que desaparecía tras su cuarto. Dijo algo más pero ya no se la oía bien. Al poco comenzaron a sonar las gotas de la ducha. Se habría dejado las dos puertas abiertas.  

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21/05/2021, 23:32
James Bonnie

Eve desapareció tras la puerta de su cuarto dejando un reguero de prendas en su camino. A James le pareció que la chica estaba eufórica y no era para menos teniendo en cuenta lo que había pasado y que, contra pronóstico, habían salido todos con vida. Siguió con atención sus movimientos y le dio la impresión de que tenían algo de danza, aunque fue incapaz de entender lo último que les había dicho. Miró a Shoshana y se encogió de hombros. Parecía que su anfitriona había querido decir que se sintieran como en casa. Luego le hizo un gesto con la cabeza, señalando así la misma puerta que había indicado la rubia. Esperaba que les hubieran traído primero algo de ropa, pero entendía que Eve les había dado vía libre para que se buscaran la vida en el cuarto del tal Álix. También recordaba que habían hablado de él, de algo grave que había ocurrido y de que no había podido volver.

Dúchate tú primero, anda —sugirió a su compañera tratando de apartar de su mente por ahora aquellos pensamientos. Hizo un gesto con la mano para que entrara en la habitación delante de él—. Seguro que puedes improvisar un vestido o algo así con alguna camiseta. Vamos a echar un vistazo —propuso mientras la seguía. Pero una vez dentro se quedó unos instantes mirando a la chica y su estampa desvalida se le clavó como una astilla. Desvió entonces la mirada aprovechando para hacer un repaso a aquella habitación.

¿Por qué no les buscas un sitio a la muñeca y el peluche? Se merecen un buen descanso los dos después del día que han tenido.

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22/05/2021, 11:19
Shoshana Lipkin

Entró con James en la habitación de Álix como si se tratara de una suite de hotel.

—Guay, qué chula.

Abrió su armario, comprobando que era ropa grande para ella, y del estilo urbano-rapero-deportista.

—Qué ropa más cómoda. Y es de marca.

Seleccionó para ella una chaqueta de chándal amarilla que le venía enrome, con rayas blancas en los brazos, como la de Kill Bill. Un pañuelo blanco con el que improvisaría una especie de sujetador atado. Unos pantalones blancos que se ataría con unos cordones a los tobillos para convertirlos en unos bombachos y unas converse que le quedarían un poco de pata de conejo pero que le gustaron porque eran color naranja.

Le sonrió a James.

—Verás qué guay.

Y luego lo miró con ojo de sastra y evitó la tentación de aconsejarle, pero se lo imaginó con ropa de baloncesto. Sosteniendo una pelota del revés con una de sus manazas.

—Me voy a duchar. Si quieres entras y ahorramos agua.

—jejejejejje.

Quiso hacerse la experta con algo.

—Luego repintaré la muñeca y le arreglaré un par de puntos a Cupido. Y mañana les haré ropa deportiva.

Se metió en el baño del cuarto, y se duchó canturreando fatal. Salió con una toalla enrollada y unas pantuflas peludas.

—¡Pero qué gustito! Su turno, señor. Tiene una presión genial.

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22/05/2021, 21:31
Vesper Blue Proctor

Vesper sonrió y se sacó los anteojos de Red, los cerró con parsimonia y se los colgó del cuello de la camiseta justo entre los pechos. No dijo nada al comentario de Margotte aunque se le ocurrieron miles de bromas del tipo: "claro que sí, mis manos son inolvidables" o "te voy a mostrar lo mágicas que pueden ser", pero se limitó a sonreír y callar mientras se reía sola asintiendo con la cabeza.

Le hizo un gesto con el dedo índice para que la siguiera cuando vio que la otra parte del grupo se ponía en marcha. Por un instante dudó: miró a Margotte y a las escaleras que llevaban a su búnker sopesando la distancia y la figura lánguida de la médium. Finalmente se puso en marcha después de advertirle: -La subida es larga, pero vale la pena. Si te sientes muy cansada, dime y te paso el brazo por el hombro, y vamos así como besties hasta la cima.

Al llegar a la terraza, el lado cerrado, fue hasta una puerta que daba al pequeño invernadero. Esta era de madera blanca pintada descuidadamente y tenía una impresión de la mano de Blue en azul cobalto justo en el centro, la de la mano izquierda.

La puerta se abrió a una parte techada y vidriada semejante a un living-comedor en donde la bruja trabajaba cuando el clima no le permitía abrir los ventanales, pero como esa noche hacía buen tiempo los vidrios estaban corridos y se podía ver, contra el cielo naranja encendido por el incendio, las figuras a contraluz de árboles de porte medio y diversa vegetación.

Blue suspiró, al menos la ceniza que caía de cuando en cuando le haría bien a las plantas. Su mente divagó un instante en la Ciudad Perdida y en todo cuanto había pasado, también en cuanto podría estar pasando con Penélope, Oz y Red pero no ahondó demasiado en aquello: mejor no imaginar nada y atenerse a los hechos.

Miró a su invitada con intención y dijo con calidez -Este es mi hogar, Margotte. Sé bienvenida a él y respétalo como la cueva de bruja que es -hizo una breve pausa -Es decir, no toques nada que te resulte sospechoso -sonrió de manera que no quedaba claro si quería en verdad que toque las cosas o no, o peor, que las toque para ver qué pasaba. Alrededor de ellas había estantes en casi todas las paredes repletos de frascos etiquetados, algunos con frutos o colores dentro que resultaban familiares, otros desconocidos por completo. Había también toda clase de ramilletes con las flores hacia abajo, secándose, una biblioteca llena de libros, cartulinas enrolladas, mazos de tarot diversos y cofres pequeños cerrados y una alacena con puertas vidriadas con botellitas color caramelo de botica y botellas de lo que parecía ser cerveza.

En silencio fue hacia una puerta cerrada y regresó a los pocos minutos con varias faldas, vestidos y camisetas. -Todavía me parece increíble que hayamos salido con vida, en especial tú Margotte -soltó y sonrió maravillada, le entregó la ropa a muchacha -¿Quieres ducharte primero y luego te aplico los ungüentos? -le señaló una puerta en donde estaba el cuarto de baño -No te preocupes, te acompaño si quieres por si necesitas ayuda y de paso charlamos -si la médium quería se quedaría sentada en un banquito vigilando que no se matase.

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22/05/2021, 23:33
James Bonnie

Le habría gustado dejarse caer en la cama, pero no quería apestarla con el olor a humo que desprendía su ropa y su piel. Sin ganas de andar trasteando en las cosas de un desconocido, se sentó en el suelo con las piernas cruzadas y agarró a Cupido. Escuchaba a Shoshana en la ducha mientras le daba vueltas al peluche en sus manos y a en su mente a unas cuantas cosas más. Era consciente de que la chica no estaba más sola que hacía tan solo un día. Si acaso era al contrario y tal vez allí, en la House of Yes, pudiera encontrar nuevos aliados como habían demostrado ser aquellos desconocidos que, a su manera, parecían ser una familia como lo eran ellos mismos. Pensó en Oz y Penélope y el camino incierto que habían tomado. En aquel hombre de ojos rojos y en qué sería lo que podría aguardarle más allá de la puerta que había abierto P. para él. Quiso pensar en muchas cosas. Pero el canturreo de la chica en la ducha y su muñeco en las manos lo devolvía a la principal de sus preocupaciones: Shoshana. A pesar de su adaptabilidad, de sus habilidades y su fortaleza, para muchas cosas —o tal vez para todas, incluidas aquellas virtudes—, era en realidad como una niña. En la Ciudad Olvidada parecían haber llegado todos a un equilibrio y la chica mantenía su espacio, y aunque la tenía cerca, se desenvolvía a su aire con aquel taller que había improvisado y que la Ciudad le había regalado. Ahora todo aquello había desaparecido para siempre y la Ciudad eran ellos mismos, no quedaba nada más. Tenía la certeza de que eran lo único que le quedaba a la chica con sus padres entre rejas y aquello le daba cierto vértigo. Nunca había tenido que ocuparse de nada que no fuera en realidad sobrevivir él mismo.

La vio salir al poco de la ducha tan sonriente como había entrado. Se le veía casi feliz —aunque el "casi" lo añadiera sin darse cuenta él mismo pues parecía no creer en la existencia de algo tan abstracto y escurridizo como la felicidad. La miró un instante a los pies y sonrió de lado al ver aquellas pantuflas peludas que se había agenciado con el mismo desparpajo con que al parecer pensaba agenciarse todo lo demás. En todo caso bien por ella.

Sí… Mi turno —respondió saliendo solo en parte de su ensimismamiento. Se levantó del suelo, dejó a Cupido con delicadeza sobre la cama y, esta vez sí, se acercó al armario en busca de algo parecido a una camiseta o sudadera oscura y unos pantalones que no le quedaran demasiado cortos.

Termino enseguida —dijo volviéndose hacia la chica.

Pero en lugar de moverse se quedó absorto un momento. Qué poquita cosa parecía envuelta tan solo con una toalla. Cuando al fin pareció volver en sí, le dedicó una sonrisa algo contraída y desapareció dentro del baño.

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24/05/2021, 10:07
Eve

Todos los pensamientos se le mezclaban como caballos desbocados mientras se duchaba.

Pensó en Redmond diciendo que últimamente Álix había perdido el control. En su propio poder y en sus manos, mojándose bajo el agua. En su poder descontrolado. Se frotó con fuerza la suciedad de los dedos. Pensó en el desierto y en la conejita playboy y se miró las piernas con los regueros de agua. "Tienes que enseñarme ese truco de los sueños". Pensó también en Beat, con un vuelco en el corazón. Sintió mientras se duchaba cómo se habían moldeado y violentado sus emociones aquella tarde. En su enfado, en su incredulidad y en la monstruosidad mecánica. Visualizó los rayos que lo destruyeron regresando hacia atrás, entrando en el ciervo. Pensó en la mente de Shosh. En el vestido que flotaba, en el vestido que quería hacerse aquella noche y en su ropa calcinada, también en su ropa en el desierto, cambiando en un instante. Pensó en su cuerpo al drogarse, cambiando también en un instante. Pensó en los labios de uno que ni sabía su nombre y en los de Penélope. Pensó en el brillo de la aguja.

Bufó y tembló. Activó la ducha una última vez para dejar caer todo el jabón y salió de allí, como si hubiera pasado por un ritual de purificación. Se notaba el cuerpo blando y caliente, como si durmiera de pie. Dejó la toalla caer al suelo y trató de no mirar el trípode tirado al lado de su cama para no seguir recordando. Quizá el objeto no fuera significativo de los mayores problemas que la rondaban, pero la frustración de que algo no saliera como ella quería podía con sus fuerzas. Su presencia se le hacía altamente incómoda. Se puso un top blanco y unos vaqueros y salió de allí. Por un momento se planteó bajar al cuarto de Red, a buscar algo que meterse o a quitarle las sábanas para hacerse un outfit. También se planteó si subir a pedirle a Blue el laurel. 

Sus pasitos dejaban huellas de agua. Finalmente viró el rumbo hacia el cuarto de Álix. Se colocó en el marco de la puerta.

- ¿Necesitas algo? -dijo a Shoshana mientras se aireaba los mechones recién mojados. 

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24/05/2021, 11:38
Shoshana Lipkin

Eve encontró a Shoshana ya duchada y vestida, ultimando la adaptación de una gorra de los Lakers, amarilla, que le venía enorme. La había rellenado con un pañuelo para que su cabeza no se colara dentro y le tapara los ojos y le había atado un cordón de un zapato para que no le bailara en la cabeza.

Se acercó a ella y se la puso de lado, quedándole un poco como los sombreros de Pharrell Williams.

—¡Chachaaaan!

Miró el precioso pelo de Eve, todavía mojado, y reprimió un "necesito un peine". Se imaginó su melena elevándose por el aire cálido del secador, oliendo a champú, y luego el cepillo abriéndose paso como un rastrillo en la arena amarilla del desierto.

—¿Cuando salga James te vienes a la terraza? Podríamos improvisar un piscolabis y despedirnos de La Ciudad Olvidada.