Partida Rol por web

Felina, que se ve algo acorralada, intenta proporcionar una patada es monstruoso ser que tiene delante. El ataque resulta bastante lento y torpe, pero como su rival no se esperaba tal acción proveniente de una muchachita, cuando se da cuenta de ello ya es demasiado tarde y recibe un buen golpe. Por la mirada que le echa a la chica, la próxima vez no parece que vaya a preguntarla nada..

Cheetara ve como uno de los mutantes se dirige hacia donde se encuentra Lion-O...Sin pensarlo dos veces golpea nuevamente al contrincante que tiene delante. Teme por la seguridad de su joven príncipe, pero sabe que si no terminan con los que tienen aquí poco podrían ayudarle...

Ánimo Leon-O...

Cheetara levanta su bastón y golpea con tanta fuerza al mutante que tiene delante que se escucha el ruido del hueso al romperse justo antes de que el mutante caiga a sus pies.

El mutante que acaba de recibir el impacto de Tigro, decide cambiar de objetivo tras el latigazo. Levanta una de sus zarpas dispuesto a acabar con el felino, aunque el impacto resulta lento y tropieza, ya que parece haberse quedado de piedra cuando a visto caer a su compañero al suelo. ( permanece en pie junto a Tigro pero ha perdido la oportunidad ).

Los mutantes que están junto a Pantro, siguen pensando que entre dos se podrán deshacer de él, así que vuelven a la carga. No parecen haberse dado por avisados antes, aunque al enorme thundercat azul le queda claro que estos dos son un poco patanes.

Me lanzo al mismo mutante que mi hermana con una patada voladora en el costado queria probar mis juguetes pero este no era ni el momento ni el lugar...

Pantro vuelve a evitar los dos ataques de sus oponentes, aunque el segundo ha estado demasiado cerca esta vez y lo ha tenido que parar con su arma. Su rapidez no ha servido del todo en esta ocasión, pero lo importante es que no ha resultado herido.

Felino, velozmente coge impulso y arremete contra el mutante con el que está su hermana. Con un ágil salto, planta su pie con fuerza en uno de los costados del mutante y bajo él, las costillas del ser ceden, partiéndose en un sonoro chasquido. El mutante continua en pie, pero algo doblado, ya que el dolor le impide ponerse recto, aunque tampoco os extrañaría que esa resultara ser su postura habitual.

Tigro observó satisfecho cómo su ataque había tenido éxito. Igualmente comprobó que el resto de sus compañeros, incluso los más jovencitos se defendían de forma admirable. Entre sus filas ningún herido, ni siquiera levemente, mientras que los repelentes mutantes ya habían saboreado el dolor y la sangre.

- Va siendo hora de acabar con esto - murmuró volviendo a dirigir su ataque al mismo objetivo que antes. Su látigo volvió a silbar al surcar el aire y las explosiones de sus tres colas resonaron con fuerza.

Tigro da un par de pasos hacia detrás para separarse del molesto mutante que tiene delante, al que sin miramientos, vuelve a golepar. El mutante cae al suelo, totalmente inerte y con un buen agujero carbonizado en el centro del pecho, allí donde recibió el latigazo.

El mutante que está junto con los muchachos ( el 3 ) parece reaccionar ante el golpe de Felino y trata de devolverle el golpe al ver que las cosas no le están resultando tan simples como esperaba. 

-Creo que nuestros amigos están en serios apuros Snarf, debemos ayudarles susurró, lleno de ira Leon-O a Snarf un momento antes de que un extraño brillo atrajera su atención ¡Ey! ¿Has visto eso?

La garra con piedras preciosas incrustadas que había encima del armario de la habitación llamó su atención terriblemente y por un momento perdió la noción de los acontecimientos, acercándose rápidamente a cogerla para ponérsela.

-Creo que esto puede ayudarme a cubrirme y golpear, es lo suficientemente sólido... ¡Ayudemos a nuestros amigos Snarf!

Todavía no puedo creerme que esto esté sucediendo pensaba mientras se ponía en marcha Primero desaparece nuestro amado planeta y ahora esas viles criaturas nos atacan... ¡No voy a permitirlo!

La tristeza y el llanto iniciales dieron paso a la ira por lo que estaba sucediendo, eliminando todo rastro de miedo en el niño, pasando cerca de Snarf, Leon-O le dijo a este:

-Acerquémonos con cuidado, veremos si podemos sorprender a esos malditos, sean quienes sean. Y acto seguido, hizo lo que había dicho esperando que Snarf lo siguiera.

Leon-O se da cuenta al coger la garra, que es la funda de la espada, también tiene conociento ya sobre ella a pesar de no haberla usado nunca, puede utilizarla como escudo, ya que al colocársela se vuelve como más sólida.

Tras sus palabras avanza hacia delante, y gira el recodo del pasillo, para encontrarse de morros con un mutante ( el 4 ), el que parecía una especie de rata con el pelo cubriéndole los ojos, que le mira como si acabara de encontrar el mayor de los tesoros del mundo.

- Dame la espada muchacho y saldrás de esta con vida!! - Amenaza el ser al Leon-O con una voz que suena como cuando a un gato le pisas la cola.

Tras apoyarme en el suelo despues de la patada, observo como el mutante se lanza a tratar de golpearme velozmente me muevo a un lateral para tratar de evitar su golpe...cuidado hermanita no permitas que te agarre...

-No Leon-O, quedate aquí.....- le dice en vano.Este se adelanta y parece ser descubierto por uno de esos sucios mutantes.

-¡Oh no!.............¡¡¡meow!!!- afortunadamente reacciona rápidamente,pero aunque no supiera donde se encontraba exactamente, si sabía de donde procedía la voz más o menos.Así pues, comenzó su carrera, y antes de llegar a la esquina, se impulsa saltando a la pared, para más tarde volver a impulsarse y acabar directamente en la cabeza del mutante pra así arañarlo con sus increibles garras y taparle la visión con su tripa atómica.

Snarf hace un par de saltos, chocando con las paredes y acaba enredándose con su cola al cuello del mutante que estaba amenazando a Leon-O, defendiendo al chico como es su obligación. El mutante, trata de despegáselo de la cara, pero sólo consigue recibir innumerables arañazos del pequeño felino, quien le inflige bastante daño. Los gritos de agonía del ser se escuchan por todo el pasillo de la nave.

Mis nunchakus sonaron a hueco al golpear a uno de los mutantes, aunque no lo suficiente como para dejarlo fuera de combate Por ahora bastara para tenerlo entretenido rascandose la herida...

Mi mirada, feroz, se dirije hacia el otro mutante que tengo en las narices. Con un rapido movimiento levanto los nunchakus sobre mi cabeza, girandolos e imprimiendoles velocidad. Al terminar la vuelta, avanzo un paso y descargo con toda mi fuerza el arma sobre el mutante -ARRRRRRRRRRRRRRGGGGGGGGG ASI APRENDEREIS A NO METEROS CONMIGO!!! COMETE ESTE NUNCHAKU!!!

Pantro, que parece haberse cansado de jugar con los mutantes, estampa su arma en la cabeza de uno de ellos, que aún está de pie, pero nadie sabe muy bien cómo. Eso sí, es tonto hasta no decir más, que aún continua ahí en su empeño de hacer frente al enorme felino.

-¡Estoy bien, Felino! Se ve que no estoy en forma... ¡Aún!

Me muerdo el labio por la frustración. Si el enemigo hubiese sido algo más ágil, yo habría resultado más un estorbo para el resto que una ayuda. Esta vez no estoy dispuesta a fallar:

-Felino, atento a tu hermana, que veas de lo que soy capaz- digo, con el orgullo herido.

Encarando al enemigo, salto con agilidad felina contra él y lo golpeo con mi puño derecho en la cabeza, con todas mis fuerzas, tras el golpe doy una vuelta en el aire sobre él y caigo a su espalda, presta y dispuesta a atacarlo de nuevo si se le ocurre acercarse aunque sea un milímetro a mi hermano.

"¿Le habré dado?" pienso, algo confusa. Quise ser tan elegante con mi golpe, que obvié lo más importante: atender a lo que estaba haciendo.

"Esto no es una película, Felina, concéntrate, por favor. Así no vas a llegar a ser una buena luchadora en la vida. Esa voltereta sobre él para mostrar lo ágil que eres ha estado completamente fuera de lugar".

Felina, sin saber demasiado bien cómo, acierta en la cabeza del mutante, sólo que su golpe no va con tanta fuerza como cabría esperar y el ser tras sacudir la cabeza continua de pie frente a ella, aunque muy malherido ya tras los golpes de los jóvenes felinos. En vez de cara de dolor, el mutante pone cara por unos instantes de no tener demasiado claro donde se encuentra, como si estuviera desorientado pero en seguida vuelve a mirar a los dos chicos con cara de sicópata.

Cheetara puede ver como uno de los mutantes ha conseguido llegar hasta Leon-O... Casi sin pensar, con el corazón en un puño se dirige a toda velocidad hacia allí. Ha podido escuchar como el mutante gritaba de dolor al sentir las zarpas de Snarf... Pero éste se encuentra desarmado, y teme por la vida de los dos. Leon-O todavía no está del todo entrenado y es un niño!!! Con estos pensamientos en la cabeza y con un rugido que sale por sus mandíbulas abiertas, la mujer guepardo pega un enorme salgo y a la mayor velocidad que le puede imprimir a sus esbeltas piernas, corre para salvar a su príncipe. Se lanza sobre el enemigo intentando derribarlo...

Uno de los dos mutantes que estaban con Pantro ( el 5) decide dejar a su compañero solo con el mastodonte azul e ir a por Tigro, como venganza a que acabe de terminar con la vida de su compañero, aunque la verdad, los ataques de estos eres están resultado bastante patéticos. El problema sería que algún día llegaran a organizarse para algo.. pero parece que ese día aún está muy lejano. Tigro ve venir el ataque claramente.

El que ya está muy malherido (6), sigue emperrado en acabar con Pantro, aunque casi parece que parece que quiere tocarle antes de morir, porque no es que lo esté haciendo demasiado bien, así que vuelve a atacarle.

avanzo un paso lateral hacia mi enemigo y trato de golpear sus partes nobles con una patada frontal...vamos mirame, no te atrevas a tocar a mi hermana bicho asqueroso...