Partida Rol por web

Tigro elude sin problemas el ataque del mutante, quien al girar la cabeza, parece haberse percatado de que hay unos cuantos cadáveres por el suelo y que resulta que todos son de sus compañeros. En ese momento, Felino sale corriendo, dispuesto a atacar al mutante que queda, pero no tiene demasiada suerte y tropieza con el mutante al que Pantro esparcido por la pared y cae rodando por el suelo, hasta que otro de los cadáveres lo para.

Tigro miró con desprecio al único y torpe mutante que quedaba cuyo contrataque había eludido fácilmente. Una cínica sonrisa se dibujó en sus fauces al tiempo que retrocedía lo justo para descargar su látigo con fuerza.

- Llorica, te la vas a comer entera.

El mutante, que ya empezaba a tener cara de estar pensando en huir de ahí, comienza a girarse pero el látigo de Tigro lo sujeta por el cuello y la explosión que produce termina con su miserable existencia.

En ese momento, os miráis unos a otros, tratando de comprobar si estáis todos bien, aunque no tenéis mucho tiempo para nada, ya que tanto el piloto como el copiloto en seguida recaen en un pqueño detalle bastante importante, debido al sonido de los motores de la otra nave al encenderse de nuevo. Teníais un enorme agujero en el casco, lo que quería decir, que nada más se separara la nave, la descompresión acabaría con vosotros y con todo lo que había en el pasillo.

En ese preciso momento, escucháis las palabras de Jaga desde la puerta del puente de mando:

- Felinos, rápido!! - dice haciendo un gesto con una de sus zarpas para que regreséis al puente de mando. - He conseguido canalizar la suficiente energía como para poder sellar el pasillo, vamos!!.

Los motones de la otra nave, comienzan a rugir con más fuerza mientras la vuestra comienza a temblar de nuevo y las luces, hasta ahora apagadas, comienzan a encenderse y apagarse de forma totalmente aleatoria. El campo magnético se estaba disipando y el tiempo realmente apremiaba.

Leon-O no se lo pensó dos veces cuando escuchó gritar la orden a Jaga y reaccionando casi inmediatamente, corrió con la espada y la garra en su posesión tras él, hacia donde este los quería dirigir.

-¿Que es lo que ha ocurrido Jaga? preguntó todavía alterado a causa del ataque ¿Porque esas criaturas tan feas quieren la espada del augurio?

A Leon-O le costaba correr a causa de los zarandeos de la nave y a duras penas conseguía mantener el equilibrio, a pesar de la natural agilidad felina de la que estaban dotados los thundercats, sin embargo intentó no perder el ritmo y no despegarse de Jaga, al menos hasta que hubieran salido del pasillo.

Todo esto me preocupa, ¿Porque atacarían ahora? Esta claro que estos seres estaban esperando el momento adecuado para intentar hacerse con la espada del augurio y aprovecharon nuestra huida de Thundera para atacarnos cuando aún nos estábamos recuperando. Creo que empiezo a entender el alcance de todo esto.

Casi sin darse cuenta, Leon-O comenzaba a pensar tal y como se esperaba que lo hiciera y los repentinos acontecimientos, estaban provocando un cambio en él, haciendole madurar muy rápidamente.

Si... empiezo a darme cuenta de la importancia que tiene para nuestra raza que yo crezca para tomar mi lugar.

Corred!!! Grita Cheetara mientras ayuda a Felino a levantarse del suelo, y casi arrastrándolo empieza a correr... Ve con orgullo como Leon-O, con algo de dificultad, ha reaccionado rápidamente y se dirige corriendo al puesto de mando...

La nave empieza a temblar, las luces van parpadeando, mientras se escucha como la nave que les ha intentado abordar enciende motores... Felina, después del resbalón, todavía no ha reaccionado. Casi con una súplica en los ojos mira a Tigro al pasar junto a él.... Ayúdala... Le dice casi sin detenerse. La mujer no entiende mucho sobre el mecanismo de la nave, pero la alerta en la voz de Jaga ha echo que se imagine lo peor. Sabe que tienen unos escasos segundos para salvar el pellejo, y teme por los pequeños...

Apenas escuchó a Jaga a través del sistema de comunicaciones de la nave, Tigro ya estaba en movimiento. Veloz corrió hasta la cabina de mando y se sentó en su puesto. Con la economía de movimientos que le caracterizaba y el conocimiento de lo que había de hacerse, pulsó los botones necesarios para reactivar el escudo que protegía a la nave y pasó a encender los motores.

Siempre en silencio, sin exteriorizar el miedo a que la energía fallara una vez más y quedaran expuestos a la destrucción por la nave enemiga. Y es que no hay nada más contagioso que el miedo.

- Que todo el mundo se ponga su cinturón. Esto va a ser movido - dijo antes de dirigirse a Pantro -. Amigo, este baile es nuestro. Que rujan los motores y a salir de este infierno.

Antes de que Leon-O pueda acercarse a ayudarme, y tremendamente frustrada por mi patética actuación en la lucha, doy un manotazo en el suelo, y me incorporo como buenamente puedo.

"¡Maldita sea! ¡He sido un desastre!". Hacía tiempo que no me sentía tan inútil. Intento hacer algo provechoso. Al ponerme en pie, veo a Snarf, y lo recojo, para llevarlo con nosotros.

-Siento cargar contigo como un saco, Snarfy, pero toca correr.

Al llegar a los asientos, lo lanzo con suavidad hacia el suyo, y de un salto me encaramo al mío. Oigo que nos piden ponernos el cinturón, y lo hago apresuradamente.

Felino está bien, gracias a Cheetara... Quizás cuando logremos establecernos en algún sitio deba pedirle a ella que me entrene, para llegar a ser valiosa para los demás.

-¡Estoy lista!- exclamo, una vez que ya estoy en el asiento, con el cinturón puesto, y un ligero sentimiento de frustración y ansiedad.

Estoy bien estoy bien, chillo mientras intentan levantarme...quien ha puesta esa basura alli...de pronto la voz de jaga proclama un orden y todos la acatamos con velocidad y respeto. Me coloco al lado de mi hermana, les hemos dejado hechos papilla a esa escoria eh hermanita...

Al escuchar las palabras de Jaga asiento serio con la cabeza. En el momento justo ha conseguido recuperar energia.

Veo como Tigro corre hacia el puente, el controlara alli la situacion ahora. Me dirijo hacia el puente con prisa relativa, me retraso un poco a posta. Por delante mia pasan Leon-O, con su espada y la funda. Le siguen Cheetara, Felina con Snarf y finalmente Felino. Con ojos criticos observo el pasillo, tenemos solo unos pocos segundos mas.

Entro en el puente demando con paso rapido ahora, observo una vez mas que estan todos -!Jaga! Estamos todos en el puente, !sella el pasillo! No tenemos mucho tiempo...-digo al escuchar de nuevo la acelaracion de los motores de la nave enemiga, que hacen temblar nuestra nave.

Rapido me situo en mi lugar, frente a los mandos de la nave y junto a Tigro -!Vamos a demostrarles que no es tan facil acabar con nosotros! ARRRRRRGGGGGG -rujo amenazador mientras me abrocho el cinturon y comienzo a revisar los controles.

Se había mareado totalmente.Además de ver doble todo le daba vueltas.Se mantenía a dos patas, balanceándose de un lado para el otro, a veces estaba apunto de caerse pero cambiaba de dirección.Más tarde, nota que lo cogen.

-¡Sueltenme mutantes!, les daré su mereeecidooo- dice moviéndose mientras le mantenían agarrado.Tras esto, nota que lo sientan en algún tipo de silla.Poco a poco recobra el sentido y puede distinguir las voces que resuenan en la sala.Parecían sus compañeros los Thundercats.Escucha algo de que se abrochen los cinturones, agarra como puede ambos extremos e intenta entrelazarlos varias veces sin exito.Finalmente lo consigue tras estar varios minutos intentándolo.Y sentado en su sitio, se relaja espatarrándose. 

Acudís todos al puente de mando lo más rápidamente posible. No habéis hecho nada más que llegar, cuando la nave tiembla con más fuerza y se ve ladeada, aunque al menos, parece que volvéis a tener luz y los sistemas básicos siguen funcionando.

Jaga, a la espera de todos, pulsa uno de los controles nada termina de pasar el último y la puerta se cierra a la vez que escucháis unos tremendos golpes en el pasillo, junto con el sonido de aire a presión, pero no tarda apenas nada en volver a estar en silencio y en calma.

El problema ahora reside en controlar la nave y en comprobar los sistemas que se hayan podido dañar, ya que por uno de los paneles podéis apreciar como la nave mutante está preparando un salto salto hiperestelar y en nada dejará de estar al alcance de vuestras armas.

- Pantro, inteta controlar esta nave antes de que pasemos a mejor vida. - Ordena Jaga agarrándose a uno de los asientos, ya que la inclinación comienza a ser muy pronunciada. - Y Tigro, ve comprobando los sistemas que fallan y si han sufrido algún daño los motores o el soporte vital.

Leon-O al llegar al puente de mando, observa como la Espada del Augurio vuelve a hacerse del tamaño de una espada de juguete y deja de brillar. Parece que vuelve a estar aletargada.

La nave seguía virando de una forma que amnazaba con poneros a todo cabeza abajo en breve y Pantro, no podía hacerse con el control, era como si por alguna extraña razón, el efecto del campo magnético que os había envuelto hace nada hiciera más difícil controlar vuestro transporte.

Jaga, con gran esfuerzo, consiguió sentarse en su asiento y abrocharse, la edad le hacía no ser tan ágil y fuerte como un día fue, y la sabiduría de toda una vida no era algo que le ayudara en estos casos. Sin decir ni una palabra más, ya que todo el mundo era consciente de que en estos momentos, el control de la nave estaba en manos de vuestro piloto, se sujetó con fuerza al asiento, con la mirada fija al frente.

Obtienes la información que buscas rápidamente, sin demasiado esfuerzo. Parece que todos los sistemas funcionan correctamente, menos la hipervelocidad, que justamente es uno de los pocos sistemas que no se pueden reparar desde el interior de la nave y que tu sepas, esta nave no cuenta con ningún traje para poder salir al exterior de ella.

Viendo las dificultades de Pantro para controlar la nave, Tigro se concentró en el sistema de control auxiliar en un desesperado intento de ofrecerle algo de ayuda. Sin embargo, los giros y bandazos a los que estaban sometidos por el campo magnético de la nave enemiga dificultaban que pudiera maniobrar con la precisión que le hubiera gustado.

Jadeante y sintiendo un desagradable peso en la boca del estómago, se dirigió a Pantro en un tono bajo, lo suficiente como para que el resto de la tripulación de la cabina no le escuchara.

- Pantro... los sis... temas pare... cen fun... cionar bien - dijo entrecortadamente peleando con los mandos y sometido a los vaivenes de la otra nave -. Menos la hi... pervelo... cidad. Para re-re... pararla necesita... remos pa-pa...rar en algún lugar. Es una re-reparación - tartamudeó involuntariamente por la tensión de los giros - exte-te-terior. No te-te... nemos trajes y no po... dremos ha-hacerlo en atmós-mosfera cero.

Con verdaderas dificultades intento controlar la nave. Siento como los controles no me obedecen, y la nave es arrastrada por la energia de la nave mutante en un vaiven sin control.

Desesperado y con todos los musculos de mis brazos a punto de estallar, mis dientes chirrian de rabia al ver como por ahora, la nave puede mas que yo, y no puedo controlarla como quisiera en estas circunstancias.

-Tigro...no...puuuuuedoooo estabiliiiiizarlaaaaa....

Leon-O llegó a la par que los demás al puente de mando e hizo exactamente lo mismo que los demás sin apenas reparar en el nuevo cambio de estado de la espada, empezaba a habituarse a la extraña arma y la sorpresa inicial sobre su naturaleza se había disipado quedándose solamente en un misterio aún por descubrir.

-¡Voy a mi sitio! gritó para que los demás supieran que aún seguía allí y que obedecía las ordenes que daba Jaga para la seguridad del grupo, sin rechistar.

Llegó hasta su asiento zarandeándose a causa de los vaivenes de la nave y se sentó de un salto, abrochándose el cinturón y cruzando los dedos para que Pantro y Tigro no tuvieran demasiados problemas en sus tareas.

Me fio de ellos, pero lo que está pasando es muy peligroso y espero que no tengan muchos problemas pensó para si mismo mientras se mordía nerviosamente el labio inferior.