Partida Rol por web

Tras recordar que le esperaba una suculenta cena en la taberna y viéndose con tiempo decidió coger por el camino largo de la ciudad, tras una buena música y la proximidad de una buena cena su humor estaba mejor, mas alegre.

Te abres paso entre la muchedumbre para ver si puedes obtener algo más de información. Tras ignorar alguna mirada desagradable de gente a la que sobrepasas te colocas en una mejor posición. Comienzas a escuchar los comentarios de la gente y finalmente preguntas a un ciudadano pomposo que parece que sabe quienes son esa curiosa pareja.

- ¡ Oh ! ¿ En verdad no les conoces ? El caballero es el duque de Lozano de nombre Horacio y el hombre con el que conversa no es otro que su hijo menor Don Alfonso de Lozano. El duque ha venido como representante de la casa imperial para tomar cuenta de la situación del principado. Lamentablemente ignoro el por qué de la presencia de su hijo...

Es en ese momento cuando el más joven, Alfonso, se despide de su padre y se retira de forma discreta entre el gentío que se permanece saludando al duque. Este sube las pocas escaleras que conducen a la torre de Tarth Lomen y se despide una última vez antes de penetrar en la misma.

El gentío aún tardará un poco en dispersarse, aunque nadie parece saber algo más concreto que lo que tú has averiguado.

La noche cubre totalmente la ciudad, y su estampa invernal ahora que se retira la gente es la misma de siempre. La de la ciudad tranquila y de buenas gentes que permanece en tu memoria. Tras un breve paseo te diriges con ánimos renovados al cuervo rojo, la posada de Yaya.

---Jooo...yo quiero uno...- digo deprimido tras salir de la última tienda, aunque cuando Capri me compra las golosinas me olvido de la caja de música y me centro en la comida y en la música; al salir salgo emocionado tras aquel interesante concurso-¿Vamos a ver la parte antigua? Hecate es una ciudad famosa por sus antiguedades, molaria verlas antes de irnos ¿no?

La noche se establece y los faroles de las calles ya están encendidos. El frío se hace sentir y poco a poco las gentes se recogen en sus hogares o en los pocos locales que quedan abiertos. Sólo tenéis tiempo de ver un par de tiendas antes de la hora del cierre, lamentablemente son tiendas de antigüedades pensadas para decorar grandes mansiones así que losobjetos a pesar de ser bellosno llaman mucho tu atención.

- Se hace tarde. ¿ Dónde queréis cenar joven amo ?
 

El concierto continúa. Las canciones se suceden, después de la nana inicial canciones clásicas, sacras y populares hacen un repertorio muy variado. El público está encantado pues tanto la orquesta como la bella cantante no decepcionan y su música es muy agradable de escuchar.

Las sillas que quedaban libres son ocupadas por el público cercano. Ambos os percatáis de un hombre que al parecer llega tarde y en silencio se sienta en una silla libre en primera fila. Llama bastante la atención pues el hombre en cuestión porta una larga gabardina de cuero viejo y desgastada, para nada acorde con la vestimenta suntuosa del noble que se sienta a su lado.

Se produce el intermedio del concierto y la gente charla relajadamente sobre la actuación y el ambiente casi festivo que se respira en la ciudad.

Con los ojos muy abiertos contemplo el escenario. Había escuchado a escondidas a bardos cantar y tocar instrumentos, pero nunca nada parecido a eso.

En eso noto a un sujeto que desentona, que va y se sienta al lado de un noble espectador. Inconscientemente sujeto fuerte la manga de Cau-kun y me quedo mirando fijamente a ese señor. -...

Tras mirar fijamente al tipo de la gabardina, dejas fluir el poder a través de tu mentey lanzas el poder. El poder es canalizado sin problemas, sin embargo algo va mal. Aunque estas segurade que el poder ha estado a punto de alcanzarle en el último momento has podido sentir como algo lo bloqueaba y lo hacía desaparecer. No sólo eso, además el tipo de la gabardina de súbito interrumpe su conversación, se levanta y comienza a mirar detenidamente al público como buscando algo o a alguien. Jurarías que no ha reparado en tí aunque no estás del todo segura.

Al levantarse con celeridad un adorno que lleva al cuello se le ha salido por encima de sus ropajes. Es una cruz carmesí, el símbolo de la inquisición.

Me quedo perpleja mirando en dirección a ese señor, me da mala espina. Desde que apareció sentí cómo me revolvía el estómago y esa mirada que tiene no presagia nada bueno.

Me aferro a Cau-kun con fuerza por unos instantes, y me escondo detrás de él, aunque aún permanezco invisible eso me da una extraña sensación de seguridad.

Habia llegado alli esperando algo que fuera bueno pero la chica que se presento en el escenario supero sus expectativas no solo por su voz si no tambien por el amplo rango de canciones que tenia en su repertorio, si bien en su pequeño pueblo jamas habia escuchado algo mas que el ocasional musico ambulante no podia negar que la muchacha tenia una voz muy bonita. Mientras se encontraba alli sumido en la musica sintio como Mare tiraba de su brazo y siguiendo su mirada noto a un sujeto que se habia sentado en la primera fila junto a un noble y parecia estar susurrandole algo al oido,al principio penso que debia tratarse de algun informante pero algo en aquel sujeto era simplemente perturbador aun cuando no podia definir exactamente que era, de un momento a otro el sujeto parecio agitarse y comenzo a mirar en todas direcciones,incluso cuando no deberia haber podido ver a Mare no pudo evitar poner una actitud defensiva mientras ella se ocultaba detras de el. Penso que debia estar volviendose paranoico pero fue en ese momento cuando noto la cruz carmesi brillando en su cuello-un inquisidor-dijo en un tono siseante mientras intentaba aparentar desinteres mientras observaba los movimientos de ese sujeto,sabia que no estaba alli por el pero aun asi nada bueno podria salir si llegaba a encontrar a Mare.

El inquisidor pasea su mirada por el público probablemente atento a cualquier movimiento extraño. Finalmente hace un gesto de negación con la cabeza y vuelve a ocupar su asiento, ignorando a los espectadores cercanos incómodos ante el súbito movimiento del personaje.

El descanso del concierto finaliza y este prosigue. Durante el resto del concierto le inquisidor dirige amenudo furtivas miradas al público a sus espaldas.

La música vuelve a llenarlo todo y el evento prosigue durante una hora más. Finalmente todo llega a su fin y el público se pone en pie y ovaciona de forma ensordecedora a Melissa, la cantante principal. Esta, con un ligero rubor en sus mejillas, recoge una azalea de entre las muchas flores que le son arrojadas y hace una profunda reverencia hacia el público. Parece que por petición popular van a hacer algún bis.

Entre tanto público es difícil ver nada, pero Mat puede observar como el tipo de la gabardina no espera a los bises y desaparece entre el gentío.

- Hace frío y no conocemos la ciudad amo, vayamos a la posada a cenar. Mañana podemos seguir curioseando tiendas o lo que prefiera.

Finalmente llegáis al cuervo rojo.

Aunque las calles casi estan vacías la posada está casi completa. La gente cena y bebe de buena gana. Sólo queda una mesa libre que está siendo limpiada ahora mismo. Una de las camareras se gira al reconocer a Retha y le saluda con la mano antes de seguir con sus tareas. De repente el silencio se hace en la posada, todos parecen espectantes a que un individuo sentado en la barra apure un pequeño vaso que sostiene en la mano. Delante de él en la barra hay cuatro más de esos pequeños vasos ya vacíos y dos aún llenos.

- ¡ BEBE ! ¡ BEBE ! ¡ BEBE ! ¡ BEBE ! ¡ BEBE ! ¡ BEBE !. Comienzan a corear todos los parroquianos como si fueran una sola alma. El hombre apura ese quinto vaso y cuando lo hace la gente comienza a vitorearle mientras el alza el vaso vacío en señal de triunfo. Aunque acto seguido su cara se pone ligeramente tensa y pierde el sentido cayendo como una losa en el suelo de la posada. Todos los parroquianos comienzan a reir estrepitósamente mientras dos de ellos ayudan al inconsciente muchacho.

- ¡Jajajaja! Parece que los siete infiernos de tu marido siguen imbatibles Yaya. Comenta con alegría un hombre del lugar.

Lentamente retha se abre paso entra la gentes de la taberna en busca de un sitió cómodo donde sentarse y esperar a que le puedan atender.
Pensando en lo tonta que es la gente por intentar retos que esta solo al alcance de unos pocos, lentamente sentado con cuidado en donde pudiera se pone a esperar a que le atienda para pedir la comida.

---Jo, pero sí no tengo sueño ¡debe de ser por la adre...adre...adrelanoida¡ Que nombre más dificil ¿no? Ya podrian ponerle alguno más simple- digo mientras entro en la taberna donde hay al parecer un gran espectaculo ando un poco y busco la primera mesa libre- ¡Anda, este lugar nunca para!¿ Que son los siete infiernos? ¿Alguna clase de plato especial? ¡Oh, un buffet de Siete deliciosos platos!

Después de quedarme sorprendido ante lo extensa de la respuesta. Echo una última ojeada a aquellos que han bajado del carruaje y agradezco al buen samaritano que me ha brindado la información su tiempo.

- Gracias, es agradable encontrarse con gente tan presta a hablar - Le digo lo más cordial que se me ocurre en aquel momento.

Por desgracia, poco más me queda que hacer allí y, después de buscar algo interesante por los alrededores que me retuviera en aquel lugar, volvería de nuevo a la taberna donde empezó todo para buscar alguna otra aventura en la que introducirme.

Dedicas el resto del día a recorrer la ciudad para observar el ambiente y sus gentes. Curiosamente te das cuenta de que quitando la excitación por los recientes eventos, la gente de la ciudad es bastante sencilla y te recuerda a la de tu tierra natal.

Al final se hace de noche y aún te quedan muchos sitios interesantes por ver. Como las tabernas y locales de las paredes de la ciudad, en cierto el acceso a alguna de esas zonas tiene un aire a ir trepando por un bosque de cuerdas y escaleras.

El frío aprieta y llevas todo el día fuera, asi que decides ir a cenar a la posada. Cuando llegas al cuervo rojo, te encuentras la posada bastante animada, de hecho no quedan mesas libres. Tendrás que compartir una con desconocidos o con Wander y Traian que se sientan en una mesa con lugareños o... inconscientemente tuerces un poco el gesto al comprobar que el comerciante de esta tarde, el tal Retha también se sienta en otra mesa.

Wander y Traian se sientan en una mesa con lugareños que rápidamente les hacen hueco y les dan la bienvenida a la mesa.

- Bienvenidos, pueden sentarse aquí si lo desean. Los siete infiernos es una prueba para gente con ganas de perder el sentido. El resto de la mesa se carcajea y rápidamente te explican enqué consiste el reto.

Cuando termina de limpiar la mesa la camarera acomoda a Retha.

- Adelante Retha, has tenido suerte acaban de dejar la mesa libre. ¿ Lo de siempre con la cena ? Te pregunta una de las camareras del local.

La comida llega a ambas mesas, es un estofado de conejo y papas, sencillo pero absolutamente sabroso como todo lo que prepara Nana. En ese momento ambos véis llegar a Ameko, tenéis la impresión de que también está aquí para cenar.

---¡¡Oooooh,una prueba de resistencia!!¡¡Yo quiero probarlo!! ¡¡ Y tio Capri tambien, él tiene más aguante que yo!! ¿cual es el premio por superar los Siete infiernos?

Retha huele el aroma del conejo.
-Huele delicioso como siempre dale las gracias a la cocinera por tan buen plato.-
Lentamente empieza comer la comida saboreando el plato.