Partida Rol por web

Tiempos Convulsos en Diez Ciudades

1. Trolls a las Puertas

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09/12/2019, 13:16
Mishann

—He estado realizando las gestiones más previsibles adelantándome a tu llegada a la villa —contestó Mishann mostrando iniciativa y resolución—. Ya tengo las escrituras de la propiedad y he ido a visitar el edificio que nos han asignado. El local... decir que necesita mucho arreglo es quedarse corto. El tejado se ha derrumbado, y todo está lleno de cascotes, basura y telarañas. Vi ratas —se estremeció de repugnancia antes de sonreír tratando de encontrarle el lado bueno—, pero los cimientos son buenos, hay mucho espacio para el culto y otras habitaciones más pequeñas donde podemos alojar unas cuantas dependencias para pequeñas capillas, habitaciones para acólitos o peregrinos y otras cosas.

Fue a comprobar el agua, que empezaba a humear pero aún no había roto a hervir.

—Entrevistarse con la Portavoz va a ser imposible por el momento. Rechaza cualquier intento de entrevista, pero va a dar una audiencia pública dentro de seis días, con motivo de la festividad de la Cosecha de la Marea Alta. Entonces podremos exponer nuestras cuitas —respondió—. En cuanto a los representantes de la Tríada he encontrado su apoyo, aunque también algo de escepticismo y condescendencia —admitió—. En el Valle del Viento Helado el sol se desvanece durante dos meses, y piensan que este proyecto quede en agua de borrajas por la falta de prosélitos. He hecho lo que he podido por atraer a los fieles pero... mis intentos han sido infructuosos hasta la fecha.

Sonrió.

—Seguro que contigo las cosas cambian. Lathander te envió aquí para obrar el milagro, estoy segura.

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09/12/2019, 13:31
Nahyeeda

—No, por favor, me gustaría que te quedaras —dijo Nahyeeda cuando le diste pie a hablar—. Mishann, ¿tú tocas el arpa?

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09/12/2019, 13:32
Mishann

Mishann se sorprendió.

—Algunas notas, pero no la melodía completa —respondió la sacerdotisa.

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09/12/2019, 13:33
Nahyeeda

La respuesta de Mishann satisfizo a Nahyeeda, que sonrió y extrajo del interior de sus ropajes un broche del tamaño de una moneda que representaba un arpa, distintivo que la identificaba como una agente de los Arpistas. La sacerdotisa de Lathander asintió con la cabeza en señal de reconocimiento.

—Como ha dicho Lilandra, vengo aquí en misión oficial para los Arpistas. Estoy siguiendo el rastro de Aarun. Me han informado de que perseguía a un grupo de matones procedentes de Luskan, que sospechaba que había licántropos entre sus filas y que había escamoteado en la ciudad un cargamento de armas de plata para ayudar a combatirlos.

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09/12/2019, 13:38
Mishann

—Es exactamente como dices —asintió Mishann, que estaba al tanto de la información que tenía la genasí—. Le escribí una carta para concertar un encuentro con él y un cazador que conozco, Aglonell, pues creo que él se había encontrado con los mismos matones que perseguía Aarun, pero desde entonces no he vuelto a saber nada de él, y temo que haya sucedido lo peor.

Carraspeó.

—Sugiero que hables con Aglonell, yo no he podido hacerlo aún —le dijo a Nahyeeda—, y también que recuperes las armas de plata antes de que te enfrentes a los licántropos. Están en un almacén de la ciudad, y creo que el enemigo las está buscando. Anoche ardió uno de los almacenes de la ciudad; uno de los dos almacenes que alquila un mercader llamado Dunavan. Creo que los matones de Luskan se equivocaron de almacén y asaltaron el equivocado.

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09/12/2019, 18:59
Narrador

Te despediste de Wido y regresaste a la academia. El edificio seguía tal y como lo dejaste, no había llegado ninguna de tus alumnas ya que las clases eran por la tarde. Najda solía ir por las mañanas a entrenar, pero no había llegado todavía. Quizá hubiera preferido descansar después de lo que había ocurrido el día anterior, o tal vez se hubiera unido a la defensa de la ciudad. Te quitaste la ropa, te bañaste con agua caliente y te comiste el desayuno que habías comprado antes de que todo se fuera a los Nueve Infiernos.

Najda seguía sin venir, y Ramiel debía decidir si volver con Wido o ir a casa de su segunda para comprobar que todo iba bien.

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09/12/2019, 19:04
Hengar Aesnvaard

Volviste a la plaza del mercado, acompañado con un guardia con las órdenes de liberar a Hengar y con una caja que contenía sus efectos personales. Tu amigo de la infancia no podía estar más aliviado al verte aparecer de nuevo en compañía de un agente de ley. El guardia explicó al centinela el cambio en el curso de los acontecimientos y éste liberó al bárbaro.

Hengar se puso su ropa, tiritando por el frío.

—Por Tempus, Wido, te debo más que una comida y una borrachera, pero empezaré por eso —dijo con voz ronca por la exposición—. Me has salvado la jodida vida. No sé cómo has conseguido que me liberen, pero gracias.

Tuvo un acceso de tos bastante fea.

—Mañana saldré de la ciudad e iré al campamento —le dijo—, ¡tienes que venir! Contigo de Hermano de Escudo mataremos a esa Bruja de Hielo y salvaremos a nuestro pueblo.

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09/12/2019, 20:40
Ramiel Gardeniere

Con un suspiro, Ramiel salió de la bañera completamente desnudo y empapado, y caminó descalzo hacia las toallas para secarse lo más rápido posible. El troll le había dejado una buena cicatriz en el costado, nada grave para su atractivo, a las mujeres les gustaba ese tipo de cosas. Aún le dolían las costillas, la carne alrededor de la herida aún estaba tierna, por lo que decidió ponerse una camisa que lo protegiese un poco de los roces. Luego se vistió como de costumbre, pero tuvo que elegir un abrigo más viejo, retirado de su fondo de armario, porque tenía que coser los rotos del nuevo. Al menos la camisa de mallas seguía intacta, se la volvió a poner, se ciñó las armas al cinturón y salió de la academía en busca de Nadja. Necesitaba comprobar que estaba en perfecto estado de saludo. Si estaba follando con alguien, bueno, lamentaría interrumpir, pero era mejor eso que no que se estuviese desangrando en su propia cama.

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09/12/2019, 20:48
Narrador

Lavado y perfumado, decidiste ir a echar un vistazo a casa de Najda. El camino estuvo despejado de muchachas a las que dedicar una sonrisa canallita o a las que enseñar tu nueva cicatriz, así que fue un paseo bastante gris y desdichado. Tu segunda vivía en una casa diminuta de una planta, aplastada entre dos edificaciones mayores aledañas. Llamaste con los nudillos a la puerta pero nadie respondió. Las cortinas de la ventana estaban cerradas así que no pudiste espiar el interior. ¿Dónde estaba Najda, que no estaba en su casa ni en la academia?

La perspectiva de abrir la cerradura con la ganzúa y entrar en el domicilio para asegurarte de que no se desangraba en el rincón resultaba cada vez más atractiva. Nada tenía que ver con la posibilidad de pillarla desnuda follando, oh no, era por su seguridad.

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10/12/2019, 10:58
Wido Cuervo Blanco

Tras un fuerte abrazo con sus correspondientes manotazos en ambas espaldas que hubieran dejado sin aliento a cualquier hombre que no fuera un norteño, Hengar le pidió a Wido algo que si bien le apetecía, no sabía si podía aceptar. Tenía ya una tarea en ristre y había dado su palabra a aquella enana de que la acompañaría en su travesía por las montañas.

Verás Hengar, nada me haría más feliz que regresar al norte y combatir a la bruja de hielo. Suena muy emocionante, pero... - Tomó aire. - Me comprometía con una enana para acompañarla a la Cumbre de Kelvin a visitar a su tío. - Se quedó unos momentos pensando. - Nosequé Río de Plata creo que se llamaba. ¿La conoces? - Se rascó el mentón. - No puedo decirle ahora que no la acompañaré. Partirá en unos días. - Alzó las cejas. - ¿Vamos a comer algo?

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10/12/2019, 11:47
Hengar Aesnvaard

Hengar se detuvo y te miró con gesto incrédulo.

—¡¿Qué?! ¿Vas a dejar que nuestra gente muera por una enana de la que ni siquiera sabes su nombre? —te preguntó, con gesto acusador—. Los enanos no nos ayudarán, la gente de Diez Ciudades no nos ayudará. Estamos solos en esto y si tu gente ya no te importa una mierda te diré otra cosa: habrá una batalla. Una gran batalla de esas que atraen la atención del Martillo de Enemigos1. ¿Te la vas a perder por hacerle de niñera a esa enana?

1: Martillo de Enemigos es un título que se le da a Tempus.

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10/12/2019, 13:07
Wido Cuervo Blanco

A Wido normalmente le entraba por una oreja lo que le salía inmediatamente después por la otra, pero esa vez se quedó pensativo. Lo que Hengar decía era bastante lógico e incluso Wido comprendía aquella lógica. Le sabía mal tener que decirle a la enana que no podía acompañarla, pero al fin y al cabo el otro asunto era más relevante.

Tienes razón... - Dijo sonriente. - ¡Que cojones, soy un puto curzado de Tempus! - Rió con saña. - ¡Iré contigo joder! ¡Por lo viejos tiempos!

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10/12/2019, 17:35
Lilandra

Lilandra sonrió cuando Mishann le dijo que ya tenían el solar, y ni siquiera la noticia acerca del estado del edificio le borró la sonrisa. Ella ya sabía que tendrían que trabajar duro para poner la iglesia en funcionamiento, no por nada había traido desde Aguas Profundas a Troscar. Recordaba la discusión que había tenido con Eowynn, ella insistía en que trajera a Duane, uno de los mejores artesanos enanos de Lathander, pero Lilandra había estado antes en Byrn Shander y sabía que lo que necesitaría era a un artesano que aún recordase su aprendizaje y que estuviera dispuesto a ensuciarse las manos. Duane podía ser un experto, pero era un tipo pedante que no escuchaba a nadie, y Lilandra necesitaba que su gente fuera capaz de trabajar par a par con los locales. Había ganado la discusión por cansancio más que por que Eowynn entendiera que había un mundo detrás de los muros de Las Espiras del Amanecer, cansancio o el hecho de que el salario de Duane era cinco veces el de Troscar, y lo mismo aplicaba al Trish y a Tristán.

Rió y se tapó la boca con un gesto pícaro, le hizo un gesto a Mishann de que continuara con su relato - Sigue, recordé algo pero no es importante, cuando termines te lo cuento - dijo, y escuchó atentamente las noticias acerca de la política, tanto social como religiosa. No le extrañó la actitud de los sacerdotes, ni tampoco el análisis que habían hecho con respecto al futuro del culto, pero lo cierto era que ella opinaba que precisamente el motivo por el cual fallarían, era su mejor carta de triunfo. Le devolvió la sonrisa a Mishann ante su comentario, no negaría con falsa modestia lo que la joven afirmaba, si no pensara que podía hacer una diferencia se habría quedado en Aguas Profundas.

Agradeció con un gesto que la genasi le permitiera quedarse, ella no era miembro oficial de los Arpistas, si bien había trabajado con ellos en Calimshan nunca le habían ofrecido un lugar en la organización y entendía que había sido mejor así. Una vez Mishann y Nahyeeda terminaron de intercambiar información Lilandra apoyó una mano sobre la de la genasi sin pensarlo - Te acompañaré si necesitas ayuda, y si quieres y lo vemos viable podemos esconder las armas en las ruinas de la futura iglesia, el lugar estará fuertemente custodiado hasta que consagremos el altar. Supongo que podemos pedirle a Wido y Ramiel que nos acompañen si esperamos problemas.

Luego miró a Mishaan - Con respecto a los futuros fieles, tengo varias ideas y quisiera discutirlas contigo más adelante, tu podrás decirme que tan descabellado es mi plan y cómo podemos encauzar aquellas ideas que no sean viables. - tomó su mano y la apretó con cariño, su sonrisa parecía iluminada por dentro - Si ya te has encargado de confirmar la propiedad la visita a la Portavoz no es urgente, le dejaré una nota después de visitar el solar. Eso sí, tendría que pagar una visita a los representantes de la Tríada antes de finalizar el día, por respeto y para no empezar con mal pie. - pensó un momento - ¿Estas ordenada Mishann? es algo que nuestros superiores no han sabido informarme. No es que sea demasiado importante, pero sería muy bueno si puedes oficiar ceremonias. 

El vapor que comenzaba a salir de la marmita distrajo brevemente la atención de Lil, no necesitaba tanto el baño por quitarse el frío, ya que sus botas se encargaban de que no lo sintiera, ni tampoco por la actividad frenética de la última hora. Lo cierto era que desde que salieran de Ironmaster hacía casi una semana su limpieza se había reducido a pasarse un paños tibios por las zonas mas sucias por la mañana. La perspectiva de una tina caliente se le hacía más deseable que cualquier tesoro material que pudieran ofrecerle en ese momento.

- Si les parece bien, despues del baño quisiera buscar a La Tríada... - sonrió y nuevamente se escapó una risa - por cierto, eso es lo que me hizo reir antes, recordé el nombre que le dio la Dama del Amanecer Eowynn a mis compañeros, Trish, Troscar y Tristán... la Tríada... lo se, es tonto, pero me causa gracia. - se encogió de hombros - en fin, quisiera buscar a La Tríada y ver si Troscar opina que la carreta puede quedarse en el solar o si habrá que pagar un establo hasta que pueda hacerse. - miró a sus compañeras - Y despues quisiera invitaros a almorzar al Descanso de Kelvin, asumo que habrá buena comida si un enano la regentea.

 

Notas de juego

Acabo de recordar un detalle, las botas de Lilandra son botas del Invierno Eterno, por lo que no deja huellas en la nieve ni puede resbalar sobre el hielo, asumo que sera como cuando Legolas pasaba por encima de la nieve mientras el resto se hundía hasta el pecho. Supongo que será un objeto conocido tan al norte, pero no deja de ser una imágen molona para los de la caravana que la que te está curando camine sin hundirse en la nieve.

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11/12/2019, 13:11
Ramiel Gardeniere

Seguramente, algún tipo de mala fortuna perseguía a Ramiel, porque todo, absolutamente todo lo que hacía, siempre terminaba mal o metiéndolo en una situación comprometida; y aún así, llamaba a la mala suerte forzando la situación. Abrir la cerradura de la casa de Nadja no sería una excepción esa semana. Miró discretamente a un lado y a otro de la calle, extrajo una de las ganzúas que, por la razón que fuese, solía llevar en los bolsillos como parte de una costumbre que no se había podido quitar, y se dirigió a la puerta principal como si fuese su casa. Podía ser que Nadja se hubiese entretenido con un hombre -o con una mujer, Ramiel no lo sabía, no le había preguntando nunca por sus preferencias, aunque debería interesarse por la vida personal de su ayudante como cualquier persona normal-, o podía ser que alguno de aquellos infames matones la hubiese pillado durmiendo y la hubiese degollado. Ella sabía defenderse sola, pero Ramiel no podía evitar salir en defensa de mujeres en problemas. Estaba realmente preocupado por ella, ya asumiría las consecuencias después.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Inutilizar mecanismo, 23

:3

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12/12/2019, 08:34
Narrador

La villa había despertado ya, y bullía de actividad por el reciente ataque de los trolls. La gente iba y venía por las calles, y aunque trataste de ser discreto forzando la puerta de la casa de Najda fuiste consciente de que había sido probable que alguien hubiera visto, aunque fuera de forma casual, trasteando con la cerradura. Por fortuna, fuiste rápido y habilidoso, y la puerta se abrió ante ti como los muslos de una muchacha encandilada por tus encantos.

Lo que viste, empero, hizo que te diera un vuelco el corazón. Tu preocupación estaba fundada, el interior de la casa parecía el escenario de una pelea. Las alfombras estaban revueltas, un cuadro estaba torcido y una silla había caído al suelo, así como el contenido de una mesa. No había rastros de sangre, aparentemente.

Por lo demás, la casa estaba vacía.

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12/12/2019, 09:15
Nahyeeda

Nahyeeda apartó la mano cuando se la tocaste, con nerviosismo.

—El cajón estará a nombre de Aarun —objetó Nahyeeda—, dudo que Dunavan nos lo entregue así, por las buenas. Tendremos que convencerlo de que Aarun podría haber fallecido, y de que él desearía de que nosotros nos hiciéramos cargo de su contenido. Podría necesitar tu ayuda para negociar con él.

Lo de arrojar fuego sobre los enemigos se le daba bastante bien a la genasí. Cuando se trataba de las sutiles artes de la diplomacia, empero, no era tan habilidosa, pues perdía muy rápidamente la paciencia.

—Además, es posible que la banda de Luskanitas esté vigilando el segundo almacén de Dunavan para organizar un segundo asalto. Ramiel y Wido podrían ser útiles si los licántropos caen sobre nosotras cuando intentemos hacernos con las armas de plata.

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12/12/2019, 09:21
Mishann

Mishann sonrió de medio lado por tu broma.

—Estoy ordenada —respondió Mishann—. A decir verdad, antes de retirarme recorrí las Tierras Centrales como cazadora de muertos vivientes y nigromantes en el nombre de Lathander. Puedo lanzar conjuros de la tercera esfera, y podría oficiar ceremonias y ocuparme de la iglesia cuando tú no estés.

»Quizá no sea buena idea pedir una entrevista con los representantes de la Tríada hoy, precisamente —aconsejó Mishann—. Estarán atendiendo a los heridos y ayudando a los ciudadanos y a la guardia en todo lo que puedan. Enviaría el mensaje equivocado: que nos creemos más importantes que las gentes a las que deben auxiliar. Creo que debemos dejar que oigan que ayudaste a los heridos y esperar a que las aguas vuelvan a su cauce antes de pedir una audiencia formal. Creo que el tiempo estaría mejor empleado en entrevistarse con Aglonell o en entrevistarse con Dunavan para tratar de asegurar las armas de plata de Aarun.

El agua rompió a bullir.

—Justo a tiempo. Por favor, Lilandra, me gustaría que fueras tú quien tomara el primer baño.

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12/12/2019, 10:48
Lilandra

Lilandra no insistió en el contacto, había olvidado que a la genasi no le gustaba que la tocaran y esperaba que la joven no hubiera tomado su entusiasmo a mal. - Buscaremos a Ramiel y a Wido antes de ir a hablar con Dunavan, y sería bueno saber si hay que pagar algo para retirar el cajón. No tengo problemas en hablar con el comerciante, pero creo que Mishann lo conoce mejor y podrá darnos una buena idea sobre cómo proceder con él.

Lil sonrió y asintió cuando Mishann confirmó que podría ocupar su lugar durante su ausencia de ser necesario - Me alegra saber que el culto quedará bien representado en caso de que deba ausentarme, lo cierto es que Tristán es apenas un novicio y si bien puede oficiar ceremonias sencillas no podría hacerse cargo de los ritos más importantes. - a la joven morena le pareció ver el inicio un gesto de alivio en el rostro de la sacerdotisa mientras decía esto.

El gesto fue interrumpido por una risa argentina cuando escuchó lo de la Tríada - Oh, Disculpa Mishann, por buscar a la Tríada me refería precisamente a Trish, Troscar y Tristán, quisiera dejar organizado lo de la carreta antes del mediodía. De todos modos coincido contigo en que no sería bueno hacer una visita en carácter oficial a los sacerdotes de Tyr, Torm e Ilmater, si decido ir a verlos hoy será para ofrecer mi ayuda, pero como dices hay mucho que hacer. - en ese momento pareció recordar algo - De hecho podemos ir con la carreta y convencer a Dunavan que nos entregue el cajón de las armas como si fuera una entrega de materiales para el nuevo templo, quizá de esa manera podamos engañar a los Luskanitas por un tiempo. ¿Que tan grande es la caja? ¿Entraría en la carreta o necesitaremos otra?

Cuando Mishann le ofreció el primer turno asintió al tiempo que se paraba - Supongo que intentar convencerte de que tomes el primer turno llevará a una discusión fútil en la cual las reglas de cortesía y tu natural bondadoso llevan las de ganar. - mientras hablaba se había quitado la sobreveste y había comenzado a aflojar las cinchas de la armadura - Iré primera porque lo ofreces y porque lo necesito, no te das una idea de cuanto anhelaba un baño caliente.

Notas de juego

Bueno, el plan entonces es buscar a mis ayudantes, si el plan de ir a buscar las armas en nombre de Lathander les parece bien, hacer eso, ir a ver el solar y si Troscar dice que puede usarse como base, y después ir todos a almorzar al Descanso.
Si Troscar define que se puede usar como base los dejo a el y a Trish a cargo de esa tarea para la tarde, si no Trish tendrá que buscar unos buenos establos. Si quieres discutimos el particular de las armas por What, para no extender demasiados posts esto y poder juntarnos.

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13/12/2019, 14:08
Ramiel Gardeniere

Ramiel tragó saliva y trató de no ponerse nervioso -o al menos, no demasiado-, cuando no encontró a Nadja en su casa. La salita estaba revuelta, no podía asegurar que fuesen signos de lucha, pero era preocupante que todo estuviera por el suelo. Se dirigió a la estancia que hacía de habitación personal, la cama estaba deshecha, lo que quería decir que había dormido -o estado con alguien-. Lo peor fue encontrar su espada, envainada, apoyada en la pared. La cogió, la desenvainó, como si hacerlo pudiese darle la respuesta que buscaba.

¿Dónde estaba su ayudante? Sintió un desagradable escalofrío por la espalda. Quería echar a correr, pero no sabía en qué dirección, porque no sabía nada de Nadja. No conocía a su familia, no conocía nada personal de ella, ninguna de las alumnas era lo bastante amiga de ella. Siempre había sido profesional, discreta y solitaria. Se pasó una mano por la frente, no sabía qué hacer. Salió fuera, la casita estaba encajada entre dos viviendas, así que con buenas maneras y manteniendo siempre el tono neutro y cortés, preguntó por los alrededores si habían visto o escuchado algo extraño durante la noche. Le comentaron que de madrugada habían oído trajín, pero por lo visto era habitual y no le dieron mayor importancia.

¿Y si la tenía? Ramiel respiró hondo varias veces. No tenía pistas. No tenía nada. Los "¿y si...?" comenzaron a acumularse en su cabeza, uno detrás de otro, cada cual más horripilante que el anterior. La culpa de sus acciones lo atormentó de una manera insoportable, incapaz de pensar, incapaz de actuar y muerto de preocupación, el duelista se dirigió a la Comodidad de Kelvin para buscar a Wido y a Lilandra. A lo mejor ellos podían ayudarle con el desastre que se había montado él solito.

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13/12/2019, 15:38
Narrador

Tomaste un reparador baño de agua caliente, que relajó tus músculos, librándolos de la tensión y los nudos que el reciente combate había creado en ellos. Pudiste también, armada con un jabón que olía a enebro, limpiarte la sangre que cubría tus manos después de haber atendido a los heridos. La temperatura del agua y el perfume del jabón tuvieron un efecto balsámico inmediato, liberándote de todas las agitadas emociones de la mañana. De no ser porque sabías que Nahyeeda y Mishann aguardaban su turno, te hubieras quedado en la bañera hasta que el agua se enfriara y las yemas de los dedos se te quedaran arrugadas como pasas. Saliste de la bañera, quizá el único lujo de aquella casa tan sencilla, y te vestiste con una túnica limpia que te había proporcionado Mishann. No era tan lujosa como la tuya, pero era de resistente y abrigada lana teñida de blanco, muy adecuada para el clima frío y despiadado del Valle del Viento Helado. 

Regresaste al salón de la casa, secándote el pelo con una toalla, y Mishann te ofreció una humeante taza de té recién preparado. Hablaste con ella de asuntos más banales mientras Nahyeeda se bañaba, y después, con la genasí mientras la sacerdotisa hacía lo propio. Cuando estuvisteis limpias y perfumadas, os dirigisteis a donde habías dejado a tu particular tríada de ayudantes. Después de hacer las presentaciones oportunas, Mishann os guió hasta el edificio.

El estado del edificio realmente hacía que a uno se le cayera el alma a los pies. Era cierto que era un edificio grande y espacioso, que podría llegar a ser impresionante debido a que se accedía a él a través de una plaza muy estrecha pero bonita a su manera; pero ahora mismo era poco más que una ruina cubierta de verdín. Troscar te pudo confirmar que los cimientos eran sólidos y la estructura permanecía, casi en su totalidad, intacta. Eso permitiría avanzar con rapidez en la rehabilitación, pues no habría que apuntalar nada, como se temía. Lo prioritario sería acabar con las ratas que infestaban el edificio, después retirar los escombros y la porquería para poder trabajar y hacer el acopio de materiales. Después, reconstruir el tejado y los paramentos dañados. Lo demás podría esperar. Tuviste que detener a Trish, que iba a ponerse ya manos a la obra, y pediste a Mishann que os hiciera de Cicerone y os llevara de nuevo al Descanso de Kelvin.

Esta vez sí que encontraste a Wido y a Ramiel, que estaban sentados con un bárbaro Reghed que no conocías de nada.

 

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