Partida Rol por web

Tiempos de Guerra

Capitulo I

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22/04/2015, 20:26
Ophelia

Ophelia entornó la mirada en un gesto de hastío. La capacidad de razonamiento del muchacho extraía premisas y normas de un lugar ajeno a ella, donde cualquier atisbo de cordura era aplastado por pies inmensos y pateado lejos, donde no pudiera mancillar la pureza de la inconsciencia que presidía aquella mente. Era un misterio cómo el joven Phey se las había arreglado para abandonar su monasterio. A menos que la explicación fuera tan evidente como que los monjes hubieran celebrado una fiesta en el día en que había sido liberado al mundo exterior.

Sí, asintió en voz alta. De vuelta al pueblo.

De vuelta y a buscar otro camino para no cruzarnos de nuevo con los pelotones de imbéciles y cobardes garantes de la seguridad del pueblo llano.

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22/04/2015, 22:31
Mamawe

Mamawe subió a su montura y la azuzó con un respingo.-Vamos.No dijo nada más,ya habían hablado suficiente, comenzó a avanzar rumbo a la aldea.
La realidad es que no pensaba volver a la dichosa aldea, estaba harta de aquel grupo, en cuanto estuvieran lo bastante lejos como para que no les escuchasen los soldados pensaba decirle cuatro palabras a Phey. Por muy guerrero de la luz que fuese era un estúpido de talla mayor, y aún no podía entender porque el resto de ellos parecía pasar por alto este hecho.
Había arriesgado su vida y la de todos con aquel grupo de soldados, y a ella no le gustaba que nadie pusiera en riesgo su vida libremente, como si le perteneciera. Ya había pasado por ello y no estaba dispuesta a volver al esclavismo.

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22/04/2015, 23:15
Baldrig, El Poderoso

Baldrig que hasta entonces se había hecho el despistado, poco mas que un anciano sin memoria vestido con extrañas ropas, comenzó a avanzar lentamente, en dirección opuesta al grupo, con cara de distraído, pero era una cara forzada, para nada la que tenia cuando lo encontrasteis. Con cada paso que daba se alejaba mas de vosotros, internándose entre las decenas de viajeros y caravanas que atestaban el camino... casi se podía observar una sonrisa en su arrugado rostro.

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23/04/2015, 00:02
Keloa

Keloa miro perpleja a Udokal!

Nooo, yo no tengo ningún trato con guerrero, yo solo quiero salir de aqui como tú y regresar con nuestra tribu.

Pero yo escuche lo que ellos decir.

Amenazaron con matar a ellos, señalando a los susodichos. Si quieren vivir tenemos que regresar al poblado de antes y cumplir una misión.

Luego seguiremos camino.

Dandole a continuación una palmadita en el hombro, para que se relajase.

 

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23/04/2015, 17:04
Pazzo

Pazzo acariciaba las orejas de Luis y le contaba sus secretos. Al parecer el nuevo amigo peludo la entendía mejor que cualquier otro ser humano con quién había tenido contacto últimamente. Le preguntó si Kalen le parecía guapo y sacudió la cabeza, puede ser porque unas moscas lo estaban molestando, pero para la pequeña naiss fue un gesto claro de negación. Luego le dijo que si se portaba bien le iba a dar manzanas, que llevaba unas cuantas más en una de las fundas de las almohadas que había cogido de la posada y que usaba como saco. Su respuesta fue asentir con la cabeza varias veces, aunque en realidad puede ser que la chica tenía las riendas demasiado tensas y el pobre solo quería tener un poco de libertad.

Eso fue algo que tuvo lugar en los tres pasos que el animal había dado desde que Pazzo se subió encima, que tampoco hace falta mucho tiempo para susurrar unas cuantas palabras a un burro. No pudo seguir su camino ya que Kalen se le plantó delante y le mostró una sonrisa. Los ojos verdes de la mujer se clavaron en los del hombre mientras este hablaba. Tenía curiosidad por saber que era capaz de inventarse ahora para atraer su atención.

-¡Oh! Dijo sorprendida al entender que él le decía en serio eso de tener que volver al pueblo, los demás también lo confirmaron. Parece que los O´Shars ya lo saben también. Volvamos al pueblo, pues. Le guiñó un ojo a Kalen para darle a entender que había captado su mensaje de que tenía mucha prisa en salir de ahí. A ella tampoco le gustaban los hombres de la ley, da igual si solo eran soldados.

Acarició al burro al coger el camino que llevaba hacía el pueblo y empezó otra vez a hablar con él. Tenía que preguntarle sobre Phey y si le quedaba mejor la armadura o la ropa informal. Seguro que opinaba lo mismo que ella que los abrazos con armadura no son nada agradables.

Vio como el viejo que les había acompañado hasta entonces se escabullía por su cuenta y riesgo y estuvo tentada en ir a por él. Pero si el Poderoso tenía la suerte de librarse de volver al pueblo, ella no lo iba a obligar a acompañarlos. Seguro que lo pasó tan mal es ese sitio que por eso no volvió a hablar más desde que lo rescataron.

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23/04/2015, 17:19
Udokal

Udokal por fin comenzaba a entender lo que había pasado y la reacción de Keloa, como siempre ella había entendido mucho mejor todo lo que pasaba alrededor y las palabras de los pequeños hombres. Asintió despacio con la cabeza ante el gesto de su compañera y relajó su gesto.

-No dejaremos que los maten, no sin luchar. ¿Para que tienen que ir al pueblo otra vez? Los O'Shar no amenazaban nunca y Udokal no entendía el sentido que tenía decirle a una persona que la iban a matar si no lo iban a hacer, o simplemente lo iban a hacer más tarde, cuando se tenía que atacar se atacaba sin más. Pero no quería perjudicar a Phey, ni tampoco a Ophelia. ¿Que es lo que tienen que hacer en el pueblo? Ya no quedaban guerreros, si es que a aquellos pequeños humanos se le puede llamar así... ¿Les han dicho que no merece la pena volver?

Miró a Pazzo que tampoco parecía haberse enterado del asunto, pero estaba seguro que ella no seguiría el camino sabiendo que alguien quería matar a Phey y después volvió a mirar a Keloa, aunque sus palabras iban dirigidas a ambas.

-Entonces vayamos con Phey al pueblo y hagamos eso, sea lo que sea, cuanto antes. Y la próxima vez que nos encontremos con soldados que nadie le deje ir a hablar con ellos.

Udokal dio media vuelta y se dirigió al pequeño grupo que Ophelia, Kalen y Phey habían formado para hablar, Mamawe ya se dirigía por el camino de vuelta al pueblo y el viejo "Poderoso" había decidido retomar su camino fuera cual fuera.

-¿Que hacer en pueblo? Preguntó a Phey. ¿Cuanto tardar?

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24/04/2015, 16:05
Phey Stern

¡Sí señor... los ocho seguimos juntos viajando por el camino! Udokal y Keloa... Pazzo y yo... Kalen y Manawe... Ophelia y... y... y... Baldrig, que no me salía el nombre. Qué dos ancianitos más simpáticos y leales. De los que nunca te abandonan.

Y luego están Hanne, y Luis, y otras monturas menos relevantes como para que sus dueños les diesen nombre. Pero en el caso concreto de Baldrig, se había escapado ante la vista siempre atenta y los sentidos en alerta de Phey. Así que quedaban solo siete; unos pocos más contando burros y caballos. Y hablando de burros y caballos, precisamente en ese momento las rodillas de Phey azuzaban a Hanne para que mantuviese el ritmo y pudiesen estar de regreso al pueblo en el plazo previsto.

¡Udokal! ¡Amigo! No entiendo tus preguntas... ¿Podrías concretarlas mejor?

Si te refieres a qué cosas hay para hacer en el pueblo, como alternativa de ocio, son populares los bailes. Podemos organizar junto con los habitantes de Martall una fiesta. A alguno de ellos se le dará bien la música. No esperes nada sofisticado, como un coro monástico a capela, pero pueden cantar canciones tradicionales y tocar instrumentos modestos hechos con calabacines vaciados a modo de flautas, maracas o tambores.

Si te refieres a qué cosas tenemos que hacer en el pueblo, como tareas encomendadas por el comandante, tan solo se trata de preparar el recibimiento de las autoridades.

Si preguntas cuánto tardaremos en llegar al pueblo, teniendo en cuenta que pasa del mediodía, pero que con lo de incendiar la posada salimos tarde... Es decir, con menos de media jornada de viaje alejados de nuestro destino... Yo diría que en cinco o seis horas nos volvemos a poner allí.

Si preguntas cuánto tardaremos en organizar el baile... Es un poco tarde. Quizás para mañana a la noche esté todo listo.

Si preguntas cuánto tardaríamos en construir una iglesia de Ihvist... Agradezco tu entusiasmo, pero es algo que nosotros no veremos terminado. Nos tomará el relevo algún destacamento enviado desde mi monasterio, creo.

Si preguntas cuánto tiempo estaremos en Martall... El comandante tardará día y medio en llegar a la villa más cercana, más otro día preparando la expedición, más dos días que les llevará a las autoridades llegar para relevarnos... Cuatro o cinco días. En realidad solo cuatro, porque tardaremos medio día en volver. Lo que es en el pueblo, pueblo, estaremos cuatro días. ¿Pazzo? ¿Les enseñaste los números a los Oshar o tienes que traducir?

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25/04/2015, 08:42

Camináis de vuelta durante varios minutos, hasta que perdéis de vista al comandante y al batallón bajo su mando. No os resulta nada facil puesto que ahora teneis que sortear a todos los viajeros que caminan en direción opuesta

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26/04/2015, 19:36
Udokal

Udokal intentó permanecer atento a las palabras de Phey, pero si ya de por si le costaba seguir una conversación y sacar algo en claro de ella con el guerrero sagrado el efecto era aún peor pues a cualquier sencilla pregunta respondía con una cantidad de palabras excesiva para el gusto de Udokal, la mayoría extrañas y además a una velocidad que dificilmente podía entenderle. Incluso creía que a veces contestaba a cosas que ni siquiera le había preguntado.
Al final no pudo conseguir sacar mucho en claro y se quedó peor de lo que estaba, pero volver a preguntarle no era opción.

-Bien.

Se limitó a sonreir y a asentir con la cabeza cuando Phey terminó de hablar para volverse a Keloa y Pazzo.

-¿Que dijo? ¿Quiere hacer una fiesta con los soldados mientras construyen un edificio? ¿Ahora vamos a tener que volver a construir la posada? No pudo evitar echar una mirada poco amistosa a Kalen, que había insistido en quemar aquel edificio, pero volvió la mirada enseguida a las chicas. ¿Ha dicho cuatro días?

Esperaba equivocarse, cuatro días eran demasiados, y ni siquiera tenía claro porqué debían volver al pueblo si ya habían solucionado todo lo que había pasado allí, esperaba que Keloa o Pazzo le aclararan un poco la situación.

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26/04/2015, 21:40
Kalen

Pensó indicar que Baldrig se perdía entre la multitud, pero luego recapacitó al ver que eso era precisamente lo que pretendía. No podía culparlo, era un anciano que ya no tenía la paciencia para aguantar los sinsentidos de un jovenzuelo. No iba a engañarse, Phey era un peligro cada vez que abría la boca.

El viejo era afortunado, no tuvo que escuchar la explicación sobre bailes, fiestas y desvaríos varios. Negó con la cabeza, tenía una capacidad impresionante para liarla con una verborrea que, por fortuna para Phey, era pura inocencia. Estaba lejos de ser un charlatán, aunque uno podrían aprender bastante si lograba mantenerse con vida junto a él. Por lo menos se le había quitado la idea de permanecer una larga temporada en aquel lodazal, la cuestión era si había ánimos de estar siquiera un día.

"Puta gracia que me hace", chasqueó la lengua.

Quiso pensar que escuchó atento sus palabras, lo cierto es que estaba practicando una nueva técnica para filtrar sus locos pensamientos que tan alegremente compartía con todos. "Cuatro o cinco días", eso era lo importante. Eso y la ligera animosidad con la que Udokal le miró. Algo había compartido con las dos mujeres tras asentir sonriente a Phey, no sabía qué pero no le gustó.

Cuando avanzaron un poco más, seguros de estar a una distancia más que razonable del camino principal, se acercó con cautela para hablar con Phey. No pretendía asustar a los caballos, no estaba seguro de ser capaz de controlarlo. Se apiadó de él al no proponer un alto en el camino al saber lo complicado que le resultaba subir y bajar del caballo. Bastaría con aquella cercanía.

- Phey, has estado a punto de provocar que nos maten, o como mínimo que nos encarcelen -Su voz neutra no estaba destinada a suavizar las cosas, pero tampoco pretendía ser una reprimenda. Alzó una mano-. Déjame terminar -Mantuvo el paso, y aunque el silencio posterior parecía indicar que estaba pensando sus próximas palabras la realidad era que dedicaba unos instantes a observar a su alrededor-. Si hemos salido indemnes es por tu emblema -"Y por que se dio cuenta que eres un caso especial"-, pero el peligro ha estado ahí y lo has provocado tú. Te pido, como amigo que dices ser -"Y más que me gustaría lograr- que recapacites antes de volver a meter la pata de esa manera -Alzó la mano nuevamente indicándole que aguardara. Es más, le pidió que parara. Quería mirarlo a los ojos- No habrá bailes, ni fiestas, ni talleres, ni charlas de reinserción (o lo que carajo sea eso). Sí, Phey, te escucho. Pero no son buena gente. La buena gente no secuestra a viajeros y los sacrifica.

Lo miró en silencio apreciando la bondad en aquellos ojos marrones.

- No olvides a la joven que con tus propias manos enterraste.

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26/04/2015, 22:18
Pazzo

Pazzo empezaba a entender porque tenían que volver al pueblo, pero no lo tenía muy claro. Al parecer si Phey y Ophelia no volvían, les mataban los soldados. ¡Eso no podía pasar! La buena señora le caía muy bien a la pequeña naiss y Phey… Se encogió de hombros como respuesta a las preguntas de Udokal. Seguro que más adelante ya les iban a explicar lo que había pasado. El pelirrojo tenía razón, no era buena idea dejar al guerrero sagrado hablar con gente que no lo conocían y que tenían el poder de obligarles a cambiar el rumbo, como esos soldados.

Se pusieron en marcha y dentro de poco ya no estaban bajo de las miradas del comandante. Avanzar contra la marea humana no resultaba fácil, por suerte Pazzo no era nada voluminosa y Luis tampoco. Además, el animal parecía tener un sexto sentido a la hora de esquivar a la gente. A los grandullones les costaba un poco más, sobre todo a Udokal, que no estaba gordo, pero bastante ancho.

A pesar de lo sencilla que era la pregunta del pelirrojo, Phey se hizo la picha un lio al responder, como siempre. A ella le encantaba escucharlo, aunque hablaba mucho y no decía nada. Su tono de voz, el modo en el que pronunciaba las palabras, esos labios moviéndose sin parar, esos labios... Hubo un momento en el que no le importaba mucho lo que decía, podría decir que tenía un efecto hipnotizante sobre ella. La pregunta que le hizo la trajo de vuelta a la realidad.

- Sí… sí, ya saben los números y los días y los meses… No siguió hablando para no soltar un monólogo como el que acababa de soltar él, además, Udokal también tenía preguntas que necesitaban respuestas. Cambió al idioma antiguo para responder al pelirrojo.

Dice que… Dice… Inspiró aire y juntó sus pensamientos. Probablemente llegaremos al pueblo por la noche y que vamos a estar cuatro días ahí. Lo demás son cosas sin importancia, aunque a mí me encantaría una fiesta local con música, comida y bailes, como los que había en los lugares por donde viajaba con sus padres. Se acordó del abrazo que le había dado y ya se imaginaba bailando con él. Sacudió la cabeza para dejar de soñar con los ojos abiertos y luego preguntó a todos y a nadie en concreto, en el idioma común. ¿Qué ha pasado con el comandante? ¿Por qué estamos obligados a volver al pueblo? ¿No podemos ignorar sus ordenes y seguir con nuestro camino? Los O´Shars tiene que reunirse con los otros tribus y ya hemos tardado demasiado en llegar ahí.

En algún momento Kalen se acercó para hablar con Phey, pero entre el ruido que había alrededor y que Pazzo no estaba demasiado cerca, no entendió casi nada de lo que le dijo.

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27/04/2015, 11:56
Phey Stern

Kalen, entiendo a qué te refieres, más o menos, pero en cuanto a la joven... La persona que sujetaba el cuchillo ha pagado su crímen. Ya está. Se ha hecho Justicia. Y en cuanto a lo otro... Espera un momento...

Phey azuzó a Hanne para adelantarse al grupo y cruzó el caballo delante de ellos para hablarles a todos. No era una arenga, ni un discurso. El único fin de sus palabras era aclarar las cosas.

Parad un momento. He de deciros algo...

Lo siento. He cometido un error y me hago plenamente responsable. Al decir Shaun... mmh... He dicho en voz alta, hace un rato, una palabra que ha puesto a todos los soldados a la defensiva, y a nosotros, parece ser, que en un riesgo. Ha sido sin querer, pero voy a tomar una medida para enmendarlo y que no vuelva a ocurrir. Para ello me comprometo a no volver a subir el tono de voz para hablar con alguien que no tengo al lado, y que así no se pueda tergiversar el mensaje de lo que quiero decir. Eso formaba parte de la educación que me dieron mis padres y el monasterio, y en algún momento torcí mi camino de paladín y olvidé las buenas maneras. La próxima vez que tenga que hablar con alguien, primero iré hasta él para poder hablar cara a cara y evitar así que se repitan mis faltas. Quiero agradecer a Kalen, como buen amigo, que me haya hecho ver mis defectos... Un fuerte aplauso para Kalen...

PLAS - PLAS - PLAS - PLAS

También aprovecho para aclarar el cometido de este cambio de destino. Volvemos a Tarmall... perdón, Martall... por responsabilidad, al igual que por responsabilidad nos fuimos para avisar a las autoridades. Ese cometido es ahora misión del Comandante... uh... ¿Cómo se llamaba? Es igual. El caso es que ya hemos solucionado el tema de dar aviso. Pero como bien ha dicho el comandante cuando hablé con él, hasta que las autoridades puedan hacerse cargo, nosotros somos los únicos disponibles para mantener el orden en el pueblo. A nosotros no nos cuesta nada, que ya estamos prácticamente de vuelta y ya conocemos la situación. En unos días, mínimo cuatro y desde luego dudo que en el peor de los casos nos lleve más de una semana, las autoridades llegarán para hacerse cargo. Entonces nosotros partiremos a por la recompensa que os habéis ganado, incrementada por el tiempo invertido en ser los guardias custodios. Veamos... si el pago de un soldado es de una pieza de treinta platas al mes, a vosotros os correspondería una pieza de plata adicional de recompensa por cada día que pasemos en el pueblo, además de lo ya pactado.

Y todo volverá a la normalidad tras este paréntesis: os acompañaré para que cobréis vuestra recompensa y buscaremos la tribu perdida de los Oshar. Pero lo primero es la responsabilidad de hacer las cosas bien, y en eso estamos. No hemos ayudado a toda esa gente oprimida por el alcalde y velado por la seguridad de los viajeros que paraban en aquella posada para ahora desentendernos.

Ah... debí decantarme por dar un discurso. No se puede ser claro si sigo usando tan pocas palabras como esta vez, debo explayarme más.

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27/04/2015, 12:48

Notas de juego

Todavia esperare un poco a postear, para ver quienes (todos o no) vais a Martall y quienes no.

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27/04/2015, 17:21
Mamawe

¿ y ahora un discurso?Mamawe suspiró profundamente,Phey, no es cosa de haberlo gritado. Eres estúpido, necesitas que alguien te lo diga.Tienes la cabeza llena de... no sé de qué, pero no es la realidad.
Al menos al haber gritado Ophelia ha tenido tiempo de interrumpirte e intentar solucionarlo todo antes de que provocases nuestra muerte.
Miró a su alrededor, -Yo no voy a ir a ese poblado, todos nos odiarán. Si alguien hubiese matado a algunos de tus vecinos e incendiado parte de tu poblado lo odiarías... eso es así.

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27/04/2015, 20:14
Udokal

Como Udokal había imaginado todo el discurso de Phey se reducía a volver al pueblo y estar allí cuatro días según le había confirmado Pazzo. No le había dicho porqué o si tenían que hacer algo durante ese tiempo, pero según la Naiss eran cosas sin importancia, así que no merecía la pena perder el tiempo.

-Bien, iremos con Phey para asegurarnos que no le pasa nada, después continuaremos nuestro camino.

Suponía que cuatro días no marcarían mucho la diferencia en el largo viaje que habían emprendido, además ahora con el animal de Pazzo avanzarían mucho más rápido que hasta ahora y compensarían ese tiempo perdido. Pazzo no le había dicho nada de que Phey podía morir si no iba al pueblo, quizás Phey no se lo había dicho para no preocuparla. Y mientras seguían avanzando, o más bien retrocediendo, algunos habían aprovechado para preguntar cosas al guerrero sagrado, quizás detalles de lo que había pasado o lo que harían en el pueblo. El "quemaposadas" fue uno de ellos y por supuesto Pazzo. No le interesaban sus conversaciones, si había algo importante Keloa o Pazzo le avisarían, de otra forma no interrumpiría su regreso, aunque comenzó a preguntarse donde dormirían esta vez, Kalen había quemado el único sitio que había en el pueblo.

Quizás el sitio de los animales siga bien, o si no alguna de las casas, parecía que habían quedado vacías algunas.

No le importaba mucho, incluso mientras no lloviera podría dormirse perfectamente al raso, tenían mantas y en aquellas tierras hacía bastante calor, con algo de tiempo podían improvisar un enramado para protegerse de la lluvia y el viento, pero ya miraría que hacer cuando llegaran allí. No pudo reprimir una mueca de fastidio y cierta sorpresa cuando Phey cruzó su caballo en mitad del camino y les hizo un gesto para que se detenieran. Miró al resto pero todos parecían igual de sorprendidos, probablemente el guerrero sagrado había pensado en algo más.
No entendió mucho, pero en cierto momento supo que hablaba de Kalen y después comenzó a chocar las palmas de sus manos una y otra vez.

¿Que hace? ¿Será alguna especie de ritual para su dios?

Phey sostenía que había un ser superior en alguna parte, estaba convencido de ello, como todos los de su tribu y además intentaba convencer a los demás de lo mismo. Udokal respetaba sus ideas, pero tenía claro que eso no era posible ni tenía sentido alguno.
Tras el extraño choque de palmas le pareció que hablaba del pueblo y de lo que harían allí, si había algo nuevo Keloa o Pazzo se lo dirían, y también habló algo de los O'Shar, se imaginaba que tras terminar allí seguiría con ellos en su búsqueda. Nuevamente demasiadas palabras para decir tan poco, o más bien para decir lo mismo.

¿Será el golpe en la cabeza? ¿No se acuerda de que acaba de decir lo mismo?

Si Hanne estuviera con ellos se lo diría para que lo mirase bien, pero no conocía a nadie con sus mismas capacidades de curación. En cualquier caso se lo comentaría a Pazzo para que estuviera atenta en el futuro y si se encontraban a alguien como la sacerdotisa examinara a Phey.
En realidad, aunque para Udokal era lo mismo de antes, algo nuevo debía de haber cuando esta vez fue Mamawe, la guerrera oscura que casi siempre guardaba silencio, la que se acercó y le dijo algo. No parecía de acuerdo con algo y por lo que Udokal entendía ella no estaba dispuesta a volver al pueblo.

-Phey tener que ir, nosotros ir. Después seguir camino.

Udokal se erigió en improvisado portavoz de Keloa y Pazzo pues ya se habían puesto de acuerdo sobre eso, al fin y al cabo Phey formaba parte de "su pequeña tribu" y los O'Shar no abandonaban a los suyos sin más. Además si Udokal no había entendido mal tan solo Ophelia y Phey habían sido obligados a volver, el resto podía seguir su camino como había hecho el viejo Poderoso, nadie les obligaría a ir, ni tampoco a obedecer el mandato del jefe de los soldados si Ophelia rehusaba volver tampoco se lo impediría.

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28/04/2015, 23:33
Ophelia

El viejo mago demostró la sabiduría que da la edad —más de la que Ophelia había alcanzado, al parecer—, perdiéndose entre las caravanas y viajeros montados. Ni una palabra o mirada atrás. El agradecimiento por haberle salvado la vida no llegaba hasta el punto de volver a jugarse la vida por seguir a un incosnciente.

La mujer estaba ya bastante curada de espantos como para sorprenderse ante las explicaciones de Phey. Pretender que las palabras del muchacho encerraran una minúscula partícula de sentido común era una necedad de calibre semejante a la de tratar de calmar la sed metiéndose puñados de arena en la boca.

Así que, ya fuera del alcance de los oídos de la soldadesca, que había desaparecido tiempo atrás, avanzando en sentido opuesto, y apartados del camino y los oídos indiscretos de mercaderes y otros viajeros, dejó que el torrente de palabras pasara a su alrededor como una ráfaga de viento, incapaz de hacer más daño que el de enredarle el cabello.

Mamawe tiene razón, asintió. Hagamos como si el asunto de la fiesta y los bailes no hubiera sido expuesto, por el bien de nuestras respectivas corduras. Y seamos serios. ¿Qué creéis que van a pensar los aldeanos de nosotros al vernos llegar? Nos han visto irrumpir por la fuerza en su ritual, matar a su líder espiritual y sus convecinos, y prender fuego a su posada. Pueden ser un hatajo de cobardes, porque prefiero pensar eso a considerar que todos estaban de acuerdo con lo que sucedía en aquella cueva, pero querrán proteger a sus familias por encima de todo. Si volvemos, probablemente nos fuercen a que los matemos, dejando a sus hijos huérfanos y desprotegidos.

Y a pesar de todo, si decidían volver al pueblo, estaba ya segura de que iba a acompañarles. Era la única de los presentes que tenía las habilidades necesarias para tratar de evitar el desastre.

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29/04/2015, 20:49
Pazzo

Las orejas de Luis se volvieron hacia Phey para escucharlo con atención. Era evidente que el burro tenía buen gusto. Por alguna razón no toleraba muy bien a las mujeres grandes del grupo. Podría ser porque se sentía como un perro al lado de ellas. Sin embargo, no tenía nada en contra de Udokal. Cosas de burros y que seguramente no tenían ninguna importancia.

A Pazzo se le hacía cada vez más difícil prestar atención. El calor que hacía y la comida que hace poco había ingerido, pedían a gritos una siesta. Podía dejarse caer a un lado y dormir encima de los quesos. Como se habían ablandado por el calor, seguro que servirían muy bien para dormir un poco.

Mientras los ojos se turnaban para seguir abiertos, otro animal peludo y bajito, y no me refiero a un enano, se acercó a Luis. Pazzo solo lo vio un momento antes de quedarse tumbada de espaldas encima del burro que echó a correr como si no hubiera mañana. Evidentemente, no fue un paseo agradable hasta que la bestia se tranquilizó y la pequeña naiss pudo volver a tener el control de las riendas.

Cuando miró hacia atrás, vio que el otro burro se quedó parado en seco, gracias a una cadena a la que estaba atado, y que tenía cinco patas. Al acercarse se dio cuenta de que no todas eran patas y que pudo haber fallado a la hora de ponerle el nombre a su montura.

Se bajó del animal y comprobó que Luis en realidad era… Luisa y, dando un rodeo para evitar a su pretendiente, volvió con el resto del grupo.

- ¡Vaya susto me acabo de dar! Mi burro es una burra y al parecer no le gustan los besos y los abrazos, porque eso le iba a dar el otro burro, seguro. ¿Entonces, volvemos al pueblo o no? En realidad a ella le daba igual, mientras el grupo seguía unido.

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29/04/2015, 22:58
Keloa

Keloa resoplaba ante los argumentos de sus compañeros. La bella lanzera cerro con fuerza su puño derecho y empezo a contar osos cavernarios, cada vez que alguno de sus alocados compañeros argumentaba cosas sin sentido para la bella guerrera, ella era una mujer de acción y estaba empezando a  cansarse de tanta conversación.

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30/04/2015, 19:00
Udokal

Udokal no hizo demasiado caso a las palabras de la señora vieja, no solía prestar atención a ninguna conversación que no se dirigiera directamente a él o a no ser que lo hicieran Pazzo o Keloa. Estaba cansado de escuchar a Phey y al resto apenas los conocía, si decían algo importante seguramente la Naiss o su compañera se lo harían saber, le costaba tener que prestar tanta atención a alguien que hablaba para después acabar sin entender casi nada.
Además justo en aquellos momentos Luis comenzó a correr como si algo lo hubiera asustado, pero Udokal no observó ningún peligro, tan solo otro burro atado a una cadena. Siguió con la vista a la montura y a la amazona pues no quería que se perdieran entre la gran cantidad de gente que transitaba aquel camino, y se despreocupó cuando dieron la vuelta y regresaron de nuevo con el grupo. Sonrió abiertamente pues le había hecho mucha gracia toda la escena y miró como Pazzo se bajaba del animal y comenzaba a observarlo, al parecer había fallado al ponerle el nombre pues no era un macho si no una hembra.

-Jajajajaja. Entonces ya no puedes llamarlo Luis, tendrás que llamarlo Luisa, o mejor Lluvisa porque lo encontraste bajo la lluvia. Udokal asintió con la cabeza ante la pregunta de Pazzo de si volvían al pueblo, que remedio les quedaba. ¿Vas a ir andando o vas a volver a montar en el animal? No queremos perderte. Miró hacia Keloa que parecía algo cansada de todo aquello. Quizás puedas cazar mientras estemos en el pueblo, será una buena forma de practicar con tus lanzas y yo asaré lo que consigas.

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01/05/2015, 10:49
Phey Stern

No... snif...-un lagrimón empezó a resbalar por la mejilla de Phey, pero la prioridad era consolar a la giganta por si sentía mal por llamar a Phey estúpido-No has herido mis sentimientos, Manawe. Estamos entre amigos y tienes toda la libertad de decir lo que piensas. Soy consciente de que a veces nado contra corriente, y propongo cosas que rozan lo utópico. Anoche, en la posada, no querías ni oír hablar de ir a la cueva. Pero fuiste, y marcaste la diferencia. Logramos darle a un anciano unos años más de vida y evitamos que un demonio se moviese libremente por la región. Se trata de hacer un mundo mejor, solo eso. Y prefiero aportar mi granito de arena antes que irme desentendiéndome de las consecuencias de mis actos o mis innacciones.

Miró a Pazzo y su reciente descubrimiento. Se la notaba que era buena chica, tratando de rebajar el ambiente con su sentido del humor, pero Phey no tenía de eso. Que Luis fuese Luisa no tenía relevancia salvo que en el campo de batalla te fueses a enfrentar a una horda de jinetes en burro, y el celo de los animales pudiese hacerles difícil de contener en batalla... Pero solo eran burros, no montaban dragones. El cruzado reducía su lógica a eso, nunca fue muy de reír. Demasiadas tragedias en las vidas de demasiadas personas como para frivolizar en el ochenta por ciento de las situaciones cómicas. Hay estados de ánimo en los que te resulta más díficil reír, es solo eso.

Aunque nos odiasen, aunque quisieran matarnos, seguimos siendo necesarios en ese pueblo. No vamos a matar a nadie por mirarnos mal, o por abuchearnos. Se trata de la Ley. Todo el mundo debería ser consciente de que los pequeños delitos y cruzar la linea roja son cosas distintas. Si hay gente en el pueblo que pretende seguir convocando demonios, se expone a castigos como dejar a sus hijos sin un padre. Eso no es cosa del brazo que ejecuta la sentencia.

Con las rodillas espoleó a Hanne para ponerse junta a Manawe. A aquella mujer le tendió la mano.

Me despido de ti, Manawe. Espero que nos podamos volver a encontrar en el futuro.

¿Alguien más se iría con ella? Phey esperaba que no. Incluso la vieja gruñona de Ophelia no había dicho un no rotundo.