Partida Rol por web

Tiempos de Guerra

Capitulo I

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03/05/2015, 16:41

Notas de juego

Kalen?

Parece que de momento la unica que no va a regresar al pueblo en Mamawe

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05/05/2015, 21:36
Kalen

Una vez escuchó una extraña expresión y hasta ahora no entendía el significado del mismo: "¡Trágame, tierra!". El sonido de los aplausos hizo cambiar su expresión.

PLAS. Desconcierto.
PLAS. Desconfianza.
PLAS. Bochorno.
PLAS. Resignación.

"La madre que lo parió".

No tuvo tiempo para meditar sobre la bochornosa sensación que sentía, y que un buen observador percibiría. Tras el soliloquio que amenazaba con ser bien largo (había un punto de admiración en aquello de hablar tanto sin cansarse) la respuesta de Mamawe fue contundente e hizo un gran esfuerzo por contener la risa a la par que sentía... Aquello era raro, no le gustó que lo llamaran estúpido aunque lo fuera.

Los O'Shar y la pequeñaja regresarían al pueblo con tal de no dejar solo a Phey, mientras que Ophelia expuso todo aquello por lo que no merecía la pena regresar. ¿Y ahora qué? La mano ofrecida a Mamawe daba por finalizado un trayecto, siempre y cuando la aceptara y marchara en otra dirección. No estaba necesitado de dinero, pero sabía que eran tiempos complicados y no le vendría mal tener alguna reserva. Sintió la necesidad de preservar la compañía de la mujer con la cual había compartido viaje, aunque a diferencia de ella tenía claro que nada le ataba y en cualquier momento podría abandonar el grupo.

- Cuídate, Mamawe. 

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05/05/2015, 22:41

Notas de juego

Te encaminas entonces por tu cuenta?

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06/05/2015, 15:54
Mamawe

¿Encima le tendía la mano?... Aquel muchacho era sin lugar a dudas la persona con menos juicio qeu jamás hubiese conocido.
Le dió la mano como de pasada mientras suspiraba y hacía girar su montura.
Al girarse no pudo evitar que su vista se posara en el grandísimo guerrero pelirrojo, una pena separarse.Con alguien así de su lado siempre se tenía cierta ventaja en combate.Lo mismo pensó de Kalen, se conocían desde hacía poco pero no había sido un mal compañero. Cauto, poco hablador y buen luchador, justo como le gustaba que fuese la gente.
-Suerte. Masculló entre dientes, estaba segura de que iban a necesitarla porque si algo tenía claro tras el poco tiempo que llevaba con ellos, era qeu seguir a un grupo capitaneado por Phey era un verdadero suicidio.
Tal vez fuese un error quedarse sola si sus perseguidores la encontraban, pero a su modo de ver no era tan peligroso como quedarse cerca del guerrero.

 

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06/05/2015, 17:27

Notas de juego

Bueno, pues parece que el grupo se va a separar, y no estoy nada seguro de que os volvais a encontrar.

Otro apunte... el ritmo de posteo ha caido mucho, en teoria son 2-3 mensajes a la semana y solo estamos en 1 (como mucho)

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08/05/2015, 00:33
Ophelia

Por un momento se imaginó que todos ellos habían inclinado los torsos y echado las manos al suelo, abandonando ropas y armaduras por la vestimenta natural de un lomo lanudo. Lanas blancas y lanas rojas, y lana negra de la oveja que marchaba por su cuenta, abandonando el rebaño. Una se lanzaba inconsciente hacia inciertos caminos, y ciegamente la seguían sus hermanas. No escuchaba palabras, sino balidos, y comprobaba con desabrimiento cómo había adquirido, sin pretenderlo, la capacidad de comprenderlos.

Mas no había crecido entre granjeros, sino lejos del mundo en el interior de una torre inmensa, donde los únicos animales que rondaban eran ratas y gatos, y de las ovejas nada conocía. Era presuntuoso y necio suponer cómo se comportaban animales a los que solo había visto cardados y cocinados.

Intentó ahuyentar la desazón con un chasquido de la lengua, tan infructuoso como tratar de sacársela de las tripas a paladas. Más fácil, más razonable, fue ignorarla.

—Me metí en esta encrucijada en lugar de marcharme con viento fresco —dijo con resignación—. Mal gusto de boca me va a quedar si lo dejo a medias.

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08/05/2015, 13:01

Retomáis el camino de vuelta al pueblo donde apenas hace 12 horas tuvisteis un encuentro con un sangriento culto a un Shaunarkar. El camino se hace bastante pesado, por todo las caravanas y viajeros que os encontráis avanzando en dirección opuesta.

El tiempo ha cambiado, a algo más propio del verano, y el calor se hace notar, en especial sobre los O´Shar con sus armaduras de pieles.

Después de unas dos horas, abandonáis el camino principal para tomar otro mucho menos transitado que os lleva en otro tanto hasta el pueblo.

Al acercaros, os recibe el mismo silencio que cuando lo abandonasteis... pero no, esta vez, parece que se palpe algo distinto en el ambiente, pues al prestar más atención, os dais cuenta que ni siquiera se escuchan los ruidos típicos que siempre emiten los animales en la naturaleza, y esa falta de sonido, se hace ensordecedora.

No habéis entrado todavía al pueblo en sí, cuando os encontráis con el primer cuerpo, destrozado, sobre una mancha de sangre ya reseca...

Notas de juego

Marco a Mamawe para que, como de momento va a estar sola, se entretenga tambien leyendo un poco vuestras desventuras.

 

Bueno, pequeña y solitaria gladiadora, dime hacia donde te encaminas, que dirección toman tus botas.

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08/05/2015, 18:38
Udokal

A Udokal el camino de regreso se le hizo más largo, quizás por volver a un sitio al que no quería ir y que quedaba en dirección contraria a donde debería estar caminando, o tal vez fuera aquel insoportable calor que no cesaba y lo hacía sudar. Debía admitir que estar lejos del tremendo frío de sus tierras natales era agradable, o al menos lo fue al principio cuando el sol no quemaba de aquella manera, además las pieles que llevaba encima no ayudaban. Se preguntaba si Phey iba más fresco dentro de su armadura o también sufría el castigo del sol.

-Pequeña Pazzo, dime que este calor no es normal, que pronto bajarán las temperaturas. No necesito que nieve, pero nunca había pasado tanto calor en mi vida, es como estar a unos centímetros de una hoguera de la que no te puedes apartar.

Suponía que Keloa se sentía igual, pero seguía silenciosa los pasos del grupo, atenta como él a cualquier incidencia que se pudiera producir a su alrededor.
Cuando llegaron a la aldea les recibió un silencio sepulcral, no había niños jugando, gritando o llorando, ni hombres o mujeres de un lado a otro.

¿Seguirán metidos en sus casas?

Eso sería el colmo de la cobardía. ¿Es que esa gente ya no iba a salir nunca? No hizo falta adentrarse mucho en el lugar para comprender que allí pasaba algo, Udokal había sentido ese silencio otras veces, esa falta de sonido tan poco natural que solo aparecía cuando la muerte y el peligro estaban cerca. El primer cuerpo destrozado no hizo más que confirmarlo, además la sangre ya estaba seca, había pasado bastante tiempo de la muerte de aquel desgraciado o desgraciada, estaba irreconocible, seguramente al poco de marcharse ellos.
Sacó su hacha y se mantuvo alerta mirando al interior del pueblo e intentando localizar algún enemigo, se volvió hacia los otros y habló a Pazzo para que tradujera sus palabras al resto.

-Alguien estuvo matando aquí, la sangre está seca así que han pasado varias horas, no pudo ser mucho después de que nos marcháramos. Keloa y yo iremos delante, seguidnos a una distancia prudente o quedaros aquí mientras comprobamos si hay peligro.

Le hizo un gesto a su compañera y se dirigió hacia el interior del poblado preparado para un posible combate.

Notas de juego

No se si observar el cadáver de cerca puede darme alguna pista de que pasó... en todo caso Udokal no se entretendrá mucho buscando detalles, prefiere buscar enemigos.

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10/05/2015, 13:39
Phey Stern

No-no-no-no-no...

Phey creía contar con más tiempo. El desconcierto inicial, la "destitución forzosa" del alcalde... sin un líder, pasarían tiempo hablando entre ellos de qué hacer. Y la consecuencia lógica de obligarles a razonar sobre su situación llevaba indubitablemente para Phey a una conclusión: debían abrazar la fé de Ihvist y cambiar el rumbo. Y ya en ese futurible, y aunque esa fuesa la opinión sensata de la mayoría de redimidos, uno o dos se aferrarían a los viejos cultos. Lo que no esperaba Phey es que ese viaje transformador de la realidad social del pueblo se hiciese en menos de doce horas... ni que ese par de personas díscolas no fuesen a ser reducidas por una mayoría bendecida por la Luz y la Justicia.

Que no sea el converso... que no sea el converso...

Le había liberado y dejado ir hacia el pueblo. ¿Acaso los demás ya esperaban al converso por traidor? ¿Lo apalearon aquí mismo pensando que aún era un sectario peligroso o creyendo que se había redimido y abandonado la causa demoniaca? El Cruzado desmontó mientras Udokal le decía a Pazzo nosequé en su idioma norteño. La armadura no permitía acunclillarse, así que se arrodilló y trató de ver si la cara todavía era discernible y se trataba del hombre que Phey había convencido de que el camino del Bien era el correcto. Pesaría sobre su conciencia si era así: Hanne, el converso... todos.

También examinó las heridas para determinar la causa de la muerte. Sería un ligero alivio de tensión, que no de remordimientos, encontrar marcas de que el cadáver, por ejemplo, había sido embestido por un jabalí salvaje de esos que rehuyen aproximarse más de este punto a las aldeas con presencia humana. Un accidente agreste que le podría pasar a cualquiera que pasease por las afueras en el momento menos indicado. Eso significaría al menos que Martall seguía siendo el lugar pacífico lleno de bondad en el que Phey lo había convertido antes de abandonar el pueblo.

- Tiradas (2)
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10/05/2015, 17:54

Notas de juego

No hay marcas rituales.

El cuerpo esta salvajemente destrozado, mutilado, es dificil extraer una conclusión, pero dirias que las marcas en el cuerpo son producto de una combinacion de garras y armas de filo.

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10/05/2015, 22:15
Kalen

Tan casual como se habían encontrado se despidieron, y no pudo más que sonreír ante lo dicho por la mujer. Suerte era lo mínimo que necesitaban cuando las palabras salían de cierta boca. En cuanto se dispusieron a partir de regreso azuzó ligeramente su montura. Regresarían, todos menos Mamawe.

Entre el calor, la vigilancia y la mala leche que tenía encima la travesía fue todo menos agradable. Regresaba al pueblucho de mierda y sentía que Phey tenía agarrados sus huevos y no como le gustaría. La realidad era más simple, pero aunque el nuevo grupo estaba formado por gente muy capaz tendría que buscar el momento para hablar con el resto sobre cómo atar en corto al justiciero. Su elección se basó en la recompensa, que pasaba por asustar a un par de aldeanos (sin que le viera) y permanecer dentro de un grupo más competente que le mantuviera más tiempo con vida. Aún no estaba lo suficientemente lejos.

La travesía le pareció eterna intentando que su mal humor no afectara a su percepción del entorno. Reconoció la cercanía al pueblo, ya estaban muy próximos al lodazal pero... No divisó el humo de los hogares, ni el olor de la comida casera, por no hablar del silencio. La respuesta yacía muerta en el camino, destrozada, y no sería la primera. El despliegue fue rápido, con los O'Shar como siempre a la cabeza buscando la venerada muerte en combate. Phey, por otro lado, desmontó temeroso de haber cometido un error, tan iluso como cabía esperar y aún así no era quien para bajarle de la nube en que se encontraba.

Desmontaría también, no podía entrar a caballo sin esperar un recibimiento como lo que sus ojos estaban viendo. Ató al animal a una rama baja esperando que estuviera a resguardo mientras inspeccionaba el terreno. Se uniría a los O'Shar, pero no a su manera. Sacando su característica espada, demasiado para su gusto, se sacudió toda duda.

- ¿Vamos? -Invitó a la naiss a inspeccionar la zona, al menos sabía que junto a ella podía esperar un poco más de sensatez y menos "aquí estamos y gruñidos varios"-. Echemos un vistazo primero, en terreno abierto otro par de ojos ayudan.

Miró a los presentes esperando un entendimiento, y finalmente se dirigió a Ophelia.

- ¿Viene o hace el conjuro? -Un par de toques en la sien con su dedo índice creyó suficiente para hacerse entender.

Phey estaría alucinando un buen rato si la mala suerte mostraba al "converso", y no sería nada más que casualidad, pero en su sencillo mundo resultaría ser un quebradero de cabeza para el resto. Si fuera creyente una plegaria a Ihvist para que se apiadara de su elegido no vendría mal.

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11/05/2015, 01:50
Ophelia

Ophelia tenía de nuevo la capucha echada sobre la cabeza. No había lluvia de la que protegerse, sino un sol de justicia que reclamaba su trono a la corte de nubes que lo había mantenido oculto durante largos días. No sufría el azote del calor como algunos de los otros, pues el mismo sencillo sortilegio que mantenía secas y cálidas sus ropas, evitaba ahora que se calentaran. Sobre todo, sin embargo, la llevaba para que las sombras ocultaran su expresión. Apretaba con fuerza los labios para que no escaparan rezongos más propios de la cría que no era desde hacía décadas, o de la vieja en la que esperaba tardar un par más en convertirse.

Desde el camino, el pueblo parecía hallarse en el mismo estado en el que lo habían dejado, cuando los aldeanos se habían encerrado en sus viviendas. Ya en las afueras se podía comprobar que no había un alma en las calles, y el silencio que rodeaba el lugar era equiparable al de un lugar de culto. No era el silencio de la usencia sino el del expolio. Ominoso como el rasgar de un arma desenfundándose a las espaldas en mitad de la noche.

Como si de una grotesca advertencia se tratara, un cadáver hecho pedazos decoraba la misma entrada. Las reacciones de unos y otros fueron dispares. La mujer no se inmutó. No le agradaba la visión, pero no esperaba menos de aquellas gentes. De algunos de ellos solamente, espero.

Bajó de su montura y asintió cuando Kalen se tocó la sien. Lanzó primero su sortilegio sobre el muchacho y, a continuación, sobre la chiquilla naiss. No confiaba que los demás fueran a ser capaces de darle buen uso.

—Recordad que no os podré oír si os alejáis demasiado —advirtió.

Notas de juego

Massage sobre Kalen y Pazzo. He actualizado los puntos de magia por el descanso de la noche en la pestaña de notas.

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11/05/2015, 09:18
Mamawe

Mamawe encaminó sus pasos hacia el norte, esa era la dirección que había decidido tomar tiempo atrás, cuando escapó de su cautiverio. El norte, era desconocido para ella.Pero no le asustaba lo desconocido, sin embargo sí le causaba cierto reparo descubrir que estas tierras no estaban cargadas de oportunidades. El mundo era igual de repugnante en todas las partes.
Masculló una especie de maldición y continuó por el camino.

Notas de juego

Se dirige hacia el norte.

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11/05/2015, 13:17

A medida que os internáis mas en el pueblo, os encontráis con mas y mas cadáveres descuartizados y mucha sangre, ya reseca por todas las partes, suelo, las paredes de los edificios... incluso encontráis algún que otro cuerpo sobre los tejados de la casa. Todos, a parte del aspecto brutal con el que parecen haber sido descuartizados, tienen en común sus expresiones de profundo horror.

Las puertas de las casas están abiertas o destrozadas.

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11/05/2015, 13:24

Tus botas se encaminan ahora hacia el Norte, poco tiempo te ha durado la compañía. De nuevo la sensación de viajar sola, y aunque acostumbrada el cambio es claro, no tener a nadie en el que poder apoyarte, o que las miradas no se centren solo en ti. Y es que en compañía de aquel pintoresco grupo, en especial de los enormes O´Shar, nunca hasta entonces te habías encontrado con una mujer más alta que tu, ya no eras el blanco de las miradas de asombro, recelo y en ocasiones de burla por tu aspecto, y es que siendo dos cabezas más alta que la mujer media de estas tierras y una y media más que el hombre medio, pasar desapercibida resultaba casi imposible.

Las siguientes dos horas, avanzas lentamente rodeada siempre de demasiada gente que viaja en tu dirección. Finalmente, cuando empieza a atardecer, el camino desemboca en la plaza de un pueblo de considerable tamaño.

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12/05/2015, 14:24
Mamawe

Al atardecer llegó a un pueblo,desmontó y caminó despacio hacia el interior guiando a su montura. Era habitual que en las plazas de los pueblos hubiese alguna fuente o pilón en el que poder refrescarse.Eso era lo que buscaba, refrescarse. La temperatura había ido subiendo de forma gradual en los últimos días y se empezaba a hacer insoportable viajar con la capa de piel.
Después de mojarse la cara y rellenar su cantimplora intentaría encontrar un sitio en donde dar de beber a su montura y después saldría del poblado. En su cabeza aún tenía la imagen del pueblo anterior y de todas las tonterías de Phey. Necesitaba tranquilidad, disfrutar de la tranquilidad de un viaje en solitario. Trataría de cazar algo y dormiría al raso.

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12/05/2015, 15:39

A pesar del tamaño del pueblo, no menos de 10 veces mayor que en el que pasaste la noche pasada, se encuentra atestado de gente. Un autentico caos de caravanas, soldados, mercaderes asi como refugiados los cuales basta observarles durante unos segundos para atisbar el infierno del que vienen.

Una empalizada de madera a medio construir alrededor del pueblo, o mejor llamarlo Villa por su tamaño, y que responde al nombre de Helonshire, es claro indicador de que la guerra no está nada lejos...

En torno a la gran plaza del pueblo, en la que se amontonan medio centenar de carretas, la mayoría ya sin son animales de tiro, puedes ver 5 posadas, de las que no paran de salir ni entrar viajeros, dos de ellas, tienen un aspecto mucho más lujoso que las otras, en especial la que luce en su entrada un cartel con una dama semidesnuda.

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12/05/2015, 17:11
Keloa

Keloa caminaba junto a Udokal, con su lanza preparada ante cualquier tipo de emboscada. 

Algo había arrasado esa aldea y por la brutalidad empleada parecía que no era obra de un ser humano.

Señalando unos cadáveres a Udokal en el tejado, exclamo:

Esto es obra de algún demonio o bestia! Maldita magia oscura, Puag, escupiendo al suelo.

Esos fanáticos han tenido que invocar a un demonio o algo se ha enfado mucho con ellos.

Mirando al resto de sus compañeros, hizo una seña a Ophelia, ya que era la que quizás poseía más afinidad hacia la magia, intentando buscar una respuesta a este escabroso escenario.

Udokal, tu sabes que no me arredro ante un combate y que no temo el peligro, pero no me gustaría quedarme aquí de noche a averiguar lo que ha sucedido!

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12/05/2015, 19:26
Udokal

El cadáver destrozado que habían encontrado a la entrada del pueblo no era nada comparado con el escenario que fueron observando a medida que avanzaban hacia el interior de la población. Miró hacia donde Keloa le señalaba y observó como había restos de cadáveres esparcidos por los tejados incluso.
No sabía que había pasado pero debía ser algún monstruo de gran tamaño y fuerza para conseguir eso, o un grupo con malas intenciones que quería dejar una advertencia. Negó con la cabeza ante las palabras de Keloa, él no creía en esas cosas, pero si que conocía criaturas capaces de destrozar a los pequeños humanos de aquella manera, alguna debía haber pasado por allí.

-Algún monstruo grande de los pieles verdes, o uno de esos grandes dragones que llegaron con sus amigos. Creo que hemos llegado tarde.

No esperaba encontrar nadie con vida, o al menos eso parecía a primera vista, pero seguirían buscando. Udokal no guardaba rencor a los habitantes del pueblo, no al menos a los que no le atacaran, aunque no podía estar de acuerdo con lo que Keloa decía, nunca la había visto así, quizás todo aquello había impresionado a la lancera más de lo que pensaba.

-Tenemos que quedarnos con Phey.
Sentenció. Aunque creo que poco tiene que hacer aquí ya. Pregúntale si tenemos que seguir en el pueblo o podemos marcharnos ya. Voy a ver si queda alguien vivo.

Dejó al grupo seguro de que nada les pasaría pues todo estaba muy tranquilo y siguió buscando alguien con vida por las calles o por las casas, al menos en las que pudo entrar.

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13/05/2015, 02:02
Kalen

La imagen desmembrada del joven a sus pies, de unos ocho años, le transportó a otra vida donde comprendió erróneamente que sus días de paz llegaban a su fin. Un día donde otro hermano débil, herido casi hasta la muerte a base de latigazos, se hallaba tirado como si fuera un desperdicio también a sus pies. Un día donde su acto no fue piadoso sino lleno de miedo. Un día donde dejó de ser un niño para convertirse en un asesino. Sus pequeñas manos al cuello del moribundo y el pánico transmitido por sus ojos fue lo último que vio aquel amasijo de carne y esperanzas frustradas antes de morir.

Se quitó de encima la imagen con la misma rapidez que sacudió la cabeza.

- La carnicería está por todos lados, Señora. Incluso hay cadáveres en los tejados.

No había que ser un genio para darse cuenta que fuerzas mágicas habían hecho acto de presencia, ya fuera un ser sobrenatural o un enloquecido mago, o tal vez ambos.

- Dígale a Phey que entre con cautela, o le pateo el culo para que se calle -añadió medio en broma y mucho más en serio.

Con un ligero gesto de mano indicó a la naiss que se acercara pues con suerte aún no sabían de la presencia de ambos, y con mucha más suerte aún de los O'Shar.

- Mejor permanecemos juntos, esto se va a poner muy feo -susurró.

Aprovechando su entorno fue examinando el terreno que ofrecía más de lo mismo. La muerte, o más bien el ensañamiento, estaba por doquier. Con suerte habría algún superviviente, y ya que estaban pidiendo demasiado al azar podría ser colaborador y ofrecer algo de información.

El panorama general ya estaba claro, era hora de algo más específico así que fue echando un vistazo por las ventanas y puertas abiertas. Si percibía algo prometedor entraría, pero lo más probable es que al final tuvieran que regresar a aquella maldita cueva.