Partida Rol por web

Casi como aparecidos mágicamente, un tumulto lento pero implacable pareció llenar los rincones del lugar. En un abrir y cerrar de ojos, lo que antes parecía un lugar tranquilo se tornó en cuerpos muertos que andaban con determinación férrea hacia los aventureros.

Los no muertos estaban tan hacinados, que era difícil saber con exactitud cuántos había. Lo que si era evidente era el hedor pútrido que invadía la sala a su paso. Y lo que también era evidente era que solo tenían un objetivo, devorar al grupo de armados compañeros que se encontraba en medio de la sala.

Si querían salir de allí de una sola pieza, solo había dos caminos, o luchar contra los zombies, o huir por donde habían venido. Si, había todo un laberinto de túneles bajo la ciudad, justo detrás de ellos. Seguro que en unos meses encontrarían una salida segura… Siempre y cuando encontraran alimento para los recién liberados que les seguían ciegamente.
 

Tan rápido como aparecieron, Vast les dió la bienvenida con un poco hábil, pero eficaz, tajo con su sable. Más para matener a ralla los malditos que para acabar eficazmente con ellos.

-¡Esto es una mierda! ¡Retierémonos y busquemos otra salida! -Exclamó el bribón a la vez que intentaba esquivar los dientes y las zarpas de los muertos- ¡Solos no podremos con todos los habitantes de Tallin!
 

La joven frustrada pero nada sorprendida chasquea su lengua ante la nueva situación. Fastidiada una vez más de haber acertado lo que estaba por venir.  –¡Tsk!- ¿Cuantas veces más está dispuesta a seguir aquél grupo por mucho que vea que sus elecciones son las erróneas?  Claro que por otro lado, tampoco puede ir a su bola en esa infestada ciudad, menos ahora con Luan a su lado.

Y si bien hemos dicho que el ataque no la encuentra desprevenida, lejos de ello la joven Lean lleva esgrimiendo ya el arma en sus manos, pues previamente a la emboscada llevaba un par de cabezas cercenadas de aquellos bultos que bien podían ser cadáveres sin más o despojos por levantarse.  

Sin profesar lamento más alguno. La mujer descarga un golpe contra el más cercano de aquellos seres.

Veidan estaba jodido. Y lo sabía, así que en cuanto Zzara't asomó la cabeza, ya lo estaba esperando. Lo agarró por los brazos y lo miró a los ojos, sintiéndose más desesperado de lo que nunca se había sentido.

- Zzara't, amigo, necesito un buen remiendo o no voy a durar mucho. Puedes echarme una mano antes de que nos alcancen?

-Veida, fiel compañero, no será por la negligencia de este humilde siervo de la Gran Madre que tus heridas no encontrarán cura -sentencio con firmeza mientras extiendo mis manos hacia mi compañero y, una vez más, dejo fluir Su energía a través de mis manos que, con toda probabilidad, no serán jamás dignas de llegar a hacer siquiera una ínfima parte de aquello que Ella puede obrar.

El semielfo, respirando de nuevo a pleno pulmón aunque fuera el pútrido aire de la comuna infestada de no-muertos, agradeció con una solemne pero breve inclinación de cabeza la ayuda de Zzara't y se adelantó dejándolo el la retaguardia, colocándose al lado de los dos humanos y el elfo.

Se lo estaban jugando todo a una carta con sus agallas como único as en la manga. Pintaba de puta pena, pero ¿quién sabe? Hasta ahora seguían con vida, quizá la suerte les sonreiría una vez más...

- Caballeros, dama Lean... ha sido un honor- susurró mientras desenfundaba la espada- ¡y nenaza el último!- gritó mientras se abalanzaba sobre los zombies, dispuesto a llevarse por delante tantos como pudiera antes de irse él mismo a criar malvas.

Tal y como había pensado, a la que apareció el primer grupo de no-muertos soltó la cuerda del arco para almenos quitar uno de la cuenta, pero aunque la flecha voló certera a la cabeza solo la atravesó, sin destruirlo.

- Maldita sea! Ellos eran la única barrera entre aquellos muertos y los vivos de su espalda, no podian fallar ni una sola vez.

Como eliminarlos uno a uno sería demasiado lento dejó el arco a la espalda y buscó en su interior la fuerza mística que los pudiera eliminar...

- que el fuego purgue este lugar

 Tan rápido como aparecieron, Vast les dió la bienvenida con un poco hábil, pero eficaz, tajo con su sable. Más para matener a ralla los malditos que para acabar eficazmente con ellos.

-¡Esto es una mierda! ¡Retierémonos y busquemos otra salida! -Exclamó el bribón a la vez que intentaba esquivar los dientes y las zarpas de los muertos- ¡Solos no podremos con todos los habitantes de Tallin!

Los precisos movimientos de Vast abatieron al primero de los zombies que se había acercado impudentemente hacia su sable. La cabeza de este saltó por los aires, desapareciendo entre la multitud de no muertos.

La joven frustrada pero nada sorprendida chasquea su lengua ante la nueva situación. Fastidiada una vez más de haber acertado lo que estaba por venir.  –¡Tsk!- ¿Cuantas veces más está dispuesta a seguir aquél grupo por mucho que vea que sus elecciones son las erróneas?  Claro que por otro lado, tampoco puede ir a su bola en esa infestada ciudad, menos ahora con Luan a su lado.

Y si bien hemos dicho que el ataque no la encuentra desprevenida, lejos de ello la joven Lean lleva esgrimiendo ya el arma en sus manos, pues previamente a la emboscada llevaba un par de cabezas cercenadas de aquellos bultos que bien podían ser cadáveres sin más o despojos por levantarse. 

Sin profesar lamento más alguno. La mujer descarga un golpe contra el más cercano de aquellos seres.

Si bien el golpe raudo y preciso de la espada hizo tambalearse al zombies que había atacado Lean, fue el terrible impacto del escudo el que consiguió abrir la cabeza del desdichado. Sus sesos podridos volaron como confeti por todo el lugar. Los grumos caían goteantes del escudo.
 

Tal y como había pensado, a la que apareció el primer grupo de no-muertos soltó la cuerda del arco para almenos quitar uno de la cuenta, pero aunque la flecha voló certera a la cabeza solo la atravesó, sin destruirlo.

- Maldita sea! Ellos eran la única barrera entre aquellos muertos y los vivos de su espalda, no podian fallar ni una sola vez.

Como eliminarlos uno a uno sería demasiado lento dejó el arco a la espalda y buscó en su interior la fuerza mística que los pudiera eliminar...

- que el fuego purgue este lugar

La flecha voló precisa hasta la alojarse en la cabeza de uno de aquellos desdichados, que se desplomó son vida de inmediato.

 El semielfo, respirando de nuevo a pleno pulmón aunque fuera el pútrido aire de la comuna infestada de no-muertos, agradeció con una solemne pero breve inclinación de cabeza la ayuda de Zzara't y se adelantó dejándolo el la retaguardia, colocándose al lado de los dos humanos y el elfo.

Se lo estaban jugando todo a una carta con sus agallas como único as en la manga. Pintaba de puta pena, pero ¿quién sabe? Hasta ahora seguían con vida, quizá la suerte les sonreiría una vez más...

- Caballeros, dama Lean... ha sido un honor- susurró mientras desenfundaba la espada- ¡y nenaza el último!- gritó mientras se abalanzaba sobre los zombies, dispuesto a llevarse por delante tantos como pudiera antes de irse él mismo a criar malvas.

El primero de los zombies que se cernían sobre el bravo semielfo calló decapitado, y su cuerpo se perdió entre el tumulto de piernas que lo pisotearon sin remordimiento alguno.

  El chamán rátido empezó a murmurar antiguas palabras. Parecía que una especia de energía sagrada se arremolinaba entorno a él.

Los zombies se agolpaban cada vez en mayor número contra los héroes. El grito constante de aquellos seres descentraba al corazón más frio.

Viedan sintió una fugaz subida de adrenalina al matar al primer zombie, pero no fué suficiente para llevarse a un segundo por delante. Aunque su espada voló con un objetivo concreto, no resultó suficientemente certera y el tajo se perdió en el aire viciado de la letrina. Frustrado consigo mismo, y después de maldecir en voz baja, se preparó para detener el ataque de los dos engendros que se le tiraban encima.

Despachan a uno, y otro ya esta ocupando a su lugar. Lean no sabe a qué le recuerda eso, ¿quizás a alguna de las historias que le contaba su padre? No importa, tampoco tiene mucho tiempo para pensar en ello, pues eso tiene claras opciones de suponer su final de trayecto. La sensación empeora cuando el Semi-elfo empieza a hablar como quién se despide.

Tras meditarlo lo que apenas supone una fracción de segundo. La joven niega con la cabeza, no lo aceptará sin más, no abrazará su destino sin luchar, sin esperar salir de él hasta su último aliento, hasta la última gota de energía de su brazo. Por esto ha sobrevivido estos últimos años, por eso aquél sueño la retuvo, no sabe rendirse, no conoce lo que es avasallarse, es una guerrera sin oficio, una superviviente. -¡¡De eso nada!! Seguid luchando podemos con ellos. Cargad ¡¡¡CARGAD!!!- Exclama cargando contra otro par que se venían a su encuentro. -¡¡Cubríos las espaldas unos a otros!!- Quizás sea una vida de ver su padre moverse entre soldados y guardianes, pero su voz en combate le sale templada de forma natural.

    Ambidiestro Proporciona una acción extra -realizada con la segunda mano- cada turno.

    Fuerza            4
    Destreza         5
    Arma C/C (Espada) 5

Supongo que el ataque con espada será destreza+espada+1d10
    1 arma a tu elección: una Espada bastarda (  1D10 x Fue**&          4/2       20) puesto que veo que la bastarda no debe ser llevada a 2 manos.

    **- Indica un arma cortante o perforante. El daño se calcula con normalidad y se resta la protección por blindaje. El daño restante se duplica.
    &- El arma puede utilizarse con las dos manos, elevando la fuerza del personaje en 1punto cuando se calcula el daño.
    Escudo (Mediano) 3

Supongo que tiro con la habilidad del escudo? de impactar creo que impacto, lo que no sé es que daño hac´ñian las tres cuchillas. XD

Podéis hacer una acción de ataque y esquiva gratis. Además, podía hacer una acción adicional (Ya sea de ataque o de defensa) con un -2, otra acción con un -4…
Podéis apuntar en cuerpo a cuerpo a la cabeza de los zombies con un -5 (-4 con proyectiles). Este turno lo he contado como si todos hubierais dado en la cabeza. El siguiente no será así. Poner el modificador de -5 en la tirada de impactar. Si es la tercera acción, -7… :P

-¡¿Que?! ¡Ni honor ni leches! ¡Retirémonos y escapemos de esta mierda!
Vast no creía que dejarse matar estúpidamente le sirviera a nadie de nada, por lo que si veía que sus compañeros no entraban en razón se tendría que plantear si seguir en el proyecto de "Somos suicidas y nos da lástima que los muertos pasen hambre".

De momento seguiría peleando para dar tiempo a que el sentido común llegase a sus compañeros