Partida Rol por web

Tierra sin Fé

Heraldos de la Oscuridad

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13/09/2009, 15:08
Jermi, seguidor mediano

Jermi dio un pequeño respingo

Lo está, lo está... no morderá si no le atacan. Vivia entre medianos, incluso entre críos medianos. No es peligroso. Dijo defendiendo a su mascota y montura.

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13/09/2009, 15:26
Iolaeden Raldimar

Iolaeden ignoró la pregunta y lo instó a contar más.

¿Qué dicen los caravaneros? ¿Y cuáles son esas leyes que quería imponer?

Notas de juego

Eso, que no te pares ahí. ¡Queremos más!

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13/09/2009, 15:28
Posadero de Puerta del Oeste

El posadero deja de limpiar la jarra un segundo y mira a Iolaeden a los ojos, como si no le gustara que le hablasen asi, pero le aparta la mirada enseguida.

Algo sobre los trasgos, que volviésemos a dejarles entrar en el Imperio... en cuanto a los caravaneros, hablan de una elfa oscura que aniquiló un regimiento entero y derribó un navío, y luego se dirigió a las Ruinas del Hechicero, y de una muchacha que puede curar milagrosamente a todo el mundo, en Sutragar, y de otra elfa oscura, que desapareció en el bosque cuando fueron a darle caza... últimamente se oyen rumores muy extraños, seguro que esto es cosa de Véler, o algo así. Ellos tienen elfos y magia, no? Aunque en ese caso... tampoco sé de donde puede haber salido este trasgo, pero me cuesta de creer eso de que venga de otro mundo, como dicen por ahi.
Todo el mundo sabe que existió magia como esa, antes de que nuestros antepasados los apaleasen. Nos hemos vuelto blandos, en otro tiempo habríamos destrozado a ese trasgo en lugar de tenerle aqui como si fuese alguien importante.

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14/09/2009, 09:19
Barahir Leithian

La cara de Barahir se endurece. Tendremos trabajo. Un trabajo a muerte antes de poder predicar sin competencia ni interrupciones de cultos dulzones.

Barahir, dándose cuenta de que no le gusta que le interroguen -o de que no lo parezca al menos- actua con más tacto. Pregunta haciéndose el distraído.

- Quiere ponernos algo de beber...? asintiendo a lo de antes ya veo... de modo que a ese trasgo no le tenéis lo que se dice mucho cariño por aquí, no?

 

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14/09/2009, 09:25
Iolaeden Raldimar

Iolaeden quedó pensativa al escuchar al posadero. Había comenzado. Los Dioses movían sus piezas por el tablero en la más elemental lucha por la supervivencia en ese nuevo mundo. Sólo una preparación meticulosa y un adecuado equilibrio de poder y objetivos separaban la cumbre y el fracaso.

Eso mismo pensaba yo, las comodidades que generan la victoria pueden crear holgazanes y mentes indolentes ¿verdad? Por la decoración del local estaba claro que aquel hombre amaba su patria, y atacar allí donde más dolía era lo que las sacerdotisas de Loviatar mejor hacían. Supongo que vuestro ejército y vuestros magos ya estarán a punto de apalear al trasgo de vuestro palacio ducal ¿o están las cosas tan mal que no pueden?

Una sonrisa perversa aleteó en sus labios y alzó una mano para detener las protestas del anciano.

Ha sido de gran ayuda, ¿me pondría una copa de vino? Oh, si nos puede dirigir a alguien que haya presenciado el ataque, nos interesaría hablar con esa persona.

Notas de juego

Y ahora vamos y posteamos a la vez, cojonudo X_x

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14/09/2009, 09:45
Director

Notas de juego

Si, sois la ostia... xD 18 horas sin postear y ahora los dos a la vez

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14/09/2009, 21:53
Barahir Leithian

Notas de juego

mmmmm pues contesta en el orden que quieras vaya.

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15/09/2009, 23:25
Posadero de Puerta del Oeste

El posadero responde a Barahir
Pues podría decirse que no, la verdad. Ha prometido las dos lunas a los que le seguían, y tiene una banda de adeptos que esperan ser poderosos algún dia. Increíble, eh?

Y después respondió a Iolaeden. No pareció ofenderse demasiado ante el intento de provocación de la sacerdotisa

La verdad es que si. Pero descendemos de los vinlandeses, somos gente dura y capearemos esto cueste lo que cueste.
En cuanto a quien viera el ataque o sepa más, si de verdad queréis buscarle las cosquillas a ese monstruito, que es lo que parece, haríais bien en hablar con el General Sifrad, debe estar en los cuarteles, aunque con este revuelo, a saber.

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16/09/2009, 22:47
Iolaeden Raldimar

Gracias por su ayuda dijo Iolaeden mirando a Barahir, por si él quería preguntar algo más.

Dejó tiempo a su compañero para hacerlo y después preguntó por cosas más mundanas: ¿incluye su servicio baños y limpieza de ropa? ¿Tienen para comer algo que no sea carne?

Si continuaban sin lavarse, el trasgo podría olerlos antes si quiera de que pusieran un pie en el palacio.

Notas de juego

Pues lo dicho, que no tengo nada más que decirle a este pavo. Por mi, comemos, nos lavamos si es posible y descansamos un rato.

¿Tú que dices Victor?

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16/09/2009, 23:51
Barahir Leithian

Notas de juego

Ok, y vamos a ver al Sifrad ese.

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21/09/2009, 09:16
General Sifrad

La posada en efecto cuenta con muchos lujos poco habituales en posadas de menor categoría, así que una vez debidamente arreglados, vais a ver al General.

Jermi ha conseguido que le dejen atar su lobo -Bozal mediante- en la parte trasera de la posada, pero acertadamente cree que será mejor no acercarse él con vosotros a ver al General. Los no-humanos no son bien vistos, y acarrean muchas preguntas.

Os acercáis a la zona del Cuartel, y os es sospechosamente fácil entrar. Parece casi como si os estuviesen esperando. Las miradas entre sí de los soldados, y las que os echan, parecen sospechar de vosotros, y desde luego mantienen las distancias. Hay tanto hombres como mujeres en el ejército, en una proporción aproximada de una a seis.

Los soldados están bien equipados y aunque no son ningún prodigio de elegancia, parecen bien entrenados. Hay que tener en cuenta que esto es la frontera, y es probable que el mejor equipamiento y tropas sean enviadas aquí.

Lo más sorprendente no es la aparente escasez de caballería, si no las dos 'carpas' que visteis desde el interior de la ciudad.

Esas estructuras realmente son dos enormes navíos de base plana, con un inmenso 'globo' sobre ellos, unido al buque mediante docenas de cadenas y cuerdas. Tres aparatos centrales metálicos con forma de 'tubo' apuntan hacia tres agujeros en el globo, y la baranda de la cubierta está plagada de ballestas adosadas, aparte de disponer, en proa, de dos balistas ligeras, y en popa de un artefacto de utilidad desconocida, metálico y con forma de tubo.
Numerosos sacos cuelgan de ambos lados del navío, y parecen llenos de algo pesado, tierra, quizá.
Todo un prodigio de ingeniería, sin duda, que da sentido al comentario del mercader acerca de la elfa oscura: "aniquiló un regimiento entero y derribó un navío"

En la popa de uno de ellos puede leerse "Águila Imperial", y en el segundo, que está pintado de verde, "Gromtaar". Cada uno tiene además su propia bandera de gran tamaño, la del Águila Imperial es una silueta dorada de un águila sobre un fondo azul oscuro, y la del Gromtaar, una verde con una llama roja en el centro.

El General os recibe junto a su despacho, en un ala resguardada y en cierto modo privada del cuartel, podría decirse que se trata de un patio interior que da a las viviendas de los oficiales. Es un hombre fornido, entrado en años y que destila astucia y veteranía por cada poro de su piel. Viste una armadura completa, y en su cinto hay una espada y un hacha de batalla, a la espalda un escudo redondo, y colgando de él, un engalanado yelmo con tres plumas, dos azules y una blanca, acabado en punta.
Parece bienhumorado, pero a su alrededor hay un aura de... autoridad y mando innegable, como si fuera del tipo de persona que no quieres ver enfadada contigo. Ningún soldado se ha acercado lo bastante como para poder cotillear lo que habléis, y todas las ventanas que dan al pequeño patio están cerradas, o alguien las está cerrando.

Bueno...
Os mira de arriba abajo
Bienvenidos a Puerta del Oeste. Soy el General Sifrad, Comandante en Jefe de este ejército, y podría nombrar algunas condecoraciones y títulos, aunque dudo que os digan algo. Creo que tenéis tantas preguntas como yo, aunque empezaré yo por la más importante.
Su expresión cambia ligeramente, perdiendo ese tinte de buen humor y adoptando uno muy serio.
Entre la tropa que os recibió se rumorea que sois algunos de esos... Enviados. Si es así, no nos andemos por las ramas, demostradlo, y hablemos, antes de que llegue a oídos del trasgo, y tome la iniciativa.

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21/09/2009, 10:02
Iolaeden Raldimar

Iolaeden echó una mirada a los extraños artefactos militares de aquellas tierras, teniendo la sensación de estar visitando la creaciones de los magos de Halruaa o de los artificieros gnomos de Lantan.

Se cruzó de brazos y observó al General. Sifrad era un veterano rodeado de una aureola de mando innegable. Era de esas figuras cuyo ademán imperativo les permitía dominar con su presencia una sala entera, aunque estuviesen ataviados con harapos. Pero Iolaeden era la clase de mujer que se desayunaba dos o tres hombres como aquel todas las mañanas.

Su carencia de Fe resulta molesta, General. Replicó Iolaeden con una sonrisa inquietante. La Cicatriz Verdadera miró al general a los ojos sosegadamente, sin desviar la mirada un solo instante. En efecto, somos Elegidos. No sé mi compañero, pero yo no estoy dispuesta a hacer una demostración de mi poder sólo para saciar su curiosidad. Tendrán demostración de sobra de los poderes de nuestros dioses cuando destrocemos a su... pequeño problema.

La sacerdotisa hablaba en estos términos con tranquilidad, como si hablara del tiempo. Ladeó la cabeza y sonrió al General.

¿Por qué no nos ahorramos tiempo y nos cuenta todo lo que sepa sobre ese trasgo, sus aliados y el palacio donde está atrincherado?

Notas de juego

¡Sean Connery ha llegado a la Tierra Sin Fe!

Pues ale, yo hago un homenaje a Darth Vader xD.

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21/09/2009, 10:38
General Sifrad

El general frunció el ceño y cruzó los brazos.

No se trata de curiosidad, señora. Ya han venido dos espabilados haciéndose pasar por Elegidos. El primero me cogió con la guardia baja y se llevó un buen dinero, el segundo acabó colgado en la plaza del mercado.

Así que preséntense, y presenten a sus dioses. ¿No es de eso de lo que se trata?

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21/09/2009, 10:48
Iolaeden Raldimar

Iolaeden alzó ambas cejas.

Mi nombre es Iolaeden Raldimar. Sinceramente, general, creí que mis condecoraciones y títulos os serían tan vacíos como resultan para mi los suyos, pero ya que insiste... se encogió de hombros y mostró el medallón con el Látigo de Nueve Colas con Púas. Yo soy la Cicatriz Verdadera de Loviatar, el Látigo Servicial. Mi señora es la Doncella del Dolor. Sus servidores creemos en la fuerza tanto física como emocional que se consigue a través del dolor. Y sembramos el sufrimiento y el castigo de aquellos que se atreven a retarnos.

La suma sacerdotisa de Loviatar echó mano al látigo que tenía enrollado a la cintura mientras ponía al descubierto sus dientes perfectos como perlas.

¿Aún quiere que le demuestre mi habilidad, general?

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21/09/2009, 11:10
General Sifrad

Sifrad movió el bigote, pensativo, tal vez evaluando si la decisión y autoconfianza de Iolaeden eran verdaderas, o estaba probando el coraje del General, haciéndose pasar por una Enviada peligrosa y potencialmente... dañina. Apropiada para alguien que no podía demostrar nada real: Solo confiar en que el General preferiría conservar su integridad.

Si fue la lealtad a su ciudad, el orgullo, que simplemente no creyó a Iolaeden, o una mezcla de ellas, no se sabe, pero su respuesta fue educada y rotunda.

Por supuesto. Demuestre el poder de su diosa, señorita Raldimar, y entonces hablaremos.

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21/09/2009, 16:23
Iolaeden Raldimar

En vez de sentirse insultada, la Cicatriz Verdadera esbozó una sonrisa satisfecha.

-La diosa aprueba a aquellos que son capaces de aguantar el dolor -asintió.

Sacó un cristal pequeño de la bolsa de contención y lo sujetó frente a si. Susurró una oración a Loviatar y canalizó la energía negativa dentro de si para convertir uno de los conjuros que ardían en su mente en una tortura mágica que se transmitía por el contacto...

Con una sonrisa de deleite se inclinó sobre el guerrero anciano y le besó en la frente para desencadenar el sortilegio.

Notas de juego

Convierto una recitación en un infligir heridas críticas. Se come 4d8+14, con tirada de Voluntad, la mitad. Tira tu mismo el daño Uve.

Ah, y ya he borrado un cristal nuez de la ficha.

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22/09/2009, 23:11
General Sifrad

El General mostró incertidumbre al no reconocer nada del hechizo, y cuando el dolor invadió su cuerpo, un dolor de origen desconocido, a punto estuvo de caer al suelo. Gritó sorprendido, y dio un paso atrás, cerrando los ojos con un gesto de dolor y sorpresa en el rostro.

Mientra el General aún reaccionaba, una tropa considerable de soldados comenzó a aparecer por los rincones, puertas cercanas y por la entrada al patio, armados algunos con ballestas y hachas, y otros con unos largos tubos metálicos rematados con unas agarraderas de madera. Estos últimos llevaban corazas más pesadas, y por supuesto, el arma reglamentaria: Hacha y escudo.

El general miró alrededor apretando los dientes mientras se agarraba la frente con una mano, y con la otra levantaba la mano en señal de 'alto'.
Dolorido, murmuró

Maldita sea...

Los soldados obedecieron y bajaron las armas. Era más que obvio que estaban 'a la que salta' y bastante dispuestos a atacar por sorpresa a quien hiriese a su General.

Quieto todo el mundo....

Miró a ambos, especialmente a Iolaeden, mientras gruñia y recomponía sorprendentemente bien el porte. Se le veía bien tocado, probablemente no aguantase dos más como ese.

Está bien... eso no ha sido ningún hechizo que haya visto nunca. Parpadeó y sacudió la cabeza Pasen a mi despacho... 
Mientras entraba en su despacho, se giró a dar una última orden a sus soldados.

Aquí no ha pasado nada. Todo el mundo a su puesto, y normalidad.

El despacho era al mismo tiempo una especie de orgulloso salón de trofeos, y también tenía algunas armas viejas o antiguas, y la cabeza disecada de lo que bien podría ser uno de aquellos wyrm de las montañas que visteis de lejos. Toda una hazaña, no cazarlo, si no sobrevivir lo bastante íntegro a la batalla como para seguir luchando.
La cabeza mide un metro y medio de larga, así que la bestia debía tener un tamaño considerable. Parece una especie de Draco, pero en lugar de duras escamas tiene una piel lisa, fina y verde, aunque probablemente bastante gruesa.

Siéntense....

Ofrece asiento educadamente a ambos, y él se sienta en su mullida y amplia silla, con un resoplido cansado.

Bien... ¿Por donde comenzamos? Supongo que tienen docenas de preguntas, peticiones y ofertas.... como máxima autoridad provisional y reconocida de Puerta del Oeste... lo que haya que decidirse está en mis manos.
De cara al trasgo, por supuesto, se supone que él manda, pero ya hemos tomado medidas y solicitado refuerzos, pero al parecer no es el único Elegido que ha llegado al Imperio, y el Ejército está completamente desbordado.
 

- Tiradas (3)
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24/09/2009, 13:02
Iolaeden Raldimar

La Cicatriz Verdadera de Loviatar dio un paso atrás, dejando al capitán retorciéndose de dolor. El malvado regocijo que brillaba en sus ojos desmentía la frialdad de su sonrisa glacial. Contempló a los soldados con tranquilidad, como si pudiera aplastarlos con un solo gesto de su mano. Pero comprendía su actitud. Al fin y al cabo, no eran más que soldados. No sabían hacer otra cosa.

Iolaeden penetró al interior del despacho de Sifrad y tomó asiento como un felino perezoso.

-Ah, pero es que ya le he dicho mis preguntas, general -dijo sonriendo, tras parpadear casi coquetamente-. Haga un esfuerzo de memoria y recordará las preguntas que le hice antes de que insistiera en que demostrara mis poderes.

Estaba dispuesta a colocar a ese general en el lugar en el que correspondía.

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25/09/2009, 18:10
Barahir Leithian

Obviamente el general ya no se acuerda de lo que Iolaeden le ha preguntado, pero Barahir sí, básicamente por que él tiene las mismas preguntas.

Necesitamos saber todo lo que usted sepa sobre ese trasgo, el palacio... también necesitamos saber todo lo que sea posible acerca de otros enviados. En otro orden de cosas estaría muy bien que nos hablara sobre el reino en general, sobre política, magia, relaciones entre razas etcétera.

Y sí, tenemos alguna oferta... piensa cuidadosamente Nosotros matamos al trasgo y, a cambio, usted se encarga de que la población preste oídos a los enviados de los dioses que os han librado de tal carga. Hace una pausa

Puedo aseguraros que a demás, el culto de Iolaeden y el mío, el de Mâscara, os van a ayudar en estos tiempos que se avecinan y que escucharnos no es ninguna carga si no algo que, desde luego, os conviene y os será de enorme provecho en en futuro muy cercano.

Sólo salís ganando. Pero necesitamos información.

Mira al general con seriedad.

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28/09/2009, 15:04
General Sifrad

El General toma aire y asiente, comenzando a estructurar mentalmente la información que va a dar, antes de hablar, aunque había escuchado a Barahir, lo dejó para el final.

El trasgo se hace llamar "El Primer Siervo de Maglubiyet", no ha querido dar su nombre... supuestamente para que únicamente sea recordado su Señor, no él, a mayor gloria de ese dios.

Tiene un número creciente de fieles, muchos de ellos, presos indultados por la fuerza, que le sirven, le custodian y le hacen los recados, y creen que algun dia obtendrán poderes como los suyos. Se ha apoderado de casi todos los cristales de la ciudad y los ha guardado en el palacio, y está ocupado aprendiendo como funciona la ciudad... pretende hacerla una especie de feudo para su dios, o para él, o a saber.

En cuanto a... los otros elegidos, he oido poco. Una elfa oscura que arrasó un batallón y derribó el "Tempestuoso", mientras iba a las Ruinas del Hechicero... la antigua capital del Imperio Blanco. No se sabe nada más porque solo los locos y los suicidas van a esas ruinas.
Otra joven apareció en una ciudad del valle y al parecer está ayudando a todo el que puede... luego otra elfa oscura, con una cota de mallas y acompañada por un gran felino fue vista en los bosques del suroeste del Valle. No dañó a nadie, pero aunque se la ha buscado exhaustivamente, nadie la ha encontrado, y corren rumores de que podria ser una especie de... fantasma, o algo así.

Imagino que necesitareis exactamente los mismos datos que el Primer Siervo respecto a nuestro Imperio, y todos los demás.

Tomó aire y comenzó a relatar

Nuestra gente llegó de Vinland, según el calendario de este continente, en el 2691, estamos ahora en el 3108. Demasiado pequeña, helada y dura, Vinland crió fieros guerreros que bajo el mando de Hastaar IV, siguieron "la blanca estrella", llegando al Valle de las Maravillas. Tras dos años de guerra contra guerreros bien equipados, pero completamente cándidos y novatos. Derrotaron al Emperador-Hechicero Inioch "el Bendito por la estrella", y ésa desapareció.
Los Vinlandeses interpretamos que habíamos llegado a nuestro nuevo hogar... terminamos de expulsar a todas las razas que querian echarnos al mar de nuevo, y ahora somos con diferencia el imperio más extenso y poderoso del Continente.

La última batalla contra los Reinos Unidos... una patética Resistencia que se creó tras la caída del Imperio Blanco fue en las Colinas de la Magia, en el 2799. Ahora se llaman las Tierras de los Muertos...

Por lo general, aún habiendo pasado tanto tiempo, todo el mundo nos aborrece, aunque nos da exactamente igual. Si osan levantar la voz, nuestros ingenios de guerra, nuestros navíos voladores, nuestros cañones y nuestras hachas les recuerdan quien es el más fuerte.

Nuestros vecinos no han sido nunca un problema, y muy mal tienen que estar las cosas para que lleguen a serlo. A diferencia de ese Imperio Blanco, nosotros seguimos siendo fuertes.

En cuanto a política... bien, el Imperio se divide en los Ducados, y éstos en Marquesados, y éstos en Condados. El Emperador, por supuesto, goberna todo.