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Tomodachi Game

[Descanso] El día a día fuera de los Juegos de la Amistad

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12/11/2017, 15:55
Manabu-sensei

Descanso
El día a día fuera de los Juegos de la Amistad

-Ju, ju, ju... al final se han tirado. - ríe Manabu-sensei al ver a Kenichi, Aki y Kazuma lanzarse por el hueco de la azotea. No escucháis ningún sonido parecido a un golpe cuando los tres se lanzan el uno detrás de otro, lo cual puede ser buena señal porque la caída no es tan fuerte como podríais imaginar en un principio... o puede que la caída sea tan larga que por eso no lo escucháis. En cualquier caso, Manabu-sensei se gira hacia vosotras, extendiendo los brazos y hablando con voz divertida. - ¡Llegué a pensar que tendría que empujar a Kenichi-kun y a Aki-kun para que pasaran al siguiente juego! - ríe y luego, bajando las manos, se dirige hacia la entrada de la falsa azotea en la que habéis realizado el Segundo Juego. - En cualquier caso, vosotras os habéis librado del Tercer Juego. ¡Seguidme!

Tras entrar por la puerta de la azotea, volvéis a ese pasillo de un color blanco inmaculado a través del cual llegasteis a los escenarios de los dos primeros juegos. Esta vez, sin embargo, Manabu-sensei no os conduce a un nuevo escenario que recrea un escenario conocido de vuestra vida, sino que os lleva de vuelta a la primera sala en la que os encontrasteis nada más despertar. La sala blanca, cuadrada e inmaculada del principio. Manabu-sensei entra alegremente en la sala y se coloca en el centro, esperando que os acerquéis.

-¡Bien, pues aquí estamos! - dice Manabu-sensei alzando las manos. Parece que está contento. - Tal y como os prometí antes, os vamos a permitir volver a vuestra vida normal, ya que vosotras no vais a participar en el Tercer Juego. Ah, pero, ¡eso sí! - añade con tono de advertencia, alzando un dedo. - Tened muy en cuenta que no podéis hablar con nadie sobre los Juegos de la Amistad... ¡nadie ajeno a ellos, me refiero! Y una cosa más: os está prohibido huir. ¡Si lo hacéis, los chicos que se han quedado para el Tercer Juego lo pasarán fatal! - Manabu-sensei suelta una risita. - Tranquilas, bastará con que acudáis al Cuarto Juego cuando nos pongamos en contacto con vosotras. Oh, y recordad que las normas generales siguen aplicándose: - os señala. - No podéis enseñarle el reverso de vuestro dispositivo, el que muestra la deuda que os queda, a nadie. Si lo hacéis, ¡la deuda se doblará al instante!

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15/11/2017, 18:41
Sayuri Kurosawa

Sayuri caminó en silencio junto a Miirei, mientras eran guiadas por Manabu hasta una sala familiar, donde todo había comenzado hacía.. ¿Cuánto? Honestamente había perdido la noción del tiempo con todo lo ocurrido, posiblemente habrían pasado horas. Pero no fue hasta que observó a los chicos tirarse desde la azotea que la tensión acumulada se hizo presente. ¿Estarían bien? ¿En qué consistía la tercera prueba? Pero lo más acuciante era... ¿Cómo iban a regresar a casa? 

Una vez llegaron a la inmaculada sala blanca, escuchó en silencio todo lo que Manabu tenía que decir hasta que terminase de hablar. - ¿No podemos saber como están ellos durante la tercera prueba? - preguntó entonces, aunque se imaginaba la respuesta no perdía nada por intentarlo. Luego volvió a recordar aquella duda, se le erizaba la piel con tan sólo pensarlo, pero necesitaba saber...

- Y... ¿Cómo vamos a salir de aquí exactamente? - preguntó midiendo sus palabras, esperaba que no se les golpeasen como cuando todo aquello empezó.. O peor. - Volver a la vida normal... ¿Nadie va a echarles de menos? ¿En clases, sus familias..? - siguió mientras fruncía el ceño, si lo pensabas aquella organización tenía un poder abrumador...

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16/11/2017, 09:36
Niimura Miirei

Miirei no dejaba de pensar que ella había sido quien había tirado a sus amigos. Se imaginó empujándolos uno a uno con sus propias manos mientras la miraban, estupefactos por el descubrimiento que habían hecho demasiado tarde, cuando sus pies ya no tenían suelo que tocar y caían a un vacío que nunca conocería.
Sabía que tendría pesadillas con este día, viéndolos caer una y otra vez o escuchando sus cuerpos romperse en un infinito imperceptible mientras Sayuri, aunque había podido salvarla físicamente, no podía decir lo mismo del psicológico.
La elección que había tenido que hacer era dura y, aunque se lo agradecía enormemente, ahora no sabía cómo reaccionar.
Caminó a su lado sin atreverse a mirarla, menos a acercarse o entablando cualquier tipo de conversación. ¿Agradecerle abandonar al resto? ¿Darle la mano? – Puede que quiera estar sola.- Escondió las manos en los bolsillos mientras apretaba los puños en el interior.
Al llegar a la primera sala los recuerdos se agolparon en su mente, creyendo que llevaban ahí meses cuando no debía de ser más de un par de horas. Dio una vuelta sobre sí misma para verificar la impoluta sala, idéntica miraras donde miraras, hasta que Manabu llamó su atención en el centro de la habitación.

Cita:

Tranquilas, bastará con que acudáis al Cuarto Juego cuando nos pongamos en contacto con vosotras.

- ¿Significa que volveréis a secuestrarnos? – No sabía si todavía tenía el mensaje, pero pensar en reunirse en un punto en concreto con alguien desconocido para que la dejaran inconsciente le ponía los vellos de punta.- Los padres de nuestros amigos nos preguntarán, ¿qué debemos decirles? Estarán igual o más preocupados que nosotras, porque desaparecimos en mitad de la noche. – Se dio cuenta que estaba pagando aquella frustración con Manabu elevando el tono de voz paulatinamente, quien no tenía culpa de su montaña rusa.- Lo siento.
Definitivamente el cansancio la estaba superando. Demasiadas emociones en una sola, ¿noche? Había perdido el sentido del tiempo, más bien dejó de preocuparle los detalles tan nimios. Necesitaba salir de esa prisión oculta y respirar aire fresco.

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16/11/2017, 21:13
Manabu-sensei

-Me temo que no, no podéis observar el desarrollo del Tercer Juego ni saber cómo les va a vuestros amigos hasta que éste acabe. - dice Manabu-sensei, abriendo los brazos. - ¡Pero no temáis! No sufrirán ningún daño, ¡al menos por nuestra parte! - se encoge de hombros. - Sobre su carácter impulsivo, eso sí, no puedo hacer nada. ¡Si se meten en líos será cosa suya, pero nosotros ponemos las medidas necesarias para que nadie sufra ningún daño!

Tras una risita, Manabu-sensei continua hablando.

-De aquí saldréis igual que entrasteis: dormidas. No podemos revelar a los participantes la ubicación de nuestras instalaciones, como podréis comprender. Pero esta vez no habrá golpes en la cabeza, os lo aseguro. - vuelve a encogerse de hombros. - Y cuando tengáis que acudir para el Cuarto Juego, si es que vuestros amigos superan el Tercero, os convocaremos en un lugar y os llevaremos, otra vez, dormidas. Nada de secuestros. - Manabu-sensei, por alguna razón, da una vuelta sobre sí mismo. - Sobre lo de vuestras familias preocupadas o las de vuestros amigos... ¡pensar el qué decirles ya es cosa vuestra! Podéis hacer lo que queráis, siempre y cuando no os saltéis las normas: recordad, nada de hablar sobre los Juegos de la Amistad. ¡Ah, y una cosa más! - añade, alzando un dedo. - Os comunico que, ahora mismo, la deuda total del grupo asciende a 5.700.000 yenes. ¡Casi la habéis reducido a la mitad, felicidades! - dice, dando un par de palmadas alegremente.

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18/11/2017, 08:05
Niimura Miirei

Cita:

¡Pero no temáis! No sufrirán ningún daño, ¡al menos por nuestra parte!

A pesar que era buena noticia no podía fiarse demasiado de la afirmación de Manabu. Confiaba en cierta manera en lo que decía, al fin y al cabo no habían sufrido daño físico en todo lo que llegaban de prueba, pero sus amigos eran tan tozudos que temía que pudieran ir más lejos de las normas. Recordó las amenazas o vejaciones que habían proferido al presentador, teniendo que intervenir para que no los penalizaran a todos.- No hagáis ninguna tontería, por favor.- Ahora ella no estaría ahí para frenarlos pero confiaba ciegamente en Kazuma.
Terminó de escuchar a la misteriosa figura, asintiendo una única vez y comprobando el reverso de su tarjeta para mirar la cantidad de su deuda, recordando el motivo de todo aquello aunque siguieran sin saber el verdadero causante mientras esperaba que Manabu decidiera que era el momento de volver a casa.

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18/11/2017, 15:54
Sayuri Kurosawa

¿Qué no sufrirán ningún daño? Pero.. ¿A qué clase de prueba les han enviado? Pensó mientras escuchaba las explicaciones de Manabu mientras iba frunciendo más y más el ceño a medida que el "sensei" hablaba. Tan sólo esperaba que Kazuma consiguiera mantener el sentido común a flote en ese par, aunque no sabía a qué se enfrentaban, algo estaba claro, no podían permitirse perder los estribos con aquellos arrebatos furiosos que los chicos tenían a veces. 

- Esperemos entonces que Kazuma logre que no se descontrolen demasiado..murmuró con cierto pesar, había preocupación en su voz y también algo de cansancio. Le sabía mal haberlos dejado ir, pero tenía que pensar que lo hacía por un bien mayor. Si tan dura era la tercera prueba y según Manabu, Miirei no debía participar, entonces era la única opción.

Con respecto al modo en el que iban a salir de aquel sitio, debía haberlo imaginado. Miró entonces con recelo las paredes blancas de la habitación. Se sentía casi como un animal enjaulado, inspiró hondo procurando calmarse. Todo irá bien, saldremos de aquí juntas y no nos harán nada malo.. Más les vale.

Volvió a mirar a Manabu, había empezado a acostumbrarse al sentimiento de repelús que le provocaba aquella máscara, a veces casi sentía curiosidad por conocer la identidad del individuo que había tenido que soportar a una panda de adolescentes durante Dios sabe cuanto. Pero en este instante, la mirada de Sayuri era vigilante, desafiante. Se situó junto a Miirei, que desde que habían salido de la azotea falsa parecía estar alicaída, posiblemente el cansancio y el estrés de todo aquello le estuvieran pasando factura.

- Muy amable por vuestra parte. Entonces cuento con tú palabra, Manabu-sensei, de que no nos haréis nada raro mientras nos sacáis de este lugar infernal. - dijo con seriedad, sin apartar la vista de aquellos ojos redondos. Luego soltó un pequeño suspiro, relajándose ligeramente mientras se cruzaba de brazos bajo el pecho. - No tengo muy claro que vamos a decir la verdad, me preocupa sinceramente. Si están desaparecidos demasiado tiempo, es probable que la policía intervenga... - comentó seguidamente volviendo a fruncir el ceño. ¿Qué se suponía que iban a hacer ellas? 

- En fin, de nada nos sirve preocuparnos ahora, espero que los chicos estén bien y consigan mantenerse a salvo. - dijo finalmente, dándose por vencida mientras apartaba la vista de Manabu, para mirar a Miirei. La deuda le importaba poco, le preocupaba más el estado de su amiga, y el porvenir de los chicos, aunque en aquello último tan sólo podía esperar a ver el resultado, por lo que decidió no protestar más. - ¿Lista? - preguntó alargando una mano hacia la pelirrosa, esbozando una sonrisa algo cansada, pero sincera.

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20/11/2017, 21:26
Niimura Miirei

Sayuri tenía razón absolutamente en todo.

No había pensado en la policía, un contratiempo que esperaban poder esquivar con evasivas pero, ¿Por cuánto tiempo? En su cabeza empezó a idear historias que pudieran encajar en la desaparición repentina de los tres chicos pero a medida que surgían las descartaba. Demasiados fallos evidentes, demasiadas contradicciones en una misma mentira, demasiados puntos flacos que cubrir en caso de que tardaran días en aparecer. Demasiados “demasiados”. Estoy cansada para pensar ahora. - El cerebro no daba más de sí, había agotado todas las reservas en los rumores y aguantar los continuos quebraderos de cabeza que el resto proponía. Bastante hacía con coordinar los pies como una persona normal, sosteniéndose en una línea casi recta.

Fue entonces cuando vio la mano de su amiga, casi sin esperárselo. Pestañeó varias veces confusa por la repentina pregunta, como si creyera que fuera alguna alucinación propia de todas las emociones vividas.- No está enfadada.- Tenía ganas de llorar, tirarse a sus brazos y pedirle perdón por todo, contarle la verdad tras los mensajes y el porqué de sus actos, pero no pudo más que sonreír verdaderamente agradecida por aquel simple gesto que tanto significado tenía.- Siempre.- Cogió su mano con fuerza, siendo lo único que necesitaba en ese instante.

Te contaré todo algún día. Lo prometo.

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21/11/2017, 21:38
Manabu-sensei

-Ju, ju, ju... la policía no intervendrá, Sayuri-chan. No te preocupes por eso. - ríe Manabu-sensei, tapándose la boca con una de sus manos. - Pero sí, os doy mi palabra. No os haremos nada "raro" mientras os sacamos de aquí. - se encoge de hombros, ladeando la cabeza. - Vosotras limitaos a cumplir las normas... y a reflexionar sobre todo lo que ha pasado en estos dos primeros juegos. ¡Seguro que llegáis a conclusiones de lo más divertidas! - dice, con otra risita. Poco a poco, os dais cuenta de que los párpados os están empezando a pesar... - Oh, vaya. ¡Parece que se nos acaba el tiempo! - dice Manabu-sensei. - Dulces sueños, chicas. ¡Nos vemos en el Cuarto Juego!

La voz de Manabu-sensei es cada vez menos clara en vuestros oídos. Os estáis quedando dormidas, y sois conscientes de ello, aunque no durante mucho rato...


No sabéis exactamente qué es lo que os despierta. Puede que sea la brisa, puede que sea el sonido de un camión pasando cerca del parque en el que os encontráis, o puede que simplemente sea que los efectos del somnífero se han pasado. En cualquier caso, cuando las dos os despertáis estáis sentadas en un banco, en un parque que ambas conocéis bien pues está cerca de vuestro instituto. No hay nadie a vuestro alrededor, y realmente no os extraña: el cielo está más que oscuro. Es de noche.

Según vuestros teléfonos móviles, que vuelven a tener cobertura y a funcionar correctamente, es Viernes por la noche. A vuestro grupo lo secuestraron para los Juegos de la Amistad el Miércoles por la noche... así que han pasado dos días, aunque no lo parezca. Puede que con tanto somnífero, viaje y demás, vuestra percepción del tiempo se haya visto ligeramente alterada...

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23/11/2017, 12:15
Niimura Miirei

La cabeza le daba vueltas.

La voz distorsionada de Manabu sonaba en diversos recovecos de la mente pero no podía ubicarla exactamente, un eco que rebotaba en las paredes hasta perderse en la distancia, siendo apenas un murmullo casi inaudible…

Abrió los ojos al escuchar un ruido cerca, un gato blanco maullando mientras hurgaba entre la basura, posiblemente buscando un poco de comida junto a su banco. Le pesaban los párpados y no era consciente de qué había pasado hasta que dejó caer el peso del cuerpo hacia adelante, encorvándose, apoyando los codos en las rodillas y la cabeza entre sus manos como soporte. Veía el suelo del parque con la visión difuminada, la arena bajo sus pies que agitaba débilmente con el zapato y no las losas de la azotea, entendiendo que habían cambiado de lugar tal y como les prometió su captor.

Levantó el rostro y se giró buscando a la castaña, encontrándola a su lado todavía inconsciente por el efecto de lo que sea que les hubieran dado.

- Sayuri.- La zarandeó levemente para despertarla, esperando que ella terminara de desvelarse.- Hemos vuelto.

Se levantó mirando su móvil, comprobando que tenía varias llamadas perdidas y mensajes, entre ellas de su jefe del trabajo y amigos en común, pero nada de su madre. Con una punzada de dolor pero sin nombrar nada al respecto quitó todos los mensajes, fijándose en ese momento en la fecha y hora.

- Llevamos dos días fuera.- Guardó el móvil en el bolsillo, prefiriendo no pensar más en ello.- No esperaba… No sabía que lleváramos tanto fuera.- Se apretó el puente de la nariz notando una fuerte presión en esa zona, desconociendo si era por dolor de cabeza, el descubrimiento que acababa de hacer o un efecto secundario del somnífero ¿Habrían llamado ya a la policía? Debían volver cuanto antes.- Te acompaño a tu casa.

A pesar de las prisas sabía que no habría nadie esperándola en su casa, al menos esta desaparición se lo había demostrado y el hecho de pensar que otro secuestrador pudiera aprovechar que anduviera sola por las nocturnas calles era algo que no podía permitir. Alzó la mirada, como si esperara encontrar los comentarios de los espectadores pero hallando solo el cielo estrellado, oscuro como el futuro que creía que las deparaba.

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23/11/2017, 22:40
Sayuri Kurosawa

A pesar de que sabía que tenían que aceptar las normas impuestas por Manabu, inconscientemente intentó no respirar el gas que iban a usar para dejarlas sin sentido, obviamente no tuvo éxito aunque ya lo supiera desde el principio. Pero el ser humano llegaba a ser así de testarudo a veces.. Cerró los ojos esperando que de verdad cumplieran la promesa de no hacerles daño.

... ... ...

Lo primero que sintió fue el frío en las mejillas, seguido de una voz familiar que parecía llamarla, se oía extrañamente lejana. Sayuri abrió los ojos, recuperando poco a poco el control de sus sentidos. Se giró viendo que el origen no estaba ni mucho menos lejos, sino justo a su lado. - ¡Mirei! Menos mal.. - exclamó respirando con alivio, mirando entonces a su alrededor. ¿Estaban de vuelta en el parque?

Se sentía como si hubiera despertado de un mal sueño, y casi hubiera preferido que así fuera, tan sólo una terrible pesadilla... Pero desafortunadamente, las cosas no iban a ser tan sencillas. La castaña asintió ante la confirmación de que habían regresado, tal y como les habían prometido.

Sayuri se levantó respirando el frío aire de la noche, miró al cielo estrellado, pero fue entonces cuando Miirei dijo algo preocupante - ¿Dos días? No puede ser... - soltó con un deje de terror, sacando entonces su móvil para comprobar la terrible realidad. Imposible como puede ser... ¿Dónde demonios nos han llevado? Es imposible que pasáramos tanto tiempo jugando a aquellos malditos juegos...   Su mente iba a toda velocidad, eso complicaba más las cosas. Sayuri se llevó una mano a la sien, si metían la pata iban a buscarse problemas serios.  "Días de descanso"... Y una mi-

- Tenemos que pensar algo por si los adultos llegan a hacer preguntas.. Eso sí, será mejor andar con cautela, esperar a que sean los que pregunten, antes que dar explicaciones sin más. - necesitaba mantenerse serena y analizar aquello de modo objetivo. Dos días fuera, podía haber sido peor, podía haber sido una semana. 

- A nuestras familias, podríamos contar que por ejemplo, yo fui a dormir a tu casa. Y a los tuyos, que dormiste en la mía. - comentó entonces, acariciándose la barbilla. - Nuestras familias no se conocen, no creo que tengamos problemas con esa coartada. - añadió pensativa, entonces Miirei se ofreció a acompañarla hasta su casa pero...

- ¿Y quién te acompaña a la tuya? De todos modos... Es algo tarde para entrar en casa a hurtadillas, no sé si es sensato levantar más sospechas. - se palpó entonces los bolsillos, bien, aún tenía la cartera. 

- Quizás podríamos pasar la noche en un hostal o ... - siguió diciendo, manejando las distintas posibilidades. - Ugh, no sé si estoy dándole demasiadas vueltas a todo esto... - se quejó mientras fruncía el ceño sacudiendo la cabeza, miró entonces a la pelirrosa, en busca de un punto de vista distinto, antes de que le estallara la sesera. - ¿Qué opinas? - 

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26/11/2017, 14:07
Director

Cada una de vosotras, efectivamente, tiene varios mensajes y llamadas perdidas procedentes de sus seres queridos o, al menos, de personas que no esperaban que desaparecieseis. También hay mensajes y llamadas de algunos compañeros de clase, aunque en menor cantidad. No tenéis mensajes ni llamadas de Aki, Kenichi ni Kazuma, lo cual tiene lógica, ellos deben seguir allá donde se estén realizando los Juegos... y allí no hay cobertura de ningún tipo.

Y ahora, ¿qué haréis?

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01/12/2017, 12:24
Niimura Miirei

- Un hostal es demasiado caro.- Ni siquiera hizo amago de comprobar el dinero que tenía, sabía que no llegaría con lo poco que ganaba.

Se rascó el codo pensando en otra solución ante la cabezonería de Sayuri aunque la idea de que volviera a su cálida casa era la única que se le ocurría. Miró a su compañera, luego al banco, al parque y terminó de nuevo en los preocupados ojos de la chica.

- Creo que tengo algo. Iremos a tu casa, ambas, sin necesidad de ir a hurtadillas. Diremos que caí enferma y me cuidaste este tiempo, y no pudiste responder porque en mi barrio no hay buena cobertura.- Todos conocían la prestación de Sayuri a los demás y esperaba que fuera una buena coartada para ella. Las culpas serán mías, me estuviste cuidando.- Iré contigo para disculparme a tus padres de haberte retenido tanto tiempo.

El cansancio y lo derrotada que estaba ayudaba al argumento de haber estado gravemente enferma. Las ojeras, los ojos vidriosos o su aura afligida junto con una tos con añadiría si fuera necesario.

- Funcionará. Confía en mí.- Tendió su mano a la castaña mientras sonreía, esperando convencerla.

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03/12/2017, 18:56
Sayuri Kurosawa

Quizás le estaba dando demasiadas vueltas a todo. Pero es que detestaba sentir que no tenían el control de la situación... Un hostal podría ser caro, pero quizá alguno de esos hoteles cápsula... No, basta. Si sigo así me va a estallar la cabeza. 

Una inspiración profunda, seguida de otra más leve y tranquila. Miró a Miirei, escuchando su nueva idea, tal vez podría funcionar... De todos modos, siempre había tenido una buena relación con madre, no tenía motivos para desconfiar.

- Está bien.. - concedió por fin, asintiendo levemente mientras su rostro se relajaba, algo más tranquila. Realmente podía funcionar, el cansancio acumulado no mentía. - Aunque.. No me gusta la idea de que una vez me acompañes, tengas que volver tú sola a estas horas de la noche. - comentó mientras tomaba la mano de la pelirrosa, con la intención de ponerse en camino junto a ella. - Podrías quedarte a dormir en casa. - dijo ladeando la cabeza ligeramente.

Si te parece bien claro. Además, no creo que a madre le parezca bien tampoco. - añadió con una sonrisa cálida.

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10/12/2017, 17:36
Niimura Miirei

Podrías quedarte a dormir en casa

Aunque sabía que la idea de Sayuri era desde la preocupación y con la base de inocencia sintió calor en sus mejillas provocado por el rubor ante la perspectiva de dormir bajo el mismo techo que su amiga, puede que en la misma habitación.

Se giró para que no la viera avergonzada ante las imágenes que asolaban su mente mientras se apresurada a adelantarse.

- Está bien.- Carraspeó la garganta al darse cuenta que había tartamudeado las dos únicas palabras que pronunció, un hilo tímido de voz cargado de pensamientos, sueños y puede que un futuro en común.

Notas de juego

Sayuri, pero qué cosas más indecentes me propones ~~~

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17/12/2017, 17:29
Director

Decidís, tras unos minutos de discusión, que el mejor plan ahora mismo es que vayáis a casa de Sayuri y poner una pequeña excusa para disfrazar la ausencia de la chica ante sus padres. Con suerte, también Miirei podrá pasar la noche en casa de Sayuri y no tendrá que regresar sola a su propio hogar con los peligros que eso entraña. ¡Alguien podría secuestrarla por el camino! Más o menos como os ha pasado con la gente de los Juegos de la Amistad, ¿no?

Emprendéis el camino por el barrio en dirección a casa de Sayuri. Parece que las calles están tranquilas, más o menos como siempre, y no hay nada que os haga sospechar que estáis siendo más vigiladas o más observadas de la cuenta. No llamáis más la atención que lo que la llamarían dos jovencitas de vuestra edad caminando solas a estas horas de la noche. Las calles tampoco están totalmente desiertas, por lo que no parece que nada extraño suceda a vuestro alrededor. Parece que Manabu ha cumplido su palabra y os ha devuelto a vuestro hogar hasta el próximo juego, sin más rollos extraños.

Las luces de casa de Sayuri están encendidas todavía cuando por fin llegáis caminando por la calle, por lo que sus padres todavía deben estar en pie. ¿Qué vais a hacer?

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23/12/2017, 23:05
Director

Notas de juego

Niñas~

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24/12/2017, 00:16
Sayuri Kurosawa

Notas de juego

Culpa mía que no he tenido tiempo de iniciar el post (ya que se trata de mi casa vaya) Mañana después de comer procuro tenerlo listo, siento el retraso

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26/12/2017, 18:29
Sayuri Kurosawa

No había vuelta atrás, y estaba claro que no tenían más opciones. No podían esconderse eternamente hasta que las llamasen para volver a aquel juego infernal. Además la gente querría explicaciones, y mientras más tiempo pasase peor. El problema era que no podían decir la verdad, de todos modos, a saber si las creían. Era demasiado surrealista.

Una vez frente a la puerta, Sayuri se llevó la mano a la blusa, aún tenía aquella dichosa chapa de los juegos. Tenía que mantenerla oculta y quizás en los bolsillos podía caer en manos equivocadas... Soltando un pequeño suspiro de disgusto, decidió ocultarlo en el centro de su sostén. 

- Bueno, ya estamos aquí.. Espero que todo vaya bien, es hora de empezar a dar la cara. - dijo sin alzar demasiado la voz mientras miraba a las ventanas de su casa. Frunció ligeramente el entrecejo pensativa, esperaba que no hubieran llamado ya a la policía por las desapariciones. Podría complicarlo todo aún más. Sayuri soltó un pequeño suspiro, preparándose mentalmente, acto seguido, tomó la mano de Miirei dándole un suave apretón antes de soltarla y acercarse al interfono. - ¿Preparada? - preguntó dejándole un poco de margen a su amiga por si quería añadir algo más.

- Procura no cargar con demasiado, estamos juntas en esto, ¿vale? Culpa de ambas. - repitió volviendo a mirarla, dicho eso, apretó con suavidad el timbre de su casa. No demasiado fuerte, pero lo necesario para avisar.

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07/01/2018, 16:00
Niimura Miirei

Estaba recorriendo el mismo camino que hacía cada día Sayuri para ir a su casa, contemplando de vez en cuando el cielo estrellado con la incipiente luna o la espalda de su amiga, adelantada de su posición para hacer la función de guía en el camino.

Admiró por primera vez el barrio donde vivía, la tranquilidad que esperaba en este tipo de residencias a diferencia de la suya, más modesta en la zona humilde de la ciudad y la que apenas podían mantener con sus sueldos.

Se detuvieron a la par, girándose frente a la casa que se alzaba sobre ellas y examinándola de arriba abajo. Era tal cual se la imaginaba, de corte sencillo pero elegante, un vivo retrato de cómo la veía aunque tuviera colores cian. En uno de estos momentos que se giraba para dirigirse a Sayuri observó que guardaba la chapa de juegos y, aunque estaba tentada de cotillear la cifra que anunciaba recordaba las normas y no quería perjudicarla más de lo debido si podía evitarlo, por lo que guardó sus impulsos y miró a otro lado, evitando cualquier tipo de desliz que el Manabu omnipresente pudiera mal interpretar. Cuando terminó aprovechó para imitarla guardándolo en el mismo lugar, aunque lo escondió bajo el seno derecho, notando la chapa en su piel como aviso de que, hiciera lo que hiciera, era una amenaza continua.

¿Preparada?

Correspondió al apretón, más breve de lo que hubiera querido y nerviosa por el papel que le tocaba interpretar, cruzándose de brazos sobre el pecho y respirando hondo.

- Siempre juntas.- Repitió sus palabras con una ligera sonrisa, centrándose en la puerta y prestando atención al ruido que podía haber tras ella.

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14/01/2018, 17:35
Director

Tras pulsar el timbre de casa de Sayuri, aún tenéis que esperar unos cuantos minutos a que alguien responda. Quien sea que haya en el interior de la casa, desde luego se toma con calma el responder. Cuando ya estáis pensando si volver a llamar al timbre, una voz conocida para Sayuri se escucha a través del interfono. Es una voz femenina, la voz de su madre. 

-¿Quién es? - pregunta la voz de la madre de Sayuri. Escucháis su voz algo temblorosa, preguntando con prudencia, y algo debilitada.