Partida Rol por web

Escucharlos era tener un dejavú de toda la prueba, una cinta en repetición continua que empezaba a cansarla. Desconectó de toda la conversación durante unos momentos al imaginarse el hilo, “Tarjetas en blanco, alguien protestaría, otro plan, de nuevo protesta, rumor hasta el final pero en mitad volverán a cambiar…”

Apoyó la cabeza en la barandilla y cerró los ojos, dejando que el viento meciera sus cabellos rosados y sintiendo los artificiales rayos de sol de aquél supuesto escenario en su piel, disfrutando de aquella momentánea paz. Al abrir los párpados Aki salía de la cabaña, suponiendo que sería el último al comprobar que nadie más le seguía.

Suspiró al ver que tendría que levantarse, pensando que Manabu le llamaría la atención al no estar en su sitio, sacudiéndose la falda mientras caminaba a su posición, mirando hacia el cielo esperando la resolución.

-¡Cinco! - dice Manabu-sensei, refiriéndose a la cantidad de personas que han entrado ya en la cabaña durante esta ronda. El a veces simpático, a veces siniestro personaje da una vuelta sobre sí mismo antes de dirigirse al interior de la cabaña y recoger las tarjetas que se encuentran en el interior de la urna. - ¡Vamos a ver lo que habéis escrito en esta ocasión, niños y niñas! - va diciendo mientras sale de la cabaña, leyendo las tarjetas mientras asiente una y otra vez. Al final, alza la cabeza. - ¡Bien, bien! ¡Veo que esta vez os habéis aplicado mucho, ¿no?! - dice asintiendo ante los cinco jugadores como si estuviera realmente satisfecho. - Bueno, ¡no hagamos esperar más a nuestros dioses! ¡Vamos a leer los rumores de esta ronda... que son siete en total!

Comienzan a aparecer mensajes en el cielo, mensajes de asentimiento que apremian a Manabu-sensei a leer las tarjetas cuanto antes. El anfitrión del juego, sin embargo, no los está leyendo, sino que las tarjetas captan toda su atención.

-¡Veamos! Hay... cinco rumores prácticamente iguales. ¡Uno para cada uno! - anuncia alzando la cabeza de la tarjeta. - Los rumores dicen así: "A Miirei le gusta robar comida de los supermercados", "A Kenichi le gusta robar comida de los supermercados", "A Sayuri le gusta robar comida de los supermercados", "A Kazuma le gusta robar comida de los supermercados" y "A Aki le gusta robar comida de los supermercados". Menuda casualidad, ¿no? - Manabu-sensei ladea la cabeza como si esperase una respuesta a su pregunta. Al no obtenerla, sigue leyendo. - A ver, otro más... parece ser que "Kazuma es un mentiroso compulsivo"... Vaya, vaya. ¿Es eso cierto, Kazuma? ¡Aunque si me dices que no, ¿cómo iba a creerte?! ¡Podrías estar mintiendo! - asiente para sí mismo y baja la mirada. - Y ahora... el rumor más impresionante de todos. - asiente de nuevo y os mira, alzando la cabeza lentamente, dándole emoción. - Es sobre Kenichi-kun. - dice lentamente, dejando un silencio a propósito antes de leer el rumor. - El rumor dice así: - comienza, mirando su tarjeta. - "Kenichi ha visto todas las películas de Barbie". - dice con voz seria, antes de alzar la mirada y soltar una pequeña risita. - Jiji.

Los mensajes de los dioses que aparecen escritos en el cielo son en su mayoría de protesta por el último rumor, o por el hecho de que haya un mismo rumor para todos los jugadores. Manabu-sensei los calma a todos, sin hacerles demasiado caso, alzando las manos hacia el cielo y pidiéndoles que voten. Los resultados de la votación no se hacen esperar demasiado.

RESULTADOS DE LA VOTACIÓN

Aki Goro - 8%

Kazuma Murakami - 40%

Kenichi Nobunaga - 37%

Niimura Miirei - 6%

Sayuri Kurosawa - 9%

-¡Y esos son los resultados! - dice Manabu-sensei cuando éstos finalmente aparecen. - En primer lugar tenemos a Kazuma-MentirosoCompulsivo-kun. ¡Avanzas cinco casillas! - le dice, señalándolo. - Kenichi, en segundo lugar. ¡Avanzas cuatro casillas! - Manabu-sensei da una vuelta sobre sí mismo antes de continuar. - Los otros tres están muy igualados, pero aún así hay diferencias... ¡Sayuri-chan, avanza tres casillas! ¡Aki-kun, avanza dos casillas! ¡Miirei-chan, tú avanza sólo una!

Y los textos correspondientes a las casillas son...

Aki Goro - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA GANAN UN VIAJE EN UNA TÓMBOLA. ¡SU DEUDA SE REDUCE EN 100.000 YENES!"

Kazuma Murakami - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA DONAN DINERO A UNA ONG. SU DEUDA AUMENTA EN 100.000 YENES."

Kenichi Nobunaga - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA COMPRAN UN OBJETO DE GRAN VALOR... ¡PERO ERA UN FRAUDE! SU DEUDA AUMENTA EN 300.000 YENES."

Niimura Miirei - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA DEBEN ESCOGER A OTRO JUGADOR. ESTE JUGADOR ESCOGIDO VERÁ REVELADO UNO DE SUS SECRETOS POR PARTE DE LA ORGANIZACIÓN DE LOS JUEGOS DE LA AMISTAD. ¡FIABILIDAD 100% GARANTIZADA! SU DEUDA SE QUEDA IGUAL."

Sayuri Kurosawa - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA DESCUBREN QUE SU BICICLETA VIEJA ES UNA EDICIÓN LIMITADA QUE VALE MUCHO DINERO. ¡SU DEUDA SE REDUCE EN 200.000 YENES!"

-¡Vaya! - Manabu-sensei alza un dedo hacia Miirei. - ¡Miirei-chan ha caído en una casilla especial! - dice con especial alegría. - ¡Deberemos resolver su casilla antes de votar para la siguiente ronda!

Un momento Manabu-sensei, antes de resolver nada, mis amigos y yo tenemos que conferenciar. - digo girándome hacia mis amigos sin prestar atención a cualquier posible reclamo del hombre bajo el disfraz.

Pues bien Kazuma-kun, espero que con esto te convenzas de que no es nada sencillo manipular la votación de los voyeuristas, pues aún cuando escribí el mismo rumor para todos su votación no fue uniforme. - digo en voz baja cruzándome de brazos.

Bien ahora escúchenme bien chicos, las reglas no dicen que no podamos repetir rumores aún cuando estos ya hayan sido desmentidos, así que reservemonos esa carta para el último turno y repitamos el rumor que usamos sobre Murakami Sensei, exactamente igual como en la primera vez.

Escriban exactamente lo mismo que en esa ronda sobre la golpiza y añadan que destruí el automóvil de Yamaguchi Sensei.

Y como ya está probado que a quien golpee no fue Yamaguchi-sensei no habrá dudas sobre aquel rumor y como ya dije que destruí el auto de Murakami, pues ni vuelta que darle.

¿Qué opinan? ¿Nos guardamos ese as en la manga para la última ronda? - digo con expresión triunfal.

Aki se acercó más a sus amigos para hablarlos tal como Kenichi en voz baja destinada sólo a sus oídos. “Pues, a mí no me parece mal, aunque no entiendo el porqué del añadir el detalle con el coche destrozado. Manabu ya aceptó el rumor anterior, aunque a regañadientes. ¿No sería más seguro repetirlo exactamente en la misma forma en la que ya lo aceptó? Bueno, lo dejo a su criterio.”

Cerró un instante los ojos, luego abriéndolos siguió: “Me pregunto incluso si no es mejor la idea de Sayuri. Aunque lo de las tres tetas me parece un poco exagerado. Por ejemplo, ¿por qué no escribir al final que Kenichi o Kazuma tiene un tatuaje de una chica desnuda – o algo jugoso del estilo – en su pecho? Habrá que desabrocharse, y se verá la prueba. Ni manera para Manabu de dar vueltas a esto.

Sea. Pero con ambas opciones Kenichi o Kazuma tendrían que encabezar el tablero, así que tenemos que decidirnos ya qué queremos hacer para escribir en las próximas rondas los rumores los más jugosos sobre ellos, manteniéndolos así en cabeza.”

Sin embargo, sacudió la cabeza en vista del experimento que Kenichi acabó de hacer. “Aún así, sabemos que las votaciones de los espectadores no son previsibles.”

Tienes razón Aki, usémoslo tal cual lo acepto y nos evitamos líos. - concedo con un leve cabeceo.

Pero recuerden esperar hasta que me encuentre en la casilla 56, si no todo se va al garete y Mii-chan no me escojas a mi en esta casilla porque no tengo idea de que se traen estos sujetos. 

“Casilla especial”, primera vez que oía de su existencia y, en aquella ocasión, le tocaba ser el conejillo de indias de la misma. Leyó varias veces la frase dibujadas en el cielo con las respectivas instrucciones, pensando a quién debería escoger y qué tipo de secreto desvelaría. Miró a sus compañeros, quienes parecían haber obviado esta casilla para volver al tema de la estrategia, dejando escapar un suspiro de sus labios mientras esperaba que terminaran de nuevo.

- Chicos.- Señaló con el índice al cielo, al panel con el mensaje.- ¿Qué hago con eso? ¿Algún voluntario? – No quería entrar en disputa otra vez, menos elegir a mano alzada. Mientras esperaba la respuesta de sus compañeros, se dirigió a Manabu.- Manabu-Sensei, una pregunta. ¿El hecho de desvelar un secreto hará que esa persona avance casillas?

“Oh, no nos compliquemos la vida con esto”, contestó Aki a la pregunta cargada de dudas de Miirei, restando con su tono despreocupado importancia al asunto. “Escoja a mí. Te prometo que ahora sabré reaccionar como es debido. En otras palabras: no de todo.” Dedicó una mirada reconfortante a su amiga.  

-¡No! - respondió Manabu-sensei. - ¡Simplemente revelaremos un secreto de esa persona! Nada de avanzar casillas. - explicó.

- ¿Estás seguro, Aki? – No conocía tanto a su amigo como para descubrir qué tipo de secreto podían desvelar, al igual que los límites de la organización, punto que en cierta manera le daba curiosidad, pero hubiera preferido no descubrirlo de esta forma.

Esperó por si alguien más intervenía y, tras la respuesta de Manabu, asintió levemente aliviada, pensando qué, al menos, no se vería la posición del susodicho afectada.

- De acuerdo. Escojo a Aki.- Miró al chico, triste por tener que seleccionarle a pesar de haber sido voluntario, sintiéndose culpable igualmente y temiendo el alcance del secreto.

Suspiro ante los comentarios de mis compañeros, que parece que siguen sin comprender nada de como funciona el juego.

Cuando Miirei se dispone a resolver su casilla, Aki se adelanta y decide que sea uno de sus rumores el que sea desvelado.

- ¿Estás seguro Aki-kun? - digo - Estaremos contigo, digan lo que digan sobre ti, no habrá nada que haga que pierdas nuestro apoyo, pero si quieres, yo mismo me ofrezco para que sea uno de mis rumores el que sea aireado.

“Está bien, está bien”, tranquiliza Aki a Miirei y Kazuma. “Está bien que Miirei escoja a mí. De todas formas, ¿qué secreto será? Otra mentira ideada por los responsables del juego, como ya hemos visto tantas. Asumiré este ‘secreto’ sin problemas, lo veréis.”

Aki está decidido de no perder más la compostura, ya reprochándose mucho de haberla perdido antes.  

Aki tiene razón estos sujetos no han hecho más que mentirnos y manipularnos desde el inicio del juego así que sea lo que sea que digan, para mi será de valor cero.

Además con lo poco ingeniosos que son de seguro acusan a Aki de ser una mujer transformada en hombre o de haber asesinado a Kenedy o a Jimmy Hoffa y haber ocultado sus cuerpos en el jardín de la escuela. - digo a modo de broma.

Ya en serio veamos con que sarta de idioteces nos salen ahora y ya que estamos en eso, mejor nos sentamos en el suelo, no vaya a ser que nos caigamos de espaldas de la risa.

Mi voz denotaba bastante sarcasmo, creía ciegamente en Aki y nada de lo que dijeran estos sujetos me haría dudar de él.

Aki sonrió, divertido con las ocurrencias de Kenichi – pero tenía razón, deberían tomarse todos los enunciados de Manabu y equipo como bromas algo pesadas. “No exageres. Afirmo nunca haber tocado a Kennedy.” No habló de Hoffa.  

-¿Escoges a Aki-kun? - pregunta Manabu-sensei mirando a Miirei y ladeando la cabeza como con curiosidad. Después alza una mano y se acaricia la barbilla, como si estuviera pensando en algo muy intensamente. - Pues no sé yo si Aki-kun tendrá algún secreto que podamos revelar... - dice con voz lenta y pensativa, acariciándose la barbilla sin parar, lentamente, haciéndose el interesante. Al final da una palmada y suelta una pequeña risita amortiguada por el traje en el que está metido. - ¡Pero qué digo! ¡Claro que lo tiene!

Manabu-sensei gira sobre sí mismo y apunta con un brazo al cielo, donde normalmente se muestran los mensajes escritos de los dioses. Esta vez, sin embargo, no aparece texto sino una imagen. La imagen parece haber sido captada con algún tipo de cámara oculta, pues hay algunos obstáculos en la visión: las hojas de un árbol y el marco de una ventana. Lo importante de esta imagen es la persona que está en el interior de la casa que enfoca la imagen, un chico sentado en el sofá con un aspecto bastante desgraciado.

Esa persona no es otra que Aki, pero su aspecto no es el de ahora, sino que parece desnutrido, consumido y muy débil. Tiene muy, muy mal aspecto, se diría que está enfermo de alguna forma, aunque no está clara la razón hasta que unas letras aparecen delante de la imagen: "Aki Goro intentó suicidarse dejando de comer y beber el verano pasado".

Aki, en unos pocos instantes, se convirtió en un espectro. De desafiante, los ojos chispeando, su puso lívido, con ojos inertes, fijos, fijados en la imagen, la foto que apareció por encima de ellos, tan grande, demasiado grande…

Durante un minuto miró la foto y la leyenda debajo de ella. El joven estaba como una estatua de mármol, tan blanco y también tan inamovible, la boca ligeramente abierta, los músculos de su cara inermes, extinguidos, caídos, sin expresión ninguna.

Durante un minuto, pareció olvidarse de todo, incluso de la presencia de sus amigos: se estaba afrontando sólo a sí mismo, a la figura en la foto.

Tras este minuto pareciendo eterno, al menos para él, cerró la boca y despegó sus ojos del cielo falso. Carraspeó fuertemente, tragó saliva, luego, en un tono diáfano, tal como si su voz iba a difundirse en el aire antes de llegar a los oídos de sus amigos: “Pues, esto. Ahora, por favor, continuemos.”

Cuando vi la inagen, no daba crédito a mis ojos y sin madiar palabras coloque mi mano sobre el hombro de Aki, para luego apartar mi vista de la imagen.

Su rostro lo decía todo, lo que me hizo sentir bastante culpable, dado que mi mejor amigo había estado a punto de morir, y yo no lo había notado.

Conocía lo suficiente a Aki, como para saber que no quería hablar sobre esto, así que intenté centrar la atención del grupo en otra cosa.

Aki tiene razón chicos, continuemos y no olviden el plan, voy a poner alguna gamberrada de mi infancia en la tarjeta y con suerte lograremos terminar con este circo en la siguiente o subsiguiente ronda. - digo mientras me encamino hacia la caseta de los rumores.

Luego de.un par de minutos salgo de la caseta de los rumores y le dedico una mirada a todos mis amigos.

¡Ánimo chicos no podemos permitir que nos vean deprimidos! En especial, porque sin importar lo que pase, siempre permaneceremos unidos. - digo intentando levantar un poco la moral del grupo.

Después de que Aki se ofreciese voluntario para que Miirei usara el efecto de su casilla en él, nunca hubiera imaginado lo que estaban a punto de visualizar. La foto que la Organización había revelado sobre Aki hizo que abriese la boca con asombro, pero... ¿acaso era cierto..? Sayuri giró la cabeza preocupada en dirección hacia el protagonista de aquella imagen, su expresión lo decía todo, lo que hizo que un sudor frío le recorriese la espalda en consecuencia.

Y lo que era aún peor, ¿cómo habían logrado obtener aquella información? Era una maldita foto de su amigo, ¿acaso habían estado siendo vigilados? Podía notar como se le formaba un nudo en la garganta con tan sólo imaginar el alcance de poder que tenía aquella misteriosa organización. Da miedo de verdad...

Sin saber que hacer o decir sobre aquello, dedicó una última mirada de preocupación hacia Aki, antes de mirar hacia Kenichi viendo que iba a intentar cambiar el tema para no abochornar más a un decaído Aki. Aquella revelación había sido suficiente para hacer decaer el ánimo general, volviendo el ambiente más tenso. 

- De.. De acuerdo Kenichi. - respondió mientras lo miraba marchar hacia la caseta de rumores, no quería pensar más en ello, pero aquella  terrible imagen se le había grabado en la retina por más que quisiera pensar en otra cosa.

-¡Oh! ¡Veo que ya estáis escribiendo los rumores de la siguiente ronda! - dice Manabu-sensei al ver primero entrar y luego salir a Kenichi en la cabaña de los rumores. Da una vuelta sobre sí mismo antes de continuar. - ¡Me parece bien, ya que ya hemos resuelto la casilla especial! Pero antes de continuar me gustaría recordaros las condiciones del final de la partida, ya que al menos uno de vosotros está ya a menos de diez casillas de la meta... - conteniendo una risita divertida, Manabu-sensei señala la casilla sobre la que se encuentra Kenichi, la 51. - Recordad que este juego tiene un total de 60 casillas, y los primeros jugadores que lleguen a la casilla 61 serán los ganadores. Por supuesto la casilla 61 es imaginaria, porque sólo hay 60... - Manabu-sensei se dirige a donde se encuentra el final del tablero, la casilla 60. Todos os fijáis en que la casilla número 60 se encuentra al borde de la azotea y que, justo en ese tramo, la valla de seguridad deja un hueco. Por lo tanto, la imaginaria casilla 61... es un espacio donde se puede caer al vacío. Al supuesto vacío de este decorado, claro. - ¡Y aquellos que ganen este juego tendrán la grandísima suerte de participar en el tercer juego, mientras que el resto se aburrirán muchísimo volviendo a su vida diaria hasta que comience el cuarto juego! - ríe el misterioso personaje, antes de alzar un dedo hacia los participantes. - Ah, pero tal vez alguno de vosotros prefiera no participar en el tercer juego, en cuyo caso debería procurar quedarse atrás y no llegar a la última casilla junto a los ganadores... El tercer juego es especialmente duro, tanto física como psicológicamente, ¿os lo había dicho ya? - vuelve a reír, tapándose la boca con la mano. - Sí, sí. Es realmente duro... ¡extremo, diría yo! Dudo que alguno de vosotros pudiese llegar a soportarlo... ¡en especial las chicas! - dice, mirando a Sayuri y Miirei. - Sayuri-chan y Miirei-chan... Ay, no sé si podríais llegar a sobrevivir en ese entorno... - dice con un tono apenado... antes de alzar los brazos. - ¡Pero no puedo decir mucho más! - dice con una risita. - Bueno, sí, sólo una cosa más. - añade alzando un dedo. - Es una pista, no sé si os lo he dicho antes... pero resulta que es completamente imposible que una sola persona logre la victoria en el tercer juego. ¡Así que si yo fuera vosotros, procuraría que al menos dos personas pasen al tercer juego!

Manabu-sensei ladea la cabeza, os mira durante unos segundos y luego señala la cabaña de los rumores con ambas manos.

-¡Dicho esto, podéis continuar!

Cuando Manabu se dirige a Sayuri y Miirei, rápidamente me interpongo entre ellas y el presentador.

Espero que no las esté amenazando Manabu-sensei o esto puede ponerse feo en muy poco tiempo, pues mientras yo esté aquí, no pienso permitir que nadie le toque ni siquiera uno de sus cabellos a Sayuri-chan y a Mii-chan. - digo en el tono más amenazante posible.

Así que le pido amablemente, que deje de intentar amedrentar a mis amigas, antes de que aflore en mi ese lado violento que a nadie le gusta. - agrego cerrando firmemente mis puños al tiempo que lucho por mantener la compostura.

Aki asintió gravemente de la cabeza ante de la advertencia de Manabu. Sin embargo, no se dejarían intimidar. Si Manabu quería tanto apartar las chicas del tercer juego, había que suponer que no le vendría bien que participaran. Era altamente improbable que Manabu se dejara llevar por un impulso de compasión.

De todas formas, ya habían dado a las chicas la promesa formal que no las mantendrían al margen. Según el plan, todos pasarían al siguiente juego.

Aki se fue de paso bastante inseguro a la casita, no inseguro en cuanto a lo que tenía que hacer, pero inseguro aún por las repercusiones de la foto en su mente a la que le habían confrontado. No tenía claro se iba a recobrar su aplomo, su desafío de antes. Posiblemente no. Fue un golpe muy, pero muy bajo, despiadado y cruel.

Al salir de la casita de rumores susurró a Kenichi: “He puesto que tienes un problema con el chocolate y mantener el peso. No tengo más creatividad.” Y miró al cielo, del que, como notó con alivio, su propria desgracia había desaparecido.