Partida Rol por web

No se preguntó cómo había captado la imagen porque lo que representaba, la fragilidad y el deterioro físico y psicológico de Aki en ese momento junto al enunciado lo decía todo. Apartó la mirada rápidamente, incapaz de seguir observando aquella escena y sintiendo una presión en su pecho por haber sido su dedo el que le escogió.

Se mordió el labio inferior, sabiendo que ahora las palabras sobraban y que era mejor desviar el tema, tal y como Kenichi estaba haciendo, aunque aquella imagen quedara grabada en la imagen de cada uno de los presentes. Inconscientemente se frotó las muñecas, sonando levemente las pulseras que llevaba con un tintineo, haciendo que se sintiera incómoda por todo aquello.

Aprovechando la cercanía de casillas y la necesidad de tener a su compañera cerca en estos duros momentos, Miirei caminó hasta posicionarse al lado de Sayuri para darle la mano, recordando que la última vez fue antes del “ataque” de Aki.

- Hola.- Saludó innecesariamente a la castaña mientras la miraba a los ojos y sonreía con cierta tristeza. Quería recuperar esa normalidad, olvidar lo sucedido en esta prueba y hacer como si nada hubiera pasado, pero era demasiado difícil. Apoyó la sien en el hombro de Sayuri y cerró los ojos, descansando unos instantes mientras Manabu tomaba la palabra, pensando que repetiría lo mismo que ya sabía, y así lo parecía.

Sin embargo sus palabras viraron de rumbo en un punto que no supo descifrar. Abrió los ojos mientras se incorporaba al escuchar sobre la dureza de la prueba, no solo para ella sino para las dos féminas del grupo, algo que hizo que apretara la mano de su compañera.- ¿Qué? – Miró el disfraz de Manabu buscando explicación, notando cierto vértigo por todo lo que podía venir.

Ni siquiera vio a Kenichi ponerse frente a ellas, defendiéndolas. En su cabeza había cientos, miles de peligros que podrían correr en la siguiente prueba los cuales había estado dispuesta a correr, pero ya no solo le concernía a ella.- Sayuri…

Esperó a que Aki saliera de la caseta para soltar a su compañera y, rápidamente, entrar ella antes que nadie.

Salió con los ojos húmedos, secándose el resto de lágrimas mientras se acercaba de nuevo a Sayuri para darle la mano, señalando a sus compañeros que estaba bien.

- Kazuma, tu turno.

- ¡Voy! - exclamo dirigiéndome a la cabaña.

Tras un rato dentro vuelvo a salir.

- Ya estoy - concluyo.

La imagen proyectada no se me podía quitar de la cabeza y, en cierto modo me perturbaba. Manabu, además, intentaba intimidar a Miirei y Sayuri lo cual todavía revuelve más mi cabeza. Mis compañeros, Aki y Kenichi, con la constante intención de reventar su juego, estaban logrando todo lo contrario, reventarse a si mismos, estamos ante una carrera de resistencia mental, contra un contrincante que no conocemos, con un juego creado por nuestro contrincante y con unas reglas muy bien creadas para mantenernos en vilo en todo momento.

Miro hacia Miirei y asiento con la cabeza mientras introduzco la mano en el bolsillo.

- ¡Ánimo chicos, permanezcamos juntos! - digo intentando parecer animado.

Aún estaba intentando no pensar demasiado en la imagen que acababan de ver, mantenía los labios apretados en una fina linea reflejando concentración, pero a la vez estaba tensa y en cierto modo, preocupada por lo que se les venía encima. La incertidumbre de no saber que iba a pasar a continuación empezaba a pasarle factura, y eso que hasta entonces había procurado mostrarse fuerte, pero sus fuerzas flaquearon cuando Manabu les lanzó aquella advertencia. ¿Sobrevivir..? Pero que clase de endemoniada prueba han preparado... Pensó mientras escuchaba las explicaciones del muñeco, aunque tenía la mirada perdida en un punto del suelo. Intentaba analizar todo cuanto había dicho, pero eso hacía que aquella revelación se volviese más escalofriante por momentos.

¿De verdad iba a resultar tan peligroso para ellas? Estaba en buena forma física, y le tentaba sentir curiosidad por la naturaleza de la tercera prueba, pero algo en su cabeza le decía que era mejor no saber.

Sayuri reprimió un escalofrío, pero al poco sintió el tacto cálido de la mano de Miirei, que se le acercó. Fue entonces cuando la chica castaña soltó un leve suspiro, obligándose a relajarse aunque solo fuera por unos instantes, en la compañía de su amiga. - Hola, ¿todo bien? - respondió por reflejo, dejándose llevar aunque era más una pregunta que no necesitaba respuesta, puesto que todos estaban en una situación desagradable. Cuando esta apoyó la cabeza en su hombro, Sayuri le apartó un mechón de pelo, colocándolo tras la oreja con cuidado, en un gesto cariñoso.

A medida que Manabu seguía hablando, sin darse cuenta Sayuri se aferró con algo de fuerza a la mano de Miirei, buscando las fuerzas necesaria para seguir adelante, y a su vez, para transmitirle el mismo sentimiento a la pelirrosa. Por su parte, Kenichi hizo un intento de protegerlas, aunque sinceramente, no había mentira o segundas intenciones en las palabras de Manabu, se trataba de una advertencia pura y dura. Lo había hecho al inicio de partida, salvo que ahora también la incluía.

- Creo.. Creo que lo dice en serio Kenichi-kun. Calma. Intenta advertirnos... - pidió aunque su voz fue apagándose antes de terminar de hablar. De nuevo, miles de preguntas afloraban en su mente, no sabía si quería oír las respuestas. Tenía que pensar en otra cosa.

Cuando Kazuma terminó con su turno de escribir, Sayuri se adelantó para entrar en la caseta de los rumores y así poder continuar con aquel juego de locos.

-Sayuri-chan tiene razón, ¡sólo estoy intentando advertiros! - Manabu-sensei da una vuelta sobre sí mismo, apoyándose sobre una sola pierna. No parece haberse amedrentado ni un poco por las amenazas de Kenichi. - Deberías tener en cuenta mi consejo en vez de amenazarme, Yakuza-kun. - dijo mirando a Kenichi. Se encogió de hombros acto seguido. - Aunque, por supuesto, puedes pensar lo que prefieras. Si las chicas lo pasan mal en la tercera prueba, luego no vengas quejándote~

Tras terminar su advertencia con una voz casi cantarina, indudablemente burlona, Manabu-sensei acude a la cabaña de los rumores y extrae las cinco tarjetas que, una vez más, se encuentran en el interior de la urna. Empieza a leerlas incluso antes de salir de la cabaña, cerrando la puerta despreocupadamente al salir.

-Vaya, vaya... ¡de nuevo, habéis hecho un buen trabajo! - os dice Manabu-sensei a todos, alzando su mirada. - Esta vez tenemos nada menos que siete rumores, niños y niñas. ¿Estáis listos, dioses? - pregunta mirando al cielo. - ¡Nos acercamos al final, así que espero que disfrutéis de los últimos rumores del juego! - les dice, alzando la voz como si tuviera que llegar de verdad al cielo. Al terminar baja la vista a las tarjetas de nuevo y se aclara la garganta. - Bien, vamos a empezar. ¡El primero es de Miirei! - dice, asintiendo para sí. - Parece ser que... "Miirei no es pelirosa natural". ¡Pues a mí podría haberme engañado! - dice, asintiendo repetidamente. - Más cosas: "Kazuma se baña con la ropa puesta, para ahorrar el agua de la lavadora". ¡Interesante método de ahorro, Kazuma! Te vendrá bien ahorrar, con la deuda que estáis contrayendo... ¡Otro! ¡"A los diez años, Kenichi rompió las lunas de la casa de su vecino, porque él pateó a su nuevo perro"... no esperaba menos de nuestro Yakuza-kun! Otro más... "Kenichi se levanta por las noches y come cantidades indecentes de chocolate, y luego va un montón de horas al gimnasio para guardar la línea"... ¡Qué vergüenza, Kenichi-kun! - Manabu-sensei ríe por lo bajo. - ¡Los tres últimos tienen que ver con Aki-kun! - anuncia el presentador del juego antes de bajar la cabeza para leer los rumores. - Son los siguientes: "Aki tiene problemas de ludopatía"... Yo lo sospechaba, eh. El siguiente... uy, éste es fuerte... "Aki tiene como hobby oculto hacer travestismo cuando nadie le ve, y además sueña con que le dominen"... Uy, uy. Qué pensamientos tan curiosos tienes, Aki-kun. Y por último... - Manabu-sensei se aclara la garganta de forma teatral. - ¡¡"Aki y Kenichi mantienen una relación de amor en secreto"!!

Del puro entusiasmo, Manabu-sensei lanza las tarjetas al aire y luego, cuando se da cuenta de que tal vez no debería haber hecho eso, se apresura a recogerlas. Al final, después de haberos dejado procesar los rumores un par de minutos, os mira.

-Bien, ¿qué os parecen los rumores de esta ronda? Bien, ¿no? - dice, y alza los brazos hacia el cielo una ronda más. - ¡Ahora veremos lo que opinan los dioses! ¡Decidnos, dioses! ¿La reputación de quién ha sido la más dañada esta ronda?

Esta vez los resultados tardan un poco más en aparecer.

RESULTADOS DE LA VOTACIÓN

Aki Goro - 49%

Kazuma Murakami - 5%

Kenichi Nobunaga - 43%

Niimura Miirei - 3%

Sayuri Kurosawa - 0%

-¡Uy! ¡El primer puesto ha estado muy reñido en esta ocasión! - declara Manabu-sensei al ver los resultados escritos en el cielo. Luego baja la mano y señala con su dedo a los participantes. - ¡Pero ya tenemos los resultados! En primer lugar Aki-chan. ¡Avanzas cinco casillas! - dice, con una risita. - En segundo lugar su querido Kenichi-Yakuza-kun. ¡Cuatro casillas! Después Kazuma-kun, ¡avanzas tres casillas! En cuarto lugar tenemos a Miirei-chan, que avanza dos casillas. ¡Y por último tenemos a Sayuri-"Vaya, de mí no hay ningún rumor"-chan! - dice con otra risita. - ¡Avanza una sola casilla!

Y, cuando cada uno llega a su casilla correspondiente...

Aki Goro - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA COMPRAN UN OBJETO DE GRAN VALOR... ¡PERO ERA UN FRAUDE! SU DEUDA AUMENTA EN 300.000 YENES."

Kazuma Murakami - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA SALVAN AL GATITO DE UNA SEÑORA RICACHONA, QUE LES DA UNA COMPENSACIÓN ECONÓMICA COMO AGRADECIMIENTO. ¡SU DEUDA SE REDUCE EN 100.000 YENES!"

Kenichi Nobunaga - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA VENDEN LIMONADA EN UN PARQUE PARA GANAR UNAS MONEDAS EXTRA, PERO LA POLICÍA LOS DETIENE POR VENTA ILEGAL Y LES PONE UNA MULTA. SU DEUDA AUMENTA 200.000 YENES."

Niimura Miirei - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA DESCUBREN QUE SU BICICLETA VIEJA ES UNA EDICIÓN LIMITADA QUE VALE MUCHO DINERO. ¡SU DEUDA SE REDUCE EN 200.000 YENES!"

Sayuri Kurosawa - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA SON ATRACADOS POR UN PAR DE DROGADICTOS CON SÍNDROME DE ABSTINENCIA. SU DEUDA AUMENTA EN 100.000 YENES."

-¡Ya os queda muy poco para terminar, niños y niñas! - anuncia Manabu-sensei. - ¡Mucho ánimo!

“Es evidente que están manipulando otra vez el juego”, afirmó Aki. Habló convencido, pero se notó que su voz era algo pastosa, como si le costara unir sus pensamientos. “No doy crédito a la idea que alguien actúe contra el plan común de poner rumores sobre Kenichi. Con las constantes manipulaciones, realmente me pregunto otra vez qué sentido tiene elaborar planes… Pero dejemos esto, ya he dicho lo que pienso.”

Volviéndose hacia el muñeco odioso: “Pues, Manabu-sensei, los tres rumores acerca de mi son falsos”, declaró en tono objetivo. “Pero tampoco sé que no hay manera de probarlo, como en dos de ellos ya sale ‘cuando nadie lo ve’ y ‘en secreto’. En cuanto a el sobre la ludopatía, también podría insinuarse que voy disfrazado a casas de juego o algo así. Desde luego, no tengo nada más que decir.” Se encogió de hombros.

Se lo veía aún debilitado y muy distraído por la revelación de la foto en el cielo virtual, por mucho que se esforzaba de ahuyentar la escena de su mente. 

Resoplo ante las palabras de Aki, la queja constante que llevamos viviendo todo el juego, y me quedo en silencio, observando y escuchando.

- Da igual Aki, las quejas sobre la supuesta "ilegalidad" del juego no van a hacer que estemos todos más unidos, a mi ya me está cansando escuchar todo el rato la misma cantinela - digo -. Yo confío en todos vosotros, pero parece que os encante hacerles gozar con nuestro enfado.

Casi pienso que todo esto genera el efecto contrario al que Aki parece desear provocar, está añadiendo más cansancio sobre nosotros y echando más dudas al tablero de juego de las que intenta disipar, no sobre los rumores, pero sí sobre quien supuestamente "boicotea" el juego.

Bueno chicos tranquilos, que estas son las únicas rondas que importan, pongamos todos una tarjeta en blanco y en la siguiente ronda sacamos al gato de la bolsa.

Después de todo no tendría sentido sacarlo en este momento.

Por cierto chicas, si no desean participar en el siguiente juego, pues bien mantengan su tarjeta en blanco en el siguiente turno.

La verdad es que no las culpo por estar preocupadas, por mi parte yo no me pienso quedar atrás, pero si deciden acompañarnos al tercer juego, yo las voy a proteger, tal coml lo he hecho siempre. - digo intentando levantar la moral de mis amigos, para luego caminar hacia la caseta de los rumores.

“Voy yo”, anunció Aki algo maquinalmente. “Esperemos que ahora no nos saboteen el juego. El plan realmente es bueno.”

Se fue a la casita y salió casi al instante. “Tarjeta tan blanca como los lirios esparcidos sobre los pies de la Santa Virgen”, murmuró.  

Los segundos en los que Kazuma estuvo dentro de la caseta se hicieron eternos, incapaz de apartar la mirada de la cabaña atenta a que saliera. ¿Habría funcionado? Estaba nerviosa cambiando el peso del cuerpo de un pie a otro o rascándose el antebrazo con sus inmaculadas uñas pintadas, al menos hasta que le vio salir.

Ese cruce de miradas, el asentimiento y bajar la mano, comprobando que guardaba algo en el bolsillo le hizo saber que lo había visto, articulando con los labios un “gracias” con una débil sonrisa. Bajó las manos mientras esperaba que Sayuri terminara su turno, sintiendo caer un poco de peso de sus hombros sólo por aquel gesto de su compañero, lo suficiente para aliviar la pesadumbre que la asolaba.

Tras volver la siguió Manabu y, con ella, la temida ronda de rumores. Respiró hondo, hinchando el pecho mientras dictaba uno a uno las anotaciones, cada cual más extraña que la anterior. Había llegado a un punto que no sabía cuál era mentira o real, un juego en el que se decía cualquier cosa con tal de llegar a la final, por vergonzosa que fuera, con tal de buscar el morbo del público.

Avanzó las casillas que le asignaron y comprobó de nuevo los marcadores, un ritual que estaba adquiriendo últimamente, como si temiera que a cada nuevo vistazo los números cambiaran de lugar. El final estaba demasiado cerca, tanto que daba miedo imaginar que aquella pesadilla podía terminar en una ronda mínimo, o alargarlo indefinidamente.

Abrió la boca para preguntar qué iban a hacer ahora pero Kenichi se adelantó. “Tarjetas en blanco”. Asintió una vez en su dirección, pensando que al menos en esta ronda no tendría que pensar algo absurdo sobre ella, solo entrar y doblar la tarjeta.

Esperó a que Aki terminara su turno y, nada más salir él y andar un par de pasos, se adelantó ella, aprovechando el hecho de pasar a su lado para abrazar al chico. Se sentía culpable por la imagen que habían mostrado y, aunque no lo mencionara para no hurgar en la herida, era algo que necesitaba hacer. Al separarse le dio un beso en la mejilla antes de  adentrarse en la cabaña.

Aki estuvo sorprendido por el gesto de Miirei, y más aún cuando comprendió, tras una fracción de segundos de parpadear, su intención : se sentía culpable por la revelación del secreto. El chico, sin embargo, pensaba que el único al sentirse culpable debía ser él por haberla agredido antes perdiendo la confianza en ella.

“Es nada”, musitó en su oído mientras lo abrazaba. “Es probable que con los demás habría sido peor. Y ya es agua pasada.” Su voz quedando algo quebradiza, sin embargo, desmintió la última frase.

Y, poniendo un beso un su mejilla como una mariposa poniéndose fugazmente sobre la flor antes de alzarse nuevamente al vuelo, Miirei ya se fue a la casita, mientras que él, Aki, sentía otra vez los remordimientos pincharle el corazón por haber osado dudar de ella.   

Me encamino a la caseta de nuevo, ya con hastío por seguir jugando a este absurdo juego.

Al salir me acerco a Miirei.

- No te preocupes te protegeré - le digo a la pelirrosa -. Tu tampoco tienes de que preocuparte Sayuri-chan - concluyo dirigiéndome a mi otra compañera.

Me dirijo a mi casilla.

Cada vez se acercaban más al final del juego, por una parte tenía ganas de acabara todo aquello, por otro su preocupación sobre lo que les esperaba iba en aumento. A pesar de todo, procuró mantener el tipo, por el bien de sus amigos. Sayuri siempre se había caracterizado por mantener la calma, en prácticamente cualquier situación, y ahora más que nunca necesitaban un apoyo así, si perdían los nervios estarían a merced del disfrute de aquellas personas y no iba a permitir que se mofasen de ellos.

La castaña inspiró hondo, asintiendo ante las palabras que sus compañeros iban diciendo. Se permitió esbozar una tenue sonrisa ante los ánimos que Kazuma le dedicó a ella y Miirei. - Gracias Kazuma-kun, sólo espero que todo salga bien. - comentó dejando escapar con su comentario un poco del estrés que estaba acumulando desde entonces, poder desahogarse era un alivio, aunque solo fuera por soltar un simple comentario sobre las preocupaciones que la atormentaban.

Cuando Kazuma salió de la caseta, Sayuri se puso en marcha para entrar ella y hacer lo pedido, tocaba poner una tarjeta en blanco. Luego tendrían que esperar los resultados y ver que pasaba.

-¡Y una vez más, con Sayuri-chan ya sois cinco los que habéis votado! - dice Manabu-sensei al ver salir al último de vosotros, Sayuri, de la cabaña de los rumores. Poco después de que la chica salga de la cabaña y vuelva a ocupar su lugar en el tablero, Manabu-sensei da una vuelta sobre sí mismo y se introduce él mismo en la cabaña, dejando la puerta abierta para salir casi de inmediato con las papeletas que ha recogido del interior de la urna. - Vamos a ver, vamos a ver... - murmura mientras las lee, una tras otra, aunque más rápido que en otras ocasiones. - Oh, vaya, vaya... ¡en esta ocasión sólo hay dos rumores!

Los comentarios que pueden leerse en este momento en el cielo son básicamente de decepción, y de gente pidiendo que el juego termine pronto porque quieren ver en qué consiste la siguiente prueba. Otros comentarios dan sugerencias bastante explícitas sobre relaciones amorosas entre los participantes...

-¡Bueno, pues paso a leerlos! - dice Manabu-sensei alzando las manos con entusiasmo. - ¡Un rumor es de Kenichi-kun, y otro es de Kazuma-kun! ¿Cuál queréis que lea antes? - pregunta, aunque se encoge de hombros y empieza a leer él mismo sin esperar respuesta. - A ver, a ver. Parece ser que... "Kazuma lee las revistas en la librería, pero no las paga"... ¡Kazuma-kun, estoy seguro de que el tendero no está de acuerdo con esto. Y el otro rumor... oh, vaya. - Manabu-sensei se ríe por lo bajo durante unos segundos, luego se aclara la garganta y lee el segundo rumor. - ¡"Kenichi tuvo relaciones íntimas con un profesor"! ¡Vaya, Kenichi-kun! ¿Te gustan maduritos? - ríe Manabu-sensei. - No será el mismo profesor al que le pegaste, ¿no? ¡Bueno! - Manabu-sensei vuelve a alzar los brazos. - Como ya sabéis, ¡ahora es turno de los dioses de decidir quién ha sido el participante más perjudicado en esta ronda de rumores! ¡Qué nervios, niños y niñas! ¡Ya casi es la última! - Manabu-sensei alza un dedo hacia el cielo. - ¡Dioses, por favor! ¡Comunicadnos vuestra decisión!

Con solo dos rumores, la resolución es más rápida que otras veces...

RESULTADOS DE LA VOTACIÓN

Aki Goro - 0%

Kazuma Murakami - 1%

Kenichi Nobunaga - 99%

Niimura Miirei - 0%

Sayuri Kurosawa - 0%

-¡Llamadme adivino si queréis, pero me esperaba este resultado! - Manabu-sensei se ríe, tapándose la boca con la mano. - ¡Bueno, los dioses han decidido! Kenichi-kun, me temo que avanzas cinco casillas. ¡Y te colocas en la número 60, nada menos! Kazuma-kun, tú avanzas cuatro. ¡No está nada mal! - les indica a ambos, señalando las casillas con el dedo. - El resto... Aki-kun, Miirei-chan, Sayuri-chan. ¡Avanzáis una casilla cada uno!

Y las resoluciones de las casillas...

Aki Goro - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA SALVAN AL GATITO DE UNA SEÑORA RICACHONA, QUE LES DA UNA COMPENSACIÓN ECONÓMICA COMO AGRADECIMIENTO. ¡SU DEUDA SE REDUCE EN 100.000 YENES!"

Kazuma Murakami - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA RECIBEN DOS VECES UN PEDIDO QUE HICIERON POR INTERNET Y VENDEN EL PRODUCTO QUE LES SOBRA. ¡SU DEUDA SE REDUCE EN 100.000 YENES!"

Kenichi Nobunaga - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA ESTÁN A PUNTO DE TERMINAR ESTE JUEGO. ¡ENHORABUENA!"

Niimura Miirei - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA SON ATRACADOS POR UN PAR DE DROGADICTOS CON SÍNDROME DE ABSTINENCIA. SU DEUDA AUMENTA EN 100.000 YENES."

Sayuri Kurosawa - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA DONAN DINERO A UNA ONG. SU DEUDA AUMENTA EN 100.000 YENES."

Manabu-sensei da una palmada para llamar la atención de todos.

-¡Niños y niñas! - dice en voz alta. Parece estar bastante contento. - ¡Kenichi-kun se encuentra en la casilla 60! En la siguiente ronda, pase lo que pase... ¡se termina el juego! - Manabu-sensei da una vuelta sobre sí mismo. - ¡Recordad que los afortunados que superen la casilla 60 en el próximo turno pasarán a la tercera prueba, mientras que los que no lleguen disfrutarán de un merecido descanso! - Manabu-sensei ríe. - Os recuerdo también que la tercera prueba es especialmente dura... ah, pero seguro que estáis cansados de escuchar eso, ¿verdad? ¡Adelante, no os entretengo más! - dice, señalando la cabaña de los rumores. - ¡Si os habéis estado guardando algún rumor hasta ahora, es el momento de usarlo!

Al escuchar las tonterías de Manabu, simplemente niego con la cabeza y pongo los ojos en blanco.

Luego me reuno con mis amigos y hablo con ellos en voz muy baja.

Muy bien chicos ahora es el momento, quienes quieran pasar a la siguiente prueba apeguense al plan y los demás, bueno no os voy a obligar a seguirlo, sin importar las idioteces que Manabu-sensei diga sobre mi igual paso a la tercera prueba, la decisión es vuestra. 

Luego de hablar con mis amigos, me dirijo a la cabaña y tras un par de segundos al interior de la misma, salgo de allí y ocupo mi lugar en el tablero.

“Estaré contigo en esto, Kenichi, no hay lugar a dudas”, aseveró Aki; pese a la debilidad de su voz, su tono en este instante se notó decidido.

Se acercó a los demás hablándolos en un susurro: “El rumor que consideramos adecuado de poner es el que Manabu ya ha aceptado. Como no hay nada en las reglas prohibiendo que se ponga dos veces el mismo rumor, y nada indicando que esto crea un efecto diferente, yo pondré el que ya pusimos, Hace cuatro años Kenichi Nobunaga golpeó al profesor Nobuaki Yamaguchi haciéndolo huír de la escuela, para no volver nunca más. Como es una mentira, tras haber Kenichi pasado el tablero, yo también voy a sobrepasarlo, llegando así a la tercera prueba. Kenichi ya lo ha dicho: Quien quiere seguirnos, que haga lo mismo. Aunque no queremos que vosotros lo hagáis”, miró a Sayuri y Miirei, “tampoco vamos a impediros, por mucho que nos duele y que preferimos que tengáis un descanso. ¿De verdad no queréis volver a casa?” les pidió casi con ojos suplicantes. “Y una vez allí, nadie os podrá forzar de regresar aquí. Podéis terminar con todo esto, escapar a este maldito infierno! Nosotros aquí vamos a apañárnoslo, no debéis inquietaros. Pensádoslo, de verdad!”

Con estas palabras enfáticas, Aki se fue a la cabaña, para volver tras el tiempo necesitándose para escribir el rumor que había anunciado que escribiría. Al volver, antes de ponerse en su casilla en el tablero, apretó el hombro de su mejor amigo, en un signo traduciendo un pensamiento muy claro: “Adelante, pues, que venga lo que venga.”

No esperaba que al salir de la caseta Kazuma fuera a su dirección y le dedicara aquellas palabras, incluyendo a ambas.

- Gracias, Kazuma. Muchas gracias.- Se sintió más cercana al joven, como aquellos años que compartieron tiempo atrás antes de separarse, teniendo plena confianza en él. Por ello le dio la mano a Sayuri y le dio un suave apretón cuando se alejó.- Estarán bien.- Aunque la máscara impertérrita de Sayuri mostrara la tranquilidad y calma que caracterizaba a la estudiante sabía que por dentro debía ser un mar de miedos o dudas al igual que el resto, algo que admiraba de ella.

Después de que Manabu leyera los rumores y comprobando lo que sería por última vez el marcador, tragó saliva al ver la casilla 60 al lado del nombre de Kenichi y la descripción que lo acompañaba. Era macabro en cierto sentido, ¿Enhorabuena? No sabía qué habría en la última casilla ni cuánto tiempo estarían sin verlos, pero la espera sería eterna.

- No dejéis que puedan con vosotros.- Alzó su voz desde la casilla 48, la más apartada, y miró directamente a Kenichi.- Demuéstrales quienes sois en la próxima prueba.- Sonrió y esta vez se giró a Sayuri para coger su otra mano libre y quedarse frente a frente y centrarse en sus ojos azules, susurrándole para que sólo ella pudiera escucharla.- Creo que todo lo que dijo Manabu sobre la siguiente prueba era cierto, así que dejaré mi tarjeta en blanco.- Negó con la cabeza, notando que se trataba con las palabras.- No te he pedido nada en esta prueba pero por favor, Sayuri, no escribas nada.

Tenía verdadero miedo por lo que pudiera pasar y el esperar una ronda más era insufrible. Se separó de su amiga lentamente apartando la mirada de sus inquisitivos ojos para dirigirse a la caseta, avergonzada por la petición que acababa de pedirle: Abandonar a sus amigos a cambio de salvarse.

La resolución de rumores sucedió y aunque aquella ronda parecía más tranquila, se preguntaba si el propio Kenichi había escrito algo así sobre sí mismo.. No, prefería no pensar demasiado en aquello, menos aún cuando se anunció que había llegado a la casilla 60. Había llegado el final, y ahora se enfrentaban al climax de juego...

Aquella última ronda lo decidía todo para bien.. O para mal. Esperaba que todo saliera bien como sus amigos habían asegurado durante la partida.  "Estarán bien." La voz de Miirei captó su atención, mirando entonces a la pelirrosa que le sujetaba una mano, lo cual agradecía interiormente. Porque estaba segura de que no ser así ahora mismo estaría temblando por la preocupación. - Eso espero.. - respondió con voz suave, deseaba de verdad que fuera así.

Desvió entonces la vista hacia los chicos, que estaban más cerca del final del casillero. Sopesó el consejo de Aki, no quería dejarlos solos con lo que fuera que se les viniera encima pero.. Miró a Miirei que ahora estaba frente a sí, la escuchó en silencio, manteniendo la mirada mientras apretaba sus manos ligeramente, acariciando con el pulgar el dorso de la mano de su amiga. Después de todo, ella también tenía claro que Manabu no estaba intentando asustarlas, hablaba en serio y no pensaba en poner en riesgo a su amiga, pero lo que le pedía era muy serio, necesitaba meditarlo..

Aunque claro si los chicos y ella acababan en la tercera prueba y Miirei se quedaba sola... ¿Estaría bien? ¿De verdad les iban a dejar descansar? Esa era una nueva incógnita que no se había planteado hasta entonces. Sayuri se mordió el labio ligeramente mientras fruncía el ceño con suavidad, mostrando preocupación. Se sentía contra la espada y la pared, pero tampoco podía rechazar la petición, no era seguro que nadie se quedase solo por su cuenta. Estaban juntos en todo aquello, confió en que esa decisión fuese la correcta.

Una vez Miirei abandonó la caseta, Sayuri fue también para terminar con aquello de una vez por todas, cuando salió y se posicionó miró a sus amigos asintiendo con severidad, su rostro sereno recompuesto. - Pase lo que pase, por favor, tened cuidado todos. - dijo sin más mientras apretaba los puños ligeramente, para evitar que le temblasen las manos.

Ahora la suerte está echada, Kenichi está ya al final, y un turno nos separa de ir en conjunto o solo uno.

Cruzo los dedos mentalmente mientras me dirijo a la cabaña, esperando que todo salga como aquel turno.

Entro en la cabaña y al rato vuelvo a salir y me coloco en mi casilla.

- Espero que la idea funcione - digo dirigiéndome a Kenichi.

-¡Qué nervios, qué nervios! - dice Manabu-sensei, balanceando su cuerpo al cambiar el peso de una pierna a otra frente a la cabaña, esperando a que el último de vosotros salga de ésta. Al final Kazuma sale de la cabaña tras insertar su tarjeta del chivatazo dentro de la urna, y según lo hace Manabu-sensei da un saltito y se dirige al interior de ésta. Ante vosotros, el extraño personaje abre la urna y se lleva las tarjetas, las cuales comienza a leer rápidamente mientras sale de la cabaña. - ¡Última ronda de rumores, qué emoción! - dice, con una risita entre divertida y sarcástica. Pasa las tarjetas una tras otra y luego niega con la cabeza, emitiendo un sonoro suspiro. - Niños y niñas... ¡qué decepción! - os dice. - En esta última ronda... ¡sólo hay dos rumores, y ambos son el mismo! Y, por si fuera poco, ¡es un rumor que ya tuvimos antes!

Mientras Manabu-sensei vuelve a suspirar con decepción, las reacciones de los "dioses" del cielo vuelven a dibujarse en forma de palabras...

   Nos están tomando el pelo.......        

            QUE LOS MANDEN A TODOS A LA TERCERA PRUEBA

Están saboteando el juego, está claro.                   En la tercera lo van a flipar lol

Sayuri <3 I LOVE U

¿La tercera prueba también se puede ver?

NO VOTEIS POR NADIE                      

     POR FIIIIN SE ACABAAAA

-¡Bueno, en cualquier caso... acabemos cuanto antes! - dice Manabu-sensei, negando con la cabeza y situando frente a sus ojos las tarjetas con los rumores. - El rumor dice así: "Hace cuatro años Kenichi Nobunaga golpeó al profesor Nobuaki Yamaguchi haciéndolo huír de la escuela, para no volver nunca más." - Manabu-sensei, después de leer el rumor, pone los brazos en jarra, enfadado. O fingiendo estarlo. - ¿No habíamos dicho que este rumor estaba al límite de lo aceptable, niños y niñas? Ay, ¿qué voy a hacer con vosotros? - sacude la cabeza a lado  y lado, y luego alza las manos hacia el cielo. - ¡Dioses, nos encontramos en la última ronda! ¡Dadnos vuestra opinión sobre los rumores!

QUÉ OPINIÓN NI QUÉ MIERDAS???                     

Si sólo hay una opción... lol                                                                     En fin, es lo que hay.

Se creen muy listos, pero se van a cagar en la tercera prueba.

Sayuri x Miirei OTP <3

Kazuma x Miirei OTP!!!!

No hay nadie que shipee a Sayuri x Kenichi???

VOTAD YA Y ACABEMOS CON ESTO

Aki x Kenichi! <33

Los resultados de la votación no tardan demasiado en llegar... y no son nada inesperado.

RESULTADOS DE LA VOTACIÓN

Aki Goro - 0%

Kazuma Murakami - 0%

Kenichi Nobunaga - 100%

Niimura Miirei - 0%

Sayuri Kurosawa - 0%

-¡Pues ahí los tenemos! - dice Manabu-sensei tras mirar al cielo, bajando la mirada después hacia los cinco participantes. - Kenichi-kun, estás en el primer puesto, así que avanzas cinco casillas. ¡Ah, pero espera, deja que terminemos la ronda entera primero! Que para algo estás al límite del tablero... - después se gira hacia los demás. - Aki-kun, Kazuma-kun, Miirei-chan y Sayuri-chan, vosotros no habéis recibido ningún voto. ¡Empate a cero, por lo que avanzáis una casilla cada uno!

Y, cuando lo hacéis, aparecen los textos correspondientes a las casillas.

Aki Goro - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA JUEGAN AL PÓKER ONLINE Y GANAN. ¡SU DEUDA SE REDUCE EN 100.000 YENES!"

Kazuma Murakami - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA PIERDEN UN TESORO FAMILIAR MUY IMPORTANTE. SU DEUDA AUMENTA EN 100.000 YENES."

Niimura Miirei - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA DONAN DINERO A UNA ONG. SU DEUDA AUMENTA EN 100.000 YENES."

Sayuri Kurosawa - "LOS JUGADORES QUE CAEN EN ESTA CASILLA CONTACTAN CON UN HACKER QUE LES AYUDA A MANIPULAR SU CUENTA BANCARIA. EN ESTE TURNO, PUEDEN TRANSFERIR LA MITAD DE LA DEUDA DE UN SOLO JUGADOR A OTRO JUGADOR."

-¡Ahora sí, Kenichi-kun! ¡Es el momento de que avances hasta la siguiente "casilla" - dice Manabu-sensei, acercándose al chico y señalando el abismo que tiene delante de la casilla 60, el hueco en la valla que cerca la falsa azotea. Parece haber una caída importante, aunque no se ve el fondo. - y pases a la tercera prueba! ¡Tú solito, nada menos! - dice Manabu-sensei, con una risita. - ¡Pero piensa que los demás podrán volver a sus casas y descansar mientras tanto! A no ser... - sugiere Manabu-sensei, ladeando su cabeza mirando al resto. - que alguien tenga algo que decir antes de que Kenichi-kun avance, claro.

“Sí, tengo que decir algo”, habló Aki pausadamente. “He puesto una de las tarjetas. Y es una mentira, como ya se ha comprobado antes. Usted, Manabu-sensei, ya aceptó el rumor como una mentira antes, y no hay nada en las reglas prohibiendo escribir dos veces la misma mentira, ni nada indicando que se tratase de otra manera cuando aparezca de nuevo.”

El chico miró las cejas fruncidas el hueco en la valla, tras del cual no había más que el pintado espacio libre separando la azotea falsa del suelo de la imagen generada del patio abajo.