Partida Rol por web

Todo había ocurrido muy rápido antes de poder reaccionar estaba en medio del mar o mas bien debajo. Lo último que recordaba era ser arrastrado lejos de la nave muy a mi pesar. Luego de eso escuche una dulce voz, la escuchaba lejos muy lejos, luego empece a sentir el dolor, me dolía todo el cuerpo y después de eso empecé a toser agua. Tras sacar todo el agua que había en mis pulmones me erguí un poco, tapándome la boca y mirando a mi alrededor.

-¿Donde estoy?

Entonces me percate de la joven que estaba a mi lado "armada" con un palo.

-Vaya, así da gusto despertar tras casi ahogarme con una bella dama a mi lado. Y suelta eso no te vayas a hacer daño.

Intente levantarme, me dolía todo seguramente mientras estaba inconsciente me golpeara con algunas rocas. Mas o menos podía manterme en pie pero era evidente que me costaba. Hasta estar de pie no me dí cuenta de su estatura era mas que evidente el hecho de que si no me llego a despertar ella no podría haber hecho nada mas que buscar ayuda, como si alguien fuera a tenderle la mano al primer pirata que ve. Esta chica desde luego es rara, otros en su lugar me hubieran abandonado o reportado a las autoridades. Comprobé que no tuviera ninguna grave y de paso mis pertenencias, al parecer lo único que conservaba era mi espada y ya podía dar gracias por ello.

-Sera mejor encontrar algún lugar donde pueda descansar y recuperar fuerzas.

"Aún no me puedo creer lo que me ha pasado de todos los lugares del mundo la Tormenta tenía que aparecer sobre nosotros, probablemente toda la tripulación este muerta y encima a que venía eso de hijo mío. Una cosa es que me haya criado y sea como un padre para mí pero nunca me ha llamado hijo ni nada remotamente parecido. Maldita sea, aún me cuesta creer que ese vejestorio haya muerto y encima dando la vida por mi."

-¿Me echas una mano? No creo poder caminar mucho por mi cuenta.

Era cierto pero como el bueno de Layson me enseño un pirata nunca desperdicia la oportunidad de acercarse a una mujer.

Me levante lento y dolorido de la caída de unos patéticos 20 metros de altura, si seré un buen amante o bien dicho soy el mejor amante, pero aprender acrobacia seguro que me va a resultar útil tras esto. Mire a las criadas que me están mirando y las mire confundido.

—¿Que pasa bellas damas, algo está mal?—  Dije con el máximo ademan de galantería que podía profesar para después por un momento mirar a mi ropa – Maldita sea….–  replique al ver esto con un tono de enfado y me dirigí con rapidez hacia la puerta abierta en los jardines para dirigirme hacia  la ciudad en sí y ver que más aventuras me esperaban y más importante si encontraría a  alguien que me limpie estas manchas fuera de mi ropa.

Miro hacia la dirección donde señala el niño sin  dejar de observar al otro lado de la calle. Capto la impaciencia del mocoso. Algo se debe estar tramando y no tiene pinta de ser bueno. Es más, tratándose de mí, seguramente no sea bueno.

¿Y está muy lejos ese pueblo, chico? Te veo algo nervioso, ¿sucede algo? ¿te asusto?

Por más que Asmodeus no estuviera en su mejor momento, aún consiguió conquistar las tres criadas que lo observaban tan solo utilizando pocas palabras. Una de ellas se sonrojó, y las otras dos entraron al castillo entre risitas. 

Alejándose del castillo, Asmodeus fue recibido por una bella visión del pequeño pueblo de Liwold. Liwold pertenecía a Collen, el reino de los ojos exóticos - absolutamente nadie que naciese en aquel reino poseía ojos de colores iguales. Ese detalle interesante del reino fue lo que atrajo la atención de Asmodeus: tenia curiosidad por saber como era acostarse con una Colleniana, y si los "poderes mágicos" atribuidos a sus ojos eran manifestados durante el acto sexual. Desafortunadamente, los poderes mágicos no pasaban de rumores. A lo mejor, si fuese para Wynlla, el reino de la magia...

Caminando por las calles sin un rumbo, Asmodeus llegó a una calle poco movimentada. Los únicos transeúntes en la calle eran dos campesinos que charlaban tranquilamente delante de una de las casas, un niño de 7 años y un hombre de mantos negros, cuyo rostro parecia imposible de verse, que hablaba con el niño. La figura le recordó a Asmodeus algunas ilustraciones de Leen - el dios de la muerte- que el seductor había visto en un libro sobre magia negra una vez.

- N-no! Nada. Adiós señor, tengo que irme a casa! - El niño dice con rapidez, antes de desatar a correr, siguiendo por coincidencia la misma dirección por donde Threkor había venido.

- L-lo siento! - Exclamó el niño. 

Se veía realmente muy nervioso. Pero... Porque?

Mientras el niño huía, Threkor puede ver a un hombre de ropajes finas, probablemente algún noble, haciéndole una reverencia. 

Yo sonreía mientras me  paseaba por la ciudad, estaba contento aunque me  había caído desde unos 20 metros, mi ropa estaba en gran parte verde y mi cara estaba llena de cortes y magulladuras, había conseguido dormir con una Colleniana de alta clase y aunque el mito de los poderes mágicos era falso, pase un tiempo muy agradable con la muchacha y probablemente le había dejado un regalo en su barriga por el cual su prometido y  su familia no estarán contentos, pero eso me daba igual, ya había tenido mi noche de pasión y tras caminar un rato por las bonitas calles de esta pequeña ciudad, vi a alguien que me llamaba mucho la atención , una figura completamente de negro que me recordaba a Leen, el amo de la noche, me quede un momento mirando y cuando note que su vista se posaba sobre mí, le dedique una bella reverencia, aunque era un demonio de la lujuria ahora, a la muerte a un se le da su respeto.

Collen no es un reino muy grande, o concurrido, y a simple vista, parece un sitio tremendamente aburrido para aquellos que anhelan por aventuras. 

Si no fuera por el extraño fenómeno que se hallaba en aquellos que, por ocasión del destino, nacían en Collen - todos nacían con ojos de colores diferentes, y segundo rumores, estos Collenianos gozaban de habilidades y poderes extraños.

Elias no sabia el porque de sentir una tremenda necesidad de estar en Collen. Atribuyó inconscientemente ese sentimiento a la curiosidad por ver a un Colleniano de cerca, pero en el fondo, estaba seguro de que ese no era el caso. Sentia que algo ocurriría en Collen, y era su deber estar allí cuando ocurriese.

Su barco llegó al poblado costero de Liwold durante una noche tormentosa, acompañado de algunos marineros los cuales tuvo que pagar mucho para que lo llevaran. El pueblo de Liwold era bastante acogedor, y luego de encontrar una posada, Elias pudo dormir en una cama caliente lejos de la tempestad que agitaba el mar sin preocupaciones.

Al día siguiente, despertó con un mal presentimiento. Sintió una fuerte necesidad de salir a caminar por las calles del poblado. Nada parecia fuera de lo normal, hasta que, caminando por las playas de Liwold, pudo notar dos personas extrañas.

Una de ellas era una joven de cabellos blancos y vestiduras leves, y el otro era claramente un pirata, por sus empapadas ropas. No tenían los ojos de colores diferentes, por lo que no eran nativos de Collen, y aunque fueran solo aventureros, eran lo mas sospechoso que Elias pudo encontrar. 

Me acerco unos pasos, pero guardando las distancias con aquel que tenía pinta de noble. Algo se traía entre manos usando a aquel niño para acercarse a mi.

Saludos. ¿Deseas algo de mí? Aunque usar a un niño para eso no parece muy noble.

- Si señor. - El niño sonríe con la idea de dinero fácil, y se pone a correr en dirección del extraño encapuchado mientras El Inmolado esperaba.

No tardó mucho para que el niño volviera corriendo. Sus ojos estaba abiertos de par en par, y sudaba de miedo. 

- Aquel hombre... Da miedo. - El niño murmuró, mirando hacia atrás para ver si el encapuchado le estaba siguiendo.

Entro decidido y me dirijo hacia la barra mientras poso mi ojo, sobre los hombres borrachos, para luego llevarlo hacia las puertas y terminarndo al cantinero.
 

—Un bazo de agua por favor— le pido al hombre con toda la amabiliadad. y sin fijarme si esta cumpliendo mi orden o no, me doy la vuelta y me quedao mirando nuevamente el salon. —Sabe cantiner, he venido buscando un lugar. Pero he recorrido todo este...Pintoresco pueblo y no lo he encontrado y nadie ha sabido darme direcciones adecuadas. tal ves aqui pueda conseguir que me ayuden.—

¿Desde hace cuanto tiempo...?

No recuerdo cuando fue la ultima vez que recorde algo de mi pasado, bueno, mas bien, eso nunca ha pasado. Un dia, simplemente me desperte en un campo, la vista mas hermosa de mi vida, un pasto verde que reflejaba a la primavera perfectamente y un bosque a lo lejos, separando el campo despejado con una jungla total. ¿Por que fue que desee ir a ese bosque, pero, no me sentia digno de el? Como si no mereciera regresar a el, hasta cumplir algo. ¿Que debo de cumplir? ¿Quien soy? ¿De donde vengo? Miles de preguntas simples azotan siempre mi mente, pero, nunca encuentro las respuestas mas que viejas alucinaciones, mareos fuertes, ataques de ansiedad, bloqueos, no puedo ver mi pasado. En el fondo, no estoy seguro si era una buena o mala persona, pero eso tiene poca importancia ahora. 

He vagado, he buscado, no he encontrado la respuesta. Me las habia rebuscado para viajar hacia Collen, pero, ¿Por que es que viajo a este lugar? Solo siento que deberia hacerlo, es como si fuera una polilla guiada hacia un fuego tenue a lo lejos. El mar no es mi amigo, tampoco las ciudades muy densas, pero en esta me hace sentir un cierto calor, como lo digo yo, "cariño humano" demasiado intenso en este lugar. Llegue, busque posada, y habia dormido. 

¿Pero porque tengo este presentimiento? ¿Por que siento que algo malo pasara? El presentimiento de oscuridad, de que algo se acerca a lo lejos, es horrible. Me desperte con este sentimiento otra vez, vagando por las calles, viendo a las personas pasar, sonrisas, amarguras, uno que otro borracho, bellas mujeres de todo tipo, un paisaje horareño y pueblerino que me fascina, pero, ese sentimiento me destroza. 

Al final, encontre a ciertas personas sospechosas. ¿Por que sospechosas? ¿Que les hace sentir sospechosos? No lo comprendo, pero si lo puedo sentir, como una corazonada. ¿Ellos son importantes? Un pirata y una hermosa mujer de cabellos blanquecinos, que cautivo de cierta forma mi hermoso corazon, como una cancion, un rondo para la belleza. No pude evitarlo, me acerque a ellos cual polilla, pero esta vez era un fuego mas intenso, mas poderoso. Al estar cerca, levante la mano con armonia y total tranquilidad, hablandole -especificamente- a la bella mujer, y a su acompañante con fachas pobres. — Saludos, señorita. Señor. — Y hago una reverencia noble, introduciendome. — ¿Que tal estais? ¿Disfrutando de este hermoso dia en Collen? Veo que ustedes no son del lugar, al igual que yo. — Mi manera de hablar sin duda alguna demostraba armonia, paz, tranquilidad junto a una sonrisa humilde, pero que en el fondo denota orgullo, o mas bien, confianza, pero no exagerada, era simplemente... Amable. — Oh, disculpad mis modales y mi atrevimiento, me llamo Elias Veidel. Como ustedes, soy un... — Dude por unos segundos, pero por el hecho de no saber en si, quien o que soy. — Soy un viajero. — Antes de mencionarlo, se mostro cierto apice de tristeza y frustracion por tardarme, para ser opacado con mi misma sonrisa anterior. — ¿Que les lleva a ustedes dos peculiares viajeros en un lugar como este? ¿Disfrutan tambien de la tranquilidad del lugar y la belleza de la vista? — Y espere pacientemente por sus respuestas. 

- Marchando un vaso de água - Dijo el halfling, volteando se hacia atrás y recogiendo una botella de agua en una de las estanterías de la pared. - Pues pregunta, hombre, no seas tímido. - El halfling dejó el vaso de água sobre la mesa, y cruzó los brazos, escuchando con atención que tenía el joven para decirle. 12 notó que los ojos del halfling eran de distintos colores - uno castaño-oscuro y otro grisáceo.

Ladeando la cabeza un poco a la derecha observe con creciente curiosidad al chico. Cuando despertaba mientras hablaba, soltando lo que parecía un… ¿cumplido?... ¿un piropo? en mi dirección.

No estaba segura que seria, sabía por las reacciones de las féminas del pueblo que cuando recibían elogios de esta índole sonrojaban, bajando los ojos pizpiretas, soltando risitas y exagerando los gestos. Yo en cambio me quedaba con mis ojos ambarinos bien abiertos parpadeando lentamente mirándolo embelesada de ver de cerca, a un pirata. De rodillas en la arena, viéndolo tambalearse y hablar más de lo que jamás nadie se había dignado a cruzar palabras antes conmigo razone que sus palabras floridas tenían indicio más en un agradecimiento por no haberlo dejado de cara en la arena.

Al fin aspire, incorporándome yo también, como un pollito mojado poniéndome bajo su ala protectora; aunque realmente mi propósito no era más que el de bastón para el convaleciente jovencito a raíz de su petición sobre echarle una mano. Extendiendo la diestra adelante, índice señalando la costa escarpada fácilmente reconocible para alguien de mar, sus preguntas fueron rápidamente solventadas de mi parte.

-Collen, en las afueras de Liwold. Seguro no te das cuenta porque acabas de despertar. ¿No se supone que un pirata deba tener un barco, donde está el tuyo muchacho pirata?

Bromee un poco, soltando lo último tratando de animarlo. Lleve luego el índice sobre los labios pensativa, humedeciéndolos luego un poco antes de continuar.

-No conozco las costumbres de esta zona y su política sobre piratas, por ahora. Si quieres ir al pueblo te ayudo a llegar, ¿pero crees que sea juicioso? Podrían reconocerte.

Dubitativa mi voz entrecortada no quería husmear sobre la razón de que apareciera en las costas. ¿Y si lo habían obligado a caminar la tabla, o tal vez lo arrojaron al mar para saldar cuentas, o tal vez había caído accidentalmente cuando atacaban algún buque? Un escalofrió bastante notable me delató al recorrer mi espalda dando la impresión de miedo o tal vez  frio, cuando en verdad era adrenalina y emoción de estar viviendo mi primera gran aventura. Para fortuna de ambos pensativa casi no había notado  una singular figura acercarse hasta nosotros, de lo contrario estaba casi segura que huiría pensando que se tratase de algún transeúnte local. Afortunadamente sus palabras arrojan luz sobre su origen y pude respirar algo mas aliviada.

-Agnis, mi nombre es Agnis. Añadí levantado un poco el rostro para poder medir palabra con aquel alto y oscuro desconocido, aun desde mi posición de soporte para el joven marinero. Mis ojos inquietos bajaron de su rostro recorriendo sus ropas negras, el cabello largo y cuidadosamente pulcro, la forma de hablar, los modales...todo parecía indicar nobleza. ¿Que podría estar haciendo un príncipe en un pueblo sin importancia y tan alejado de todo? Si antes sorprendida no daba crédito a mis ojos de encontrar al náufrago ahora la súbita aparición de aquel aristócrata encandilaba mi razón. ¡Y los dos, hablaban conmigo! Como si nada…con total naturalidad. Aquello tenía que ser un sueño.  Aunque me limitaba a contestar las preguntas hasta el margen de ofrecer una respuesta apropiada, educada, simplemente no podía  ir mas allá de sobrepasar mi propia timidez. Articular las respuestas costaba.

Enarque una ceja un poco, confundida, mientras involuntariamente mi vista viajaba a un lado, concentrándome en cómo lidiar con lo inmediato…repasando en voz alta como responder lo mejor posible a las preguntas que sin dudas se convertían en proyectiles dejándome sin ningún resguardo   – Él es un náufrago acabo de encontrarlo en la arena. Cambie la vista dirigiéndola esta vez hacia el joven que ayudaba a duras penas a sostener, incluyéndolo también, al develar mis razones de viaje. Algunos flecos del cerquillo acariciaron mi frente al mover el mentón arriba de igual manera como lo había hecho con el caballero de negro, pues los dos eran mucho más altos que yo. -Yo soy cronista de la diosa, viajo buscando el conocimiento.

Guarde silencio ahora, todas las preguntas aclaradas, torciendo un poco los labios expectante al  nuevo giro que tomaban aquellos fortuitos y casuales encuentros.

Espero pacientemente, como si fuera una simple y delicada flor. Y al ver como el niño llego hacia mi. Hace que mis palabras salga con suma emocion,ante la exitacion de la informacion que obtendre del niño.

¿si ? Dime que viste en el, que te hizo sentir. Miedo, deseperacion,agustia.Todo lo contrario de sentimientos lu

Escuchos luego sus palabras, eso me hace confirma lo que yo como pensaba,ese ser debe  tener un aura muy extravagante o malvada, como para asustar a la gente con solo hablar con el durante unos minutos.

Entonce, tu trabajo esta hecho niño. Ve con dios

le doy 5 billetes por su trabajo bien hecho, ahora estoy mas intrigado por ese humano.

Asi que decido simplemente ir y hablar con el haber que saco con esa accion.

Este lugar es bello y hermoso, mira esos colores, esas diversidad en los ojos de las personas. ¿porque era causado ? no lo sabia en si.Aunque seguramente tendria un origen magico, pero aun asi era realmente marravilloso tanta diversidad en este mundo.Tanta caras y personalidades por conocer, no puedo esperar para que yo encuentre mi aventura, mi leyenda personal.

Sigo observando mis alrededores, como si fuera un niño pequeño que se encuentra ansioso por cada nuevo regalo que recibe durante su cumpleaño, pero en unos momento me detengo en seco. Algo llamo mi atencion, algo que era muy diferente al concepto de belleza que habia contemplado en estos momentos. Si, si diferente era la palabra aunque "extraño" tambien le caeria bien.

lo que me habia llamado la atencion.Era un hombre encapuchado, no se le veia la cara. Solo siquiera sus "ojos" Si esque esa parte blanca de su rostro lo era, ¿porque? ¿porque? tenia esa forma, esa apariencia.queria saberlo, queria conocerlo. ¡Ahhhh la curiosidad como me tienta! Bueno.......lo puedo nada por intentar hablar con el  ¿o si ?

Asi que camino hacia el, para finalmente tropezarme con ese ser.

-¿Oh? hola, disculpe ¿podria ayudarme en una cuestiones ?. Estoy perdido en esto alrededores, veras quisiera llegar a una tienda que se llama "  black fire".Quisiera saber si usted sabe donde se encuentra, señor.

Y después me llaman a mi raro.

Miro al extraño desde debajo de mi capucha y no percibo ninguna amenaza evidente, aunque estoy alerta por si acaso.

¿Tengo pinta de tablón de anuncios? No soy de aquí, estoy de paso. No conozco la ciudad. Es más, en cuanto pueda la abandonaré. Otros asuntos reclaman mi atención.

Algo de curiosidad me entró

¿Qué buscas en esa tienda?
 

Abro ligeramente los ojos, al escuchar el nombre de la doncella de blanco. Agnis, la cronista de la Diosa. Por la manera en la que lo ha dicho, hay algunas diosas que son dedicadas a la aventura, pero, en su caso, parece como si fuera seguidora de Tanna-Toh, no estoy muy seguro de ello. Le demuestro una sonrisa calida al hablarle. — Agnis, ¿Eh? Que nombre mas peculiar, que bello. — Y volteo mi atencion hacia el hombre empapado, sin saber muy bien que estaba pasando. ¿Un pirata naufragando? ¿Que le habra sucedido? Los piratas son seres del mar, algunos crueles, otros justos, pero siempre con algo en comun: la anarquia. 

No es que odie a los piratas, simplemente no es de mi gusto entrometerme con ellos, pero, si alguien necesita ayuda, pues alli estare. — Un naufrago, ¿eh? Que destino tan tragico te ha aparecido... ¿Cual es vuestro nombre, señor? ¿De que mares vienes y que te ha sucedido? — Me acerco a ayudarle a Agnis con cautela, pues, se nota que no esta en buenas condiciones. Observe a la cronista de la diosa con un rostro gentil y preocupado por el estado de nuestro nuevo compañero que hemos encontrado. — Es peculiar encontrar a una cronista de la Diosa, ¿He de suponer que de Tanna-Toh, verdad pequeña? — Hablaba mientras ayudaba al pirata, viendo si tenia alguna herida o algo mayor. — Deberiamos llevarle al pueblo y velar por su recuperacion, pues, sobrevivir al bravo dominio del Gran Oceano es una hazaña imponente, muchacho. 

La reacción de la chica a mi piropo fue desde luego extraña pero cosas peores había visto así que no le di demasiada importancia.

-Collen ¿eh? He escuchado rumores interesantes de por aquí estaría bien comprobar como de ciertos son.

Entonces apareció ese otro chico, desde luego había algo en el que me preocupaba su forma de hablar, apariencia no sabía el que pero había algo que me levantaba sospechas sobre el puede que fuera un conjunto de todo a su alrededor. Le miraba de arriba a abajo intentando ver algo mas de lo que era evidente de el.

-Kain, solo Kain, soy un pirata y como tal no vengo de ninguna parte mas bien pertenezco a mi barco no hay ningún otro lugar que pueda llamar hogar y como podrás sospechar ahora mismo seguramente este en el fondo del mar -miro a Agnis sonriendo- No os preocupéis por mi normalmente en los pueblos costeros no tienen problemas con los piratas ya que son una gran fuente de ingresos, además no solemos causar excesivos problemas en los lugares que usamos para abastecernos de provisiones. Así que no creo que me echen a patadas pero desde luego que tendrán un ojo sobre mi desde el momento en que ponga un pie dentro. Además no estoy tan mal, solo tengo unos cuantos moratones y contusiones con un poco de descanso debería estar como nuevo. El principal problema es que de todas mis pertenencias solo conservo mi espada, ni una triste moneda me queda. ¿Emprendemos la marcha hacía el pueblo?

Intento mirar a traves de la capucha del hombre, mientra le hablaba con un tono de sorpresa.

¿no lo conoces ? valla que mala suerte tengo hoy. Pero es algo gracioso, tambien yo soy nuevo en esta ciudad.Este lugar es para mi es..... ¡muy aburrido y monotono! esas caracteristicas son tipicas de un lugar apartado de la guerra y la vicitudes de la vida misma. No es un lugar que un tipo como yo le gustaria vivir  en toda su vida.

Le sonrio cuando pregunta sobre lo que yo busco, se ve que tiene un tono hostial hacia mi persona. Pero no es de extrañar, el tener precaucion antes desconocidos era una constumbre que se enseña desde la edad mas pequeña de nuestra vida. Al menos no se puede negar que sus padre lo habra "educados" bien para sobrevivir en este mundo.

Busco algo extravajante, no extravajante no es la palabra. ¿Peligroso? quizas. Me han dicho que esa tiendita tiene informacion sobre algo que he buscado por  mis viajes. Es sobre una palabra, que esta relacionado con un demonio.Si un demonio, veras yo soy un escritor-investigador trabajo por encarjo. Un cliente mio quiere que investigue sobre un demonio en particular, y le escriba una historia respecto a ese ser. Que gusto mas raro tiene ese hombre, pero bueno me gano la vida de esa forma. No puedo quejarme del trabajo que me permite comer. 

Mire con desconcierto al hombre de negro que de pronto me ofrecía a tener sexo con un indefenso niño y de paso masculino.

—Caballero, yo simplemente le he saludo de forma cordial debido a que usted se parece a unas de las divinidades de nuestra bella tierra y no para tener sexo con el chaval, eso es simplemente repugnante en todos los niveles que alguien tiene moralmente— Sonrisa se transformó por un momento  en una mueca de asco y de nuevo volvió hacia una sonrisa gentil.

De paso mire al extraño que se había unido a nuestra conversación y le observe con un momento y escuche que estaban hablando de demonios y por la poca alma que conservo espere por mi amo en el infierno que no se referían a mí o tendría que empezar a correr de una forma espectacular

—Bueno, Bueno,  así has aprendido tú a tratar a los extranjeros, mi amigo de negro?— le mire con una sonrisa pícara y me puse  delante del extranjero —Buenos días soy Asmodeus du Chevalie y como caballero que soy os ayudare con mucho gusto a encontrar la tienda que buscáis, si queréis mi ayuda claramente— Sonreí y hice una reverencia aristocrática que normalmente se usaría en la corte de algún noble importante e espere su respuesta.