Partida Rol por web

El elfo fue capaz de esquivar mi ataque desde luego era superior a cualquier otro rival hasta ahora sin contar el capitán Trafalgar y el segundo de abordo Setsu Kideon. Sería un duelo interesante y en el que de verdad arriesgaría mi vida algo que echaba en falta. Solo pude sonreír al ver su esquiva y como mostraba su odio, el mismo odio que sentía yo por el. No eramos tan diferentes.

-¿Elfo? He hecho cosas mas peligrosas que un duelo contra un elfo no subestimes a un pirata o podrías acabar muy mal.

Entonces el ataco yo trate de esquivar su rápido movimiento pero no fui capaz a pesar de que el combate era parejo ahora mismo el llevaba la ventaja gracias a ese ataque sorpresa de antes y luego Agnis se puso en medio ¿acaso quería morir? ¿o tiene un plan para el cual debe ponerse en medio de dos fieros combatientes estando desarmada? Porque me parecía una locura. Antes de que el elfo pudiera reaccionar ante mi compañera con dos rápidas zancadas me puse delante de Agnis e hice un tajo de arriba a abajo.

Rápidamente Threkor coge el volumen 4 mientras el librero camina hacia la puerta para ver que estaba sucediendo. Al abrirla, ambos pueden ver como los transeúntes de la calle huyen despavoridos, tratando de escapar de "algo" que venía del otro lado de la calle.

- Q-que está pasando? - El librero se pone cada vez mas nervioso.

Adiós y gracias.

Me despido del librero y salgo a la calle para ver que es ese sonido. Además, necesito alejarme de la tienda antes de que el viejo descubra que le he robado un libro y me persiga. Con suerte, cuando se de cuenta de que le falta un libro, ya estaré lejos. El problema es que soy fácilmente identificable, pero tendré que arriesgarme.

Me dirijo hacia la fuente del sonido para ver qué es.

La espada del elfo cortó a Kain un poco abajo de las costillas. Fue un corte algo profundo, y si no hubiera esquivado, tendría unos serios problemas en aquel momento.

El elfo ahora se encontraba con su atención enfocada en Kain, y cuando este cambió de posición para proteger a Agnis, rápidamente bloqueó la espada de Kain, posicionando la suya en sentido diagonal, provocando un choque de láminas.

Agnis continuó con su persuasión, y aunque el elfo no pareciese ablandar sus ataques, la joven, entrenada durante años por los clerigos de Tanna-Toh, logró atraer la curiosidad del elfo.

- Me gusta lo que dices. - Ele elfo detuvo su ataque. - Aceptaré tu propuesta, pequeña. Mi nombre es Zairon, y debo ser recordado entre los grandes. - El elfo bajó su espada, acercándose de Agnis (y de Kain), dispuesto a besarle la mano.

Threkor tuvo que luchar un poco contra la corriente de personas que corrían en la dirección contraria, pero no tardó en encontrar quienes eran los que causaban tanto miedo a la población.

Algunas decenas de metros mas adelante, en el centro de la ciudad, un elfo rubio se enfrentaba al pirata que había encontrado mas temprano por el camino, el cual parecía bastante mal-herido. Pero aunque de principio Threkor juzgó ser aquel el motivo de la agitación entre los pueblerinos, no tardó en constatar que se equivocaba, cuando dos criaturas humanoides y peludas saltaron sobre algunos aldeanos y los atravesaron con lanzas dentadas.

Threkor los reconoció: Eran Gnolls, y ahora, centraban su atención en el.

Ese ultimo tajo me había herido de verdad, nuevamente Agnis había detenido otro combate aunque este a diferencia del anterior era muy conveniente. Solo paso un segundo desde que el bajo el arma a que yo hiciera lo mismo a pesar de que quisiera destriparlo ahí mismo para mi desgracia la diferencia de habilidades era demasiado grande como para que pudiera ganarle en un enfrentamiento de uno contra uno, además parecía que Agnis tenía algún plan así que decidí seguirle la corriente. Me moví un poco para ponerme al lado de mi amiga en vez de entre ella y el tal Zairon, me pase la mano por la peor de mis heridas y sonreí.

-Increíble, ha pasado tiempo desde la última vez que alguien me puso tanto contra las cuerdas. Ha sido todo un placer chocar espadas contigo Zairon, tal vez en una próxima ocasión tengamos un duelo mas parejo e intenso.

El elfo, orgullosamente, extendió su mano para que Agnis la besara.
- Mi nombre es Zairon.

No tenía escapatoria. Los dos gnolls habían fijado su vissta en mí. Era evidente que no podría escapar de ellos corriendo, sería presa fácil y me cogerían antes de llegar a la siguiente esquina. Era la oportunidad que estaba esperando para probar mi magia en un combate real.

Saqué mis manos de las mangas de mi túnica y las dirigí hacia los cadáveres de los aldeanos que los gnolls habían matado. Podría haber levantado a los dos, pero me quedaría seco de magia. Canalicé algo de magia y la orienté al que me pareció más corpulento de los dos cadáveres.

Murmuré unas palabras para conjurar correctamente. Mis ojos adquirieron un tono cenizo mientras notaba como la magia acudía a mí y me llenaba de poder. Esperaba ver en un instante como el cadáver revivía convirtiéndose en un siervo que atacara a los gnolls. Al menos los distraería.

Aproveché la confusión para atacar a uno de los gnolls para intentar eliminar rápidamente a uno de ellos antes de que me alcanzaran. Apunté la palma de la mano hacia uno de los gnolls y una calavera con un aura negra y una estela que marcaba el recorrido, salió disparada de mi mano hacia el gnoll.

El gnoll se sorprendió, no esperaba encontrar resistencia, mucho menos magia, y al ver la calavera volando, su primer reacción fue saltar hacia atrás.

La calavera estalló al impactar contra el Gnoll, proyectándolo hacia atrás, contra una de las tiendas vacías, destrozándola al caer inmóvil.

El otro Gnoll lanzó un gruñido, mientras tomaba carrera para atacar a Threkor, buscando empalarlo con su lanza.

Uno de los gnolls había caído aunque no sabía si lo había matado o no. No tenía tiempo a comprobarlo, ya que tenía al otro gnoll encima.

Cuando mi no-muerto tomó forma, le ordené que atacaraa al gnoll por la espalda. No esperaba que le hiciera mucho daño, pero sí que lo distrajera lo suficiente como para atacar al gnoll con la daga que siempre llevaba oculta entre las ropas.

Esperé atento para hacerme a un lado en el momento que el gnoll atacara si el no-muerto tardaba en levantarse.

La aparicion de los hombre encapuchados era de una naturaleza inquientates, menos mal que mis otros compañeros tambien se habian percatados de su presencia y decidio actuar de manera rapida el joven 12.

Me estaba preparando para ver si podia quitarle la capucha algunos de estos seres, cuando sucede la explosion de llamas. Sucediendo en el centro de este, en donde creo que habia ido ir Elias. En busca de su espada.

Y con esa situacion de subito pudimos ver ahora si, la verdadera apariencia de esos seres. Crueles y desaliñadas criaturas,Gnolls que empezaron atacar la gente. Como si quisiera iniciar un festival de sangre y muerte en este lugar.

-¡horrosas repugnantes criaturas!, ¡el centro! ¡¿No estaba el resto de los demas por esa zona ?!.

Me preparo para defender  a mis compañeros de su ataque.

-

El cadáver, rodeado por un aura negra, se levantó de golpe, como si de una marioneta se tratase. Chasqueó los dientes, mientras olfateaba el aire, y entonces, se puso a correr hacia el Gnoll.

El Gnoll por fin llegó cerca lo suficiente de Threkor como para atacarlo, y fue eso que intentó hacer, sin embargo, un instante después, el no-muerto saltó sobre el, masticando su cuello, cortando carne, musculos y tendones. El gnoll trató de sacarse el no-muerto de encima por unos instantes, pero no lo consiguió, y en pocos segundos estaba muerto.

Los Gnolls no tardaron en notar la presencia de aquel grupillo extraño en la multitud, y rápidamente los consideraron como objetivos primarios, por ser posibles aventureros.

Así, los Gnolls no tardaron en reunirse al rededor del grupo, con sus lanzas apuntando hacia los tres, reunidos: Jabamiah delante, Asmodeus y 12 detrás.

Un Gnoll gruñó y todos atacaron al mismo tiempo.

El segundo gnoll había caído gracias al cadáver reanimado del lugareño. Aquello había servido para comprobar el alcance de mis habilidades y, de momento, había conseguido buenos resultados.

No quería arriesgarme a tener una sorpresa, así que me dirgí hacia donde había caído el primer gnoll impactado por mi mísil mágico y sin comprobar si realmente estaba muerto, le rajé el cuello para asegurarme por completo.

No salí directamente a la calle. No sabía como estaba la situación en el interior de la ciudad y no me quedaban demasiadas reservas mágicas para otro enfrentamiento.

Me acerqué resguardado por uno de los edificios a la esquina de la calle y observé como le iba a los demás. No creía que aquellos fueran los únicos gnolls que habían asaltado la ciudad así que co toda seguridad los de la carreta se habrían encontrado con los compañeros de esos dos.

Escondido, Threkor tuvo una visión mas limpia de todo lo que sucedía.

El pirata, bastante herido, había dejado de luchar con el elfo, y observaba como este se acercaba de la cleriga de Tanna-Toh y le entendía la mano a ella, como para que la besase... Que situación mas extraña.

Mientras tanto, cerca de uno de los escenários, Jabamiah, Asmodeus y aquel mago que encontró en el camino se encontraban rodeados por varios Gnolls. Para infelicidad de Threkor, la población no estaba siendo atacada, puesto que la atención de los Gnolls se había centrado en aquel grupo. Eso significaría que Threkor se quedaría sin no-muertos...

Su no-muerto, de hecho, se encontraba allí cerca, tambaleando por las calles sin rumbo.