Partida Rol por web

Casi tan pronto comienza la batalla, requieren de su presencia en otro lugar. Ahora, para ser justos... No habían pedido expresamente que se presentara con su madre. Solo le habían informado de la llegada de un mensajero que había ido a encontrarse con su madre. Que definitivamente no era lo mismo, pues no era un deber, y podía ignorarlo por un rato sin faltar a sus responsabilidades. 

Al demonio con el mensajero, no me pierdo esto por nada.

Farryn se mantuvo expectante y al borde de su asiento durante toda la pelea, con los ojos bien abiertos y muy atenta de no perderse ni el más mínimo detalle del combate. Sufrió con cada golpe que recibió el pobre Larkyn, pero se alegró de verlo resistir de manera tan estoica. Seguro que eso haría callar a esos malnacidos que se reían de él al comenzar, y eso la hizo sonreír burlescamente y mirarlos por unos breves segundos. 

A ver si se ríen de nuevo de él. Si le hace eso a mi tío, ¿Que creen que les va a hacer a ustedes?

Aplaudió orgullosa cuando terminó el combate, pero no solo por quién consideraba su hermano. Su tío era un excelente profesor, al igual que ser Owen. La manera en que ahora le hablaba a Larkyn, tranquilizándolo y subiéndole el ánimo era una de las cosas que más apreciaba de él, pues no era de aquellos caballeros que creían que para ser un hombre hay que ser desconsiderado y bruto, sino que era un hombre lleno de virtudes y le traspasaría eso al pupilo.

Al ver a Larkyn acercarse a Arthur, se acerca a ellos dos, conteniéndose de correr a abrazarlo.

¡Estuviste fantástico! ¡Tus golpes! ¡La manera de esquivarlo! ¡Y la de resistirlo! 

- Bien mi señora, haremos lo que podamos. En primer lugar creo que puede ser necesario conocer las fuerzas de que disponemos. No parece que vayamos a padecer ataque alguno pero tampoco creo necesario vaciar por completo el contingente del castillo. Por otro lado, mi señora, ¿concemos el contingente que han aportado el resto de señores de los alrededores?

-Me parece una buena idea no quedarnos desprotegidos pero sobre lo demàs, no tengo idea de cuàntos elementos hayan enviado los señores vecinos porque nada de eso me fue informado.

Shiera decìa la verdad, poco màs podrìa agregar a lo que ya les habìa dicho.

-Quizà si es muy necesario saberlo podamos enviar un cuervo y solicitar dicha informaciòn pero dudo que nos respondan a tiempo, esto, por lo que entiendo debe ser ya.

- Ciertamente mi señora, pedir esa información nos comportaría una pérdida de tiempo que ahora mismo quizá no nos podamos permitir. Quizá seríamos los mejor informados, pero a lo sumo llegaríamos algo tarde. ¿Quizá podamos prescindir de la mitad de nuestro contingente en el castillo? - Owen quedó algo pensativo - Por otro lado, mi señora, sabemos  a qué distancia debemos desplazarnos? Quizá tampoco estemos tan lejos en el caso que veamos que necesitamos más tropa de la que hayamos dejado en el castillo.

-Tenemos unos dias largos de cabalgata hasta Refugio Estival dijo ser Byron, cuando ser Owen pregunto la distancia Yo propongo que llevemos dos destacamentos de infanteria, y dejemos la guarnicion en el castillo. Me ofrezco a llevar el estandarte de Lord Arthur.

Lebrón escuchaba atentamente los comentarios de los hombres de armas, se alegraba de que Lady Shiera hubiese escuchado su sugerencia de invitarlos, sin duda conocían mucho mas que él acerca de batallas y escaramuzas. Ignoraba si las dos guarniciones que el caballero mencionaban eran suficientes o no, pero eran mas que una, lo cual no pasaría por alto para Lord Renly, y por otro lado el castillo no quedaba desprotegido, una sabia decisión.

Se encontró sorprendido por la oferta de Ser Byron, ir personalmente era algo peligroso e inesperado, y a la vez, un gesto noble por parte de la familia - Ser Morrigen, si usted encabeza las tropas, creo que Lord Renly Baratheon estará mas que satisfecho, incluso si me permiten una sugerencia, creo que Larkin ya está en condiciones de servir adecuadamente en esa causa y podría incluso acompañarle, pero usted Ser Owen, es indispensable para las defensas del castillo, y del resto de la familia - los niños y su madre debían estar protegidos - Creo que es fundamental que nuestras tropas lleguen cuanto antes, puedo enviar un mensaje a Bastión de las Tormentas con esta noticia e ir gestionando alimento para las tropas suficiente para un meses-

A veces la Madre y el Guerrero trabajaban juntos, al parecer se habían puesto de acuerdo para que Van no tuviese que cruzarse con el tio de Arthur, lo cual haría mas fácil su llegada, al menos hasta su regreso.

Deseaba estar cómodo en la biblioteca leyendo sus libros y educando al heredero, pero sabía que su lugar era servir, y por mucho que odiase la sangre y la violencia, no se permitía evadir su responsabilidad - Lady Shiera, Ser Byron, los serviré del modo en que crean mas conveniente, puedo hacerlo desde el castillo, como de costumbre, o en las filas, asistiendo a los heridos y manteniendo la comunicación por medio de algunos cuervos, así que dejo a ustedes la decisión sobre el mejor modo de servir a Arthur- 

Byron asintio ante la exposicion del maestre Lebron.

-Yo dirigire las tropas hacia Refugio Estival, entonces. Usted maestre deberia quedarse aqui: No podemos permitir que las lecciones de Arthur sean interrumpidas por unos bandidos. Le encargo tambien el planeamiento del abastecimiento de tropas. Mas tarde subire a su despacho y veremos como concretar una linea de suministros, en caso de que el conflicto se alargue mas de lo planeado. Y me llevare al chico de escudero, si demuestra valor se ganara las espuelas

-Bien, en ese caso creo que ya esta decididodijo ella un poco nerviosa pero resuelta.-Procedamos pues a alistar lo que consideren necesario y no olvidéis tenerme al tanto. Sé que haréis vuestro mejor papel pero regresad con bien pues todos sois importantes y necesarios aquí.

Era evidente que aquel compromiso cambiaba algunos planes de la regente pero a final de cuentas, ella allí no era nadie para expresar lo que sentía, sólo era la madre del pequeño señor de aquellas tierras.

-OS suplico ser Byron que OS encargueis de comunicaroslo a lord Morrigen. Pondrá mas atención si lo hacéis vos que si lo hago yo, os lo agradezco.

Lebrón asintió ante las palabras de los dos familiares de Lord Arthur, y agradeció por dentro la sabia decisión que habían tomado. Se inclinó a modo de despedida, saludando a los tres presentes - Será entonces como dicen. Ya mismo comenzaré a organizar la provisión para las tropas, y a escribir un mensaje para Lord Renly anunciándole vuestra intensión de socorrerlo a la brevedad. Ser Byron, estaré en mis habitaciones para cuando quiera acercarse - y sin mas se retiró de la sala.

Sabía que este movimiento de tropas no era algo peligroso para el caballero y sus allegados, ni comprometía la seguridad del castillo, pero sin duda sería bien recibido por Lord Baratheon y por el Rey, así que con la certeza de que hacían lo correcto subió las escaleras hacia su despacho.

Las tropas empezaban a organizarse en el patio de entrada a la fortaleza. Tan solo eran una cuarta parte de cada compañia, sus capitanes y unos pocos hombres esperaban noticias de Ser Byron. Al parecer, segun corria el rumor por la fortaleza. Lord Renly habia mandado a un emisario, para que entregase en mano un mensaje de ayuda.

- Disculpe maestre, quizá mi función en las murallas pueda ser de interés... en el caso que haya batalla en ellas. Pero si no me equivoco el peligro imminente no está en las murallas sinó con la tropa. Así pues, si no es molestia creo que podría dar apoyo al avance de nuestros hombres al servicio de Lord Baratheon.

Byron nego con la cabeza, con pesar. Entendia de sobra al viejo caballero, pero tenian que ser duros en este tema.

-Ser Owen, no podemos dejar el castillo desprotegido. Usted es el mas experimentado de los caballeros de la corte, y no podemos descartar un ataque de los bandidos, como represalia. Es imperito que se quede y organice defensas, en caso de necesitarlas.

Evidentemente no era la más versada en asuntos de guerra, ni siquiera estaba muy segura de a cuántos elementos ascendía su ejército pero de lo que si estaba segura era de que necesitaban a alguien que les cuidara en la ausencia de Byron y quien mejor que ser Owen.

-Mi cuñado tiene razón, necesito que las tierras de mis hijos queden perfectamente protegidas. También creo que el Maestre debería quedarse, a menos que, Byron, decidáis lo contrario.

Y en eso era sincera.

-Si no tienen nada más que tratar conmigo, sugiero que hagan lo que consideren pertinente y cuanto antes, debemos llegar a donde se nos ha solicitado.

-Hasta la noche entonces Ser Byron, ha sido un placer. Respondió a la despedida del caballero al que otros asuntos de mayor importancia requerían. ¡Con que vino especiado! Hoy va a ser una gran noche! jajaja

Le guiñó un ojo a Arthur por la noticia recibida y se volvió hacia Ser Owen que se había acercado a felicitarle.

-Ha cumplido su cometido con creces. Dijo señalando el escudo roto que el maestro de armas había recogido. Y todo gracias a sus consejos, si no en vez del escudo podría ser yo el que estuviera hecho pedazos Ser Owen ¿Ve como si que le escucho cuando me instruye?

Como cualquier joven Larkyn tendía a despistarse durante las lecciones y tanto Ser Owen como el Maestre Lebron tenían que devolverlo al mundo presente para que prestara atención, si bien era cierto que en las clases de lucha prestaba mayor atención, aunque solo fuera por no llevar un golpe de improvisto, a Ser Owen le gustaba pillarlo desprevenido de vez en cuando para darle una lección de atención.
Se despidió haciendo un gesto con la mano del maestre de armas que se retiraba junto a Ser Byron y se dispuso a recibir a Farryn que se acercaba a él y a su hermano con gran entusiasmo. Larkyn sonrió y tomó una pose caballeresca como las que había visto dibujadas en alguno de los libros del castillo, irguiendo el cuerpo y alzando la cabeza mientras sostenía la maza aún. Le dolía el brazo y la espalda comenzaba a dolerle cada vez más, pero no iba a permitir que eso le estropeara el sabor a victoria que aquella derrota había tenido para él.

-¿Lo habéis visto? ¿No pensaríais que os ibais a librar de mi tan fácilmente verdad? ¡No me perdería a Arthur bebiendo vino especiado por nada del mundo! jajaja. Se había quedado a solas con sus dos compañeros habituales en el castillo y la charla era más informal y familiar entre ellos. ¡Mirad! Larkyn se remangó la camisola y les enseñó la zona por donde el escudo se había roto y que estaba empezando a amoratarse, no era una herida de guerra pero la mostró orgulloso y sonriente pensando que a Farryn y Arthur les gustaría. Menos mal que llevaba el escudo... Si no en vez de ser Larkyn el caballero de la Tormenta Sonriente sería Larkyn "el sin brazo". Escondió su brazo tras la espalda y movió el que sostenía la maza como si solo tuviera uno. Así no sería rival para Lord Arthur matadragones, aunque quizás si para su hermana. Larkyn contuvo la risa ante la provocación que acababa de lanzar a su amiga intentando aparentar cierta seriedad que quedó anulada a medida que sus labios iban dibujando una sonrisa cada vez más grande. Ser un caballero sin un brazo tampoco ayudaba mucho a mantenerse serio.