Partida Rol por web

La primera ronda daba comienzo. El primer torneo pokemon no hacía más que empezar y la gente no quería perderse tal evento por lo que el estadio pokemon estaba a reventar. Los primeros combates ya daban comienzo cuando en el campo de batalla aparecieron los dos contendientes llegados desde rincones dispares del planeta.

Por un lado estaba Lilly, que había quedado tercera en el Torneo Pokémon - Verano 2012 gracias a su estrategia y valentía de sus pokémon, por el otro lado estaba Zimmer, hasta ahora un entrenador completamente desconocido pero que sin duda daría mucho que hablar en aquel combate. El enfrentamiento les serviría para puntuar para la clasificación para la semifinal y aquel encuentro, a pesar de ser el primero no era el menos importante.

Lilly y Zimmer estaban dispuestos a dar todo en aquel combate. El árbitro alzó el banderín para que los técnicos dieran paso al terreno de juego.

Las compuertas que había bajo los atriles de ambos entrenadores se abrieron y tras ellas apareció un campo usual. Esta vez ningún pokémon se vería beneficiado por las condiciones del terreno de batalla.

Una nueva señal del árbitro hizo que los técnicos escogieran el clima con el que se empezaría, de pronto se formó una fuerte ventolera. Todo el público echó mano de sus abrigos y se protegió del frío que instantes iba a hacer. El campo comenzó a llenarse de escarcha e inmediatamente después comenzó a granizar salvajemente, el público estaba protegido por sus paraguas, pero los entrenadores y sus pokémon tendrían que sufrir los daños causados por la decisión de los técnicos.

Los espectadores gritaban de la emoción, la elección surgida de ambas combinaciones darían lugar, sin duda a un singular combate en la que los entrenadores pokémon darían todo lo que estuviera en su mano para clasificarse para la siguiente ronda.

Zimmer estaba nervioso, muy nervioso, su rival ya había debutado en otro torneo y no lo hizo nada mal. Mientras sentía el frío del campo respiro profundamente mientras pensaba que pokemon utilizaría. Un pokemon de hielo seria lo mas sencillo, pero era fácil que ella también lo pensara, de todos modos tenía que aprovechar ese campo...-Confío en ti..-En ese momento agarró una de sus pokeball, y sin dudarlo la lanzo al campo.-¡Freez!-Al final había optado por el pokemon que mejor aprovecharía el campo; Froslass.

La joven Lilly llegó al campo del estadio con una sonrisa, estaba ansiosa por librar su primer combate en el nuevo torneo. Y poder dar lo mejor de sí misma, al igual que su equipo pokémon. Se asombró con los cambios en el terreno, que daban lugar en ese momento. Una granizada, eso podría sernos útil. Pensó la joven al tiempo que elegía a su primer pokémon. No sin antes mirar a su rival y saludarlo con la mano.

-Espero que disfrutes de este torneo y des lo mejor de tí. Es un placer, mi nombre es Lilly. ¡Vamos a pasarlo bien! - Dijo radiante, estaba muy animada, y bastante más segura de sí misma. Los nervios eran algo más leves. Tenía claro que su objetivo era darlo todo en combate por sus compañeros.

-Muy bien, Bolita es hora de salir, ¡adelante! - Exclamó lanzando la pokéball al aire. Surgiendo el haz rojo y posteriormente Sealeo. Que dió varias palmadas, al notar el "frescor" que recorría el estadio.

El combate estaba a punto de comenzar y los dos entrenadores salieron al campo de batalla con convicción. Al dar la señal el árbitro, ambos contrincantes hicieron su primera elección sacando sus pokemons frente a ellos listos para el combate que se avecinaba.

El público espectante observaba a los dos entrenadores y a los pokemons que estaban a punto de enfrentarse, sin duda prometía ser un combate emocionante.

Los nervios de Zimmer permanecían mientras observaba a su bello pokemon fundirse con el granizo del lugar, cosa que hacia mas difícil verle en ese terreno, una de sus indudables ventajas.  El rival, un Sealeo, Zimmer no pudo evitar sonreír al ver ese pokemon, al parecer Lilly también había optado por utilizar las ventajas del terreno en el que se encontraban, y sin duda Sealeo podía herir fácilmente a Froslass, siempre que le diera tiempo.

-¡Freez, rayo!-A la señal del arbitro no tardo nada en dar la orden que su pokemon estaba esperando y no tardo nada en hacer que las fuerzas eléctricas comenzaran a surgir en su cuerpo.-¡Aquí tienes lo mejor!-Exclamo el entrenador que estaba venciendo ya a sus nervios al creer que la cosa estaba yendo bien.

Del cuerpo del pequeño pokemon fantasma surgieron los rayos que fueron enseguida dirigidos hacia el rival, en ese momento Zimmer cruzo los dedos.

Observó la elección de Zimmer, un Froslass, tenía que reconocer que los pokémon fantasma siempre le parecieron atrayentes, el ejemplo del rival era perfecto. Elegante y mortal, pues había comenzado la ofensiva dando lo mejor, según su entrenador.

No podemos quedarnos quietas... Sabía que la rapidez no era lo nuestro, pero teníamos que intentar ponerle remedio. Hora de actuar. -¡Bolita, aguántalo y comienza con Terratemblor! ¡Tú puedes! - Exclamó mientras daba la orden, y luego sonreía levemente a su contrincante. Así es cómo tenía que ser. Le alegraba que tuviera tanto entusiasmo.

Zimmer comenzaba su combate lanzando al cambo de batalla un Fosslass la elección desde luego que no sorprendió a ninguno de los espectadores pero sí el movimiento que hizo. Un poderoso rayo se materializó en el cuerpo del pokémon fantasma e instantes después fue a parar al pokémon de Lilly haciéndole un gravísimo daño. Lilly tenía puestas grandes esperanzas en Sealeo y aquel movimiento sin duda le había sacado fuera de sus casillas, tanto a ella como al público. Además para colmo el pokémon se ocultaba perfectamente entre la granizada y resultaba muy complicado verle. Sealeo comenzó a dar pequeños saltos y la tierra empezó a temblar, pero el movimiento no logró alcanzar a Frosslas puesto que no logró verlo.

El público aplaudía emocionado por el movimiento de Zimmer, aquel Frosslas había sorprendido a todos con ese rayo tan poderoso pero estaban todos seguro de que aún sería capaz de hacer algo más. Sealeo lo tenía muy complicado para resistir aquel combate.

-¡Si!-Exclamó Zimmer al ver el resultado de su ataque, colocándose en ese momento las gafas que tenía preparadas en su frente, con eso le molestaba menos el granizo y veía mejor a su pokemon, el que se ocultaba de forma casi perfecta en la nieve, o al menos lo suficiente como para que el rival fallara.

Sus nervios se esfumaron, había comenzado tan bien que había olvidado el miedo al fracaso.-De acuerdo, sera mejor terminar con esto... Repite, ¡Rayo!-Grito sin dudarlo un solo segundo mientras agitaba levemente los brazos emocionado.

El Froslass asintió mientras se deslizaba con elegancia ocultándose en el campo, su cuerpo comenzó a brillar de nuevo, esta vez no sorprendería a nadie con su ataque, pero no lo necesitaba, si todo salia bien ese Sealeo caería antes de golpearle.

Lilly chasqueó la lengua algo molesta, estaban usando una técnica para ocultarse en la tempestad helada que se había desatado. Pero por desgracia esta vez, no tuvieron tanta suerte para acertar con su golpe en el pokémon rival. Y Bolita estaba resultando gravemente herida, ambas lo sabían. Se le pasó por la cabeza obligarla a cambiar, pero sabía que su Sealeo lo querría dar todo hasta el final, si con eso allanaba el camino de sus demás compañeros de equipo.

Se mordió el labio frustrada, otro golpe así y puede que su pequeña no lo resistiera, con los puños apretados volvió a ordenar. -No te preocupes, intenta de nuevo otro Terratemblor. - Dijo mientras intentaba averiguar dónde diantres se había metido el Froslass  -Resiste un poco más... - Murmuró en voz baja, con la vista fija de nuevo en su pokémon. Hay que darle la vuelta a esto pronto.

La fuerte granizada continuaba azotando el campo de batalla, pero ambos pokémon se sentían muy cómodos con ellos. Frosslass continuaba con su manto níveo camuflándose entre la tempestad y mientras tanto Sealeo se dedicaba a regenerar las energías perdidas debido al rayo creado por el pokémon fantasma.

Entre tanto, Frosslass volvió a materializar un rayo eléctrico que salió de su cuerpo, esta vez el público no se sorprendió tanto y Sealeo giró la cara para recibir el tremendo impacto. El pokémon de hielo se mantuvo en pie y resistiendo el golpe, el clima le estaba ayudando a regenerar sus heridas y por eso logró mantenerse en pie, pero desgraciadamente, Frosslass dedicó mucha más potencia al ataque y finalmente el pokémon de Lilly cayó derrotado en el suelo.

Sealeo está fuera de combate, Frosslass es el ganador.

El público aplaudía a Zimmer, un entrenador hasta ahora desconocido pero que había logrado acabar con el primer pokémon de Lilly. Lilly era una entrenadora caracterizada por dar la vuelta a los combates y que a pesar de parecer que podía perder, la elección de sus futuros pokémon daría mucho que hablar, lo único que podía preocuparle es que Frosslass continuaba teniendo la ventaja del clima y que además Zimmer aún no había perdido ninguno de sus pokémon, por lo que derrotarle no sería tarea sencilla.

A pesar de que sabía que la balanza no estaba a su favor, la joven optó por no cambiar a su pokémon, en favor de sus compañeros de equipo. Era duro, pero el granizo y la potencia del rival, hizo que pensara friamente en sus acciones. Un paso en falso, conducía a error. Cuando el segundo rayo golpeó a Bolita, Lilly echó a correr hacia su pokémon, -No te preocupes, has aguantado bien pequeña, ahora descansa. - dijo acariciándole el hocico al tiempo que lo regresaba a su pokéball y volvia a su sitio.

Tras un rato sopesando sus posibilidades, asintió y lanzó la ball de su siguiente pokémon. -¡Vamos allá Pyro, adelante con Nitrocarga! - Exclamó con una leve sonrisa, era hora de caldear algo el ambiente. Y su quilava sabía cómo hacerlo.

¡Perfecto! Froslass lo había hecho perfecto, había vencido sin ningún problema.-Bien hecho, bonita.-Le dijo a su pokemon sin siquiera tenerla casi a la vista. El pokemon de la chica fue devuelto a su pokemon, para que lo sustituyera uno mucho peor Quilava, contra el no podría hacer nada su Froslass.

-Hasta aquí Freez-Dijo Zimmer con miedo de que le hicieran demasiado daño a su pokemon, así que saco enseguida su pokeball para llevarselo, con eso solo le quedaba sacar otro de sus pokemon, y no tenia duda de cual iría ahora.-Vamos, ¡Mud!-Gritó lanzando su pokeball al campo, de donde saldría su primer pokemon, su Marshtomp. 

Lilly recogió a su recién caído Sealeo, entristecida por el combate perdido decidió sacar a su segundo pokémon, Quilava, aquel pokémon era el más antiguo de sus acompañantes y le había ayudado a obtener la mayor parte de sus medallas. No dudó ni un momento en mandarle actuar con un poderoso ataque que golpearía a Frosslas con todo su cuerpo cargado de fuego. Pero Zimmer fue más rápido que Lilly y justo cuando estaba a punto de recibir el golpe, el pokémon de hielo regresó a su pokéball y en su lugar salió un poderoso Marshtomp.

El poderoso ataque de Quilava se vio reducido a un daño insignificante evitando así los potentes dolores que le podrían haber causado a su pokémon fantasma.

Ahora la ventaja en el combate la llevaba sin duda Zimmer, pero aún quedaba mucho para saber quien de los dos sería el vencedor.

Se mordió el labio al ver cómo el entrenador cambiaba a su froslass, por un marshtomp. ¡Pero bueno! Así vamos mal Lilly... Pensaba mientras el nitrocarga impactaba contra el pokémon pezlodo. Qué mal se pone esto.

La cosa pintaba cada vez peor, pero esta vez no se arriesgaría más. Sacó la pokéball de Pyro y le hizo regresar. -Pyro, perdóname, pero es mejor una retirada a tiempo. ¡Cambio! - Tras quedarse un momento pensando en sus posibilidades y descartando otras. Se decidió lanzando una ball al campo. Vamos a probar las nuevas fuerzas del equipo. -¡Adelante Solaris, tu turno! - Su espeon entró en escena, con un pelaje radiante y la esfera de su frente brillando tenuemente.