Partida Rol por web

La cómica estampa de cuatro pieles verdes cayendo al vacío rodeados de pupitres llenos de bolígrafos, apuntes, diplomas y marcos, no llegó a producirse. Pero podría haber pasado si en el momento en el que el chamán resbaló y se fue apoyando en cada uno de sus congéneres, éstos no hubieran hecho gala de su enorme fuerza agarrándose al papel cebolla que formaba los pájaros. No así el chamán, que sus manos torpes y rechonchas fueron escurriéndose  de cada calzón mugriento al que se aferraban.

-¡Malditos calzones y malditos guarros verdes!- Maldice el chamán tendido en la mesa, soltando un trozo de pantalón de Ter- ¿Nunca los laváis?  

-Los míos están pintados de marrón cuero y hueso sucio...- Dice Car, que aún no comprendía la situación. 

Magneus no quería arriesgarse. Por el momento prefería ir más pausado y tomarse la escalada con calma. Su objetivo era llegar a la fortaleza, pero toda la escuadra a poder ser. 

Siempre con el rostro compungido por el odio hacia la humanidad pero avanzando poco a poco, por eso de no quedar mal antre cuatro orcos de plástico, una tropilla de marines mal pintados y una goma de borrar que se cree que es un skaven...

-¡¡¡¡Argggg!!!! - Grita de rabia el Chamán- ¿Que hacéis parados?... ¡Ayudadme a subir y adelantemos a todos!

Los tres pielesverdes se lanzan a por su amo, y luego suben todos con fuerza y vigorosidad. Hasta que alcanzan a los demás. Ahí el ansia de ser los primeros se desvanece junto a la fuerza, y siguen el ritmo. 

El hombre rata goma sigue trepando sin parar, utilizando ágilmente sus garras de plomo pintadas.

Al fin llega al cable superior, y se encarama de un salto. Los demás tendrán que conformarse con trepar por los enganches, que no parecen peligrosos.

Y entonces, mano a mano, empieza a avanzar por el cable.

 Atención a esta parte- dice Magneus a sus soldados- de uno en uno y despacio- deja que los suyos vayan delante, siendo él el último en cruzar.

El mecanismo para pasar es bien sencillo: cada uno va pasando por cada enganche, dejando un espacio entre pase y pase, para no molestar al anterior. 

 Los pielesverdes ya comenzaban a seguir a la escuadra de Magnus.

-¡Quietoz!- grito el Chamán-Seguizme a mí, no a elloz.. ¡Panda de patanez!.

El chamán avanza por el mismo camino que Magneus, pero en la tercera anilla, se deja caer suavemente en el triángulo de papel(¿?) azul. Luego desciende por otro papelito, para después bajar al tercero. 

La tropa de Orcoz ataja eficazmente, adelantando a Magneus y sus soldados que, lenta pero segura e implacablemente, avanzan por el cable hasta llegar al papel.

Entre tanto, la goma clava sus garras en un triangulo de papel, preguntándose para qué habrá servido cuando no estaba roto.

Nagash se tropieza...

Los orcos se mantenían erguidos sobre el último trozo de papel azul. Eran orcos, eran un tanto idiotas, pero saben que si todos se echaban para el mismo lado caerían hacía abajo.

Colocados en el centro, doblando las rodillas temiendo a la posible caída.

-¡Gandulez!, queremoz zaltar a la tabla de madera que hay delante, con ella podremoz bajar como zi fuera una rampa-los miró a todos- Tú primero Car.

-Pero Zeñor, ¿no será demasiado empinada y resbaladiza?- responde Car

-Acabará ziendo un  tobogán...-Añade Ter.

-Ziii, me guztan los toboganes- interrumpe Nor 

La mirada del chamán calló a los orcos, Car se encaminó paso a paso hacia el extremo y saltó a la madera... 

Buena idea lo de la tabla- pensó Magneus. Al fin y al cabo, sin riesgos no hay premio. Lo único que debían hacer era calcular bien la distancia para no caer.

Atención, id bajando hacia la tabla. De uno en uno... vamos- ordenó Magneus a su tropa