Partida Rol por web

Transilvania Salvaje: Oscuridad en el seno de las sombras

1- Reflejo: emisario de las sombras

Cargando editor
09/10/2013, 17:32
Director

Aprovechando el instante de distracción que supone un ataque errado, tratas de escabullirte gracias a tu menor tamaño, aprovechando para huir a la carrera campo a través, cuesta abajo, dejando atrás el peligro como todos tus instintos animales te exigen. No es cobardía, al contrario de lo que otros hombres lobo creerían.

Es estrategia.

No obstante, no hay estrategia infalible. Tus primeras zancadas son imprecisas, torpes, avanzando lentamente mientras evitas las rocas de la escarpada montaña. La sombra generada por la luz de Selene te advierte demasiado tarde, tan solo lo bastante para girar tu hocico y vislumbrar a la bestia que cae sobre ti desde las mismas rocas, puñal en mano, dispuesto a hundirlo en tu carne.

El inmenso dolor es solo el principio.

O quizás el triste final.

- Tiradas (4)

Motivo: Destreza+Atletismo

Dificultad: 6

Tirada (6 dados): 9, 5, 8, 3, 1, 7

Éxitos: 2

Motivo: Destreza+Armas CC

Dificultad: 6

Tirada (7 dados): 10, 4, 3, 4, 7, 1, 9

Éxitos: 2

Motivo: Fue+1+exito

Dificultad: 6

Tirada (10 dados): 8, 5, 4, 9, 6, 9, 5, 2, 2, 6

Éxitos: 5

Motivo: Gnosis

Dificultad: 6

Tirada (6 dados): 4, 6, 1, 3, 8, 4

Éxitos: 1

Notas de juego

Tu primera tirada se corresponde al turno anterior. La segunda tirada corresponde a este turno. Total 2 exitos, los mismos que ha sacado él y por eso te ha acanzado.

Su tirada de daño son 5 éxitos, que al activar la Daga Colmillo se convierten en 10. Falta tu tirada de absorción para determinar cuanto daño te comes realmente. Consejo: antes haz tirada de Res+Imp.primario (o gasta Rabia) y cambia de forma para tener más Resistencia. Si lo hubieras hecho antes podrías haber ganado hasta 2 dados en las tiradas para huir.

¿Será este el final de Reflejo-de-la-luna, o hará un Hanneshiro de proporciones épicas? ¡¡Que nervios!!

Cargando editor
09/10/2013, 18:07
Reflejo-de-la-luna
- Tiradas (2)

Motivo: Cambio de forma (Resistencia+Impulso Primario)

Dificultad: 6

Tirada (6 dados): 10, 6, 8, 3, 9, 5

Éxitos: 4

Motivo: Absorción (Resistencia)

Dificultad: 6

Tirada (5 dados): 7, 2, 2, 5, 1

Éxitos: 0 Fallo

Notas de juego

Hostias...

Cargando editor
10/10/2013, 16:01
Reflejo-de-la-luna

La presa... terreno nuevo para mí... pero puedo conseguirlo...

Camino con pasos torpes al principio. Sé que todo es cuestión de poder soportar la sorpresa del primer ataque, pero tengo confianza en que Gaia velará por mí, en que el Wyrm sucumbirá bajo mis garras... porque es lo que he de hacer, por que es lo correcto...

Una sombra se mueve a mi espalda, no puedo mirar atrás pero sé que está ahí. Lo noto en el flanco derecho. He de poder echarme al otro lado para esquiv...

 

De repente otra sombra se me abalanza por el lado opuesto. Mis pies parten del suelo en su salto y el miedo me agarra el corazón y lo aprieta sin piedad. Un salto erróneo... un nuevo fallo... una nueva daga del fracaso que se incrusta en mi mente. Esta vez, puede que de forma definitiva.

 

Mi instinto de supervivencia brama, y todos los resquicios de mi cuerpo arden como el fuego en un ademán desesperado de adoptar una forma instintivamente más resiliente, más duradera en el tiempo, la forma de batalla.

 

La luna ha desaparecido y bajo mis pies ya no veo mi sombra. Vuelo por los aires en un error, hacia la oscuridad. Cuando mis ojos pueden ver lo que hay en mi otro costado, noto avanzar la daga de mi enemigo a una gran velocidad. Sólo atino a cerrar los ojos y encomendarme a Abuelo Trueno.

 

Y donde yace un lobo muerto... cuando el viento deja de soplar a ninguna dirección... sólo pienso...

Que soy el lobo que hace lo que tiene que hacer. Pero, a veces, sólo a veces... 

quisiera ser más fuerte, quisiera ser más rápido

 

 

Cargando editor
10/10/2013, 18:12
Director

El dolor indescriptible que supone la inmersión de tu enemigo en el interior de tu cuerpo, arrebatándote el calor y sumiéndote en el helado infierno de la muerte, no es comparable al dolor de tu mente y tu alma, sabedores ambos de que te llega el más triste de los finales. Fracaso, una y otra vez esa maldita palabra. Ra el maldito, el que falló en su misión, el que perdió mil veces su renombre en lugar de ganarlo, el que fue proscrito ante su tótem tribal, una farsa que nadie descubrirá jamás. ¿Quién cantará alabanzas a esta vida desperdiciada, llena de buenas intenciones y sacrificios, y ninguna hazaña que recordar?

Grande era el destino que Garra-fétida te pretendía, lleno de gloria y honor, de sabiduría que mostrar y alabanzas que recibir. Muchos sacrificios ibas a hacer, pero al final todos verían la grandeza en ti. Porque solo tú estabas dispuesto a hacer lo que había que hacer.

Solo que no lo has hecho.

Arma y garra atraviesan tu carne, desgarran y desangran, revientan huesos y órganos a su paso, hasta que te desplomas en el suelo rocoso, sintiendo la dura caricia del suelo que te abraza como el innoble nicho de tu pompa fúnebre. Sientes el contacto de tu enemigo en tus entrañas, pero ya no hay fuerza en ti para defenderte ni oponer resistencia. Ni siquiera puedes respirar, tus pulmones han sucumbido al dolor y el daño destructivo. Te ahogas. Tus ojos lloran, apenas ves nada, y la oscuridad te envuelve.

Apenas prestas atención a los gruñidos furiosos, a las desafiantes palabras que brotan a tu alrededor. Te preguntas lo que diría tu padre si te viera ahora. Alguien susurra en tu oreja, pero nada tiene ya importancia. Una voz femenina, estridente y maliciosa. ¿Es acaso la muerte, que viene a buscarte para que te unas al ciclo de Gaia? Ya no sientes frío. Sientes calor, un calor agradable, que recorre tu cuerpo con un hormigueo. Sientes el alivio del descanso, de saber que ya no habrá que luchar más, no serán necesarios los sacrificios ni habrá más posibilidad de fracasos.

Pero el dolor regresa. No, esto no está bien. Con la muerte desaparece el dolor, así debiera ser, pero cada vez duele más, y más, y más… ¡¡Es el puto infierno!! Un dolor insoportable que se mezcla con las palabras de esa mujer.

No te librarás tan fácilmente…

El dolor sigue aumentando, hasta que ya no puedes más. ¡¡Que llegue la muerte!!, imploras en tus pensamientos, mientras las lágrimas recorren tu rostro de lobo. Pero no es la muerte quien te alcanza primero.

Es la inconsciencia.

Cargando editor
04/11/2013, 17:01
Reflejo-de-la-luna

Caigo al suelo. Miles de pensamientos cruzan mi mente sin tener tiempo a poder agarrarlos al vuelo, para ser conscientes de ellos. Ahora sólo hay recuerdos de un momento. Sólo recuerdos de un momento que ya ha pasado.

Pero si ha pasado, quiere decir que sigo vivo. Y si sigo vivo, quiere decir que he fracasado. Quizás todavía tengo que sobrevivir para responder por el agravio de mi fracaso. Por mi mente cruza la idea de esa obligación. ¿Obligación? ¿No es eso algo para los monos? Pero la respuesta está muy clara, gravada a fuego en mi mente. 

Sí, existe deshonor, estúpido lobo incompetente.

Aunque sea un lobo, no puedo deshacerme del poderoso agarre de esa piel que me recubre, encogiéndome, subyugándome a un destino. Y ese destino no es pedir perdón... ese destino es perder, es perderse, es sentir la carga de devolver todo hacia arriba en una cuesta empinada...

Cada vez más empinada.

El recuerdo sigue vibrando en mis orejas, el de una voz que, como el recuerdo, ya no está, ya se ha ido. Ni siquiera puedo sentir la piedad de una muerte rápida... no hay piedad para mí... ¿la merezco?

No, no la merezco.

 

Todo está oscuro, siento el dolor y el calor a lo lejos, como si fueran cruentas caricias en la lejanía. Pero ya no puedo esconderme más, porque es un recuerdo, sólo un recuerdo.

Como era y como estaba, ya se ha ido. Ya soy yo de nuevo.

Cargando editor
06/11/2013, 18:37
Director

¿Qué vas a hacer con eso?

La voz es estridente, casi chillona. Sonidos agudos que perforan tus oídos aún en tu estado somnoliento.

¿Tú que crees? ¡¡Quedármelo!! Es mi botín.

Esta es distinta. Aún a través de la neblina de la casi inconsciencia, detectas el sonido de un gruñido rabioso, la ira a flor de piel de una verdadera bestia. Tratas de moverte, pero te duele todo el cuerpo. Cada pequeño movimiento hace que tu pata delantera izquierda se estremezca en un pinchazo repentino. Cada pequeño esfuerzo hace que tus pulmones amenacen con reventar de dolor lacerante. Te sientes abatido, carente de fuerza y energía, muy lejos de aquel cazador firme y sacrificado que fuiste.

No lo cazaste tú…

¡¡Silencio, perro!! Se me adelantó, pero era mi presa, y es mi botín.

¿Y el colgante? ¿Qué crees que hace?

Ni lo se ni me importa. Que se lo quede la zorra, le encantan ese tipo de mierdas. Aunque también le encanta tratar con los prisioneros y no la veo por aquí, puede que se esté tirando a alguno de esos fomori…

No es su estilo, jijiji, le gusta más montarse a nuestro Alfa.

Sí, o a ese Señor de la Sombra…

Las carcajadas apenas resuenan en tus oídos como algo lejano, mientras te sumerges en un repentino mareo. La mención de tu tribu hace que un escalofrío recorra tu lomo. Tratas de abrir los ojos, pero apenas puedes moverte sin sufrir espasmos de dolor. Ya te cuesta bastante respirar. Sientes que tu cuerpo lobuno está sujeto con algo, algo metálico que te aprieta, una cadena. Sientes el efecto de esta sobre tu espíritu y la energía mística que lo sustenta, y maldices tu desgracia.

Plata.

Ese lobo negro sí que es cosa seria. Seguro que a ese no te atreverías a birlarle el botín. Demasiado rango…

¡¡Me importa una mierda su rango!! ¡¡No reconozco el valor de lo que haya hecho a favor de esa puta de Gaia!!

Pero reconoces el poder, juju, y le has visto desmembrar guerreros más grandes que tú. Como reconoces la infamia, y mira a donde nos han traído sus planes. Y reconoces la malicia, y sabes que ha mantenido engañado a todo el clan de...

Vale, vale, sí, joder. Es un hijo de puta de verdad, lo reconozco. No es uno de los nuestros, no ha danzado la espiral, pero sirve al Padre Oscuro con eficacia y debemos respetar eso. ¿Te vale así?

Pasos retumbando, ecos de lugar pequeño y cerrado. Ahora te percatas de detalles que antes tus sentidos embotados te ocultaban. Humedad, madera podrida, piedra, polvo. Tus ojos se entreabren, pero las lágrimas apenas te dejan ver nada a través de su brillo. La oscuridad reina. Ves una fuente de luz que se mueve, fuego que hiere tu vista y te obliga a cerrar los ojos de nuevo.

Ya os habéis entretenido bastante, cabrones míos. Largaos de aquí, tengo asuntos que resolver con nuestro invitado…

…Ahora que ha despertado.

Notas de juego

En estos momentos estás Tullido, con -5 a todas tus acciones. Además, arrastras las siguientes Cicatrices de Guerra:

Colapso pulmonar
Gloria 1
Uno de tus pulmones ha sido perforado. Te resulta difícil respirar y hacer esfuerzos físicos. Pierdes un dado en todas las tiradas de Resistencia que impliquen esfuerzos físicos, y un dado adicional tras 5 turnos seguidos de esfuerzo. Puedes aguantar la respiración la mitad de tiempo de lo normal.

Hueso descolocado
Gloria 1
Un hueso se rompió y no ha cicatrizado bien. Puede provocar una ligera pérdida de las funciones musculares. Si la zona recibe un daño de 2 o más niveles de salud de una vez, volvería a romperse y provocaría una herida letal adicional.

Cargando editor
26/11/2013, 13:45
Reflejo-de-la-luna

Entreabro un ojo, disimulando mi estado de inconsciencia. Puedo ver a mis agresores hablar en voces chillonas, sin honor ninguno, hablando de empresas poco virtuosas, también sin honor ninguno.

El dolor es descomunal. Me cuesta respirar, me cuesta moverme. En esta situación lo único que puedo hacer es esperar, intentar recuperarme como sea. Los malditos saben muy bien cómo cazar a los que son como yo. La plata me incomoda demasiado a través de mi cuello. Impedirá cualquier transformación en algo que me permita escapar.

No, ahora ya no tengo a la Madre de mi lado. Todo lo que quiera conseguir habré de conseguirlo con mi instinto y mi astucia.

Espera el momento, Ra. Espera el momento.

Y poco a poco el momento dará forma. Mis captores no son monos normales. Son bestias como yo. La forma en que caí ya debería decirme mucho sobre ellos. Esto no va a ser un juego, no va a ser fácil. Salir de ésta me va a doler, incluso más de lo que ya me duele. Quién sabe si todavía me queda más por sacrificar, más por fracasar... eugh, hasta la propia imagen del fracaso me martillea con dolor en mi mente. No quiero pensar en ella, todo tiempo en que me revuelva en esa idea es un tiempo menos para buscar una salida. Ya no se trata de luchar por conseguir ningún honor, se trata de luchar por conseguir restaurar todos los agravios cometidos a mi Clan, hoy. Todos los fracasos.

Y poco a poco el momento dará forma.

Las palabras de mis captores no son pocas. Oigo algo que capta mi atención rápidamente. "Señor de la Sombra..." dijo. Quiera Gaia que tenga el valor y fuerza suficientes para sacar tajada de la situación, puede que incluso pueda atisbar quién es el mismo traidor al que se refería Garra Fétida. Un rastro que perdí en la Umbra, una posibilidad que de nuevo se aparece ante mí, en muy peores condiciones, pero sigue estando ahí. Por ahora, premia dejarles hablar, que sigan contando. Eso es positivo para mí, mientras llega mi momento.

La Espiral. Si lo que se cuenta en el clan sobre estos bastardos es cierto, no auguro nada bueno para mí. Aún así, la situación es infranqueable. Sea como sea, tendré que enfrentarme a ello, y sea como sea, abriré los ojos. No hay nada mejor que evaluar a tu enemigo.

Me percato del lugar en el que me encuentro. Todos estos pensamientos no dejan a un lado el dolor que siento. Tendré que apretar los dientes, la voz de uno de ellos me indica que sabe que estoy despierto. Tendré que apretar los dientes, pues esto no será ni mucho menos todo el dolor que todavía me queda por soportar...

mientras tanto, sólo he de esperar a que llegue mi momento.

Notas de juego

A ver, dos cositas. Quiero cambiar a homínido para ir regenerando las heridas que tengo (por eso de que sólo puedo regenerar en formas distintas a la de raza). Sin embargo, me comentaste que si cambio de raza la plata me hará heridas agravadas. Por favor, confírmame que no debería hacerlo.

Lo otro es qué voy a hacer a partir de ahora. Mi don Defecto Fatal sólo hace referencia a una situación de combate, ¿no es así? Si no puedo utilizar este don, al menos me gustaría utilizar mi astucia y mi observación para ver de qué forma puedo salvar esta situación. Obviamente, estas cosas las tiene que hacer el jugador, aunque puede que por el hecho de que Ra es más astuto o perceptivo que yo puedas, quizás, darme algunos apuntes que yo pueda estar dejando pasar. Si para ello quieres hacer tiradas, no me importa. Creo que Ra estaría muy atento, por lo que, por favor, durante el resto de la escena considera esta situación. Yo estaré pendiente de los detalles que narres y te iré haciendo preguntas para paliar las diferencias de astucia y percepción entre mi personaje y su jugador :)

Cargando editor
09/12/2013, 13:57
Castigo-injusto

Un rostro sonriente se acerca a tu campo de visión, repentina y dolorosamente iluminado por una antorcha. Sabes que las sonrisas en el mundo humano representan la felicidad, o algo así, pero esta parece representar otra cosa. Cuando te fijas en esa boca, esos ojos, esa expresión... Radko Lengua-sabia solía decirte que el rostro es el espejo del alma, aunque más tarde aprendiste que no siempre es así. Pero si lo fuera, el alma de este hombre no podría ser más oscura y tenebrosa.

Al fin despiertas, lobo... -Dice el desconocido, sentándose frente a ti en el suelo, con las piernas cruzadas. Su cuerpo está cubierto con ropas de piel. Observas cómo dos figuras abandonan la sala, un cubículo rectangular de piedras unidas por masa y cuyo techo parece sostenerse con un sistema de vigas verticales y diagonales- Mi nombre es Castigo-injusto, y parece que, de momento, soy tu anfitrión. ¿Eres acaso un ronin? Se me hace extraño que un garou ande por ahí sin una manada para cubrirle las espaldas. Cuando eso sucede... pasan cosas como esta... -Su dedo señala tu costado, donde se extienden los restos de la profunda herida que te produjera ese Danzante que te dio alcance en tu huida. Aún puedes sentir la punzada y el profundo dolor de verte atravesado- Lo menos que puedes hacer, para empezar, es decirme tu nombre. Sería un buen comienzo y te ahorraría mucho padecimiento, pues vas a decirme todo lo que deseo saber, más tarde o más temprano. Puedes tener una educada conversación con este humilde Alfa, o gritar de dolor bajo las manos de alguien que encuentre estimulante la... tortura.

Notas de juego

Efectivamente, Defecto Fatal te proporcionaría ayuda solamente en combate. A discreción mía y en función de la interpretación, podría aceptar que afecte también a otras situaciones físicas que provoquen tiradas enfrentadas, como por ejemplo una persecución o cosas así.

Pero hay otros Dones...

Parece que el tipo pretende hablar contigo. Puede que interrogarte, o puede que soltarte toda su mierda wyrmica en un intento de engañarte. Te recuerdo que cuentas con el don Verdad de Gaia para tratar de desentrañar sus mentiras.

Por otra parte, dices que quieres fijarte bien en los detalles para tratar de encontrar una salida a tu situación. Te recuerdo que en Lupus tienes bonificador a la Percepción, pero también que cuentas con el don Sentidos Aguzados, con lo que puedes llevar tus sentidos a límites insospechados (dificultad -3 a las tiradas de Percepción).

Cargando editor
22/01/2014, 13:53
Reflejo-de-la-luna

Escucho una voz de cerca. Quizás es la de mi propio cuerpo gritando dolorido. Abro los ojos.

¡Los vuelvo a cerrar...!

La luz de una antorcha me molesta. Poco a poco mientras escucho su "mensaje de paz" entre esputos asquerosos, los voy abriendo de forma incómoda.

Oigo la palabra tortura y me da la sensación de que será algo que podrá sacarme la información que quiere. A menudo recuerdo a Señores a los que no se les podía mentir, que podían ver más allá de unas simples palabras. He de tener cuidado. He de estar expuesto a esta bestia lo menos posible. Lo que sí tengo claro es que esto va a ser doloroso...

No hay tiempo que perder, he de hacer lo que he de hacer.

Muevo mis ojos hacia él, le miro de arriba abajo. "Detalles...", siempre decía Radko "la verdad siempre está en los detalles". Los detalles siempre están en una pata herida, un ojo menos, patas cortas o constitución débil, una sonrisa de confianza, un gesto de incomodidad, un titubeo y una mirada perdida para la invención de una verdad falsa, un balbuceo y rechazo para la verdad que se desea escondida. Poco a poco mis doloridos ojos escrutan, en él, en lo que dice. Buscan una debilidad que aprovechar, buscan cualquier pequeño resquicio al que agarrarme. Pero no me atrevo a mirar todavía a mi alrededor, no sería nada bueno levantar sospechas. Le miro en silencio y actúo buscando con dificultad las palabras. ¡Un cambio de forma! Un cambio de forma me dará el tiempo que necesito.

He de cuidarme de no decir nada que no deba.

Rápido, ¿qué puedes usar en tu beneficio? ¿Con qué armas cuentas? ¿Qué pasos has de evitar? ¿Dónde está tu salida?

En otro tipo de situación diría que la salida está en la confianza. Dudo que ninguna me brinden estas bestias. Pero si pregunta quizás es porque ignore... y lo que ignora puede ser una salida para mí. Pobre, pero al menos hay una. Me llama Ronin... puede que me esté confundiendo con algún otro. Y si es así, he de usarlo a mi favor.

Piensa en qué ha pasado. ¿Cómo conectar con esta bestia? ¡El amuleto de Garra Fétida! No... ya no lo tengo conmigo. Aunque tampoco consiguió engañar a aquella despreciable criatura. No, no es eso. Miro mis manos, y están manchadas de sangre. ¡Esta noche están manchadas de sangre!

Cualquiera que hubiera presenciado mi pecado me hubiera dado caza... cualquiera que me escuchara jactarme de ello también. Mis acciones lejos están de mostrar mi orgullo o mi sacrificio a Gaia. Al contrario, son del más despreciable Omega de una manada, soy el enemigo, lo más bajo... y me da igual.

Porque saldré de ésta. Con o sin orgullo... me debo a mi deber.

- ¿Manada...? Yo no tengo manada... cabezas de cabra... -digo recordando los sucesos con los demás, recordando a aquel Lobo blanco insolente.

- Tengo... -hablo con dificultad- nombres... Ronin... pfff... llámame como quieras... ya no importa...

- Mis garras tienen sangre... pero mi voluntad... ¡se siente limpia después!... mis garras se han cebad... pero ¿qué te importa? No es importante... es cosa mía...

Echo de nuevo mi cabeza al suelo. Miro a mi alrededor, con los sentidos del lobo... He de buscar una salida

Notas de juego

El cambio de forma es para que me dé un poco de tiempo y para recuperar salud (que en Lupus no puedo y como empiece a torturarme la espicharé de nuevo). ¿Crees que en el cambio la plata me hará daño? Espero que no.

Activo Defecto Fatal sobre él, para averiguar algún punto flaco que poder aprovechar (físicamente o en la conversación). Dudo que tenga Gnosis suficiente para esto todavía, así que dejaremos Sentidos Aguzados para otro momento (vamos a ir paso por paso). Verdad de Gaia... ahora mismo no me preocupa si lo que me dice es verdad o mentira... porque creo que la mayoría será mentira y lo que sea verdad en lo que me diga no me permitirá el escape. Estoy tan mal con los dados que, en el estado en el que estoy, prefiero ni tocarlos, o lo mínimo.

Cargando editor
25/01/2014, 11:25
Director

Te planteas cambiar tu forma para sanar las heridas que te imposibilitan hacer nada, pero la presencia de la plata te disuade de ello. Sabes que sería peor ese remedio que la enfermedad. Tratas por ello de ganar tiempo. Te concentras primero en tu torturador, observándole detenidamente. Hay una voz que te susurra al oído, una voz espiritual, maliciosa y oscura, que te indica que te fijes en su mandíbula, un mentón cuadrado que estás seguro podrías descoyuntar con cierta facilidad con un buen golpe. No ahora, no en tus deplorables condiciones, pero de cara a un futuro con mejores vientos a tu espalda.

Miras alrededor. Tus sentidos se ven aumentados por la presencia del lobo ancestral que portas en tu interior. Los sonidos se amplifican, la escasa luz llega a rincones antes envueltos en tinieblas. Ves las cadenas que te mantienen preso desaparecer a través de agujeros en las paredes y el techo. Oyes el agua filtrarse por goteras que se deslizan por todas partes, especialmente a través de unas vigas de madera que se elevan diagonalmente hasta un trozo de pared que se une con el techo en muy malas condiciones. Estás convencido de que esas piedras no están unidas lo suficientemente bien como para impedir a un garou en plenas facultades físicas retirarlas y abrir un acceso al piso superior. Lamentablemente, no estás en plenas facultades físicas ni libre para intentarlo. Oyes el jadear de canes sobre tu cabeza, y pasos de hombre. Levantas la mirada hacia el techo, y un sonido hace que te fijes en uno de los agujeros del techo, uno por el que no pasa ninguna cadena. Parpadeas incrédulo cuando ves un brillo intermitente, apenas un par de destellos.

Y oyes el siseo cruzar la sala.

Tu torturador pierde el habla, se gira a su espalda y ve, como tú, un proyectil con punta afilada partido en el suelo, tras chocar con la piedra. Eleva una mirada furibunda hacia el techo, hacia el agujero en que tú ya te habías fijado, donde ahora ves el brillo de unos ojos observando. Castigo-injusto da un salto hacia atrás y sale corriendo de la sala de torturas, gritando a los suyos por el corredor.

¡¡Mis perros!! ¡¡hay intrusos en la capilla!!

Desconcertado por la situación, y preguntándote quién está allí arriba, recuerdas unas palabras del viejo Garra-fétida: "el enemigo de mi enemigo, puede ser mi aliado". Con ese pensamiento en mente, oyes el sonido de metal contra metal, y éste contra piedra, al tiempo que la presión de las cadenas decrece hasta desaparecer. La plata cae al suelo estrepitosamente, dejándote libre.

Libre para tratar de salvar tu vida.

Notas de juego

En cualquier otra forma distinta a Lupus la plata te quema por simple contacto =P

Cargando editor
28/01/2014, 14:47
Reflejo-de-la-luna

Y llegó mi momento…

Por suerte y naturaleza, por voluntad de los espíritus, por intereses ocultos que ahora mismo desconozco. Pero ahora no. Primero es la supervivencia, luego vendrán las preguntas… y quizás después las respuestas.

Oigo los gritos de mi captor y el estépito metálico de las cadenas en el suelo. Libre de la plata.

Mi victoria está en cómo aprovechar la situación, si doy pasos que me permiten saltar más de un obstáculo con cada movimiento, y lucho para que mis captores necesiten más de uno contra los que yo les ponga.

Primero, resuello. Me libero de las cadenas y las aparto con un golpe tanto como puedo. Es el momento del guerrero…

Conforme la adrenalina inunda el torrente sanguíneo, me concentro, me preparo para el ataque. Todo mi nervio y mi genio se unen para preparar mi voluntad.

La Rabia ruge en mi interior como respuesta a la inminencia de la llegada de problemas. No, esta vez no me cogerán por sorpresa. Pero mi crecer y rebosar de moral no es sólo algo que suceda en mi interior. Desde que aparto las cadenas, mi cuerpo también empieza a revolverse en un siniestro cambio. Noto el dolor de mi piel estirarse, al mismo tiempo que los dones de la madre intentan restablecer el daño hecho en mi carne y en mis huesos. Tanto como la voluntad de Gaia quiera. Tanto como quiera que destroce a sus enemigos. El juicio es inminente, y mi Luna Media me susurra que esta vez lo que me juzga no es la opinión o la sabiduría de los ancestros. Esta vez es la naturaleza la que juzga, la supervivencia del más fuerte, del más rápido.

Y si para hacer lo que he de hacer he de serlo… lo seré.

Escucho con mis orejas de lobo, levanto mi hocico desparramando mi olfato hacia los pasillos, vigilante de cuándo será el momento.

Astucia. Si no puedes romperlos, utiliza tu juicio.

Debo hacer las cosas por mí mismo, pues aunque esa luz brillante me haya sacado de aquí, todavía no puedo estar seguro de contar con su ayuda. No, todavía no soy manada, mi supervivencia ha de depender de mí mismo. Y su respuesta a mis acciones me dirá tácitamente si somos manada o no.

Si mi mente no me pone trampas, recuerdo la conversación de mis captores. Parecían estúpidos cachorros como aquellos que no hace mucho dejé atrás. Y quizás eso me ayude. El lobo es orgulloso e imbécil en ocasiones, el orgullo ciega. Y si son una manada pobre, podrían estorbarse. He de manipular la situación para darles pie a que ellos mismos sean su propio estorbo. Si son un gran número, los espacios reducidos, si se entienden mal, las bifurcaciones y los señuelos. No tengo muchos recursos a mi favor… pero un Señor ha de hacer lo que ha de hacer.

Miro la madriguera en la que me encuentro, con los árboles torcidos a la voluntad del mono, con la piedra cayéndose entre el agua que erosiona. Debo intentar romperlo, debo intentar llegar arriba. Las rocas que caigan pueden ser el obstáculo que mantenga a mis perseguidores un paso más atrás mientras yo doy dos más adelante. Cuestión de eficiencia.

Yo sumo, ellos restan.

Resuello… ¿tendré ya suficiente?

Aprieto mis fauces de Guerrero de Gaia… me preparo para romper el cielo de esta madriguera.

Ha llegado mi momento…