Partida Rol por web

Sonrio mientras veo el resultado final del combate, hemos sobrevivido, ahora tenemos que hacer que dure mas. Hasta que podamos salir de alli con vida todos.

Vuelvo a montar una flecha en mi arco mirando a mis lupinos padres y a la chica que estan cuidando
Tenemos que salir de aqui ahora mismo, nos guste o no hay que intentar salir por la puerta. Creo que tendrias que llevarla tu o al menos acomodarla para que puedan llevarla mis padres. Tenemos que abrirla el camino para que pueda salir, asi que tu decides como quieres. 

La sensacion de victoria nace en mi al ver caer la gran bestia que antes fuera mi rival, noto parte de su sangre en mi boca, pero ahora no tenia tiempo de regocijarse en ello, mas voces, al parecer ya se ha dado la alarma. Escucho a la chica del arco, tiene razon, debemos huir.

Me giro y hago un gesto afirmativo, suavemente cargo con mi querida amiga debilitada, para transportarla, ella ere mi responsabilidad asi que yo tenia que hacerme responsable de ella, y tomo camino hacia las cuadras como era objetivo al principio para huir. Otra vez a mi cabeza viene el hecho de la muerte de los mios, pero ahora no tenia tiempo para ello pese a que el dolor esta ahi. "Aguanta Oana vamos camino de la salvacion." Me digo al ver a la debilitada chica.

Werónika no hace en principio comentario alguno sobre la mención de Marisza sobre “sus padres”, aunque no le pasa desapercibida. La muchacha designa como tales a dos lobos, algo inusual a todas luces, y que le hace identificarse con ella. Después de todo, tanto el padre como la madre de Werónika eran lobos en parte. Pero estos lobos son solo eso, lobos, no miembros del pueblo garou del que siempre hablaban a la heredera del bastión. ¿Serán acaso sus verdaderos padres, o es una forma de hablar? ¿Acaso se ha criado con ellos? Preguntas de complicada respuesta en estos instantes…

Y es que el tiempo apremia. Con Oana acomodada sobre el lomo, Werónika sigue a Marisza por los corredores, a pesar de que es a ella a quien más le suenan. Ha jugado por ellos durante años, a pesar de que algunas zonas le estaban vedadas. Y por una de esas zonas es por donde deben correr ahora, con los dos lobos en cabeza inspeccionando el terreno, para alejarse de las voces que les buscan. Marisza camina cautelosa, con el arco preparado, el mismo con el que disparó el tiro final a la criatura que descansa en el corredor que han abandonado.

El camino termina en unas escaleras circulares que serpentean sobre sí mismas, descendiendo hacia las profundidades. No deseáis adentraros más en las entrañas de la montaña, pero desandar el camino os llevaría de vuelta a plantaros de bruces con vuestros perseguidores, de modo que seguir hacia delante parece la opción más sensata. Bajáis por las escaleras durante lo que parece una eternidad, hasta que el último escalón os deja delante de una amplia sala de techos elevados y columnas majestuosas, con braseros en desuso y antorchas apagadas, a través de la cual se llega, escalinatas mediante, a una gran puerta enrejada por la que se filtra un fulgor azulado. A su izquierda se ve el comienzo de unas nuevas escaleras que descienden hacia una luz de antorcha parpadeante. Algo más a la izquierda, una puerta se abre a lo que parece una sala muy iluminada donde se amontonan objetos antiguos cubiertos de polvo.

Oana tose. Sigue muy débil, necesita agua, y alimento, lujos de los que ahora mismo no disponéis. Como el tiempo. Debéis encontrar una salida.

Estaban en una zona que era desconocida hasta para mi, siempre me fue vedada, bajamos unas escaleras y llegamos a otra gran sala, seguia sin conocer el sitio, trato de fijarme, en este lugar teniamos dos opciones unas escaleras que descendian al parecer iluminadas por alguna antorcha, o una habitacion llena de objetos antiguos llenos de polvo. "Debo decidir que hacer, pese a la situacion cierta curiosidad me posee, ¿Que sera esa habitacion, que seran esos objetos?". Instintivamente sin pensar me acerco a la entrada para mirar mas de cerca esa habitacion, a veces la curiosidad me podia, pese a que mis padres ya me tenian avisada que no es bueno ser tan curiosa.

Me acerco a la habitacion con cuidado mirando que no hubiera alguna trampa o algo peligroso. Mantengo la tension por si debia moverme rapido.

No hemos tardado mucho en llegar a donde deberiamos o a donde nos han traido nuestros pasos. Hace algo de frio, pero no mas que en el exterior.

En la sala dejo que el arco repose, pero aun asi la flecha que esta montada no desaparece de donde esta.

La chica tose y eso me obliga a elegir que hacer en este momento. Inspeccionar la habitacion hara que perdamos tiempo, pero puede servirnos para encontrar algo de agua para ella. Tal vez incluso un mapa. Solo veo polvo y la reja, no se yo si sera adecuada. Las escaleras me preocupan tambien.

Cierro los ojos y me concentro en escuchar algun ruido de alguna de las zonas, necesito saber que hacer en este momento.
Yo no iria alli, esta enferma y ese polvo puede hacerla empeorar. Necesitamos encontrar pronto un poco de agua.

El silencio domina el lugar. Sin embargo, cuando permanecéis un instante inmóviles descubrís que hay infinidad de sonidos en el ambiente, ocultos tras un bajo volumen y una lejana distancia. Se oyen pasos lejanos, voces, gente de un lado a otro. Os buscan, ya se ha alertado a las demás tropas del lugar sobre vosotras. Otros como aquellos que habéis combatido en los corredores de las mazmorras están ya tras vuestros pasos.

Pero hay más. Un sonido rítmico, constante, un repiqueteo húmedo. Una gotera, o algo similar, agua cayendo gota a gota en algún lugar. La necesitada agua. Afinando aún más, Weronika cree que procede de la planta inferior, bajando las escaleras que hay junto a la puerta enrejada.

Cuando pasáis junto a esa puerta, la luminosidad azulada cobra una nueva intensidad. Os asomáis, para descubrir que hay una especie de esfera flotando en el aire, en lo que es una simple sala circular sin más entrada o salida que la reja misma. Weronika recuerda haber oído a su madre hablar en alguna ocasión de un artefacto, obsequio de un gran clan de su tribu, una piedra esférica que permite el paso entre dos lugares lejanos. Una vía de escape y comunicación para tiempos de necesidad. ¿Es acaso esto que tenéis delante?

"¿Agua?" Pienso en las palabras de la chica, entre los pasos y voces que escuchaba un goteo llego a mis oídos parecía proceder del piso de abajo, cuando me dirijo hacia las escaleras que conducen al piso de abajo, pasamos por delante de la reja que impide el paso a una sala con una esfera azul en ella.

Viendo la esfera recuerdo las palabras de mi madre, del artefacto que existía regalo de un gran clan de su tribu con la capacidad permitiendo el paso entre dos lugares lejanos "¿Sera esta esfera? diría que sí, sería una gran vía de escape."

Esto podría ayudar a escapar, ¿Podrías buscar agua abajo mientras trato de abrir la reja?. Comento a la chica, pero me doy cuenta que aún estoy en mi forma "Seguramente no me entienda, a veces se me olvidaba por completo."

Aun asi intento buscar algun mecanismo para la reja si lo hubiera y a la vez recordando las palabras de mi madre por si me pudiesen ayudar. "Si no veo nada tendre que usar la fuerza bruta debemos huir de aqui." Me digo viendo a mi amiga malherida.

La miro un poco extrañada pero al final sonrio y asiento.

No te preocupes. replico mientras me dirijo hacia las escaleras que bajan al piso de abajo y comienzo a bajar con cautela, no me gustaria encontrarme con nada raro abajo. Pero antes miro a mis padres y les hago un gesto para que vayan justo tras de mi, tambien necesitan agua, pero no quiero que sufran ningun daño,son mi familia le cueste creer al que nos pueda ver. 

Weronika deja a Oana descansando y se acerca a la reja para inspeccionarla. Tiene pinta de ser pesada, aunque está convencida de que, adoptando la forma de batalla de su linaje, será capaz de levantarla. Pero también ve un mecanismo a sus costados, un sistema de poleas y cadenas que parece aún funcional, aunque hay algo que se hace evidente: En el caso de que realmente funcione correctamente, debe hacer muchísimo ruido.

Aunque posiblemente levantar la reja a pulso también lo hará.

Mientras tanto, Marisza desciende cautelosamente las escaleras. Con sus lobos detrás, alcanza una planta inferior, en lo que parece una simple sala que posiblemente en otros tiempos hacía las funciones de almacén o algo parecido. Hay un arcón, varios utensilios ceremoniales como cálices y cuencos, un incensario... Y en la pared de la derecha hay una pila que recibe agua de la pared a través de una figura tallada en forma de cuervo, de cuyo pico surge un fino chorro constante.

Al avanzar hacia la pila, se hace evidente que el suelo no es totalmente compacto. Hay hendiduras y algunas aperturas en él, por algunas de las cuales se filtra luz de la planta inferior. También de la superior surge un fino rayo de luz por el techo. Alguna de las aperturas incluso sirve de paso para pilares que llegan hasta el techo o más arriba, y varios de ellos sirven también para amarrar gruesas cadenas o cordeles. No queda muy clara la función de tanta parafernalia, aunque los lobos parecen detectar algo que no les gusta en los agujeros del suelo.

Marisza se agacha, observando por uno de los espacios, y ve una sala iluminada muy pobremente por una antorcha que se mece. La luz ilumina a un lobo completamente negro, con un costado lleno de cicatrices y el cuerpo amarrado por cadenas. Algunas de ellas ascienden hacia la sala en que te encuentras. La antorcha se encuentra en manos de un hombre, cuyo rostro apenas logras ver pues se encuentra fuera de ángulo, pero cuya estridente voz te hiela la sangre.

Especialmente cuando ves que está hablando con el lobo encadenado.

Y te llega la palabra "Tortura"...

Moviendome examino la reja, era muy posible que pudiera con ella aunque igual podria utilizar una especie de mecanismo que consegui observar "Pero esto armara un gran escandalo y desde luego no era algo muy conveniente al menos en este momento." Pienso y decido esperar a la vuelta de Marisza al menos o que cambien la situacion, por lo que me acerco a mi amiga herida, trato de acariciarle la cara con extremo cuidado y me pongo a su lado a la espera de la vuelta de mi nueva aliada y sus lobos a los que llamaba padres, esto ultimo me hacia pensar en ello "A lo mejor es como yo y no soy la unica con mi problema."

Los cuervos aves carroñeras, en este caso nos da algo tan vital. Lo recojo con uno de los cuencos que hay alli, pero me paro al notar la luz y me agacho al oir algo que no estoy segura.

La mandibula se aprieta, me duele los dientes por la fuerza que estoy aplicando. Siento rabia, ira, nadie deberia hacer eso a un lobo. Son mi familia aunque nunca los haya conocido, me han criado. Tiene que haber una manera de bajar y salvarle. Compruebo la anchura de los agujeros, puede que una flecha pueda pasar por ellos y mate a ese carcelero. 

Me agacho con cuidado lo suficiente como para poder disparar a pesar del angulo, tenso la cuerda con suavidad y suelto la cuerda

Weronika decide esperar. No hay mucho que pueda hacer mientras espera el regreso de Marisza, al menos no sin llamar demasiado la atención. Puede que el único modo de cruzar hasta esa piedra sea armar un escándalo, pero cuando eso suceda lo mejor es estar todos juntos y preparados para lo peor. Mientras tanto, se sitúa junto a su amiga enferma, debilitada por algún motivo que espera sea solamente temporal.

¿Donde se habrá metido Marisza? ¿Qué estará haciendo?

Marisza tensa su arco. Ella misma está en peligro, en una situación complicada, pero hay cosas que no está dispuesta a consentir, incluso aún poniéndose en peligro ella misma. La escena que ha contemplado es repulsiva, y el objetivo de su flecha le despierta deseos de justicia o venganza.

Sin embargo, la posición es demasiado forzada. La flecha sale con fuerza, a través del agujero en el suelo, y vuela con un suave siseo a través de la sala inferior. Pero pasa justo junto al rostro del infame, sin siquiera rozarlo, para estamparse con un sonoro crujido en el suelo, junto a la pared. El hombre se gira violentamente, contemplando el proyectil, y seguidamente eleva la mirada hacia el techo, hacia el agujero, clavando una odiosa mirada directamente en los ojos de Marisza que le observan desde las alturas.

Antes de que ésta tenga tiempo de reaccionar, el torturador da un salto hacia atrás y sale corriendo, perdiéndose de la vista de Marisza, aunque ésta llega a oír su voz alejándose.

¡¡Mis perros!! ¡¡Hay intrusos en la capilla!!

En la retina de Marisza queda la imagen de ese lobo herido, apaleado, atado con cadenas de plata. Las observa, ve por donde discurren, cómo atraviesan los agujeros de los muros y terminan sujetas a sogas anudadas a vigas. Algunas de ellas terminan muy cerca de donde se encuentra la niña. Al girar la cabeza en esa dirección, ve a uno de sus lobos mordisqueando la soga entre gruñidos, nervioso. La cuerda termina por seccionarse, y la cadena se suelta cayendo sonora y escandalosamente al piso inferior. Marisza vuelve a mirar por el agujero.

El lobo ha quedado libre.

Mientras miro aquella gran verja tras dejar con delicadeza a mi querida amiga, escucho unos gritos provenientes de abajo "Marisza" Me digo, instintivamente me voy donde ella, no puedo evitarlo algo me impulsaba el instinto quizás, rápidamente bajo donde esta ella, veo que tiene el arco en la mano y a uno de los lobos morder una cuerda hasta que se rompe. Tras ello escucho una especie de cadena, aun no entendía nada que ocurría.

¿Qué ocurre? ¿Que ha sido ese ruido y esos gritos?. Pregunto extrañada por todo, mientras estoy en las escaleras a mitad de camino, para no perder de vista a Oana que estaba tendida arriba.

Parece que he conseguido algo, pero no que esa cosa me pudiera ver. Me importa poco, el lobo tenia que escapar si o si. 
Mi padre esta mordiendo la cuerda y le deja libre. Me levanto y solo puedo mirar a la puerta de donde me lleva el sonido. Cojo el recipiente del agua para salir y se lo doy. 

Sera mejor que te prepares, he tenido que hacer algo. Habia un lobo abajo encadenado y tenia que salvarle. 

Ponla en un lugar seguro, mis padres la protegeran.