Partida Rol por web

Tras el Velo de la Muerte

Capítulo 1 - Por un Puñado de Monedas

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11/09/2015, 17:36
Director

Es una noche desapacible de invierno. El viento sopla con fuerza del norte y ha traído consigo unos espesos nubarrones
de tormenta que han empezado a dejar caer grandes goterones de lluvia sobre las empedradas calles.
Podría considerarse una de esas noches en las que resulta poco agradable vagar por el exterior y en la que la gente sensata tiende a no salir de sus casas.

Te encuentras en una acogedora taberna de dos plantas situada apenas a cien pasos de la Gran Plaza del Mercado. Su nombre es El León Danzante y está prácticamente vacía. 

Tu presencia en este lugar se debe al anuncio en un tablón donde se citaba a un grupo de aventureros dispuesto a realizar un trabajillo. La cita era esa misma noche, en El León Danzante, por lo que supones que los demás parroquianos han venido también en busca de trabajo. Tan solo faltara que aparezca el anunciante...

Notas de juego

Rumor:

- Has escuchado que un nuevo culto se ha establecido en la ciudad. Este nuevo culto no debe ser muy rico, ya que han comprado como edificio para su templo un amplio y achaparrado edificio en la Carretera de los Suspiros, fuera de las murallas, y sus sacerdotes visten con ropas sencillas y mandiles de herrero, al contrario que los sacerdotes de los templos con sus togas ostentosas y sus símbolos sagrados.

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11/09/2015, 17:48
Director

Es una noche desapacible de invierno. El viento sopla con fuerza del norte y ha traído consigo unos espesos nubarrones
de tormenta que han empezado a dejar caer grandes goterones de lluvia sobre las empedradas calles.
Podría considerarse una de esas noches en las que resulta poco agradable vagar por el exterior y en la que la gente sensata tiende a no salir de sus casas.

Te encuentras en una acogedora taberna de dos plantas situada apenas a cien pasos de la Gran Plaza del Mercado. Su nombre es El León Danzante y está prácticamente vacía. 

Tu presencia en este lugar se debe al anuncio en un tablón donde se citaba a un grupo de aventureros dispuesto a realizar un trabajillo. La cita era esa misma noche, en El León Danzante, por lo que supones que los demás parroquianos han venido también en busca de trabajo. Tan solo faltara que aparezca el anunciante...

Notas de juego

Rumores:

- Parece ser que un nuevo culto se ha asentado en las afueras de la ciudad. Los sacerdotes del Culto han curado a personas enfermas de fiebres y que todos daban por condenados.

- Su Majestad el Rey Edgar está fuera de la ciudad. Parece ser que está reunido con los Caballeros del Dragón del reino Shereda para tratar de poner fin al conflicto político surgido a raíz de los sucesos de Frencia. Según cuentan las malas lenguas, en Frencia, un grupo de adoradores de Bahamuth fue brutalmente asesinado por unos mercenarios contratados por el propio Rey.

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11/09/2015, 17:49
Director

Es una noche desapacible de invierno. El viento sopla con fuerza del norte y ha traído consigo unos espesos nubarrones
de tormenta que han empezado a dejar caer grandes goterones de lluvia sobre las empedradas calles.
Podría considerarse una de esas noches en las que resulta poco agradable vagar por el exterior y en la que la gente sensata tiende a no salir de sus casas.

Te encuentras en una acogedora taberna de dos plantas situada apenas a cien pasos de la Gran Plaza del Mercado. Su nombre es El León Danzante y está prácticamente vacía. 

Tu presencia en este lugar se debe al anuncio en un tablón donde se citaba a un grupo de aventureros dispuesto a realizar un trabajillo. La cita era esa misma noche, en El León Danzante, por lo que supones que los demás parroquianos han venido también en busca de trabajo. Tan solo faltara que aparezca el anunciante...

Notas de juego

Rumor:

- Has escuchado que un nuevo culto se ha establecido en la ciudad. Este nuevo culto no debe ser muy rico, ya que han comprado como edificio para su templo un amplio y achaparrado edificio en la Carretera de los Suspiros, fuera de las murallas, y sus sacerdotes visten con ropas sencillas y mandiles de herrero, al contrario que los sacerdotes de los templos con sus togas ostentosas y sus símbolos sagrados.

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11/09/2015, 17:51
Director

Es una noche desapacible de invierno. El viento sopla con fuerza del norte y ha traído consigo unos espesos nubarrones
de tormenta que han empezado a dejar caer grandes goterones de lluvia sobre las empedradas calles.
Podría considerarse una de esas noches en las que resulta poco agradable vagar por el exterior y en la que la gente sensata tiende a no salir de sus casas.

Te encuentras en una acogedora taberna de dos plantas situada apenas a cien pasos de la Gran Plaza del Mercado. Su nombre es El León Danzante y está prácticamente vacía. 

Has llegado hasta Figaro siguiendo la pista de El Culto de las Almas, una secta capitaneada por un nigromante llamado Próspero. La secta procede de Nesseria, una pequeña ciudad cerca de la frontera entre Alejandría y Figaro. Tus superiores temen que el culto tome fuerza como ocurrió en Nesseria y la gente le de la espalda a la fe. Por tanto fuiste enviado aquí para reunirte con un contacto de la iglesia de Apolo que ofrecía trabajo a un grupo de aventureros. 
La cita era esa misma noche, en El León Danzante, por lo que supones que los demás parroquianos han venido también en busca de trabajo. Tan solo faltara que aparezca el contacto...

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11/09/2015, 17:59
Director

Es una noche desapacible de invierno. El viento sopla con fuerza del norte y ha traído consigo unos espesos nubarrones
de tormenta que han empezado a dejar caer grandes goterones de lluvia sobre las empedradas calles.
Podría considerarse una de esas noches en las que resulta poco agradable vagar por el exterior y en la que la gente sensata tiende a no salir de sus casas.

Te encuentras en una acogedora taberna de dos plantas situada apenas a cien pasos de la Gran Plaza del Mercado. Su nombre es El León Danzante y está prácticamente vacía. 

Tras el fracaso de tu última aventura abandonaste la Orden de Apolo, pero jamás renunciaste a tu fe. Es por eso que hace unos días recibiste una carta de tu padre adoptivo, el Alto Inquisidor Lucios "Mano de Hierro", en la que expresaba su preocupación, y la de todos los templos de la ciudad, con respecto a un nuevo culto que se ha instalado en las afueras de Figaro. Se hacen llamar el Culto de las Almas y están dirigidos por un nigromante llamado Próspero. En la carta, Lucius también te comenta que los templos han solicitado al Consejo Real (del que él forma parte) que se prohíba la entrada a la ciudad de los miembros del culto. De buena gana habría firmado esa solicitud, comenta en la carta, pero de momento la petición ha tenido que ser denegada al no haber razones para hacer tal cosa, según dicen los otros consejeros.

Por último, Lucius te cita en una reunión con un contacto de la iglesia de Apolo que ofrece trabajo a un grupo de aventureros. La cita era esa misma noche, en El León Danzante, por lo que supones que los demás parroquianos han venido también en busca de trabajo. Tan solo faltara que aparezca el contacto...

Notas de juego

Rumores:

- Has escuchado que un nuevo culto se ha establecido en la ciudad. Las doctrinas del Culto de Almas tienen que ver con
algo relacionado con lo que hay después de la muerte. Mucha gente tiene miedo de que se trate de un grupo de nigromantes encubiertos. Muchos de los habitantes de la Carretera de los Suspiros han empezado a unirse al Culto.

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11/09/2015, 18:25
Director

Notas de juego

Os encontráis todos en la misma taberna, El León Danzante, así que en vuestro post no desmarquéis a nadie. A parte de vosotros solo está el tabernero. Ahora os toca escribir a vosotros. Podéis aprovechar para hacer el primer post de presentación y hablar entre vosotros si así lo queréis. 

Fecha Límite: 15 de Septiembre

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11/09/2015, 20:32
Athan

Miré por la ventana como llovía con una sonrisa. Aqui se esta demasiado a gusto como para salir fuera. Pobre de quien lo este. Dicho esto me giré al grupo para ver lo que había ahí: un fortachon (medio idiota seguro. Estos luchadores siempre lo son), una mujer con un gatito (Bastante guapa, aunque mejor no correr peligro), un hermano con un medallón (Interesante, tal vez despues pueda sacarselo) y un tipo con un laud (Espero que no se dedique a ensayar a las horas de sueño). 

Si resultaba que nosotros eramos el grupo que iban a contratar, sin duda iba a ser una experiencia divertida. Sin decir nada lancé una sonrisa y seguí mirando por la ventana mientras jugaba con un cuchillo.

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11/09/2015, 20:58
Numendil

El león se traga al gato -.Pensó con una sonrisa mientras entraba en la confortable taberna. Se desprendió de la capa empapada y la colgó para que se secara junto al fuego asegurándose de que no molestaba a ninguno de los allí presentes. Se volvió hacia ellos y les saludó con una bendición -: Que Apolo os ilumine hasta en el sendero más oscuro.

Mostraba un pelaje a rayas, algo rizado por la humedad, entre amarillo y anaranjado excepto por una línea blanca que le comenzaba en las fauces y se perdía bajo su cuello. Vestía una túnica de sacerdote, pulcra, pero muy sencilla. El medallón que lucía, junto a la admonición lanzada nada más llegar, hacían muy obvia la cuestión de a qué deidad prestaba servicio. Llevaba una mochila a la espalda, la dejó encima de la mesa en la que tomó asiento para recuperar el resuello, sacó un gran libro de la misma que comenzó a ojear distraído sin dejar de echar miradas a la puerta, como si esperase a alguien. Se soltó un poco el cinturón del que colgaba su maza para estar más cómodo, daba la impresión de que se preparaba por si la espera se alargaba.

No estaba seguro de que todos los allí reunidos fuesen futuros componentes del equipo que había venido a integrar -: Puede que alguno sea simplemente un cliente, o, Apolo no lo quiera, un espía -.Lo meditó un instante -. No, no creo que esto último sea posible, pero hasta saber más es perentoria cierta prudencia.

Observó a un congénere que jugaba con un cuchillo, con no poca destreza, sentado a poca distancia, mostraba una sonrisa. Le sonrió a su vez con una inclinación de cabeza a modo de cortés saludo.

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12/09/2015, 15:39
Rion

Entré con un aire taciturno, envuelto en mi embozo a la taberna, me acerqué directamente a la barra y le pedí una cebada al tabernero, sentado en uno de los taburetes mi mirada se posó en los pocos parroquianos que concurrían el lugar. Todo demasiado tranquilo para mí, quizá tendría que marcharme de este aburrido sitio.

Pero no, no era el momento para ello. La lluvia había chafado mi posible público en la plaza. Sin embargo, no estaba aquí por eso. Una misión interesante, una probable recompensa nada desdeñable, un bardo acaparando la atención de la localidad... Aquello era igual a fama... y fama era lo que yo buscaba. Las piezas encajaban. Y yo era el centro de ellas. 

Mientras tanto observaba con aire distraído a los presentes. Había toda clase de personajes; personajes con los que interactuar de una manera concisa... para conseguir aquello que perseguía. Analizando un poco más sus constituciones vi a: un tipo de aspecto curtido, un hombre gato con túnica (deduzco que sacerdote a raíz de su comentario al aparecer), otro de su misma raza con ropa sencilla pero práctica que juguetea con un cuchillo y una joven con un pequeño felino como mascota. Mis ojos quedan prendados por la grácil beldad de esta última. Cojo el laúd, afino las cuerdas y canturreo suavemente:

Había una vez, en una taberna...

una joven de belleza sempiterna.

Un bardo se acercó a ella andando con premura,

jamás creyó encontrar una dama de tal hermosura.

Sus miradas cruzaron,

pronto se enamoraron.

Aunque ella se resistía,

con el tiempo comprobaría,

lo mucho que le quería...

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14/09/2015, 12:13
Lureene

El día había sido provechoso. Después de un par de días caminando por los límites de Alejandría y Figaro, he llegado a la ciudad, su opulencia y magnificencia no dejan de asombrarme, ver como esta arreglado, ordenado, pulcro, y lo más importante, libre de cualquier vestigio insoportable de arena como lo es Alejandría.

No se como he llegado hasta aquí. ¿tan necesitada de aventuras estoy? ¿Realmente estoy haciendo lo correcto ya teniendo todo lo que necesito gracias al respeto y trato mutuo que tengo con la naturaleza en mi pequeña choza sobre el bosque?

El tema era que estaba aquí y ahora, ya no iba a volverme atrás, el tiempo diría si estoy en lo correcto o no.

Y pensar que mi objetivo principal en este lugar ya había concluido, traje varias pieles de roedores y algunos animales medianos para comerciar, es más, vengo del barrio de los Orfebres, donde fueron bien aceptadas y me dieron un par de monedas a cambio de estas. Lo suficiente como para estar un par de días disfrutando de los placeres mundanos de la ciudad y después volver a mi humilde morada.

Si bien mi partida de Alejandría se debía a que no me sentía cómoda en entornos tumultuosos, no podía negar que, de vez en cuando, extrañaba un baño caliente y un baso de hidromiel, cosas difíciles de conseguir en un bosque. Vaya una a saber cuando voy a volver a disfrutar de esto.

Las primeras gotas de lluvia comenzaron a caer sobre mi capucha al llegar cerca de la plaza central de Fígaro, donde note una gran nota pegada, la cual me direccionaba a esta taberna. Al estar parada frente al cartel, noto un suave movimiento en mis piernas, un pequeño gatito, bastante cachorro se está refregando mientras ronronea, con lo que me quita una sonrisa y lo levanto cuidadosamente mientras lo acaricio lentamente. La lluvia comienza a aumentar significativamente.

Observo para todos lados y encuentro el punto de reunión, con lo que entro sin miramientos, aún con el gato a cuestas, cosa que al tabernero claramente no le agrada, pero no le doy importancia y me siento en una mesa mientras sigo acariciando a mi nuevo amiguito.

- Un vaso de hidromiel por favor - le digo al tabernero mientras el gatito se va haciendo un pequeño bollito en mis piernas, se nota que está cómodo y calentito. 

El lugar esta bastante vacío, pero noto varios personajes llamativos, supongo que habrán visto el mismo cartel que yo... o no, y están por otros asuntos. 

Igualmente ya me enteraré a su debido tiempo. Por ahora solo quiero sentir por mi garganta esa leve y agradable textura de la miel atravesando mi garganta, un pequeño aperitivo antes de la cena me consiento a mi misma. 

Miro por la ventana y observo como la lluvia se ha vuelto un torrente de agua. Apoyo mi mentón en mi mano y quedo hipnotizada por esa muestra de poderío y superioridad de la naturaleza. 

Notas de juego

Aclaro por las dudas, el gatito con el que estoy me lo encontré en la calle, no creo que en la taberna me dejen entrar con mi OTRO gato. :P

Aunque si el master dice que sí, entonces ahí modifico y pongo quien está al lado mío.

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14/09/2015, 21:33
Rion

Pese a mis intentos por cortejar a la joven con mis palabras, esta parece estar ensimismada en sus pensamientos y concentrada en ver el diluvio de fuera a través de la ventana. Con gesto contrariado, dejo de tocar el laúd y vuelvo a la barra para sentarme. Cojo la cebada, fría y espumosa, que pedí cuando llegué dando un generoso trago. Justo entonces una idea ronda por mi cabeza, se me ocurre otra manera de llamar la atención de la chica. Agarro la jarra, avanzo unos pasos hacia la mesa en la que está ella y hago como que tropiezo vertiendo un poco del contenido de la jarra sobre la misma. Acto seguido cambio mi expresión, poniendo la cara de quien no ha roto un plato en su vida. "Un poco exagerado, incluso para mí."

-¡Oh! Disculpe mi torpeza, bella flor. No era mi intención causarle una mala impresión. ¿Es de por aquí? Su rostro me indica que no, pero su corazón puede contar mucho más que una mera suposición. ¿Puedo? –pregunto haciendo ademán de tomar asiento en su mesa, siempre que lo permita, claro. "Por probar..."

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15/09/2015, 11:19
Lureene

Un líquido cayendo en mi falta... y mi gatito, me hace salir de mi ensimismamiento al instante. El gato salta sorprendido y cae en el piso tan confundido como yo por lo sucedido.

Mi cara de pocos amigos, por no decir de "te voy a llenar la cara de dedos", se dirige hacia el bardo.

- ¿Pero que demo...? - no alcanzo a formular mi pregunta cuando escucho el Bella Flor, y automáticamente quedo sin palabras y un rubor aparece en mis mejillas. La tonalidad de mi cara parece ser camaleónico al pasar de un blanco/trigueño a un rojo tomate. No medio palabra y solo le hago una seña con la cabeza en forma de asentimiento cuando pregunta si podía sentarse. No conozco a nadie en esta ciudad, esta lloviendo y vaya una a saber cuando ha de parar, una charla no le haría mal.

Agarro despacio al gatito y trato de calmarlo, mientras con un pedazo de paño le seco su pelaje multicolor, poniéndolo nuevamente en mi regazo para que siga ronroneando y dormitando. 

Notas de juego

Hay formas más delicadas ¿no? XD

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16/09/2015, 00:10
Director

De repente la puerta de la posada se abre con un golpe brusco, reclamando vuestra atención. Un joven de catorce años, empapado hasta los huesos, entra en la posada. Su rostro es moreno, delgado hasta un extremo enfermizo, aunque no carece de cierto atractivo. Tras quitarse la empapada capa y dejarla cerca de la hoguera, deja a relucir una sencilla túnica blanca que tiene bordado en el pecho un sol dorado, el sagrado símbolo de Apolo.

El joven mira a los presentes en la sala y repara en todos y cada uno de vosotros unos segundos antes de arrancarse a hablar con una particular voz aguda. - Buenas noches, señoras y señores. Mi nombre es Roul y traigo una propuesta para vuestras mercedes. Los que estén interesados en el anuncio para un trabajo, por favor, acérquense si son tan amables... - el chico, muy educado, hace un ademán para que os acerquéis y os sentéis en torno a una misma mesa. Espera paciente a que os acomodéis para seguir hablando. - Mi señor, el Alto Inquisidor de la Orden de Apolo y Consejero Real, Lucius "Mano de Hierro", me ha pedido que buscara a un grupo de personas capacitadas para pedirles que se encarguen de un pequeño trabajo de ámbito oficial, del cual no pueden encargarse las autoridades competentes. - Mientras habla Roul rebusca entre las mangas de su túnica y extrae un pequeño saco de cuero que deja caer pesadamente sobre la mesa - Mi cometido aquí esta noche es ofrecerles, en nombre de la ciudad, esta bolsa de 10 monedas de oro con la única condición de que vuestras mercedes se presenten mañana en la Sala de Justicia tras la sesión de trabajo del Consejo, un par de horas antes del medio día. Allí recibirán ustedes los detalles del trabajo en cuestión.

Notas de juego

Vuestro turno.

Fecha Límite: Viernes 18

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16/09/2015, 03:58
Edward

Durante todo el rato me había encontrando bebiendo y mirando la carta, el sello lacrado de mi padre y teniendo en cuenta las palabras que había allí escritas.

No me esperaba que me contactara, había procurado eliminar todo contacto con la orden, pero viviendo en la misma ciudad no le era muy difícil dar conmigo, tampoco es que me hubiera preocupado demasiado por mantener un perfil bajo, bastaba seguir la ola de ladrones con huesos rotos, peleas en bares y duelos para encontrarme y con mi tamaño reconocerme no sería muy difícil para un espía que me conociera.

Sin embargo lo que me sorprendía es que me confiara nuevamente una misión, más luego de lo que había pasado, pero si era como un simple mercenario...tal vez fuera por eso.

Me abstuve de comentar cosas sobre Apolo al hombre gato, de romper el laud del cantor y de mirar de más a la mujer, solo la entrada del niño moreno hizo que me levantara y acercara al lugar a escucharlo.

Una vez que mostró su ofertar fue que le hablé.

-Imagino que son 10 por cabeza y por cierto, como esta la familia Tyrell?- me animé a preguntar.

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16/09/2015, 11:02
Rion

Me siento con tranquilidad en la mesa, dedicándole una sonrisa a la joven. Por lo visto mi piropo ha calado o la ha sorprendido, pues por un momento he visto cómo su rostro enrojecía. Aunque también parece un poco tímida, ya que no ha mediado palabra, únicamente se refugia en el minino. Dejo parte de mi inventario encima de una de las sillas para luego cruzarme de brazos.

-Vaya manera de llover, ¿eh? –interpelo para romper el hielo-. Ups, disculpe mis modales –me levanto de la silla, hago una ligera reverencia mientras con una mano me quito el sombrero. “Demasiada teatralidad”-. Me llamo Rion Aedryn, soy un trovador, como supongo habrá podido observar. Y este es mi laúd -señalo mi preciado instrumento-, con él compongo canciones y poesías. Tales como esta.

Cuando rasgo la cuerda y estoy apunto de empezar a cantar, el portazo me sobresalta. Miro al chico que ha aparecido bajo el torrente de agua. "Un recadero, como los muchos de su edad"- pienso cuando se dirige a todos los que estamos en la estancia. Nos informa sobre la notificación que había en la plaza, comentando que el Alto Inquisidor y Consejero Real precisa de un grupo capacitado para un cometido de carácter oficial, puesto que las autoridades no pueden. A pesar de que ha dejado sobre la mesa un saquito con monedas, prefiero preguntar un par de cosas.

-Muchacho, ¿qué está ocurriendo? ¿Cómo es posible que las autoridades pertinentes no tomen parte en un encargo como este? -cuestiono al joven sin pensar que quizá no sepa mucho más...

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16/09/2015, 12:56
Lureene

- Sí, ¿no es hermoso? ¿no te causa paz ver como la lluvia repiquetea contra el piso? - le digo a mi compañero de mesa mientras sigo viendo por la ventana. Me vuelve a la realidad su presentación, la cual me causa cierta gracia y esbozo una sonrisa. - Mi nombre es Laureene, un gusto conocerle... ¡AH! Y este es Brast. - le digo mientras levanto al pequeñito en mi regazo y se lo muestro. Después le doy un sorbo a mi hidromiel y escucho el portazo, observando al pequeño que va ingresando al lugar. Ante tal estruendo, el pequeño Brast pega un brinco y se le erizan todos los pelos del lomo y la cola, haciendo un ruido amenazante, el cual estoy más que acostumbrada por mi otro compañero que debe andar en los límites de la ciudad, durmiendo plácidamente en alguna rama de un árbol.

Comienzo a pasar mi mano por el pequeño felino para tranquilizarlo, le toma unos segundos recuperar su ritmo cardíaco normal y su ronroneo comienza nuevamente. 

Sus palabras son muy refinadas, demasiado para ser un niño, su instrucción debe ser de más estricta y rica en modales. Me alegro de ver a un pequeño con tan buenos modales y me dispongo a sentarme en la mesa donde está y escucho sus palabras. Así que una orden religiosa quería encargarse de algo oficial de manera extraoficial. Esto no tenía buena pinta, ¿pero las monedas por solo presentarse? Siempre existía la posibilidad de decir que no al día siguiente y volver a mi pequeño lugar en este mundo entre hojas y hierbas aromáticas.

Uno de los presentes, de contextura física significativa trata al muchacho con familiaridad. ¿Le conocerá? Seguramente, ya que su nombre no condice con como le ha llamado.

Así mismo me mantengo al margen y todo lo que le digo al muchacho es: - Nos vemos mañana pues.  

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16/09/2015, 13:12
Numendil

Por fin llegó la persona a la que esperaba, se irguió con felina gracia y se dirigió con premura hacia la mesa del joven. Tomó asiento junto al resto de los interesados, observándolos sin emitir ningún juicio. Tras escuchar al muchacho dijo cuando tuvo oportunidad:

Hermano Roul soy el hermano Numendil, será un honor poder serle de utilidad a nuestro Alto Inquisidor, podéis contar con este humilde servidor de Apolo.

Escuchó las preguntas lanzadas contra el joven que acababa de decirles que al día siguiente tendrían la explicación de lo que se esperaba de ellos.

La impaciencia parece la tónica general de esta ciudad viva, llena de movimiento y en constante cambio -. Pensó mostrando un gran interés por la conducta humana.

Por la ventana se podía observar como seguía cayendo la lluvia. Numendil se preguntó si sería muy tarde para hacer una visita al templo.

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17/09/2015, 20:20
Athan

Cuando el muchacho entró a la sala casi comencé a reirme. ¿Un niño? ¿Ese era nuestro contacto? Curioso como relegaban una tarea importante a un chiquillo. Me levanté y me senté en la mesa ahorrandome los comentarios. Cuando terminó de hablar lancé una sonrisa picara al muchacho y me levante con calma. La verdad es que solo había que escuchar un poco las calles para saber lo que había que hacer, por lo que cogí mi parte del dinero y la guarde en un bolsillo. Despues puse una mano sobre la cabeza del chico y le revolotee el pelo.

-Tranquilo chiquitín, diles a tus jefes que mañana estaré ahí. Y come algo, o te caerás desmallado-dicho esto me coloqué la capucha y me preparé a para salir.

Notas de juego

Me dirijo a la carretera de los Suspiros

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19/09/2015, 11:32
Director

Uno a uno vais confirmandole al chico, en mayor o menor medida, que aceptáis al menos acudir al día siguiente a la reunión con los Consejeros. Roul respira aliviado y comienza a responder vuestras dudas como buenamente puede:

-Imagino que son 10 por cabeza y por cierto, como esta la familia Tyrell?

- La familia Tyrell? - pregunta el chico sin entender muy bien a qué se refiere Edward - Aaaah, se refiere usted a la familia del Buscador Alain Tyrell? - el chico suspira apenado - tengo entendido que todavía siguen de luto tras la muerte de su hijo. Al igual que la familia del Hermano Corv. Fueron dos muertes trágicas, mi señor

-Muchacho, ¿qué está ocurriendo? ¿Cómo es posible que las autoridades pertinentes no tomen parte en un encargo como este? 

- Tendrá que disculparme vuestra merced, pero no se me ha informado de tales detalles - Le responde a Rion bastante avergonzado - Los Consejeros darán más explicaciones en la reunión de mañana.

Hermano Roul soy el hermano Numendil, será un honor poder serle de utilidad a nuestro Alto Inquisidor, podéis contar con este humilde servidor de Apolo.

- Oh, hermano Numendil. Tenía entendido que se uniría a este encuentro. Me alegra contar con su presencia - Roul hace un gesto de reverencia al sacerdote gatuno como muestra de respeto a un superior.

 

Finalmente Athan y Lureene también confirman que acudirán al día siguiente a la reunión, pero mientras que la joven humana permanece en la taberna con los demás, Athan decide marcharse de allí...

Notas de juego

Vuestro turno. En vuestro próximo mensaje NO incluyáis a Athan, puesto que ya no está en la taberna.

Fecha Límite: Martes 22

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19/09/2015, 11:58
Director

Tras coger tu parte del dinero y dar tu palabra al chico de que irás a la reunión del día siguiente, sales al exterior y te diriges hacia la Carretera de los Suspiros. La lluvia cae a plomo y te ves obligado a refugiarte bajo las cornisas de los edificios si no quieres empaparte hasta los huesos. No hay ni un alma por las calles de Fígaro, apenas te cruzas con un par de transeúntes que van corriendo en busca de algún refugio para la lluvia.

Cuando llegas a la Puerta de Cobre, la salida de la ciudad que da acceso directo a la Carretera de los Suspiros, la encuentras cerrada. Un par de soldados montan guardia y se percatan de tu presencia rápidamente.

- Las puertas están cerradas - dice uno de los guardias en un tono bastante desagradable. El otro se limita simplemente a mirarte con cara de pocos amigos - Tendrás que esperar hasta que amanezca para salir de la ciudad.