Partida Rol por web

Puerto orbital de Flammarion.

ASTROPUERTO LIBERTAD.

   Después de haber terminado con la vida que habéis llevado hasta ahora, os habéis juntado estos en el astropuerto de Flammarion donde todos habéis realizado un curso impartido por el personal de la base del Servicio de Exploración. Ahí os habéis conocido y habéis congeniado.

   Ahora, finalizado el curso, con los créditos quemando en los bolsillos,  y tiempo disponible, sois libres de disfrutar de todo lo que el puerto orbital de Flammarion puede ofreceros, que es bastante. Hay muchas tiendas, bares, restaurantes, así como instalaciones recreativas que van desde canchas de squash hasta estadios de combates profesionales.

   El puerto tiene un nivel de ley similar al del planeta (Nivel de Ley 4). En la práctica, esto significa que se pueden portar armas de mano, así como armas de filo. Aunque las escopetas son legales, cualquiera que se pasee con una atraería la atención de las fuerzas de seguridad del puerto. De forma similar, mientras que una discreta armadura corporal resulta aceptable para las personas que creen que hay que protegerse, cualquiera que pasee con un chaleco antibalas levantará sospechas. Simplemente, no existe ninguna necesidad a los ojos de la autoridad portuaria y, por lo tanto, se supone que cualquiera que vista una armadura evidente no debe de tramar nada bueno.

   A estas alturas ya sabéis que la mayoría de los bares y otras instalaciones requieren que las armas sean entregadas en la entrada; lo que puede resultar inconveniente cuando se está de compras y es el motivo por el cual muchos visitantes dejan sus armas a bordo de sus naves o en su hotel. La violencia es muy poco habitual en los limpios y bien iluminados pasillos del puerto orbital, más allá de los ocasionales puñetazos en un bar deportivo. Este tipo de situaciones son la única razón por la cual la mayor parte de los bares prohíbe portar armas.

   La sociedad es generalmente cosmopolita y tranquila. La gran mayoría de la gente es humana, aunque puedan provenir de culturas diferentes y a veces pueda resultar bastante extraña. La minoría más numerosa son los vargr, con un número menor de aslan y unos pocos miembros de otras especies. Hay disponible artículos hasta nivel tecnológico 12.

Manolín había sido extraído de una papelera donde había un trozo de bocadillo que "todavía valía" para por fin participar de la reunión ejecutiva en la que se fundaría ese particular grupo de ¿negocios? ¿acción? o algo así. Había sido seleccionado, se suponía, porque hizo gala de numerosas "habilidades adaptativas" a decir del señoritingo que le había aceptado por fin, a semejante basura humana, sospechoso habitual y tal y tal.

Manolín pensaba que le había aceptado a su vera porque así se sentía más importancioso y púeh, y escupidor y tal y tal. Aferró su cadena de oro del bueno y procuró no hacer ver que ese agua sucia que hacían pasar por café tenía puñetera gracia, cuando él había reciclado unos polvos muchísimo mejores de la Planta de Soporte Vital, y que ahorita guardaba en un trozo de plástico que... Pero debía atender a la purria esta de los púeh, que algo tendrían que decir sobre su destino y sus negocios.

Antonses, púeh, ¿cumersio, axplorasión u quée? soltó a los presentes. La "pelos" le caía bien, y casi se dirigía a ella. Tenía el pálpito de que su cara la había copiado en algún anuncio de "se busca". Claro que la conocía, eh, pero además, ¿mesentiende?

¿Cúmo amosah ganannos el apastiche? Hizo el gesto de comer. ¿La garlulla? Buscó en su rico vocabulario: ¿comer, era?

JOHN ROMERO (En el planeta GUBILA no se inventaron las minúsculas, así que su  nombre es en mayúsculas)  va con el resto.

Su mente es practicamente binaria: Si está trabajando, está dedicado al 105%. Si no, sólo piensa en beber. En ahogar su pasado en el fondo de una botella. Por suerte quizá alguno del equipo esté de acuerdo en asegurarle de que el trabajo está a punto de llegar.

El bueno del ingeniero está siempre fascinado por cualquier "nuevo" descubrimiento. Y habiendo crecido en un mundo CR-5, cualquier cosa que aplique electrónica a la mecánica es un nuevo descubrimiento

"Interesante ¿Sabíais que hay un mineral llamado Cavorita, que afecta al Lanthanum que se usa en los motores de hyperimpulso? ¡Las posibilidades son ilimitadas!"
"Imaginaos preparar un lanzamisiles que dispara a velocidades supralumínicas!"

Poco después, para todo el que no esté versado en ciencias, empieza a hablar en términos técnicos, y apenas es distinguible lo que dice de los balbuceos de un borracho.

JOHN ROMERO es inseparable de su mochila, donde tiene un sinfín de herramientas, y debajo de ella está La Armadura. Sabe que lucirla le puede meter en lios, pero no es ni ilegal ni inmoral llevarla bien dobladita en una bolsa. Y le responde a Manolín

"Pues precisamente para eso estamos aquí. Para buscar alguna oferta de trabajo. Que la Sociedad de Ayuda al Viajero empieza a cansarse de ver mi jeta todos los días"

Escucho a mis compadres y asiento, de acuerdo con el contenido esencial.

- No hemos cursado el ciclo del Servicio de Exploración para nada- opino-. Esa gente no escatima recursos, ni forma exploradores a menos que espere que... bueno, que exploren. Pronto tendremos una oportunidad de trabajo, no lo dudéis.

Como veo que JOHN ROMERO no hace más que distraer la mirada hacia el escaparate del pequeño bar de enfrente, me acerco y me siento en una de las mesas de la terraza, pero no hago ningún gesto al camarero; si quieren mi dinero, ya me atenderán.

Husmeó la banqueta, sospechando si no querrían su dinero por poner en ella el culo. Por fin, se sentó, imitando al señoritingo.

¿Ya te orvidaste, puéh? A mi me sirvieron dexprorador en el jército eh. Y de provecho.

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   Hablando de la SAV, uno de sus mensajeros aparece en la puerta. Esta organización privada conocida como la Sociedad de Ayuda al Viajero, o más comúnmente la SAV o SAV a secas, es una organización privada que mantiene hoteles e instalaciones en todos los astropuertos de clase A y B, la mayoría en espacio humano. Sus instalaciones están disponibles, a un precio razonable, a sus miembros y sus invitados. La membresía es de por vida y para ingresar, aunque uno de sus miembros puede vetar el ingreso, hay que pagar un millón de créditos. Aunque en ocasiones se conceden membresías cómo recompensas por actos heroicos.

   - Para el señor John Romero. -

   Y deja un decorado sobre.

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   En el sobre están los beneficios y dividendos que reparte regularmente la SAV, que pueden trocarse en forma de un pasaje de primera clase, que puede usarse o intentar venderse, a tu gusto.

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   Según sale por la puerta el mensajero de la SAV, entra otro mensajero por la puerta, esta vez del Banco Central Imperial, que se encarga de las transacciones rutinarias, con dos cilindros característicos de una transferencia de créditos, entrega uno a Yonko Yukimori y otro a Sir Hober Ponyets antes de retirarse también, después de la correspondiente firma electrónica de "recibido".

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   Es la transferencia anual de 25.000 créditos de los beneficios de tu participación a cuartas en la nave laboratorio.

   Son los beneficios de las inversiones que hiciste en aquel carguero (las dos participaciones), te han generado unos ingresos de 2.000 créditos, calculas que todos los años será parecido, sino igual.

Yonko permanecía tranquila con una sonrisa apacible, hasta escuchar las palabras del señor Ponyets, su sonrisa se encogió ligeramente.

Suelta una leve risilla, - Si... una oferta de trabajo, eso espero, mientras ustedes beben algo, yo iré a conseguir objetos para protección personal, si no les molesta.

Yonko, en el fondo se siente como una persona rechazada en su rama laboral por su juventud como parte de un grupo guerrillero en su planeta natal, a pesar de ello, se enfoca en conseguir abrir una clínica económica para apoyar a las gente oprimida de su planeta.

En eso ve llegar a un individuo de la SAV dejando un paquete para el ingeniero principal del grupo, luego ingresa un individuo más, que entrega un par de transferencias, una de las cuales es para ella, sonríe discretamente y voltea a ver a sus compañeros.

- Bueno, tal vez sea mejor tomar un trago o consumir algo ligero antes de ir por suministros.

- ¡Esa es la actitud, doctora Yukimori!- la felicito, mientras compruebo el contenido de mi mensaje y lo guardo en un bolsillo como quien aparta una molesta mosca de la sopa- Hemos completado el curso, y para algo lo hicimos. Un nuevo horizonte se abre ante nosotros... pero antes tenemos que brindar.

El cómo termino, después de abandonar la Ragnarok, metida en un curso de capacitación del servicio de exploración imperial era algo que aun hoy no se explicaba muy bien. Tampoco es que fuera de darle muchas vueltas y como solía decir el capitán Zagras cuando las cosas salían mal, en su momento parecía una buena idea.

Allí vieron que algunas cosas ya las sabía y que en otras parecía que podían aprovechar una educación que les sorprendió bastante en alguien con el aspecto de Ilaisa. Se centraron en la astrogracion y como en cualquier tarea académica se mostró competente aunque no particularmente entusiasmada. A sus instructores pareció bastarles y ella encontró esa formación útil.

El grupo con el compartió clases era francamente variopinto y multidisciplinar, la instrucción pareció asumir que entre ellos se complementarían y el caso es que era cierto, parecía que hacían un buen equipo. No eran una aguerrida hueste corsaria, desde luego, pero tampoco parecía precisar eso el servicio de exploración.

Durante el periodo de instrucción se comportó de forma bastante tranquila, sin dar demasiado el cante, nunca se sabe quién te puede ir a la zaga. Se alojo en un lugar bueno, no iba durar mucho la tranquilidad y comodidades y prefería disfrutar de algunos lujos.El lugar era interesante, quizás un poco aburrido para ella pero tenía bastantes posibilidades.

Aunque las visitas de esparcimiento fueron tranquilas tuvo un par de encontronazos, si, seguramente era culpa suya por ser tan picajosa a veces, pero el hecho de limitar la ingesta de bebidas y la acertada política de no dejar entrar con armas a la gente hizo que las cosas quedaran en nada serio. Aunque alguno que fio en su condición femenina o hizo algún comentario mordaz sobre la amantes de perros perdió algún diente. Pero bueno, ¿ que es una noche de copas sin una buena pelea?.

Como no sabía lo que duraría su situación de parada tampoco se dejó caer mucho por los lugares de juego, cierto que el dinero todavía le duraría algún tiempo pero mejor no forzar, demasiado…

Había locales bastante interesantes al respecto.

Y allí estaba en el bar esperando la oportunidad de volver al espacio y a la acción. Lo echaba mucho menos.

Parecía que sus compañeros también y era algo que la gustaba.

Se levanto de la mesa con una sonrisa y se dirigio a Hober.

-Magnífica idea sir Hober-alcanzaba cierto malvado placer tratando con extremada corrección, sazonada con ironía evidente aunque no mal intencionada-pero difícil de realizar si seguimos haciéndonos los dignos y el camarero no parece darse cuenta de tan noble presencia. Permítame señoría.

Se puso delante del camarero haciendo completamente imposible que les ignorara y le ayudo a encararse hacia la mesa.

-A su gracia-señalando a Hober-le gustaría celebrar con sus fieles una buena noticia, pero vamos a necesitar tu colaboración. Tráenos una botella de lo mejor de la casa cada 20 minutos, hasta que alguien se caiga de la silla, y después cada 30. Hay gente con sed y una médico para tratar a quienes tengan problemas para asumir el destilado.

Le puso un billete de 20cr en la bandeja y le dio un beso en la mejilla.

-Habrá otro en cada viaje que des con la siguiente botella y algo de comer. Si lo haces bien, lo mismo, hasta es tu día de suerte. A saber mañana donde andaremos y si necesitaremos dinero o reputación.

Tras acosar un poco al camarero se sentía tan viva como le gustaba estar y se sentó con una amplia sonrisa en la mesa.

-Espero que el camarero haya entendido el mensaje, al menos el primario. Ya que vas a ir de compras, doc, me gustaría que me aconsejaras en una adquisición que quiero hacer. En el equipaje tengo un kit medico bastante funcional pero me he dado cuenta que en este planeta hay cosas mejores que se pueden comprar y que quizás nos salvaría la vida si emprendemos ese futuro brillante que nos augura su gracia. Mi padre era médico y tenía la pretensión que estudiara para llegar a ser una mujer de provecho y salir de un ambiente que consideraba poco recomendable. Mi padre se llevó una gran decepción, obviamente. Aprendí algo de él, es un gran médico, pero con frecuencia echo de menos no haberle prestado más atención o haber estudiado por lo menos algunos cursos formales. Antes que me gaste el dinero que me resta en tonterías prefería invertir en esto. Algo se de…¿equipos de protección personal has dicho?, no me ha quedado claro si hablas de anticonceptivos o armas y armaduras, pero vamos, que tengo  algo de conocimientos de ambas cosas, podría ayudarte también.

Se quedó pensativa un momento.

-Quizás sería buena idea hacerlo antes de la tercera botella o dejarlo para mañana. Comprar armas o drog…perdón, medicinas es un tema delicado. Llevamos una temporada formándonos juntos y la verdad es que no es gran cosa de vosotros, problema de no compartir más copas juntos. Entiendo que alguno pueda tener sus razones para mantener la discreción pero yo prefiero dejar las cartas encima de la mesa. Empiezo yo, si queréis. Algunos habéis escuchado mi apodo, Sukagra, es Vagr, asi me llamaban mis compañeros y familiares de otra sangre de donde vivo, es hermana o hermanita, cuando era pequeña cachorra quizás, parece ser que algunos vagr encuentran halagador o divertido mi asimilación cultural. Una gente magnifica esos vagr, os lo aseguro. Mi padre es médico, ya lo sabéis, provengo de un pequeño planeta, no somos muchos pero bastante prósperos.-aquí bajo un poco el tono de la voz- Me he dedicado toda mi vida a ser parte de tripulación de navíos eh…comerciantes libres, con inversiones 0 en cargas de venta, aunque altas en gastos logísticos, con altos riesgos comerciales y personales, no muy legal según algunos, bueno, de la mayoría. También he servido como enlace comercial en circuitos alternativos y sirviendo como star merc, para empresas, personas o gobiernos faltos de recursos con necesidades puntuales. Deje mi última nave hace unos meses, por diferencias con el capitán, allí había alcanzado todo lo que podría llegar a ser y acabe aquí con vosotros.

La doctora sonríe suavemente mientras dirige su mirada a su vaso levemente sonrojada, luego voltea a ver "Sukagra"

Me parece una idea adorable mantener un buen equipo médico como una forma de recordar a tu padre, con gusto te ayudare a mantenerlo en optimas condiciones, por el otro lado... de momento solo tengo en mente armas y armaduras, cosas discretas pero funcionales, he llegado a escuchar de una armadura discreta creo recordar que se llamaba algo como... armadura diplomática o algo similar, ríe ligeramente, con las armas estoy aún mas perdida que con las armaduras.

Luego retorna la mirada a su trago, el rubor se ha desvanecido junto a su sonrisa.

Bueno, ustedes me hacen sentir en confianza... y creo que merecen saber mi pasado, no es realmente algo terrible, pero me llena de recuerdos amargos, como deben saber, mi satélite hogar esta bajo el control de "Soratsujin" un poderoso grupo que gobierna varios mundos de forma abusiva, con mano de hierro... como una joven ingenua... como muchos jóvenes de mi mundo, pensé que podría cambiar las cosas enfrentando al gobierno... liberar nuestra natal Kristaly... nuestros grupo fue capturado, nuestros lideres ejecutados públicamente y el resto fuimos marcados como pandilleros problemáticos.

La doctora abre su playera y descubre un tatuaje de una luna con tres lineas que la atraviesan.

Para los que no saben su significado, solo es un tatuaje inusual, para quienes estamos bajo el gobierno de "Soratsujin" es una señal de que deben mantenernos vigilados... este tatuaje es lo que me ha impedido progresar como doctora... y me recuerda el yugo que oprime mi hogar natal... y tantos otros planetas.

Le da un gran trago a su bebida.