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Trilogía de la Orden del Libro: El Enclave

CAPITULO 3: Fugitivos en la oscuridad

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06/02/2017, 10:42
DM

Tras la marcha de Erus un silencio triste y revelador se sumió en el grupo aprovechando el poco tiempo que disponían para sanar heridas y prepararse para el viaje a la oscuridad del Gran Pantano. Mientras que algunos aprovecharon la ocasión para revisar el estado de sus armas, otros vendaron sus heridas y se ocuparon de poner en orden sus pertenencias en el carromato con el que iniciarían la marcha.

Advertidos por el explorador Jarsen de la necesidad de marchar cuánto antes posible de la Cima de los Abetos, aquellos que tenían más dificultad por edad o físico, montaron en el cajón del carromato dónde podrían hallar cierto descanso hasta llegar al destino. La pícara Nariya se hizo cargo de llevar las riendas del caballo que tiraba del carromato y se colocó en el banco correspondiente al tiempo que Zadia, Ösrik y Esma se acomodaban en la parte de atrás.

Por su parte, Valerian, el escudo protector del grupo, se sumó al viaje pie junto a Jarsen y Espinela, que con sus arcos y su inestimable conocimiento de la exploración y el terreno avanzarían junto al carromato a modo de escolta. 

Poco a poco el carromato fue descendiendo por una ruta diferente a la que habían llegado en dirección al norte de la cima. El camino era angosto y serpenteoso, por lo que aquellos que iban en el carromato agradecieron el gesto de Erus en dejarselo. Finas gotas de lluvía caían sobre los supervivientes de la orden generando cierta sensación de frío, sin embargo y por el momento, la lluvía no era demasiado intensa como para acabar totalmente mojados.

Varias horas duró el trayecto, con alguna parada ocasional, recorriendo el borde del río Pasoraudo. Pronto empezaron a divisar aquello que vieron en el horizonte, una inmensa masa forestal de un color verdoso oscuro, eran los bosques del Gran Pantano.

Tras una hora más de viaje alcanzaron sus lindes y ante ellos se elevó una cantidad ingente de árboles de formas extrañas y sinuosas que cubría de oscuridad un lugar que desprendía un aura salvaje y natural....

Notas de juego

Zadia, Esma y Ösrik sanan todas sus heridas debido a que han podido descansar en el cajón del carromato. 

Y ahora la pregunta más clásica del rol..... ¿Qué haceis?

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06/02/2017, 12:00
Espinela

El camino se hizo más tedioso a cada hora que pasaba. Habían sufrido un duro golpe, casi no habían dormido y se habían visto obligados a huir hacia el pantano. Poca conversación se desarrolló en el tiempo que duró el trayecto. A pesar de la fina cortina de agua que los acompañaba, nada podía negarle a la Marca del Este que poseía una belleza natural inigualable. Los meandros del río Pasoraudo se engalanaban con los maglares vegetales y árboles acuíferos a medida que se aproximaban a la linde del selvático lugar al que se dirigían.

Quizás fuera un error lo que estaban a punto de hecer, pero sería la fortuna la que juzgaría la opción que habían elegido. Ahora sólo podían caminar y buscar un lugar donde cobijarse lo más lejos posible de la orden de fanáticos sacerdotes.

- Deberíamos parar y acampar...- Dijo Espinela cuando llegaron al margen del pantano.- Comamos algo, descansemos y mañana podremos afrontar con garantías el camino que nos queda...- expuso a sus compañeros mientras se sentaba sobre un tocón de madera y estiraba su espalda. No era raro que la arquera padeciera de vez en cuando contracturas en su omóplato. Aunque estaba entrenada para disparar varias flechas al minuto y sus gestos eran de una gran técnica, el juego articular solía resentirse con la humedad.

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06/02/2017, 13:27
Nariya

Conducir el carro no había sido una tarea fácil para Nariya. Nunca había hecho algo parecido y temía hacer volcar al maltrecho grupo que llevaba en la parte posterior. Llevando las riendas se dio cuenta de la increíble habilidad que tenía el comerciante con el carromato. Ahora, la huída se le hacía más milagrosa. La parte positiva era que, salvo algún movimiento repentino, la concentración en su tarea había hecho que se olvidase del dolor del hombro.

Cuando por fin llegaron a los lindes del bosque, la muchacha hizo parar al animal y observó, no sin cierta aprensión, el oscuro camino que les esperaba. Nunca había dejado la Robleda y ahora se encontraba camino a un monasterio de monjes "obsesivos", como les había calificado Erus. No. Aquello no le gustaba nada. Las iglesias solo le habían traído problemas.  Sin dejar de pensar en aquello, Nariya bajó del carromato y desenganchó al animal del carro, sujetándolo por las riendas. La muchacha acarició el hocico del caballo con cariño, que resopló en su cara haciendo revolverse los cabellos de la chica. Nariya aflojó la rienda dejando que el animal se sacudiese la humedad de la lluvia.

–Descansa chico, te lo has ganado– dijo antes de aflojar la correa y quitarle el bocado. Sospechaba que, si pasaban la noche allí, el caballo no se movería, pero ya evitarían cuando marchasen que este les siguiese. En verdad, era un animal noble. Cuando hubo terminado con las riendas, que previsoramente guardó en su zurron la muchacha se giró para responder a Espinela.

–Creo que tienes razón.–respondió– Además, no creo que nos sigan...y aunque hemos dejado un rastro con el carro que es fácil de seguir, Erus nos dijo que era poco probable que alcanzasen esta noche la Cima de los Abetos.

–¿Habrá conejos por aquí? Pondré un par de trampas por si acaso... No tenemos demasiadas provisiones.– se dijo echando un vistazo a la comida que les había dado Erus.

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06/02/2017, 15:29
Ösrik Forgemane

Por suerte, la travesía transcurrió sin más incidentes. El suave traqueteo del carromato hizo que el enano cayese en un agradable duermevela. Cuando abrió los ojos de nuevo, la linde de la frondosa arboleda del Pantano se extendía ante ellos.
Espinela propuso acampar y reposar antes de internarse más en la espesura y a Ösrik le pareció una buena idea.

- De todos modos - dijo, entrando en la conversación de Espinela y Nariya - Aunque sea poco probable que nos sigan, deberíamos establecer turnos de guardia. Es una zona salvaje, esta en la que nos encontramos...

No le gustaba nada el lugar, era inhóspito y el enano se sentía incómodo puesto que no sabían exactamente qué se iban a encontrar una vez se adentrasen en tan desapacible paraje. No obstante, la decisión había sido tomada y ya no podían echarse atrás. Ya se vería qué les deparaba el devenir de los acontecimientos.

Cuando la joven de rojos cabellos hizo mención a la comida, su estómago comenzó a rugir, recordándole que ya iba siendo hora de ingerir algo sólido.

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07/02/2017, 00:53
Jarsen Hardwood

Jarsen asintio, algo cansado.

- Si, descansemos. Dejadme que prepare algunas trampas tambien para cazar y avisarnos si tenemos algun visitante. Creo que el mejor lugar para descansar estaría por aquí y tal vez pueda encontrar algo para cenar ...

- Tiradas (2)

Motivo: naturaleza

Tirada: 1d20

Dificultad: 11-

Resultado: 8(-1)=7 (Exito)

Motivo: trampas

Tirada: 1d20

Dificultad: 11-

Resultado: 7(-1)=6 (Exito)

Notas de juego

Tiradas hechas

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07/02/2017, 12:14
Valerian

Valerian se acercó al caballo y le acarició el cuello. el caballo bufó y se mostró tranquilo. Estaba cansado, pero de momento no pareció muy dispuesto a abandonar al grupo. Era un buen animal y a Valerian le apenaba separarse de él,. Hubiera sido una buena montura, pero realmente ese manglar no era lugar para un corcel. 

El enano parecía tener sentido común, lo cual alegraba a Valerian. ya había visto a grupos ser degollados con facilidad por sus enemigos en la noche por muy armados que estuvieran. Él mismo había dirigido o participado en varias de esas operaciones en las guerras nobiliarias. 

Dirigendose a Jarsen le indicó una hondanada en el terreno.

Jarsen, ¿como ves el hacer una hoguera y acampar ahi? Aunque delate en parte nuestra posición puede ser util para calentarnos y evitar a las bestias que merodeen por la zona. Noc reo que los templarios nos hayan seguido. No aun, al menos y puede que sea la ultima noche de descanso verdadero que tengamos por unos dias. Como explorador estás mucho más informado en estos temas que el resto. Tu dirás. 

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07/02/2017, 15:22
Nariya

–Te ayudaré

Nariya sonrió a Jarsen cuando este puso voz a sus pensamientos. No solo de tener la mano larga y los pies rápidos se sobrevivía en los suburbios. La muchacha sacó una larga y fina cuerda con la que hizo una lazada del tamaño de una mano abierta, enganchada por un nudo corredizo. Era la trampa más sencilla del mundo, y la chica manipulaba la cuerda como si lo hubiese hecho miles de veces. Nariya miró al enano, que sin duda no sabía que tenía aquellas habilidades y sonrió.

–Mi hermano me enseñó a prepararlas. Las utilizabamos para pillar conejos a las afueras...y ratas por las casas viejas. No os creáis, las ratas bien preparadas están deliciosas.

En aquel momento se dio cuenta de que había mencionado a su hermano. Vale que Ösrik sabía que existía o había existido un hermano, pero era un asunto en el que siempre se había negado a entrar y nunca le mencionaba. Afortunadamente, Valerian había sugerido hacer una hoguera, y la chica esperaba que la idea hiciese olvidar al resto su comentario. Sin embargo, su concentración ya no era la misma.

–No sé si será conveniente o no– dijo intentando centrar el tema en la idea de Valerian–Pero si lo hacemos podíamos usar partes del carro como leña, para que parezca que nos ha atacado.

Mientras hablaba, la ladrona se acercó al hueco entre dos árboles y ató la trampa a un palmo del suelo, cubriendolos alrededores con hojas. En el momento en que un conejo pasase por allí, con su cola de algodón y sus presumidos saltos, estaría condenado a acabar en sus estómagos. Nariya se levantó del suelo y volvió al lugar donde estaba el grupo. Sin embargo, los nervios, el cansacio acumulado y la metedura de pata le hicieron olvidar por un segundo donde había puesto la cuerda, haciendo que se tropezase con esta y cayese de bruces al suelo, destrozando la trampa que había montado.

–Mierd...hoy no es mí día...– murmuró con una risilla escupiendo hojas y quitándose el barro de la cara.

- Tiradas (1)

Motivo: Trampas

Tirada: 1d20

Dificultad: 16+

Resultado: 20(-1)=19 (Exito)

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07/02/2017, 20:12
Jarsen Hardwood

Jarsen no pudo reprimir una sonrisa burlona.

- Debiste prestar mas atencion a tu hermano Nariya.

Mira, he preparado alrededor del campamento varias cuerdas con algunos cacharros y piedras. Si alguien pasa, tropezara y hara algo de ruido. 

Tambien he dispuesto algunas trampas para apresar patas ... o piernas. Igual cenamos algun roedor con suerte.

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07/02/2017, 21:03
Espinela

A Espinela se le escapó la risa floja. Desde que comenzara aquel infierno, nadie había esbozado una mínima sonrisa, pero Nay había conseguido aliviar tensiones con sus siempre divertidas ocurrencias. La arquera, no dudó en acercarse hasta la pícara y le tendió la mano. 

- ¡¿Está bien?!- preguntó intentando borrar la risa de su cara - Lo siento... pero... pero... ha sido gracioso...- hacía esfuerzos para contener la risa.

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08/02/2017, 00:19
Nariya

–Te equivocas por completo– dijo señalando a Jarsen desde el suelo sin perder un ápice de buen humor pese al dolor del golpe– La trampa era perfecta. Por eso caí en ella.

Cuando por fin se hubo limpiado el barro de la cara, oyó la risa de sus compañeros. La muchacha sonrió para sus adentros... Al menos su accidente había conseguido arrancarles una sonrisa. Oyó que Espinela se disculpaba pero, aunque era completamente sincera, la voz le temblaba. Y no precisamente de miedo o ira. Levantando las cejas, la muchacha aceptó la ayuda de su amiga para ponerse en pie de un impulso agarrándola con una mano...mientras con la otra le tiraba un puñado de barro a la cara.

–Estoy de acuerdo...y esto también.

 

Notas de juego

¡pelea de barro!

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08/02/2017, 13:39
Esma

Esma había estado sentada sobre una piedra, callada y ensimismada, sin saber qué decir. No les conocía demasiado y no sabía qué tema de conversación era el más apropiado para sus intereses y para el contexto en el que se encontraban. Antes de bajar del carro, le pidió a Zadia el diaro para mantener la mente distraída y evitar silencios incómodos.

Esma levantó la vista del escrito, que ya se sabía de principio a fin, por las risas que llegaron a sus oídos. Nariya había caído en su propia trampa y había relajado la atmósfera pesada que se había condensado sobre ellos durante todo el trayecto. No pudo reprimir una sonrisita y un sonido de sorpresa cuando el barro volador manchó a Espinela. Parecía que se lo estaban pasando bien y le daba algo de envidia.

Esma se acercó a Ösrik, con quien más había tratado hasta entonces, y preguntó tímidamente:

-¿ Hay algo que pueda hacer?-sonrió al enano.

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08/02/2017, 14:52
Ösrik Forgemane

Ösrik se encontraba junto al carro, haciendo recuento de la comida que llevaban cuando vio a varios miembros del grupo riendo ante las ocurrencias de Nariya. El enano meneó la cabeza sin poder reprimir una sonrisa. Eso era precisamente lo que todos necesitaban: un motivo para sonreír, por muy pueril que este fuese.

En ese momento se le aproximó Esma con gesto cohibido. Al ver la candidez que mostraba, Ösrik pensó que, pese al breve momento de relajación, necesitarían algo más para recuperar del todo la presencia de ánimo. Él mismo, que siempre se había jactado de su dureza, se encontraba ahora totalmente arrebatado por la pena.

Devolviéndole la sonrisa, dijo con un guiño: - Claro que sí, joven amable. Ayúdame a repartir esto; esta gente tendrá que comer, ¿no? - puso en su mano un paquete con parte de las provisiones que Erus les preparara.

- ¡No te van a escuchar! - dijo, dirigiéndose a Valerian, que se hallaba parado, esperando una respuesta por parte de los exploradores. - Se lo están pasando bien, que falta nos hace y no estarán para nadie, ja, ja.
- Toma - dijo, al tiempo que le pasaba el yesquero que siempre llevaba en su bolsa.
- Puede ser una temeridad, pero pronto se irá la luz, y no pienso comer sin vernos las caras. - añadió, con una sonrisa pintada en los labios. Sonrisa que quedó totalmente difuminada en cuanto siguió adelante.

Se veía en la obligación de mantener el ánimo alto, pues era preciso no caer en la amargura para poder así continuar con el camino en condiciones.
Su alma estaba rota en mil pedazos; el truco consistía precisamente en evitar que se notase.

El enano siguió junto a Esma para dividir el "banquete".
Fijándose de nuevo en el semblante triste de la muchacha, se llevó la comida a la nariz y aspiró con fuerza. - Mmmm, magnífico. La pitanza seca siempre me ha entusiasmado. ¿A tí no? - dijo, a modo de broma.

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09/02/2017, 11:25
DM

Tras el angosto viaje los supervivientes de la orden lograron hallar un claro al borde de la profunda maleza del Gran Pantano donde instalar un campamento. Cada uno de los miembros del grupo se encargaron de una tarea, algunos aún sumidos en el dolor de los recientes acontecimientos y otros, como en el caso de Nariya y Espinela, logrando hallar algo de reposo para el alma en la improvisada pelea de barro que acababan de iniciar tras la desafortunada caída de la ladrona.

Mientrastanto, el taciturno Jarsen se encargó de rodear el perímetro del campamento con una cuerda y varios restos de piedras que encontró en los alrededores con una improvisada trampa que alertaría con sonido si algún intruso traspasaba sus límites.

Ösrik y Esma se encargaron de preparar el reparto de raciones, el cual debían calcular con sumo cuidado, sinó querían acabárselas en un día mientras que el maestro enano había entregado a Valerian una yesca y un pedernal para iniciar una pequeña hoguera antes de que llegará el anochecer.

Notas de juego

Os dejo espacio para que roleeis lo que os apetezca en esta escena de pelea de barro campamento....

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10/02/2017, 12:13
Nariya

–Perdona Valerian, ha sido culpa mía– vigilando que Espinela no fuese a tomar fangosas represalias contra su ataque a traición.– Creo que es buena idea. Y si como dije usamos parte del carro como leña parecerá que nos han atacado ¿no? Quizás así puedan creer que estamos muertos, cuando se decidan a seguir las huellas.

Finalmente la muchacha se sentó al lado de Osrik para comer con el resto, palmeandole el hombro con la mano llena de tierra y polvo. Antes de servirse sacó la lengua a la arquera y reprimió una risotada al recordar su expresión. Nariya estaba agotada, y se notaba, pero desde su caída se había propuesto mantener el ánimo del resto todo lo alto que fuese posible. Aunque tuviese la sensación de que no podría ser feliz nunca más, intentaría que el resto lo fuese. Además, a veces, fingir estar animado animaba. En aquello tenía una dilatada experiencia. Tras unos segundos de silencio, se dio cuenta de que no sabía práctiacmente nada de Valerian y de Esma.

–Por cierto, vosotros dos no sois de La Robleda ¿Verdad? ¿De dónde sois?–preguntó con curiosidad a ambos jóvenes, pues nunca había salido de la ciudad. Muchas eran las tardes en el taller que había calentado la cabeza a Ösrik para que le hablase de su tierra y de los lugares que había conocido y, en otros tiempos, le gustaba escuchar a Espinela hablar sobre los lugares que conocía.

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10/02/2017, 21:00
Zadia

Zadia se había quedado dormitando sentada en el carro durante el trayecto. El traqueteo, el cansancio acumulado y la necesidad de reposar la mente y el cuerpo habían terminado por hacerle descansar. Con ronquidos suaves, permaneció en dicho estado, únicamente con la ligera llovizna de la tarde obligándola a despertarse brevemente para arrebujarse en el manto de la Orden, antes de volver a cerrar los ojos.

Los abrió cuando el carromato se paró, allí en la cima. Escuchó en silencio las palabras de sus compañeros e incluso sonrió al pequeño percance de Nariya. La muchacha, desde luego, había hecho algo muy bueno para todos. Le dio a la joven Esma el diario, sacándola del pequeño zurrón en el que guardaba todas las cosas que había podido sacar de allí. Al hacerlo, observó con añoranza su grimorio, un libro que contenía en su interior algunos de los secretos necesarios sobre cómo funcionaba el universo, y sobre cómo tergiversar las leyes del cosmos para hacer que respondiesen como uno quisiera.

El enfoque disciplinado y hermenéutico de la Orden había conseguido, hasta cierto punto, unificar teorías arcanas diversas. Según los sabios de la misma, este mundo no era sino una manifestación inferior de otro de orden superior, más puro, llamado Cogito o Plano de las Ideas, del que seríamos poco más que simples sombras o copias imperfectas, de ahí nuestros fallos y la existencia del mal. Con voluntad y gnosis, es decir, conocimiento superior, cualquier ser podía ejercer cambios en él, de la misma manera que se podían crear sombras de animales en la pared usando una vela y posicionando las manos y los dedos de la forma adecuada. Era una lástima que siglos de saber hubiesen quedado convertidas literalmente en cenizas.

Cerró el libro y lo guardó, acercándose al fuego. No tenía mucha hambre, pero aceptó parte de los alimentos que el bondadoso Erus les había entregado. Entregó la otra mitad al enano, sabiendo que los jóvenes que lo rodeaban necesitaban comer mucho más que ella. La energía de la juventud se cobraría su precio, aunque ahora mismo no tuviesen mucha hambre aquellos niños, y puede que necesitasen conservar tanto como pudiesen aquellas raciones de viaje.

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11/02/2017, 19:38
Esma

Tras repartir las raciones con Ösrik, Esma se sentó con los demás e hincó el diente con ánsia. Estaba muerta de hambre y su estómago le agradecía aquella muestra de amor por su parte. Tenía los mofletes hinchados de comida cuando Nariya le preguntó sobre su procedencia y la del caballero. Masticó rápidamente y tragó con dificultad, atorándose un poco.

-Pues-se colocó la mano delante de la boca para toser-Soy de Alameda, cerca del lago Liafdag. De hecho, todo el pueblo vive de la trucha de ese lago

-Pero me di cuenta de que esa vida no era para mí. Mi abuela era maga y me enseñó a leer-sonrió con nostalgia-Al final terminé en la Orden-dijo sin dar muchos más detalles.

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13/02/2017, 15:40
Espinela

Espinela no respondió al ataque traidor de Nariya, pero cuando pasó a su lado, le dio un cachete furtivo en uno de su duros glúteos. Así aprendería con quién se jugaba los cuartos...

Luego, se acercó al fuego y echó mano de su ración. Tenía el estómago en un puño, pero sabía que debía alimentarse. Había caminado todo el trayecto y al día siguiente se adentrarían en la espesura. Seguramente necesitaría energías y puede que incluso tuviera que emplear la fuerza para superar algún escollo...

- Como suele decir mi padre... ¡¡Esto está de muerte!! jajajaja...- dijo le pelirroja de ojos lechosos, respondiendo a la sorna de Osrik y su apetencia por el pan duro. - ¡¿Qué puede haber mejor en este mundo que un chusco de pan?!

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13/02/2017, 20:39
Valerian

Valerian se relajó con la comida. tras ver el jaleo montado por la pícara habia sobreido, pero manteniéndose alerta en todo momento. Ese tipo de distracciones eran las que él habia usado cuando dirigia partidas de caza para sorprender y masacrar grupos de soldados rivales en los conflictos dinásticos de no hacia mucho. El fuego y el saber que por lo menos Jarsen parecía saber lo que hacía al montar un perímetro le permitió relajarse un poco.  

Soy de bastión Farlar, cerca de Montrasgo, al sureste de Robleda y la Marca. Una tierra menos civilizada que Robleda si cabe, aunque me gustaba vivir ahi. La Orden ha sido mi hogar durant el último año. 

Sonrió de manera torcida. estaba claro que era un tema que le causaba inquietud. Engulló un trozo de pan y echó un corto trago para hacerlo bajar. La caminata y el hacer trizas el carro le habia abierto el hambre.

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13/02/2017, 22:36
Nariya

–¿No es evidente? –respondió a Espinela– Dos chuscos es mejor que uno.

La muchacha asintió ante los comentarios de Esma, relamiendose ante la imagen mental de las truchas asadas, y de Valerian, aunque frunció ligeramente el entrecejo al oír el lugar de origen del guerrero. La pícaro también observó con auténtica curiosidad el grimorio de la maga...Estaría bien darle un vistazo. ¿Qué serían las cosas que pondría en aquellos libros? Seguro que eran cosas incomprensibles y serias. Los conocimientos de los miembros cultos de la Orden eran tan vastos como el cielo nublado que tenían sobre sus cabezas, acompañado por una brillante luna que luchaba por hacerse ver. La mente de la muchacha vagaba de una idea a otra, demasiado cansada para centrarse en un solo pensamiento.

–Sin la Orden ¿quién sabe donde estaría ahora?– admitió finalmente cuando Esma y Valerian hicieron referencia a su vida en la aquel maravilloso lugar. Aunque ciertamente, sin la orden no estaría siendo perseguida por una horda de asesinos sanguinarios, no se arrepentía de nada. Pensando en eso, comentó– Merece la pena... Como lo del topo y el ratón.

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14/02/2017, 15:24
Esma

Esma observaba con atención al caballero mientras relataba escuetamente su lugar de origen. Tuvo la impresión de que era un hombre extremadamente serio y que jamás perdía la tensión de sus músculos, siempre alerta ante cualquier movimiento. Eso la apenó. Debía de ser muy duro ser guerrero. Al contrario que Valerian, Esma dormía siempre de una sentada, a veces no había forma humana de despertarla, y las preocupaciones las abandonaba para las horas diurnas. Podría ser influencia de sus raíces campestres donde la gente se tomaba con tranquilidad los quehaceres de cada día.

Esma ladeó la cabeza, confundida:

-¿El topo y el ratón?