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Trilogía de la Orden del Libro: El Enclave

CAPITULO I-B: El encargo comercial

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05/12/2016, 15:24
Ösrik Forgemane

Ösrik soltó un bufido cuando el gruñón de Glümbik les recriminó su tardanza.
Le dedicó una cálida sonrisa a Liarandel cuando ésta intercedió por ellos. Guiñándole un ojo, el enano le hizo saber que no tenía por qué preocuparse; el enfado era el estado natural del capataz, no conocía otro.

- Quizá tengas razón - dijo, respondiendo al comentario de la halfling - Pero el caso es que nunca los había visto tan hostiles. Nos ha faltado muy poco para llegar a las manos. Esto va a trear cola, ya lo veréis...

El viejo enano estaba visiblemente preocupado. Había visto en los ojos de aquellos soldados el furor que antecede al derramamiento de sangre.

- No estaría de más que los próximos días nos andemos con ojo. Y si podemos evitar cruzarnos con ellos, tanto mejor.

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05/12/2016, 16:16
Nariya

Nariya no dijo nada ante el comentario de Ösrik, pero ella tenía muy claro que no iba a tener cuidado con ellos ni a evitarlos. Por supuesto, cuando no fuese en nombre de la orden, iría sin su emblema, pero no iba a quedarse encerrada ni muchísimo menos a callarse. Su lado más rebelde le impulsaba a salir esa misma noche para hacer alguna chiquillada en el templo, pero la razón le obligaba a dejarlos tranquilos. Sin embargo, nada de esta lucha interna se reflejaba en su rostro.

–Bueno, de todas formas será mejor que terminemos con ese baúl ¿no?– dijo intentando quitar importancia a la conversación. La chica recordó las modificaciones que había pensado implementar en la cerradura y sonrió de nuevo. En el fondo, aquel era un buen lugar. Un lugar donde había descubierto que tenía más habilidades que robar o huír de la justicia. No podía perderlo.

 

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06/12/2016, 20:25
Jarsen Hardwood

El montaraz sonrio y se acercó al baul.

- Deja que te llevemos eso, niña. El enano y yo lo moveremos. Todo esto sera motivo de chaza con unas cervezas delante.