Partida Rol por web

La puerta se abre con un crujido y un clack!
Se mueve hacia arribaimpulsada por mecanismos tictaqueantes, como la puerta de una nave espacial. Da a unas escaleras que descienden en linea recta a la oscuridad pero sin saber de que magia se trata una linea de rocas de cistal de cuarzo engastadas en la pared del pasadizo cmienzan a iluminarse gradualmente. De arriba a abajo. La bajada es muy larga,

Lenwe y Bram bajan a la entrada que desciende a las profundidades de las minas. El humo que desprende por la partte superior ha ennegrecido paredes y techo. Nohay angmareanos a la vista. Entran furtivamente ambos.

-"Bueno chic@s, entremos sin demora."

Miro a mis compañeros y me introduzco en la semioscuridad, rota por la tenue luz de los cristales de cuarzo.

Después de tantas discusiones y de si seguimos o no por esta zona o buscamos a Lenwë, los saquehobbits ya habían abierto la puerta..

-Bueno, debo admitir que eso fue rápido, bien hecho pequeños amigos- 

Miro al interior de la puerta y hay una escalera interminable que baja a las profundidades de la montaña.. la oscuridad se atenuó al encenderse unos cristales de cuarzo en las paredes. Pero, como vinieron se pueden ir.

- Esperen que por las dudas encendere una antorcha, nunca viene mal estar preparado para lo que pueda pasar-

Me inclino de hombros ante Brendan. Adelante. Enciende una antorcha, aunque igual sería mejor que alguno de nuestros pequeños y habilidosos héroes la portará. ¿No creéis?

Dicho esto, observo la oscuridad con una enigmática sonrisa. Si llegamos a alguna bifurcación, camino o lo que queramos explorar, Dejadme primero hechará un vistazo y luego me seguís.

Me preparo para bajar las escaleras tras Brendan, con el arco preparado.

Un profundo pasadizo iluminado con antorchas mágicas de cuarzo; increíble, maravilloso e inquietante. ¿Qué nos encontraríamos allí?

- Maese Karel- dije al enano, acercándome a él pero sin quitar ojo a mi alrededor- ¿Qué podemos encontrarnos transitando por estos viejos pasillos?- pregunté, haciendo cuenta de los peligros o vicisitudes que pudiésemos encontrarnos. 

Aunque había luz, el bardo creó una antorcha, por lo que pudiera pasar. 

-¡Yo mismo! ¡trae!

Me ofrecí a llevarla, a sugerencia de la montaraz. Ellos posiblemente tuviesen que usar ambas manos, en caso de peligro. Por si acaso, yo también me curé en salud y desenvainé de nuevo mi daga del osternosequé.

Por un momento Angus estuvo convencido de que las letales trampas de la cerradura saltarían. Su vida pasó ante sus ojos, y tuvo que reconocerse que había sido bastante... aburrida. Pero finalmente la puerta se abrió sin matarles, dando paso a nuevos y desconocidos peligros.

“¡Buf! ¿Y ahora qué?”—se dijo. Abrumado como estaba por la sensación de amenaza, no se dejó maravillar por la iluminación mágica que revelaba una arquitectura enana majestuosa, a pesar de que era lo más asombroso que había presenciado nunca en su (aburrida) vida.

Zarahi en cabeza se internaron por la escalera descendente. Bajaba en línea recta a las profundidades de la montaña. Era costumbre de los enanos tener entradas y salidas secretas de sus salones en las profundidades.

Al final tras mucho bajar llegaron a un pasillo recto de baja altura por el cual un hobbit o enano pasarían cómodamente pero los mas altos tendrían que inclinarse. El pasillo que estaba a oscuras tendría unos 20 metros y daba a una sala mas amplia que tenia una débil luminosidad. Penumbrosa.

Se quedaron parados cuando escucharon una voz cavernosa que retumbaba en la caverna al final del pasillo diciendo:

OS ESTOY ESCUCHANDO PEQUEÑAS RATAS.....

Luego un sonido como de olisqueo.

SE QUE ESTAIS EN LAS PAREDES, QUE ME HABEIS TRAIDO PARA COMER?

Según empecé a descender, Migue me preguntó algo.

-"Supongo que polvo y telarañas. No creo que nadie haya pasado por aquí en cientos de años."

La escalera desciende durante un gran trecho, pero al fin damos con un pasillo que desemboca en una sala, la cuál parece desde lejos que tiene algo de luminosidad.

-"Amigos, esperad aquí con la antorcha. Hay que mirar la sala antes de entrar con la luz y delatar nuestra posición. ¿Quién de nosotros es sigiloso como un ratón para ir a investigar?"

Justo en ese momento escuchamos la voz cavernosa que nos habla. Parece que intenta saber nuestra posición a través del olor y el ruido.

-"¡Apagar inmediatamente la antorcha! Parece ser que hemos llegado al cubil del monstruo que Bram decía que alimentaban con carne humana... ¿Alguna idea de qué hacer chic@s? Preparad las armas..."

Digo susurrando las palabras lo más bajo que puedo.

Las escaleras descienden en unas tinieblas que ni las mágicas luces enanas ni la antorcha consiguen mitigar, como si la oscuridad que pululó por el mundo tanto tiempo se hubiera anclado a estos siniestros sitios. Y, sin embargo, me hubiera gustado verla en su momento de máximo esplendor.

La escalera desemboca en un pasillo, con una luz y una voz. Yo puedo anular mis ruidos, pero el olor no. Aún así, quizá podría acercarme a ver qué es.

-"De acuerdo Zarahi, pero ten mucho cuidado. Al más leve peligro te vuelves y nos comentas qué has visto."

Le digo susurrando...

Una idea empieza a formase en mi cabeza.

-Uhmmm, mmm... podría funcionar...

Le susurro a Brendan:

-"Brendan, ¿no sabrás alguna canción que le induzca al sueño a esa criatura?"

Bajando por las escalinatas, contemplaba la increíble estructura que, de ser obvio, los enanos siempre fueron aunque me cueste admitir unos increíbles arquitectos y buenos trabajadores de metal y la piedra entre otras cosas.

Al llegar al fondo de éstas, topamos con un túnel, un pasillo del cual una voz nos hablaba.

El enano, me pregunta sobre una canción para dormir a la bestia.

-De conocer conozco, también pensé en hacerlo, pero el sonido, si quiero tratar de dormirlo con facilidad, tendría que prepararme un par de minutos, minutos en los cuales no sabemos que podría pasar. Por ahí si Zarahi va a ver qué ocurre y que nos espera adelante, si eso no puede llegar hasta aquí, podría tratar de dormirlo, aunque, no se que sea y no estoy seguro si mí voz le hará efecto o no-

Me concentró, modulando mi respiración, relajándome. Una leve corriente de aire parece formarse a mi alrededor, corriente que aumenta poco a poco. Un tenue brillo hace aparición en la planta de mis pies.

Abro los ojos y pronunció unas palabras. No las Llegáis a escuchar, ya que las susurro al viento. Y entonces todo desaparece.

Veamos si tuvo éxito.

Avanzas furtiva hasta la boca del tunel y te asomas con mucha cautela.
Ves que da a una enorme sala abovedada, con siete columnas en las paredes que representan a los señores enanos, esculpidos con formas rectas y angulosas. La sala es muy alta y circular, tendra cincuenta metros de lado a lado. En su centro hay como un estrado elevado de piedra con un trono encima, y alrededor del estrado ocupando todo el suelo en grandes montones oro y gemas, objetos lujosos, plata y riquezas sembradas hasta donde alcanza la vista.

Y encima de un gran monton estaba Grohl.

Grohl era un troll de las cavernas muy especial. El rey brujo lo habia criado desde su nacimiento en esa camara. Pronto se hizo tan grande que no cabia por la puerta. Conoce hasta la ultima pieza de plata del tesoro y va recagado de joyas collares y cadenas de oro que le cuelgan por la barriga hasta tocar el suelo.

Olfatea el aire mientras dice...

Escuchais de nuevo la voz al poco de Zarahi adelantarse.
HUELO ALGO NUEVO, TIERNO Y DELICIOSO... QUE ES?

Viendo la situación actual, estoy bastante preocupado por lo que pueda llegar a pasar, algo no me huele bien.

Comienzo a preparar una leve melodía, tomo mi laúd y lo mas despacito que pueda comienzo a tocar, tarareando una suave melodía.

La Luz de la antorcha fue bien recibirá por los humanos ojos de Haleth. Las enormes piedras rodeaban al grupo. Lisas, pesadas y dando una sensación de magnificencia que oprimía cualquier corazón. A la guerrera siempre le había sorprendido como la raza Enana, pequeña y robusta, creaba esas construcciones tan enormes seguramente para aparentar más -Envidio vuestros ojos. Sois una raza superior y no hay nadie mejor para adrentarse- Miró a los elfos del grupo. Esos seres ágiles y silenciosos que parecían flotar en lugar de caminar -Sea lo que sea esa voz, parece peligrosa- Con el arma presta entre sus manos para hacerle frente, Haleth dudaba de poder herir a esa criatura ¿Que sería y qué poderes se mostrarían ante ellos? -Yo puedo acompañar para proteger, prometo que esta vez no perderé el arma- La tenue luz que ahora se iba perdiendo, no dejaba ver los nudillos blancos por la presión que la pelirroja estaba realizando sobre la empuñadura

Cuando llegamos al pasadizo más bajo supuse que, efectivamente, la antorcha iba a servir para algo cuando, al poner todos pie sobre éste y dar unos pocos pasos, escuchamos una horripilante voz cavernosa al fondo, desde donde parecía una sala de la que emanaba una luz mortecina. Los pelos se me erizaron, aferrando con fuerza la daga. Cabe decir que apagué inmediatamente la antorcha.

Zahari se ofreció a acercarse y en ello se puso cuando el misterioso monstruo volvió a hablar y la carne se me puso de gallina. Debía ser el monstruo al que alimentaban los angmareanos. Si era así, entonces debían de alimentarle por algún sitio... Aproveché ,entonces, para busar algún respiradero o pasadizo oculto por el pasillo bajo.