Partida Rol por web

Desperté bastante antes que mis compañeros y me dediqué a leer un rato por la mañana, después proseguimos el camino, no había tiempo que perder.

"El camino está en un estado lamentable, pfff, humanos..." al seguir por el sendero vislumbro un pueblo al fondo, gracias a mis ojos de elfo. Desenfundo la espada y sin más dilación añado un: - Huele a saqueadores, yo me encargo - Y acto seguido me desvanezco.

Me acerco acechante hacia el pueblo, antes de seguir realizo otro sortilegio y entonces continuo, me muevo mirando a los lados con cautela, no quiero ser sorprendido. 

Harto de cabalgar y de estar calado hasta los huesos, mi humor es más sombrío que la jornada anterior.
Casi al anochecer llegamos a lo que parece ser una aldea abandonada.
-"Eneldar, debemos buscar un refugio para pasar la noche y guarecernos de la lluvia. Creo que este puede ser nuestro mejor sitio para descansar. Deberíamos de investigar los alrededores, no quiero tener sorpresas por la noche, y buscar alguna casa que nos pueda dar cobijo."
En ese instante oigo a Llädorîhn decir que huele a saqueadores, le veo desenvainar su espada y desaparecer de mi vista.
-"Parece que nuestro amigo suele trabajar solo. Bueno... si nos necesita ya nos avisará."
-"Eneldar, como te decía, debemos investigar la aldea para averiguar si hay algún peligro. Y, si es segura, pasar aquí la noche."
-"Brendan, Lyanna. ¿Qué decís vosotros?"

Paramos cerca de una aldea y el enano ya bastante molesto del viaje nos pregunta de ver la zona y asegurarla para descansar allí. En eso el mago elfo se adelanta a desaparecer con su espada en mano.

-Concuerdo con vos Karel, debemos asegurar la zona para que no haya percances. Exploremos la aldea y tratemos de encontrar una casa medianamente cubierta para descansar. Nuevamente me ofrezco para hacer la primer guardia-

"Muertos, ¿Que demonios, acaso es eso posible?" me sigo acercando con cautela intentando averiguar que está pasando.

Te mueves invisible por el pueblo. Al parecer los zombis son sus propios habitantes. Los esquivas con facilidad pero se han puesto nerviosos. Se agitan activos.

Todo en el pueblo esta podrido y derruido. Las moscas zumban por todas partes.

La joven pasó la primera guardia junto a Brendan, limitándose a escucharle rascar su instrumento, el agradable sonido sin embargo la hizo quedar dormida antes de que se le pudiera ocurrir un tema de conversación. Llevó su propia guardia sin mayor novedad, vio al mago levantarse y leer su libro, como sí estuviera en la comodidad de su casa. No le dio importancia y se tomo el tiempo de prepararse y despertar al resto del grupo.

Después de un largo y mojado día de viaje, el grupo llegó a las afueras de un pequeño pueblo y se detuvieron para analizar la situación. Sin embargo, antes de que nadie pudiera dar su opinión el mago se hizo invisible y se adelantó a ver que había delante. Cabezota tonto...  pensó Lyanna al desmontar del caballo y tomar su arco.

-Yo seguiré al mago. Sería una pena que un orco lo mate antes de que pueda yo golpearlo por soberbio- Anuncia  mientras comienza a avanzar con mucho cuidado hacia la aldea. - Les haré saber si hay enemigos cerca, manténganse a la vista.-  dice la joven antes de avanzar, de nuevo lleva el arco listo en la mano con una flecha ya sujetada y lista.

Esta chiquilla es muy impulsiva.... no tiene ni idea de estrategia de combate enana.

-"¡Bueno! Veo que estos dos tienen prisa por descansar..."

-"Eneldar, propongo que dejemos aquí los caballos con un soldado y vayamos los cuatro que quedamos, por parejas, a explorar. Sin alejarnos mucho. La aldea no es muy grande y se explorará rápidamente. No nos separemos demasiado y mantengamos el contacto visual. ¿Qué os parece la idea?"

Yo me quedare aquí con los caballos. Soy el único que conoce los planos de la misión. No puedo arriesgar la vida. Los soldados se quedan conmigo.

Lyanna avanza cubriéndose con facilidad entre la hierba alta. El pueblo esta a un quilometro. Cuando se encuentra a unos 500 metros ve con horror que esta lleno de cadáveres andantes putrefactos que gimen y se agitan moviéndose inquietos por todos lados.

Mientras tratais de decidir que hacer ya Lyanna se ha adelantado desapareciendo entre la hierba alta tras el mago que había ido el primero hacia la aldea derruida.
En ese momento observáis que se acerca al galope un caballo montado por un enorme guerrero de apariencia brutal. De largo pelo negro, semidesnudo con una capa de pieles y un collar de huesos, con un hacha a dos manos a la espalda directamente hacia vosotros.

-Karel, se nos acerca alguien, lo conoces?- Le Pregunto al enano mientras agarro mi laud -Parece un guerrero- Le comento y me preparo contra la aproximación del desconocido.

Tras estar siguiendo las huellas por fin encuentro a los autores de éstas. Se acercaba la noche y había que buscar refugio.

Buenas mis señores. Digo una vez estoy lo suficientemente cerca de ellos. Soy Vareorn, hijo de Grimbeorn. ¿Y vosotros quiénes sois? Dejo unos segundos para que se presenten y luego añado  ¿Qué hacéis por aquí?. En tono amistoso.

Al ver aproximarse a este nuevo personaje adopto una posición defensiva. Me preparo con mi escudo y mi hacha.
-"La verdad es q no conozco a este mastodonte, Brendan. Es más grande que su propio caballo."
-"Eneldar, ¿sabes si lo han enviado para ayudarnos? No parece de esta zona...."
Al llegar el desconocido a nuestro lado, se presenta.
-"Hola Vareorn, hijo de Grimbeorn. Yo soy Karel Drum. Y lo que hagamos por aquí creo que no es de tu incumbencia. Podría preguntarte lo mismo a tí, ¿por qué nos sigues?"

-Eneldar se ha ido, le comento al enano, solo estamos tu y yo-

-Saludos viajero, mí nombre es Brendan, estás perdido o es que eres de por aquí?- Le pregunto amistosamente esbozandole una leve sonrisa y realizando un par de acordes con el laúd.