Partida Rol por web

No bebo, y deberiamos partir. Nos queda una cabalgata hasta El Muro y no me apetece pasar la noche en el yermo.

Al retirarse el anciano, Lyanna hizo lo mismo. El gentío la agota rápido y necesitaba escapar de la muchedumbre. En su cuarto durmió con la ventana abierta, el aire de la ciudad le parece apretado y asfixiante, por lo que necesitaba descansar.

Al día siguiente se reúne con el grupo. Lyanna estaba segura que iba a obtener una negativa, por lo que fue incapaz de disimular la sorpresa que le causó escuchar que el rey había asentido a su muy atrevida petición. - ¿De... De verdad? quiero decir... ¡Si claro! Es justo que nos apoyen en esa causa. En fin... aparte de las viáticos, necesitaremos al menos cien metros de cuerda, un par de antorchas y yo personalmente necesitaré un carcaj repleto de flechas con puntas largas, para utilidad y cosas así.

Veo partir a Valandur con una media sonrisa en la boca, sé que aceptará nuestras demandas. Sino, ¿para qué nos ha hecho llamar?

Buena jugada la de Lyanna, la chiquilla es osada. ¡Y también se va a dormir!

Miro a Brendan.... parece que me va a tocar brindar solamente con él.

-"Bueno, Brendan, parece que la diversión es solo cosa de dos. ¡Veamos que tal estómago tienes!"

-"¡Posadero! ¡Ve trayendo más cerveza para el elfo y para mi!"

Después de bastantes jarras, cuando me sacio un poco la sed (un enano nunca se sacia), me retiro también a descansar.

Al día siguiente, estando almorzando con mis compañeros, veo venir a Valandur con un acompañante. Como imaginaba, acepta las demandas que le propusimos..... ¡Perfecto! Su acompañante se presenta como Eneldar el brujo o algo así..... No me gusta nada su pinta..... a decir verdad, no me gustan nada los magos. ¡Están todos locos!

-"Saludos Valandir. Saludos Eneldar."

-"Brendan, creo que deberemos de dejar esas cervezas y tus canciones para más tarde. Terminemos de almorzar y pertrechémonos para el viaje."

-"Por cierto, Valandur. ¿Qué más nos puedes contar sobre ese mohoso libro? ¿Cómo lo identificaremos? ¿Qué tipo de peligros nos podemos encontrar por allí? Háblanos también sobre la Torre del Observatorio y El Muro, por favor."

Eneldar reconocera el libro cuando lo vea. La torre del observatorio fue construida por los numenoreanos hace miles de años, la protegieron con trampas. Nadie ha sido capaz de entrar a ella.... esta mas alla del Muro. Solo los cazadores y tramperos locos van mas alla del Muro. Se construyo para mantener alejados a los muertos que caminan. Hace de eso muchos siglos pero pocos saben lo que hay en los bosques del norte.

Os mira, estaba absorto en sus pensamientos mientras hablaba:
Oh, no os estare asustando,..

-tendréis todo un viaje para que os pueda deleitar con buenas historias mí amigo, nunca es un mal momento para una buena narración- le comento a karel. -Pero lamentablemente la cerveza tendrá que esperar- le replico.

-Yo necesitaré también un par de carcaj para mí arco por las dudas y ya estoy listo. Emprendamos viaje cuando gustes- le digo a Eneldar.

En el ultimo momento antes de partir la comitiva llega un elfo.
Os presento a Lladorihn, un componente mas del grupo. Ira con vosotros a la torre.

- Ruego disculpen mi tardanza, he tenido un pequeño encontronazo con unos seres y me ha llevado más tiempo del estimado, pero estoy listo para partir. - Miro con un aire de superioridad hacia vosotros, con la barbilla bien alta y como si el suelo oliera a mierda. - Por cierto, el nombre es Llädorîhn, no Lladorihn...  - En esta frase se puede notar un tono de desaprovación.  

La comitiva avanza hacia el norte abandonando Fornost a traves de los valles de las laderas occidentales de las quebradas: altos barrancos al este flanqueados de bosque espeso que termina en campos de cultivo salpicados de pequeñas granjas. Al oeste corre un rio hacia el sur. Conforme el dia pasa y queman leguas al trote los campos de cultivo cerca del rio dan paso a cañaverales salvajes y el bosque al este se hace mas espeso. El camino serpentea mas cerca de las quebradas y al anochecerdivisan El Muro. Una construccion de piedra derruida en su mayor parte y cubierta por el musgo. Mas alla de el no hay camino, solo un paramo boscoso cerca de las quebradas y una cancha aguada cerca del rio.

El aullido de los lobos saluda a lo lejos a la luna que se levanta.

Deberiamos acampar cerca del muro para pasar la noche y decidir la ruta a partir de ahora. La torre se halla en el extremo norte de las quebradas donde el rio nace. O seguimos el curso del rio o nos adentramos en el bosque.

Mientras cabalgamos, tomo mi laud y lo afino bien, practicaria un par de melodías y trataría de hacer un par de prosas sobre la ciudad de fornost y lo que había visto en el corto tiempo en el que estuve alli. Mientras pienso la melodía, voy viendo el paisaje de campos labrados y bosque.

De pronto, nos acercamos al muro y Eneldar nos sugiere que acampemos cerca del muro y nos da dos caminos por los cuales podemos ir. -Yo creo que ir por el río va a ser mejor, y si les parece, puedo hacer la primera guardia de la noche-

Llegó la hora de partir hacia el Muro. Nos pertrechamos bien y aparece un nuevo compañero. Se presenta ante nosotros un elfo con aires de superioridad y... oliendo a magia. ¡Lo que faltaba! ¡Otro mago loco y encima elfo! No me va a gustar mucho la compañía en este viaje... exceptuando a la chiquilla, esa jovenzuela promete.
-"Bienvenido a nuestro pequeño grupo Llädorîhn. Nos iremos conociendo por el camino."
El viaje en caballo se me hace insoportable. Para ser un enano monto bastante bien, pero no es una cosa que me guste mucho. Voy todo el camino en silencio y lo poco que hablo son monosílabos. No estoy de humor...
Al llegar al Muro, Eneldar decide acampar ahí antes de adentrarnos más allá del mismo.
-"Me parece una excelente idea. Tengo el culo dolorido por montar en esta estúpida bestia. Aunque hace bien su servicio."
Desmonto del caballo y lo ato junto a los otros. Empiezo a preparar mis cosas para descansar y hablo en general:
-"Si quereis, haré una fogata para calentarnos por la noche."
Miro a Eneldar y le digo:
-"Supongo que la ruta más fácil es seguir el curso del río, como bien dice Brendan."
Miro a Brendan y le guiño un ojo.
-"Yo haré la segunda guardia, no tengo mucho sueño. ¿Los demás que camino creéis que debemos escoger?"
Volviendo la mirada a Eneldar:
-"¿Qué más nos puedes contar sobre estos lares? ¿Qué camino crees que puede ser más peligroso? ¿Cuál es el más directo para llegar a la torre?"

Sentado junto al fuego Eneldar saca de su zurron un poco de hierba y se pone a fumar. Con los ojos enrojecidos por el sueño o lo que fuma saca un pergamino lleno de anotaciones y lo estudia unos minutos.
Si seguimos la linea de los barrancos a traves del bosque hacia el norte llegaremos a la torre. El rio pega una vuelta hacia el oeste pero tambien nace alli. Ambos caminos son validos. De lo que nos podemos encontrar no tengo idea. Hace años que nadie viene por aqui a nada. Animales salvajes seguramente.

...o los muertos que caminan
Susurra uno de los soldados. El otro soldado que afila su espada hace un gesto como de incredulidad y hastio.

-"¿Los muertos que caminan? ¿Qué tipo de supercherías son esas? Un buen golpe con el filo de mi hacha y ya nadie se vuelve a levantar. Jajajajaja

Yo me cuidaría mas de los merodeadores orcos. Suelen bajar mucho al sur y no me extrañaría encontrarlos. Estas montañas están llenas de agujeros y les gustan los agujeros para ocultarse de la luz del sol.

La llegada del elfo de inmediato le hizo voltear los ojos con hastió y se limito a presentarse. - Lyanna Longshot, Hija de Rholos Bentspear y Jefa de cazadores de los valles dunledinos.- Afortunadamente para ella; la fascinación por la belleza elfica ya había sido superada (en su mayoría). Su tono petulante la fastidió notablemente pero decidió guardar su opinión hasta tener un precipicio donde arrojarlo a las profundidades de la tierra.

Tomo uno de los caballos y lo montó de un solo salto mostrando gran habilidad en un intento de fanfarronear con el resto del grupo; se descolgó el arco del hombro y sujeto una flecha de su carcaj con la misma mano que lleva el arco. Solo en caso de que se tropiecen con algo peligroso.

El camino le pareció un paseo por los prados, un camino sencillo con caballos bien entrenados, era casi como deslizarse en una alfombra voladora para Lyanna. Era evidente para ella, después de ver a su compañeros un momento que ella sería la mejor jinete, si no es que una de las mejores. Durante el recorrido, ella se adelanto varias veces para mantener una vista conciencia constante de los alrededores. Conocía a los orcos, y, a pesar de que sus pueblos habían sido aliados. No sentía ninguna simpatía con ellos; monstruos de piel grisácea que la perseguían en sus sueños; se cuidaba mucho de ellos.

Al llegar a la Muralla, Lyanna tuvo que detenerse y fascinarse por el tamaño de la construcción. -¡Es mas grande que la del Abismo de Helm!- anunció con una muestra de emoción infantil que pronto ocultó con una tos fingida. desmontó y acercó el caballo al rio para ambos tomar agua.

-Yo prefiero seguir el rio. No solamente tendremos un flanco protegido todo el camino. también agua y comida fresca y podremos guardar las raciones de viaje para cuando estemos en las profundidades.- Menciona la joven al escuchar la pregunta sobre las rutas preferidas. Mucho puede salir mal en un bosque. Recordó la joven una vez que siguieron a un ciervo a las profundidades del bosque y uno de los cazadores se rompió la puerta. Hubo que abandonarlo ahí por que no había modo de cargarlo debido a la dificultad del terreno.

Luego alguien mencionó orcos y muertos vivientes.Los primeros no la intimidaban tanto, violentos y agresivos, son descuidados y es fácil evadirlos; pero los muertos vivientes son otra cosa, la joven instintivamente sujetó un amuleto que colgaba de su cuello. -¿Es cierto que hay muertos vivientes aquí?- pregunta sin soltar el talismán, incorporándose. -Dicen en mi clan que los muertos se levantan por odio y que atacan a los vivos hasta que maten al objeto de su odio.- La confianza que mostraba el enano, sin embargo la reconfortaba un poco.

En cuanto a los turnos, la joven solo dijo poco esta vez. - Yo iré tercera...- La chica guardó silencio un instante y luego agregó. -Quizá también me quede despierta en el primer turno. Eso de los muertos no me dejara dormir tranquila.-

La noche transcurre sin incidentes y al amanecer emprendieron camino siguiendo el rio. Habia viejos senderos cubiertos de hierba alta que atravesaban los cañaverales y zarzas de lo que antaño posiblemente fuesen prados.
Al mediodia comenzo a llover generosamente sin interrupcion y a mediatarde calados bajo sus capas y chapoteando en el suelo embarrado divisaron un viejo molino de madera desvencijado. De las aspas rotas colgaban como harapos negros las telas que debian recoger el viento, ondeando como crespones funerarios hacian balancearse levemente la cruz.
Cric... Cric... Cric...
Como un quilometro mas adelante habia un pequeño pueblo en no muy buen estado. Pocos tejados habia enteros. No se escuchaba ni un pajaro, ni un insecto. Solo la lluvia y el crujir de las aspas del mplino.
La noche se acerca.