Partida Rol por web

- Tenga, mi tarjeta.- dijo ofreciendole a la muchacha la tarjeta de la empresa.- Cuando tenga un dia libre... tal vez podria llamarme para tomar un cafe... ir  a bailar....

Stark se vio soprendido por un abrazo inesperado que corto el galanteo de raiza.- Por supuesto, el ejercito necesita a los mejores para esta mision, muchacho pero preferiria que regresara de una pieza, no se lo comente a la prensa pero los niños no son mi fuerte.- bromeo

Dio una sonora palmada y añadio.- Bien muchachos, suban al pajarito, prefiero salir temprano.

El general dio un respingo e iba a gruñir una negativa tajante al respecto, Stark no era militar y ya tenian un piloto preparado para la mision pero Stark se adelanto de forma tajante.- Es mi motor, si no lo piloto yo les vuelvo a montar la chatarra que tenian y me lo llevo.

El general podia requisarselo pero seria papeleo y una perdida de tiempo impresionante, asi que lo permitio y Stark subio triunfal al aparato.

Señorita, ¿quiere ser mi copiloto? No se preocupe si no sabe pilotar, este bebe vuelva practicamente solo pero yo necesito conversacion inteligente para no dormirme a los mandos.- bromeo.

De nuevo el Cabo Brown miró a Stark y de nuevo al objetivo de sus halagos para volver a menear la cabeza e irse con paso lento hacia el aparato. Era preferible entrar cuanto antes posible en el pájaro que seguir escuchando la insufrible cháchara de niño rico. Con un poco de suerte dentro del aparato les dirían a que demonios atenerse. 

En cuanto el general dio la orden abandoné ligeramente mi posición de firme y avancé para entrar en el aparato sin ninguna palabra hacia mis compañeros. Vi que el cabo Brown se me había adelantado, pero no importaba. El aparato parecía ser bastante amplio, seguro que encontraba un hueco donde estar tranquilo las horas que durara el viaje.

Menudo grupo habían juntado, en mi opinión así sólo lograrían que muriéramos todos. Pero teníamos una misión y yo iba a cumplirla costara lo que costara.

Sonreí con picardía mientras me agarraba del brazo de Stark.

- Por supuesto, señor Stark. No se preocupe, sabré entretenerle. - Mi sonrisa se ensanchó, mientras subía al avión junto a uno de los hombres más ricos que había conocido.

Al final el ejército no va a ser tan malo...

El soldado suspiró mientras negaba con la cabeza.

-Señor Stark....... compórtese por favor........

Acto seguido Taylor se dirigió al avión y contempló al resto de sus compañeros.

-Supongo que no hemos tenido tiempo de presentarnos. Mi nombre es Taylor, Jack Taylor. Soy especialista en comunicaciones..... supongo. Un placer conocerles. ¿Cuáles son sus nombres? ¿Y sus habilidades y conocimientos? Es bueno conocer al equipo cuando se trata de preparar estrategias y saber de qué herramientas se disponen.

Miré a Taylor mientras esperaba sentado en el avión. No parecía el típico soldado... desde luego no era el prototipo. En ocasiones parecía más bien una rata de laboratorio.

Pero parecía un tipo inteligente. - Murphy, Ryan. - contesté. La respuesta fue simple, sin pretender serborde, pero sonó algo seco. No estaba acostumbrado a las relaciones sociales. - Francotirador. -

No tenía mucho más que añadir, así que me recosté en el asiento y crucé los brazos. Esperé pacientemente a que el resto fueran subiendo y colocándose en sus lugares para el viaje. Luego cerré los ojos y me preparé para dormir

Amuro se acerco al avion, era impresionante, muy grande de metal brillante. Demasiado grande. Se sintio pequeña y algo intimidada.

El hombre de la piel oscura era muy grande y alguien dijo que habia que subir alli. Se asusto y le cogio la mano como una niña pequeña, esperando que el la protegiera... pero le faltaba algo. Su espada, su juguete... miro a todos lados buscandola, al principio solo con curiosidad y luego mas inquieta.

amuro tiro de la manga del señor de piel oscura.- No esta..- susurro mirandole con ojos bidriosos No me puedo ir sin ella.... 

Al principio no se dio cuenta absorto como estaba despreciando a Stark y a todos los lameculos que se acercaban por el mero placer de arrastrarse sin pizca de dignidad que ni siquiera se percató de que la joven japo le había cogido la mano. Al darse cuenta de que una mujer blanca le estaba tocando abrió mucho los ojos como si estuviese apunto de quemarse. 

Casi dio un paso atrás para huir cuando cruzó la mirada con los ojos desvaídos de la muchacha, la culpabilidad se sobrepuso al miedo y a pesar de que tragó saliva sonoramente -algo parecía que le oprimía la garganta-.

-De... de que está hablando señorita... ¿Amuro verdad? Las palabras parecían atragantarse y resistirse a salir de forma coherente.

Anthony aprovechó que sus sus compañeros de fatigas estaban charlando entre ellos para acercarse a la nave en la que había estado trabajando Stark, y que dentro de poco les llevaría hasta su destino. Sentía curiosidad por ver las mejoras de Stark había introducido. 

No hacía falta preguntar. Suponía que sabía que era lo que la chica rubia buscaba, lo había visto en las pelis que daban antes de la guerra. Los japos tenían mucho cariño a los mondadientes y había preguntado por ella incluso antes de perder la chaveta. La había llamado... ¿Rio-majo-ser? ni puta idea pero suponía que era aquello... 

Trató de desembarazarse del apretón de manos pero la chica insistió y tiró de la manga como si fuese una niña pequeña. Suspiró y por un segundo hundió los hombros con desesperanza recuperando la compostura antes -esperaba- de que los demás se diesen cuenta. Disculpe señor -se dirigió al general Hoover- la... la joven pregrunta por su... espada. Creo que no se irá sin ella. Señor.

La señorita tiene una lesion cerebral... esperamos que temporal, un efecto secundario. Como entendera no es logico darle un arma a una discapacitada mental. Dejamos su espada en el avion, dijo y se acerco para susurrar algo al soldado negro.

Le voy a dar una mision nueva, señor. No hay nadie mejor cualificado para el trabajo sucio que un negro ¿Cierto? lleban años haciendolo...- comento como si tuviera que hacerte gracia el chiste.- Ahora bien, si la Japo no mejora antes de llegar a Berlin, metale un tiro en la cabeza y tirela del avion. Le estara haciendo un favor y tampoco se perdera gran cosa.

Al subir al avion no encontrasteis diferencia con cualquier otro, todas las mejoras eran mecanicas y con el motor cerrado nada se veia de aquello. Por otro lado Stark protegia bastante bien sus patentes.

- Ultimo aviso para los pasajeros de Aerolineas Stark, despegaremos en cinco minutos. Recuerden ponerse los cinturones de seguridad y los asientos en posicion vertical.- dijo el piloto tomando posesion de su puesto, quitansose la americana y colocandola detras de su asiento. Dio unas palmaditas en el asiento del copiloto, invitando a Rachel a sentarse alli.

Al fondo del avion, reconvertido en un incomodo transporte de tropas, habia una serie de paracaidas y una caja de madera rectangular cerrada. Entre los tablones separados podian verse varias armas de fuego y la empuñadura de la katana de Amuro.

Inconscientemente había escogido a propósito el asiento más al fondo del avión que había podido. Me sentía mucho más tranquilo cerca de las armas de fuego.

En lo que todo el mundo subía y se preparaba para el despegue eché un vistazo a las armas que había, esperando encontrar un modelo Mosin-Nagant M91-30. Estaba deseando probarlo. Habían producido 50.000 ejemplares para pruebas el año pasado y yo aún no había tenido la oportunidad de probar ninguno, eran el nova más.

Seguro que Stark, con su pasión por la tecnología, tendría alguna de esas maravillas en su arsenal...

Me senté junto a Stark cruzando las piernas, y apoyando al espalda en la silla de forma arqueada para reslatar mis pechos. Mostré una de mis mejores sonrisas y miré ligeramente a mi alrededor.

- Bonito avión, señor Stark. Me parece que este vuelo será interesante.

Había volado pocas veces en mi vida, pero tenía ganas de vivir al experiencia, además junto a un hombre como aquel, seguro que el trayecto sería mucho más emocionante.

Casi parecía haberme olvidado de a donde ibamos, pero... en verdad la idea no se alejaba de mi cabeza.

Las palabras del general denotan que le importamos todos una mierda, para el no somos más que sus nuevas armas en su pequeña guerra particular. Si la chica tiene una lesión cerebral debería recibir cuidados y no enviarla a un sitio donde su vida correría peligro – Anthony agradeció que Brown cuidara de ella. Antes de subir se acercó a ellos dos

No sé que clase de consecuencias pueden derivar de las lesiones causadas por la mierda que nos han inyectado, pero si se siente mal o se siente extraña, dígamelo y cuando volvamos buscaré una forma de curar esa lesión que le ha producido la droga. Saber los síntomas puede ayudar a saber el alcance de la lesión

Hanna tiro del brazo del hombre negro. Entedio que su espada espada estaba dentro del avion pero aun tenia cierto miedo al avion y no queria entrar sola en el.- Ryu majin-sen.- dijo la chica corrigiendole.- Es mia, me la dio mi padre, la tengo que proteger y ella me cuida a mi.... la quiero....- dijo como una niña pidiendo una muñeca.

Escucho que hablaban de ella, o se referian a ella de alguna manera.- ¿Sintomas?'.- Penso sin comprender a que podia referirse.- ¿lesion cerebral?...- Ella se sentia bien, algo diferente... algo extraña... no como siempre o eso penso pero entendio que querian hacerle pruebas o algo por el estilo y literalmente, Gruño al señor que pretendia "curar" una lesion cerebral tratando los sintomas.

- ¡Vamos, no pierdan mas el tiempo, suban!.- Gruño el general, molesto por alguna razon. Debia tener algo que ver con Stark, al que no quitaba ojo de encima.

Empujados por las prisas del general todos subieron al avion, con mayor o menor convencimiento y Stark comenzo la maniobra de despege, como si fuera algo que hiciera todos los dias.

El pajaro se deslizo fuera del angar y despues por la pista de despeque, elevandose con magestuosidad en el aire, dejando la base abajo, muy pequeñita, hasta llegar al nivel de las nubes.

El millonario no hacia nada por evitar que se notara su interes por la dama que tenia sentada a su lado.- No sea timida, cojamela.- dijo y un segundo despues señalo la palanca que tenia Raquel justo delante.- Cojala con suavidad y mantengala bien recta ¿La tiene? Bien, asegurese de que la tiene.- dijo y levanto las manos, igual que un niño que abandona el manillar de la bici para gritar "mira mama, sin manos" solo que lo que habia soltado eran los mandos del piloto y todo dependia de la estabilidad que Raquel pudiera darle al aparato para manteneros a todos con vida.

Sonreí ilusionada como una niña por llevar el mando, y entusiasmada por recibir tanta atención. Me mordí ligeramente el labio inferior y cogí la palanca con firmeza con cierta sonrisa de picardía. 

- No se preocupe, creo que se me da especialmente bien mantener este tipo de cosas... firmes. - En mi cabeza saltó la pícara duda de... ¿Querrá que le sujete algo más?