Partida Rol por web

- Tenemos que recuperar el cubo.- dijo Hanna ignorando toda amenaza de Hill.- Esa cosa tiene el poder de los dioses en su interior, aquel que lo tenga dominara el mundo y nadie estara a salvo. Lo hicimos una vez, podemos repetirlo... pero no para ellos.- dijo señalando a la capitana.- Que han dicho que ellos ganaron la guerra y que los alemanes son sus aliados pero no a dicho si son amigos ahora porque todos piensan como ellos. En cualquier caso nos vamos.-dijo rotunda. en cuanto me devuelva mi espada, o le prometo señora que no tendra tiempo de decirle a nadie mentiras sobre nosotros con el cuello roto.

Miro a sus compañeros esperando su respuesta.

Por un instante me imaginé a mí mismo desenfundando a la velocidad del rayo y volándole los sesos a la Capitana. Sería tan sencillo. Tan rápido. Nadie podría detenerme, estaba seguro de ello.

Pero en el fondo sentía como si fuera insubordinación. Aunque la mujer había recalcado que no teníamos ningún tipo de documentos. Éramos como fantasmas en un mundo totalmente desconocido para nosotros. Decía que la prensa se nos echaría encima... yo pensaba que seríamos unos completos desconocidos. Lo veía más bien como una ventaja... Si no quería nadie me encontraría.

Escuché las palabras de Amuro. Ciertamente podríamos recuperar el objeto para nosotros. Debía de valer mucho dinero para las personas adecuadas. Y con dinero, y sin ningún tipo de documentación que pudieran usar para rastrearnos... podríamos desaparecer en este nuevo mundo.

- Haré lo que ellos digan. - gruñí finalmente señalando a Brown y Peterson e ignorando por completo a la Capitana Hill.

Brown permaneció en silencio durante unos minutos, empezó a transpirar y una gota de sudor fue cayendo de la sien hasta la mitad de la mejilla. Hacía rato que ya no prestaba casi atención a lo que decía la gente a su alrededor, solo pensaba en que estaba solo, que su padre el reverendo Brown ya no estaría para aconsejarle o sermonearle como solía hacer cada vez que metía la pata.

Estaba solo y no había siquiera podido acudir a su entierro, quedaban tantas cosas por hacer pero lo primero estaba en los mandamientos en el cuarto, Honrarás a tu padre y a tu madre... si, era eso. Tenía que pensar en lo que querría su padre que hiciera y él nunca permitiría que su hijo dejase las cosas a medias y sin terminar. Si ya habían intervenido en un principio era algo que debía terminar, luego sería libre para continuar con lo que fuese que tuviese que ser su vida.

Esta bien -resopló mirando directamente a Hill- solo por esta vez en... recuerdo de alguien. Luego lo dejo.

Eso esta mejor. Nuestros informes dicen que el cubo iba a ser subastado antes del ataque de Magneto. La inundacion de la ciudad arruino la subasta. Creemos que el portador del objeto se encuentra en un hotel, atrapado por las aguas. Un antiguo hotel de la ciudad. Ustedes llegaran alli en un helicoptero, como refugiados salvados por los equipos de rescate.

Ese hotel es seguro, en el se encuentran quince personas. Todos ellos diplomaticos y gente famosa que no deben saber ni ser importunados por la mision.

- ¿Uno de esos quince es el portador del objeto? - pregunté. Quería saber cuál sería mi objetivo. - ¿O el portador es otra persona escondida en el edificio? -

Esta Capitana no daba detalles claros... necesitaba ser más específica. El ejército se había echado a perder en estas décadas.

Uno de ellos, descubrir cual es cosa vuestra. Como ya os explicado todos son gente importante. Entre ellos un traidor a nuestra nacion que conoce a la mayoria de los miembros de Shields. Seguramente sea miembro de Hidra, una organizacion terrorista muy importante. 

- ¿Y no podemos sacarles la información por las malas? Rompiendo unos cuantos dedos y unas cuantas rótulas el traidor cantaría seguro. - dije. Era lo más sencillo, rápido y efectivo que se me ocurría.

-¿Cuando salimos y... cual será nuestra tapadera señora?- Preguntó con la última palabra casi atragantándosela. Aún se le hacía raro la idea de que las mujeres estuviesen en el ejército y menos aún que estuviesen al mano.

Si vamos a hacer esto vamos a hacerlo bien... Murmuró para él mismo.

- Ustedes llegaran en un helicoptero como si les hubieran rescatado del agua y no, no pueden romper los dedos a un ministro de los que aprueban los fondos para mantener esto en marcha. Cuando descubran al traidor lo ponen en nuestro conomiento, lo aislan y lo custodian. ¿Esta claro?

Guarde silenció mientras mi unidad preguntaba y aclaraba sus propias dudas sobre todo aquello, tenia los codos sobre la mesa una mano sobre la otra y el mentón y mi boca ocultos tras ellas.

Miraba a mi equipo de forma detallada, finalmente deje caer mis manos sobre la mesa, dejando ver un gesto serio más serio de lo que era costumbre.

Volví a mirar a mis hombres antes de hablar.

Esta claro que nuestro país nos necesita otra vez, no os puedo pedir más de lo que ya se os pidió, el precio que hemos pagado es alto, mucho mayo del que nadie debería haber pagado.

Hemos perdido familia y amigos... solo nos tenemos los unos a los otros o al menos ese es mi punto de vista.

Nosotros empecemos esto y nosotros debemos terminarlo, pero como ya he dicho cada cual debe tomar esa decisión.

Mire al doctor y a la capitana Hill.

Antes de partir a la misión necesitaremos unas clases sobre tecnología, armamento que nos podamos encontrar y podamos usar, armas.... y lo más importante un informe detallado sobre nuestras familias, amigos y patrimonio. Y deben aclararnos que es eso que nos han llamado... Mutantes con poderes peligrosos.

Mi mirada se volvió rapidamente contra Hill-  

- Se hara lo que se pueda, no tenemos mucho tiempo.- dijo Hill. Buscaremos a sus familias y les pagaremos el salario con los retrasos de los ultimos 60 años, si hacen esto bien hasta puede que les concedan una medalla.

Dijo Hill caminando hacia la puerta.- Les traeran ropa apropiada y les enseñaremos lo que podamos. - dijo pasando ante el tipo negro. 

Cuando nadie lo esperaba la capitana solto el puño en el estomago del tipo, en agradecimiento por haberla retenido en el pasillo.- Ahora estamos en paz, pero vuelva a tocarme y le enviare con sus antepasados.

Gruño antes de salir furiosa.

La puerta se abrio un momento despues y les llevaron un monton de ropa. Era como si la hubieran sacado a vulto de una tienda, pantalones, faldas con una alarmante excased de tela, camisetas con dibujos raros... una moda que no comprendiais.

Uno de los soldados os dio una revista donde mostraban la ropa que llevaba la gente de esta epoca y la cantidad de agujeros que se ponian por todo el cuerpo para estar a la ultima.

Entre toda esa montaña habia muchas sudaderas con capuchas y vaqueros que no podiais precisar si era ropa de mujer u hombre. En verdad era una epoca muy rara.

Una vez seleccionada la ropa, os aconsejaron volver a los cuartos para ponerosla. Teniais poco tiempo, algunas prendas estaban todavia humedas lo que os daba la sensacion de que realmente habian rescatado la ropa de una tienda inundada.

Una vez listos os reunieron arriba, en una plataforma de despegue de aviones.

Brown miró varias de las prendas mientras trataba de adivinar si era de hombre o de mujer, resultaba imposible que ningún hombre con las hormonas en su sitio se vistiera con aquellos colorines propios de chiquillos, enrojeció visiblemente al fijarse en la ajustadísima ropa -al menos para las costumbres de su época-  que esperaban que se pusieran sus compañeras, mucha carne a la vista.

Miró a los que les entregaron la ropa y estuvo apunto de preguntar si solo tenían ropa de maricones pero había señoritas delante así que simplemente se negó a ir vestido de aquella manera. Él era un hombre decente. Bueno, simplemente un hombre y no una cupletista de variedades.

Hanna miro la ropa y solo pudo preguntar- ¿Es una broma?

Cuando vio que no lo era tomo un pantalon que parecia de hombre, algo mas amplio que las ajustadas ropas femeninas y una sudadera tambien grande. No le gustaba vestirse de hombre pero le daba verguenza hacerlo con las ropas de chica de esa epoca.

Busque entre aquel montón de ropa, algo que me sentara bien y me permitiese moverme con facilidad. Ojee una de las revistas para ver cómo debía vestirme sin levantar sospechas, aunque tras ver la dichosa revista pensé que si mi padre viviese y pudiera verme pensaría que su hijo ha perdido la hombría o la cabeza.
Finalmente me decante por un pantalón tejano negro, para mi gusto algo más ajustado de lo que habría preferido, aunque me podía mover bastante bien con ellos, una camiseta negra de manga corta con unas letras raras de color dorado y una de esas sudaderas con caucha en un tono gris oscuro, la verdad es que me iba un poco grande pero quizás era mejor así, ya que podría ocultar en ella lo que fuese de menester o bien en sus grandes bolsillos.
No tarden mucho, el tiempo apremia.
Disimuladamente hice una seña a Hanna para indicarle que quería hablar con ella.
Tras coger la ropa y el calzado que me aconsejaron, me fui a mi habitación para cambiarme.
La ropa estaba algo húmeda pero si se suponía que nos habían rescatado del agua para dejarnos en la azotea del edificio donde nos teníamos que infiltrar era mejor así, más creíble.
Tras salir de la habitación ya cambiado de ropa me acerque a un soldado.
Me gustaría hablar con el capitán o capitana Hill, tan solo tiene que responder a una duda y no le quitares más de un par de minutos. Pero es de vital importancia.

Se accedio a la peticion de audiencia con Hill, mientras el resto se terminaba de acomodar a los tiempos.

La capitana parecia enormemente atareada. Tenia un aparato pequeño por el que hablaba, uno con botones diminutos.ç

- Si, eso es... lo quiero para mañana a primera hora.- colgo, o eso parecio. Tiro el aparato sobre el escritorio de su mesa. Tenia una especie de cristal donde se veian imagenes con la definicion de la realidad misma y a pleno color.

- Bien, ya se le a concedido el capriño, no tenemos mucho tiempo asi que hable.- ordeno con tono de arpia

No dejaba de sorprenderé toda aquella tecnología, pero no había demasiado tiempo como para perderlo en aquellas cosas y Hill tampoco parecía muy dispuesta a que se lo hiciesen perder.
Mire a la Capitana fríamente me importaba muy poco que fuese mujer.
Disculpe que la moleste no le robare más de unos minutos de su valioso tiempo. Pero hay una cuestión que creo importante y quiero que me lo aclare, antes nos llamó mutantes y dijo algo de que teníamos poderes. Explique sé que es un mutante y de que poderes habla, necesito saber que le pasa a mí equipo antes de iniciar esta misión.

Brown se escondió en uno de los vestuarios con varias prendas de ropas bajo los brazos, al cabo de un rato -mientras aún el Teniente no había terminado de hablar con Hill- salió aseado y vestido con una camiseta negra que le resultaba al menos cómoda para moverse y unas gafas de sol de aviador. Escogió recortarse la barba, al parecer se llevaba como si solo estuviese afeitarse una vez a la semana.

-¿Que tal?- Preguntó algo azorado por su nuevo aspecto.

En silencio recogí también unas prendas del montón... intentando que fueran lo más parecidas posibles a mi ropa anterior... obviando que no eran el uniforme militar. Un pantalón elástico, similar a un chándal, una camiseta sin mangas y una cazadora ligera negra y con capucha completaban el atuendo. Las pintas eran muy similares a mi vestimenta de civil de hacía unos años, aunque suponía que con etiquetas de otras marcas...  otros tiempos, otra época.

Sería difícil pero tenía que intentar adaptarme. Eché un vistazo a Brown y sin decir nada asentí en silencio. La verdad es que el sargento tenía un aspecto amedrentador para cualquier persona.