Partida Rol por web

Brown se sorprendió estando de repente entre Amuro y Orphen, se había movido solo por puro instinto bloqueando la linea de visión entre hombre y la muchacha. ¿Porque lo había hecho? Ni el mismo sabría como explicarlo, simplemente había actuado por instinto.

Quizá eran los recuerdos o quizá porque parecía que aquello que miraba el dueño del Hotel se embruteciera pero él personalmente ya tenía un candidato a cabrón mayor del reino. Dios le perdonase por lo mal hablado pero se le estaba pegando de los blancos.

Espera Hanna. -La interrumpió-.

Calló un momento sonrojándose. Espere Señorita Amuro, no sabemos si la habitación está asegurada. Si ya... Hace tiempo los había podrían haber micrófonos y podemos asumir que quizá más pequeños que antes. Propongo que los busquemos.

Dicho aquello y agradeciendo salir de la vista de todos empezó a registrar la habitación mascullando algo tan bajo que solo él podía llegar a entender.

Hanna miro Jeremiah y sonrio.- Hanna esta bien, entre nosotros... las formalidades pasaron hace muchos años...pero... ¿Como vamos a saber que aspecto tienen esas cosas ahora?... ¿y si vamos al baño a hablar? Hay menos cosas que estudiar, es facil ver algo raro en objetos mas... familiares.- dijo viendo que la sala estaba llena de cuadros y detalles. podian pasar horas revisando cada cojin y podria pasarseles algo con la forma de un boton... que no fuera un boton.

De momento sugiero empezar por aqui.- dijo tomando la cesta de fruta, abrio la ventana y espero una señal de conformidad antes de tirarla al agua que inundaba varios piso abajo.

Uno de esos momentos perdidos en tu memoria te ataco de pronto. Tenias sangre en las manos, Rachel gritaba, las imagenes se hicieron mas nitidas. Estabas asistiendo a un parto, el de tu propia compañera Rachel. Viste claramente un niño en tus manos pero Rachel se habia callado de pronto y la hemorragia continuaba.... de nuevo tus sentidos retomaron al futuro... o presente....

Amuro se había acercado a Brown y le susurraba algo al oído. Este se detuvo mirando a la muchacha sin saber muy bien que decir. Luego asintió y ella lanzó las frutas que les entregara Orphen por la ventana. Luego los dos se encerraron en los servicios. La cara de Brown una máscara difícil de descifrar.

Los dos estaban encerrados en el baño. Brown miró un momento por la rendija de la puerta para asegurarse de que nadie les escuchara. Bajó la cabeza y miró a Hanna a los ojos. ¿Que...? Tuvo que carraspear, sentía la voz terriblemente ronca. ¿Que quieres?

Aquel hombre tenía algo, aquella sonrisa ensayada, aquella mirada penetrante como si pudiera leer lo más escondido de tu alma, había algo casi siniestro en aquel hombre.
Cuando por fin nos quedamos solos, Hanna tenía algo importante que decirnos, pero afortunadamente Brown la interrumpió, yo también había pensado en la posibilidad de que la habitación tuviese micrófonos o a saber que otros artefactos modernos más pudiera esconder.
Asentí con la cabeza ante las palabras de Brown observando cómo él y Hanna tras tirar la cesta de frutas por la ventana se encerraban en el baño, les indique al resto que guardasen silencio cogí el mando del televisor que nos había enseñado el doctor y subí el volumen, les indique que se acercasen y una vez lo suficientemente cerca para escucharme empecé a  repartir tareas.

Murphy usted el dormitorio, Rachel ese lado del salón señale un lado del salón, yo el otro lado. 
 

Asentí a Peterson y me puse a buscar de forma metódica en el dormitorio. No quería que nadie escuchara nuestras conversaciones, y menos después de lo que acababa de recordar, tenía que hablar con mis compañeros YA. En especial con uno de ellos. No entendía cómo podíamos haber olvidado algo así.

Encontraste algo en la pared, escondido detras de un cuadro. No sabias que era pero el punto de cristal en el centro hacia el efecto como si enforar, se movia electricamente, si te alejabas o acercabas y ademas tenia una pequeña rejilla en la parte superior donde se leia en pequeño, micro. Con dos cables pequeños conectados. Todo cabia en la palma de una mano cerrada... pero no podrias precisar que era, salvo por lo que podias intuir.

Encontraste algo en la pared, escondido detras de un cuadro, en un extremo del salon. No sabias que era pero el punto de cristal en el centro hacia el efecto como si enforar, se movia electricamente, si te alejabas o acercabas y ademas tenia una pequeña rejilla en la parte superior donde se leia en pequeño, micro. Con dos cables pequeños conectados. Todo cabia en la palma de una mano cerrada... pero no podrias precisar que era, salvo por lo que podias intuir.

Hanna miro a su alrededor y despues a el. Era complicado hablar, tampoco tenian mucho tiempo.- ¿Que recuerdas?.- pregunto intentando saber hasta que punto recordaba aquel hombre.- Yo no recuerdo mucho del principio... mi cabeza no estaba bien.- Explico.- Despues hay grandes espacios en blanco y algunas cosas que puedo ordenar mas o menos sin problemas... ¿y tu? 

Para ella tambien era dificil empezar aquella conversacion.

Completasteis la mision en tres meses....

Pero nadie os ayudo a salir de alemania....

Lograsteis contactar con Stark de alguna manera y el loco volvio para sacaros pero su avion fue tiroteado antes de llegar al punto de extraccion concertado....

El cabron tiene suerte. No murio, solo le hirieron... fue apresado y os las ingeniasteis para rescatarlo....de alguna manera.

Recordaste a Stark y a Rachel muy juntos, como pareja.... os convertisteis en un comando de resistencia dentro de alemania. Descubristeis la existencia del cubo, el maldito cubo....

La cabeza comenzo a doler al negro soldado como si le perforasen en busca de petroleo. Imagenes mezcladas, tiros, sangre....

Mire aquel diminuto objeto con cara de extrañado, hasta que pude leer la palabra micro en letras extremadamente pequeñas grabadas en la parte superior junto a una pequeña rejilla. Además estaba parecía que se movía eléctricamente, no sabía que podía ser pero tenía la sensación de que era algún tipo de aparato de espionaje.
Así que lo arranque de los cables, se lo mostré a Rachel y a Murphy para que tuviesen una idea de que buscar, ahora que sabía que buscaba lo haría de forma mucho más cuidadosa.

Con extremo cuidado arranqué aquél aparato de la pared y lo guardé en la palma de mi mano.

Regresé al salón con mis compañeros haciendo un gesto de silencio con la otra mano y les mostré el aparato.

Rápidamente busqué papel y bolígrafo para escribir un mensaje. No podíamos hablar pero tampoco quería deshacerme de aquél micro.

Comencé a buscar tal y como Ethan había dicho mientras trataba de no darle vueltas a la cabeza sobre aquellos recuerdos. Sin embargo, al ver que Ryan cogía un papel y empezaba a escribir pensé que quizá no fuera prudente. Me acerqué a su oído tratando de que no se me escuchara fácilmente:

- Quizá haya cámaras... Esconde eso.

Luego continúe registrando la habitación.

Terminamos lo que teníamos lo que teníamos que hacer en Alemania... Nos abandonaron allí y Stark trató de sacarnos, le capturaron y le sacamos... Luego... Todo es borroso, combates, sangre... Stark y Hoover... Nada más -terminó frotándose las manos como si aún hubiese algo más que contar que no se atreviese a continuar.-

Debemos volver con los demás, a saber en que lío se van a meter esos solos. Sin esperar a que Annah contestara salió de los lavabos.

- ¿Nada mas?. repitio Hanna apesalumbrada, resoplo y asintio.- Esta bien... volvamos.  dijo con un susurro triste. Jeremiah no la recordaba, no recordaba nada... era como si no hubiera pasado o se arrepentia de ello e intentaba borrarlo como si no hubiera pasado.

Hanna abrio la puerta del baño, parecia entristecida por alguna causa. La conversacion entre ella y el tipo negro solo habia sido de dos minutos pero no tenia pinta de haber sido grata.

La pareja vio que sus compañeros habian encontrado pequeños aparatos electricos que guardaban celosamente sin saber muy bien que hacer con ellos y seguian mirando por si habia camaras en alguna parte.

No quedaron mas paredes sin mirar, no parecia que nada mas estuviera fuera de lugar o fuese amenazante para la seguridad del grupo.

Era tarde, entrada la madrugada.....El tiempo pasaba y comenzaba a hacerse sentir el cansancio en ellos.

A pesar de que había sido idea suya Brown se mantuvo extrañamente al margen de todo. Por lo que decían algunos de ellos se podía suponer que poco a poco iban recordando cada uno de ellos. Quizá aquello sería un alivio para el resto pero no lo era en su caso.

Demasiados sentimientos encontrados, demasiado vértigo, de lo que se acordaba iba en contra de todo lo que su padre le había enseñado. Estaba... fuera de lugar, él estaba fuera de lugar. Se sintió perdido y sin poder apartar la vista de Hannah. Se maldijo a si mismo y se dijo que aquel no era el momento, luego trató de centrarse en lo que hacían los demás, cuando le pareció que ya debían de haber terminado. Miró a sus compañeros.

¿Conclusiones? -Preguntó-.

Recogí todos los aparatos que habían encontrado mis compañeros, los coloqué en un montón en el suelo y de un par de sendos pisotones me aseguré de que dejaran de funcionar para siempre. El señor Orphen iba a tener una charla nada amistosa conmigo en cuanto volviéramos a vernos.

Luego me giré a mis compañeros. Tenía mucho que contar y no sabía por dónde empezar.

- La mano de Orphen estaba fría. Muy FRÍA. - recalqué. - Como si acabara de sacarla del hielo. Recuerdo a un nazi que tenía el mismo "problema". Era uno de los que experimentaron con nosotros. - miré un instante a Peterson: - No creo en las coincidencias, señor. -

Sacudí la cabeza intentando centrar mis recuerdos. - Es posible que este Orphen nos conozca... o que sea descendiente de alguno de los chiflados que experimentó con nosotros. Temo que hayamos entrado de lleno en otra trampa. -

No podía creérmelo, tantos años después y de nuevo en la misma situación.

- Hay más... - esta vez mi rostro se volvió en dirección a Rachel y por un instante miré mis manos rememorando aquél recuerdo tan vívido. - Rachel... tú... tuviste un hijo. Yo... - dije balbuceando un poco. Me costaba encontrar las palabras. - te asistí en el parto. Tuve al niño en mis brazos. -

Nunca me hubiera imaginado a mí mismo asistiendo a un parto pero el flash era tan real que dudaba que fueran imaginaciones mías. Mi opinión sobre Rachel estaba cambiando. Si en el pasado fuí capaz de llevarme bien con ella, y preocuparme hasta el punto de asistir a su propio parto... quizá es que la chica en el fondo valía más de lo que aparentaba.

En ese momento me di cuenta de algo... - ¿Cuánto tiempo duró la misión de Alemania antes de que nos pusieran a hibernar? - pregunté. Si Rachel había tenido un hijo tenía que haber requerido tiempo para engendrarlo... los embarazos duraban nueve meses... a menos claro que los alemanes hubieran hecho algún experimento raro con ella y el bebé. Tal idea me alarmó sobremanera.