Partida Rol por web

Chica nueva en la oficina

Miró a su hermana de forma que podía haber muerto mil veces en ese momento y después miró lo que le quedaba de hamburguesa, dándole una oportunidad de seguir viviendo para dar algo de atención a la muchacha que hablaba cantando.

-Nyara- se presentó haciendo un gesto para hacerle hueco en la mesa mientras el blanquito (iba a tener que empezar a ponerles detalle a los motes para saber mentalmente de quien hablaba. Se presentaba igualmente, como si el hecho de que le invitasen a ser parte de un grupo no le hiciese ilusión.

No puedo culparle. Reconoció bebiendo parte del refresco mientras que, la vocecilla malvada (que normalmente identificaba como Kyara) le decía interiormente "esta noche puede ser una pasada".

Decidido... Sonrió para sus adentros, más optimista de lo que se había sentido con respecto al lugar y la gente en él y entonces la vocecilla de Kyara se filtró hasta llegar a su oído, dedicándole palabras de amor al blanquito silencioso.

-Kya...- aunque sonó "kía" como siempre que acortaba su nombre. No era una riña, era más bien un aviso suave, entre hermanas, más interesada por la respuesta de Andrea sobre si había problemas o no.

Después de todo eso influía directamente en sus pequeños planes.

Andrea se queda pensando unos segundos y dice:

- Bueno a veces hay problemas, para que negarlo, sobretodo cuando alguien se descontrola, a ver no os asusteis, cuando aparecen vuestros poderes por asi decirlo depende de muchas cosas, no se por ejemplo me han dicho que cuando un hombre lobo esta despertando y es luna llena puede ser un poco peligroso, pero todo se controla, de hecho mi jefe, el que pilotaba el helicoptero es un hombre lobo y lo tiene totalmente dominado.

Se rasca e menton y dice:

- Mira os voy a contar una experiencia personal, yo cuando empece a despertar me metia en los sueños de los demas sin darme cuanta, cosa que ahora puedo controlar sin problemas

Se rie divertida, parece que recuerda algo gracioso que le paso en esa ocasion

No he situado mi zona anal encima de la silla cuando ya está la rubia siendo un monotema sin gracia. ¿Por qué? ¿No conoce a más velocistas? ¿No puede usar a Zoom? Zoom mola más que Flash.-Deja ya el tema de Flash, coooño.-digo sin más, sin tono borde, ni enfadado. Un simple tono neutro, como el que usaría para darle la hora a alguien.

A la italiana símplemente la asiento mientras pillo ensalada. Parece una persona totalmente normal, así que, atendiendo a la ley de Murphy, acabará convertida en una masa de tentáculos rosa capaz de controlar el crecimiento del pan.

Mientras mastico, escucho a Andrea hablar sobre como se metía en los sueños de la gente. Está guapo, pero no es demasiado útil, sobre todo teniendo en cuenta que a la gente se le acaban olvidando la mayoría de sus sueños. De hecho, es una pollada. Y si quieres hablar en privado con alguien, no necesitas meterte en sus sueños. Es el peor superpoder de la historia. Es peor que ser una momia. Aunque prefiero meterme en los sueños de alguien a ser una momia, pero no deja de ser una chorrada. No tiene sentido que le den un puesto de segurata a alguien que sólo hace eso. Tiene que haber algo más.-¿Ese es tu único superpoder? ¿Meterte en los sueños? ¿O puedes hacer más cosas, como no sé, controlar mentes o borrarle la memoria a la gente o algo de eso?-digo antes de tomar un sorbo de agua. Según mis cálculos, ya tenemos al profesor Xavier, al Hombre Múltiple y a la Bruja Escarlata (versión manga). Oh, y un Lobezno hay ya por ahí, aunque más lobuno. A esta le tocará ser Fénix. Poco a poco, vamos completando el bingo de los X-Men y sus enemigos.

Era tranquilizador saber que al menos las cosas estaban bajo control. Aunque la situación seguía siendo surrealista. Mientras la agente, Andrea, charlaba, ella hacía bailar con su tenedor la ensalada de su plato. Ignoraba como el resto podía tener apetito. Quizás también eran licántropos, y simplemente necesitaban carne para saciarse.

-¿En los sueños de la gente?- preguntó algo incrédula. «No me gustaría que fueran ésas, mis habilidades. Creo que sería estresante, y dime tú quien iba a poder dormir por la noche...».

La pregunta por parte de Christopher hizo que de pronto ya no fuera tan tranquilizadora. «Lo que faltaría, que los controlasen leyéndonos la mente. Ésto es de locos...». Observó expectante, primero a Christopher, a quien asintió con la cabeza como apoyando la pregunta y que a ella también le interesaba la respuesta. Luego a Andrea, esperando la respuesta. No era una maniática de la intimidad, pero una cosa es tu espacio vital o que entren en la habitación sin llamar, y otra que se cuelen en tus pensamientos íntimos o tus sueños. Y quizás íntimos también.

-¿Sólo te funciona con humanos, o con los mágicos también?- preguntó, quizás siendo una cuestión estúpida. Si había la posibilidad de vetar a alguien de entrar en su cabeza, le interesaba saber cual era.

Andrea escucha los comentarios y sonrie, entonces dice:

- Bueno yo no lo llamaria superpoder, umm como lo diria, normalmente tienes mas de una habilidad, esa fue la segunda que desarrolle, pero claro que tengo mas

La mujer coloca una de las manos hacia arriba pero vuelta y sus uñas se alargan bastante pareciendo garras, para justo despues recogerlas, la mujer dice:

- Son muy utiles porque cortan hasta los metales

En ese momento Christopher nota como algo le toca por la espalda, instintivamente mira y puede ver que se trata de una cola que le esta tocando la espalda, Andrea dice:

- No se si conoceis las leyendas de las sucubos pues algo asi son mis habilidades, y si, puedo excitar enormemente a hombres y mujeres cosa muy util por cierto

Finaliza riendo mientras recoge la cola que termina desapareciendo en su cuerpo

-¡Me cago en la puta!-digo cuando veo el rabo de la mujer, echando un poco para atrás la silla instintivamente. Me quedo unos segundos mirándola, mientras se me pasa el susto.-¡Un súcubo!-digo, mirando a la cola mientras se recoge.-Mola. Pero la próxima vez avisa antes de acariciarme con tu cola, o moriré atragantándome con la lechuga.-vuelvo a acercarme a la mesa, más tranquilo. Un puto súcubo, está guapo, pero lo cierto es que lo que más me ha sorprendido es Bruce. Me parece muchísimo más interesante que una persona puede dividirse y que cada copia pueda pensar de forma individual.

¿Y puede excitar a la gente? Eso sí que tiene que molar. Supongo que emitirá feromonas muy potentes o algo.

Entonces me acuerdo del atolondrado baboso que "conocí" en la puerta, y esbozo una sonrísa imperciptibilísima. Quiero ver como usa sus poderes en él. Seguramente Andrea no tendría ni que mover un dedo, el pobre moriría de forma instantánea al quedarse su cerebro sin sangre nada más la vea. Su pene explotaría al instante, manchándonos a todos de una mezcla poco agradable de fluidos.

Que asco.

Me meto más ensalada en mi cuerpo. Pillo carne. Ya he asimilado completamente que una mujer acaba de acariciarme con su rabo, y vuelvo a mi estado semicalmado habitual. No sé, nada te sorprende después de ver a un tío dividirse. Lo cual me vuelve a recordar lo impaciente que estoy por saber que puedo hacer. Es cuando voy a asimilar esto como algo más que una especie de sueño o fantasía absurda. -¿Qué nos recomiendas para ir descubriendo a que movidas somos más afines?-pregunto a Andrea.-¿Tenéis algún campo de pruebas o algo así, una sala del peligro o algo?-garras afiladas. ¿Descubriría que las tiene mientras se rascaba algo? No quiero ni saber el estropicio que puede causar eso. 

 Lo que ocurría a su alrededor no pasaba desapercibido, escuchó cada palabra e incluso devolvió el saludo de la chica que había conocido en el helipuerto cuando ella le reconoció al acercarse a la mesa, pero estaba más preocupado por llenar la tripa. Ya había terminado la primera hamburguesa y se disponía a comenzar con la otra cuando la mujer hizo un truco que le hizo respingar con brevedad.

 Eso con lo que había tocado al tal Christopher era una ¿cola?, y había dicho que se trataba de un súcubo o algo similar, no era un letrado de ciencias paranormales pero tenía una vaga idea de lo que eso significaba y le pareció sumamente interesante aunque claro estaba que prefería no tener que descubrir todos los poderes que era capaz de utilizar en carne propia.

 Tomó un leve trago de su refresco, con cuidado no quería beber de más…- Estaba a punto de preguntar algo similar – finalmente habló refiriéndose a la última pregunta Christopher – Seguro ustedes tienen algún método para hacernos “despertar”.

Te cagas. Una kinder sopresa.

Aunque desde luego las cosillas que Andrea afirmaba hacer no tenían nada para "kinder". Con el estómago misteriosamente sellado tras la exhibición, Nyara empezó a recoger aquello que había cogido para aligerar el trabajo de limpieza, aparentemente metida en su mundo.

O quizá solo intentaba no vomitar encima de nadie.

An drea sonrie y dice:

- Bueno esto es un castillo, siempre hay mazmorras donde meter a la gente que da problemas y ese es uno de mis trabajos.

Sonrie complicemente y añade:

- Como mostrar y proyectar vuestros poderes, bueno pues la verdad no sabria que deciros, por lo que se poco a poco tendrian que empezar a manifestarse y lo haran poco a poco, mejor eso que rapido porque no sabeis lo que puede suceder, no se. Normalmente os traemos aqui poco tiempo antes de que empeceis a manifestar vuestras habilidades, aunque en el castillo de Kyoto hace poco tuvieron que ir a buscar a una niña que habia empezado a manifestar sus poderes mucho antes de lo normal, por lo visto se empezo a formar una bastante gorda porque resulto que la niña era un vampiro.

Suspira profundamente y dice.

- Yo no fui ni nadie de aqui, pero Kumiko una de las que esta alli me lo conto y lo pasaron bastante mal, sobretodo la chica, pero bueno como veis con vosotros eso no va a pasar porque ya estais aqui.

Mira a Kurt y dice:

- Creo que el señor Gunther estaba investigando algo para controlar los despertares por asi decirlo, pero no se como le ira, y no se, si me preguntais creo que no seria algo demasiado prudente

-Pero Flash mola -contestó mientras seguía con la comida mientras la mujer decía ser una súcubo y hablaba de sus capacidades como si fuera lo más normal.

De momento, Kyara mantenía su capacidad de sacar de quicio a todo el mundo, y no iba presumiendo de ello.

-Vamos, que puede que lo pasemos mal alguna noche, como cuando te duelen los dientes -dijo con uno de los carrillos llenos de hamburguesa para poder hablar y que se la entendiera. Vio a su hermana que se ponía en pie y parecía haber terminado- Eh, Nya, ¿a donde vas? -se levantó y se acercó a ella- ¿estás bien?

Tirando los restos de lechuga a la papelera levantó ligeramente la barbilla para mirar a su gemela.

-¿hm?- sacudió la cabeza para eliminar cualquier rastro de preocupación en Kyara- se está haciendo tarde. Me apetece dar una vuelta para llamar al sueño.

Hizo un gesto con el brazo como estuviese apartando cosas que le estorbaban sobre la mesa y bajó la mirada al suelo durante un par de segundos.

-Perdona que no salte de alegría pero sufro de la espalda como ya sabes...- musitó con voz grave y afectada imitando a Scar del Rey León haciendo un gesto con la cabeza hacia la salida del comedor- ¿Vas a seguir cenando?

Andrea que ya habia terminado de cenar se pone de pie colocando todas las cosas de su cena en una bandeja dice:

- Bueno, parece que ya se ha hecho de noche y yo ya he terminado de cenar.

Mira a Kyara y dice:

- Bueno todo depende de cada uno, algunos lo pasan peor que otros pero no creo que tengais muchos problemas, eso si, cuando os encontreis especialmente mal llamadnos o avisad a alguien porque nunca se sabe que es lo que pueda suceder

Despues mira a Nyara:

- Pero no salgas del castillo que es bastante peligroso y asi me ahorras trabajo, ademas en realidad ahora voy a cerrar las puertas, por lo que no podriais entrar en toda la noche y creedme, aqui por las noches hace frio y os lo digo yo que soy rusa.

Sonrie mientras coge las cosas, llevando la bandeja al mostrador donde estaba la comida, antes de marcharse del comedor dice:

- Bueno, espero que os lo paseis bien, eso si, no os pongais a corretear por los pasillos y procurad o estar en vuestras habitaciones o en la sala de relax porque dudo que vayais a la biblioteca a pasar toda la noche, aunque bueno si quereis ya es cosa vuestra, eso si, os recomiendo descansar que mañana sera un dia bastanrte largo para vosotros

-Ya voy, ya voy -dijo terminándose la hamburguesa mientras se ponía en pie para ir con su hermana a donde quisiera ir- Tu camina que yo te sigo -miró a los demás- un placer y nos vemos mañana.

-Prometido, nada de salir de aquí- dijo levantando una mano a modo de despedida con una última mirada a la mesa donde se encontraban los demás reunidos.

-Cualquiera diría que en un lugar así debería haber más movimiento por la noche, ¿hm?- comentó mientras empujaba la puerta del comedor, manteniendo una mano en ella para sostenerla al paso de su hermana.

A punto estuvo de escupir la bebida cuando vio la cola detrás de Christopher. Dio un brinco en su sitio y tragó rápidamenet. 

-Cazzo!*-espetó, mientras veía como se retiraba la cola. Parecía que no era la única en sorprenderse, así que al menos no hacía la situación aún más surrealista de lo que ya era. Escuchar a Andrea hablar de mazmorras hizo que Lia se prometiera a sí misma que no tenía en absoluto ninguna intención de pisar ése sitio, ni como visitante ni residente.

Cuando ésta se hubo levantado se dio cuenta de la hora que era, y la verdad, apenas tenía apetito para seguir intentando cenar.

-Bueno, gracias por contestar Andrea- aunque algunas respuestas no habían sido tan tranquilizadoras como otras. Se giró hacia el resto para ver como las dos hermanas también se retiraban. Levantó la mano, despidiéndose-Hasta mañana chicas, buona notte-.

Tras ésto se giró, viendo que se quedaba a solas con Kurt y Christopher.

-Tenía en mente ir a ésa sala recreativa que hemos visto al llegar, no tengo mucho sueño precisamente. ¿Os vais a dormir? Si os apetece, podéis venir. No me entusiasma pasearme sola por éste castillo lleno de personas-criaturas, pero tampoco diría que no a una copa antes de retirarme-se sinceró mientras recogía sus platos y hablaba a ambos, visiblemente más relajada sin Andrea allí. El hecho de ver en directo algo tan raro le había acabado de incomodar.

 Terminó la comida que se había servido, aún tenía un poco de hambre pero llenar tanto el estómago a esas horas y con todo lo que estaba pasando no le pareció un buen idea, además con toda el azúcar que había ingerido lo que menos quería era pasar la noche en vela aunque tal vez si eso llegaba a suceder podría darse un paseo por la biblioteca en busca de algún libro interesante.

 - Te acompaño, Giulia, si no tienes ningún inconveniente - le dedicó un franca y cálida sonrisa, para ser sincero a él tampoco le apetecía deambular por el lugar con tantas cosas extrañas por ahí, lo único que no terminaba de quedarle claro era el hecho de que hubiese tan pocos "monstruos", imaginaba que muchos más se les unirían en la cena pero no había sido así.

Creo que Andrea no sabe lo que es la sala del peligro. Eso significa que estos son unos X-Men de clase B. Normal, son europeos. Seguro que la base rusa es una sala del peligro en sí.

Bueno, como toda Rusia.

Todos se van largando mientras acabo la cena. Eso implica que las hermanas desaparezcan, lo cual está bien, así quedamos los seres humanos en la sala. Y el súcubo.

Es una pena que no haya forma de acelerar el despertar de los superpoderes. Supongo que no me queda más que tragarme la impaciencia, y esperar y esperar. Y también es un fastidio no poder salir de noche, estoy seguro de que este lugar tiene que ser precioso a estas horas. Hara un frío del cojón, como dice la bicha, pero oye, no todo van a ser comodidades.

-Ale.-digo a los que se marchan, sin más, acompañándolo con un movimiento de cabeza. La italiana cuyo nombre no recuerdo bien nos ofrece ir a la sala recreativa. Vale, mola, estoy muy inquieto para meterme ya en la cama.-Vale-digo apurando el postre.-Yo tampoco tengo un carajo de sueño.-en cuanto acabo, recojo los platos y los dejo en el mostrador. Está bien que me haya quedado con estos dos, son bastante más soportables que las hermanas Ying-Yang y que el baboso ese. Además, para tirarse en un sofá a hablar de gilipolleces, vale cualquiera.

Lia sonrió al saber que al menos no iba a tener que deambular sola hasta que o bien le entrase el sueño o bien se la comiera algún bicho.

-Por mi genial- contestó a Kurt de buena gana, puesto que socializar un poco con el resto no era mala idea. Cuando Christopher se apuntó, Lia sonrió mostrándose complacida-Perfecto, así será más entretenido sobrevivir juntos si ocurre algo-bromeó visiblemente.

Siguiéndolo, llevó su bandeja al mostrador donde se podía ver que la mayoría de la comida aún estaba en el plato, como si aún estuviese por servir. Prefería pelearse con un poco de ron antes que tener que comerse ése pollo. Sacó la cabeza por la puerta mirando el pasillo intentando recordar el sitio que era. Tras hacer memoria, se giró hacia ambos y se aseguró que Kurt hubiese terminado también de cenar.

-¿Vamos, pues?- preguntó con un gesto con la cabeza antes de empezar a caminar.

Salgo.