El camino de descenso se os empieza a hacer algo pesado... es de extrema necesidad comentarle a Rudesindus que ponga algún dispositivo para facilitar el acceso a las diversas plantas de la torre.
Al llegar a la planta baja (esquivando escalones rotos y charcos de agu resbalosa) os encontrais con una sorpresa: ni Góblop ni la Campana de la Llamaa están donde la habíais dejado. De hecho en el distribuidor de la planta baja no hay nadie.
Os dirigís hacia la puerta del almacén, que está abierta, y lo encotrais como lo dejasteis: el busto parlante (con la oveja por peluca) os mira con renovada curiosidad, por el suelo hay algunos restos de grano y un gran cuadro representando a Rudesindus de joven parece algo descolocado en el suelo.
Si no recuerdo mal, las opciones de regalo, por el momento eran: o el cuadro o el busto.
Trolop se rascó la barbilla pensatívamente al notar la ausencia de Goblop y de la campana, pero no dijo nada. Y al llegar al almacén, habló:
-¿Busto o cuadro? Cualquiera de las dos cosas será demasiado para llevarla con nosotros... hummmm. ¡Qué fastidio! El lutín se quedó de brazos cruzados, en pose enfurruñada. Ya estoy muy cansado como para andar cargando peso... quiero divertirme un rato.
No lo recuerdo, ¿La alfombra no se quedó cerca de Goblop? ¿Tampoco está?
Aix sí, la alfombra.. qué despiste!! :p También está, también, enrollada a un lado de la habitación.
Instantes después de que Trolop haya dejado de cantar, y pese a la falta de aire, Karabás aun sigue tarareando la pegadiza cancioncilla.
-Si elegimos el cuadro, podemos cortar la tela y dejar el marco, que es lo que más pesa. Podemos decir que es para que le sea más fácil transportarlo al amigo del amo. Así, todo enrolladito. - sonríe de oreja a oreja, orgulloso de su ocurrencia.
Con un siseo metálico, saca de su vaina de piel un afilado cuchillo talla lutín.
-De todos modos... - se detiene pensativo - ¿Por qué no viene él a coger su regalo? Rudesindus solo dijo que lo buscásemos entre los trastos del almacén, no lo que lleváramos a ninguna parte. Lo que sí había que llevar de un sitio a otro era el libro.
¡Qué buena la canción! XD
Me paro un momento a pensar... ¡Claro, esa es la solución de todos nuestros problemas!. Así se acabará la tontuna que tiene esta gente encima...
Y digo yo... ¿Y si como regalo le damos la dichosa alfombra?. Es fácil de llevar, no pesa, y encima es útil. Yo como regalo preferiría unas cacerolas, pero seguro que una alfombra no disgusta a nadie...
-¡Eeeeeeeh! ¡Pero yo antes quiero hacer unos vuelos con ella! ¡Que no todo tiene que ser trabajo! Gritó Trolop asustado por la posibilidad de que le dejaran sin diversión. ¡Venga vamos Chim! ¡Ayúdame con ella que quiero compartir gloria contigo por tu brillante idea!
Trolop se levantó de un salto y se acercó a Chim, dándole pequeño empujoncitos para que lo acompañara a buscar la alfombra.
-Mmmm...la alfombra no estaba en el almacén, no creo que el amo quiera deshacerse de ella. - aunque entiende perfectamente las razones de Condemorl, supone que el peligroso artefacto es uno de los más valiosos objetos mágicos del mago.
Parece que os ha oido y la alfombra repta lentamente alejándose de vosotros como si de una silenciosa serpiente se tratara.
- Eh...- es lo único que acierta a decir mientras Trolop le da empujoncitos.- Igual la alfombra como regalo no es buena idea, no! El busto, el busto es lo que hay que llevarle! Entre todos, podremos con él!
Luego, cuando se han alejado lo suficiente del resto le dice bajito a Trolop
- ¿Pero tú para qué quieres regalarla? ¿No ves que si no no podrás jugar con ella nunca más? Lo que tienes que hacer es mover el busto con la alfombra, para que todos vean que tenemos un buen regalo, y poder quedarte con la alfombra.
-¡Que no joe! Le dijo Trolop a Chim. Si lo que quiero es ir a por ella ahora que están distraidos para coger el busto y enseñarles que también nos podemos echar unas risas mientras curramos.
Trolop insistió con los empujoncitos
-Venga vamos antes de que se decidan, que se nos escapa la alfombra...
-¡Vale, vale! Este... adelántate tú, yo los distraigo! ¡Eso!- Y dicho esto se alejó todo lo rápido que pudo de Trolop, acercándose al resto.
-Olvidáos de la alfombra, no colará, seguro. Va, Condemorl, con lo fuerte que eres tú seguro que puedes con el busto... Aunque el cuadro no está mal, no. Va, venga, démonos prisa, que aun faltan muchas cosas!
No sé de donde salió la alfombra. Para mí toda esta torre es igual. Si no estaba en el almacén... Bueno, pues tendremos que coger ese busto. Venga, echadme una mano para llevarlo a... ¿A dónde tenemos que llevarlo?. No creo que sea buena idea estar paseándolo de un lugar a otro... Sobre todo, porque no se calla, y me pone de los nervios...
-Como mucho, yo lo sacaría a la sala del diezmo - se encoge de hombros.
-Yo tambien me pido el busto. Aquí está muy solo. Seguro que está mejor con el invitado del amo. Entre todos nos costará muy poco. Sobre todo si Karabás nos ayuda, es caso como nuestro héroe- digo con profunda admiración.
-La alfombra vuela por toda la torre. Sólo molesta cuando se deshilacha porque el amo nos manda coserla y ella se revuelve, pero no es un problema-
Disculpad mi retraso :$
-¡De acuerdo!
El lutín salió corriendo del lugar, en dirección al pasillo, concretamente a dónde se encontraba la alfombra reptando para alejarse de ellos y sus ideas de lutín.
Ya verán estos cuando aparezca con la alfombra y solucione el problema en un lutinquete, jejeje, pensó con picaresca.
Sabia decisión
habeis tomado
pues com el mejor regalo
habeis topado
que lutín hallara.
El busto orgulloso y con toda la pompa de que es capaz espera su rescate.
El busto está en una estantería a metro o metro y medio del suelo. Quizás subidos unos encima de otros llegais... ¿Qué nueva sospresa espera a los habitantes de la torre?
Sorry por el retraso pero estaba cabilando mi nuevo engendro de partida en Umbría :p
Karabás, que estaba despistado, escucha los cumplidos que Pirita le dedica. Sin pararse a pensar si son zalamerías para liarle y que trabaje más de lo que pensaba, alza mucho las cejas y sonríe como un idiota. Casi se descoyunta el cuello de lo rápido que se gira hacia ella para agradecer sus palabras con su fluida prosa.
-Eeeeeeeeeeeee...yooooooooooooooooooooo...solooooo...estoooooo...
Una preguntilla... ¿cómo se ve la estantería donde reposa el busto? ¿Hay trastos apoyados en él que puedan caerse si lo cogemos? ¿Alguna escalera o cosas apilables (libros o cajas, por ejemplo) para llegar más facilmente a él?
Busquemos algo sobre lo que subirnos. No quiero romper nada y que luego me echen la bronca. Venga, busquemos... -Diciendo esto, empiezo a mirar por la sala, en busca de algo sobre lo que poder subirme para coger el busto.
El almacén está repleto de trastos: sacos, ollas, palanganas, una escoba, libros viejos, tarros con líquidos fluorescentes, cuadros, aparatos extraños, etcétera.
Es un viejo trastero repleto de regalos que han hecho a Rudesindus por sus servicios y que él les ha dado poco valor (es decir que no son mágicos o son algo pesados, como el busto parlante). Pensad qué quereis encontrar y qué quereis hacer, le pongo una dificultad, pasamos una prueba y miramos si encontrais eso... o algo similar.
Me sonaba que alguien de vosotros era experto en encontrar cosas... era Plutsky :(
Trolop corría acelerádamente y cómo sólo él sabía hacer en dirección a la alfombra, dejando a los demás lutines atrás, estaba convencido de la grandísima idea de Chim sobre usar la alfombra a expensas de los demás y de esta forma, demostrarles que podían divertirse mientras realizaban las tareas para Rudesindus.
-Jejejeje, ahora verán esos, cuando me vean aparecer con la alfombra y recoger el busto de un solo vuelo. Se dijo riéndose maliciósamente en el momento en el que tuvo la alfombra al alcance de la mano.
-Ven chiquitina, ven, ven. Le dijo a la misma. Vamos a divertirnos un rato.