Partida Rol por web

Percepción Ilidan

Nada parecía esconderse en ese bosque. Si alguien había allí, se estaba escondiendo muy bien. Algunas ramas se mecían por el viento en lo alto. Abajo las hojas de los arbustos, se movían acariciadas por el aire.

Percepción Gelion

El mago no perdía ojo al bosque. No veía nada sospechoso. Si alguien se escondía allí, lo hacia muy bien, y desde luego no seria un numerosos grupo.

Turno 1206

Gelion siguió concentrado. El no era un curandero, no podía ayudar a nadie a sanar sus heridas. Marga además no estaba allí y se sentía desprotegido sin ella.

No parecía haber nadie emboscado pero eso no significaba que no lo hubiese. Aquel hombre parecía un esclavo al que habían usado a modo de caballo. Y si era así tal vez los esclavistas no estuviesen lejos. Aquel lugar no era seguro. Tal vez les hubiesen escuchado acercarse y estuviesen a los lados del camino, escondidos de algún modo, tal vez hubiesen abandonado el lugar y regresasen de un momento a otro. Lo que quedaba claro es que nadie dejaba abandonada una carreta.

Su intuición le decía que no había nadie escondido o si lo había eran unos verdaderos maestros del sigilo. Seguía sin embargo sin estar convencido. Había que ver si Groal podía hacer algo por aquel hombre.

No debemos confiarnos. Quien haya maltratado así a este hombre tal vez no ande lejos.

Turno 1206

Cuando Ilidan vio caer al hombre, instintivamente corrió hacia él, al igual que Groal. Le ayudó a ponerlo boca arriba, y después se incorporó de pie mientras el beornida aplicaba algún tipo de magia curativa, o aquello creía, ya que sólo en un única ocasión su mentor le había hablado de aquella rama de la magia de canalización, que algunos que habían recorrido la senda del montaraz como él habían llegado a iniciarse en ella.

Mientras, algunos de sus compañeros parecían seguir recelando que toda aquella situación no fuera una trampa, a pesar de lo visto en los últimos instantes. A su parecer, estos compañeros se equivocaban en su comportamiento.

Al contrario que Gelion, el numenoreano pensaba que aquel hombre quizás podía haber recurrido a transportar la carreta de aquella manera por necesidad. Es decir, que no había ningún “maltratador”. Simplemente, un hombre que estaba huyendo de la guerra que sucedía al este de allí, y quería salvar todo lo que tenía, pero carecía de  los medios apropiados para hacerlo correctamente o los había perdido durante su viaje. En este caso, un animal de tiro.

Turno 1206

El pequeño hobbit permanecía atento a todo lo que ocurría. Había un hombre cerca del carro y no respondía ante las preguntas de Draupner. El pequeño hobbit miraba a su alrededor pero no había nadie más, o si lo había estaba muy bien oculto. Temeroso de que fuese una trampa, el pequeño hobbit se preparó para usar su honda a la mínima señal de peligro.

Turno 1206

Tras buscarlas huellas y mientras se acercaba con cautela, no halló más rastro que el de aquél hombre y el carro. ¿Cuánto tiempo llevaba caminando? En apenas un par de días ellos habían avanzado bastante, pero a aquél hombre no le podía haber llevado menos de una semana en recorrer lo que ellos habían realizado en un par.

El colapso del hombre y la reacción de Groal, le sacaron de sus pensamientos. Al igual que el Beornida e Ilidan, Draupner se acercó corriendo a la posición del caído, pero viendo que era tratado por sus compañeros, dejó un poco de espacio para que el aire le llegase a los pulmones. Aquél hombre no parecía herido, o al menos no a primera vista, estaba exhausto. 

Al lado del hombre y mientras sus compañeros le atendían, lo inspeccionó con algo más de atención, buscando entre sus enseres cercanos armas, que era lo que podía suponer una amenaza para ellos. Luego echó un vistazo por encima de la carreta para ver el tipo de enseres que llevaba. 

- Groal, podéis tumbarlo en su propio carro y echarle unas mantas por encima para que no coja frío. Y quizá a Wyd no le importe echarnos una mano y con su gran fuerza quizá pueda ayudarnos a tirar del carro. No creo que debamos pararnos durante mucho tiempo, y es evidente que este hombre lleva de momento nuestra misma dirección. -

Oin simplemente enarca una ceja y maldice por lo bajo ante lo ocurrido. Aún así, todo lo sucedido, le ha vuelto un poco paranoico y sigue viendo enemigos por todos lados. 

Despacio, sin dejar de mirar a todos lados se acerca al grupo y echa un rápido vistazo al caído. Carraspea y se aleja un poco dando un rodeo para acercarse a Draupner.

- trrrjemmm .... Brujas... magia... No me gusta... no me gusta... - murmura a su amigo.

RESOLUCION TURNO 1206

Bajo la atenta vigilancia de sus compañeros, Groal termino con su intento de ayudar al hombre. Pero no se movía. Seguía vivo, pues respiraba, pero no se movía. Sus ojos estaban abiertos, parpadeaba cada cierto tiempo, pero seguía sin moverse.
Ilidan estaba junto al beornida, le dejo hacer su trabajo ofreciendo su ayuda, aunque no era necesaria.

Pero el sentimiento general, era el de la desconfianza. El mago creía que el maltratador estaba cerca, Ildan dudaba de la existencia de semejante figura. Bolgo acariciaba la piedra en su honda junto a Gelion. Más cerca del carruaje, los enanos sostenían sus armas. La imagen que daban podía quitar las ganas a nadie de intentar un ataque.

Draupner sugirió subirle a su carreta, y que Wyd arrastrase el carro, en definitiva, seguir el viaje. En la carreta había varios sacos y algún barril, aunque no podían saber que llevaban dentro sin abrirlos, parecía un simple comerciante de comida y quizás vino.
Groal hizo caso al enano, y con ayuda de Ilidan, subieron por la parte de atrás al hombre. Lo dejaron boca arriba, seguía en el mismo estado. Groal le pidió a Wyd ayuda, y el caballo encantado, se acerco al tiro y el solo metió la cabeza por el collar, ya estaba listo. El beornida se quedo encima del carro, junto al hombre, mientras Wyd, comenzó a tirar, no era capaz de sacarlo del barro. ¿Cómo lo había hecho aquel hombre para meterlo allí? Finalmente Wyd, en un arranque, consiguió mover el carro, y la propia inercia, lo ayudo a volver al camino. Se pusieron en marcha, aunque no dejaron de mirar a los arboles hasta que se habían alejado lo suficiente.

Caminaron durante un par de horas más, justo el tiempo que los estómagos necesitaron para comenzar a pedir su ración, era la hora de comer, y descansar. El hombre no se habia inmutado en ningún momento, y continuaba tal y como lo encontraron. Ni siquiera se molestaron en bajarlo para el descanso.

Turno 1207

El pequeño hobbit miraba con desconfianza a su alrededor. Parecía que el hombre de la carreta estaba consciente, pero inmóvil, indispuesto por así decirlo, que le impedía hablar y moverse bien. El motivo lo ignoraban, pero al pequeño hobbit no le gustaba nada, tal vez sería cansancio, o tal vez el trauma de haber visto alguna cosa desagradable, en ese momento un fugaz recuerdo de los horrores pasados le hizo estremecer.

Introdujeron al hombre en su carreta y tras cierto esfuerzo se pusieron en marcha. El pequeño hobbit optó por subirse en el carro y estar al lado del hombre, vigilándole, aunque sin perder detalle de lo que pasaba a su alrededor.

Tras unas horas de viaje, llegó el momento de detenerse para comer, algo que el pequeño hobbit agradeció, sus tripas hacía un buen rato que no paraban de recordarle de que tenía el estómago vacío.

Bajó de la carreta y se quedó con sus compañeros mientras preparaban algo para comer. Tras dar cuenta de su almuerzo rápidamente, se subió de nuevo a la carreta con algo de agua y comida para intentar dársela al hombre. Dejó su honda preparada en un lado por si tenía que cogerla rápidamente y usarla. No creía que el hombre le atacase, y si lo hiciese poco podría hacer, pero desconfiaba de los motivos que le habían llevado a su estado, y tras los horrores vividos días atrás, no podía por menos que estar preparado para lo imprevisto.

Turno 1207

Gelion tardó en relajarse. Sólo cuando llevaban unos minutos avanzando y abandonaron el escenario donde encontraron a aquel hombre sintió que no había emboscada de ningún tipo. Aún así miraba hacia atrás esperando que de repente algo surgiese y les atacase.

Caminaron un buen rato y terminaron por hacer un alto para comer.

Tenían que descansar y comer pero Gelion tenía otros planes. No podía retrasar más el ritual y no sabía si esa noche tendría tiempo.

Llamó a Siempreviva.

Ven dijo al ave. Tú y seremos uno. A partir de ahora y hasta que uno muera.

Extendió la mano. Siempreviva subió a ella. Y el bosquimano comenzó a cantar en un extraño idioma, con extrañas cadencias y ritmos cada cierto tiempo. La luz del mediodía brillaba en su rostro y arrancaba sombras sobre el pico del ave.

Y luego el hombre y el ave chillaron a la vez, con una misma voz. El abrió los brazos al tiempo que el ave extendía las alas.

¡Vuela! ¡Muéstrame el cielo!

Y el mago permaneció así unos minutos, dejándose llevar por las corrientes de aire, sumido en sentir el viento en el pico y en las alas y en ver otra realidad. Luego, incluso aunque el ave no estaba con él volvió a ver el mundo a su alrededor y sonrió a sus camaradas.

Ya estoy, siento el retraso, me muero de hambre.

Dijo tranquilamente. Comió con un hambre voraz y preguntó a Groal sobre la salud del desconocido. Siempreviva saludó desde el cielo con un graznido.

Percepción Gelion
Turno 1207
 

El mago creyó ver algo en el bosque. Algo que se movía, una sombra que pasaba rápidamente entre dos arboles. Quizas no fuera nada, quizás si...

Turno 1207

Una vez en marcha y según pasa el tiempo, Oin se va relajando e incluso llega a canturrear por lo bajo.

Llegado el momento de parar a comer algo y descansar, Oin se acerca al linde del camino y busca un árbol en el que apoyar la espalda. Deja sus armas junto a él y se relaja un poco. Luego simplemente como en silencio aunque cada cierto tiempo, echa miradas al carro y al extraño personaje que viaja en él.

- No mucho habla... - comenta en voz alta más que nada para romper el silencio que se ha impuesto en el grupo.

Creo haber visto algo, una sombra tal vez.

Dijo de repente el bosquimano.

Ha pasado tan rápido entre aquellos dos árboles que dudo si he visto algo o no.

Y aparentemente el erudito siguió comiendo.

Ante las palabras de Gelion, Oin se pone tenso. Gruñe y sigue comiendo pero ahora más en tensión.

Turno 1207

Tras socorrer al hombre, continuaron su marcha. Ilidan se encontraba en la vanguardia del grupo. Cuando llegó la hora de comer, el estado del hombre no parecía haber mejorado nada ni siquiera con los cuidados de Groal.

Estaban comiendo tranquilamente, cuando Gelion les advierto de que algo extraño podía suceder a su alrededor. Al igual que el resto, intento disimular lo máximo posible el tener conocimiento de este hecho. A su vez intentaba percibir donde se encontraba aquella sombra que había mencionado el mago, y que había pasado desapercibida ante su buena visión.

Si era un enemigo, tenía bastantes buenas cualidades para el acecho, eso debía de reconocerlo.

Turno 1207

Tras ver cómo subían el hombre al carro y tras sacar este del barro prosiguieron camino como había propuesto Draupner. Todos eran conscientes de que no debían de entretenerse demasiado pues todavía les quedaba un largo camino por delante. 

El hombretón recién encontrado se mantuvo inconsciente durante todo el trecho que anduvieron y ni siquiera la detención para comer abrieron sus ojos. Debían estar realmente exhausto. 

Como hiciera en otras ocasiones, Draupner hizo guardia hasta que el primero de sus compañeros terminó de comer. Luego le pidió el relevo y comió él. Al hacerlo se acercó a Gelión y le comentó en voz baja, - No sé lo que estás haciendo ni si hay otras palabras para hacerlo, pero deja de llamar a la muerte o al final vendrá. -

Al igual que el resto, en enano tenía las armas cerca y aunque durante la comida había bajado un poco la guardia, eso no significaba que no estuviera presto para el combate, por lo que al aviso de Gelión reaccionó poniéndose en pie, asegurando el escudo y empuñando el arma, a la vez que buscaba algo de cobertura. También escrutó entre los árboles a ver si veía lo que el mago decía haber visto o intuido.

Un oscuro pensamiento cruzó su mente - ¿Había acudido la muerte a la llamada del mago? -

RESOLUCION TURNO 1207

Desde donde pararon a almorzar, no se divisaba aquella gran nube gris que amenazaba desde el norte. La temperatura había bajado un poco y poco a poco se comenzaba a nublar ligeramente. No era preocupante aun, pero cada vez estaban más seguros que se pondría a llover antes o después. El aire sí que se relajo, y apenas soplaba con fuerza, solo ligeras brisas frías sacudían de cuando en cuando las espaldas de los aventureros.

Mientras Gelion seguía tratando de fundirse en uno con Siempreviva, Draupner recelaba del mago. Para el enano, no se debía jugar de aquel modo con los poderes que el mundo ofrecía, llegando a pensar que la muerte los acechaba por su culpa. El erudito termino sus quehaceres y después se unió a sus amigos para comer.

Bolgo había dejado su honda a un lado, centrándose en la comida, su estomago casi se estaba acostumbrando a comer poco, aunque su entusiasmo no decrecía cuando de comida se trataba. Cuando termino el almuerzo, llevo algo de beber al hombre. Se subió junto a él en la carreta para intentar que metiese algo en el estomago, pero el pobre seguía en estado catatónico. Respiraba profundamente, no se movía y mantenía los ojos abiertos durante mucho tiempo antes de parpadear. Esta vez la honda descansaba junto al hobbit, sobre la carreta. Su mano fue de nuevo a la honda cuando el mago crese  haber visto algo.

Oin y Draupner esperaron un poco más para comer, cuando sus compañeros habían terminado, ellos se acercaron a degustar la comida, de nuevo fría, que habían sacado. Manzanas, jamón ahumado, queso y pan. No era un gran banquete, pero era más de lo que muchos se podían permitir en esos días. Aun les quedaba comida para varios días, entre ella, la legumbre. Además siempre podían coger algo de lo que había en la carreta si se quedaban sin provisiones. Ambos enanos saltaron como resortes ante el aviso de Gelion.

A Ilidan le sorprendió lo que el mago creyó ver. El mismo, mientras comía, había estado atento a cualquier cosa, sin lograr ver nada extraño. Algo apartado, como para tener otra perspectiva, se había llevado algo de comer. Entre mordiscos oteaba la espesura, se mantenía en guardia y degustaba el excelente queso. Cuando acabo, escucho a Gelion y tenso, fijaba la mirada en arbustos y troncos, en busca de esa sombra.

Groal no se había movido de la carreta, ni siquiera se bajo a comer nada, ni quiso el ofrecimiento del mediano cuando le llevo al hombre algo de jamón ahumado. El grandullón no tenia las propiedades de Marga, el no sabía sanar. Solo conocía algunas hierbas y solo podía rogar a Ëste protección para aquel desgraciado. El sin embargo, no se inmuto ante el aviso del mago. Se giro para mirar, para buscar el origen, pero no se sobresalto ni echo mano de su hacha.

Pese a que todos miraban con detenimiento al bosque, nada parecía moverse en el. Estuvieron algunos minutos así, sin moverse, sin parpadear, y nadie parecía ver nada, no se veía desde donde estaban, señales de que alguien o algo anduviese cerca.

Turno 1208

Groal y Bolgo estaban junto al hombre de la carreta. Su respiración era profunda, y sus ojo apenas parpadeaban. Al menos asi había sido todo el rato y continuaba en aquel estado.

Cuando Gelion dijo ver una sombra, los dos la buscaron entre los arboles. La sangre se les helo cuando el hombre, tendido boca arriba, susurro.

- Ya viene... - y no dijo nada mas, nadie lo escucho, salvo el hobbit y el beornida.

El nerviosismo se apodero de los dos, que significaría eso, quien había allí...

Turno 1208

El pequeño hobbit se encontraba, junto con Groal, en la carreta, atendiendo al hombre. Le observa curioso y preguntándose que le habrá podido pasar. Intenta darle de comer y beber pero sin éxito, ante la resignación del hobbit, que no puede evitar sentir cierto desánimo

Si no come ni bebe nada puede ponerse peor -pensó

Estaba absorto en sus pensamientos cuando Gelio dio la voz de alarma, había visto una sombra, rápidamente, sin pensarlo, la mano del hobbit fue derecha hacia su honda. No la había acabado de recoger cuando escuchó unas palabras procedentes del hombre, por fin había hablado.

Ante aquellas palabras miró a Groal y enseguida se puso en pie,

-¡El hombre ha hablado!, ¡dice que ya viene! -dice presa del nerviosismo y mientras prepara las piedras para su honda. Acto y seguido mira hacia todas partes.

Durante unos minutos siguió así, sin moverse, mirando hacia todos los lados, intentando penetrar con su mirada y sus oídos en el follaje y los ruidos del bosque, buscando algo, algo que no aparecía. Ante las palabras del mago y del hombre, se quedó a la expectativa, temía que algo surgiese de impreviso y les atacase.