Partida Rol por web

Turno 206

Los tres enemigos, rapidamente sacaron una nueva flecha para olocarla en el cordel de su arco. Con movimientos totalmente sincronizados, como si de un baile se tratara, echaron sus manos hacia atras, pero por abajo, ya que sus carjac colgaban casi horizontales a la altura de los riñones. Con la flecha en la mano y un rapido movimiento colocaronel engarce en la tensa cuerda del arco y despues tiraron hacia atras de esta. No habia nadie a tiro, por lo que se quedaron asi, listos para disparar en cuanto algun insensato asomase la cabeza.

Turno 206

El bosquimano barruntaba algo, probablemente peligroso y le reconfortó sentir a sus compañeros a su lado. Sus enemigos portaban armas a distancia y les tenían en jaque pues quien sacase la cabeza probablemente la mantendría poco tiempo. Las alas de la magia son tentadoras y en aquel estado el mago se sentía capaz de doblegar al mismísmo señor oscuro a su voluntad. Los ojos ligeramente entornados, el susurro de la magia en sus labios y los vivos colores del mundo rodeándole en un gozo extraño, viéndolo todo en laxos movimientos. Quien corria parecía andar vagorosamente y quien andaba lo hacía entreteniendose perezosamente en el camino, como disculpandose por llegar a su destino. Todo lo veía Gelion de este modo y una idea se le coló en la mente, llena de peligro y audacia.

La magia no es un proceso fácil y la mente vaga comprendiendo extraños patrones, forzándose hasta el máximo. Por ello Gelion se giró lentamente hacia Oin, en dos segundos había calculado las distancias y estaba presto a desencadenar su magia. Buscando mantenerse concentrado habló entre dientes, intentando poner en conceptos simples lo que era tan complicado como destilar agua potable de un puñado de sal.

Dime amigo - dijo hablando de modo que sólo los más cercanos pudieron oirle - ¿ Quieres que te haga saltar hasta allí ?

Se refería sin duda al tejado donde estaban los enemigos.

Turno 206

Elendur se encontraba detrás de aquella mesa parapetado con el fin de evitar recibir los proyectiles de aquellos tres hombres.
Y de manera rápida y efectiva ideó una técnica con el fin de llegar lo antes posible al cuerpo a cuerpo con aquellos arqueros apostados en el tejado.
Groal! Tu eres un hombre fuerte, ayudame. Vamos a coger la mesa de un extremo cada uno y vamos a acercarnos a aquella cabaña. Bolgo siguenos, sin duda tus piedras serán mas escribas mientras mas cerca estés

TURNO 206 

El hombre asintió ante las palabras de Elendur y, hundiendo los dedos en la tierra, levantó un extremo de la pesada tabla de la mesa para usarla como escudo movil. Gruñó ante el esfuerzo; sus músculos ya estaban bastante cansados como para además estar haciendo semejante esfuerzo... su espalda lo lamentaría mañana. 

Claro, si no tenía una flecha entre ceja y ceja, y si había mañana. Por qué el mundo recurre a la violencia con tanta presteza? 

- Vamos pequeño, dijo al mediano, te cubriremos. Has que esas piedras sean certeras! 

Se dispuso a usar su fuerza para maniobrarla de tal forma de quedar cubierto con ella y brindar protección al pequeño que, aparentemente, era el único que podía devolver el fuego.

 Turno 206

Parapetado tras la mesa y con las armas listas, Oin se afana en cargar la ballesta agachado. Es entonces cuando el conjurador le dice unas palabras que al principio no comprende demasiado bien. 

- ¿Saltar? - Echa un rápido vistazo por un lateral de la mesa con ceño fruncido

- ¿Cómo? - murmura para luego abrir los ojos desmesuradamente - ¿Magia? - sólo de pensar en ello se le pone la barba erizada - ¿Con magia quiés saltar hacerme?

Mira la situación en la que están y se acaricia la barba.

- Los Naugrim, a la magia resistimos... tal vez no mu'güena idea es... - deja su ballesta en el suelo mientras habla y coge el martillo - pero si c'ello los felones, muertos son... juro por Aulë q'una estatua... t'pagaré... 

Oin, agarra su martillo y respira hondo. La verdad es que es la primera vez que está tan acojonado, nunca se ha fiado de la magia pero aquel humano le parece un buen tipo, para ser humano. 

- Presto.... 

Hasta Gelion puede ver que está cagado de miedo por la magia pero por encima de todo, no dejará que un humano lo sepa.

Turno 206

-Muy bien ahí vamos!

Dijo el montaraz mientras agarraba la mesa por la patas del extremo superior de la mesa, mientras se parapetaba tras ella y miraba de reojo por dónde tenían que ir avanzando con el fin de no caer encima de la hoguera. Pero esto último le distrajo y no cogió suficiente fuerza para poder ir con la mesa coordinado con Groal.

 Turno 206

Percepcion Ilidan

Ilidan se coloco con la espalda pegada a la pared norte de la cabaña, aprisionando la cuerda entre ella y su espalda. De ese modo sabria si alguien intentaba bajar. Una vez alli, escrudiño a lo lejos, en busca del tirador que habia intentado ensartarle.

Sabia el lugar de donde vino la flecha, se trataba de unos arboles que habia a apenas veinte metros al norte. La oscuridad o la habilidad del enemigo, hizo imposible averiguar su numero o el lugar exacto donde se escondia, pero no podria andar muy lejos de aquella zona.

La fachada norte de la cabaña no tenia ventanas ni puertas, al igual que el resto, a excepcion de la principal que si tenia una unica puerta. Al menos sabia que no le podrian atacar atraves de las ventanas.

Gallindum - Turno 206

Al final había resultado que Gallindum llevaba razón con su preocupación acerca de el merodeador de la otra noche. Habían descubierto a tres hombres en el tejado armados con arcos. Los malditos habían disparado nada más Gallindum dió la voz de alarma, y sorprendentemente las flechas iban dirigidas a Agranil y a Dorhand, y una de regalo para el enano que había gritado. Esos hombres sabían lo que hacían y lo que estaban buscando, cualquier ladrón corriente habría disparado directamente sobre los guerreros del grupo y no sobre los ancianos comerciantes que no representaban ninguna amenaza. Una flecha impactó en la pierna de Agranil, "Perros" pensó Gallindum mientras esquivaba la que iba dirigida a él, otra le dió a Dorhand, pero como pudo comprobar el enano mientras lo ayudaba a llegar a la cabaña, tan solo era un rasguño y el esgarothiano había sido un poco teatrero en cuanto a sus gestos de dolor.

Una vez fuera, se parapetaron tras las mesas del festín. Sabían que los primeros en salir iban a recibir una rociada de flechas y aquellos hombres no parecían andar mal de puntería. Gallindum vio como Arlan se metía dentro de la cabaña quizá buscando una manera de subir al tejado desde dentro. "Si ese cabezadura consigue subir y distraer a los pájaros del tejado, seré el primero en correr y seguir sus pasos", Gallindum pensaba que Arlan era valiente, si podía subir no dudaba que se enfrentaría a los tres él solo, pero tampoco dudaba que no duraría mucho...

Luego vió como Elendur y Groal empezaban a mover la mesa mientras avanzaban en dirección a la cabaña, "Por el yunque dorado de Mahal...¡Buena idea!" pensó el enano. Miró a su alrededor y vio como Gelion preparaba un conjuro, había dicho que para mandar a Oin al tejado... Gallindum no se fiaba ni un pelo de aquello, aunque hubiese visto cuan efectiva era la magia del bosquimano, no tenía ningunas ganas de dar un salto de 15 metros en dirección a un tejado y se alegró de que el mago no lo hubiese elegido a él. Al otro lado estaba Valdir, y Gallindum se dirigió a él.

-¡Rohirrim! ayudame a mover la mesa y avancemos como hacen Groal y Elendur, cuanto más cerca estemos del enemigo, mejor para mi martillo y para tu espada.

Turno 206

Turno 206

El beórnida vio como su compañero levantaba la mesa para avanza, mientras que él apenas había conseguido enganchar los dedos... creyó atisbar una flecha en su dirección y, aunque solo fueron sus sentidos engañados por la confusión, falló en avanzar cuando el hombre lo hizo.

Mascullando entre dientes, dejó caer la mesa. Al levantar la vista, vio que entre ambos apenas habían movido la pesada tabla unos centímetros, tal vez una zancada; lo bueno es que el hobbit se encontraba bien parapetado tras ella.

Turno 206 (II)

Gelion vio a Oin apretar el martillo con decisión. Era un héroe lo que tenía delante y él lo defendería delante de quien fuese. Lo siguiente que dijo debió sonar terrible para Oin pero no había tiempo de nada más, era preciso actuar antes de que los arqueros terminasen de recargar.

Es la primera vez que hago esto. Debes saltar hacia el tejado.

Luego se dejó vencer por la magia, todas sus fibras se erizaron. Declamó en voz alta, aquello no podía susurrarse sin peligro de pervertir la magia y los resultados podían ser terribles.

Braktasdh Lorrehns.

Cuando vio al enano hacer el movimiento le apuntó e hizo el gesto de llevarle hasta el tejado. El impulso del salto se modificó repentinamente y Oin dio un terrible salto de unos 14 metros aterrizando justo al lado de sus enemigos.

 Turno 206

Los tres arqueros vieron como Oin se impulsaba hacia ellos, era imposible, ¿como demonios hacia eso?. Ni tiempo tubieron para pensarlo antes de que sus manos soltaran instintivamente la cuerda de sus arcos. Todas ellas hacia el enano, que en un grito colerico, mas por no mostrar miedo que porotra cosa, amedernetaba a los asaetadores.

 RESOLUCION TURNO 206

Asalto 2

Todo habia resultado muy deprisa, en tan solo unos segundos se habian visto envueltos en un ataque sorpresa. Dede lo alto de una de las cabañas, tres arqueros habian disparado sendas flechas hacia el grupo. Dos de ellas hirieron, en mayor o menor medida, a Agranil y Dorhand. Una tercera volo cerca de Gallindum. Rapidamente todos se pusieron a cubierto, los Esgarothianos estaban ya protegidos en la cabaña, y la mayoria de los almadieros corrian o se escondian en el resto de chabolas.

Solo quedaban los escoltas, salvo Draupner que estaba en el interior de la caseta prioncipal. Parapetados tras las mesas que antes estaban llevanas de viandas, los aventureros buscaban la manera de llegar hasta alli arriba. Arlan habia desaparecido dentro del chamizo, seguramente para buscar una ruta hacia el tejado. Ilidan habia desaparecido tras ella y el resto se afanaba en permanecer fuera de tiro.

Bolgo cogio una de las piedras que llevaba en su bolsa. Habian sido elegidas entre muchas por su peso y forma. Eran algo ovaladas, y del tamaño del pomo de una espada. Una vez cargada la piedra en el buche de su honda, comenzo a girar, aun escondido tras la mesa, su muñeca para imprimir velocidad a la honda.

Gelion mas adelantado que el hobbit, convencio a Oin para intentar algo. Le mando saltar, mientras el mago le señalaba. El naugrim asintió, y se aseguro el escudo. Cuando el enano, sin carrerilla alguna, salto de su posición, se vio inmediatamente catapultado hacia el tejado, acompañado por un movimiento de la mano del mago. El enano surcaba el aire con una amarga cara de miedo. Lo negaria siempre, pero la idea de saltar tanto, y mas ayudado por la magia, le asustaba de veras.

Enano y piedra salieron a la par. Uno gritando mientras la otra zumbaba, surcaban con su vuelo el aire. Pero tambien lo hicieron las flechas del enemigo. Todas ellas dirigidas a un solo objetivo, el enano que se le venia encima a los tiradores.

En cuanto Bolgo solto la piedra, Groal y Elendur levantaron a duras penas la mesa e intentaron avanzar. Entre ambos solo pudieron correr el tablero poco mas de un metro. No por su peso, si no por que la postura era realmente incomoda para los dos altos hombres. Tenian que preocuparse mas por no dejar partes del cuerpo al descubierto, que por moverla. Bolgo acompaño el movimiento refugiandose tambien tras la madera.

Una de las flechas dirigidas a Oin paso de largo, para clavarse en la mesa que guarecia a Gelion. Una segunda dio de lleno en Oin, bueno mas bien en su escudo. Alli quedo alojada por suerte para el enano.

El proyectil de Bolgo se quedo corto, aunque no por mucho. Golpeo estrepitosamente el tejado a los pies de los arqueros para después desviarse lejos sin mayor daño para nadie. El hobbit tenia que acercarse mas para lograr dar en el blanco. Aunque ducho en el tiro con honda, sabia que esas circustancias no eran las mismas que cuando entrenaba alli en Combe.

Gallindum y Valdir decidieron imitar a sus compañeros, y asiendo una de las mesas, cada uno por un lado avanzaron mientras se ocultaban. Tan solo fueron capaces de moverse algo menos de un metro. Como a sus compañeros, el mantenerse a cubierto les habia impedido ejercer toda la fuerza necesaria.

Y Oin aterrizó, no sin antes recibir el impacto de la tercera flecha, que con el enano aun en el aire. Todos le miraron asustados, pero vieron como la flecha golpeaba de refilón en el costado de Oin, y salia despedida al chocar contra la cota de malla del enano. Sirvio para desequilibrarle un poco. Pero el enano logro reponerse de inmediato. Ahora estaba frente a tres hombres atonitos por el movimiento realizado por el enano.

 RESOLUCION TURNO 206

Ilidan observo a lo lejos el lugar desde donde creia que habia venido el proyectil. No se veia mucho. El nublado cielo escondia la luna y por tanto la luz que habia estado emitiendo dias atrás. No obstante se apoyo sobre la fachada de la cabaña, aprisionando entre esta y su propia espalda la cuerda que se alzaba en direccion al tejado. Mientras escrudiñaba la oscuridad, oyo el grito de Oin y un fuerte golpetazo en el tejado. Por un momento miro hacia arriba, sin saber lo que pasaba. Pero rapidamente volvio la vista hacia los arboles. Llevaba su daga en la izquierda, y su espada desenvainada en la derecha, listo para usarlas si fuera necesario. Ehcaba de menos su escudo, pues aunque su daga le habia servido en el pasado para desviar los filos de sus enemigos, poco podia hacer contra las flechas… Quizas habia sido demasiado valiente al quedarse alli, quieto esperando otra flecha para descubrir al tirador.

 RESOLUCION TURNO 206

Draupner corrio escaleras abajo, preparado para cualquier cosa. A toda prisa habian entrado los Esgarothianos, Dwalin y Marga. Agranil y Dorhand estaban heridos. Al ver aquel panorama, Draupner bajo para cerrar desde dentro lo que parecia se la unica entrada a la cabaña principal.

Una vez hubo cerrado pregunto a Marga que ocurria. Entonces ella le informo de manera muy escueta y directa. Al parecer estaban siendo atacados por varios arqueros, tres. Que se habian colocado en lo alto de una de las cabañas.

Draupner, temiendo que no viniesen solos, ordeno a todos subir a la habitación. Y asi lo hicieron. Coralak en cabeza, mientras Marga ayudaba a Agranil y Egorant a Dorhand. Dwalin asistia a Briniel. Draupner iba tras el hijo del alcalde, que era el que tenia la llave para abrir.

Subieron las escaleras y abrieron la puerta a la habitación para dejar entrar a todos.

Pero Draupner y Coralak se llevaron una desagradable sorpresa…

En la habitación habia dos hombres, con simples armaduras de cuero. Estaban ya sacando las espadas, pues el sonido de la cerradura les habia alertado. Su tez era amarillenta y sus ojos ligeramente rasgados. Ambos llevaban un yelmo de cuero con piel de borrego y ropas oscuras.

Estaban en el centro de la habitación, junto a una cuerda que bajaba del techo y que atravesaba una claraboya que alli habia. Al fin y al cabo si que habia una segunda entrada. Siguiendo la cuerda hacia arriba, mirando al techo, distinguieron al menos una figura mas fuera, sobre el tejado. Ademas los dos que estaban abajo, habian conseguido llevar el cofre, que reconeis como el que lleva la cota de malla en su interior, hasta justo debajo de la cuerda. De no haber entrado seguramente hubieran conseguido llevarse el cajon de madera.

Era una habitación bastante grande, con sillas por los rincones y una gran cama en la pared derecha. Habian acomodado varios jergones en el suelo, sobre paja, para que alli durmieran el resto de Esgarothianos. Dos ricas alfombras tapaban y daban calidez al suelo de madera. Un brasero daba calor a la estancia.

 Turno 207

- Alto, deteneos en nombre de Esgaroth - dijo  coralak mientras corria hacia su jergon en busca de su espada.

El dormia en el quinto camastro de la pared del fondo, el que estaba mas cerca de la cama donde dormia Briniel. Como los hombres estaban en su camino, intento rodearles, pasando sobre el resto de jergones del suelo.

Al oir los gritos, tanto Marga como Dwalin comienzan a correr hacia vuestra posicion.

 Turno 207

Los dos hombres tenian ya sus espadas en la mano, y no dudaron en lanzarse al ataque. Uno lo hizo contra el desarmado Coralak, y el otro contra Draupner. Con sus espadas en alto, pretendian ensartar a ambos contrincantes.

 Turno 207

El enemigo, oculto entre los arbustos que habia al pie del arbol, lanzo otra flecha. Esta vez a la vsita de Ilidan, revelo su posicion. Estaba justo en el arbol que habia a la derecha de la zona que el numenoreano sabia que habia venido el primer proyectil. La flecha surco el aire.

 Turno 207

Dos de los enemigos que tenia Oin delante se abalanzaron sobre el, mientras dejaban caer el arco y sacaban sus espadas. El tercero saco una nueva flecha y raudo la coloco en la cuerda, para despues decargarla sobre Oin. No parecia importarle dar a alguno de sus compañeros. El instinto le hizo disparar antes de pensar siquiera en la seguridad de sus amigos, o en la suya propia.

Turno 207

Sin duda la estrategia de la mesa no había servido lo bien que Elendur había sospechado pues era una acción que requería de mucha coordinación y no había sido ensayada nunca para un caso de combate, así que el montaraz decidió olvidarse por completo de esta maniobra y emprender una nueva.

Vió con Oin salía despedido hacia el tejado mientras era acribillado por tres flechas, por suerte ninguna le hirió de gravedad. Pero ahora se encontraba solo contra tres enemigos. Algo preocupante, así que no lo pensó dos veces pues sabia que debía ayudar a aquel enano y allí abajo no seria de utilidad.

De este modo hizo lo propio que Oin y parapetandose en su escudo salió de su cobertura de la mesa presto mientras calculaba la distancia y con la espada ancha en mano dió un tremendo salto del estilo del que dió Oin segundos antes.

Sin mediar palabras Elendur se dispuso a entrar directamente en combate cerrado.