Partida Rol por web

Turno 205(Continuaciónx2)

El ruido de alguien arrastrándose sobre el tejado era la única prueba más que necesitaba para poner en aviso a sus compañeros. Fue justo en ese mismo momento cuando recibió otra confirmación, Gallindum había dado la alarma y señalaba justo hacia el mismo tejado.

Antes las palabras del enano expresamente dirigidas hacia él, Ilidan fue a echar la mano a su espalda para coger su arco, pero se dio cuenta que lo había dejado en la cabaña en la que dormían. Además, de poco le podía haber servido pues desde su ángulo actual no alcanzaba a ver al "extraño", y por lo tanto no hubiera tenido ángulo de disparo directo.

Sabiendo que ahora el "intruso" no se podría poner  a la fuga sin ser visto, el numenoreano se propuso a no dejarle opción a una huída. Así, que de forma que también pensó en su seguridad, ante un ataque a distancia, ya que tampoco portaba el escudo, se acercó corriendo hasta la pared más cercana de la cabaña, y, tras desenvainar su espada, la rodeo con presura hasta la mitad del lateral opuesto sin despegarse de ella, allí esperó a que sus compañeros hicieran que el "extraño" bajará del tejado o que este cayera en la cuenta por si sólo de que sólo le cabía esa opción. Y ahí estaría él esperando para atraparlo.

Los segundos de espera se le hicieron eternos, y más de una vez pensó en que si no se habría escapado por otro sitio, y por lo tanto no habría nadie allí arriba ya, acarreando para él un futuro sentimiento de vergüenza. Además también tuvo pensamientos sobre subir él mismo al tejado, lo que desemboco en su búsqueda de elementos estructurales por los que ascender.

Turno 205

Por fin había terminado el trabajo. Mañana llegarían otros pero era momento de relajar los brazos y celebrar las cosas simples de la vida, cosas como el trabajo bien hecho y el deber cumplido. Galindum e Ilidan habían vuelto y el trabajo había sido más llevadero. Aquella era una alegre reunión e incluso algunas pipas se desempolvaron. Por tonto que pareciese la desconfianza natural de Gelion se relajó completamente.Su bisoñez era patente y no llegó nunca a pensar que pudiesen ser atacados en mitad de la noche, que era el momento más adecuado.

Groal comentaba que era extraño no haber podido seguir el rastro y una pequeña alarma surgió en el fondo del subconsciente.

La conclusión evidente, amigo Groal, es que si no hay huellas de la huida del extraño es porque el extraño no ha huido. Quizá esa persona ha dado un gran rodeo intentando cubrir su rastro y volver más tarde.

Y después de decir esta alarmante frase siguió comiendo inconscientemente como si no fuese necesario tomar ninguna precaución adicional por la mera posibilidad de que un extraño sospechoso pudiese merodear con intenciones desconocidas. Las palabras las llevaba el viento y gracias a los valar otros ojos y oídos más agudos velaban por ellos. Quizá fueron estas palabras las que les hicieron sentirse especialmente vigilantes.

Draupner primero e Ilidan después desaparecieron de la fiesta prestando atención a sospechas fundadas y quizá salvaron la situación gracias a un marcado sexto sentido. Mientras seguían hablando de repente Gelion quiso dirigirse a Ilidan y descubrió que no estaba. Las alarmas saltaron pues no sólo no estaba sino que no había dado excusa para su ausencia. Pocos segundos después Galindum confirmaba sus sospechas.

- ¡¡Por la barba de mi abuelo, mirad aquel tejado!! ¡¡¡Asaltantes!!! ¡¡¡¡Todos a las armas!!!! Gritó el enano desgañitándose y revolucionando el campamento. Luego instaba a Ilidan a abatir al enemigo y finalmente llevaba a sus protegidos a lugares más seguros.

Ilidan no tenía el arco a mano y desenvainando la espada se dispuso a buscar el cuerpo a cuerpo. Gelion se dio cuenta de que su intervención era una de las pocas armas a distancia de que disponía el grupo. Debía reaccionar con celeridad y hacerse cargo de la situación. Levantándose buscaba al intruso en el techo de la casa y dirigiéndose a Bolgo dijo abruptamente.

Cubre a la dama Briniel y a su hijo, júntate con Draupner y llévalos a lugar seguro. Confío en tí. Y sin más desenfundó la varita de sauce, sus ojos de repente parecían perdidos en el infinito, víctimas de las veleidades de la magia. En momento como aquel el bosquimano creía ser capaz de destilar oro del mismo aire, eran momentos en que parecía ahogarse en una esponjosa nube de dulzura. Vivía para aquellos momentos.

Turno 205

Los sospechas de Elendur finalmente se hicieron realidad, por su desgracia. Draupner había ido a la cabaña mientras el resto estaba junto al fuego, fue entonces cuando el enano Gallindum se percato de algo inesperado, sobre el tejado de la cabaña parecía haber uno o varios hombres, en ese instante el enano dio la voz de alarma y todos y cada uno de los presentes nos pusimos de alerta para reaccionar ante la nueva situación.

Gallindum dio varias ordenes de acción para poder reaccionar rápido, pero Elendur vio que podía ser peligroso tomar las decisiones de su compañero, pues propuso que los nobles entrasen dentro de la cabaña con el fin de estar a salvo, pero el montaraz pensó que eso seria lo contrario, pues sin duda los asaltantes pretendían entrar dentro para robar sin duda al valioso. Con lo cual era imprescindible no introducir a las personas no versadas en el combate en la zona de peligro.

- Un momento!! Creo que es mas seguro que los nobles, comerciantes, el alcalde y su esposa se mantengan resguardados aquí junto al fuego, el resto tomen sus armas, la mitad deben trepar al tejado y la otra mitad dentro de la cabaña!!
Sin duda ahora vendría muy bien el tener a un líder que pudiese tomar las ordenes oportunas, de caso contrario cabe la posibilidad de que no estemos coordinados, y eso conlleva una falta de efectividad....

Elendur saco su espada larga y corrió hacia la cabaña donde según Gallindum estaban los asaltantes, miro por un instante sus botas, y al estar a una distancia prudente del tejado de la estructura se dispuso a dar un tremendo salto con la finalidad de llegar a la parte superior del tejado donde se encontraban los asaltantes.

 Turno 205

Oin está ya relamiéndose ante el inminente banquete tras todo un duro día de trabajo cuando de repente Gallindum grita que hay intrusos. Así que, pega un salto y se levanta sin hacer caso a sus doloridas articulaciones. 

- ¡Maldición!  - grita mientras echa mano a su martillo que está junto a él en el suelo.  Comprueba que lleva el hacha al cinto pero echa de menos su cota de mallas. 

Puesto que ya hay muchos encargados de atrapar al intruso, Oin se acerca a los esgadorianos dispuesto a protegerlos. 

- ¡A la cabaña... rápido! - les grita interponiéndose entre el lugar en dónde está el asaltante y ellos, mientras echa miradas desconfiadas en derredor.

Mira a Bolgo con gesto huraño.

- ¡Vamos, mediano... l'marcha abre... si problemas... un grito pega... - le señala con el martillo la cabaña - ... ¡VAMOS!

Medioempuja a los importantes hacia la cabaña intentando quitarlos de enmedio lo antes posible.

Turno 205

La agradable situación que estaban viviendo se vio interrumpida cuando Ilidan se alejó del fuego. Bolgo lo tomó como una simple costumbre para asegurar los alrededores del campamento y se sorprendió cuando uno de los enanos dio la voz de alarma.

El mediano tardó en reaccionar. El viaje en los carros y el duro trabajo con los almadierons, junto con la pequeña fiesta que habían montado le habían hecho olvidar el peligro que los acechaba en cada rincón. Por esto motivo, Bolgo permaneció paralizado unos instantes, totalmente desubicado. Espabiló en cuanto vio el movimiento de sus compañeros, pero no se puso en movimiento hasta que Oin le ordenó guiar a los demás hacia la cabaña. Obediente, Bolgo les indicó el camino siguiendo la dirección que el enano le indicó con el hacha.

- ¡Vamos, por aquí!

Bolgo echó a correr hacia allí rogando a todos los dioses que le vinieron a la mente, que les permitiera protegerse a tiempo. El mediano se sintió más seguro al ver que varios de sus compañeros los escoltaban, y apuró su paso para llegar a la cabaña y abrirles la puerta a los mercaderes.

Turno 205

Intrusos? Qué era eso? Groal buscó con la vista lo que todos los demás parecían haber visto; interrumpiendo la comida y la charla. Cierto era que llevaba un hacha, pero era más para guardar las apariencias que porque deseara usarla.

En consecuencia, se unió a Bolgo y los comerciantes, puesto que no se consideraba hombre de armas sino un mero civil... mientras aprovechó para susurrarle al mediano: Alguien le ha preguntado a este supuesto intruso qué quiere? Y si es un almadiero arreglando un techo? 

Rápidos para la violencia eran sus compañeros... el Oso no aprobaría, pensó sacudiendo la cabeza. 

Turno 205

El Enano tras comprobar que la puesta estaba bien cerrada y que no había ningún ruido sospechoso dentro de la habitación, conocedor de que no tenía ventanas que dieran al exterior, se terminó de ajustar la cota de mallas y se quedó plantado delante de la puerta. Trataba de calmarse, ya que el hecho de aquella falta de organización le sacaba de sus casillas.

turno 205

Elendur se percató que no llevaba sus armas encima, como era lógico pues no esperaba un ataque tras el trabajo, y se dispuso a correr a por ellas, sin perder ni siquiera un instante. Mientras corría trataba de percatarse de donde se hallaba el enemigo.

Sorprendentemente sacó fuerzas de dónde no había y adelantó a varios de sus compañeros en busca de su espada

Turno 205 

Ataque del arquero nº 1  a Agranil

Turno 205

 ataque del enemigo nº2 a Dorhand

 Turno 205

Ataque del arquero nº3 a Gallindum

TURNO 205

Lo descubri demasiado cerca del campamento como para sentirme comodo, asi que me dirigi hacia él y empezo a huir, cuando me quise dar cuenta ya me habia encontrado con Groal, asi que continuamos la persecucion, pero lamentablemente tenia un cabllos preparado y escapó. Dicho esto Valdir escucho lo que dio Groal de que no fue muy amistoso, ¿Que no fue muy amistoso? A su entender cuando te estan acechando no les invitas a un trago, se dijo asi mismo Valdir, pero no lo dijo en voz alta puesto que ya habia bastente tension entre los componentes del grupo.

¿asi que el intruso no estaba solo?, dudaba mucho de que asaltara el campamento el solo, asi que se levanto rapidamente y se dirigio corriendo a por su arma, lo unico que echaba de menos era su cota de malla y a su caballo, puesto que sus destrezas de combate se basaban mucho en combatir montando a caballo.  

 RESOLUCION TURNO 205 (asalto 1)

La velada estaba resultando grata de verdad. Tras el cansancio acumulado de todo el dia, era de agradecer la atención que ponian en los trabajadores. Las mujeres iban y venian con platos repletos, jarras y cubas llenas de excelente cerveza.

Agranil informo de algunas noticias. Partirian la mañana siguiente y aunque no conocia con todo detalle como se ordenarian para ir en las almadias, si que sabia un par de cosas. Los acompañarian Letar y tres de los almadieros para guiar las balsas. Ademas dijo que en una de las secciones solo podria ir el carromato, Briniel y como mucho un acompañante. La galera no llevaria a nadie, por seguridad. Despues el alcalde se unio a la fiesta.

Draupner estaba algo receloso aun y desconfiado como acostumbraba a ser, al menos en temas de seguridad, fue a ver que todo estaba bien, y que el cajon estaba aun en su sitio.

El resto continuo con su descanso, al menos por un breve lapsus de tiempo…

Ilidan se levanto, creia haber visto algo sobre la cabaña que estaba mas al norte, y aparentemente tranquilo camino hacia alli sin hacer demasiados espavientos. Era una buena maniobra, pues realmente habia un enemigo en el tejado, y los relajados movimientos del numenoreano no habian levantado sopechas entre ellos. Con suerte lograria descubrirlo antes de que fuese tarde.

Inicio del asalto 1:

Por su parte Gallindum tambien vió algo alli arriba, pero el distinguió muy bien de que se trataba, sin duda era un hombre, e intentaba por su manera de moverse, no ser detectado. Sin embargo el enano sin pensarlo y a grito limpio dio la voz de alarma. En ese mismo momento, antes incluso de que Gallindum hubiese terminado de dar las ordenes oportunas, tres flechas silvaron por el aire.

Si, eran tres, y nadie creia que un solo tirador hubiese efectuado los tres disparos, se habia revelado asi el numero de enemigos. Tres arqueros, ahora semierguidos, acababan de dejar escapar sus saetas, con tres objetivos distintos. Groal que se preguntaba si serian almadieros, vio en las flechas su respuesta.

La primera de las flechas dio en el blanco, si es que ese lo era. El muslo de Agranil fue impactado en su parte superior, quedando la flecha atravesada en el. El alcalde flaqueo, e incluso apoyo la rodilla en tierra mientras daba gritos de dolor. Por suerte Oin y Bolgo llegaron muy pronto hasta el, y le ayudaron a correr hasta la cabaña, en busca de su proteccion.

La segunda saeta también hizo blanco, pero con muchisimo menos daño. Paso rozando las ropas de Dorhand, el anciano comerciante. Su grito de dolor hacia pensar que su corazon habia sido ensartado, pero no fue asi. Paso muy cerca, rozando el costado por debajo del brazo y provocando un leve rasguño que no hizo mas que manchar la tunica de sangre.

El tercer disparo paso cerca de Gallindum, que como sabia de donde venian, pudo esquivar sin problemas mientras corria a socorrer a Dorhand y junto a Marga llevarle a la proteccion de la cabaña principal.

Dwalin y Coralak ayudaron a correr a Briniel, que a duras penas llego hasta la puerta. Delante Egorant tambien corria todo lo aprisa que podia.

Todos los almadieros y almadieras que estaban tambien disfrutando de los festejos, corrieron como locos, logrando la mayoria huir lejos o meterse en alguna de las cabañas. La zona antes plagada de vida se estaba quedando completamente sola.

Casi todos habian dejado sus armas en el interior de la cabaña sur, la principal, donde durmieron las noches anteriores. Junto al camastro de cada uno estaban sus armas. Corrieron para cogerlas. Gelion entre tanto, busco algo de cobertura, no encontrando mas que las mesas, que durante la huida habian volcado. Alli detrás, y consiente del peligro, comenzo a murmurar palabras inteligibles, parecia estar concentrando su poder, para hacer lo que ya habia demostrado saber en el pasado.

Arlan, a pesar de solo contar con su daga, corrio hasta colocarse bajo el tejado de la cabaña donde tambien estaba Ilidan, quien ya la habia rodeado. Aun no tenian un plan, pero pronto se les ocurriria alguno.

Ya con sus armas, todos  salieron aprisa de la caseta e imitando la posición que habia tomado Gelion, tumbaron las mesas para colocarse tras ellas. Eso les daria tiempo para pensar en algo.

Marga se habia quedado dentro para observar la herida de Agranil, tenia muy mala pinta. Antes de hacerlo habia cogido sus armas, y dejado su zurron.

 Turno 206

Percepcion

Ilidan buscaba adivinar como habia subido el enemigo, mientras oia en el otro lado los gritos y carreras de almadieros y compañeros. Dando la vuelta a la cabaña, hasta colocarse en el lado norte de la misma, vio una cuerda que bajaba desde el tejado. Sin duad habian usado alguna especie de gancho amarrado a la cuerda para trepar por ella. Ilidan se acerco un poco mas, cuando escucho el silvido de una nueva flecha. Esta venia de lejos, del bosque, de los primeros arboles que se veian a casi treinta metros. Alguien vigilaba el lugar por donde subieron los arqueros, y por donde probablemente intentarian huir. Ilidan logro esquivar el tiro a duras penas, peus le habia pillado de sorpresa. Por fortuna la saeta se clavo entre el y la cuerda. Estubo muy cerca…

Turno 206

Bolgo acarició con mimo el cuero de su honda antes de emprender su ataque. Los enemigos se habían encaramado al tejado de una de las cabañas y habían herido al alcalde en la pierna. El mediano se encontraba bastante preocupado por Agranil, sin embargo, había otros asuntos que requerían su atención de forma más urgente, y se encontraban sobre una de las cabañas.

Haciendo acopio de toda su fuerza de voluntad y su valentía, el hobbit se alzó ligeramente sobre la mesa que le protegía y agitando su honda en el aire, la proyectó hacia los enemigos con fuerza y precisión. A continuación, Bolgo se volvió a ocultar tras la mesa pensando en cargar su próximo proyectil.

 Turno 206

Arlan no sabia bien como actuar. Alli estaba al pie de la pared de madera. Arriba, en el tejado,  tres arqueros tenian a su merced a todo aquel que se pusiera a la vista. Rapidamente, y sin pensarlo, busco la puerta y se colo dentro de la cabaña. Queria encontrar un arma adecuada, y quien sabe, tal vez un acceso al tejado, para poder combatir al enemigo. Cerro la puerta tras el y desaparecio.

Turno 206

Nada más pasar la flecha Ilidan tuvo el movimiento "irrefrenable" de ir hacia el arquero que había intentado matarle, sin embargo sólo llego a girarse en dirección a este. Momento que aprovechó para de forma más racional observar si este no se encontraba sólo, para una consiguiente carga contra él.

Después se quedo allí, refrenando cualquier acto de supervivencia pues sabía que otra flecha podía llegar en cualquier momento, y poco podía hacer para esquivarla. Esperaba verla venir para poderla esquivar más fácilmente, mientras que a la vez comprobaba que ninguno de los enemigos del techo se asomará tanto como para dispararle o como para descender por la cuerda.

Turno 206

Además, por si al final emprendía tal acción, y por consiguiente para que no dejará que los que se encontraban encima del tejado pudieran huir fácilmente, Ilidan gritó.- Aquí hay una cuerda.- Esperando que alguien se acercará hasta allí.