Partida Rol por web

Turno 516(2)

Valdir dudo unos momentos en seguir a Freagulf, pero no tenia mas remedio que confiar en él, parecia ser del lugar y conocer el entorno. Antes de que Valdir pudiera preguntarle que hacia aquel ejercito alli Freagulf le conto la situacion, peracia que le habia leido la mente, pero es mejor saber la situacion que ir a ciegas.

Asi que monto en el caballo y siguio a Freagulf por donde le indicara el camino.

RESOLUCION TURNO 516

Tal y como habian decidido, comerian cosas rapidas, frias y que no necesitasen preparación. El jamon ahumado que habian comprado estaba bastante bueno. El pan, se encurecia dia a dia, pero su base de harina blanca, muy fina, hacia que las hogazas que habian conseguido se pudiesen mantener algunos dias mas, después tendrian que mojarlo en vino o agua para poder tragarlo. En uno de los sacos habia otros productos de chacineria, todos ellos elaborados con carne de cerdo y de vaca. El vino era excepcional, de las riberas de Dorwinion, antes de ser ocupada por los orientales, todo el mundo sabia que el mejor vino procedia de las riberas del mar de Rhûn.

Comieron rapido, escaso y casi sin hablar. Todo para partir cuanto antes. Se estaban retrasando, el camino era duro y ellos llevaban muchos kilómetros en sus espaldas. Bolgo estaba mejorando de su severo resfriado, pero no lo suficiente, aun estaba debil. El hecho de ir a lomos del caballo, delante de Elendur, pero obviamente fuera de la silla, hacia que le fuera muy complicado mantenerse lo suficiente, teniendo el montaraz que llegarle a sujetar, cual niño que comienza a caminar. Pero peor lo llevaba Ilidan. Curo su ampolla con gasa y aceite para después volver a colocarse el calcetín con cuidado. Pero el remedio no duro lo suficiente. En dos ocasiones tuvo que detenerse a recolocarse la venda y aun asi, la apolla crecio, llenándose de ese liquido traslucido e hinchado la piel. Finalmente tubieron que parar, irremediablemente, muchisimo antes de lo que esperaban. A menudo en todos sus viajes, Ilidan habia sufrido innumerables ampollas, y su remedio le habia valido en casi todas ellas, pero esta era diferente, se estaba haciendo mas grande a cada paso. Los enanos no parecian cansarse y Gelion estaba aguantando mucho mas de lo aparentaba. Lo cierto era que unos dias por uno, y otros dias por otro, se estaban retrasando.

Elendur e Ilidan estaban atentos durante el camino por si veian plantas comestibles, y de esa manera aumentar las provisiones que les quedaban. En el camino habia varios tipos de setos que en otra epoca del año estarian a rebosar de frutos, grosellas, moras y arandanos, pero no ahora, los setos estaban vacios. Eso sumado a que no querian detener la marcha hizo que vieran ningua fuente de alimentos. Fue Gelion, bueno mas bien su mascota, el que consiguió un pequeño conejo, no suficiente para todos, pero si para añadirlo al arroz y darle un toque de sabor y contundencia al cereal. Siempreviva atrapo en picado al descuidado conejo que no tuvo mas que morir entre sus garras. No fue facil quitarle su premio, siendo el mago el que pudo conseguirlo al fin, con el conejo en un saco continuaron su camino.

Finalmente, se vieron forzados a detenerse.  Aunque los pies de Ilidan aun le dolian culplio su tarea e hizo la vuelta de reconocimiento con Arlan. El enano, era parco en palabras, lo ocurrido en Burh Marlinge con las desconfianzas, habian minado su moral. Al volver Ilidan aparecio con un matojo de espárragos trigueros que crecia junto a un pequeño riachuelo, ademas una docena de setas, que nadie habia visto nunca, pero que el montaraz conocia bien, aportaban mucha energia y vendrian muy bien. Al parecer ese arroz con conejo, tendria algo mas de sabor de lo esperado.

Marga fue inmediatamente a tratar a Ilidan, le hizo sentarse y buscando en su zurron saco un cuchillo, corto y muy afilado. Con el arranco la piel que cubria la ampolla, sacando asi todo el liquido. Sin piel y una vez secada, le insto a no taparla en toda la noche, asi secaria y la mañana siguiente estaria mejor.

Gallindum habia pasado una buena parte del camino pensando y calculando en que momento veria aparecer a Valdir cabalgando desde el oeste. Los continuos retrasos estaban desbaratando sus planes, haciendo difícil de calcular cuando se encontrarian. Según sus calculos y si todo habia ido bien, debia de haber llegado a Burh Ailgra esa misma mañana, mientras que a ellos aun les quedaban al menos dos jornadas de viaje, más en caso de bajar el ritmo como ese dia. Tan solo habian recorrido veinte o veinticinco kilómetros, y Briniel se moria.

Aun hay luz cuando parais, y a lo lejos veis las columnas de humo, siempre presentes. Ahora calculais mejor, estan a tan solo una jornada de viaje, al ritmo que llevais los ultimos dias. Menos seguramente si llevarais el ritmo que realmente pretendíais.

RESOLUCION TURNO 516

El jinete saludo a Valdir al mas puro estilo rohirrim, denotando que sabia su procedencia. Esto lleno de confianza a Valdir, que suavemente solto la empuñadura de la espada y se puso en pie, mas relajado. Sin decir su nombre le hizo un advertimiento poco esperanzador. Delante un ejercito de sagath estaba acampado, y Valdir iba directo a ellos. Unas breves palabras entre los jinetes, acabaron en una decision. Valdir seguiria a Fréagulf en su rodeo, concia bien las tierras, las habia recorrido miles de veces y no tendria problemas en encontrar una ruta alternativa.

Asi fue como Valdir, a lomos de su enorme caballo de guerra, siguió al galope a Fréagulf. El caballo del ailgratha*, de nombre Ulfer, parecia volar sobre la hierba corta. Sus patas levntaban briznas y pequeños trozos de barro en una carrera espectacular. El equino que lo seguia, guiado por Valdir, no era sombra en cuanto a velocidad. Si, tenia el porte de un guerrero, pero solo eso, musculado, corpulento, pesado, bueno para la lucha, pero lento en la carrera.

Fréagulf opto por la ruta mas rapida, dadas las circustancias. Se desvio directamente al sur, siguiendo el linde del bosque, incluso internandose para cruzar alguna lengua ganada por el bosque a la llanura. El medio dia llego cuando el bosque llegaba a su fin, habian estado galopando muchisimo rato, y los caballos necesitaban descanso. Pararon y aprovecharon para comer, y repcuperar el aliento, pese a lo acostumbrado que estaban los rohirrim a cabalgar, se notaban los dias que ya habian pasado casi sin bajarse de los caballos. Habian recorrido ya casi veinte kilómetros, y aun quedaba camino.

En apenas media hora se pusieron en marcha de neuvo. Habia comido rapidamente, un poco de queso, pan y vino, era suficiente cuando el tiempo apremiaba. Comenzaron a galope nuevamente, pero esta vez, para dosificar fuerzas, fueron al trote la mayoria del tiempo. Querian llegar esa misma noche a Burh Ailgra, y para ello tendrian que hacer un gran esfuerzo, tanto jinete como caballo.

Despues de salir del bosque, tras comer, siguieron durante diez kilómetros hasta encontrarse con un ancho camino de tierra, bien tupida y señalada. Era ancha, tanto que hasta dos carretas juntas podrian pasar a la vez. Era el Men-i-Arraw, una de las rutas comerciales mas usadas de Rhovannion. Por ese camino, que conducia directo hacia Burh Ailgra, continuaron todo lo rapido, sin reventar a los caballos, que podian. Treinta kilómetros mas y estaria conseguido. Féagulf tenia que retener la carrera de su fiel amigo para esperar a Valdir, pero aun asi, iban bastante rapidos.

Era de noche cuando alcanzaron las puertas del poblado. Pues era un poblado al fin y al cabo. Una muralla de tierra, un foso seco, se parecia a Burh Marlinge, salvo que la muralla de tierra estaba coronada por una simple valla hecha de rafia y junco, al contrario que Burh Marlinge que poseia una robusta empalizada.

Llegaron a su puerta principal, consistente en dos hojas de madera muy altas, de casi tres metros y medio, coranoda por un puesto techado. En el puesto habia dos soldados, con librea similar a la de Fréagulf. Iban a daros el alto mientras frenabais vuestras monturas, pero al reconocer al ailgratha, enseguida diron orden de dejaros pasar. Las puertas se abrieron de par en par, y pronto estuvisteis dentro, en la seguridad de la muralla de tierra, que desde dentro no parecia tan grande como desde fuera, era devido al foso, y al terreno circundante.

En mitad de la plaza, casi a media noche, dos muchachos se acercaron a todo correr. Estaban aun dormidos los pobres, seguramente los habrian despertado para atenderos. Recogieron vuestros caballos y los lelvaron a los establos. Estaban muy cansados y necesitaban un cepillado y sobre todo reposo. Los pobres bufaban de puro agotamiento. Vosotros estabais de igual modo, habiais cabalgado mas de doce horas seguidas, recorrido mas de setenta kilómetros casi sin descansar y ahora mas que nada deseabais un poco de agua y uan cama, pero habia cosas importantes que requerían ese istante y no otro.

El ofical se acerco a vosotros.

Turno 517

- Bienvenido Fréagulf, hijo de Burh Ailgra, y a tu compañero... - espero para que Valdir se presentase

- Encantado, mi nombre es Lionef y soy el oficial de la guarida esta noche.- dijo serio y altivo, dandose improtancia. - ¿Que nuevas traeis que os hacen cabalgar a galope tendido a estas horas de la noche?

El hombre estaba despreocupado, y hacia esas preguntas por puro protocolo. Estaba delante vuestro y mirando alrededor meida docena mas de vigias que estaban a lo largo del vallado superior y que se habian acercado por el revuelo. Era toda la guardia en ese momento, nadie esperaba lo que teniais que contar.

Turno 517

Bolgo se iba encontrando mejor. Prueba de ello era el ridículo que sentía al cabalgar sujetado por Elendur. Se sentía torpe, como una carga que el Dunedain debía llevar. Fue por ese motivo que aquella misma noche, al detenerse se acercó para hablar con él.

- Creo que ya estoy mejor, Elendur. A partir de ahora iré de nuevo a pie. Gracias -con una sonrisa el mediano le agradeció su ayuda. Se giró hacia Gallindum para hablar al enano -Gallindum, a partir de mañana, creo que podré hacer las guardias de nuevo, si lo estimas conveniente.

Inmediatamente, y aún débil, el mediano dio una pequeña vuelta alrededor de donde se habían detenido para recoger las piedras que respondieran a la descripción que el enano le había dado. Ahora se sentía con fuerzas para continuar su cometido.

Turno 517

El ailgratha sentía todo su cuerpo dolorido y exhausto. Le dolían las rozaduras que le había provocado la armadura tras la extenuante jornada a lomos de su caballo. No quiso pensar en como estaría su compañero de viaje que portaba una cota de malla y no cuero endurecido como él, obviamente mucho más ligero. A ambos jinetes no les vendría nada mal un baño y despegarse de las ropas sudadas y sucias por el polvo camino que portaban en esos instantes.

En cuanto descabalgó se dirigió a su caballo, antes de que los somnolientos muchachos que corrían hacía ellos se hicieran cargo de los animales, y le acarició el cuello y comenzó a hablarle amistosamente para agradecerle su esfuerzo aquel día.

-Muy bien, pequeño, te has portado muy bien. Luego pasaré a verte y te recompensaré con una manzana.- El caballo bufó furioso y agitó una de las patas delanteras picando la tierra como si le hubiera podido entender y no estuviera conforme. -Está bien, está bien, serán dos manzanas.- El caballo relinchó conforme y Fréagulf soltó una carcajada. Le acarició la quijada y la frente, allí donde el animal no alcanzaba y este pareció satisfecho. También el caballo resoplaba agotado y tenía la piel húmeda de sudor. -Cuida bien de Ulfer. Como le pase algo te mandaré desollar. -Amenazó al muchacho con gesto severo.

Después se volvió hacía Valdir y le guiñó un ojo con una media sonrisa dando a entender que la amenaza no era tal, si no que simplemente le tomaba el pelo al chico. -Luego le daré una moneda si hace bien su trabajo.- Pensó mientras veía como los caballos se alejaban y el oficial al mando de la guardia venía a recibirles.

-Saludos Lionief. Este de aquí es Valdir. -Dijo adelantándose y presentando a su compañero por él. -Tiene asuntos que tratar en Burh Ailgra, pero yo tengo otros más importantes. ¿Dónde está Gindorel?. Es urgente, el enemigo acampa a media jornada de nuestras puertas. -Su voz sonaba cansada pero apremiante, no había tiempo que perder, los jefes debían conocer la situación cuanto antes para poder poner en marcha los preparativos.

Turno 517

El oficial estaba ahi en pie, esperando a que Valdir se presentase y a que Fréagulf terminase de mimar a su caballo. En la aldea, todos sabian el amor que profesaba al animal, no era raro que lo tratara de igual a igual.

Por fin los chavales dirigieron a los equinos por el patio en direccion a las cuadras, que se encontraban en una gran edificacion a la dercha del patio en el que estaban. Una vez se fueron, Fréagulf se adelanto a Valdir, que no decia nada, y lo presento. Despues y sin dejar tiempo a mas palabras, ni de bienvenida ni de otra indole, el algiriano le hablo claro al oficial.

Cuando Lionief escucho lo que le dijo Fréagulf, enmudecio, y de haber luz suficiente, lo hubieran visto palidecer.

- Si..., si..., esto... voy a buscarle enseguida - Estaba confuso, ralmente sorprendido y algo atemorizado.

Cuando ya habia emprendido el camino hacia la casa de Gindorel, se giro - ¡¡Esperad en el cuerpo de guardia, alli iremos en poco tiempo!! - grito a los rohirrim para despues irse a la carrera de nuevo.

El cuerpo de guardia estaba a la izquierda del patio, era una edificacion identica al resto de la aldea. Adobe en las paredes, esteras y paja en el tejado y madera en sus estructuras. Alli se dirigieron guiados por Fréagulf.

Turno 517

Cansancio no era la palabra que describia lo que Valdir sentia cuando por fin llegaron a su destino, estaba exhausto de tanto cabalgar y no solo él, tambien su montura, lo que le preocupo bastante mas que estarlo él mismo, pero bueno por fin en su destino su caballo tendria un buen lugar para descanar y comida frasca, bueno hasta que tuviera que volver con los demas.

Valdir vio con bastante desconfianza como los muchachos se llavaban a su caballo, no le gustaba nada que alguien mas cuidara de él, sino no tenia la plena confianza de Valdir, pero no estaba en disposicion de discutir asi que se quedo mirando a los muchachos hasta que desaparacieron en los establos.

Antes de poder presentarse él mismo Freagulf se adelanto, asi que cuando dijo su nombre Valdir se inclino en sañal de saludo; estaba claro que Valdir tenia prisa, pero a su entender las noticias de que el enemigo estaba cerca tenia bastante mas prisa, pero le habian encomendado una mision y no estaba dispuesto a fallar, asi que con voz cansada pero seria dijo; Se que vuestros asuntos son urgentes maese Freagulf, pero solo he venido a por unas hierbas curatives para mis compañeros de viaje, tengo que volver cuentos antes, a vida de una persona esta en juego y no puedo fallarles.

Turno 517

Esta vez su remedio no funcionó tan bien como siempre, consiguiendo que el numenoreano volviera a retrasar de nuevo a toda la caravana. Quizás debería de haber pedido consejo a Marga desde el principio, aunque dudaba que el remedio que le aconsejó hubiera podido llevarse a cabo en el corto periodo de tiempo que duraban los descansos matinales. Aunque siendo mucho más experta que él en los cuidados, Ilidan cumplió al pie de la letra lo que le dijo la enana.

Al menos en su vuelta de reconocimiento fue más útil, porque, aun a pesar de no haber encontrado rastro de enemigo, si que volvió de ella con comida que compartir con sus compañeros. Aun así, aquello no pudo aliviar del todo la culpa de que estaba ralentizando el avance del grupo, y lo peor de todo estaba poniendo en peligro la vida de Briniel, por lo que se acercó a los jefes para disculparse de forma sincera, en especial con Agranil y Coralak, por aquello.

Gallindum - Turno 517

Poco a poco el grupo iba aproximándose a su destino. Gallindum ya aceptaba el retraso debido al cansancio como algo normal y que no tenía solución, sin duda el hecho de caminar campo a través era algo que superaba de vez en cuando a todos los miembros del grupo, incluso los incansables enanos y los expertos montaraces sufrían de vez en cuando las inclemencias de la ruta elégida. la mayor preocupación residía en el grave estado de Briniel, cada minuto de retraso era un minuto que la dama estaba más cerca de la muerte, y aun si llegasen a Buhr Algira a tiempo, nada les garantizaba su recuperación, ni que aguantase el resto del viaje hasta Minas Tirith.

La cena fue menos escasa de lo esperado gracias a la pericia de los montaraces buscando setas y frutos silvestres, y además Siempreviva, el águila de Gelion, sorprendió y alegró a todos cazando un conejo para el grupo. A Gallindum le agradaban los pájaros, sin duda debido a la amistad y el grato recuerdo que tenían de ellos (especialmente de las águilas) los habitantes de Erebor. Incluso el enano tenía algunos amigos en su tierra natal que conservaban el antiguo arte de hablar el idioma de los zorzales que vivían en las proximidades de la Montaña Solitaria.

Bolgo anunció que ya se sentía prácticamente restablecido y dispuesto a unirse de nuevo a las guardias, Gallindum le contestó después de tragar un sabroso bocado de conejo. - Bien, maese Bolgo, descansa una última noche, y mañana te reincorporarás a las guardias de nuevo.-Y añadió dirigiéndose al resto del grupo.- Esta noche haremos los mismos turnos de guardia que ayer. Mañana se volverá Bolgo a las guardias y esperemos que Valdir esté de regreso, y volveremos al sistema de antes. Oin y Draupner, mañana las vueltas de reconocimiento estarán a vuestro cargo. Debemos permanacer atentos, pues seguramente durante la marcha de mañana lleguemos a la posición desde la cual se elevan las columnas de humo que llevamos viendo varios dias, antes de llegar a ellas mandaré a alguien a explorar y que vean qué son exactamente, si Valdir no ha llegado y disipa nuestras dudas

Turno 517

Draupner siguió su caminata atento a las columnas de humo y atento a las posibles señales en el suelo. Habían acordado con Valdir una forma de avisarse en caso de peligro y el ir acercándose a las columnas y no ver señal alguna le hacían sentirse inquieto, sin embargo nada podían hacer, si el eorlinga no había variado el rumbo de nada serviría desviarse ellos. Lo malo, que si su compañero había caído en una emboscada, ellos correrían la misma suerte. 

Es por ello que se acercó a Gallidum y comentó sus preocupaciones. - Dada la proximidad de las columnas de humo y siendo claro que no pertenecen al pueblo, la vanguardia y el resto tendremos que estar especialmente atentos a cualquier señal dejada por Valdir y preparados contra cualquier eventualidad en caso de que recibamos algún ataque. -

Turno 517

un dia mas había pasado, y como venia siendo ya habitual el ritmo era muy bajo, el camino era lento y doloroso, pues el cansancio estaba siempre presente, y ahora se unía el hambre y el frío.

sin duda unas precarias condiciones que hacia que una pesada tristeza inundara el grupo, hacia días que nadie reía ya en el grupo, ya no había alergia en ningún rostro.

el hobbit indico que ya no necesitaba ayuda para viajar, y quería ir andando, a lo que Elendur respondio

como desees Bolgo villaseca, pero que sepas que no eres ningún estorbo en el caballo, si en cualquier momento cambias de idea hazmelo saber.

Elendur espero ansioso el arroz con conejo, era la única ilusión en todo el dia, el probar el delicioso asado, y mas aun cuando vio a Ilidan volver con setas y espárragos, se le hizo la boca agua.

Increiblemente, había veces que el montaraz olvidaba que Ilidan era un numenoreano negro, y lo miraba como un compañero mas de fatigas.

Turno 517

Fréagulf se puso en marcha hacía el cuerpo de guardia tal como había indicado Lionief y pidió a Valdir que le acompañara. Mientras caminaban el rohir de la Marca le comentó que necesitaba unas hierbas curativas y que un compañero suyo precisaba su ayuda.

-Entiendo.- Fue la respuesta de Fréagulf. - Se lo diré a Gindorel en cuanto venga. Él te dará lo que necesites. 

Era natural que Valdir tuviera prisa, y más si la vida de algún compañero dependía de él. Obviamente a cada uno de ellos le preocupaban sus problemas. Fréagulf no lograba quitarse de la cabeza la imagen de los carros de guerra enemigos avanzando paso a paso hacía su ciudad. Y Valdir tendría la imagen de su amigo herido al que le urgía su ayuda.

Turno 517

El etheod saludó a su capitán en cuanto le vio llegar al modo que usaban los rohirrim. Después observó como los demás guardias se marchaban para dejarles a solas, no le hubiera molestado que se hubiesen quedado, tarde o temprano deberían enterarse del peligro inminente que acechaba su ciudad.

-Antes de nada, -dijo volviéndose hacía el rohir que le acompañaba, - este es Valdir, de Rohan. Necesita unas hierbas curativas para un compañero suyo que está herido. Lo encontré de camino aquí y le guié hasta la ciudad ya que era dónde quería llegar para buscar ayuda. Tal vez nuestro herborista pueda ayudarle.

Tras dejar aquel asunto en manos de Gindorel en primer lugar, procedió a relatar lo que había visto en su camino hacía Buth Marlinge. Lo hizo de este modo para que no se le pasara decir lo que Valdir le había pedido, sabía que en cuanto les dijera lo que tenía que decirles las prisas se incrementarían y apenas quedaría tiempo para nada más. Sin más dilación les narró lo visto por él.

-Seguía el Men-i-arraw hasta Burh Marlinge tal como me habíais ordenado cuando el tercer día de camino divise a un numeroso grupo de aurigas con carros de guerra acampados enfrente mia. Esos malditos andan sin ocultarse como si llamaran a las puertas de Mandos*. Francamente, no me importaría agilizarles el camino... Calculo que estarán a tres o cuatro días de viaje y su número se aproximaba a los doscientos. Eso fue todo lo que pude aproximarme a ellos. -Hizo un pequeño descanso para tragar saliva y contarles lo peor de la situación. -De inmediato dí la vuelta para avisar del peligro que se avecinaba, pero a media jornada de aquí me encontré con que el enemigo también venía del norte y me cerraban el paso. Esta vez se trataba de un grupo de más de cien sagath, todos ellos con caballo. Me jugaría el cuello a que esperaban a los aurigas para caer sobre nosotros todos juntos.

Fréagulf miraba sin pestañear a su capitán. En sus ojos podía leerse la preocupación que sentía por lo que había visto y la determinación que sentía a luchar para salvar Buth Ailgra o morir en el intento. Pero esa decisión era de otros y él debería acatar las ordenes. Mas no podía evitar que su espada estuviera sedienta de sangre de los salvajes que amenazaban su paz.

Turno 517

Valdir entro junto con Lionef y Freagulf al cuerpo de guardia y se sorprendio de los pocos que eran, vista la situacion cualquiera pensaria que estaban preparados para un ataque, pero al parecer ese no era el caso.

Valdir miro al capitan de los exploradores y se dijo asi mismo; No tiene mucha pinta de luchador, seguramente solo da ordenes, pero nunca se sabe prece tener bastante esperiencia en el cargo; mientras Valdir hablaba consigo mismo escucho como Freagulf le presento y inmediatamente hizo una reverencia en modo de saludo y dijo; Me gustaria hablar con el herborista cuanto antes, pero de momento las noticias de Freagulf son mas importantes, tambien agradeceros por vuestra hospitalidad, sino llage a ser por Freagulf- esto lo dijo mirandolo a él- hubiera ido de frente contra aquel ejercito,  de nuevo se lo agradezco. Asi que Valdir se quedo escuchando el reporte de Freagulf, aunque de momento no tuviera bnada que ver con él, seria interesante saber la situacion para luego contarsela a sus compañeros.

Turno 517

- Gracias por tu compresnion Valdir, yo mismo te acompañare, cuando esto pase, a ver a Ularico el sanador. - dijo el explorador antes de comenzar a evaluar la situacion.

- Si estas en lo cierto Fréagulf, disponemos de cuatro dias para unos trescientos hombres a caballo y con carros de guerra intenten asaltar nuestra aldea... - Si, era un resumen bastante concentrado pero era la verdad.

- ¿A cuanta distancia esperan esos sagath a los aurigas? - pregunto, para despues formular unas cuantas mas, cuyas respuestas oiria en una sola respuesta. - ¿Disponen de armas de asedio alguno de los dos? ¿Cuantas carretas de provisiones llevan?...

Mientras Fréagulf se pensaba la informacion, Gindorel se mostraba nervioso. El peligro era inminente, habia que dar una alarma, silenciosa, avisar al Thyr, preprarase para la guerra. Lo haria en cuanto el jinete le contase todo cuanto habia visto.

Turno 517
Percepcion (memoria)

No lo recuerdas bien, Viste ambos grupos, si, pero no el tiempo suficiente.

Crees que los Aurigas no llevaban ninguna maquina de asedio, pero no pudiste ver si llevaban o no, ni cuantas, carretas de provisiones

Los sagath los viste aun peor por miedo a ser detectado, puedes responder mas que al numero respecto a ellos.

Turno 517

Tras recorrer una nueva etapa extremadamente lenta debido a los enfermos, por fin se detienen a descansar y comer con las columnas de humo siempre presentes. Oin las mira por debajo de sus pobladas cejas y contiene un gruñido. Le dan mala espina. 

Las palabras de Gallindum y Draupner le sacan de sus pensamientos y asiente con la cabeza a las palabras del primero y con un gruñido a las del segundo.

Y para colmo de males, la anciana humana va a peor... y  la herida de la pierna del humano oscuro no tiene buena pinta. 

Gruñe, escupe al suelo y recomponiéndose el cinturón y las armas, se acerca al hobbit. 

- ¿Cómo tu bien estás? Paices recuperado... - murmura mirándolo con atención, especialmente los peludos pies del hobbit. Nunca entenderá cómo esas pequeñas criaturas no usan recias botas. Le da unas palmaditas en la espalda a modo de despedida.

- Come bien... hobbit pequeño... descansa... - mira al cielo - Mañana duro día será...

Se aleja hasta llegar junto a Illidan.

- Yep... ¿Cómo el tu pié está? ...