Partida Rol por web

Temudyin, Freagulf, Oin, Draupner
RESOLUCION TURNO 711
Asalto 9

En mitad de la noche, entre tinieblas, alumbrados de cuando en cuando por un rayo despistado de la luz de la luna, seguían combatiendo hasta la muerte.

Draupner alzo su martillo ante un arrodillado oriental. No estaba ni mucho menos fuera de combate, tan solo había hincado la rodilla a causa del ultimo golpetazo. El enano lanzo varias veces su arma mientras el sagath, una tras otra, detenia sin problemas con su escudo, quizás un exceso de confianza le jugaba una mala pasada al naugrim. Por el otro lado, Oin también propinaba fuertes golpes que eran interceptados por la lanza enemiga. El soldado interponia el escudo con Draupner y su lanza con Oin en un acoso continuo, por el momento el oriental estaba logrando aguantar. En uno de los acompasados movimientos que los tres ejecutaban cual baile mortal, Draupner cometió un fallo, casi deja escapar el arma, lo que le costo bajar la guardia. Entonces el oriental, sin dudarlo, vio su oportunidad, y dirigió hacia la zona descubierta su lanza. Al hacerlo, Oin aprovecho para dar un violento golpe al ya herido soldado. Un golpe seco en hombro, que sin llegar a romperlo, lacero el musculo. La lanza se desvio de su trayectoria, cayendo a un lado de Draupner. Tras ella el cuerpo del sagath, que se resistía a abrazar la tierra, exhalaba su ultimo aliento en su lucha por mantenerse en pie, finalmente murió a pies de los enanos ensangrentado por todas las heridas recibidas.

Justo al lado Freagulf, ya algo mas relajado, alzaba ya su arma contra el sagath, pero este aun tenia que decir. Agarrando su lanza con ambas manos, dejando que la sangre que aun salía de su cuenca ocular vacia regara su armadura, interpuso esta ante la espada que ya caia sobre el. Atraves del yelmo asomaba la desfigurada y ensangrentada cara, y de su único ojo sano, una mirada de odio cruzaba el aire en dirección al ailgratha. Uno tras otro los espadazos que Freagulf lanzaba en diversas direcciones, eran repelidos por la lanza oriental. Solo quedaba el, y no tenia todas consigo, pero no se dejaría matar asi como asi.

Temudyin había logrado volver en si, tras el desconcierto y el acoso pudo poco a poco arrastrar su herido cuerpo alejándose de la lucha que mantenían Oin y Draupner con el sagath. Cuando se había alejado lo suficiente se incorporo como pudo y fue a recuperarse entre los arbustos. Tenia la pierna prácticamente atravesada, y aunque sanguinolenta, no parecía haber hemorragia alguna. Dolorido se retiro un poco hasta encontrar un lugar, lejos de los ojos enemigos en el que sentarse escondido. Alli intentaría recuperarse, aun tenia una hoja de darsurion, que le ayudaría a recuperarse un poco. Por desgracia esa hoja necesitaba de preparación y le llevaría un rato.

Una voz se oyo gritando, eran los sagath. - एक बहुत बूढ़ा आदमी, एकबहुत बूढ़ाआदमी - un grito seco al que el soldado que estaba frente a Freagulf, contesto con un grito similar. - बूढ़ा बूढ़ाआदमी आदमी, एक बहुत एकबहुत  - después el silencio.

Turno 713

Un charco de agua apareció derca de donde estaba Temudyin, además la luz de las antorchas en el claro había desaparecido.

RESOLUCION TURNO 711
Asalto 9

Bolgo se dispuso a bajar de inmediato, se había dado cuenta que la rama a la que se había subido ofrecia un buen escondite, pero un pésimo puesto para lanzar las piedras. Estaria en peligro de caer a a cada lanzamiento. Aprovechando que los sagath se reagrupaban, alejándose del árbol, y que los soldados que antes iban hacia el mediano se habían reunido con ellos, decidió bajar. Poco a poco sus pies y manos iban en busca de asideros y lugares en los que apoyar los pies. El descenso era lento, era mas difícil que subir y la oscuridad no ayudaba. Bien podía haber saltado, pero se arriesgaba a dañarse en el aterrizaje. Su descenso atasco en un punto en el que se vio obligado a girar alrededor del tronco hasta encontrar una via mas accesible.

Gelion entretanto observaba desde el lugar donde permanecia escondido el claro, y llego a la conclusión de que el muro ya no era necesario. Asi pues puso fin a sus plegarias, momento en el que el muro simplemente se desmorono. Con el estruendo de las olas todo el muro se deshizo de inmediato. El agua se expandió por todo el claro, formando un barrizal según la tierra iba tagando el agua. El terreno se había vuelto, cuando menos, impracticable. El agua llego hasta el arroyo, dejando secos a Dwalin y Gelion, que de no se por el estarían como los sagath, en mitad del barro. Esa misma agua apago de repente las antorchas, ninguna de ellas quedaba encendida, sumiendo todo en una brutal oscuridad. Gelion no se inmuto, a su mente llegaron ideas, ideas que pondría en practica, de nuevo comenzó a musitar, se concnetraba en los canticos adecuados, buscaba las palabras correctas.

Dwalin aun no podía creer lo que había ocurrido, en poco tiempo habían perdido a Gallindum y a Arlan, enanos con los que había compartido muchos momentos en los últimos tiempos. Pero el no era un guerrero, tan solo un herrero. Junto al árbol por el que bajaba Bolgo, el enano se escondia entre las sombras. No era un cobarde, pero tampoco un imprudente. Había muchos enemigos y poco podría hacer el solo.

Una voz se oyo gritando, eran los sagath. - एक बहुत बूढ़ा आदमी, एकबहुत बूढ़ाआदमी - un grito seco al que se contesto desde el bosque, al este del claro, con un grito similar. - बूढ़ा बूढ़ाआदमी आदमी, एक बहुत एकबहुत  - después el silencio.

RESOLUCION TURNO 711
Asalto 9

Ilidan, con sumo cuidado, permanecia entre las sombras, a escasos metros de sus enemigos. La osucridad y el silencio lo protegían haciendo que le fuese posible moverse sin apenas hacer ruido alguno. En ese momento el estruendo de las olas sono en el bosque, todo el muro se desmorono de inmediato. El agua se expandió por todo el claro, formando un barrizal según la tierra iba tagando el agua. El terreno se había vuelto, cuando menos, impracticable. El agua llego hasta el arroyo, perdiéndose gran parte de ella. Esa misma agua apago de repente las antorchas, ninguna de ellas quedaba encendida, sumiendo todo en una brutal oscuridad. Ilidan quedo fuera del charco, a diferencia de los sagath que estaban en mitad de un barrizal.

Ilidan quedo preparado para seguir a los enemigos, los cazaria como ya había hecho antes. Una voz se oyo gritando, eran los sagath. - एक बहुत बूढ़ा आदमी, एकबहुत बूढ़ाआदमी!! - un grito seco al que se contesto desde el bosque, al este del claro, con un grito similar. - बूढ़ा बूढ़ाआदमी आदमी, एक बहुत एकबहुत!! - después el silencio.

Turno 712 Asalto  10

Tras acabar por fin con el maldito bastardo, Oin se gira hacia el oriental que ataca a Fréagulf y situándose en el flanco, le ataca con decisión. Esas últimas palabras del oriental no le han gustado nada. Seguramente hay refuerzos en camino. Hay que acabar por la vía rápida...

- Draupner, позади. Имеется быстрый завершить до того, как они более ...

- Draupner, por detrás. Hay que acabar rápido antes de que vengan más...

Turno 712, Asalto 10

Draupner vio caer bajo el martillo de Oin al salvaje justo cuando parecía que iba a revolverse contra él al dejar un poco descubierta la guardia.

Aliviado por el desenlace del último golpe de su amigo, miró a su derecha y vio que todavía seguía en pie uno de ellos y lo más alarmante era que acababa de responder a las voces de sus compañeros del claro. No entendía aquél idioma, de todos modos esperaba que Bolgo o el resto con algún arma de proyectil estuviera manteniéndoles a raya.

No necesitaba de las instrucciones de Oin para saber qué hacer ya habían librado numerosas batallas juntos y se compenetraban bastante bien, pero oír su voz era reconfortante en aquellos momentos. Dio un paso lateral para situarse a la espalda del único adversario que quedaba y aunque trastabillando un poco logró lanzar su golpe, que si no suficiente, esperaba que ayudara al resto a acabar definitivamente con la amenaza inminente.

Turno 712 - Asalto 10

Las antorchas se apagaron, en su estupidez no lo había previsto. Sin embargo abrigaba la esperanza de que los enanos se viesen favorecidos por la situación. Para ellos la ausencia de luz podía ser una importante ventaja.

El cansancio se juntaba a la desesperanza. Pero mithrandir no se rindió cuando todo parecía volverse en su contra. Los umli seguían luchando, los ruidos del combate llegaban hasta allí. Ellos ahora estaban mojados y confusos probablemente. Al menos lo esperaba.

Pero estaba tan cansado...

Se forzó nuevamente a centrarse, todavía no había usado su último truco y no dejaría de luchar mientras le quedase aliento. Habían matado a Gallindum y Arlan. Aquello tenía que acabar.

Turno 712, Asalto 10

-¡Cállate maldita sea! -Le exigió Fréagulf al oriental después de que una voz sonará no muy lejos de allí y él la respondiera. Levantó la espada de nuevo y le lanzó un nuevo ataque aunque Fréagulf estaba ya cansado y algo fuera de sí por todos los nervios y las circunstancias.

Una voz en su interior le recordó que él no era un guerrero, solo un explorador. Y hasta aquello le había salido mal últimamente, obligado a verse de combate en combate, saliendo de la olla para caer directamente en el fuego. Y algo le decía que el fuego más grande estaba a punto de llegar.

Turno 712 - Asalto 10

Le estaba costando más de lo que hubiera pensado y deseado bajar de aquel condenado árbol. Aún por encima, la  oscuridad se había acrecentado cuando las antorchas se apagaron lo cual dificultó más la maniobra del hobbit. Tras arduos esfuerzos y más de una complicación, el hobbit dio al fin con los pies en la tierra aterrizando junto a Dwalin.

De pronto unas voces surgieron desde la posición de los orientales y Bolgo escrutó la oscuridad en aquella dirección. Podía distinguirlos en el claro, aunque no con nitidez.

- Es hora de que las piedras vuelven -dijo Bolgo en voz baja sin darse cuenta de que Dwalin le escuchaba.

Turno 712. Asalto 10

No sabía si Gelion había presupuesto ya desde el principio que cuando su conjuro se acabará, el agua que formaba el muro apagaría las antorchas del suelo. A él, más bien, poco le importaba, sólo sabía que debía de aprovechar esa oportunidad que  se le brindaba.

Ahora que estaban tan juntos corría más peligros, pero tras dar muerte al primer sagath, sus temores se aliviaban . Así que cruzó el riachuelo de nuevo, y con sigilo se acercó a su próxima víctima. Esta vez, cambiaría de forma de atacar, asestaría al incauto las máximas posibles puñaladas antes de huir.

TURNO 712 (10º Asalto):

Por fin había logrado reaccionar y, reptando como un simple gusano, había conseguido alejarse unos metros del desafortunado combate. Cien veces iba a maldecir aquella maniobra que, prácticamente, había puesto en bandeja su vida a los sagath. Sin embargo, de nuevo, a punto de sucumbir, lograba alejar la muerte aunque esta vez solo fuese unos pocos metros.

Porque la situación en la que se encontraba, ya no solo él, sino todos los componentes de la cuadrilla era, cuanto menos, delicada. Una simple refriega, apenas un encontronazo con el enemigo, se acababa de saldar con un muerto y otro, él mismo, prácticamente inutilizado. 

Por suerte los enanos, alertados por algo, tal vez la piedra que había lanzado, tal vez el sonido propio del combate o, solamente una coincidencia afortunada, habían llegado en el último momento para deshacer el entuerto. De no haber sido así él y, seguramente, el ailgratha, hubiesen seguido los pasos del joven que acababa de perecer bajo las lanzas y flechas enemigas.

Un sentimiento recorrió su cuerpo herido. Cuanto deseaba en aquel instante formar parte del pelotón enemigo. Pero solo era una fantasía, algo que no podía ser, ni ahora ni el el futuro que quedaba por venir, fuese largo o corto como lo que quedaba de noche. 

De pronto unas potentes voces gritaban órdenes en un lenguaje familiar. En realidad uno no tenía que ser muy listo para discernir el contenido del mensaje que transportaban. Al instante, el resplandor de las antorchas en el claro desapareció y solo la oscuridad envolvía la zona por igual. Por suerte, los sagath no podían ver en la oscuridad. Por contra, los enanos no tenían ningún problema en aquella situación.

Segundos después Temüdyin se sorprendió imaginando lo ventajoso que debía ser aquel magnífico don, sobretodo para alguien que se dedicaba a observar, como él. Apartó aquellos pensamientos de la cabeza para centrarse en los problemas reales que estaban por acaecer.

Por una parte estaban sus heridas y la debilidad de su cuerpo. Urgía paliar aquello de alguna manera antes de intentar nada. Sin embargo estaban sucediendo cosas muy importantes a su alrededor como para perder el preciado tiempo que precisaba para preparar la hierba. No es que tuviese mucho interés en moverse de su escondrijo, simplemente no quería quedarse solo en aquella situación, y más sabiendo que en cualquier momento podía toparse con una nueva patrulla.

Podía intentar volver atrás, cruzar de nuevo el arroyo y llegar a la enana y al gran hombre peludo pero era un riesgo demasiado elevado. Las últimas voces y ruidos delataban que algunos sagath estaban rodeando el claro por el otro lado e intuía que ya podían encontrarse en su retaguardia. Volver hacia allí sin ninguna seguridad no le hacía ninguna gracia.

Por eso se centró en lo que tenía alrededor. Al parecer los enanos, junto con Fréagulf no tenían intención de moverse de allí, no sin antes haber acabado con el hijo de perra que acababa de gritar. Aquello le daba aún algo de tiempo para intentar paliar sus carencias mientras la acción se desarrollaba. Sin embargo sabía que el tiempo podía no ser suficiente, que la cosa podía complicarse en menos tiempo del que precisaba.

La situación era desesperada  y en su estado no podía hacer nada para mejorarla, o casi. Sabía que era una acción desesperada, que podía salir mal, y que podía complicar aún más su situación. Sin embargo a situaciones desesperadas, medidas desesperadas. 

Decidido, junto sus dos manos alrededor de la boca a modo de caja de resonancia, y gritó con todas sus fuerzas. Puede que esta vez si le hiciesen caso. 

- "¡ويتمثل الموقف المفقودة. الغابة فخ، نحن يفوق عدد. العودة جميعا إلى الضوء وريكولاد الطريق!"

Acto seguido empezó a preparar la cataplasma, siempre con un ojo puesto en sus compañeros y otro en todo lo que le rodeaba, esperando poder descubrir cualquier movimiento de un posible enemigo oculto.

TURNO 712 (10º Asalto):

La situación era desesperada  y en su estado no podía hacer nada para mejorarla, o casi. Sabía que era una acción desesperada, que podía salir mal, y que podía complicar aún más su situación. Sin embargo a situaciones desesperadas, medidas desesperadas. 

Decidido, junto sus dos manos alrededor de la boca a modo de caja de resonancia, y gritó con todas sus fuerzas. Puede que esta vez si le hiciesen caso. 

- "¡ويتمثل الموقف المفقودة. الغابة فخ، نحن يفوق عدد. العودة جميعا إلى الضوء وريكولاد الطريق!"

Turno 712

Los sagath estaban atentos, ante la falta de luz su nerviosismo habia crecido y permanecian alerta. Eran una buena cantidad y todos ellos expertos batalladores, no se dejarian amilanar por la falta de visibilidad ni por cuatro enanos, por bien que estos vieran.

Miraban al claro, pero tambien a los flancos. habian perdido algu hombre sin siquiera darse cuenta y eso no le volveria a pasar. Escudo en mano, con la lanza presta, esperaban ordenes.

RESOLUCION TURNO 712
Asalto 10

Las cosas parecían arreglarse por momentos. Tan solo quedaba un sagath, malherido apunto de morir a manos de sus enemigos. Freagulf ya alzaba su espada mientras los enanos se disponían a rodear a ese enemigo, poco le quedaba de vida al oriental. Freagulf bajo su arma mientras el soldado se giraba para tratar de defenderse de los nuevos enemigos. Enrabietado soltaba bramidos y gritos, mezcla de dolor e ira. El oriental interpuso la lanza entre su pecho y la espada de freagulf, luego se revolvió y mientras el ailgratha cargaba de nuevo el brazo. Draupner lanzo también su arma sobre el guerrero que, como gato panza arriba, se defendia con uñas y dientes. Tambien logro esquivar el martillo del enano, y seguidamente el de Oin. Parecia haberse crecido ante la adversidad. Pero no podría seguir asi. Volvio a esquivar el espadazo de Freagulf, solo había logrado hacerle un leve corte en el brazo. El martillo de Draupner también alcanzo su objetivo golpeando la armadura de cuero del soldado, haciéndole apretar los dientes con fuerza para resistir el dolor. Para cuando quiso recomponer su posición ya tenia el martillo de Oin incrustado en las costillas Un fuerte golpe en el costado hizo escupir una buena cantidad de sangre al oriental, que cayo muerto entre los tres enemigos. Sus ojos quedaron abiertos de puro dolor que sentía mientras la muerte lo alcanzaba. Con el ultimo de los enemigos muerto, había que reagruparse, o al menos estudiar el siguiente paso. Aun quedaban muchos enemigos en el claro, o al menos eso pensaban.

Temudyin había desaparecido, estaba bastante herido y se había ido a refugiar entre los arbustos. Desde allí lo escuchasteis gritar, gritar en el mismo idioma que usaban los sagath, ninguno sabia lo que decían aquellas palabras pero su sonido os recordó que el recién fallecido soldado, también había gritado. Probablemente pidiendo ayuda, o alertado de vuestra posición, pero ¿Qué hacia Temudyin?. Por supuesto no lo sabíais, cosa que tampoco os reconfortaba.

RESOLUCION TURNO 712
Asalto 10

Las cosas parecían arreglarse por momentos. Tan solo quedaba un sagath, malherido apunto de morir a manos de sus enemigos. Freagulf ya alzaba su espada mientras los enanos se disponían a rodear a ese enemigo, poco le quedaba de vida al oriental. Freagulf bajo su arma mientras el soldado se giraba para tratar de defenderse de los nuevos enemigos. Enrabietado soltaba bramidos y gritos, mezcla de dolor e ira. El oriental interpuso la lanza entre su pecho y la espada de freagulf, luego se revolvió y mientras el ailgratha cargaba de nuevo el brazo. Draupner lanzo también su arma sobre el guerrero que, como gato panza arriba, se defendia con uñas y dientes. Tambien logro esquivar el martillo del enano, y seguidamente el de Oin. Parecia haberse crecido ante la adversidad. Pero no podría seguir asi. Volvio a esquivar el espadazo de Freagulf, solo había logrado hacerle un leve corte en el brazo. El martillo de Draupner también alcanzo su objetivo golpeando la armadura de cuero del soldado, haciéndole apretar los dientes con fuerza para resistir el dolor. Para cuando quiso recomponer su posición ya tenia el martillo de Oin incrustado en las costillas Un fuerte golpe en el costado hizo escupir una buena cantidad de sangre al oriental, que cayo muerto entre los tres enemigos. Sus ojos quedaron abiertos de puro dolor que sentía mientras la muerte lo alcanzaba. Con el ultimo de los enemigos muerto, había que reagruparse, o al menos estudiar el siguiente paso. Aun quedaban muchos enemigos en el claro, o al menos eso pensaban.

Temudyin había desaparecido, estaba bastante herido y se había ido a refugiar entre los arbustos. Desde allí grito en un intento de confundir al enemigo, hacer que se replegase en lugar de, como el sabia, fuesen hasta esa posición. Sin contestación Temudyin se dispuso a prepararse un emplaste, creía peligroso ir hasta el lugar donde debía esar Marga para curarse, su estado de saud era delicado, había recibido muchas heridas. Le llevaría un buen rato, no contaba con mortero ni cuenco ni ndad aparecido. Se limitaria a machacar con dos piedras la hoja de que disponía hasta crear la pasta que tendría que extender por la herida.

De momento y hasta verse recuperado, no intervendría mas, quedaría allí escondido, lejos de los ojos enemigos, necesitaba recuerarse un poco.