Partida Rol por web

TURNO 703
Traduccion

- ¡Estan aquí, hombres a mi!, enanos… moriran. - (El que grita primero)

- Vamos, ¡aprisa! (No muy lejos, la contestacion)

Ten encuenta que viven para la guerra. No necesitan dar ordenes para que cada uno sepa lo que tiene que hacer (si no cambian de tactica usaran la de siempre).

La tactica que suelen usar es la de asegurar la posicion de los arqueros (son muy buenos) defendiendolos con una liena adelantada de escudos y lanzas. Mientras el resto los rodea por detras y ataca por el flanco o por la espalda.

Si hay cuatro arqueros, con sus cuatro defensores, implica que al menos se acercan otro numero igual de efectivos, aunque entre los que os intentaran rodear la proporcion es de 2 guerreros por cada arquero. Es decir que si hay dos arqueros habra dos guerreros, y si hay 100 arqueros, habra 200 guerreros.

Turno 704

Una súbita somnolencia le asaltó, hasta el punto que sus piernas comenzaron a doblarse debido a la debilidad y el sopor. Sin embargo en el último momento su voluntad se sobrepuso. Dio un traspiés, en sus entrenamientos, las artes menos peligrosas se las lanzaba a sí mismo para probar su destreza y su voluntad a un mismo tiempo. Ahora, en su ineptitud, había repetido el truco. Esta vez el riesgo no era despertar al cabo de un rato o por una patada de su maestro sino pasar de los sueños a las estancias de mandos.

Se recompuso, las flechas volaban y los suyos se jugaban la vida.

¡ Idiota ! Se insultó a sí mismo.

Sólo se aprende de los errores de los que se sobrevive y de este, de momento, había sobrevivido. Debía comenzar nuevamente. En su mente recordó todas las veces que su mentor le daba golpecitos con una vara mientras él luchaba por mantener la concentración. Debía abstraerse, el combate transcurría pero cometer un error solo fastidiaría aún más a los suyos. Volvió a concentrarse.

Turno 703
Percepcion

Escondido como estaba, Ilidan casi veia donde se encontraba el enemigo. La luz de las antorchas los delataba. Quieto escuchaba atentamente.

De repente, muy cerca suya, casi a la espalda segun miraba a los sagath que estaban frente a los enanos, un ruido. Eran pisadas. Se giro y... Los estaban rodeando. Tres sagath mas, al lado contrario de donde vino el grito de contestacion, los rodeaban por ambos lados, solo que estos no habian replicado el grito. Al menos no lo habian visto, estaba bien escondido y habian pasado cerca sin llegar a detectar al numenoreano.

Tres sagaths. Como antes, un arquero iba detras, delante, muy juntos dos guerreros con escudo.

Turno 704

Malditos Arqueros - murmura para sí.

- Еще раз мы будем не так много по сравнению с теми волнующийся ... или зарядки или стремиться к покрытия между деревьев в темноте ...

Y con el escudo por delante, se mueve de espaldas en diagonal, buscando cobertura de árboles, y lo más importante, saliendo de la zona iluminada. Busca el flanco de la formación de forma que tengan que romper el muro de escudos.

- Откройте подготовки ... бог света ...

- No aguantaremos mucho frente a esos arqueros... o cargamos o buscamos cobertura entre los árboles aprovechando la oscuridad...

- Abrid la formación... salid de la luz...

Turno 703

A Fréagulf la idea de Chaka le había parecido buena. Chaka era muy sigiloso y Fréagulf, pese a su tamaño, podía moverse en silencio entre el bosque, era un buen explorador aunque su aspecto fuera más el de un guerrero. Desaparecerían entre los árboles y se ocultarían en ellos, bordearían al enemigo y podrían atacarlo por la espalda aprovechando el factor sorpresa. Chaka conocía bien al enemigo, y del mismo modo que sabía sus técnicas de ataque también sabía como eludirlas o cual era sus puntos más débiles. En cuestión de orientales, para el rohir, Chaka era toda una eminencia.

Pero no hubo tiempo, en cuanto los orientales aparecieron en el primero en que se fijaron fue en el mismo Chaka, les llamaría la atención ver a "uno de los suyos" entre enanos y hombres libres. Ya no había tiempo para poner en marcha el plan del tuerto. Tendrían que resistir siguiendo el plan de los enanos.

Fréagulf tensó una flecha en el arco que llevaba en la mano preparado para el ataque desde que la enana sanadora le había tratado de sus heridas y apuntó a uno de los arqueros sagath, era el que más directo a él estaba, en linea recta. Solo tenía que arquear un poco el lanzamiento, hacer que la flecha subiera lo justo para salvar la distancia y la protección que el otro sagath daba al arquero y bajara para clavarse en este.

Fréagulf notó como la cuerda del arco chasqueaba cuando soltó la mano que sujetaba la flecha, y como esta salía limpiamente. Tenía buenas sensaciones con ese lanzamiento. Observó su trayectoria y deseo con todo su ser que el proyectil alcanzara su objetivo.

Turno 703

Haced lo que dice Oin*. - digo mientras salgo del claro moviéndome lo más rápido que puedo hacia el flanco opuesto a Oin.

- Cuidado con las Antorchas.* - añado.

TURNO 703:

Empezó el combate, empezó demasiado pronto, casi sin tiempo a ocultarse de nuevo en la vegetación. Las antorchas, como los rojos ojos de un dragón avaricioso durmiendo su sueño de codicia, brillaban en la oscuridad intentando iluminar el claro donde formaban los enanos y por suerte, también, descubriendo su formación y su número. 

- "Mierda" - pensó nada más ver la estratégia de los sagath. Aquello no era un grupo de exploradores, era un grupo de combate. Y si se componía de los efectivos normales significaba que, por desgracia, les superaban en número. Como había imaginado en un principio, y había certificado en aquel instante, los estaban rodeando. Faltaban, por lo menos, cuatro guerreros más. Eso si tenían suerte. Si no, quien sabía. Rezó para que aquel grupo no hubiese apostado más arqueros entre la vegetación, ya no por el peligro de sus saetas, sino por lo que significaba más allá de los arcos que pudiesen llevar. 

Desde su posición, Temüdyin vio como se movían los enanos y se dio cuenta de que estaban cometiendo un error fatal, sobretodo Draupner y Oin que, buscando la oscuridad, se estaban acercando demasiado a los lindes del claro. - "Estúpidos, dando la espalda al bosque estáis pidiendo a gritos que os ensarten una puta lanza entre los omoplatos." - pensó a la vez que escuchaba silbar un proyectil a su espalda.

Cerca, a un par de metros, Fréagulf también tensaba su arco dispuesto a disparar. El tuerto observaba el devenir de los acontecimientos. No le gustaba su posición, tan a la derecha. Allí, en algún lugar ya se encontraba otro de sus compañeros esperando atacar por sorpresa. Hubiese preferido rodear el claro por la izquierda previniendo el movimiento de los orientales ocultos que, seguro, intentarían dar con los tiradores, el hobbit, y su onda, y el que se había presentado como un mago. 

Por un momento pensó en recular y dirigirse hacía donde había decidido en primera instancia pero después de tener en cuenta los movimientos que se estaban produciendo reflexionó de nuevo. - "Tal vez sea mejor continuar hacia la derecha."

El inequívoco chasquido de la cuerda del arco del ailgratha seguido del silbar de una saeta le hizo reaccionar.  Creía que los sagath iban a ir a por el hobbit pero ya no había marcha atrás. - "A ver si te apañas tan bien ahora como antes que estabas en ventaja" - pensó con resentimiento. La verdad era que deseaba que el mediano tuviera tanta puntería como había demostrado con él pero no podía olvidar que había sido justamente su honda la que le había casi matado.

Además, a la derecha, Oin y Draupner continuaban dando la espalda al claro y era seguro que algún sagath les iba a atacar. Y, porque no decirlo, en aquella zona eran más; estaba el joven noble escondido, Fréagulf y el mismo, sin contar que los dos enanos estaban realmente cerca y en disposición de poder prestar ayuda en caso de necesitarla. Entonces. ¿para qué internarse solo por el otro lado solo? - "Que cada palo aguante su vela." - pensó mientras se acercaba al éothéod que acababa de disparar.

- "Frréagulff, deja el arrco y saca tu esscudo. Nessessitamoss conssisstensia. Máss imporrtante es rodearr el clarrro. Hay, porr lo menoss, cuatrro orrientales más en la vegetassión lisstoss parra atacarr. Debemoss darr con elloss y liquidarloss uno a uno. Segurramente el joven escondido ahí delante debe tenerr prroblemass. Vamoss porr el exterriorr, dejando ssitio." 

RESOLUCION TURNO 703
Asalto 1

La lucha había comenzado. El enemigo en el linde del claro se preparaba para el ataque. Delante los guerreros intentaban taponar los huecos con sus escudos. Sus lanzas asomaban temibles por encima de ellos mostrando sus relucientes puntas. El fuego, delante iluminaba gran parte del claro.Los arqueros sacaron a toda prisa sus saetas y las cargaron en los arcos.

Gelion comenzó entonces a entonar una especia de cantico inteligible. Solo Bolgo podía oírlo, era un susurro, hipnotizantes palabras sin sentido para casi todos, no para el mago. Sin embargo no salió todo como el quería, de repente una terrible somnolencia le embargo, apunto estuvo de caer presa del sueño, o algo peor. Afortunadamente el bosquimano reacciono, sacudió su cabeza, - ¡Idiota! - se dijo a si mismo mientras se espabilaba.

Los arqueros tensaron y sin apenas mirar donde disparaban soltaron la cuerda en cuanto esta cogió la suficiente fuerza. Las tres flechas surcaron rápidamente  el espacio que había entre los saeteros y los enanos. A mitad de camino se cruzaron con una cuarta flecha, que provenía de detrás de Dwalin. Freagulf, el ailgratha, armado con su arco y ya repuesto de sus heridas la había lanzado. Tambien una piedra salió de la espesura del bosque, aquello parecía un baile de proyectiles danzando funestamente en el circulo central.

Uno de los arqueros, el que mas a la izquierda se situaba (#1) recibió un tremendo golpe, ni sabia de donde había salido. Una piedra del tamaño de una ciruela le golpeo el hombro derecho haciendo un daño al oriental que casi lo deja sin sentido. Ni los silbidos de las flechas lograron apagar ese terrible crujido que precedió al grito de dolor, tenia el hombro roto, por una simple piedra, lanzada por un no tan débil mediano.

 Draupner, parapetado tras su escudo fue impactado en la pierna. Su muslo fue atravesado limpiamente por la rápida flecha, rasgando la carne y la tela, abriendo una fea herida que enseguida se puso a sangrar copiosamente. El segundo arquero alcanzo a Gallindum que mientras intentaba sacar su daga descuido la defensa y fue alcanzado un poco mas arriba de la rodilla con la misma fortuna que su compañero. Una larga herida que de haber bajado un poco hubiera acabado con la articulación. Ahora un incesante chorro de sangre salía de la laceración, mezclado con trozos de lino del pantalon. Oin, también tras su escudo, no quitaba ojo de la trayectoria. Cuando todo indicaba que la flecha golpearía directamente en el escudo, una racha de viento la precipito hacia abajo sin darle tiempo a reaccionar. Una herida parecida a la de sus congeneres apareció en su muslo izquierdo, otra herida que marga tendría que coser con algunos puntos de ese hilo de seda que ella usaba. No hubo mueca de dolor en ninguno de los enanos, pero si sangre, sangre que manchaba las perneras de sus pantalones, que con una macabra ventanita dejaban ver las heridas inflingidas.

Freagulf había visto un hueco entre dos escudos, afino puntería, pero no demasiada, ni siquiera se había molestado en apuntar. La suerte, la pericia o la simple gracia de los valar, hizo que su saeta, tras el cruce de proyectiles, entrara exactamente por donde el quería. Impacto tras el guerrero, clavándose de lleno en el interior de la pierna del arquero que estaba mas a la derecha. Casi le da en los mismísimos huevos, pero no fue asi, fue mejor. El pobre infeliz cayo muerto de inmediato cuando la flecha lo salió por detrás. Un potente chorro de sangre hizo salir de una sola bufada todo el liquido vital que llevaba dentro. Murio desangrado en apenas unos segundos.

Entonces Gallindum reacciono. La daga que ahora llevaba en la mano derecha, mientras con la izquierda malsujetaba el escudo, se alzo sobre su cabeza para salir disparada hacia el enemigo. El puñal golpeo sin clavarse en el escudo de uno de los guerreros (#4) para después, por pura suerte golpearle en la espinilla, haciéndole un ligero corte. No hizo si no enfadar aun mas al oriental que sin moverse, pero lleno de ira, mantenía su posición.

Temudyin se escabullo tras los enanos, rodeándolos por su derecha. Buscaba el acecho del enemigo, ganarles la espalda, sorprenderlos. Coralak no salía en su ayuda, algo podría haberle pasado, o sencillamente no veía el momento de hacerlo, tal vez si se adelantaran…

Oin, viendo como su lacerada pierna sangraba, se movio a su derecha, en busca del abrigo de los arboles, la protección de los parapetos naturales, y sobre todo de la oscuridad. Alli en la penumbra no le alcanzarían. Draupner lo imito, dando algunas zancadas hacia atrás.

Arlan por su parte se semiagacho para resistir una nueva ola de flechas, no había tenido tanta suerte, su tobillo estaba atravesado por la cuarta flecha y casi no podía moverse. Se oculto tras su escudo esperando resistir la nueva embestida.

RESOLUCION TURNO 703
Asalto 1

Temudyin dejo la protección de los enanos, su cabeza tenia otras cosas en mente, quería salirse fuera del calro, rodear a sus nuevos compañeros y sorprender al enemigo, bien flanqueando a los orientales que había allí adelante, o bien interceptando a losque estaban por venir, y que habían contestado desde el interior del bosque.

Con sumo cuidado se escabullo, camino semiagachado durante un rato, mientras esquivaba setos y troncos. Iba entre las sombras, esperando no ser detectado. El avance no era demasiado rápido, en esa postura era complicado hacerlo y mas aun si pretendía esconderse de los ojos enemigos.

Cuando creyó estar cerca de Coralak vio lo que se le venia encima. Apenas un par de metros por delante de el, y dirigiéndose hacia su posición, avanzaba un pequeño grupo de orientales. No parecían haberle visto, y a Corlak tampoco. Busco al muchacho y lo vio, escondido tras unos arbustos, esperando a que pasaran de largo para atacarles por la espalda. El tendría que hacer algo, iban directos hasta donde estaba tan bien escondido, si seguían esa trayectoria acabarían tropezando contra el. Por otro lado moverse era un riesgo, si era avistado seria el fin.

Los tres orientales caminaban en formación. Dos guerreros con lanza al frente, con escudos y armadura y un arquero detrás. Este ultimo caminaba despacio, con la flecha preparada en la cuerda, esperando tener un tiro limpio. Por suerte miraban casi todo el rato ahcia la posición de los enanos, sin duda querían abatirlos desde allí, por sorpresa.

RESOLUCION TURNO 703
Asalto 1

Ilidan se había internado en el bosque, aprovecho las sombras para avanzar entre matorrales y hierbas altas, usando los troncos de parapeto. Buscaba abordar al enemigo por el flanco una vez llegara a una popsicion adecuada. Cuando se dirigía hacia el lugar elegido algo lo sorprendió. Un tercer grupo, había dos hasta ahora, uno el que sin miedo se enfrentaba a los enanos, y otro el que había contestado, al este. Nada se sabia del nuevo grupo. Inmediatamente se quedo queito, muy quieto, y asi permaneció.

Los tres orientales caminaban en formación. Dos guerreros con lanza al frente, con escudos y armadura y un arquero detrás. Este ultimo caminaba despacio, con la flecha preparada en la cuerda, esperando tener un tiro limpio. Por suerte miraban casi todo el rato hacia la posición de los enanos, sin duda querían abatirlos desde allí, por sorpresa.

Tal vez no lo vieran y por tanto pasaran de largo. Seria un buen momento para atacarlos, por la espalda, con suerte neutralizando a uno de ellos, eso si, quedaría solo ante dos guerreros. No es que tuviese miedo, pero había que sopesar todos los pros y contras. Ahora entre las sombras intentaba decidir el siguiente paso, y no era fácil.

Turno 704 - Asalto 2

Bolgo observó la trayectoria de su piedra y se sonrió al escuchar el crujido del hombro del oriental. Había empezado bien.

Ahora le costará mucho más disparar flechas, si es que puede hacerlo, pensó para sí.

Pero no se detuvo. S agachó y en un rápido movimiento llevó una mano a la bolsa de piedras y extrajo otra. La colocó con rapidez en la honda y comenzó a agitarla, poniéndose de nuevo en pie. Analizó mientras tanto la situación. Los enanos parecían haber sufrido el impacto de varias flechas.

Hay que acabar con esos malditos arqueros, pensó en silencio.

Aquella vez apuntaría al segundo arquero (número 3), pero se tomaría algo de tiempo para que su disparo fuera óptimo. La piedra aún no había ganado la suficiente velocidad. Aún no...

Turno 704

Ilidan había tenido la suerte de haber llegado a adentrarse lo suficiente en el bosque para no verse sorprendido por el otro grupo que intentaba coger por sorpresa a sus compañeros. En mejores condiciones el numenoreano no hubiera dudado en lanzarse sobre uno de ellos y dar la voz de alarma a la vez, para luego haber resistido hasta que sus aliados hubieran llegado a ayudarlo.

Sin embargo, en su estado actual, debía de ser más precavido, más paciente, ver cómo iba evolucionando el combate, quizás al menos hasta que aquel arquero lanzará la primera flecha. Pero aun así, cuando tuviera que involucrarse en la contienda necesitaría toda la ayuda posible. Una ayuda sobrenatural en forma de palabras que debía recordar, pues ya hacía un tiempo que no usaba tales artes.

Así permaneció inmóvil para que aquel grupo no descubriera su posición, su única ventaja entonces, y darles tiempo a adelantarse algo más para tomarles por sorpresa por la espalda, además de concentrarse para recordar aquellas palabras mágicas que ya comenzaban a reproducirse en su mente poco a poco.

Turno 704

Aquel trozo repugnante y asqueroso de cactus que había formado una plasta vomitiva en su boca y tan desagradable como pocas cosas había en el mundo, tenía que haber dado sus frutos realmente. Fréagulf había ejecutado un excelentísimo disparo con su arco, y además notaba que tenía todas las energías renovadas. Prueba de ello era la fuerza con la que su flecha había salido disparada contra el sagath al que había apuntado. Hacía días que el ailgratha no se sentía tan bien.

Gracias a las antorchas de los propios sagath, vio como su flecha se colaba con precisión por entre los dos escudos y alcanzaba de pleno al soldado salvaje al que quería darle. Había sido un tiro perfecto. Tales fueron las ganas que Fréagulf puso en el tiro, que este salió con tanta fuerza que atravesó el muslo del soldado y salió por el otro lado plumas incluidas. Debió de seccionarle la arteria femoral, pues el soldado perdió mucha sangre y finalmente murió en cuestión de segundos. Pero Fréagulf no lo supo de inmediato.

Chaka llamó su atención tras efectuar aquel magnifico disparo para pedirle que fuera con él a rodear a los enemigos. Fréagulf miró hacía él y le respondió con un escueto asentimiento de cabeza. Como ya había pensado anteriormente, nadie conocía las tácticas de aquellos hombres como Chaka, y hacerle caso era la mejor opción. Rápidamente fue tras él y le siguió por entre la maleza. Tenían que actuar con rapidez para que sus nuevos compañeros pudieran resistir.

Mientras se internaba entre los árboles con el tuerto, Fréagulf cambió el arma y guardó el carcaj a su espalda y el arco junto a él, embrazó el escudo y desenvainó la espada. -¡Vamos!- Le susurró a Chaka aunque no hacía falta, el oriental ya caminaba entre los árboles para rodear al enemigo.

Turno 704

- Malditos hijos de perra concebidos por un enjambre de ratas. - gruño mientras me aparto de las flechas.

Esos bastardos habían disparado bien y nos habían alcanzado a casi todos.

Mientras me encamino fuera del claro veo como Arlan se agacha y se queda inmovil tras su escudo.

- ¿Por qué no se mueve? - pienso justo antes de ver que tenía el tobillo atravesado por una flecha. Maldición.

Rápidamente me acerco a Arlan y tras colocarme a su lado empiezo a cargar con él hasta sacarlo del claro y de la iluminación de las antorchas.

- Мы будем. - susurro mientras nos ocultamos. Как вы думаете, вы можете следовать?

Una vez a salvo intento hacer un torniquete en la pierna para contener la hemorragia ocasionada por la flecha del sagash tras lo cual cojo rápidamente posición en la retaguardia (a la espalda del nº 1) escapando así de la luz de la antorcha que hay a su lado.

Traducción

- Vamos. - susurro mientras nos ocultamos. ¿Crees que podrás seguir?

Turno 704

Una vez a resguardo de la oscuridad y tras un árbol, deja el martillo a apoyado en el árbol antes de romper el astil de la flecha. No deja de vigilar a los malosos.

"Malditos arqueros"

Rasga un trozo de ropa y procede a vendar la herida con fuerza intentando detener la hemorragia. Luego coge de nuevo su martillo y con decisión, y amparándose en las sombras se dirige hacia el lancero más cercano.