Partida Rol por web

| Cubierta del barco |

Es como si el tiempo se hubiese ralentizado, mientras sostenía mi arco con firmeza buscando la diana más segura. Había intentado protegerme lo mejor posible tras un saliente en la cubierta, para tener un sitio seguro desde el que poder concentrarme en apuntar y no tanto en si me herían o no. Estoy tan concentrada que no distingo los rostros en el otro barco, sólo las áuras de calor que rodean a todo ser vivo ("tendré que tener más cuidado cuando los barcos se junten y estemos mezclados...").

Por fin, selecciono a una de las personas que se encuentran en el barco. Tenso el arco aún más, manteniendo su centro a la altura de mis ojos; respiro profundo, apunto, y suelto la flecha. No me molesto en seguir su recorrido. Mi mano derecha rápidamente ha ido a coger otra flecha más y ya estoy apuntando de nuevo. Esperando el momento oportuno. Buscando...

ATENCIÓN: Se avecina una jugada master ;)

[Cubierta del barco]

Afortunadamente no había perdido de vista al dragón... y afortunadamente algo o alguien hizo que se apartase a tiempo. No me molesto en buscar a quien agradecerle el oportuno hechizo, ya habrá tiempo después. Alguien ha caído del dragón, un encapuchado, y cuantos menos hombres tenga el enemigo, mejor.

El pecho me escuece tanto que los ojos se me encharcan, pero no hay tiempo para lloriqueos. Peor que el primer escozor será el dolor posterior... pero prefiero tener la oportunidad de sufrirlo a no contarlo, así que aferrando mi alfanje, me incorporo y me acerco hasta el jinete antes de que él tenga oportunidad de hacer lo mismo... o de que vuelva el dragón.

-¡DI TUS ÚLTIMAS PALABRAS, CERDO! - grito mientras hago descender mi arma sobre él...

|JUGADA MASTER|

A pesar de que Cambaral ya se veía matando a aquel encapuchado, éste se levanta y saca su espada, deteniendo la del humano.
- ¿Cerdo yo? No me quiero imaginar lo cerda que era tu madre para castigar al mundo con tu presencia- dijo el encapuchado, empezando una lucha encarnizada con el pirata.

La flecha lanzada por Vana Driel consigue darle de lleno a Victoria, que se encontraba en ese momento buscando a Mefiroth, temiendo que le hubieran herido.
La flecha atravesó su muslo derecho, provocando que soltara un grito aterrador, de un dolor inmenso, alertando a todos los presentes, incluyendo a Hilary que no dudó en hacer como que no escuchaba nada.
No sería ella la que le ayudaría.

Markwolf no dejaba de observar con atención a sus enemigos, pero tampoco podía dejar de controlar al encapuchado que transportaba a la reina en su dragón. En cualquier momento podrían rescatarla y, él estaba seguro de que cuando eso sucediera, se darían a la fuga, pues entendía a la perfección los pensamientos de Farilynn.

Los dragones no dejaban de lanzar fuego, dando zarpazos a algunos de los arqueros de las torres más altas del castillo, provocando graves daños en la estructura. Pero los que seguían vivos no se rendían. Cientos de flechas iban en dirección al barco enemigo, volviendo a descargar otro centenar de éstas a los pocos segundos.

Ikki llegó sin ninguna dificultad al barco de los siervos de Markwolf, ya que éstos estaban casi en paralelo. El muchacho sentía tanta ira por lo sucedido entre Walgior y la Princesa Farilynn que no podía controlar su dolor, a pesar de tener unas increíbles ganas de luchar y vengarse. De repente, y sin saber por qué, ningún encapuchado podía verle... Todos ellos pasaban por delante de él y ninguno reparaba en que el muchacho había llegado hasta la cubierta de su barco. Se había vuelto invisible de nuevo.

Walgior estaba deseando que ambos barcos quedaran en paralelo para atacar y, justo en el momento en que éstos casi chocaron al juntarse, el joven desembainó su espada, pero algo sucedió... Su espada no era normal y corriente, era de fuego. Sin embargo, la empuñadura no ardía ni le molestaba en la mano del muchacho. ¿Qué le estaba sucediendo?

Vana Driel comenzó a escuchar unos gritos de dolor:
"¡Duele, duele mucho! Ayudarme por favor!", oía dentro de su cabeza una y otra vez... No sabía de dónde provenía pero, lo que estaba claro era que todo resultaba bastante extraño...
"¡No váis a matar a mi jinete!", gritó una voz en el interior de la cabeza de Vana.

Kith, sin embargo, se dio cuenta que de repente en el aire, dónde él mismo estaba flotando junto a la profesora de adivinación, habían por lo menos ocho o nueve Kith's. Todos eran copias exactas del muchacho y eso le provocó una gran confusión, pues no entendía ni cómo ni por qué habían aparecido allí esos clones. Todos le miraban, como si esperaran una orden suya para actuar. ¿Sería producto de su imaginación? ¿Sería un truco de Markwolf y los suyos? ¿O tenía su propia tropa?

La Princesa Farilynn vio que uno de los encapuchados tenía a su madre y éste volaba bastante bajo, así que no se lo pensó dos veces y se lanzó contra él, agarrándose fuertemente de la pata del dragón.
- ¡Suéltala!- gritaba la princesa, liberando una de sus manos para sacar la espada y clavársela en la pierna al jinete-. ¡Suéltala o prepárate para morir!-.
- ¡Jamás!- contstó el jinete, gritando de dolor cuando le clavó la espada.
El dragón hacía todo lo posible por desprenderse de la princesa, pero ella no estaba por la labor de marcharse de allí. No sin su madre...
De un salto, se puso a lomos del dragón y retó al encapuchado para que luchara con ella, olvidándose de la reina, que de un salto cayó a la cubierta del barco-castillo, pero se hizo daño en el tobillo durante la caída.
- ¡Noooo!- gritó la voz de Markwolf, cuando vio caer a su mujer en la cubierta del otro barco-. ¡Mátala!- le ordenó al encapuchado, que ya había comenzado la lucha contra la princesa.
Éste asintió y se lanzó contra la joven, haciéndole un grave corte en el brazo con el que usaba la espada. Ella chilló de dolor, agarrándose fuertemente el brazo con la mano izquierda, taponando para que dejara de salir sangre.
- Di adiós...- dijo el encapuchado, apuntando con la espada al cuello de la joven.

De repente, el mar comenzó a removerse... Millones y millones de burbujas emergían del mar, que se había vuelto oscuro de repente... Aquello no parecía ser buena señal...

| Barco de Markwolf |

La batalla comenzó de la manera que ami me gustaba. Nada más empezaron a saltar hombres del barco enemigo yo aparecí de mi "escondrijo" repartiendo mandobles y gritando como un autentico loco. Pero un grito desgarrador llamó mi atención. Me giré y vi a Victoria tirada en el suelo con una flecha clavada en el muslo. Corrí hacia ella esquivando como podía a mis propios compañeros y enemigos. Una vez a su lado la cojí en brazos y miré a mi alrededor.
-Esto esta bastante jodido.-dije en un susurro, viendo como los enemigos se acercaban cada vez mas y como me tapaban las salidas. Salí corriendo hacia el lado que menos gente habia, intentando encontrar un sitio donde dejar a Victoria y poder seguir luchando.

- ¡¡¡Princesa!!! - grito al ver como se lanza hacia el Dragón que tiene prisionera a su madre. La princesa comienza a luchar contra uno de los encapuchados, mientras observo como la Reina cae a la cubierta del barco gracias a la actuación de la Princesa.

También puedo escuchar la voz del enemigo, ordenándole a su seguidor que mate a la Princesa Farilynn y este, utilizando una espada, le hace un corte en el brazo haciéndolo sangrar mucho. - ¡¡¡Farilynn!!! ¡maldita sea! - vuelvo a gritar mientras mi mente espolea a Rakkir para que salga en su ayuda.

La princesa se encuentra a punto de morir a manos de un encapuchado, mientras mi dragón y yo, volando como una misma persona nos dirigimos a toda velocidad hacia el enemigo que protege a la princesa. Las alas de Rakkir se encuentran pegadas al cuerpo para ganar velocidad y rápidamente nos vamos acercando al enemigo.

Mi mente y la de mi mascota es una sola y no hay diferencias. El siente lo que yo siento... temor... y el me hace sentir lo que él siente... valor... juntos somos uno y juntos somos más poderosos. Su cabeza comienza a descender para dejar al descubierto las puas de su cabeza, que van dirigidas directamente a la cabeza del enemigo que sostiene una espada y que está a punto de matar a la princesa.

Las puas están cada vez más cerca del enemigo distraido y su montura descontrolada debido a los infructuosos esfuerzos de la princesa para no resultar herida de muerte... Cada ves mas cerca, y más...

Mi mano se extiende a un lado de mi dragón mientras mi cuerpo queda casi fuera de la silla de montar... somos uno, sé que no me dejará caer... Extiendo la mano cada vez más mientras miro los ojos de la princesa que parecen saber que este será su final...

- ¡Farilynn! - cerca. - ¡Princesa! ¡Cójase de mi mano! - más cerca. - ¡Ahora!null

| Barco Markwolf |

Mi espada... ¿Qué habia pasado? La miré un instante, no demasiado ya que no me encontraba en condiciones de examinar nada. Al ver que no me molestaba seguí adelante, entrando en el barco de Markwolf dando mandobles a izquierda y derecha esperando que los enemigos cayeran a mi paso. Miré el cielo un instante. Farilynn... Miré ami alrededor para defenderme por mi distracción y volví a mirar al cielo. No la encontré entre la pila de dragones que surcaban los cielos. Seguí atacando a enemigos, sin descanso, gritando en alguna ocasion por el esfuerzo de atravesar a algun enemigo o su propia espada contra la mia de fuego.

Ya todo estaba listo para lanzar acabar mi hachiso mas poderoso pero por alguna razon toda aquella magia, todo aquel poder se desbanecio... Conjunto con aquel desastre me senti cansado y yn dolor invadia mi ser... no entendia porque pero el dolor me guio, era denuevo la herida... este rea el fin... no podia con esto debia guardar mis energias...

Mientras me paraba, nuevamente escucho un grito muy familiar pero espantoso... me da urgencia por ver que estaba pasando alla fuera... corro torpemente y diviso rapidamente a Jairon y Victoria... Note que esta ultima estaba mal herida asi que le llame a todo pulmon y hacia señas para que me viera y la trajera para aca...

No tenia mucha fuerza pero tenia que ver si podia almenos hacer que estos se volvieran invisibles... pero la intension no me vasto... el cansancio no me dejaba, y derepente me sale una sonrrisa muy lujubre, recordando lo susedido anoche... entendia ya porque estaba en tan pesimas condisiones...

-Espero que me hallan oido o almenos visto-

|Cubierta del barco de la boda|

Aquella flecha impactó en mi muslo... Divisé de lejos a la causante de aquel dolor y juré por todos mis muertos que un día, por muy lejano que fuera, conseguiría acabar con ella.
Mientras tanto, Jairon me llevaba en brazos para ponerme a salvo, y escuché un pequeño grito de Mefiroth.
- Debo ir con él, está allí- dije, señalando con el dedo índice al lugar donde se encontraba-. Tranquilo, puedo ir yo sola... Aún tengo fuerzas para andar...- mentí. De lo que tenía ganas era de estar con Mefiroth e intentar ayudarle. Le di las gracias a Jairon con un gesto de la cabeza y me fui tan rápido como podía a pata coja, hasta donde estaba el elfo.
- Oh, madre mia... ¿Qué te ha pasado?- le pregunté, sentándome en el suelo, apoyando la espalda contra la pared y haciendo una mueca de dolor. Sin darme cuenta, le agarré el rostro y le di un beso en los labios. Vernos en esas circunstancias tan extremas hacía que temiera lo peor.

|Mis aposentos|

Después de la noticia de que Walgior y la Princesa Farilynn estaban juntos, no había podido reprimirme y me fui a mis aposentos...
Todo sucedió mientras yo estaba llorando en mi cama, que me asomé a la ventana y vi lo que se había montado en solo un par de horas.
Corrí de inmediato a por un arco que había en las vitrinas de los pasillos. Me daba igual si era importante, pero debía de utilizarlo. Desde allí tenía muy buenas vistas y era dificil que me vieran a mi.
Cargué una flecha y apunté al encapuchado con el que estaba la Princesa Farilynn sobre aquel dragón, luchando, a pesar de que Sirius ya se había acercado para intentar salvarla. Yo, por si acaso, intentaría acabar con aquel ser oscuro...

|Cubierta barco-castillo - cubierta barco enemigo|

Estaba en la cubierta, tomando el fresco, cuando todo cambió de golpe...
- ¡A por ellos!- grité, alzando mi espada, saltando de la cubierta de nuestro barco al suyo, blandiendo la espada, intentando cargarme a unos cuantos encapuchados por el camino. Lo que quería era llegar hasta Markwolf y acabar con él de una vez por todas... O quizá me conformaría con llegar hasta ese muchacho (Jairon).

|cubierta del barco-castillo|

Me dirigia hacia el barco de Markwolf cuando Eivy, mi halcon, vino hacia mi, mq queria decir algo pero no sabia el que. Entonces echo a volar hacia una parte de la cubierta del barco. -Quedra que la sigua.- Pense
Sali a correr tras ella hasta que vi como aterrizaba al lado de la reina elfa, que estaba tumbada en el suelo doliendose de un tobillo.
Entonces comenze a correr a más velocidad, me deteni ante ella haciendo una reverencia y dije:
- Alteza, sera mejor que nos pongamos a cubierto, seguro que Markwolf ha ordenado a los dragones que vengan a por ti.- mientras la cojia en brazos y me dirigia hacia el castillo.

[Cubierta del barco-castillo]
Sin pensarlo dos veces, tras ver los acontecimientos, agarro el pergamino que antes copié en la biblioteca, "piel de piedra" y ejecuto el sortilegio centrado en la princesa Farilynn.

Barco-Boda

Cargado con las hachas robadas de la sala de entrenamiento, dos de mano y una a dos manos, me dirigo sin pensarlo a la cubierta del barco. Ya ha pasado demasiado tiempo sin luchar. Me dirigí a la cubierta y me dirigí hacia el barco de Markwolf en busca de algún enemigo. Agarro mis dos hachas de mano y me dirijo hacia alguna persona de la boda cerca mio.

Cubierta del barco-castillo

En tan poco tiempo comenzó una batalla terrible. Yo tenía muchas ganas de demostrar que podía ser útil... ya que Frank, el jefe del consejo élfico me llevó a lomos de un dragón hasta el barco-castillo. Me dejó en la cubierta, preparada para el ataque, saqué mi espada viendo que todos cruzaban al otro barco, donde al parecer se estaba celebrando una boda... Vaya boda le están dando, pensé... no les tenía que haber hecho mucha gracia...
Llevaba tiempo en la cubierta, estaba muy nerviosa, ya que acababa de llegar y encima en una batalla. Entre tanto jaleo y gritos pude divisar a alguien sobre un dragón(Sirius)que parecía que quería ayudar a alguien más, (la princesa Farylinn)también divisé a un muchacjo rubio de pelo largo (Olwë)ayudando a una mujer malherida, asique me dirigí hacia allí por si necesitaba ayuda...

|EVALUACIÓN DE JUGADAS|

Sirius acudió de inmediato a rescatar a la princesa, pero el dragón del encapuchado le dio un zarpazo al dragón de Sirius cuando ya tenía sujetada a Farilynn con la mano.
A pesar del golpe, el joven no soltó la mano de la princesa, pero el dragón tampoco pudo soportar el dolor del zarpazo provocado por un dragón adulto.
Se iban precipitando poco a poco hacia el mar, procurándoles una grave caída si llegaban a tocar el mar, que seguía emergiendo de él unas burbujas bastante extrañas.
Cada vez les quedaba menos para llegar al mar... Sin embargo, el encapuchado también les acompañaba, que había sido alcanzado por la flecha de Hëndel.

Walgior iba utilizando su espada a diestro y siniestro, sin saber con exactitud a qué se debía aquel acontecimiento tan extraño. Lo único que sabía, era que le daba un poder incalculable. Su espada desprendía alguna llamarada, alcanzando a algunos de los encapuchados, a pesar de que se encontraban bastante lejos para alcanzarles con la propia espada. Walgior estaba fascinado y quería aprovechar aquello al máximo.

Naida se iba abriendo paso entre los encapuchados del barco, estando cada vez más cerca de Markwolf... Tenía sed de venganza y lo sucedido con Owën y Marian sólo la enfurecía más, provocándole en su interior unas ganas tremendas de acabar con todo para conocer mejor al muchacho. Sólo le quedaba acabar con el último, el que protegía al ser oscuro...
- ¡No pasarás!- gritó el encapuchado, con voz fría y malvada. La lucha duró varios minutos y acabó con Naida herida grave en el costado y el encapuchado inconsciente.
La herida de la joven sangraba mucho, pero no iba a detenerse. Se acercó lentamente a Markwolf, aunque éste ya la había divisado.
- Vaya vaya, si tenemos aquí un hada...- dijo Markwolf, sacando su espada-. ¿Dónde está tu madre? ¿Se está tirando a todos los hombres del planeta para darte a ti de comer? Apuesto a que es una de las tantas mujeres con las que me he acostado por dinero...-.
Naida, dolida por aquellas palabras, alzó la espada y la blandió en el aire, siendo bloqueada por Markwolf, que convocó un hechizo para desplazarla hacia atrás. El ser oscuro le puso la espada en el cuello, haciéndole un pequeño corte al apoyarla.
- Piénsatelo... Conmigo serías una triunfadora... Todo el mundo te temería y serías una gran hechicera, además de ser un hada muy deseada por todos los hombres...- le dijo Markwolf, mirándola de arriba a abajo.

Yuka y Owën ayudaron a la Reina Elfa Hanless a entrar dentro del castillo. El muchacho la llevó en brazos, ya que la reina tenía un tobillo roto y no era capaz de levantarse y andar por su propio pie. Una vez dentro del castillo, la dejaron sentada en el suelo, apoyada en la pared.
- Gracias por ayudarme... Pero no creo que sea yo la que necesita ayuda... Ahí fuera hay gente muriendo...- les dijo la reina, poniéndole sus manos en los hombros de Owën y Yuka.

Throben empieza atacando a algunos encapuchados del barco, pero de repente, se topa con un muchacho rubio y de ojos verdes (Jairon, que con la poción ha cambiado totalmente de aspecto).

|cubierta del barco-castillo - barco de Markwolf|

Yo corria hacia la cubierta del barco enemigo con espada en mano, estaba deseando entrar encombate y demostrar que aunque fuese de 1º podria ser de ayuda, asi que al llegar al barco enemigo me dirigi hacia el grupo de encapuchados más proximo a mi dispuesta a acabar con algunos de ellos.

El hechizo "grasa" (Forgotten Realms) crea una pelicula resbaladiza en la cual se ha de hacer una tirada de salvación para no perder el equilibrio (tu evaluala como veas).
El hechizo "piel de piedra" (también de FR), hace más o menos lo que el nombre indica. Volver la piel pétrea, dura, de forma que aumenta la resistencia ante un ataque físico.
He aquí por qué lo lanzo sobre Farylinn.

|barco-castillo - barco de Markwolf|

Haciendo caso de las palabras de la reina me despido de ella y de Yuka, sali a la cubierta del barco donde me esperaba mi halcon, hecho a volar de nuevo, esta vez hacia el barco de Markwolf. Corri detras de Eivy, con mi lanza en mi mano, al llegar a la cubierta del barco enemigo donde habia un caos total, vi entre toda la muchedumbre como Marian se abalanzaba contra unos encapuchados, pense que seria por ello por lo que Eivy me habia traido pero no fue asi, mi mascota seguia volando hacia otro lugar, volvi a echar a correr seguiendola pensando que Marian estaria bien, mientras corria esquivando a mis aliados y enemigos como podia, vi como mi halcon se abalanzaba contra Markwolf, entonces vi a Naida malherida, corri a más velocidad hacia ellos, cuando ya estaba bastante cercainque mi lanza en el suelo para saltar más alto y abalanzarme hacia Markwolf intentado alejar lo maximo posible a ese desgraciado de Naida.

|EVALUACIÓN DE JUGADA|

El hechizo del joven Fistandantilus surten efecto... El de grasa, a pesar de su máxima concentración, no logra tener éxito, pero sí el de piel de piedra, que consigue que la piel de la princesa Farilynn se convierta en una piel gruesa y dura, difícil y prácticamente imposible de romper.

Owën se lanza contra Markwolf, pero el ser oscuro tiene demasiado poder y le ve llegar, incluso ve sus intenciones, así que convoca otro hechizo para desplazarle varios metros atrás, quitando la vista de Naida, que se levanta y tiene la oportunidad de marcharse o de atacar.