Partida Rol por web

| Vestíbulo - Puerta Enfermería |

Me encontraba en el vestíbulo cuando empezó todo el revuelo. Me acerqué a la puerta de la enfermería y desde allí ví tres cadaveres. ¿Asesinatos? ¿De quién? No tenia ni idea de que huviese ningún otro aliado con nosotros en el castillo, Markwolf no me avisó de nada... Se cometian asesinatos, entonces alguen más estaría en mi bando. Quizás... Sólo quizás, ya que alomejor no tenía nada que ver. Y si fuese un aliado, podría entender que Markwolf no dijese nada, ya que podría poner en peligro a ese sujeto en cuestión.

| Pasillos - Habitación Farilynn |

Mientras andaba por los pasillos, escuché a unos alumnos gritar por un nuevo asesinato y el nombre de la víctima. Cathan, le conocí un poco y era un buen chico, una autentica lástima. Fuí a paso ligero hacia la sala de profesores y allí no estaba Farilynn. Seguramente ya estaría avisaba, pero quería asegurarme. Entonces corrí hacia su habitación y entré sin llamar, ya que no esperaba encontrarla allí tampoco, si no en la enfermería desde hace rato enterada. Pero no fué así... Lo que ví hizo que me quedase en el sitio helado. Risk en la habitación de mi amada. No pude evitar llevar mi mano a la empuñadora de mi espada pero sin hacer nada, solo cojiendola con fuerza, mirando a los dos con apenas expresividad en el rostro. Solo yo sabía lo que sentía. Traición, un enorme dolor y muchísimo odio. Cerré con fuerza la puerta, dando un portazo tan grande que no era de extrañar que hubiera resonado en todo el castillo. Me quedé en el pasillo frente a la habitación dos segundos, asimilandolo y luego andé con tranquilidad por el. No les ví haciendo nada, pero me podía imaginar la noche que se pudieron dar...

| VESTUARIOS - VESTÍBULO - ENFERMERÍA |

Sonreí y cogí de la mano a Sirius, para marchar juntos al vestíbulo. Era difícil buscar a alguien en el internado, con lo grande que era, así que decidimos esperar en la estancia donde se comunicaban los sitios más visitados: los jardines y el comedor.
Entonces, fue cuando la sangre se marchó de mi cara y la respiración se me cortó. Escuché a varios alumnos diciendo que había una nueva víctima del asesino que tanto terror estaba provocando en los alumnos. Pero oír su nombre... Pensar que estaba muerto, que había tenido esa historia de amor con él... Era horrible...

Cerré la boca y salí corriendo hacia la enfermería, sin mirar si Sirius me seguía. Tenía que comprobarlo, tenía que despedirme de él si aún seguía vivo...
Cuando llegué y le vi en la camilla, con su cuerpo y su pecho inmóvil, dándome cuenta de que no respiraba... Me derrumbé...
Allí estaba Ikki, llorando también su pérdida. Con aquel chico había hablado poco, pero sabía que era honesto.

Me puse a un lado de la camilla donde yacía Cathan y me tapé el rostro con las manos. Él lo había pasado mal... Habíamos estado saliendo juntos a pesar de que yo sabía que seguía colada por Walgior...
"¡Cómo han cambiado las cosas...!", me dije a mi misma, en mi interior. Ahora, Sirius había conseguido lo que nadie había hecho: hacer desaparecer a Walgior de mi cabeza...
Y, sin embargo, me había olvidado por completo de la presencia de Cathan, con quien no había tenido relación alguna en los últimos meses...
Era horroroso que el asesino todavía estuviera suelto.

| MIS APOSENTOS |

Sus palabras parecían tan sinceras que creí cada una de éstas... Escuchar de sus labios cómo se había quedado prendido de mí al verme me dejó petrificada.
Notar cómo se acercaba a mi rostro y me besaba, me provocó un hormigueo por todo el cuerpo, concentrándose en el estómago.

Su beso, tan dulce y suave que no podía despegarme de él, a pesar de que sabía que todo aquello no estaba bien... Por mucho que él intentara convencerme de lo contrario, seguíamos siendo profesora y alumno.
Después de unos segundos, aquello ya no me importaba. Estaba con Fistandantilus, el alumno y el chico por el que siempre había tenido debilidad... Aquel chico que siempre parecía haber sido solitario, serio y frío, pero que tenía un corazón enorme...

Sin dudarlo, coloqué mis dos manos en su nuca y le atraje hacia mi, para que no dejara de besarme. Aquello se estaba convirtiendo en una adicción, en una obsesión... Si no veía su mirada, sus labios, aquella imagen que siempre intentaba dar a los demás de ser un chico misterioso... Todo eso y mucho más era lo que me había cautivado a mí...

- Llevo mucho tiempo esperando que llegue a mi vida alguien como tú, Fist...- dije, casi en un susurro, después de separarme de sus labios durante unos minutos-. No te marches nunca...-

En aquel momento se me habían olvidado las sospechas que tenía de él... Incluso empecé a pensar que sólo eran fantasías mías y que él no era el asesino, aunque tampoco lo era Risk... Y pronto tendría que asumir el control del internado...

| MIS APOSENTOS - PASILLOS |

De repente, estaba intentando asimilar lo que acababa de decirme Risk, cuando Walgior entró en la habitación. Vio la escena y se pensó lo que no era... Salió dando un portazo y cerré los ojos, triste.
Dejé cuidadosamente la cabeza de Risk en el suelo, pues Helen ya estaba avisada del accidente, y salí tras mi amado.

-¡Espera, Walgior, por favor!- grité, corriendo tras él, cogiéndole del brazo para obligarle a mirarme-. No es lo que piensas... Yo... Te lo puedo explicar si me dejas, por favor... Yo tiré a Risk contra la puerta con mi magia porque... Se metió en mi habitación pensando que tú y yo no... -empecé a decir, pero todas las frases se me quedaban a mitad.

Perderle me iba a doler demasiado... Tenerle allí, delante mío, con la mirada tan furiosa que nunca había llegado a ver... Sentía rencor y odio por dentro, podía verlo en sus ojos.
Nuestras discusiones me habían confundido, pero había llegado a la conclusión de que le amaba y que nadie podría superarlo.

- Ha sido un accidente... Yo no quería que él pensara otra cosa... Sólo quería vigilar que nadie entrara en la habitación y se quedó en la butaca, pero me despertó y quiso... En fin, que sólo pude zafarme de su abrazo con mi magia y lo hice con tanta fuerza que lo empotré contra la puerta...- le conté a Walgior, después de que consiguiera respirar hondo. No le di importancia a los besos que tuvimos en la sala de profesores, pues no permití que llegaran a más porque estaba confundida, pero tenía que contárselo-. Tan sólo me dio un par de besos... Nada más... No quise que se descontrolara, a pesar de que nosotros no estábamos en nuestro mejor momento... No sabía si seguíamos juntos, si estábamos separados, si nuestra ruptura era definitiva... No sabía nada, pero sí sabía lo que sentía por tí... Pero entiendo que te enfurezcas, yo también lo habría hecho... Lo siento- dije, dándome media vuelta para volver a mi habitación y esperar a que viniera Helen.

| ENFERMERÍA |

Levanté la cabeza y vi que Hëndel había llegado.
- Hola...- dije, con la voz rota debido al momento-. Él siempre te tenía presente... Siempre hablaba de tí y nunca se olvidó de lo que sentía... Se moría de celos cada vez que te veía con Walgior y después con Sirius, pero te veía feliz y no quería entrometerse- le conté, por si aquello le aliviaba. No quería que pensara que había sufrido por su culpa.
Agaché de nuevo la cabeza y miré a mi amigo Cathan, allí tendido, sin respirar ni hacer bromas como hacía últimamente...

[Habitación de Dana]

Respiré hondo y una gran sensación de paz me llenó por dentro.  De nuevo la besé.  Me parecía algo mágico, necesario para continuar viviendo.  La abracé y le contesté en apenas un susurro.

"Ya estoy aquí, y no me iré nunca."

La ayudé a tumbarse en la cama y continué besándola con pasión mientras colocaba mi mano en su cintura.

Sintiendo romper la magia del momento me separé de ella.

"Todavía no estas recuperada, tienes que procurar descansar un poco... - La besé nuevamente y la miré a los ojos - Duerme un rato."

La ayudé a meterse en cama.

"Voy a poner un glifo custodio en la puerta, las ventanas y el suelo, pintado por dentro en el claso de puerta y ventanas para que no se vea.  Solo tendremos acceso a la habitación tú, Farilynn y yo.  A cualquier otro que intente entrar se le agarrotaran los músculos de todo el cuerpo, dejandolo inmovil.  Iré a ver cómo van las cosas ahí fuera."

Agarré una tiza y comencé a dibujar el símbolo que cumpliría la función deseada.

Me despedí de ella, dejándola descansar, y deambulé por el internado para ver como marchaba todo.

| Pasillos - Vestíbulo |

Me dijo todo aquello y se marchó de nuevo. Dejandome allí solo... Menuda forma de solucionarlo, ¿de verdad creía que con unas simples palabras lo conseguria? Se dieron unos besos y porque ella estaba hecha un lio... Reí angustiado al pensarlo. Entonces yo tendría que aver estado con alguna mujer y aprovechar, ya que estaba hecho un lio y tenia excusa... Agaché la mirada al suelo, estuve apunte de dejar caer una lágrima, o eso creí yo, pero no fué así. Alcé la vista y avancé por el pasillo hasta el vestíbulo. En el castillo habia un revuelo impresionante, pero pasé de el, como si no notase el gentio y me acerqué a la puerta principal, apollandome en el marco de esta y mirando el bosque del fondo. Por mi mente una idea, un idea que tal vez tiempo despues no desearía haver tenido. Pero antes debería de hablar con Farilynn, hablar de verdad, porsupuesto. Y respecto a Risk no pasaría nada, si no se cruza en mi camino y me dirige una mirada. Pensé en ir a la habitación a revanarle el cuello, pero me sentí demasiado dolido con Farilynn, no con el.

| COMEDOR |

Llegué al comedor y vi que Annette estaba con una de los recién llegados.
- ¡Hola!- dije, mientras me sentaba al lado de Neith. No estaba de buen humor, pues una de mis amigas había sido asesinada, pero la vida continuaba-. Veo que hay reunión de chicas... ¿Qué tal todo?- pregunté, dirigiendo una fugaz mirada a Annette.
Durante unos instantes, nuestras miradas parecieron ligadas por algo extraño, pero sonreí y aparté la mirada.

| PASILLOS - MIS APOSENTOS - EXTERIORES |

Comencé a andar, deseando que Walgior me detuviera y me dijera que me perdonaba, pero pasaron unos segundos y no lo hizo. Me di la vuelta y vi que se marchaba... Agaché la cabeza, arrepentida por todo, por la confusión vivida y por lo que le estaba haciendo sufrir a Walgior.

Me apoyé en la pared de aquel pasillo que tanto estaba odiando... Miré al techo y suspiré. Me odiaba a mi misma, deseaba que todo acabara... Mi vida no tenía sentido si no estaba él en ella. Dejé escapar unas lágrimas, que recorrieron mis mejillas hasta la mandíbula...
Aquello era deprimente... Todo me salía mal desde que había aceptado el reinado, no tenía la mente donde debería tenerla y eso me estaba haciendo perder a la gente que más quería...

Ya no quería permanecer en aquel lugar, no mientras Walgior estuviera allí... No soportaría verle todos los días por los pasillos, sabiendo que la única culpable de aquel error había sido yo. No tenía ninguna razón para hacer lo que había hecho, me había convertido en un monstruo.
Decidí que lo mejor era seguir ayudando desde otro lugar, un lugar oculto donde nadie pudiera encontrarme, sólo los que pudieran tener acceso a reuniones importantes.

Me fui a mis aposentos, ignorando los gemidos de Risk por su dolor de espalda. Saqué un pequeño baúl de debajo de mi cama y empecé a llenarlo con mis vestimentas, sin ninguna delicadeza.
- No creo que tarden mucho en venir a por tí- le dije a Risk, sin mirarle. Estaba demasiado concentrada en averiguar dónde podría ir-. Dana y yo nos ocuparemos de demostrar tu inocencia, pero yo ya no estaré aquí...- dije, casi en un susurro.
Se me hacía muy difícil imaginarme una vida sin Walgior, una vida en la que su rostro brillara por su ausencia... Echaría de menos su voz y sus besos... Pero sabía que si me quedaba cerca de Risk, le dolería mucho más a mi amado, y no podía permitirme hacerle más daño.

Con la magia, hice levitar el baúl a mi lado y abandoné a Risk. Me dirigí rápidamente hacia los exteriores del internado y le pedí a uno de los ayudantes de Melpénome que me ayudaran a trasladarme.
Mientras el ayudante se marchaba para dar el mensaje a su reina, me quedé allí, esperando. Me senté sobre el baúl, con los codos apoyados sobre mis rodillas y mi cabeza apoyada sobre mis manos.
No pensaba decirle nada a Walgior... No quería derrumbarme en una despedida que sería la más dolorosa de mi vida.
Lo más sencillo hubiera sido acabar con mi propia vida, pero habían muchas cosas que hacer.

| EXTERIORES DEL INTERNADO |
|Conjunta entre Hanless y Farilynn|

Hanless: Salí por la puerta cuando Risk me contó que Farilynn había hecho su equipaje, dispuesta a marcharse.
Cuando la vi sentada en aquel baúl, su favorito, donde siempre guardaba las cosas más valiosas que tenía en la vida (y no eran todo vestidos), me inhundó la tristeza.
Me acerqué a ella, a toda prisa, esperando que no fuera demasiado tarde para retenerla.
- ¡Farilynn, por todos los dioses!- dije, poniéndome delante suya-. ¿Qué es lo que haces? ¿Por qué te marchas? ¿Acaso las cosas no van bien con Walgior?-.

Farilynn: Suspiré, nerviosamente.
- Mamá, por favor... Me voy porque no puedo pasar más tiempo aquí- le anuncié, sin dar ninguna explicación más-. Seguiré en mi cargo, no te preocupes.

Hanless: Puse los brazos en jarra.
- ¡No es eso lo que me preocupa! Estás triste, se te nota en la cara Farilynn- repuse, frunciendo el ceño, furiosa por el comportamiento de mi hija. No era propio de ella.

Farilynn: Volví a suspirar.
- Está bien... Las cosas con Walgior no van bien y quedarme aquí sólo le hará más daño... No podrá terminar su adiestramiento si yo estoy rondando por el internado- confesé, con tristeza. Me dolía aceptar la verdad.

Hanless: Relajé los brazos y los dejé caer. Me senté a su lado, en un hueco que quedaba libre del baúl.
- Farilynn, hija mía... Al principio no aceptaba la relación, la veía demasiado extraña... Pero ahora sé que os queréis muchísimo...- dije, sincerándome con mi hija después de muchos años-. Quiero que seas feliz y sólo puedes serlo con él...-

Farilynn: Volví a suspirar.
- Mamá... Hay algo que me gustaría decirle pero sé que rompería todos sus esquemas... Estábamos decididos a casarnos y de repente todo ha cambiado... Él me odia, sé que es así, y nada podrá cambiarlo... Al fin y al cabo, me lo merezco- susurré, mirando al suelo.

Hanless: Le pasé un brazo por los hombros.
- Has cometido un error y te sientes culpable... Quizá puedas recuperarle si lo intentas- le animé, volviendo la mirada hacia atrás para ver que Walgior estaba en la puerta.

Farilynn: Me tapé el rostro con las manos.
- Mamá, yo... Creo que... Estoy notando sensaciones nuevas y... Yo...- empecé a decir, pero las palabras no conseguían salir por mi boca.

Hanless: Abrí la boca y miré de nuevo a mi hija.
- ¡Oh, por los dioses! ¿Estás embarazada?- pregunté en voz baja, para que nadie se enterara.

Farilynn: Sólo pude asentir, aunque eran sólo unas sospechas. Me abracé a mi madre y miré de nuevo al horizonte, esperando que llegara pronto Melpénome.
- No se lo digas a nadie... Y mucho menos a Walgior- le pedí, con un tono de súplica en mi voz.
La reina sirena apareció y traían un bote que arrastrarían por el mar hasta llevarme a un lugar seguro.

Hanless: Le ayudé a subir al bote y también le ayudé a colocar el baúl.
- Estás cometiendo un error, hija mía... Pero te apoyaré en todo- le dije, mientras veía como se marchaba el bote lentamente.
Corrí hacia Walgior y me coloqué a unos centímetros.
- ¿No piensas hacer nada? Sé que estás dolido, que te sientes engañado y traicionado, pero ella te necesita ahora más que nunca... Si no hablas con ella jamás sabrás por qué... Deberías darle una oportunidad, al menos para conversar... Se te acaba el tiempo... Cuando se marche la habrás perdido para siempre, ¿vas a dejar que eso suceda? - le dije, señalando el bote que empezaba a alejarse, tirado por unas sirenas.
Por primera vez desde que estaban juntos, yo misma luchaba por aquella relación... Me había dado cuenta de cuánto amaba mi hija a ese muchacho.
Decidí que ya no era asunto mío y me marché.

[Enfermería]

Al caminar por el castillo no pude evitar darme cuenta de que volvía a haber más actividad de la acostumbrada.  Fui derecho a la enfermería, imaginándome que allí vería a quién le había tocado esta vez.

Vi al nuevo alumno sin vida, y me apené por él.  Allí estaban también Hëndel y Sirius.  Hacía días que no hablaba con ellos.  Me acerqué a la pareja.

"Esto ya no es un internado, es un matadero... Hay que encontrar al asesino o acabaremos todos muertos..."

| VESTUARIOS - VESTÍBULO - ENFERMERÍA |

Observo como Hëndel sale corriendo una vez llegamos al vestíbulo y me sorprendo. También me resulta raro escuchar esos rumores por el internado, pero la reacción de ella ha sido totalmente sorprendente. ¿Será un buen amigo de ella?

La observo correr sin mirar atrás y corro a pocos metros detrás de ella. No la dejo de mirar ni un momento, no la pierdo de vista.

Cuando entra a la enfermería se coloca junto a la cama donde yace el cuerpo del chico. A un lado, se encuentra Ikki, el cual también lamenta su pérdida. Recuerdo vagamente a Ikki... nos hemos cruzado un par de veces en el internado, pero no he tenido mucho trato con él.

Pero eso no es lo que ahora ronda por mi cabeza. Lo importante es ahora otra cosa. El asesino. ¿Dónde puede estar? ¿Quién puede ser?

En realidad, si quiere esconderse, una persona que conosca el Internado bien puede encontrar lugares donde nadie jamás buscaría...

¿Y sí...?

Lo has intentado una vez con tu madre... no ha salido como esperabas... ¿lo intentarás con tu compañero muerto?

Sí.

Me acerco a él y le cojo la mano. No miro a nadie más, sólo intento concentrarme. No sé si los presentes se sorprenden, no me importa, sólo deseo descubrir la verdad.

Rápidamente me concentro, me concentro como nunca. Pido ayuda a mi madre, a Rakkir, a Hëndel, a todos los que me puedan ayudar con la mente, mientras la pongo completamente en blanco, intentando revivir los últimos momentos de mi compañero fallecido.

| EVALUACIÓN DE JUGADAS |

Sirius coge de la mano a Cathan intentando adentrarse en su mente para poder averiguar qué pasó durante sus últimos minutos de vida. No se veía con demasiada calidad, pero se podía distinguir al muchacho entrando en los baños.

Cathan se lavaba las manos después de haber orinado, pero alguien entró por la puerta... No se le veía el rostro, sólo una silueta negra. Lo que sí se distinguía era que tenía melena, y bastante larga.
No se sabía si era mujer o era un hombre, simplemente se acercó sigilosamente al chico... Éste escuchó las pisadas detrás de él y, al darse la vuelta, recibió un hechizo que le hizo caer al suelo... Lo había matado de un solo hechizo... En el rostro de Cathan se podía ver la sorpresa. Él sí había logrado ver el rostro de su asesino, pero Sirius no lograba hacerlo... La visión era algo borrosa y sólo se distinguían pequeños detalles.
Después, el asesino había sacado una daga y había grabado una "X" en la piel. Era el mismo procedimiento que seguía en todos sus asesinatos...

Y de repente, se cortó aquella visión. Ésta vez había seguido un proceso algo diferente. Normalmente entraba por las ventanas, pero ésta vez había entrado por la puerta sin que nadie notara nada extraño... Aquello sólo podía significar una cosa...

| ENFERMERÍA |

Agaché la cabeza de nuevo, pero la levanté para mirar al recién llegado y a Sirius, que le había cogido la mano a Cathan.
"¿Qué demonios está haciendo?", me pregunté a mí misma.
- Contigo queríamos hablar, Fist... Deberíamos investigar sobre todo ésto... A nosotros se nos da bien, y creemos que ya podemos tener algunas pistas- dije, casi en un susurro, aún sollozando por la muerte de mi amigo-. Deberíamos aprovechar todos la mínima posibilidad que tengamos de averiguar cosas...

| COMEDOR - ENFERMERÍA |

Estaba comiendo algo cuando escuché lo sucedido... Una nueva víctima había llegado a la enfermería y no sabía si le conocería...
Decidí que lo mejor era acudir a la enfermería para comprobar de quién se trataba, pero mayor fue mi sorpresa cuando vi que estaban allí mis amigos: Fist, Sirius y Hëndel. También estaba Ikki, pero no tenía mucha relación con él últimamente.
Cathan era el que estaba en la camilla, fallecido... Suspiré... ¿Cuándo iba a acabar todo aquello?
- ¿Qué ha sucedido? ¿Qué hace Sirius?- pregunté, viendo como le sujetaba la mano.

[ Enfermería ]

Mis ojos vuelven a la normalidad y suelto con delicadeza la mano de mi compañero muerto. Miro después a todos lo que allí están, sin decir una palabra, con tristeza en mi mirada e intento sonreir.

Lentamente comienzo a relatar lo que acabo de hacer, y también lo que acabo de ver. Palabra por palabra, acción por acción, todo lo que he visto.

Cita :

Cuando termino de contar, me quedo allí, callado, esperando las reacciones de mis compañeros.

| ENFERMERÍA |

Abrí la boca tanto como mi mandíbula me dejó, mirando sorprendida a Sirius. ¿Había investigado a Cathan con sólo cogerle de una mano? Aquello era... Aquello no lo sabía.
- Sirius... No sabía que pudieras hacer eso...- murmuré, tapándome la boca, horrorizada. No me hubiera gustado estar en su lugar, ver cómo mueren las personas y como sufren en sus últimos minutos de vida-. Oh, Sirius...- sólo supe decir esas palabras, pues corrí para darle un fuerte abrazo para que supiera que le apoyaba.
Me separé unos centímetros de él y le miré a los ojos.
- No sufrió, ¿verdad? Dime que no has mentido al contarlo... Si le mataron salvajemente dímelo, no me dolerá...- mentí, sintiendo que quizá había ocultado cosas para no hacerme daño.

| EN EL BOTE |

Me senté en el bote y no pude evitar mirar hacia atrás, dándome cuenta lo que estaba dejando allí...
Las sirenas seguían tirando de mi bote y unos guardias vigilaban que no hubiera nadie dispuesto a atacarme durante mi trayecto.
A lo lejos pude divisar la silueta de Walgior, en la puerta del internado. No podía creer que estuviera pasando aquello, que me estuviera separando de él... No sabía si le volvería a ver, ni siquiera sabía si llegaría a saber algún día lo que estaba esperando... Un hijo...
No sabía si le conocería, si alguno de los dos viviríamos para volvernos a ver... Aquella incertidumbre me estaba matando, pero sabía que era lo mejor para él.

[Enfermería]

Hablé en voz baja a mis compañeros.

"Según explicas, Sirius, el asesino entró por la puerta.  Eso significa una cosa: es alguien de dentro, alguien con quien nos cruzamos probablemente a diario.  También dices que tenía melena, así que eso reduce la lista.  Veamos... siento que no haré excepciones en la lista, podrían ser Jack, Risk, Hanless, Dana, Marian o Lilith, aunque el pelo de Risk...

De estos yo descartaría directamente a Dana, ya que ella misma fue atacada, y a Hanless, no me la imagino haciendo algo así.

Matar con un solo conjuro no es algo que esté al alcance de los alumnos que yo sepa, así que salvo que me deje algo en el tintero, solo quedan dos nombres: Jack o Risk.  Y a Risk nunca le he visto sin capucha... me pregunto como tendrá el pelo."