Partida Rol por web

| LAGO |

Cojo de la mano a Lilith y le ayudo a sumergirse en el agua, mostrándole lo que había bajo ella... El lago siempre parecía muchísimo más bonito que el resto de la isla, y ya era mucho decir.

Los peces nadaban sin miedo de la gente, deslizándose por las corrientes que generaban los cuerpos que jugaban y se bañaban. Sus colores deslumbraban a cualquiera que nunca hubiera visto algo así...

Era un lago, sí, pero parecía un pequeño trozo de mar, porque también habían algunas algas tan preciosas que era increíble pensar que fueran capaces de estar allí.

Bajo el agua, me giré para dedicarle una mirada a Lilith, para ver su expresión...

| CASA ÁRBOL |

Cuando su lengua comenzó a recorrer todo mi cuerpo, éste se estremeció, y más aún cuando llegó a mi parte más íntima... Aquello me gustaba tanto y era tan nuevo para mí, que me sentía la chica más deseada del mundo.

Me aferré a su espalda, clavándole las uñas. Nunca había llegado a ese punto con un chico y me dolió un poco al principio pero, cuanto más me dolía, más me gustaba... Aquellas fuertes embestidas, que harían temblar cualquier estancia, me estaban volviendo loca...

Mis piernas rodearon su cintura, mientras de mi boca se escapaban algunos gemidos de placer... Moví mis caderas al son de las suyas, como si no fuera la primera vez que hacía aquello.

|El Lago|

Me sumergí en el lago con un poco de torpeza. Gracias a la mano de Sailon que me guiaba por aquel paraiso, pude ver multitud de peces de colores, eran preciosos, todo era precioso, incluso más que la isla, los rayos del sol se infiltraban en el agua haciendo brillar a los peces, que se te acercaban sin miedo, dejando que los observaras y parecían observarnos ellos también, el agua era cristalina y se podía ver con claridad cada rincon del lago, las algas tenían un color impresionante, se mecían con lentitud y provocaban una sensación de paz que jamás habia sentido, aquello era lo más bonito que habia visto en mi vida, miré al chico que me habia llevado hasta alli y  le sonreí agradeciendole todo aquello, pero por mi falta de experiéncia ya me estaba faltando el aire y debía emerger para coger mas provisiones.  

| BOSQUE - CASA DE NACILË |
| Conjunta entre Dana y Nacilë |

Dana: Caminé hasta la casa que estaba justo en el centro de la isla, a unos siete minutos de la que había elegido yo.
Podía sentir en mi mente a Fistandantilus, así que sonreí mientras andaba, contenta de que me hiciera caso y permaneciera dentro del campo que yo podría proteger.
Llegué a la casa y toqué la puerta con los nudillos, esperando que me abrieran

Nacilë: Corrí hasta la puerta, abriéndola de par en par, sabiendo que allí se encontraba Dana.
- ¡Hola, querida! Pasa, pasa- dije, mientras cogía a Dana y la arrastraba hasta el interior de la casa-. Me alegra mucho de que hayas decidido venir a verme... Pensaba que te olvidarías accidentalmente-.

Dana: Sonreí, sin apartar la mirada de la elfa.
- ¡Claro que iba a venir, mujer!- exclamé, entrelazando mis manos sobre mi vientre, cuando ella me soltó-. ¿Qué querías, Nacilë? Debo estar con mis alumnos, ya sabes...-.

Nacilë: Solté una pequeña carcajada.
- ¿No vas a quedarte un rato conmigo, Dana?- pregunté, cambiando mi expresión para, de repente, ponerme triste-. ¿De verdad vas a dejarme aquí, después de todo el tiempo que hemos pasado sin vernos?-.

Dana: Negué con la cabeza.
- No, claro que no... Puedo quedarme unos minutos, si quieres- le dije, con media sonrisa. Me moría de ganas por volver con Fistandantilus, pero estaba segura de que ella no me dejaría ir si no me quedaba un rato hablando con ella-. Pero tendrá que ser breve... Puedo volver en otro momento y tener una charla más intensa, si quieres-.

Nacilë: Sonreí, complacida. Nos sentamos en unas butacas que habían en el centro de aquella estancia, mientras tomábamos té que nos habían servido unos duendes. No era para nada exclavitud, pero ellos debían mucho a mi familia y estaban empeñados en servirnos.
- Bueno... ¿No has echado de menos a tu familia?- pregunté, extendiendo los brazos, esperando que ella viniera a abrazarme-. La última vez que te vi eras mucho más joven... Aunque sigues estando perfecta-.

Dana: Sonreí, mirándole directamente a los ojos. Miré por las ventanas, por si había alguien del internado que nos estuviera escuchando.
- Te agradecería que no dijeras nada delante de los chicos... No deben saber mi procedencia...- le pedí, dejando la taza de té sobre una mesa de madera blanquecina que había a mi derecha.

Nacilë: Abrí los ojos, como platos.
- ¿Es que sientes vergüenza por lo que eres? ¿O forma parte de tu estrategia de guerra?- le pregunté, alzando una ceja. Dana había cambiado mucho, sin duda. Ya no era esa chica joven y risueña, que se preocupaba sólo por aprender más y más.

Dana: Negué con la cabeza.
- ¡Venga ya! No es eso, Nacilë... Sabes que nunca me arrepentiría de lo que soy, pero prefiero mantenerlo en secreto de momento... Como tú bien has dicho, es estrategia de guerra- mentí, encogiéndome de hombros y levantándome de la butaca-. Tengo que marcharme-.

Nacilë: Asentí, levantándome también, para darle un abrazo de despedida.
- Sabes que aquí tienes tu lugar, Dana... No sé por qué te tienes que alojar en una de esas casas pudiendo vivir en la tuya, donde has vivido siempre- le dije al oído, con una sonrisa, aunque ella no pudo verla-. Vuelve a visitarme cuando quieras, hermana-.

Dana: Asentí, separándome de ella y saliendo de la casa. Al cerrar la puerta suspiré y me alejé rápidamente de allí, sin volver la vista hacia atrás.
Cuando llegué al lago, vi a Fistandantilus sentado cerca. De repente, llegué a su lado, apareciéndome por sorpresa.
- ¡Hola!- le dije, sentándome a su lado, cruzando las piernas como si fuera un indio.

| LAGO |

Sonreí al ver la expresión en el rostro de Lilith... Y me reí, aunque el agua ahogó mi risa, cuando vi que empezaba a faltarle el aire. Estaba poco acostumbrada a bucear, eso se notaba a kilómetros.

Cogiéndole fuertemente de la mano, salimos a la superficie, llevándomela conmigo. Lancé un suspiro y me eché el pelo hacia atrás, escurriéndomelo con las manos para que cayera el agua por mi espalda.

- Bonito, ¿verdad? Estabas perfecta con ese paisaje a tu alrededor... Tendrías que haberte visto- le dije, con una sonrisa seductora. Le saludé a mi hermano y a Naida, que estaban a unos metros de nosotros.

[Lago]

Dana se apareció de repente y rompió mi concentración.

"Has tardado muy poco.  ¿Qué tal ha ido? Pensé que tardarías más y vine a tomar el aire."

Me hubiera encantado besarla, como siempre, pero estábamos en el exterior, podía haber miradas indiscretas.

"Cuando te vinieron a buscar... esa chica parecía muy amiga tuya.  ¿Qué os une tanto?"

Empezaba a conocer el entorno de Dana, y las preguntas empezaban a aflorar.

|El Lago|

Me sonrojé con el comentário de Sailon, ese chico me estaba empezando a gustar, pero debía tomar medidas y no dejarme llevar tan facilmente, ví que saludaba a su hermano, e hice lo mismo con mi amiga. Puse una ámplia sonrisa y dije:

- Gracias Sailon, todo esto es precioso, esque no puedo ni describirlo con palabras, parece que todo en esta isla sea perfecto - y no solo me refería al paisaje.. Le agarré fuerte de la mano que no le había soltado en todo este tiempo y le dije con entusiasmo- Venga vamos a sumergirnos otra vez, tu tampoco estas nada mal con ese paisaje alrededor- Me reí con ganas y me preparé  para volver a ese paraiso.

| NOTA MASTER |

Me voy este fin de semana al campo, otra vez. Así que no podré postear hasta el Domingo por la noche o el Lunes por la mañana.

Buen fin de semana a todos. ¡Un beso muy fuerte!

[ Casa Árbol ]

Acaricio con sensualidad sus pechos y pezones, muevo mi cadera para ayudarla. Tras un leve mordisco, me incorporo un poco hacia ella, mantengo un brazo atras en tensión, sujetandome en el suelo, hasta quedarme sentado, ayudo a Hëndel a hacer lo mismo, mientras nuestras caderas se mueven sincronizadas.

En esa posición, puedo lamer su cuello, besar sus labios y jugar con mi mano en sus pechos. acaricio con mi lengua su oreja, sorbiendo su lobulo. Al rato, quito mi mano del suelo, poniendola en su trasero, acompasando nuestros movimientos, mientras acaricio su atrayente trasero.

-Me encanta tú sabor...- Digo entre jadeos al degustar su piel de nuevo.

| Habitación |

Mi rostro volvió a ser serio. Nada de diversión o pena por lo anteriormente ocurrido. Ahora tenía otra meta y tenía que concentrarme en ella.
-Mae, dices que Markwolf lo unico que quiere es poder y poder, y que para conseguirlo hace lo que sea... ¿Acaso tu no estás haciendo lo que sea para conseguir tu objetivo?.-le pregunté. Aún no veía mucha diferencia entre ella y Markwolf... Ella queria otra cosa, gobernar, pero al seguir a Markwolf estaba claro que sería capaz de hacer lo que fuese por conseguirlo. Ella misma lo sabía.-No trato de juzgarte. Cada uno puede hacer las cosas como vea oportunas. Además... ¿Quién soy yo para juzgar lo que haces?.-reí, mientras pensaba en todo lo que yo he llegado a hacer. Sin querer Walgior volvió nuevamente ami mente. Por lo que parecía no sería fácil librarme de él...

| LAGO |

Estiré las piernas, asomando los pies de debajo del vestido. Eché los brazos hacia atrás, apoyando las manos sobre el césped, cerrando los ojos al sentir los rayos del sol en mi cara. Sonreí, satisfecha por tener algo de tranquilidad al fin... Hasta que nuestro vigía me comunicara la llegada del enemigo al internado, claro.

La pregunta de Fist me cogió por sorpresa y abrí los ojos debido a ésta.

- Ehmmm... Se podría decir que la conozco desde que nació- dije, encogiéndome de hombros, quitándole importancia. No quería que Fist fuera consciente de demasiada información sobre mí... Nunca se sabía lo que podría pasar. ¿Y si le atrapaba el enemigo? Le sacarían toda la información que quisieran una vez que le tuvieran doblegado-. Siempre hemos tenido mucha confianza entre nosotras y se apenó muchísimo cuando me marché de la isla... Ella es hija de Grey, el hombre que nos recibió al llegar-.

| APOSENTOS DE JAIRON |

Sonreí.

- Te equivocas... Te vuelvo a repetir que yo no guardo ningún parecido con Markwolf- le dije, paseándome por la habitación, hasta detenerme cerca de la ventana para mirar a través de ella-. Yo sólo quiero el poder para tenerlo temporalmente... Puedes quedártelo tú si así lo deseas, pero en caso contrario ya tengo a alguien que ocupe el puesto y estoy segura de que sabrá hacerlo a la perfección... Así me aseguro de que mantenga las leyes que nosotros creemos- le expliqué, dándome la vuelta para mirarle a los ojos-. ¿Acaso es malo conseguir el poder para entregárselo a otro que lo hará mil veces mejor que Markwolf? Si él gobierna, las mujeres no tendrán vida propia... Dependerán de las exigencias de su señor, y la gente seguirá muriendo... -

| CASA ÁRBOL |

Sonreí al escuchar sus palabras, pero estaba demasiado concentrada como para contestarle.

Agarré fuertemente su espalda, apretando mis manos contra su piel, debido a la excitación... Los movimientos de cadera no cedieron y un escalofrío me recorrió por todo el cuerpo cuando sentí el placer máximo...

Nunca lo había experimentado, así que cerré los ojos y disfruté del momento. Comenzaron a entrarme espasmos y comprendí que ya estaba satisfecha, porque mi temperatura corporal comenzaba ya a descender...

Sin embargo, no dejé de mover las caderas, por si él no había experimentado lo mismo que yo... Por si aún no se había quedado satisfecho.

| LAGO |

Le guiñé un ojo y volvimos a sumergirnos, dándonos cuenta de que cada vez eran más visibles los peces, debido a los rayos de sol que penetraban en las aguas.

Nadé, estirando de Lilith hasta un pequeño coral que había más al centro del lago, donde más cubría el agua.

El coral era de un rosa brillante, con algunas motas de color doradas. Miré a Lilith y le sonreí, incitándole a que lo tocara. Para animarla más, lo toqué yo mismo, sintiendo su suavidad entre mis dedos.

[Lago]

Asentí según me explicaba su relación.

"Ya veo.  He estado pensando en el tema de investigar mi pasado, y he tomado una decisión.  Cuando tú quieras, podemos intentarlo."

Me giré hacia ella, la tumbé en la hierba con una mano sobre su vientre.

"Solo prométeme que cuando lo hagamos me contarás todo lo que veas."

No tenía demasiadas esperanzas de encontrar algo bueno, de hecho, no tenía ninguna.  Pero sentía una tremenda curiosidad.

| Habitación |

No quise entrar más en el tema. No estaba convencido del todo aún, pero aquello no importaba.
-En ese caso, tengo que seguir concentrado para intentar tener alguna visión.-le sonreí y me fuí para la cama, tumbandome en la misma posición que antes.-Si alguna vez me cruzo con Farilynn... Yo no podré encargarme de ella, espero que lo entiendas.-le dije, con los ojos cerrados.

| LAGO |

Miré sorprendida a Fist, acostada sobre la hierba y mirando su rostro desde aquella perspectiva tan interesante.

- ¿Estás seguro, Fist? Es algo complicado... Podrías quedarte atrapado en tu pasado- le expliqué, intentando informarle de todos los riesgos que conllevaba la regresión-. Podrías estar a mi lado y pensar que aún no has nacido... O incluso podrías pensar que llevas otra vida... ¿Crees en la resurrección? Se dice que cuando morimos tenemos una nueva oportunidad de vivir, pero sin acordarnos de nada de la vida anterior... Podríamos descubrir cosas de un pasado más lejano que el que estamos pensando-.

| APOSENTOS DE JAIRON |

Asentí, comprendiendo su situación. Le miré, acostado en la cama y con los ojos cerrados. Me gustaba verle así, intentando descansar y olvidarse de sus problemas.

- No te preocupes... De eso ya me encargo yo- murmuré, sentándome de nuevo en la butaca que había cerca de su cama, sin dejar de mirarle. Ahora no podía dejarle solo, no podía desprotegerle ahora que se había unido a mí, al clan de los traidores a Markwolf. Si el señor se enterara, estaría en un buen lío y yo tenía la obligación de proteger a mi diamante en bruto.

|El Lago|

El coral que Sailon me habia enseñado era precioso, esa isla era perfecta, jamas imaginé que podria llegar a ver tanta belleza en una isla tan chica. Aquello era una caja de sorpresas, y cada sorpresa era mejor que otra, le devolví la sonrisa a Sailon y toqué el coral como el me había sugerido, me sorprendió lo suave que era, disfruté unos segundos más del maravilloso paisaje, pero mi falta de experiéncia me volvía a fallar, agarré la mano de Sailon, dandole a entender que debía emerger y empecé a subir.

[Lago]

Pensé brevemente en los riesgos que Dana me decía.

"Confío en tí, y confío en mí mismo.  No puede salir mal.  Además, necesito dejar de atormentarme con preguntas sobre un pasado qué desconozco."

Me tumbé en la hierba, se podía decir que estaba intranquilo.

"¿Qué necesitamos?"