Partida Rol por web

Un trago antes de morir

Prólogo: Ahora o nunca

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29/05/2014, 00:00
Director

6 de diciembre de 1941

La furgoneta traqueteaba y se sacudía con los baches del camino provocando que Jack fuera zarandeado de un lado a otro del asiento del conductor. Hacía años que debían haber arreglado la carretera que unía la granja de los Sawyer con Marion. El invierno había dejado una densa nevada días atrás y la nieve que se acumulaba en la carretera no facilitaba la conducción. La madre de Jack había insistido para que se quedara en casa pero él le había asegurado que era importante y que de no serlo no se movería de allí. Lo cierto era que su madre tendía a ser algo sobreprotectora con el único hijo que había podido engendrar.

El día estaba lluvioso y la vieja furgoneta de su padre patinaba en el pavimento. Entre el agua que caía y la nieve que se derretía por su culpa, los charcos eran demasiado grandes para pasarlos sin llevarse un susto. Jack llegó a pensar que su madre tenía razón y que iba a terminar estampando en algún pino la furgoneta de su padre. Pero necesitaba aquel recambio para su carrete de pesca que se le había roto.

Lo cierto era que hasta marzo seguramente no volvería a pescar, y en realidad aquel recambio no le corría ninguna prisa. De hecho el carrete viejo estaba perfectamente. Pero sabía que si iba hasta la tienda de suministros le atendería Mary, la chica de la que estaba colado y que hacía que un peligroso viaje con aquellas condiciones mereciera la pena.

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29/05/2014, 14:29
Jack Sawyer

El país no estaba atravesando su mejor momento económico, pero era algo que había entrado caso sin que uno se diese cuenta. El estado del camino era una buena muestra de ello, pero ya Jack casi conocía cada uno de aquellos baches y sabía como colocar la furgoneta para esquivar al menos los más profundos. Pero la nieve caída suponía un problema mayor y era difícil no pasar por encima de algunos de ellos.

Pero las condiciones no le hicieron cambiar de opinión, al igual que las palabras de su madre. Tímido quizás, pero decidido si se consideraba. El recambio era lo de menos, lo que de verdad le importaba era ir a ver a aquella chica. Jack se sentía solo, aunque eso no era lo peor. Lo peor era que no se consideraba “suficiente” para ella. ¿Qué podía ofrecerle? ¿Una granja aislada y venida a menos? Mary se merecía algo más, y algún día Jack tendría que hacer algo al respecto.

Concentrado en la conducción y con el parabrisas activado no veía el momento de llegar a la pequeña ciudad de Marion.

Notas de juego

Si en algún momento consideras que en primera persona te vale me harías un enorme favor jeje. Pero nada, asumo "el reto" de escribir en tercera persona, sólo disculpa si se me cuela alguna palabra en primera persona.

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02/06/2014, 15:18
Director

Cuando finalmente entró en Marion notó una sutil, pero evidente, mejoría en el asfalto, ahora la furgoneta ya no iba dando botes sobre él pero aún así tampoco es que fuera una maravilla. Estaba claro que la economía en aquellos tiempos no era de lo más boyante pero el ayuntamiento tenía que hacer una inversión en mejorar las carreteras del condado si quería que sus ciudadanos no murieran estampados. Además con tanto bosque, nieve y agua la visibilidad tampoco era muy optima. Tenía el cristal empapado de agua y los limpiaparabrisas trabajaban frenéticamente intentando evacuar toda esa agua que caía a chorros frente a sus ojos.

Al adentrarse en el pueblo comprobó que había poca gente circulando por las calles y eso facilitaba algo la conducción con semejante tormenta azotándoles encima. En circunstancias normales sería todavía de día, pero debido a la lluvia tenía que llevar las luces de la furgoneta puestas para poder ver bien por donde iba ya que la visibilidad era escasa, y el cielo encapotado y plomizo no dejaba pasar mucha claridad entre las capas de nubes que cubrían el cielo.

Tras salir de la calle principal y doblar en un par de bocacalles a derecha e izquierda respectivamente, por fin llegó a la tienda de suministros de Eric Rose donde trabajaba Mary George, la chica de la que Jack estaba totalmente prendado. Se detuvo frente a la tienda y aparcó apenas a unos pasos de la puerta de entrada, apagó el motor de la furgoneta y se quedó un par de minutos a la espera. Mientras pensaba lo que iba a decirle, el agua golpeaba en el cristal y en el techo y el continuo replicar de las gotas se escuchaba constante e incansable como si aquella lluvia no tuviera pensado terminar jamás.

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03/06/2014, 16:13
Jack Sawyer

A parte de lo trabajoso que estaba resultando llevar el vehículo sin salirse de la calzada, lo que estaba claro era que cuando saliese me iba a empapar. Al menos un poco, Marion era una ciudad diminuta y no conocía lo que eran los problemas de aparcamiento.

Me quedé un poco en el coche, a cualquiera le podía dar la impresión que estaba esperando por su la lluvia escampaba un poco, pero en realidad estaba pensando en Marion. En que decirle y que no, al menos el aparejo de pesca me proporcionaba la excusa perfecta. Y además, sólo con verla ya tenía más que suficiente. No me planteaba metas más allá.

Previamente me había puesto mi ropa más nueva y un sombrero de ala que al menos protegería mi cara de la lluvia. No era mucho de lo que disponía, pero esta sin duda era la mejor utilidad que le podía dar a mi ropa. Al fin me decidí y salí de la furgoneta.

La lluvia empapó con rapidez la parte más externa de mi ropa, cerré la puerta del vehículo y me afané a llegar al soportal de la tienda, tras esperar unos segundo a que se me escurriera un poco el agua y sacudir mi sombrero entré en el interior, lo primero sería localizar a Mary con la mirada, estando aún debajo del umbral de la puerta.

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05/06/2014, 13:34
Mary George

A la carrera salió de la furgoneta y llegó hasta el soportal de la tienda intentando esquivar en vano el agua del diluvio que les venía desde el cielo. Apenas había tenido que andar un par de metros bajo la lluvia pero fueron suficientes para tener que sacudir el agua de la ropa y el sombrero.

Al abrir la puerta de la tienda, la campanilla que había sobre esta sonó y una chica morena de ojos castaños alzó la mirada hacía ella para descubrir a su nuevo cliente y al cruzarse sus miradas ella inclinó ligeramente la cabeza, sonrío tímidamente y se le enrojeció la cara. Era muy guapa, llevaba el pelo recogido en un moño pero tenía algún mechón rebelde que se había escapado y le colgaba en un bucle rizado hacía los hombros. Su cuello era delgado, frágil y pálido como el agua cristalina en la mañana.

Jack se acercó hacía ella, que parecía alegrarse de verle y le saludó con la cabeza mientras sus labios dibujaban una sonrisa.

-Hola Jack. -Dijo pronunciando su nombre como si fuera música para los oídos del muchacho. -¿Qué tal estás?.

 

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06/06/2014, 09:20
Jack Sawyer

Pestañeó, tenía la sensación de que cuando la miraba le salía cara de imbécil. En el sentido de que le gustaría ofrecerle una bonita sonrisa y su rostro se quedaba como paralizado. Eso sí, al menos conseguía mirarla... bueno, para que engañarse, lo que le costaba era dejar de hacerlo.

Sus pies por fin se despegaron del suelo y consiguió acercarse a ella. Carraspeó de forma exagerada para romper su propio aturdimiento – Hola Mary – Aquella sonrisa era fascinante, le tenía totalmente hechizado – Yo... Bien, bien, pasaba por aquí y... - Se sentía un poco torpe hablando – Necesito un aparejo – Su mirada recorrió aquel mechón que le caía por el lateral pero mi mirada volvió con rapidez a sus ojos, no quería parecer grosero. Ni se dio cuenta de que no había especificado que aparejo era el que necesitaba y añadió con voz más baja y levantando ligeramente una ceja - ¿Qué tal tú?

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08/06/2014, 11:31
Mary George

Jack sentía que sus pies se movían de pronto sobre arenas movedizas y que su cuerpo estaba atenazado y le costaba moverlo. Sobre todo la boca, pues balbuceaba las palabras y tartamudeaba cuando normalmente sus frases eran decididas y su voz firme. Sin embargo, él no era el único que quedaba de pronto aturdido y embobado por la extraña atmósfera que se respiraba entre ellos dos.

-Hola. -Volvió a decir ella sin darse cuenta de que ya le había saludado nada más entrar. Se sintió un poco estúpida y trató de disimular con una sonrisa. Su cuerpo también estaba atenazado y sus brazos se movían inseguros junto a su cuerpo. Finalmente, para disimular aquello decidió ordenar un paquete de postales que tenía sobre el mostrador, a pesar de que estaba perfectamente ordenado.

-Ah. -dijo ella asintiendo firmemente con la cabeza al decirle que necesitaba un aparejo. Se hizo un momento incómodo entre ellos y al darse cuenta Mary pestañeó rápidamente y se giró hacía un lado bruscamente. -Sí, sí, en seguida te lo busco. -Fue entonces hacía el lado opuesto y empezó a rebuscar entre los cajones y demás armarios que había a su espalda. Sin embargo no tenía ni idea de qué estaba buscando, pues Jack tan sólo había dicho que era un aparejo, y no de qué tipo. La muchacha entonces volvió al mostrador roja como un tomate por la vergüenza y carraspeó para aclarar la garganta contestando con un hilo de voz. -Bien... ¿y tú?. -De inmediato se dio cuenta de también le había hecho ya esa pregunta a Jack y se sintió como una estúpida. No sabía cual era el porqué pero siempre que estaba frente a frente con él se comportaba así.

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08/06/2014, 12:50
Jack Sawyer

La sonrisa de Jack se amplió y mucho, en los gestos de la chica se veía a si mismo reflejado y sin duda le pareció la mujer más hermosa del mundo. Si actuaba así es que debía de sentir por él, lo que le llenó de gozo el corazón. De todos modos había que calmar un poco la situación.

- Hace un día de perros aunque… no es que me parezca mal que llueva… Si es que hace falta, claro – Un poco de conversación intranscendente serviría para romper un poco el hielo. Apoyó las manos en el mostrador y sus dedos repiquetearon sobre el mismo. Los ojos de ambos se volvieron a encontrar – Estás… Estás muy guapa

No sabía se había pasado de directo al decirlo. Así que decidió cambiar rápidamente de tema como si nada – Un carrete – Dijo de pronto – Lo que necesito es un carrete, para la última caña que me compré – Aunque seguía sin organizar las frases en el orden correcto, al menos conseguía hablar y tratar de llevar algo parecido a una conversación

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11/06/2014, 13:09
Mary George

-Gracias. -Dijo ella sonrojándose de inmediato ante el piropo del apuesto Jack, y como se puso nerviosa ante semejantes palabras volvió a ordenar el paquete de postales que tenía en el mostrador a su derecha. Sentía que el corazón le golpeaba contra el pecho como si quisiera salir despedido de su caja torácica. La sangre le bullía con fuerza y le enrojecía los mofletes en su clara tez blanca. No sabía porqué pero le ocurría lo mismo siempre que él se encontraba frente a ella.

-¿Un carrete? ¡Pues aquí tenemos!. -Nada más decir eso se sintió como una estúpida, estaba claro que él ya sabía que en aquella tienda de suministros tenían obviamente recambios para casi cualquier cosa y que por ello Jack había venido allí. Claro, había sido por eso por lo que él había venido. No se paró a pensar en la que estaba cayendo y en que el carrete estaba estupendamente porque Jack había comprado la caña apenas unos días atrás. -Un... un momento, Jack.

Fue hacía la parte trasera de la tienda y volvió un par de minutos después algo más serenada y con una caja llena de carretes. -Este es algo caro. -Le mostró uno bastante grande. -Pero mi padre lo usa y dice que es el que mejor fuerza tiene para recoger el hilo, sobre todo si pescas algo grande.

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12/06/2014, 11:40
Jack Sawyer

Respiré hondo, sentía que había llegado el momento de dar un paso más. Mis preocupaciones ya vería, pero aquí y delante de ella mis dudas se disipaban. Pero de momento.... - Eh.. Si, ponme el grande – Mi economía no era muy bollante, pero para un carrete me debía de llegar sin problema.

Esperé a que comenzara a prepararlo y entonces, pese a mi nerviosismo me lancé – Esto... - Dios, decirlo me resultaba más difícil que en mis pensamientos. Venga a la de tres. Una, dos... - ¿Te gustaría ir conmigo al cine? - Marion no disponía de un gran cine de ciudad, pero una pequeña sala con un proyector hacía sus funciones – El día y a la hora que te venga bien, claro – Concluí para disipar dudas y contuve el aliento, al menos ya lo había soltado.

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14/06/2014, 13:31
Mary George

La chica cogió el carrete y sonrió mientras asentía con la cabeza hacía Jack indicando que había hecho una buena elección. Después cogió una pequeña caja y comenzó a empaquetar el carrete, mientras lo hacía sus manos se relajaron con la manualidad y dejaron de temblar. -Ya verás como no te arrepientes. Mi padre está muy contento. -Aseguró.

Y de pronto Jack le dijo que si quería ir al cine y ella alzó la cabeza y asintió con cada una de las partes de su cuerpo. -¡Sí!. -Exclamó de forma más efusiva de la que le hubiera gustado. Se sonrojó por su reacción y agachó la cabeza para volver a levantarla tímidamente y contestar de forma más recatada. - Quiero decir que estaría bien. - Sonrió.

-Mañana no tengo trabajo. Podíamos ir por la tarde si te parece bien. - Jack ya se lo podía imaginar, una bonita tarde de domingo con la chica que amaba.

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15/06/2014, 08:39
Jack Sawyer

Mis mejores expectativas se cumplían. La chica era toda dulzura, buena chica y… sencillamente genial. Sonreí con aquel “Si” tan efusivo y más aún cuando respondió de forma más “correcta”.

Aspiré hondo y respondí – Genial ¿Dónde paso a recogerte? – No iba a hacer esperar a Mary en la puerta del cine, por mi parte pasaría a recogerla a su casa como era debido.

Mientras esperaba respuesta fui sacando el dinero para pagar el carrete. Sin duda que era el carrete más útil de mi vida, aunque no hubiese caña que lo necesitara.

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15/06/2014, 11:40
Mary George

-¿Conoces la cafetería del toldo rojo que hay en la avenida?. -Le preguntó. -Vivo justo en el edificio que hay sobre ella. Puedes recogerme allí. -Sonrió encantada con el plan.

Por fin aquel chico que tanto le gustaba se decidía a invitarla a salir, había pensado que aquello no sucedería nunca. Cada vez que se encontraban en la tienda de suministros los dos eran igual de tímidos y ninguno de ellos daba el paso, hasta aquel lluvioso día en el que por fin Jack se había armado de valor. No podía estar más feliz.

Le cobró el carrete y le dio las vueltas junto con la caja que había empaquetado en la que estaba su compra. Por lo pronto, aquel carrete ya le había servido para pescar una cita con Mary George, la chica de la que estaba prendado.

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15/06/2014, 15:07
Jack Sawyer

- Si, si, por supuesto – No estaba muy seguro de si había visto esa cafetería, pero confiaba en encontrarla y la avenida no era tan larga como para no hacerlo.

Una vez más disfrutó de su bonita sonrisa mientras envolvía la compra, le gustaría saber en qué pensaba. No sabía ella, pero él se sentía como un hombre nuevo.

Tomó el paquete y ya pasó a despedirse, aunque le hubiese encantado quedarse más tiempo, pero no sería correcto, además ya tenía su cita y debía demostrarle ser todo un caballero. Antes de salir – Hasta mañana Mary George – Me coloqué el sombrero e hice un gesto de cortesía agachando la parte delantera del mismo.

Notas de juego

Mierda, llevo dos posts en primera persona, lo siento mucho, es la falta de costumbre T_T

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18/06/2014, 14:49
Director

7 de Diciembre de 1941

Al día siguiente el tiempo había decido dar una tregua, como si hubiera escuchado las plegarías de Jack Sawyer y hubiera decidido que su cita con Mary George, la chica de sus sueños, mereciera unos pocos rayos de sol invernal. No había nubes a la vista y la lluvia había desistido en su intento de inundar Marion la noche anterior. Aún así la carretera estaba llena de charcos y nieve semi-derretida. Jack tuvo que conducir con cuidado y retener las ganas de pisar el acelerador que sentía en el cuerpo, iba con tiempo más que de sobra pero aún así quería llegar mucho antes.

No le costó mucho encontrar la cafetería, su llamativo toldo rojo era un gran reclamo y punto de referencia. Aparcó frente a ella y aguardó durante un rato a que Mary llegara. Lo hizo pasados unos cinco minutos, la vio salir del portal de enfrente de la cafetería y la sintió como se le paraba el pecho cuando cruzó la carretera caminando hacía él. Llevaba un bonito vestido blanco con un lazo negro a modo de cinturón, era un vestido sencillo y humilde, el vestido de una dependienta de una tienda de suministros, pero estaba muy guapa con él.

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18/06/2014, 14:57
Mary George

-Hola, Jack. -Dijo como hacía siempre, pronunciado de esa forma tan suya el nombre del joven granjero, y que a él tanto le gustaba. -¿Llevas mucho esperándome?. -Preguntó algo preocupada.

Llevaba el pelo suelto, era la primera vez que Jack veía su rizada melena azabache caer en cascada por su cuello y sobre sus hombros. Aquel mechón rebelde que siempre se escapaba de su recogido moño había logrado arrastrar al resto del bonito cabello a ser mostrado.

-¿Qué película vamos a ver?. - Le preguntó algo nerviosa.

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19/06/2014, 16:36
Jack Sawyer

Aunque el tiempo mejoró seguía sin ser demasiado fácil conducir. Pero con precaución no tuvo mayor problema para llegar. Pronto, pues prefería ser Jack el que esperara a Mary.

Sobra decir que iba preciosa, pero es que con cualquier cosa se lo habría parecido, no hubiese hecho falta ni que se arreglara. Se afanó a salir del coche y le abrió la puerta del copitolo – Hola Mary, estás preciosa – Su mirada paseó por esa preciosa cabellera y dejó sitio para que pasara. Le preguntó por la película – Pues supongo que no se podrá elegir. El otro día pasé por delante y vi que hacían una que se llamaba El Halcón Maltés creo recordar... Pero no sé si aún estará en cartel. Aunque si prefieres otra cosa en vez de ir al cine... - Le dijo de forma cortés, pues no era su intención imponer nada y lo de invitarla al cine había sido la excusa para estar con ella y tal vez iniciar algo mayor, ese era su deseo. Curiosamente se sentía menos nervioso, tal vez influía ver que ella lo estaba y sentía que debía de ser el apoyo firme que una chica pudiese necesitar.

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23/06/2014, 13:06
Director

Ella le aseguró que el cine era buena idea y que le apetecía mucho ver esa película, pues había leído la novela de Dashiell Hammett tiempo atrás y le gustaría verla. Además actuaba su actor favorito: Humphrey Bogart. Ella, entre bromas, le aseguró que no le desvelaría el misterio final de la historia y que guardaría el secreto de la intriga hasta el final de la película.

Se acomodaron en sus butacas un poco más tarde con una bolsa bien grande de palomitas y unos refrescos. La sala de cine era de estilo clásico pero resultaba muy bonita con sus butacas rojas, su gran pantalla blanca en la pared cóncava del fondo y el telón carmesí que colgaba a los lados de ésta. En el techo destacaba un gran plafón circular como los de los grandes palacios cinematógrafos de las viejas salas. Si se volvían podían ver las gradas más elevadas en la zona de los palcos en la parte de atrás.

Las luces se apagaron y, antes de que "El halcón maltés" diera comienzo, se proyectó en la pantalla un avance informativo de la guerra en Europa. En el parte de resumía el avance de Alemania y sus aliados continentales en Francia, Polonia y demás países adyacentes a ellos. Las imágenes de los bombardeos sobre Londres mostraban una humeante ciudad en ruinas. Y mientras Japón construía un imperio terrible en el Pacífico.

Después la pantalla se fue a negro y se hizo un silencio sepulcral interrumpido sólo por algunas toses incómodas en el otro lado de la sala. La música de introducción de la película empezó a sonar, y durante los siguientes minutos el detective Sam Spade trató de desentrañar el misterio de aquella estatua de azabache con forma de halcón con su peculiar estilo de investigación, propio de los personajes de Hammett, el de abrirse las puertas a golpes y sacar las confesiones imponiendo su brutalidad. Un estilo de detective privado totalmente diferente al que las historias más viejas los tenían acostumbrados.

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24/06/2014, 08:58
Jack Sawyer

Se alegró de haber acertado, no sólo por sus palabras sino se notó su entusiasmo por lo que había leído y por sus bromas. Jack le dejó elegir asiento a la chica y él sólo tuvo que sentarse a su lado, cargado con las palomitas y el refresco. Le cedió parte del frugal aperitivo.

El cine le resultaba algo mágico, un poco carente de acción, pero lo hacía transportar a uno a otros lugares y ambientes. Como a la intriga de esta película. Pero antes hubo un avance de noticias que lo inquietó en su asiento, la situación geopolítica era complicada, se libraba una buena guerra en Europa. Algunos países reclamaban ayuda a Estados Unidos, y esta no respondía de forma decidida, la situación económica no era la mejor y algunas voces decían que era no era nuestra guerra. Pero era evidente que la tensión iba en aumento.

El inicio de la película lo volvió a relajar. Le gustaba aquel personaje, ese detective transmitía una seguridad contagiosa y daba ganas de ser como él. Pero no tardó en ser consciente de lo que tenía al lado, Mary, una preciosa chica. Pensaba ser un caballero, pero por otra parte, si no hacía nada igual la chica pensaba que no le interesaba o que sólo pretendía una amistad. A mitad proyección “se lanzó” y tomó su mano. Mientras con el pulgar acariciaba suavemente el dorso de la suave mano de la chica.

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26/06/2014, 18:38
Director

Cuando salieron del cine ya era de noche. Los días se hacían más cortos que nunca en aquella época del año, habían entrado con un pálido sol brillando en el cielo invernal y ahora salían del cine con las farolas iluminando una calle fría envuelta en una neblina que difuminaba el brillo de las luces.

Mary se percató de lo tarde que era y Jack la llevó de vuelta a casa en su furgoneta. Durante el camino estuvieron hablando de la proyección y de lo bien que le sentaba a Bogart el papel de detective. Ninguno de ellos mencionó que se habían pasado la velada con las manos cogidas, acariciándose los dorsos de las manos mutuamente y que sólo los créditos del final y el encendido de luces habían puesto final a aquel gesto logrando que sus manos se separaran.

Cuando llegaron a la casa de Mary George, se produjo un silencio incomodo entre ellos. No sabían como despedirse y cuando Jack miró en sus ojos descubrió cierto deseo. Quería besarla pero temía no ser un caballero, y ella quería besarle a él pero temía quedar como una chica ligera de cascos. Ambos se acercaron mutuamente atraídos por una atracción magnética difícil de explicar, ninguno se atrevía a dar el paso y entonces el momento se perdió. Fugaz, como siempre, e irrevocable. El padre de Mary se asomó a la ventana y le gritó para saludarla, y de paso controlar a ver que hacía el tal Jack. Ella le devolvió el saludo y se despidió de Jack diciéndole que le había encantado pasar la tarde con él.