Partida Rol por web

Una boda de cuento

La sala de invitados

Cargando editor
05/12/2012, 18:58
El Gato con Botas

-MIRAD LO QUE HABEIS CONSEGUIDO! dijo Gato mirando a los dos allí presentes muy enfadado

-Si es verdad lo que ha dicho y entra allí sola, la matarán, espero que hagais lo correcto y no os enfrenteis

dice Gato dandose la vuelta mientras sale tras Gretel a toda prisa

Notas de juego

Voy tras Gretel

Cargando editor
05/12/2012, 21:34
Director

La espada de Peter seguía apuntándote de forma amenazadora mientras que tus acompañantes abandonaban la sala dejándote a solas con tu mayor enemigo. ¿Sería este el momento indicado para cobrarte tu venganza y acabar de una vez por todas con aquel chiquillo molesto? 

En medio de estas cavilaciones, ves por encima del hombro de Peter cómo, procedente del balcón de palacio, se acerca alguien a quien llevabas bastante tiempo sin ver: ¡el conejo blanco!

Cargando editor
05/12/2012, 22:22
El Capitán Garfio
Sólo para el director

Peter sigue sin decir nada. ¿Se sabe cuando posteará?

Cargando editor
05/12/2012, 23:12
Director

Notas de juego

Tenemos que respetar que haya jugadores que solo puedan postear una vez al día. Hasta ahora ha escrito diariamente así que ten un poco de paciencia, ya contestará.

Cargando editor
06/12/2012, 10:07
Peter Pan

 - Está bien, Capitán... puede que haya asuntos de mayor importáncia... - la voz de Pan era fría, tranquila... impropia de alguien de su edad - Sin embargo, prefiero resolver los nuestros ahora... dejad que Gato se marche y hablaremos a solas...

 Gato, probablemente, miró a Peter con desaprobación, así que Peter, sin dejar de mirar ni apuntar a Garfio, le habó al jefe de la guardia.

 - ¿No decís que hay prisa? Pues vamos, corred... Si de verdad deseáis ayuda nuestra, cuanto antes os vayáis, antes podremos resolver nuestros asuntos y os llegará la ayuda...- Peter Pan sonrió con su sonrisa más pícara - Al menos de uno de los dos.

Y allí aguardo, esperando quedarse a solas con su enemigo, sin permitirle salir de aquella sala a punta de espada.

Cargando editor
06/12/2012, 11:25
Director

La revelación de Gretel era muco más importante que las diferencias que pudieran librar aquellos dos viejos enemigos, así que el capitán de guardia, se dio media vuelta y la siguió a la carrera hasta el dormitorio de invitados. 

Cargando editor
06/12/2012, 12:07
El Capitán Garfio

Sonrio, ahora que estaba a solas con el maldito Peter Pan nada me impediría terminar lo que empezó en nunca jamás. Pero había que andarse con cuidado, aunque solo tuviera ese puñal, el mocoso había demostrado manejarlo bien, su estilo ratero y tramposo no dejaba de ser menos mortifero.

-Muy bien Peter Pan, ya has logrado que nos quedemos solos. ¿Y ahora que?¿Me atravesarás con tu puñal antes de que pueda sacar la espada? Viniendo de ti no me sorprendería en absoluto. Es el tipo de accion ruin y traicionera que se puede esperar de alguien sin honor como tu.

Cargando editor
06/12/2012, 20:43
El conejo blanco

Recorrí el pasillo tan deprisa como pude. El balcón no se encontraba nada lejos de la sala de invitados pero mis patitas tan cortas no podían dar más de sí. A pesar de ello, con toda prisa y con algún que otro traspié, llegué hasta el Capitán para encontrarle amenazado por la espada de aquel niño. Había llegado tarde. No me gustaba aquel chiquillo, le encontraba cargante, altivo, demasiado confiado y más prepotente que el propio príncipe que ya era decir. Además era previsible y no había nada más tedioso que alguien así. Desde principio de la noche se habían podido adivinar sus claras intenciones de enfrentarse a Garfio, quizás y probablemente, esa habría sido su única ambición para asistir a este estúpido convite. Si tan sólo hubiera llegado antes para impedirlo... si tan sólo hubiera adelantado mi segundero para adelantar la hora, llevarme al renombrado pirata a cualquier otra habitación y desbaratar así sus planes de venganza... Pero ya era demasiado tarde. Lo supe mucho antes de llegar hasta allí, había visto el futuro momentos atrás.

¿De qué valía quedarme allí y consumir minuto a minuto mi pequeña mente retorcida? Lo hecho hecho siempre queda y jamás se puede cambiar. Nunca jamás. Ni los tembleques ni las desesperaciones nos iban a sacar de aquella situación. El Capitán tenía otras misiones pendientes y para ello necesitaba vivir. Yo no iba a dudar en ayudarle. Sí que es cierto, que entre relámpago de cordura y destello de sentido común, había una espada desenvainada que conseguía nublarme el juicio y devolverme a mi estado caótico natural. El buen saber estar y la templanza de Garfio contrarrestaban por completo mi condición nerviosa y saltarina. Probablemente él también querría acabar con ese malcriado.

Era mi turno.

¿Pero cómo podía echarle una mano? N-n-nu-nunca mejor dicho. ¿Qué era capaz de hacer una criatura tan diminuta como yo que ni siquiera era vista ni a la que le interesaba serlo delante de cuchillos, espadas, ganchos y objetos arrojadizos? De repente lo vi. Tiempo, podía darle tiempo. Tiempo para poder reaccionar y sacar la espada.
Sin pensármelo mucho empecé a recorrer aquella sala empujando jarrones, tirando de los manteles y destrozando la cubertería por detrás de Peter para que el Capitán pudiera verme y no se despistara ante el desconcierto. Si hiciera falta dejaría esa sala del mismo modo en que se encontraba mi estado mental, hecho un desastre. Aquello sería suficiente como para distraer al niñato.

Cargando editor
06/12/2012, 22:03
Peter Pan

 Peter Pan envainó su espada y sonrió. Dio unos pocos pasos alrededor del capitán.

 - Por fin solos, capitán. Usted sabe tan bien como yo que está muerto. Y que lleva años muerto.- tenía un tono lúgubre, grave, serio... impropio en él - Y sé tan bien como usted que fue Blancanieves quien te dió esta nueva vida. ¿O debería llamarla no-vida? Nada de sanarte, no... lo que hizo fue convertirte en vampiro. ¿No es cierto?

 Peter Pan estalló en estentóreas carcajadas. Carcajadas huecas y vacías de felicidad.

 - ¿Y cómo lo sé? ¿No lo imaginas capitán?....- tranquilamente, lamió sus colmillos con la lengua mientras sonreía lascivo al capitán - Pero no vuelvas a atreverte a llamarla "bruja" en mi presencia. O te juro por lo más sagrado que no me contendré más. ¿Queda claro? Los hombres lobo son malas notícias para los cuatro, por que somos cuatro, no sé si lo sabes... ¿que más da? ¿Vas a colaborar conmigo y con nuestra común dama... o debemos resolver nuestras diferencias, esta vez para siempre?

 Y, por si contra todo pronóstico, Garfio elegía la segunda opción, Peter Pan volvió a desenvainar su espada. Había oído decir que la decapitación y el desmembramiento eran igual de efectivos que el fuego o la estaca. Puñal.....

Cargando editor
06/12/2012, 22:19
El Capitán Garfio

Empiezo a reir sin poder evitarlo. Pronto estoy agarrándome el estómago para tratar de evitar morirme de la risa.

-¿Tu? ¿Vampiro?-lentamente dejo de reir hasta quedarme con una ladeada sonrisa-. Tu no sabes nada de la no vida viejo. Y descuida, me asegurare de que no llegues a saborearla, puedes estar tranquilo. No voy a colaborar contigo, simplemente no voy a enfrentarme a ti. Por el momento tengo asuntos mucho mas interesantes de por medio, que batirme con un neófito como tu. Pero descuida tu y yo bailaremos el dulce vals del combate. Si no tienes nada mas que decirme, mi tiempo si es precioso para mi.

 

Notas de juego

Ahora que no me apuntan con ningun arma voy en busca de Gato con botas y Gretel

Cargando editor
07/12/2012, 00:26
Director

El capitán parecía rehusar aquel duelo a pesar de las graves acusaciones y amenazas de Peter. ¿Sería capaz el eterno adolescente de ensartar a un hombre desarmado? Cuando la tensión empezaba a volverse insoportable y las miradas se cruzaban con un odio incendiario, un extraño fenómeno ocurrió en la sala: los manteles empezaron a moverse y la vajilla que había sobre ellos empezó a caer al suelo rompiéndose en mil pedazos. Los jarrones de porcelana de la sala se tambalearon haciéndose añicos y toda la sala de invitados acabó sucumbiendo al caos y a la destrucción como si una fuerza invisible quisiera destrozar todo a su paso. 

Notas de juego

Tranquilo, Garfio, ¿cómo que no te apuntan con ningún arma?

Peter Pan volvió a desenvainar su espada.

Cargando editor
07/12/2012, 00:37
El Capitán Garfio
Sólo para el director

como solo a dicho que desenvainaba no e pensado que me apuntase a mi con la daga.

Cargando editor
07/12/2012, 12:00
Peter Pan

 - Pero que diablos...- Peter no entendía lo que estaba pasando, pero no estaba dispuesto a que el suelo se hundiera bajo sus pies o se le cayese el techo encima.

 No mientras aún pudiera volar.

 Peter guardó su arma, dejándo las bravatas del capitán Gargio para más adelante y salió volándo hacia el balcón. Si el castillo se hundía no sería con él dentro.

Notas de juego

 Dejo en paz a Garfio y me traslado al balcón si es posible.

Cargando editor
07/12/2012, 12:58
El Capitán Garfio
Sólo para el director

Notas de juego

Ahora si que voy con gretel y Gato

Cargando editor
07/12/2012, 13:05
Director

Notas de juego

Peter, ya puedes pasar al balcón.

Cargando editor
07/12/2012, 13:06
Director

Alicia llega corriendo a la sala de invitados alarmada por el ruido y ve cómo el conejo blanco anda correteando por las mesas derribándolo todo en su frenética carrera.

Garfio, libre al fin de Peter Pan, se dispone a salir al pasillo en busca de Gretel. 

Cargando editor
07/12/2012, 13:14
Alicia

Alicia llega a la sala de invitados y se para en seco en el alféizar de la puerta, aturdida, al contemplar la esperpéntica situación del conejo saltando de una mesa a otra.

- Conejo, ¿Qué demonios estás haciendo? dice mientras empieza a caminar en su dirección y nota como pierde el control, ya estoy empezando a hartarme de ésta situación, ¡No soy una niña desvalida! ¡Soy fuerte y poderosa! ¡así que deja de intentar protegerme de una maldita vez y cuéntame que pasa ahora mismo ¿Por qué me has traido a esta boda?!

Eso es Alicia nota tu fuerza, tu poder

Alicia está muy cabreada, su cara comienza a enrojecer dejando ver furia y desesperación y espera con actitud amenazante las respuestas por parte del conejo.

Cargando editor
07/12/2012, 13:27
Director

DONG-DONG

Dos campanadas sonaron en el reloj de la sala y un trueno retumbó por todo el palacio anunciando una fuerte tormenta. Al poco tiempo, comenzáis a escuchar el sonido de una lluvia violenta contra el tejado. 

La hora se acerca.

Alicia y el Conejo Blanco se miran sobresaltados. Queda poco tiempo y todavía muchas preguntas por responder.

Notas de juego

A partir de este momento el conejo blanco se vuelve visible para todos los jugadores y se regirá por las mismas reglas de posteo y de cambio de habitaciones que los demás.

Cargando editor
07/12/2012, 16:03
El conejo blanco

Había surtido efecto. En cuanto Peter huyó del lugar me detuve en seco para encontrar que el Capitán ya no estaba allí y que Alicia me miraba con ojos furiosos e inquisitivos. Suspiré lo más hondo que pude y agaché mis orejas. N-no tengo tiempo para esto. Pensaba para mí mismo; aunque entendía las preguntas de aquella niña a la que empezaba a escapársele el sentido común.

De un gran salto me coloqué en el respaldo de una de las sillas Tenía que ser precavido y en caso de cualquier movimiento inesperado o amenaza física por su parte, podría brincar al suelo y esconderme debajo para luego echar a correr. No temía a Alicia ni tampoco era un cobarde, pero enfrentarse (como cualquier conejo se puede enfrentar, es decir, verbalmente) a Magdalenta era otro asunto distinto. Durante todos estos años había sido testigo de lo que era capaz de hacer y si bien muchos querían mi pellejo de momento no podía entregarlo.

- A-alicia, ¿qu-qué haces aquí muchacha? Creía qu-que-que estabas con Hansel. Siento todo este desorden. - dije con tono lastimero - p-pe-pero Garfio necesitaba mi ayuda y tenía que proporcionársela. De hecho pretendía hablar con él y ahora estoy hablando contigo. ¿C-como puede ser? Y no sólo contigo ¡sino que de lo mismo! M-muchacha no me hagas perder el tiempo que tengo mucho que hacer. Te conté la verdad más protectora, pero bien, ¿q-quieres saber más? Yo te lo diré. - mi rostro se volvió oscuro. El pelaje blanco de mi piel se tornó sombrío. - Esta noche... es la noche. La noche en que todo cambia, la noche en el que mundo gira como debe de girar. ¿Pero acaso no sabes tú ya todo eso? ¿Magdalena no te ha dicho nada? ¿O ahora se limita a consumir y cegar tu juicio? Te traje a la boda porque quería que fueras testigo y que tomaras el rol que te corresponde. Si mis respuestas no te satisfacen poco más puedo hac...

De repente el sonido del reloj me interrumpió. ¿Ya era tan tarde?

Cita:

La hora se acerca.

¡Y y-yo-yo con tantas tareas pendientes! Volví a mi estado original. Mi piel recuperó el color y una energía imparable volvió a mí.
- M-mi-mira muchacha, tengo muchas cosas por urdir, de entre las que se incluye presentarme ante los invitados. Mi pase especial se acaba de agotar y muchos desean degollarme y arrancarme la cabeza. No-no-no-no. - la ladeaba de un lado a otro aprovechando que todavía la tenía pegada a mi cuello - ¿o quizás mi corazón como aquella Reina? T-te doy cinco minutos querida, cinco, ni uno más ni uno menos, pregunta lo que quieras, y si respuestas concretas es lo que deseas preguntas concretas deberás hacer. Pero cinco minuto tienes, ni cuatro ni seis, ni ocho, ni diez, ni cinco minutos con dos segundos. ¡¡VOY A LLEGAR TARDE!! - gritaba. El pánico todavía no se había apoderado de mí pero estaba en proceso. - Si tu tiempo se acaba sin hallar las respuestas y me tengo que marchar, sígueme y te las daré cuando pueda, pero antes hay demasiado sin finiquitar.

No pretendía dejar a Alicia inquieta pero ahora más que nunca debía moverme deprisa.

Notas de juego

Hoy voy a estar todo el día en casa así que podré escribir a menudo. A la noche saldré de la sala para presentarme al resto. Se me ha acabado mi pase VIP... qué mala pata.

Cargando editor
07/12/2012, 19:03
Director

La fuerte tormenta atrajo a Hansel hacia el interior de la sala de invitados detrás de su Alicia. Peter Pan, precavido, observaba tras la puerta del balcón intentando averiguar qué había sido aquel remolino que lo había destrozado todo hace apenas un momento. Entonces lo vio. Sobre una mesa y rodeado de vajilla hecha añicos, el conejo blanco del que algunos hablaban, charlaba apresuradamente con Alicia.