Partida Rol por web

Kara salió de clase sintiendo los inicios del estrés burbujeando en su estómago. Los primeros deberes. Cabía suponer que todos los profesores harían lo equivalente lo cual quería decir que para el final del día tendría tres trabajos. Y entrenamientos. ¿Pero entrenamientos de qué si había cancelado el quidditch, lo único que le permitía desestresarse? Se mordió el labio con una genuina expresión de inseguridad antes de forzarse a sonreír y a mirar a sus compañeros.

- ¿Alguien más hace Herbología? - preguntó con la intención de ir ya en dirección hacia los invernaderos.

La clase de Historia de la Magia ha sido tan amena como las del año pasado, al menos para Robert. Muchos alumnos se quejan de que el director Dean es un plomo, pero él nunca se aburre en el aula de Historia. Aunque tiene claro que su preferencia personal por la asignatura puede tener bastante que ver con ello...

Como no tiene Herbología, puede descansar un rato sin preocupaciones. Se pregunta si alguien más que él conoce también estará libre, y se dirige a la Sala Común de Ravenclaw para ver si puede encontrarla.

—Yo no tengo Herbología, así que me voy a la Sala Común. Pasadlo bien en la próxima clase, chicos —dice para despedirse.

-Hora de correr. conversamos luego Krystal, profesora con su permiso- dije saliendo a gran velocidad en dirección del invernadero, después de todo no quería llegar tarde a la primera clase, con suficiente celeridad avancé por los pasillos, - Disculpen- dije al dejar atrás a otros chicos  y chocar con algunos otros.

ya llegaban al pasillo del ala donde estaba el salón de herbología, con algo de suerte, se encontrarían con los chicos saliendo de la primera clase, del día mientras ella con Artemis llegaban con las cosas para la clase de herbología, habían tenido tiempo suficiente para por por ellas.

— ¿pociones? — sacó su lengua y la apretó entre sus dientes, pociones era una de las asignaturas que más detestaba, no ella en sí, sino por los recuerdos que le traía, ahora más oscuros que antes, sin embargo la había tomado  — pues sí... — se encogió de hombros — aún no sé qué haré al salir y tener buenas calificaciones me ayudará, o eso creo... — quizás para trabajar como mesera, o algo, su futuro lo veía demasiado oscuro ahora sin su familia, completamente sola.

— ven, estamos llegando — tomó de la mano a Artemis mientras entraban en el gran portal que daba a pasillo inferior este.

Yukino levanta la mano.

-Yo tengo herbología así que te acompaño.

La primera clase no ha estado mal, aunque no sabe mucho sobre el país que están estudiando. Pero eso es lo interesante, ¿no? Si vas a clase para aprender cosas que ya sabes, no sirve de nada.

Krystal se despide con la mano de Mathew y mira a la profesora y dice:

Bueno… profe, nos vemos

Para seguidamente empezar a caminar mientras pensaba que podía hacer, lo cierto que las mañanas eran un poco aburridas sin nada que hacer. Caminando tranquilamente se dirigió al estadio

-Yo no tengo clase ahora... creo que intentaré buscar la biblioteca y tal. Que os lo paséis bien.

Sonríe y se despide de ellos mientras va a la caza de la biblioteca para comenzar con la búsqueda de información. Seguramente ahí haya mucha información sobre la historia de Bulgaria y tal. Se aleja escaleras arriba.

Poco a poco, los alumnos van tomando su camino. Algunos a clase, otros a la biblioteca o a la sala común... La segunda hora, Herbología va llegando. Se nota que esa clase tiene más éxito que Historia, porque muchos han decidido asistir. La puerta del invernadero aun está cerrada.

Faltan unos minutos para que se abra.

Justo al llegar a la zona de invernaderos, Kara puede ver como Euphemia le toma la mano a Artemis. Parece que se llevan bastante mejor de lo que quieren hacer creer a todo el mundo. Entre que en la cena ella se fue tras él cuando salió a toda prisa del comedor y entre otros gestos cariñosos que ha visto... la sombra de la duda se comienza a instaurar en la joven bruja.

¿Será que Artemis está jugando a dos bandas? ¿O será que Euphemia está intentando quitárselo? Al fin y al cabo, Kara no sabe muy bien por qué es su amiga.

La Sala Común de Ravenclaw está más bien vacía a esas horas del día. Y no parece haber ninguna cabellera pelirroja sentada en ningún sitio. Pero también es cierto que la pelirroja ha tenido clase a primera hora, así que, si tiene hora libre, quizá aun está de camino a la Sala Común.

¿Qué hacían Euphemia y Artemis de la mano? Fue como si de repente alguien apagara un interruptor en su interior. Toda la ansiedad desapareció para dejar paso al desánimo, la tristeza y el desengaño. Uno no se daba de la mano con sus amigos, sólo con aquellos que significaban algo más.

Entonces, ¿qué eran Artemis y ella? En realidad, habían intercambiado todo tipo de gestos íntimos y ella, en su interior, en un lugar que hasta ese mismo momento ni siquiera se había atrevido a reconocer, había albergado esperanzas. Esperanzas de ser especial. Esperanzas de merecer la pena, de que alguien podía sentir algo por ella más allá de una amistad de palabra.

Se equivocaba. O no valía lo suficiente o se había convertido en un juguete de ensayo y error con el que probar.

Se sentía tan decepcionada con todo. Con todos. Con ella. Sobre todo con ella. Porque era una pusilánime incapaz de ir a por aquello que quería y porque siempre se dejaba vencer y pisotear, siendo la antítesis de la gryffindor común.

Llegó a la entrada de los invernaderos junto a Yukino, hablando con ella con expresión preocupada acerca del primer trabajo, aventurando los que estaban por llegar. Sin embargo, el agobio creciente cambió por una sonrisa al ver a sus compañeros. Saludando primero a Ailyn a quien quería preguntar por su primer día.

- Hola... - mas su saludo general no pasó al personal que deseaba y sus pasos, avanzando hacia la chica, se detuvieron al ver a Artemis y a Euphemia, a quienes miró con expresión un tanto consternada antes de forzar la sonrisa de vuelta a su rostro -. Hola, chicos, espero que haya ido bien el rato libre. Por cierto, ¿sabéis algo de Jake?

Saluda a Kara y se le acerca con una sonrisa mientras pasa su brazo por encima de sus hombros.

-Kara, mi querida prefecta. Necesito que me hagas un favor. Me he dejado las cosas de herbología en mi cuarto... ¿podrías compartir las tuyas conmigo? Te devolveré el favor con creces. ¿Te gusta el chocolate? Te compraré una bolsa llena de chocolate... del que tu quieras.

Espera que Kara no se sienta molesta por ese contacto inesperado. Tampoco le ha pasado desapercibida esa mirada de perrito desamparado.

Krystal se conoce bien el camino hacia el campo de quidditch. Tan bien que podría hacerlo con los ojos cerrados, pero lo que no se espera es encontrarse con lo que se encuentra. El campo, de alguna forma, ha desaparecido. O, al menos, no se encuentra donde debería encontrarse. Eso o Krystal ha perdido sus facultades y se ha equivocado de camino.

En su lugar, hay una serie de magos que se encuentran haciendo magia. Magia de esa tan poderosa que eriza el vello de los brazos y la nuca. El profesor Gordon se encuentra en el lugar y al ver a la joven de Hufflepuff se acerca.

-Hola. Da unos pasos atrás. Puede ser peligroso.

Le pide amablemente, con un gesto de la mano.

Se acercan a la zona de invernaderos mientras conversan sobre la primera clase. Mientras hablan, le propone hacer el trabajo juntas, pero no le da tiempo a recibir respuesta porque llegan a los invernaderos y ahí se une Ailyn. Además, nota como Kara se tensa un poco y no por el contacto de la americana.

Mira a su amiga.

Perdón Euphy, hay algo que necesito hacer, dame un minuto, ya vuelvo. - digo en voz baja.

Al ver a Kara, decido acercarme a ella, pues llevaba buen rato intentando conversar con ella, por lo que decidí aprovechar esta oportunidad.

Ella se veía un tanto preocupada e incómoda, sin embargo, no podía desaprovechar esta oportunidad, cuando de pronto ella nos pregunta por el paradero de Jake.

Hola Kara, yo... - digo un tanto nervioso, mientras Kara pregunta por Jake, lo qie me deja un tanto descolocado, pues Kara y Jake formaban parte de la misma casa.

No, no lo he visto. ¿No estaba en vuestra sala común hoy por la mañana? Lo pregunto porque no  bajó a desayunar tampoco, ni estaba en la biblioteca. - comento un tanto preocupado.

Todo se estaba agolpando a la vez en cara, que peleaba por estar a la altura de la situación, agradeciendo que la clase aún no hubiera dado inicio. Asintió en dirección a su amiga asiática para darle a entender que harían el trabajo juntas mientras miraba a Aylin, que había empezado a hablar con esa frescura que envidiaba.

- Claro, podemos compartir - accedió a las palabras de la americana -, ¡pero no necesito que me devuelvas el favor! No me cuesta nada ayudar - y, a decir verdad, eso suponía un alivio y una vía de escape. Sobre todo viendo la cara que traía Artemis mientras se acercaba a ella para decirle algo. Mantuvo la sonrisa estoica, notando la mirada fija de Yukino, pero su expresión cayó por fin para ser sustituida por una de seriedad -. No. Yo no bajé a tiempo de la sala común y pensé que se habría adelantado para reunirse contigo. Y luego me fui a clase... - y, de todos modos, Jake no cursaba historia. ¿Cómo podía ser que Artemis se hubiera olvidado de su mejor amigo? Pero seguro que tenía una buena excusa -. ¿No te ha escrito ni nada?

No, te juro que pensé que estaría contigo en historia, creo que mejor voy a buscarlo cuando termine la clase. - digo con expresión de preocupación.

Una cosa es que Jake pase del desayuno por haberse quedado dormido y otra muy distinta, es que no de señales de vida y eso sí que era preocupante.

Kara ¿Lo viste llegar a la sala común anoche?