Partida Rol por web

Estos pájaros son un engendro que ha pasado muchos años a la sombra de las Montañas del Bosque Negro. Se frenan un poco, por los sonidos emitidos por falenthal pero retoman la marcha hacia wyna que deambula sonámbula erratica a unos siete metros de vosotros. Probablemente le saquen los ojos sobrevolándole la cabeza... una bandada enardecida...

y bien?

Después de haber intentado derribar a alguno de los pájaros infructuosamente, y después de ahuyentarlos con todas sus fuerzas, a Falenthal se le encogió el corazón viendo como su compañera de viaje era atacada y picoteada por las bestias emplumadas.

Sin muchos más recursos, y aun a riesgo de su propia integridad física, se lanzó entre la nube de alas a cubrir a Wynna, y tratar de arrastrarla fuera de esa locura que la invadía. La agarró alrededor de los brazos, para impedir que le golpeara con la espada, y tiró de ella hacia una zona de ramas bajas, donde la bandada de cornejas no pudiera revolotear fácilmente.

La chica era pequeña, y no fue difícil arrastrarla. Cubriéndose la cara lo mejor que pudo para que no le picotearan los ojos, el elfo esperó a que amainara la tormenta de plumas, picos y garras.

Pues tengo 4 de Cuerpo. Incluso en este caso sería el favorito, que es de 7, al ser Arco favorito.
Siempre olvido el tema del Foco de Comunidad y el gasto de Esperanza. Buen punto.

Exactamente es lo que la situación pedía. A veces un empujón es la única manera humana de resolver trágicos finales.

...le vino a Falenthal una visión de wyna con las cuencas de los ojos... oscuras y sin ojos, llamando a tientas a sus compañeros, la cual hizo que se estremeciera mientras cubría con su cuerpo el de  Wyna,sano y salvo, que no sabía qué estaba pasando ni el alcance del peligro al cual había estado sometida. Permaneció callada pero despierta y con expresión de interrogación por el ruído de las cornejas que se arremolinaban dos metros por encima de sus cabezas.

Falenthal le hizo un gesto para que se arastraran unos metros y alejarse del vórtice de pájaros.

Después de apartaros unos metros el paisaje es el mismo: extraño pantano de poca profundidad con muchos árboles, aunque con muchos pájaros enardecidos graznando en el aire. Seguís merodeando.

[voz en off] lleváis 5 éxitos explorando el pantano de los co... mejor será que afinéis un poco la puntería por que si esperáis otro embate del destino. je. Si no serán vuestros huesos los que contribuyan a las pilas de huesos que véis por los alrededores.

Griffo vio como el elfo se aventuró para salvar a la joven, entre las aves y los golpes de espada, logró escabullirse para alejarla del peligro. Era la única manera de rescatarla, si la puntería elfica había fallado, un hobbit no tenía nada que hacer.

Continuaron el viaje, adentrándose más y más en el bosque, y el mediano comenzaba a sentirse perdido, por suerte, podía confiar en que sus compañeros podrían encontrar el camino.

Nuevamente trataron de seguir buscando pistas del paso de los enanos. Habían encontrado la que parecía su barca, y antes su campamento. Si tenían que ir a pie no podían estar muy lejos, o eso esperaba el elfo.

Eso siempre y cuando no formaran parte ya de los huesos que empezaban a aparecer surgiendo del blando terreno. 

Como pudo, Falenthal contribuyó a buscar algún rastro, aunque sólo fuera por casualidad. No tardó en darse cuenta que los dias y noches pasados esos pantanos le habían enseñado más cosas de las que pensaba sobre sus corrientes, sus plantas, sus animales,... gracias a lo que ya sabía sobre la vegetación del Bosque Negro, se descubrió a sí mismo localizando los árboles donde era más fácil que un caminante quebrara una rama baja. O las hierbas donde una pisada de bota dejaría una huella más duradera. Las especies que crecían aquí eran las mismas junto a las que él había pasado su infancia corriendo y trepando, sólo que en un lugar más retorcido si cabe. 

Su búsqueda no tardó en dar sorprendentes resultados, ahora que parecía capaz de entender el terreno que le rodeaba.

Después del estupor causado a mis compañeros de viaje, me recompongo y trato de aclararme. No puedo evitar ser susceptible a lo que pasa...

- Este bosque está embrujado... ¡lo juro!

Trato así de hacer ver que lo sucedido es culpa de algún tipo de maleficio que cae sobre este lugar, y no causa de un engaño de mi mente. No quiero que piensen que me estoy volviendo loca...

Mis compañeros prosiguen con la búsqueda, así que me uno a ellos en el esfuerzo de dar con el rastro de esos enanos.

Llegáis entonces a un estanque un poco más profundo y de aguas obscuras. Aquí las ruinas son más prominentes, como si este fuera el lugar donde antaño se alzaban los edificios principales de la población hundida. Los restos de un gran arco de marmol se pueden ver en la distante orilla, de donde aún cuelga un enorm portalón de madera, si bien el resto de los muros del edificio se ha rrsquebrajado y han desaparecido en el fango. En las copas de los árboles alrededor del estanque  graznan las cornejas negras, señalando la presencia de intrusos...

Al cabo de un rato todos empezáis a oír el tañido lento y suave  de una campana, que parece distante y remota... como si viniera de bajo tierra.

Todos a hacer una tirada de sabiduría NO14. Hace tiempor que no oís nada de origen humano, pero esa forma de tañir es tenebrosa. hummmm nada bueno.

Sobrecogida por el sonigo lúgubre de esas campanas fantasmales, intento averiguar de donde vienen, con la esperanza de que sean reales y no algo proveniente de las tinieblas...

En medio de las ruinas de lo que fue una ciudad en el pasado, los tres viajeros recorrían precavidamente el lugar, cuidándose de las aves negras que antes los habían atacado y ahora merodeaban el lugar. Caminando entre los escombros pudieron escuchar un sonido extraño, una campanada en el bosque, Que extraño pensó el hobbit Alguien toca una campana en un pueblo abandonado en medio del bosque. Algo siniestro hay en ese sonido que a alguien tan inocente o tan distraído como Griffo no le afecta, aunque parecía que en la mirada de Wynna algo pasaba.

Después de caminar durante un rato, el elfo empezó a digerir los últimos sucesos: ¿qué le había pasado a Wynna? Era verdad que él no tenía mucha experiencia con humanos, y que había oído que su mortalidad los hacía más propensos a acciones exageradas o abruptas. Pero la propia chica parecía sorprendida de lo que le había sucedido. 

El aprecio que Falenthal le había tomado a la joven hacía que, más que desdeñar las conductas incomprensibles de un mortal, a él le preocupara tratar de entenderla. No se separó de ella durante el duro avance por los fangosos terrenos, manteniendo siempre un ojo en sus gestos y expresión, tratando de vislumbrar y comprender su ánimo.

Fue así como le sorprendió que, de repente, se abriera ante ellos la vegetación para revelar una escena más siniestra si cabe: ruinas de un pueblo añejo, que hacía pensar en tiempos inimaginables cuando aquellos suelos no eran un marjal húmedo y traicionero. ¿Cuánto debía hacer que nadie vivía allí? 

Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por un sonido que, en otro lugar, hubiera sido reconfortante: el tañido de una campana. Pero allí estaba fuera de sitio, no tenía sentido. Era perturbador, y no se veía ni la campana ni la mano que la tañía. Además, esas cornejas los miraban y graznaban al mismo ritmo que la campana, en sintonía con ella. Esas cornejas formaban parte del lugar, y quien sabe si no habían atraído al grupo hacia allí con algún oscuro propósito...

Tras notar que algo mágico en el sonido de la campana trataba de invadirlo, pero lograr resistirse a su influencia nefasta, Falenthal miró a sus compañeros para comentarles que quizás deberían explorar esos restos de edificio. Quizás había alguna estancia preservada donde se hubieran refugiado los enanos. Por todo lo que sabían, quizás incluso eran ellos los que tañían la campana con la esperanza que alguna ayuda los oyera y acudiera en su búsqueda.

Trató de buscar entre sus conocimientos si había leído u oído algo sobre asentamientos antiguos en esta zona. ¿Sería humano? ¿Élfico? 

Wyna adquiere un punto de sombra. Y entra de nuevo en un estado hipnótico causado por la campana y comineza a andar hacia el centro del estanque; avanza impertérrita hacia la arcada de las ruinas. se deja llevar

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Recuerdas Falenthal que oíste decir a tu padre una vez algo acerca de que hubo una vez un poblado de hombres, una estación de paso para enanos viajeros que iban o venían de las Colinas de Hierro y mercderes del sur y el este. "Cuando el poder de los reyes del norte se desvaneció el poblado se debió de abandonar" -piensas mientras miras en derredor, absorto en tus recuerdos. detectas (Por el gran éxito de antes) que el sonido de campana viene de las ruinas, pero que por su amortiguado y sordo sonido no puede provenir de la superficie.

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Griffo observa cómo Wyna sin mediar palabra se encamina silenciosa en pos de las ruinas ¿Qué haces?

El buen oído de Falenthal le indicaba que los tañidos provenían de algún lugar entre las ruinas de ese edificio, pero la campana que los provocaba no se encontraba a la vista. Era evidente que el golpeteo apagado era producto de encontrarse bajo tierra. Quizás algún sótano o construcción subterránea aún conservaba aire y los enanos se habían refugiado en ella. Si era así, y la campana era la forma de pedir ayuda, debían apresurarse a encontrarlos.

- Griffo -se dirigió al pequeño hobbit-. Voy a adentrarme en estas aguas para ver cómo son de profundas, y buscar alguna entrada oculta entre las piedras. Estoy convencido que bajo nuestros pies tiene que haber algún habitáculo preservado de la inundación, de dónde a buen seguro viene ese sonido de campana. Tus ojos son más hábiles que los míos a la hora de encontrar cosas escondidas. Si la zona no es especialmente profunda, te avisaré para que me sigas y me ayudes a buscar.

Mientras ponía el primer pie en el agua, hundiéndose hasta el tobillo, se dirigió a Wynna casi sin mirarla. Con la atención puesta en cada paso que daba y las ondas que se formaban en el agua putrefacta, le dijo a la humana que estaba a sus espaldas: -Has pasado por mucho y pareces cansada. Será mejor que te quedes aquí con Griffo. Si veo que no hay peligro, os avisaré.

El sonido de la campana se introduce en mi mente y se graba a fuego en mis pensamientos, sin que nada más ocupe mi alma más que el anhelo de dirigirme hacia el ensoñador sonido de esa campana. Puedo sentir casi con claridad que me traerá paz, y no me resisto a dejarme arrastrar por el encantador y reverberante sonido; no oigo nada más, ni presto atención a nada más; ya nada más importa para mí...

La joven comenzó a caminar hacia el lúgubre sonido sin perder la mirada a ningún lugar más que al frente. Griffo se percató de ello y al ver a Falenthal alejarse en su búsqueda, debió interceder rápidamente.
-¡Señorita Wynna, espere! El señor Falenthal dijo que lo esperemos aquí. ¡Señorita Wynna! Venga!
Al no hacerle caso, el hobbit corrió hacia ella y, como si fuera un niño con su madre, le tironeó de la manga para detenerla.
-Vamos, no se haga la sorda y presteme atención. Y por favor saque esa cara de lunática que está asustandome, jeje. Es sólo una broma, venga, no se ofenda. Esperemos juntos al señor Falenthal aquí y si quiere mientras le cuento de cuando mi abuelo quedó con la misma cara de perdido luego de comer unos hongos extraños.