Partida Rol por web

Vaesen: A wicked Secret and Other Mysteries

Mölle

Cargando editor
02/04/2021, 15:00
Ebba Björklund

Notas de juego

Oki, perfecto, gracias master ^^

Pues no sé si estarás herido, Belge, pero si quieres que te cure, lo intento  ;). Aunque solo tengo 4 daditos...^^"

Cargando editor
03/04/2021, 01:27
Alvar Egil Björklund

Ebba me escucha sin intervenir en ningún momento, aunque puedo ver perfectamente los engranajes rodando detrás de esa mirada que es un espejo de la mía. Solamente al final, me responde que no, que aún no sabe nada de nuestros compañeros, lo que ciertamente me preocupa. Espero que no les haya sucedido nada a Reidar ni al señor Castelferro.

Completamente inmóvil, me dejo hacer mientras mi hija me cuida. Permito que lave mi mano sin dar ninguna muestra de incomodidad o dolor; el peso emocional que ahora siento supera con mucho cualquier posible molestia física. La miro cuando, después de vendar cuidadosamente mi mano, me habla. Me lleva la contraria, por supuesto. Es lo que esperaba, y probablemente lo que necesito. En el fondo sé que tiene razón, pero hay una enorme diferencia entre saber algo y creérselo. Porque, ¿cómo puede un hombre ciego creer que el mar es azul, aunque todo el mundo lo diga, si él no es capaz de verlo? En circunstancias como esas, me digo a mí mismo, más vale confiar en aquellos que demuestran ser más sabios que yo. Y realmente, pienso que Ebba podría serlo. Así que confío. Un acto de fe es equivalente a delegar, a admitir que hay cosas sobre las que uno no puede ni debe tener control. Y es liberador, dejar de pensar, dejar de preocuparme. Si Ebba dice que está bien… nada más importa.

Lo que no esperaba era la confesión que viene después. Muchas veces habíamos hablado acerca de la noche en que todo cambió para nosotros, acerca de cómo había sido para cada uno de nosotros. Sin embargo, descubro que estaba muy lejos de saberlo todo. Ebba también guardaba su secreto, y en cuanto me hace conocedor del mismo puedo entender perfectamente por qué. Escucho sus palabras sin mudar el rostro en ningún momento, quieto como una piedra, sin que en mis ojos se advierta nada más que una profunda atención. Solo cuando termina su terrible relato me permito suspirar suavemente por la nariz, y mis cejas se curvan con compasión.

Pajarillo… —empiezo, tomando con delicadeza su mentón—. Todo este tiempo cargando ese peso. ¿Tenías miedo de que yo lo supiera? Ni por un momento pienses que tienes culpa de nada. No te lo permito —le prohíbo, medio en broma medio en serio—. No sabías nada. Esa cosa te engañó, Ebba. Demonios, ¿qué crees que habría hecho yo si hubiese recibido una oferta como esa? —Y de pronto se me ocurre una idea, una idea que sé que ya jamás podré sacarme de la cabeza y será un propósito firme que pienso perseguir hasta mi último aliento—. Escúchame bien, Ebba. Nadie debería pagar el precio que tú pagaste por lo que recibimos a cambio. Así que te prometo una cosa: daremos caza a Ojos Amarillos. Aprenderemos sus miedos y sus debilidades, y cuando los conozcamos, le exigiremos que te devuelva tu voz. Y no aceptaremos un no por respuesta.

Asiento, sonriente, escuchando todas sus palabras de consuelo. Cuánto la quiero. Ella me toma de la mano y tira de mí, ayudándome a seguirle el paso, a estar a su altura cuando siento que he fracasado. Gracias a ella, me siento orgulloso. No sé si puedo decir que de mí mismo, pero, ¿acaso no fui yo quien la engendró a ella? Guardo silencio, mirándola con ojos brillantes y llenos de veneración, llenándome de su admiración, su amor y, sobre todo, su comprensión. Y es que, desde que pasó lo que pasó, desde que vemos lo que vemos, nadie puede entenderme como ella. Absolutamente nadie. Porque no solo es mi carne y mi sangre, sino que también compartimos la misma esquirla clavada en el alma. Finalmente, cuando me ofrece caminar conmigo la senda a ser mejores, cierro los ojos con fuerza, sin poder evitar que una lágrima se deslice hacia abajo, cruzando mi pómulo.

No merezco nada de esto, pero que me aspen si no voy a luchar por ello.

Te quiero —asevero, en un tono hondo, como un juramento solemne—. Gracias.

Dicho esto, me pongo en pie. La autocompasión nunca ha sido un rasgo que haya considerado deseable, y la mía ya ha durado demasiado.

Vamos a buscar a Rotløs y a Castelferro. Me preocupa que todavía no estén aquí. Vamos al restaurante, a ver si por una feliz casualidad estuviesen allí. Si no… —Aprieto los labios—. Si no, habrá que empezar a pensar en salir a encontrarlos.

Cargando editor
03/04/2021, 10:45
Ebba Björklund

A medida que padre me habla me siento mejor, poco a poco, su voz serena y grave comienza a escucharse cada vez más fuerte, más tranquila. Más como siempre. Y eso me alegra. Dice que me prohibe sentirme culpable... qué gracioso, como si fuera posible controlar las emociones de manera tal. Pero en el fondo se lo agradezco, sé por qué lo ha dicho y se lo agradezco de corazón. Ver su reacción a eso me hace quitarme un enorme peso de encima; el hecho de que lo sepa y se lo haya tomado de esa manera me consuela mil veces más incluso que aquello que yo utilizo como refugio tantas veces... eso que, algún día, también le tendré que explicar, algún día que presiento que cada vez está más cerca, tal es el punto de entendimiento que estamos alcanzando juntos. Pero hoy no es ese día. Requeriría de demasiado tiempo... un tiempo que no tenemos. 

De pronto, sacándome de mis divagaciones, padre se pone serio. Puedo percibir cómo la determinación va tomando forma en lo más profundo de su océano y, poco a poco, se afianza, se extiende. Se aferra a sus pupilas y se queda en ellas, grabada a fuego, a medida que las palabras brotan, seguras y llenas de fuerza, de sus labios. En ningún momento desde que ocurrió he pensado que fuera posible recuperar mi voz... pero hoy, ahora, escuchando el propósito de padre, viendo de nuevo arder la llama de la voluntad en los ojos aguamarina del coronel Alvar Egil Björklund, por primera vez me lo creo. Así que sonrío. Sonrío de corazón, sin despegar mi mirada de sus ojos. Y asiento con la cabeza, lenta, solemnemente, como si fuera un juramento.

Entonces sigo gesticulando poco a poco, lentamente, y él me escucha, me ve. Siento cómo la fortaleza interior que él siempre ha tenido va volviendo a inundarlo poco a poco, mientras me observa. Me doy cuenta de que mi increíble terquedad está logrando recuperar su firmeza, su determinación, sellada por esa solitaria y última lágrima que le surca el rostro cuando termino. No puedo evitar sesgar una sonrisa de complicidad, padre ha vuelto a su energía habitual. 

Me levanto tras él y asiento, de acuerdo. Me muero de nervios por saber qué les ha ocurrido a mi buen amigo y a los demás, pero antes...

Levanto el índice, una vez más, diciéndole que espere, y señalo la infusión de hierbas que aún humea sobre la mesilla, al tiempo que arqueo una ceja. Se lo va a beber y no voy a aceptar un no por respuesta. Es capaz de largarse sin desayunar y, después de todo lo que ha pasado y temiendo todo lo que vamos a tener, posiblemente, que hacer, no se lo voy a permitir. 

«Además...», añado, mirándole con una expresión a medias entre divertida y circunstancial, «aséate un poco, te traeré algo de ropa limpia de tu maleta; mientras averiguaré si están en el comedor... o en la habitación de Castelferro, aunque lo dudo mucho, antes no los he visto...».

Salgo unos momentos de mi cuarto y al cabo vuelvo con una muda completa para que se cambie. La dejo sobre los pies de la cama y me giro, dispuesta a salir para dejarle intimidad. Pero entonces me detengo, justo delante de la puerta, con la mano ya en el pomo de la misma. Me vuelvo a girar.

«Antes de salir del hotel hay una cosa que quiero hacer», gesticulo, lentamente. «Iba a hacerlo anoche, pero decidí esperarte y no ponerme a ello yo sola. Quiero que estés conmigo esta vez». Supongo que Alvar ya sabe de qué estoy hablando, pero aún así, se lo explico: «Quiero e-s-c-r-i-b-i-r», en lugar de utilizar el gesto para esa palabra que tan bien conozco, la deletreo, letra por letra, dándole el énfasis necesario para que entienda lo que quiero decir.

«Quiero escribir antes de salir del hotel. Solo serán un par de minutos y puede ayudarnos... sabemos cómo engañar a Glosson, pero no cómo encerrarlo, apaciguarlo o acabar con él. Y ya hemos visto que es letal... si Sin Raíces, Geri y Leo están en peligro...», levanto la cabeza y clavo una decidida mirada en él. «Puede que esté Katarina por aquí... o incluso Olga, o Sanguina...» o Elsa, aunque en este caso, lo dudo «...y a lo mejor pueden decirnos algo importante, algo que no sepamos o que hayamos pasado por alto».

Cuando termino, continúo mirándolo fijamente, a la espera de su decisión. No le estoy pidiendo permiso, no es una pregunta. Esta es la segunda cosa ahora mismo en la que no aceptaré un no por respuesta. Pero esta vez es diferente, esta vez quiero hacerlo bien. Lo que de verdad quiero saber es si va a estar ahí para ayudarme, si está dispuesto a presenciarlo.

Cargando editor
04/04/2021, 02:22
Alvar Egil Björklund

Arrugo la nariz cuando Ebba insiste en que me beba el agua con hierbas que me ha traído, pero sé muy bien que no me va a dejar salir de la habitación hasta que no me la termine. Así que, con resignación, vuelvo a sentarme en la cama y le doy un par de tragos tentativos a la infusión, a pesar de lo poco que me apetece ahora mismo meterme ningún líquido en el estómago. Enarco una ceja al oír su sugerencia de que me lave, como queriéndole decir: «Por supuesto, ¿qué te has creído?». Ni que fuese a salir apestando a alcohol. A pesar de ello, asiento, pasándome una mano por la mandíbula y notando el arañazo del vello hirsuto que empieza a asomar. Tampoco me iría mal un afeitado, pero en estos momentos tenemos otras prioridades.

Después de darme un momento para asearme con las toallas y el agua helada que sale del grifo del baño, Ebba me habla mientras me visto con la ropa que ella misma me ha traído. Quiere escribir, dicen sus manos, y yo sé que no se refiere únicamente a trazar palabras sobre un papel. Me quedo inmóvil, en silencio, mientras ella me da las oportunas explicaciones de por qué quiere hacerlo. Tiene la esperanza de poder contactar con alguna de las personas que han muerto en los alrededores de este hotel. Una punzada de temor me hace apretar los dientes, pero también siento agradecimiento por su confianza, por habérmelo contado. Es hora de corresponder, de hacerle saber que soy consciente de que ya no es una niña, y que realmente puede ayudar. Severo, asiento.

En cuanto termine de vestirme, lo haremos. —Ladeo el rostro, y mi expresión se suaviza—. Era todo lo que te pedía, Ebba. Saberlo. Poder estar. —Y, después de darle otro trago a la infusión que empieza a enfriarse, añado—: Confío en ti.

Notas de juego

En tu próximo post ya puedes asumir que termino de vestirme y ponerte a hacer tus brujerías, si quieres :P.

Cargando editor
04/04/2021, 10:49
Ebba Björklund

Notas de juego

Dire, doy por hecho que no encuentro a Reidar ni a Leo en el comedor ni en su habitación, ¿verdad? Si me lo confirmas, paso directamente a postear la escritura automática y la tirada, para no alargarlo mucho más. ;)

Cargando editor
04/04/2021, 11:29
Storyteller

Notas de juego

Nadie en sus habitaciones, por lo tanto, puedes seguir.

Cargando editor
04/04/2021, 12:03
Ebba Björklund

Tras llamar repetidamente en la puerta de Castelferro sin obtener respuesta ninguna, incluso me he atrevido a abrir y echar una ojeada, pero parece que nadie ha dormido tampoco allí hoy... por qué no me sorprende. Con el ceño ligeramente fruncido, vuelvo a revisar el comedor, aunque sé que allí no voy a encontrar a nadie, antes no lo había. Efectivamente, tras una búsqueda infructuosa por medio hotel, decido volver arriba y no perder más tiempo, estoy convencida de que están... fuera.

Con los pantalones de Lovisa subo los escalones de tres en tres, a más velocidad de la que he sido nunca capaz. No lo admitiré en voz alta, pero esta ropa está empezando a parecerme mucho más cómoda que antes. Llego al pasillo de las habitaciones enseguida y veo a padre que acaba de salir de la mía y se dispone a entrar en la suya propia. Allí me dirijo yo también, no quiero perder más tiempo.

Alvar abre la puerta y me deja pasar, como siempre un caballero. Le agradezco el gesto con una sonrisa y entro dentro, dirigiéndome directamente hacia el edredón sobre el que siguen amontonadas todas mis cosas. Pero me detengo a medio camino y me giro, sacando una de las dos manzanas que he encontrado del bolso del que nunca me separo y ofreciéndosela a padre.

«Por si acaso, solo encontré dos...».

Una vez entregada la futura ofrenda vuelvo al edredón y hurgo un rato en mi bolso de nuevo, extrayendo mi sempiterno cuaderno y una pluma estilográfica. Cuando hago este tipo de cosas no soy consciente de mojar en el bote de tinta, así que necesito algún utensilio que no lo necesite y ya he roto varias puntas de lápiz de tanto apretar sobre el papel cuando me dejo llevar y me he quedado con mensajes a medias. Prefiero algo más resistente, dentro de lo que cabe. Me siento en el propio edredón con las piernas cruzadas en una posición bastante poco femenina en la que la falda de los vestidos nunca me deja acomodarme y abro el cuaderno, apoyándolo sobre mis piernas. Destapo la pluma, lanzo una grave mirada a padre, indicándole que voy a empezar. Cierro los ojos y apoyo la punta sobre la hoja de papel en blanco. 

- Tiradas (1)

Notas de juego

He tirado en abierto por si necesitaba forzar. Dire, ¿con un éxito me vale, o necesito más? ^^

Cargando editor
05/04/2021, 20:20
Storyteller

—¿Al padre Kransvik?? ¿Qué tiene el que ver con esto?— Grita uno de los hombres que está haciendo círculo para que no salgáis corriendo.

—Al que hemos ido a llamar es al alguacil!!— Grita una mujer que se envalentona mientras lleva un palo largo en la mano.

El griterío parece hacerse cada vez más intenso mientras Reidar parece no saber muy bien qué esta pasando. —!!!Asesinos!! Habéis matado a esa pobre chica y seguro que también sois responsables de la muerte de Olga!!! Asesinos, deben ser ajusticiados!! !! Cerdos miserables!! !!Siempre la gente de fuera viene a hacer el mal!! !!Ninguno es de fiar!!—

 

Notas de juego

EDITA MASTER: Mucho me temo que una tirada así no te va  servir de mucho intentar dialogar con ellos viendo que tu compañero tiene la cara y las manos ensangrentadas. De momento, parecen no atacar, y estar más o menos en guardia por si os da por correr o pegaros con ellos.

Voy a dar de tiempo hasta el miercoles para que Reidar responda. Si en ese tiempo quieres hacer algo, eres libre de intentarlo. Si Reidar para entonces no responde, el Alguacil va a tomar buena cuenta de vosotros.

Si en lo que llega Reidar quieres intentar dialogar para de alguna forma salir airoso de esta, vas a tener que realizar una tirada de Inspiración + empatía y sacar al menos 2 exitos, ya que es una sitiación complicada.

Cargando editor
05/04/2021, 20:27
Storyteller

La mañana, hermosa como ella sola, con un ligero viento recibe al sol con los brazos abiertos. Hoy es un día de cambio. Es un día en el que va a hacer mucho calor, o al menos eso parece. Una extraña presión comienza a saturar la habitación en la que Ebba ha comenzado a hacer el ritual. Algo íntimo que lleva a cabo solamente bajo la confianza de unos pocos que tienen la suerte de poder comprender qué está pasando. El lapiz es agarrado fuertemente con la mano izquierda de Ebba, que ahora mira al techo, con los ojos muy abiertos. Su escritura no es la misma. No es su letra. Es como si algo hubiera tomado posesión de su brazo y hubiera comenzado a escribir lenta y concísamente. Con sus garabatos, sus filigranas y dedicando el máximo detalle a cada una de las letras que de alguna forma os pueden pareces familiares, pero realmente no lo son. Un a serie de jeroglíficos se suceden uno tras otro, como una letra en una cursiva de una edad largo olvidada. Las letras parecen cobrar relieve, profunidad y brillo. Las sombras se suceden en un ritual extraño que sacude los cristales de las ventanas mientras la cara de preocupación de Alvar va en aumento. Un sonido seco, hosco y gutural proviene de la garganta de Ebba. Quizás el primer sonido que ha emitido en años. Su voz es siseante, como si una serpiente hablara o al menos lo intentara, pero no lo consiguiera del todo. ¿ Es posible que el huesped se intenta comunicar con vosotros ? ¿Acaso no lo ha conseguido pues las cuerdas vocales de Ebba pueden estar atrofiadas de no usarlas? Ebba deja caer el lapiz y sus brazos por fín se relajan. Su cabeza, antes impuesta en una forma algo extraña y poco natural, se deja caer hacia adelante como un peso muerto. Tras unos segundos, recobra la consciencia.

Notas de juego

La nota que ha escrito lo que sea que ha posiedo a Ebba está en un idioma muy extraño, y su composición se hace dificil de leer. Probablemente tengáis que estudiar a fondo esta nueva carta.

Cargando editor
06/04/2021, 01:52
Leopoldo Ludovico Castelferro
Sólo para el director

Notas de juego

Vamos a ver, me dices primero que si queremos intentar dialogar con ellos y te pido una tirada de manipulación para hacerlo; pero ahora me dices que no sirve de nada hablar con ellos porque Reidar está cubierto de sangre. Y me dices si quiero intentar algo: ya te lo he dicho, he intentado convencerles de que llamen al cura.

Es la segunda o tercera vez que me coartas una tirada de interacción en la partida. Si quieres, me limito a escribir en modo random y tú ya me guías por lo que tienes pensado, porque lo cierto es que parece que estoy manejando un pnj.

Perdona si me pongo en plan borde, pero es que tengo la horrible sensación de que estoy de más en esta partida.

Cargando editor
06/04/2021, 09:28
Director

Notas de juego

A ver, calma. Piensa detenidamente en la situación. Estáis los dos con un cadaver reciente y llenos de sangre, y ha llegado gente. Ellos os han rodeado para que no os vayaís por patas ( de ahí lo de tirar iniciativa si queréis pegaros con ellos). Yo he dejado la iniciativa hecha por si en efecto, os quereis entablar en combate, y por si actuais antes que ellos.

Respecto al mucho me temo que una tirada asi....... En efecto tienes razón, no has tirado para dialogar, has tirado para Iniciativa, por lo tanto, lo primero, perdón si te he llevado a error. Lo segundo, si quieres intentar negociar con palabras una salida de esta situación, al menos antes de que lleguen los demás pueblerinos con el alguacil, puedes hacer uan tirada de Inspiración + empatía y saa al menos 2 exitos. Recuerda que en cualquier caso puedes forzar la suerte para repetir los dados que no tengan exito, aunque eso conllevaría un estado mental.

Es la segunda o tercera vez que me coartas una tirada de interacción en la partida

Respecto a esto, cuándo pase, dímelo, que no hay problema. Que sois muchos jugadores a la vez cada uno por un lado y en algún momento siempre se me puede ir la olla. Así que si ves que pasa me dices oye!!! que esto no tiene sentido, o que mi acción era esta. Corrijo lo que haga falta y sin más.

La nota en el post queda editada.

Cargando editor
06/04/2021, 12:45
Leopoldo Ludovico Castelferro
Sólo para el director

Notas de juego

A ver, calma. Piensa detenidamente en la situación. Estáis los dos con un cadaver reciente y llenos de sangre, y ha llegado gente. Ellos os han rodeado para que no os vayaís por patas ( de ahí lo de tirar iniciativa si queréis pegaros con ellos). Yo he dejado la iniciativa hecha por si en efecto, os quereis entablar en combate, y por si actuais antes que ellos. 

Y por eso mismo he dejado la tirada de iniciativa hecha, por si me calentaban antes de poder abrir la boca o si fallaba la tirada de manipulación que te estaba pidiendo. Pero luego me contestaste que no servía hacer una tirada de manipulación y, al mismo tiempo, nos preguntabas de nuevo si queríamos tratar de dialogar. No entendía nada.

Respecto a esto, cuándo pase, dímelo, que no hay problema. Que sois muchos jugadores a la vez cada uno por un lado y en algún momento siempre se me puede ir la olla. Así que si ves que pasa me dices oye!!! que esto no tiene sentido, o que mi acción era esta. Corrijo lo que haga falta y sin más.

Es lo que acabo de hacer, decirte, ¡oye! Porque las otras veces que me quejé con menos vehemencia me dio la sensación de que me respondías para salir del paso y para que me callara la boca. No sé si es que, como dices, tienes muchos jugadores y poco tiempo para leernos, o que la partida es lineal y solamente tiene una forma de resolución y no quieres que nos salgamos de ese camino; pero de verdad que siento que da igual lo que escriba o lo que haga que mi intervención no repercute en el curso de los acontecimientos.

Por último, creo que la tirada debería ser por Manipulación, no por Inspiración. Cito de las reglas:

Inspiración (Empatía) Inspiración es la habilidad de llegar a la gente, animar y guiar a tus amigos y crear o entender formas de arte. Cuándo intentes ganarte el respeto de las masas, o tener cierta influencia en un grupo de personas, tiras Inspiración.

Manipulación (Empatía)Puedes tirar manipulación para cambiar la forma de pensar de otros, o actuar mintiendo, flirteando, sobornando, negociando, regateando o usando tus habilidades sociales de formas diferentes y creativas.  Cuándo se lleva con éxito una manipulación, el jugador describe como quiere que el afectado se comporte, o qué espera de él, y el máster considerará según el resultado de éxitos. 

Pero bueno, esto último es lo de menos y la última palabra la tienes tú como DJ. 

Cargando editor
06/04/2021, 13:43
Storyteller

Notas de juego

Por último, creo que la tirada debería ser por Manipulación, no por Inspiración.

Me parece bastante correcto por lo que puedes hacer la tirada cuando quieras.

No sé si es que, como dices, tienes muchos jugadores y poco tiempo para leernos, o que la partida es lineal y solamente tiene una forma de resolución y no quieres que nos salgamos de ese camino; pero de verdad que siento que da igual lo que escriba o lo que haga que mi intervención no repercute en el curso de los acontecimientos.

Hay veces que varios jugadores se van cada uno por su lado y todo se vuelve un poco jaleo, pero eso no es culpa vuestra. La partida en sí no tiene un final cerrado ( técnicamente ). Para nada quiero que dejes la partida porque tengas esa sensación, porque no es como yo lo veo. Todos los caminos son posibles y todo lo que hagáis va a tener una repercusión como bien dices. 

Y por eso mismo he dejado la tirada de iniciativa hecha, por si me calentaban antes de poder abrir la boca o si fallaba la tirada de manipulación que te estaba pidiendo. Pero luego me contestaste que no servía hacer una tirada de manipulación y, al mismo tiempo, nos preguntabas de nuevo si queríamos tratar de dialogar. No entendía nada.

Y he aqui una de esas veces en las que se me puede ir perfectamente la cabeza.  De momento, hazme la tirada de manipulación, y como te he dicho, vamos a dar tiempo a Reidar a que postee. Si mañana, pongamos a las 18h no ha respondido te actualizo, que tampoco quiero que os quedéis descolgados.

Cargando editor
06/04/2021, 13:53
Alvar Egil Björklund

Cuando todos los preparativos están a punto, Ebba se sienta en el suelo, con las piernas cruzadas, y comienza a escribir. En silencio, la rodeo lentamente hasta quedar frente a ella, de modo que pueda ver su rostro. En su mirada hay una concentración tan intensa que resulta casi preocupante, pero la dejo hacer. Ya he estorbado bastante por hoy.

Y de repente, ocurre. Ambos lo sentimos. Hay algo con nosotros, algo que se ha colado en la habitación, a lo que Ebba ha permitido paso. La cabeza de mi hija se tuerce hacia atrás como la de un cisne agonizante, y sus ojos se abren imposiblemente, al tiempo que su mano empieza a garabatear furiosamente lo que sea que esa cosa quiera decirnos. Es aterrador. Ver una figura tan familiar como la de mi Ebba moverse y comportarse de ese modo que claramente no es humano me deja conmocionado. Sin embargo, sé que ya es tarde para evitar lo que está sucediendo, y mejor será que no intervenga. Las palabras se siguen una a otra, y un sonido rasposo y gutural asciende desde las entrañas de mi hija; el primer sonido que he oído de su garganta desde que aquello sucedió. Pero no es su voz. Sea quien sea, la persona que tengo delante en estos momentos no es mi hija.

Tan rápidamente como comenzó, la visita termina, y Ebba vuelve ser Ebba. Consternado, me acerco a ella y la tomo suavemente del brazo.

Ebba. Ebba, ¿estás bien? —pregunto, intentando que la inquietud que me ha producido la tan ultraterrena visión no trasluzca en el tono de mi voz. Echo un vistazo a la carta que ha escrito, pero soy incapaz de encontrarle ningún sentido—. ¿Quién era? ¿Has podido entender algo de lo que te ha dicho?

Los dedos de mi mano empiezan a apretar el antebrazo de mi hija; en cuanto me doy cuenta, la dejo ir. Sin embargo, mis ojos continúan mirándola con la atención de un padre temeroso.

Cargando editor
06/04/2021, 15:27
Leopoldo Ludovico Castelferro
- Tiradas (2)

Notas de juego

He forzado la suerte para alcanzar al menos dos éxitos.

Cargando editor
07/04/2021, 11:17
Ebba Björklund

Y entonces comienza.

De nuevo, esa ya tan conocida neblina blanca me rodea y lo envuelve todo, cubriendo por completo hasta el más recóndito rincón de las circunvoluciones de mi mente. Esa espesa densidad formada de nada, de la nada más pura, arriba, abajo, a los lados y por todas partes, me retiene, me hace retroceder y me deja colgada en el aire, sin poder moverme, sin ser dueña de mis actos, como mera observadora de lo que mis manos hacen a través de dos diminutos ventanucos azabache que cada vez se vuelven más y más minúsculos. Y entonces me percato de otra presencia, allí, en mi cabeza, hay alguien más. Ya ha venido. Y se ha hecho con el control. Un control que, voluntariamente, yo le he ofrecido. Y ya no hay vuelta atrás.

Porque así es como debe ser.

La primera vez, sucedió casi como por casualidad; fue un deseo inconsciente que alguien me diese una respuesta, pero me pilló por sorpresa, así que me asusté. Me retorcí, me negué, rehusé ser su voz en el mundo tangible, luché... y dolió. Dolió mucho, porque aquella vez, aquel espíritu transmitió su mensaje a la fuerza, a costa de hacer sangrar mis oídos y mis ojos y forzarme a escribir, casi rompiéndome los tendones de la mano... Desde entonces, cuando vienen, los acepto. Les dejo pasar, les abro la puerta y les permito hablar... o más bien, escribir. Les doy la voz que tanto necesitan al otro lado del velo. Ahora entiendo que soy una de las pocas personas que les puede ayudar. 

Así que ahora me relajo, respiro hondo en medio de la nada más pura y le dejo hacer. Pero esta vez va más allá. Esta vez parece que, sea quien sea, no se ha conformado con escribir y también pretende hablar. Un dolor agudo recorre mis cuerdas vocales y me quema la garganta, incapaz de darle a este espíritu lo que necesita, incapaz de satisfacer sus deseos, largo tiempo insatisfechos. Desearía poder hacerlo. Desde el fondo de mi corazón en estos momentos deseo poder ofrecerle eso que tanto anhela. Por desgracia, precisamente yo, en ese sentido no puedo hacer más...

Mi cabeza cae pesadamente sobre mi pecho y entonces la niebla se esfuma, vuelvo a ocupar mi lugar y ese espeso y al mismo tiempo voluptuoso vacío se desvanece de mi consciencia. Abro los ojos, parpadeo varias veces, me froto los párpados resecos con el pulgar y el índice y entonces la voz de padre se va colando poco a poco en mi cabeza, se abre paso a través de la bruma que desaparece en retazos y jirones. 

Me arde la garganta, como aquel día, como cuando pasé tanto tiempo intentando gritar sin que el más mínimo sonido escapara de mis labios, con el cuerpo aún caliente de madre entre mis brazos. 

Asiento con la cabeza, levanto las manos, la izquierda me tiembla del esfuerzo que han hecho los músculos sujetando el lápiz, pero ya estoy acostumbrada a esa sensación, así que la ignoro y comienzo a gesticular: «Estoy bien, tranquilo. Siempre sucede así», no es cierto. En general, sí, pero lo de intentar hablar no había sucedido nunca... no era así como debía pasar. En teoría.

«No sé quién es, pero... parecía desesperado».

Entonces miro la nota. Nunca sé lo que han escrito hasta que lo reviso después. Arrugo la nariz mientras mi mente trata de relacionar con algo que conozca ese galimatías.

«¡Malditos espíritus! Nunca pueden hablar en sueco con normalidad...» gesticulo, sin poder reprimirme. «Lo pensaré mientras buscamos a Sin Raíces, Geri y Leo», añado mientras comienzo a recoger todo rápidamente y me pongo en pie como un resorte. «Empiezo a sentirme extremadamente preocupada, este asunto cada vez es más extraño...».

Notas de juego

Vale, dire, cuando dices "jeroglíficos", ¿te refieres a que ni siquiera está en nuestro alfabeto? Si ese es el caso... ¿pueden parecerse quizá a las runas que hay dentro de mi bolsita de terciopelo verde (runas nórdicas antiguas)?

Cargando editor
07/04/2021, 18:01
Storyteller

El gentío va creciendo poco a poco. La tensión es cada vez más palpable mientras los hombres os siguen rodeando, aunque no parece que quieran enfrentarse a vosotros, no al menos sin la guardia que debería hacer su trabajo. Algunos parecen relajarse algo, aunque siguen manteniendo tensas miradas.
El alguacil hace acto de presencia y rápidamente hace un breve examen de la situación. —Bien todo parece indicar que sois los responsables de la muerte de al menos esta mujer, sino, no veo porqué estáis empapados en sangre hasta la cabeza— dice apuntando con su porra a Reidar, que sigue en una especie de estado de shock.
Varios guardias más llegan y sustituyen a los hombres que estaban haciendo la vez de escoltas. Uno de ellos se mueve con la intención de esposaros cuándo una voz familiar suena entre el gentío.
—Caballeros, caballeros, aguarden un momento. He escuchado a la gente acusarlos de la muerte de Olga, y puedo asegurar que no es así.— La figura se abre paso. Alguien ha corrido ha llamar al padre Kransvik una vez lo habéis mencionado. Por suerte para vosotros, aún hay gente que tiene la fe en alta estima en estos lugares y se fía más de la palabra de un hombre de religión que de las nuevas tecnologías de investigación policial. Esos científicos a menudo hacen profanaciones para revelar secretos de los muertos, y a los ojos de la gente de a pie, es casi herejía.

—Estoy seguro de que hay una buena explicación para lo que está sucediendo aquí. Yo mismo he visto consternado el cadaver de Olga hoy y puedo asegurar que no han tenido nada que ver en ello— se repite el padre ante la atenta mirada del alguacil y el resto de la guardia. —Sugiero, que vengan a la casa del señor, allí dónde no se admite mentira alguna, y que por propia voluntad nos cuenten exactamente qué a pasado aquí. Les prometo que solamente estaremos la gente necesaria para facilitar su relato. —Dice Kransvik mirándoos a los ojos.—Podemos hacerlo aquí, si os es más cómodo, aunque supongo que la mirada crítica y ajusticiadora de la gente no es plato de buen gusto para nadie.—
El hombre parece tener cierta reputación y su palabra parece albergar un gran peso en la sociedad local ya que muchos parecen no dudar de su palabra y estar de acuerdo en que lo mejor será ir a la iglesia.
El alguacil al principio pone las pegas típicas de alguien que prefiere fiarse de su propio juicio, pero el haberle sacado de su cama dos veces hoy parece que le ha vuelto de alguna forma dócil o al menos prefiere decidir las cosas despues de haber dormido algo.

Notas de juego

El haber forzado la suerte, y el haber manipulado a la gente con algo de verborrea ( vamos a rolear como que ha sido así) te ha hecho ganar el tiempo suficiente como para que el padre Kransvik haya hecho acto de presencia y esté dispuesto a escuchar lo que tienes/teneis que decir.

Si queréis ir a la Iglesia del padre Kransvik junto al gentío ( que se quedaría fuera) excepto alguien de la guardia para asegurarse de que no escapais, decidmelo y vamos directamente alli.

Si queréis explicar qué ha pasado aquí directamente, podéis postearlo ya.

Si por otra parte os queréis entregar directamente podemos pasar a la escena de la detención y posterior calabozo/interregotario.

Recuerda que al forzar la suerte obtienes un estado mental. ( Desesperado en este caso dada la situación).

Cargando editor
07/04/2021, 18:36
Storyteller

Notas de juego

Vale, dire, cuando dices "jeroglíficos", ¿te refieres a que ni siquiera está en nuestro alfabeto? Si ese es el caso... ¿pueden parecerse quizá a las runas que hay dentro de mi bolsita de terciopelo verde (runas nórdicas antiguas)?

Me refiero a un lenguaje escrito que no reconoces, y que probablemente necesites algún tipo de libro "roseta" para poder traducir. Desde luego a las runas nórdicas de tu piedra no se parece en absoluto.

Cargando editor
10/04/2021, 00:27
Alvar Egil Björklund

Ebba no tarda en tranquilizarme poco después de volver en sí. «Siempre sucede así», me dice, y yo no sé si debería tomarme eso como algo bueno o malo. Aun así, a pesar de su aparente confianza, puedo ver en sus ojos que hay algo que no me está contando. Me siento tentado de preguntarle, pero decido resistir el impulso: si hay algo que quiera decirme, ya me lo contará ella por iniciativa propia.

Tal y como temía, su comunión con los espíritus ha sido tan críptica para Ebba como lo ha sido para mí. Ella tampoco entiende los garabatos que han salido de sus manos. Suspiro, algo decepcionado. Nada es tan fácil, nunca. Como dice mi hija, habrá que dedicarle más tiempo a estudiar la fantasmagórica nota, cuando dispongamos de él. Ahora, tenemos que hacer lo que de verdad importa: ir en busca de nuestros compañeros y asegurarnos de que están bien.

Sí, es extraño y cada vez más complejo. Lugares de poder místico, brujas jugando con fuerzas que no comprenden, dos personas asesinadas en tan poco tiempo… ¿Y qué tendrá que ver el padre Kransvik en todo esto? —Me paso una mano por la boca, pensativo—. Por otra parte, no creo que Katarina haya muerto. Teniendo en cuenta lo que la bestia les hizo a las otras dos, no tiene sentido que su cuerpo no haya sido encontrado. No puede decirse precisamente que ese tal Glosson se esfuerce mucho por esconder sus atrocidades. —Me echo el abrigo sobre los hombros, con una mirada severa—. Vamos. Hay que encontrar a nuestros amigos. Es muy raro que no hayan vuelto en toda la noche.

Y dicho esto, salgo de la habitación. No hay más tiempo que perder.

Cargando editor
10/04/2021, 02:54
Leopoldo Ludovico Castelferro

Cuando oye la voz de Kransvik el ocultista se relaja lo suficiente para guardar la hoja en su bastón, apoyarse en él y levantarse del todo para recuperar la compostura. Todavía le duele todo el cuerpo y le cuesta enfocar la vista. El regusto del ánima de Sanguina sabe a metálico en su lengua.

Gracias a Dios que ha venido, reverendo  —logra articular al tiempo que le muestra una dolorosa sonrisa de alivio—. Mire, vea con sus propios ojos. Lo ha hecho de nuevo. Y también estuvo a punto de matar a nuestra amiga —Castelferro no sabía qué había aterrorizado a Ebba, pero no le importaba adaptar un poco la historia si con ello se aseguraba la atención del sacerdote—. Tenemos que detener a la bestia —mira a Reidar y se da cuenta de que no está la noche para exigencias pero, aun así, lo intenta—. ¿Sería posible que subiéramos hasta el hotel? El coronel Björklund y su hija deben de estar preocupados por nuestro regreso. Además, allí podremos contar con algo más de ayuda —propuso con gesto suplicante, pensando en sus compañeros y en las dos brujas que quedaban. Cuando pensó en ellas recordó el diario del Jefe Jonsson que se había guardado antes. Lo tenía en el bolsillo interior de su chaqueta y no había tenido tiempo de leerlo.

Notas de juego

Si el sacerdote prefiere ir a la iglesia, Castelferro se deja llevar por él. No quiero provocar más la ira de los lugareños. Pero intentaría que alguien llevara recado para el coronel y Ebba de dónde estamos.

Editado Master: Te cambio los destinatarios que estaban Ebba y Alvar seleccionados