Partida Rol por web

Vampiro: Edad Oscura V20 - Bretaña nocturna [+18]

[Crónica 2.1] La Hora de las Brujas - Castillo de Fougères

Cargando editor
06/08/2019, 10:52
Aethelstan du Josselin

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


Vuestra carrera tras los atacantes os dio tiempo de pasar por las dependencias donde guardaban vuestras armas, apenas fue un suspiro, pues el un furioso Aethelstan encabezaba la marcha buscando vengar a su compañero caído. Os abristeis paso sobre algunas líneas de ghoules Jakkelsen, pero no había rastro de cainitas, los gangrel parecían haberse retirado del castillo dejando atrás la morralla.

Para cuando alcanzasteis el patio de armas, no había ningún rastro de enemigos ya. El contraataque de la guarnición de Fougères había dado buena cuenta de lo que quedaba de las fuerzas enemigas, Aethelstan se acercó a uno de los sargentos de armas exigiendo un informe. Este respondió que las tropas enemigas habían contenido a sus hombres dando tiempo a sus cabecillas a escapar, que se habían convertido en bestias y escapado a la foresta.

Esta ofensa no quedara impune —declaró el ventrue dirigiéndose a su caballo.

Los gangrel se habían transformado, habían escapado, seguirles el rastro iba a ser una campaña casi imposible. Aethelstan se montó en su caballo.

Seguiré su rastro. Si los pierdo, me dirigiré a Josselin. Prepararé las tropas. ¿Quieren guerra? Tendrán guerra —declaró torvo, miró a Artur un instante a los que asintió como si le reconociera, pero ignoró completamente a Ingvar. Luego miró a Selin —. Puede que tus artes no sean las de un caballero, karanlik. Pero habéis demostrado sobradamente que el Ankou tenía razón con vos.

Cargando editor
06/08/2019, 11:11
Bastian Magloire

Con vosotros también había ido Bastian Magloire, el representante de Saint-Brieuc. Desde luego era un tipo callado, pero viendo que la persecución había caído en saco roto, tomó también la palabra.

He de advertir al Príncipe de Saint-Brieuc. Si estas son las tretas que usará la perra de Morgaine, debe estar advertido —anunció yendo a por su caballo —. Nos veremos en el campo de batalla, maestre Aethelstan. Vuesas mercedes también. Guerra de nuevo sobre Bretaña. Viento fresco y gloria.

Cargando editor
06/08/2019, 13:44
Ingvar Lundson

Las campanadas llegaron y pasaron, y no hubo más horrores desatados por voluntad de la bruja. Ligeramente aliviado por ello, Ingvar se lanzó a la persecución de los atacantes junto al resto de los cainitas. Cuando los demás pasaron por la sala de armas, el gangrel tomó su acero pero no lo desenvainó siquiera. Se había visto obligado a mostrar sus garras, y no contemplaba retirarlas sin haberlas hundido en carne viva o muerta. Así que fue así, con colmillos y garras como se abrió paso a través de las defensas de los Jakkelsen, sajando con la salvaje alegría de la lucha a aquellos que en otro tiempo habían sido sangre de su sangre.

Para cuando salieron al patio, la sangre roja de los ghouls de Dol manchaba sus labios y goteaba desde sus manos. El fuego del combate, que seguía ardiendo en sus venas, había quedado relativamente satisfecho, y cuando escuchó el informe de la guarnición del castillo, exhaló un suspiro y forzó a su cuerpo a regresar a la forma de un humano convencional. Ya casi había dado por hecho que la acción había terminado cuando la intervención del maestre hizo que se girara con un gesto de incredulidad pintado en su rostro y en sus ojos, aun brillando como brasas en la noche. El orgullo parecía cegar el raciocinio del caballero.

-Entiendo que el maestre Aethelstan no tiene deseo alguno de encontrar a los atacantes huidos, si lo que pretende es seguirlos a caballos por los bosques y sin recurrir al único rastreador presente. –Dijo mientras se limpiaba la sangre de sus manos tranquilamente con algo de paja, dirigiéndose al resto de los presentes, pero ignorando absolutamente al caballero ventrue. –No estoy seguro de si alguno de los demás pretende arriesgarse realmente para encontrarlos. Si es así, pueden contar conmigo. O podemos regresar para informar a la duquesa, como prefiráis.

Conteniendo una sonrisa, se encogió de hombros y aguardó a los demás. Se había ofrecido y si alguien era capaz de seguir ese rastro sería él, pero dudaba mucho que nadie aceptara. El riesgo de continuar la caza en territorio desconocido era terrible. No sólo los gangrel, sino también Firminus y el extraño hechicero de escarcha podrían aguardar una expedición imprudente. Sólo Aethelstan parecía decidido, pero estaba seguro de que no era sino pura fachada. Sentía curiosidad por las respuestas a su propuesta pero mientras las aguardaba se giró hacia el heraldo de Saint-Brieuc.

-Guerra, Bastian, sí. El tiempo de las justas ya queda atrás. –Hizo una pausa, ensombrecido su rostro, y añadió casi con genuina preocupación. -Ya habéis visto lo que ha pasado con Treveur… cuidaos vos y vuestro señor de los traidores y de las sombras. Yo transmitiré lo sucedido al príncipe Raynier.

Cargando editor
06/08/2019, 13:47
Artur de Aquilare

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


Cuando el caballero Aethelstan terminó de hablar con el sargento, y ante la respuesta del mismo, Artur tomó un instante la palabra.

- Es probable que los huidos llevaran con ellos a una cautiva- expuso en tono serio y claro- Una de las damas de la corte. Si es así, sería conveniente saberlo. ¿Vió vuesa merced o vuestros soldados a una dama en poder de nuestros enemigos?- realmente no tenía demasiadas esperanzas, pero había prometido a Leyre preguntar y, en parte por interés personal y en parte por cierto sentimiento de camaradería y de empatía por la pérdida del sire, no estaba dispuesto a dejar pasar el momento sin intentar, al menos, cumplir su promesa. Fuera cual fuera la respuesta del sargento, acto seguido, asintió al caballero ventrue si bien, antes de poder responderle, tomaron la palabra tanto Bastian como Ingvar. El lasombra miró a este último unos instantes, antes de expresar, él también, su opinión- Aunque con osadía y pocas convenciones, por no decir ninguna, el gangrel Ingvar tiene razón, maese Aethelstan. Entiendo perfectamente vuestra rabia contra ese grupo de traidores, pero precisamente el sacrificio de Bohort es lo que nos dio tiempo para salvar a la reina a todos los presentes. Del mismo modo perseguir vos solo, e incluso acompañado por maese Ingvar, a todo el grupo de gangrel y, quizás, a Firminus y a ese ser protegido por el hielo que lo acompañaba, creo, será un riesgo inasumible. Lejos de mi intención está presumir saber más que quien me aventaja en edad, experiencia y rango, pero si de algo sirve mis palabras, os ruego prudencia. Quizás dirigirse a Josselin puesto que, como bien decís, hay guerra, y debemos estar preparados. Es obvio que nuestros enemigos gustan del engaño y la traición, y no deben volver a tomarnos desprevenidos-  tras las palabras se giró al caballero Bastian Magloire- Os deseo bien, caballero. Espero que nos encontremos nuevamente y que podamos celebrar juntos la victoria de la legítima reina, Margawse Menguy. Como bien dice maese Ingvar, cuidaos vos y vuestro señor de los traidores y las bestias. Se protejan en la luz, en el hielo o en las sombras.

Cargando editor
10/08/2019, 13:08
Leyre de Abin

Artur: Si por ventura encontramos a tu señora, te diré lo que descubra.

Alzo la mirada en un rostro plagado de ríos escarlata que descienden por el cuello hasta perderse en mi saya.

-Os lo ruego… -musito.

El resto de la comitiva desaparece tras las puertas, quedando la sala tan sólo con unos pocos cainitas.

La Príncipe, por su parte, hace un doloroso recuento de las bajas, mientras el desagradable ser que es su mayordomo trata de excusarse con frases manidas y bachillerías baratas.

Lothaire: El hombre… la criatura… llamada Dullahan, era una hada.

Siento ganas de vomitar.

-¿Y bien? -Mi voz emerge de mi pecho con amargura- ¿Qué pensáis hacer después de que vuestros dominios hayan sido violados por un… -me niego a llamarla “hada”-, por un ser feérico?

Maldita sea, ¿cómo encaja esto dentro de mi deducción mental de que lo que está ocurriendo es una copia de las leyendas artúricas? ¿Había algún hada en la corte del rey Arturo, exceptuando a la Dama del Lago?

Cargando editor
11/08/2019, 01:09
Sybilla

Sybilla escuchó atentamente a Lothaire- Era de esperar.-pensó, para si, posando la mirada sobre Leyre, que aún en medio de su dolor encontraba lugar para cierta impertinencia. Sin Mahé presente para disculparla y amonestarla, para corregirla y atarla en corto, sospechaba que su petulancia comenzaría a grajearle tremendos costes.

Sin embargo, no dijo nada al respecto. Si alguien debía contestar, era Margawse. No era menester entrometerse. Aquello habría sido faltar a la autoridad de la señora de aquel castillo. 

Mi señora, ¿cuáles son vuestras indicaciones para con nosotros? -dijo, observando, con cierta aprehensión a pesar del desagrado que sentía, el torso reventado de Treveur el traidor. 

Cargando editor
12/08/2019, 03:15
Selin

Sigo la carrera encabezada por el maestre Aethelstan, y aunque no deseo manchar mis manos de sangre, me es inevitable terminar con la existencia de aquellos que muestran resistencia. Cada certero golpe de mi cimitarra, crea un profundo vacío en mi interior y una terrible sensación que sé que arrastraré hasta el fin de mis días.

Y una vez concluye todo, en el patio de armas, espero en silencio, escuchando al maestre. —Gracias— contesto tímidamente a su halago, aunque prefería no haber tenido que demostrar nada—. Siento la pérdida de su compañero.

El normando conocido como Ingvar tiene razón, marchar tras los atacantes es un acto demasiado precipitado y peligroso, en una situación así, la disciplina debe imperar. Y aunque las palabras de Artur, mencionando a una cautiva hacen que sienta la necesidad de respaldar el plan de seguir al enemigo, no parecen tener la certeza necesaria para alejarme de mi camino.

Sin embargo, todos han hablado de guerra y eso es lo que se había desatado, Morgaine la había iniciado al comenzar sus ataques a las costas de Bretaña, y si la sensación por los soldados caídos era pesada, solo pensar en los inocentes que se llevaría una guerra así hace que brote la rabia dentro de mí. Se me vienen a la cabeza los actos que cometerían los huidos, quizás atacarían alguna población buscando simplemente sangre o incluso actos más deleznables, es difícil mantenerse impasible ante una posibilidad así.

Maestre, si necesitáis mi ayuda, podéis contar con mi espada para proteger a la justicia— le digo con convicción mientras realizo un leve inclinación.

Cargando editor
17/08/2019, 23:49
Aethelstan du Josselin

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


Aethelstan escuchó sombrío las palabras vertidas por cada uno de vosotros, pero una contención tan sobrenatural como la ira fría que tronaba en el interior del ventrue tomó palabra en sus labios.

Te aconsejaría, gangrel. Que fueras cuidadoso con tus palabras. Tu oportunismo cobarde bien nos ha podido costar más en batalla, rondando oculto cual cobarde a la espera de que la oportunidad te fuera propicia y no combatir junto a los demás —espetó con una severidad siniestra —. Por fe y confianza al intachable Príncipe Coulotte no pongo en duda tu lealtad, pero te aconsejo no volver a poner en duda mi compromiso o mis objetivos. Jamás.

A continuación miró al resto de los presentes, asintió previamente a Bastian que ya parecía presto a tomar camino hacia Saint-Brieuc. Escuchó quedamente a Artur, también a Selin.

No vi nada —respondió, algo que la demás soldadesca corroboró —. ¿A quién os referís, concretamente?

Sieur Bohort murió por su juramento —dijo con firmeza —. Él sabía que moriría esta noche. Era uno de sus vaticinios, y no le creí. Malditos malkavian y sus demenciales vaticinios —bufó para sus adentros —. Seguirá a los gangrel prófugos hasta que abandonen estas tierras, que huyan. Que no se sientan seguros hasta que cada uno de esos perros sarnosos abandonen Rennes, ese es mi compromiso, y eso haré. Que me sigan o no, es vuestra decisión. Las órdenes de la Príncipe han sido claras y expresas. Eso haré. Y si me llevo alguno por delante, lo haré con placer —el caballero ventrue se mostraba inflexible, resuelto a salir a caballo presto —. No tengo excesivas esperanzas de encontrar a ninguno de ellos. Pero pongo en duda que Firminius o el hechicero vayan campo a través, no.. esta noche se cazarán perros. Y queda mucha noche por delante.

Dirigió una mirada hacia Selin, una más cercana, de camaradería.

A vos os he de pedir algo. Proteged a la Príncipe en mi ausencia, bayan. Os habéis ganado mi confianza. Os ruego que cumpláis esta petición —asintió sin perder un ápice de su señorial presencia.

Cargando editor
18/08/2019, 00:15
Artur de Aquilare

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


- La dama Mahé. No la vimos ser destruida. Solo atravesada por la lanza de hielo y luego atraída a la oscuridad. Puede seguir existiendo- inidicó Artur, que acto seguido miró al caballero Aethelstan du Josselin- ¿Preferís que me quede con vos o que regrese al interior? Si vos queréis continuar la caza, como superior, pongo la decisión de qué hacer en manos de lo que consideréis prioritario.
 

Cargando editor
18/08/2019, 00:30
Margawse Menguy

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


La impasible facha de Margawse apenas se alteró un instante al escuchar tanto a Dominic como a Lothaire, aunque su mirada recayó encima del tremere largamente.

Dominic. Repara tu error solucionando este problema. Monsieur Chabroux, os ruego que ayudéis a mi chambelán en esta labor. Vuestra ayuda será.. debidamente recompensada —dijo insensible, el capadocio asintió sin dejar que su palidez mostrar si estaba o no conforme con la petición de su señora. Pero a todas luces estabais convencidas de que no estaba, en absoluto, contento. Por contra, la inclinación, acompañada de una sonrisa satisfecha, del tremere indicaba todo lo contrario.

Modera tu tono, niña —se dirigió directamente a Leyre —. Tolero tus exabruptos por la pérdida que acabas de sufrir, pero si tu plan es cruzarte de brazos llorando, echar veneno por la boca y mirarme con deprecio. Hazlo fuera de este salón antes de que mi paciencia se termine. Si tu intención es ayudarme a dar caza a los despojos y traidores que han perpetrado este acto. Quédate aquí, escucha y aprende.

En ese momento dirigió la mirada hacia Sybilla primero, luego hacia los demás.

Aguardaremos al regreso de los demás. Sospecho que Aethelstan se dirigirá a Josselin y Bastian hacia Saint-Brieuc. Harán bien —resolvió, luego se quedó un instante en silencio —. Era de esperar que mi hermana recurriera a esa clase de aliados. Ya lo hizo en el pasado. No iba a cambiar ahora. Hay que actuar pronto, contrarrestar su nociva influencia cuanto antes. Hay que hablar con Viviane du Lac, ir a Brocéliande. Los lacayos de Morgaine han asesinado a uno de sus chiquillos de paja, dudo mucho que esté contenta, pero si alguien sabe cómo combatir a ese Dullahan y sus servidores.. es ella.

Cargando editor
21/08/2019, 19:53
Leyre de Abin

Margawse: Modera tu tono, niña. Tolero tus exabruptos por la pérdida que acabas de sufrir, pero si tu plan es cruzarte de brazos llorando, echar veneno por la boca y mirarme con deprecio. Hazlo fuera de este salón antes de que mi paciencia se termine. Si tu intención es ayudarme a dar caza a los despojos y traidores que han perpetrado este acto. Quédate aquí, escucha y aprende.

 Siento la ira apoderándose de mi interior, sustituyendo con fuego todo lo que el espeso líquido del pesar había inundado. Como si alguien se hubiese servido del fuego griego para propagar un incendio dentro de mi pecho y mi mente.

No puedo evitar dirigir a la Príncipe una mirada cargada de desprecio. Te odio, grandísima hija de una ramera. Te odio y te desprecio tanto que si la aversión fuera oro, sería la mujer más rica del mundo conocido. 

Recojo mis faldas con una mano y, dando media vuelta, atravieso las puertas del salón, dejando aquel ridículo cónclave a mis espaldas.

Cargando editor
25/08/2019, 12:26
Selin

Escucho las palabras del maestre con respeto y atención, sin decir palabra alguna y variar ni un ápice la expresión de mi cara. Al mencionar a su compañero hago una leve inclinación con el rostro, recordando al vástago, posiblemente no me había dado tiempo a conocer sus muchas bondades y en cierta forma, me siento mal por haberlo ignorado en sus últimos momentos. Desvío la mirada hasta que se dirige a mí.

Reflexiono sobre las implicaciones que tendría proteger a esa mujer de afilada lengua, no es la clase de persona que causa buena primera impresión, y aun así, alguien que sí respeto me está rogando que la defienda. Llevo la mano a mi pecho y inclino levemente la cabeza contestando. —Así se hará, Üstatlas palabras salen de mí con convicción. Sé que aprenderé mucho a su lado de todo lo que está ocurriendo y tal vez encuentre la forma de enmendar así mis errores.

Cargando editor
25/08/2019, 22:36
Sybilla

Sybilla parpadeó, observando cómo Leyre abandonaba el salón, tras haber escuchado a Margawse. Su rabia, su dolor ponzoñoso y mal enfocado podía costarle caro. La amargura de quien camina a solas en un desierto de hiel parecía rodearla, cuando salía por la puerta. Temió por un momento por la seguridad de la chiquilla de la recién desaparecida Mahé, pero se dijo que no era ella el guardián de alguien que además no era su hermano, y seguidamente volvió a prestar atención a su sire. 

Brocéliande...-dijo, estirando aquella palabra, como si le costase pronunciarla- No puedo luchar, mi señora, pues no se me enseñó a manejar una espada. Sin embargo, puedo acudir a Brocéliande.-aseguró, sintiendo que aquella declaración de intenciones apretaba silenciosamente su corazón muerto y yermo. 

Cargando editor
26/08/2019, 11:46
Ingvar Lundson

Ingvar escuchó en silencio cómo Artur trataba de suavizar sus propias palabras para tratar de evitar la ira del ventrue, pero se alegró de que el lasombra, a su manera, pensara como él mismo. En la actitud del caballero hablaba el orgullo por encima del sentido común, un rasgo muy cainita.

El orgullo, siempre el orgullo, pensó mientras Selin intervenía brevemente. Un peligroso rasgo crece con el tiempo y el poder, pero que termina por hacer caer a aquellos que se dejan cegar por él. Y a juicio del Gangrel, fray Aethestan, a pesar de su exterior pío, no estaba tan lejos de ese punto. Las palabras que le dedicó el ventrue no hicieron sino confirmar una opinión que se afianzaba por momentos.

-Mi oportunismo cobarde estaba dedicado a acabar con esa criatura que mató a Bohort. -Contestó Ingvar, que lograba mantener una meritoria tranquilidad en su voz, desgranando cada palabra lentamente. Sin embargo, los ojos del normando y el caballero reflejaban idéntico desdén mientras se observaban. -Pero la intervención de Firminus evitó que llegara a tiempo. Esta guerra no va a ganarse en un campo de batalla ni en un duelo de caballeros. Y haríamos bien en acostumbrarnos si queremos vencer en ella.

No mencionó el hecho de que probablemente, sin haber él abierto una brecha entre los tentáculos invocados por el lasombra, Selin no hubiera podido llegar hasta Treveur. No era necesario. El ventrue lo sabía, pero jamás le otorgaría reconocimiento alguno. Si le quedaba alguna duda de los motivos que podrían tener sus antiguos compatriotas para unirse a la bruja, esa actitud las aclaraba rápidamente. Tal vez, a pesar de todo, Mograine tratara a la progenie de Olaf mejor de lo que lo harían el resto de señores de Bretaña.

-Dado que veo que no os agradan los rodeos, os lo expresaré directamente entonces, sin ambages. -Terminó, mirando a Aethelstan. -Sin un rastreador, no daréis con ellos, y soy el mejor del que podéis disponer esta noche. ¿Deseáis que os acompañe en la cacería, o no?

Cargando editor
29/08/2019, 23:10
z/Maëlys de Trebaul

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—

Inspiro y contuvo el aliento cuando la joven Leyre se dirigió de aquella manera a Margawse, si bien quien hablaba era el dolor por la pérdida de su sire, eso podía no ser razón suficiente para que la príncipe dejase pasar su descaro.

Para su sorpresa, esta se mostró más benevolente de lo que esperaba, reprendiendo y al mismo tiempo dando la oportunidad a la joven chiquilla de participar en aquel embrollo para tratar de encontrar una solución.

Negó con la cabeza, dejando escapar aquel aire que había aspirado innecesariamente mientras observaba como la muchacha abandonaba la sala de manera impetuosa y airada. Pronto volvió su atención a lo demás.

Me gustaría acompañar a Sybilla a Broceliande, más me temo que me encuentro en su misma situación respecto al combate. Principalmente le interesaba conocer a la elusiva Viviane Du Lac, y tal vez conocer algo más de lo que ocurrió entre ambas hermanas.

Notas de juego

no marco a Leyre, pues entiendo que ya salio de la sala

Cargando editor
03/09/2019, 00:09
Aethelstan du Josselin

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


El ventrue no dirigió ninguna otra palabra a Ingvar, ni siquiera reparó en él cuando el gangrel respondió centrándose en Selin y Artur.

Regresad con la Príncipe, monsieur Artur, vuestras cualidades serán más útiles con ella que ahora conmigo. Además, no quiero asegurar de que todos los enemigos hayan abandonado Fougères, y esta sea otra treta para dispersarnos —respondió al hispano mientras volvía la mirada hacia el exterior, estuvo unos instantes con la mirada fija hasta que reaccionó.

A pesar de todo, Feliz Navidad —se despidió espoleando el caballo con una velocidad sobrenatural, pudieran haber dudas de si Aethelstan hubiera escuchado la propuesta de Ingvar, pero no la había. Una vez más el ventrue había ignorado al gangrel, poniéndose en camino en una persecución incierta y tenaz. Os quedabais en el patio del castillo rodeados de varios guardias del mismo.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Próximo post, el jueves 4

Cargando editor
03/09/2019, 00:20
Margawse Menguy

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


Margawse dirigió una mirada oscura que a Leyre mientras abandonaba el salón, una mirada bien reconocida por Sybilla que no auguraba nada bueno para la chiquilla de Mahé. Pero la Príncipe no se entretuvo en aquel aspecto, os miró cambiando el tercio mientras asentía lentamente.

Sé lo que supone un viaje así. Pero las cuitas del pasado no superan a las necesidades del ahora. Empieza por Concoret, el que ahí habita lleva mucho tiempo aislado, pero conoce Brocéliande a su pesar —ordenó inflexible, asintió a la iniciativa de Maëlys —. Imagino que vuestros antiguos acompañantes se unirán a vuestra empresa. De buena gana o por mi orden. Salvo una. No cuentes con ella. Por ahora. ¿Queda claro, Sybilla? ¿Y a ti también? —añadió mirando a Maëlys.

Notas de juego

Próximo post, el jueves 4

Cargando editor
03/09/2019, 00:25
Narrador

Castillo de Fougères, País de Rennes, 25 de diciembre de 1264

—Medianoche—


El castillo estaba sumido en un silencio mortal, los restos de los combates aun poblaban en sangre, vísceras y muertos sus pasillos. Nadie reparó en ti según salías, mas ahora quedaba ver hacia dónde te dirigías.

Notas de juego

Próximo post, el jueves 4

Cargando editor
03/09/2019, 08:18
Leyre de Abin

Todavía presa de la rabia y el dolor, doy un par de pasos sin rumbo por los corredores, apretando tanto los puños que me clavo las uñas en la palma de la mano, creando profundas heridas en forma de media luna. 

Ineptos. Ineptos, necios y débiles. Todos. 

Apoyo la cabeza contra el muro, reprimiendo un gemido de angustia.

Mahé...

Tengo grabada a fuego su rostro. Su expresión antes de que las sombras la tragasen. Sus hermosos ojos imbuidos de sorpresa y horror. 

¿Por qué ella? ¿Por qué? ¿Por qué ella, con todos los despreciables inmortales que había en la sala? 

No puede estar muerta. 

No.

No puede estar muerta.

Claro, las sombras la engulleron, pero eso no significa nada. Puede que la hayan capturado, y con el tiempo exijan un rescate. Cómo he podido ser tan necia, por supuesto que ha pasado eso. Y yo aquí perdiendo el tiempo con charlas y diatribas, cuando Mahé está sufriendo un martirio en manos de esos desgraciados. 

Rápidamente me vuelvo hacia el suelo, hacia el rastro de heridas y muerte que han dejado. Algo debe haber, alguna pista que me pueda llevar hasta ellos. Hasta ella...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Con tu permiso me invento la dificultad y tú ya me dices xD

Cargando editor
03/09/2019, 08:27
Ingvar Lundson

El Gangrel observó al señor ventrue alejarse finalmente, espoleando su montura en una veloz -y fútil- carrera. Por la mente del normando pasó la posibilidad de que, en efecto, la retirada de las tropas de Mograine hubiese sido fingida y una emboscada estuviera aguardando al caballero en la profunda oscuridad de la espesura. La idea de Aethelstan convirtiéndose en ceniza en mitad del bosque, solo y sin ayuda, sujeto por las sombras de Firminus y atravesado por garras vampíricas y escarcha sobrenatural le hizo esbozar una ancha sonrisa. Sería algo digno de verse.

-Mi memoria debe ser bastante frágil. -Musitó, dejando que su sonrisa se apagara lentamente, sin que quedara claro en qué medida hablaba para los demás o para sí mismo. Habituados a la fanfarronería del gangrel, la voz de Ingvar resultaba extrañamente amarga a oídos de los demás cainitas. -Recordadme, señores míos, cuál era la diferencia entre la bruja y el resto de señores de Bretaña.

Alzando la vista hacia la oscuridad del cielo nocturno, tomó aire y expiró lentamente, en un gesto extrañamente humano, antes de girarse para observar con su mirada, aún reluciente, al castellano y a Selin.

-Bueno, regresemos adentro. -Dijo, actuando de nuevo con normalidad. Su habitual expresión de socarronería había regresado a su rostro, ocultando cualquier rastro del desagrado que mostraba unos instantes antes. -Ya he visto todo lo que tenía que ver, y escuchado más de lo que me apetecía escuchar. Creo que la orden de la duquesa ha quedado sobradamente cumplida, y supongo que su excelencia querrá saber lo que ha pasado.

Y sin aguardar siquiera a que nadie replicara, echó a andar a paso vivo hacia el interior de la fortaleza. Caminaba con paso seguro, sorteando con indiferencia la sangre y los cadáveres que la sangrienta persecución había dejado atrás, y sólo sus puños apretados dejaban entrever la rabia que hervía tras la fachada imperturbable del guerrero norteño.